Una botella, dos bocas (Priv.Dante)

Guarde mi móvil en el bolsillo, enviar aquel mensaje me dejaba un poco feliz, hace días que los mensajes con Dante eran más frecuentes y por fin había decidido invitarle una copa para hablar y pasar el rato como amigos, no tenía mucho de esos y había decidido que vivir una vida "normal" no estaba nada mal.-veamos...se supone que es por aquí-me dije a mi mismo mientras doblaba una esquina y me topaba con cinta de perímetro  frente a la puerta del bar ahora todo quemado y un cartel con la palabra "CERRADO" en mayúsculas-genial, por que justo debía ser hoy-maldije por lo bajo mientras miraba a mi alrededor para ver si había un lugar abierto el cual pudiera salvar la cita de hoy...

"-Dios mío ¿Supiste que paso con el dueño y el local?

-Si, dicen que estaba todo en llamas y el cadáver tenía todo el pecho vacío, no tenía corazón...-.

-Realmente tenebroso-.  "

No pude evitar escuchar la conversación de dos personas que iban pasando junto a mi, por lo que entendí el local estaría cerrado quizá para siempre...y allí servían excelentes tragos-una lastima-hable para mí mismo, decidí colocar mis manos en ambos bolsillos y camine en dirección a otro sitio,  unos locales más allá habia un bar que no se veia nada mal, un poco resignado a la situación decidí entrar. El ambiente era bastante comodo, no habia mucha gente, la decoración esta bien y la musica no estaba lo suficientemente fuerte para incomodar pero era perfecta para disfrutar, aparte de tener micrófono abierto para las personas que quisiera interpretar alguna que otra canción.

-Aquí es un buen lugar-camine a la barra, me acomode, tomé mi celular que estaba en el bolsillo de mi abrigo y mande la ubicación, ahora solo quedaba esperar a Dante, me emocionaba y al mismo tiempo me provocaba incomodidad el estar espera do a alguien para "divertirnos", cosa que nunca habia hecho, o por lo menos no que recordara-solo agua por el momento- le hable al barman cuando note su mirada preguntando que me apetecía. Guarde nuevamente el móvil cuando ví la respuesta del pelinegro con un simple mensaje sobre la dirección del nuevo sitio, entendí que sabía de donde hablaba, mi pequeña orden llegó al frente mío y decidí esperar la llegada de mi compañero tomando simple agua.

Cuando me llegó la invitación de Dandan me sentí feliz, porque en verdad no recordaba la última vez que había salido a beber con un amigo y ya, yo sé que amigos amigos aún no éramos, pero me daba la impresión de que al menos llegaríamos a ser panas.

Esa tarde de nuevo me había tocado chambear de panda, así que al terminar me cambié de ropa y fingí ser el chico adinerado que Kath me había pedido que fuera, volví a la gran casa en al que evitaba pasar mucho tiempo, me daba un poquito de fobia estar en ese espacio que me era tan ajeno, así que salir a beber me venía como anillo al dedo. Me duché y me alisté con las ropas mas simples que encontré dentro de lo que mi sugar Mommy me había dejado en el closet. Una camisa negra abotonada de mangas cortas, porque era pleno verano y yo ya me había sopeado mucho trabajando, así que me venía bien, para no verme tan perkin la usaba con los botones de cuello abiertos y con un collar de plata grueso, unos pantalones negros y unos zapatos de vestir, extrañaba mis bototos, pero no me quedaba nada de mi ropa antigua así que solo me quedaba adaptarme a este estilo más pulcro aunque no me sintiera del todo yo mismo.

Salí apenas me llegó la ubicación, era un bar que no conocía y eso era decir mucho para mí, después de todo hasta hace poco había sido barman por años en Glass city.

Bueno, siempre se puede probar algo nuevo. No tardé más de 15 minutos en aparecerme ya que ahora contaba con un auto para todos mis caprichitos. al entrar al bar no fue dificil encontrar a mi cuasi tocayo, después de todo, aunque tenía un aura un poco depre, igual destacaba con ese pelo y las mechas en los ojos.

"Nasss~~" Saludé animado como siempre dandole una palmadita amistosa en la espalda. "'Que tal va la vida? Me demoré mucho? Qué estás tomando? agua? " Pregunté hasta con un poquito de espanto, entonces me giré al barman.

"Ah, ese es Ramón." Pensé saludandolo así bien animado, trabajé con él una vez. "Nos sirves algo de la casa?" le pedí con un guiño y él asintió sonriente, era buena ond el ramón, aunque un poquito callado para mi gusto.

"So, que me cuentas Dan dan?" Me senté a su lado en la barra y miré expectante y curiosito como siempre.