Recordando Japón [con Andrea Laakkonen]

Coge su camisa, que se la tiende la rubia, para ponérsela y abrochársela. Ella tarda menos por obvias razones, así que se queda viendo cómo se viste hasta que besa su frente cuando ella se aferra a su brazo.

-Podemos ir a algún sitio más privado… Siento que la próxima vez que te bese, voy a saltarte encima… –Se atreve a comentar con un suave rubor en sus mejillas, pero detiene su andar en cuanto recuerda lo que quería decirle- Espera… –La gira suavemente para quedar en frente de ella, tomando delicadamente sus manos entre las suyas mientras la mira fijamente a los ojos, con ese suave rubor en sus mejillas presente- Yo… Sé que tal vez es ir demasiado rápido… Pero, ¿te gustaría formalizar esto? –Dice al fin después de titubear tanto, haciendo que el rojo se haga ver todavía más- E-Es decir, se pareja… ¡Si dices que no, lo entenderé! –Intenta suavizar el momento.

Ríe suavemente ante lo que dice. Le parece tan tierna que no puede evitar darle un beso algo más largo, pero manteniendo esta vez la pasión de lado y fijarse sólo en darle un beso dulce y tierno, como lo es ella, su princesa. Rodea su cintura suavemente para pegarla un poco más a ella.

-¿Quieres venir a mí casa? –Le pregunta besando su barbilla, hasta que se ruboriza fuertemente en cuanto cae que podría sonar algo mal- ¡No mal pienses! Es para que puedas darte una ducha y darte ropa seca, no quiero que te resfríes –Intenta arreglar lo que había dicho, aunque seguía sonando un poco mal.