Turisteando! (Priv. Dante)

Katherine tenía todas las ganas del mundo. Había decidido empezar a conocer la ciudad y pensó que un buen punto de partida sería la plaza, en esa habría diferentes personas, lugares y monumentos.
A pesar de que viviría aquí por un tiempo considerable  tendría tiempo para averiguar y curiosearía ciudad más tarde, había decidido hacerlo hoy. Y como buena turista ya llevaba un bolso con mapas, cartera, agua, cámara de fotos y el repuesto de las baterías.
La diva de la ópera no iba del todo casual, pero no era formal, pantalones caqui, una torera y gorro blancos y sus zapatos y blusa rosas. Un atuendo bastante fresco.

- Oh My God! This place is really lovely - expresó en un inglés característico de la comarca de la que provenía - a debo tomar muchas fotos sin perderme de detalle.

Empezó por los monumentos tomando fotos de plano general, de sólo el objeto a fotografíar y luego a detalle. Para Katherine, simplemente era un día maravilloso para hacerla de turista y conocer a la ciudad.

Para variar era un día libre para mi, sin mucho que hacer ya que mis actividades siempre comenzaban una vez el sol comenzaba a bajar y mi cuerpo sentía esa necesidad de la vida nocturna en la que siempre me movía. Pero incluso así, aquel día no tenía turno en el bar, por lo cual se transformaba en una jornada realmente tediosa y aburrida para mi. Incluso estar en casa era demasiado frustrante, sin poder hacer mucho mas que mirar la tele, alguna porno, comer algo y dar vueltas en el pequeño departamento como perro enjaulado (sí, se que es gato, pero lo digo como quiera, los reclamos directamente a... eh.. a nadie, porque no soy demasiado importante).

En fin, el asunto es que esa tarde me encontraba tomando una agradable siesta en el parque luego de haber jugado con el Lucho, un siberiano que de vez en cuando aparecía en la plaza central y del cual me había hecho... amigo?

Mis cabellos a penas se movian con la suave brisa, el murmullo de la gente me era indiferente hasta que claro, de pronto escuché aquel idioma. Mis ojos se abrieron y en mi mente solo cierto pelirosado atacó mis pensamientos, pero luego vi a la dueña de la voz, sí, una fémina con graaaandes atributos, una mujer con todo muy bien puesto.

"Fiuuu~" Silvé sorprendido de tal agradable y heterosexual vista. Hacía mucho que no me topaba con una mujer bien vestida, con buenas proporciones y encima con un uso del inglés que por alguna razón ahora llamaba mi atención.

Sería que Yuuchii me hizo desarrollar cierto fetichismo?

Sonreí a la mujer mientras mi mirada heterocroma la examinaba de pies a cabeza sin ningun discimulo alguno.

La inglesa llevaba una amplia sonrisa en su rostro de tan magnificas cosas había fotografiado y aun faltaba bastante por recorrer de la plaza. Ya quería mandar las fotos a sus amigos de todo el mundo para que vieran a Glass City a través de sus fotografías.

Aunque... hubo algo que la distrajo. Un silbido algo coqueto, y volteó esperando que proviniera de alguna de las parejas que paseaban por la plaza pero no, nada encontró y solo pudo haber llegado a la conclusión de que era para ella. Buscó a su alrededor y vio a aquel chico, que tenía pintas de chico malo, pero no por eso no era desagradable a ella. De hecho, le interesaba. Parecía joven pero para encontrarla a ella llamativa le pareció curioso.

- Valla, Escamillo se ha interesado en Carmen - se dijo para si misma, recordando la opera de Bizet, Carmen. Le guiñó traviesamente y se dio la vuelta dandole la espalda.

La maestra empezó a ponerse en la actitud de la gitana Carmen ante aquel niño; encantadora, provocativa y sexy en sus movimientos mientras tarareaba "La Habanera" para si misma y de repente musitando en perfecto francés la letra en voz baja.
Quería ver si aquel solo había silbado por travieso o por que en realidad le había parecido interesante y le seguiría por lo que caminó con calma a paso decidido pero provocador. Incluso cuando tomaba las fotos se puso en poses "inocentes" que destacaban sus atributos femeninos.

"woah"

Exclamé al notar aquel guiño coqueto y es que claro, una cosa era que yo no tenía reparos en dar a conocer mi agrado o desagrado por alguien pero otra cosa era que me siguieran el jueguito, en especial porque se notaba una mujer hecha y derecha y era plenamente conciente de que yo a su lado no parecía más que un adolescente rebelde (obviemos el hecho de que por poco, en efecto, eso es lo que era.)

Ese gesto fue la señal que necesité para ponerme de pie, ordenar un poco mis ropas y sacudir mi cabello para avanzar por el verde pasto, con la misma calma con la que se movía la mujer mientras sacaba un cigarrillo y por defecto me lo llevaba a los labios y lo encendida sin quitar mis ojos de encima de aquella silueta curvilinea.

Era un cachorro jugando a ser un semental, y qué importaba?

La seguí por su recorrido mientras consumía mi vicio con lentitud, mi mirada de a ratos la devoraba con descaro, mas era prudente con la cercanía... Encontraría el momento perfecto para acercarme o tal vez, dependiendo de las intenciones de esta mujer, ella misma se la daría a este pobre y sediento toreador.

Siempre había pensado que hay que tener cierta autoestima para tener la vida llevadera y era sano. Tener un joven interesado en ella, pudiendo haber tantas chicas aún más jóvenes y tal vez más bellas que pescar en una noche de excesos. Pero no, fue por ella.

Desviaba su mirada de la cámara buscando a aquel chico tan atrevido. Y a eso jugarn a ratos, mientras él se complacía su ojos, ella analizaba el chico de pies a cabeza pensando que así podría obtener más detalles, no eran igual sus miradas, las de Katherine no poseían el descaro, si no la curiosidad de aquel personaje.

Poco a poco dejo de caminar tanto, dejando que se le acercara el desconocido apreciando mejor sus características físicas y de vestimenta. Tal vez sus amigos no le creerían si les dijera que estaba a punto de entablar una conversación con un joven desconocido y además con esas pintas.

- Lindo tatuaje chico - comentó tranquila en su idioma en lo que le tomaba una foto sorpresa - los piercings lucen bien en ti - olió el cigarro y se vio con la tentación de pedirle uno pero ella misma se había prometido no volver a fumar. Pero era tentador el verle. - bloody temptation... The backo smells so good~ - musitó refiriéndose al cigarrillo ya casi sin importarle cuanto se había prometido dejar el vicio. Bueno, por una vez no le haría daño - me regalarías uno ¿por favor? - le pidió educadamente.

Y para mi sorpresa finalmente fue ella quién rompió la distancia al quebrar el silencio, intercambiando las primeras palabras que no eran más que un cumplido hacia el tatuaje de mi rostro.

Reí un poco irónico y desvié la mirada hacia uno de mis costados... y es que no estaba acostumbrado a este tipo de cumplidos y mucho menos compartía su opinión. Es un tatuaje odioso y molesto para mi, pues no fui yo quién decidió ponerlo ahí y eso altera notoriamente mi concepto de libertad.

No me di cuenta de la foto que tomó sino hasta que ya la hubo sacado y solo ahí volví a mirarla, sonriendo casi con orgullo cuando esta vez se refirió a los piercings que conmigo llevaba.

"Parece una mujer con un criterio amplio, eh?"

El solo notar su interés en el cigarrillo me hizo buscar la cajetilla en mi bolsillo. Cuando hizo el comentario en un exquisito inglés simplemente le asentí para luego ofrecerle sacar cuantos quisiera de la caja, pero claro, no tenía la intención de prestarle el encendedor, fue por eso que simplemente di una calada nueva a mi vicio, dándole el color ardiente a la punta del cigarrillo como tentación.

"Por lo general las mujeres tienden a huir cuando me acerco a plena luz del día"

Comenté rascando mi cabeza, mas bien, desordenando mi cabello.

"Alguna razón en particular o simplemente compartimos el mismo grado de curiosidad?"

Guardé mis manos en los bolsillos, con la mirada fija en las orbes ajenas, Una parte de mi apostaba a que ahora, habiéndome visto de cerca, notando mi heterocromía, tal vez mis gruesos colmillos y mi evidente aire "punk" junto con mi forma poco caballerosa de hablar, la mujer se arrepentiría de haberme dejado acercar y buscaría alguna excusa para alejarme. Pero la otra parte de mi, la más egocéntrica, apostaba a que el juego entre nosotros continuaría....

- Para apreciar lo que el mundo nos ofrece se debe tener un criterio amplio y mente abierta - dijo como si fuera la cosa mas normal del mundo.

Sus ojos emitieron un brillo de emoción único, la de una mujer que se había abstenido de fumar por mucho y que la tentación de simplemente ver un cigarro la haría caer facilmente. ¿Así era de común que ella cayera ante la tentación? Katherine era toda una Eva.

Espero que el otro se lo encendiera pero el había vuelto a fumar como si ella no estuviera, cosa que hasta cierto punto le indignó. Ella era una diva, estaba acostumbrada a siempre tenía un hombre que le encendiera sus cigarros y la inglesa lo hacía por su cuenta cuando estaba en su casa.

- En mi caso yo busco a la gente, aunque no batallo mucho, los hombres y las mujeres vienen hacia a mi por su cuenta... a la larga cansa - contestó con normalidad. Aunque ella no fuera del todo reconocida en la ciudad, eso le gustaba, tenía la tranquilidad que había anhelado. - Apoyo la segunda moción, curiosidad... ¿Nos sinceramos? Aunque bueno, yo ya te dije que me dio curiosidad de ti, tu tatuaje, tu piercings... aunque vale añadir que "esos" también son interesantes - con su lengua la cantante tocó sus propios colmillos, unos comunes al contrario del chico - ¿Qué te dio curiosidad de mi chico? - le señaló con el cigarrillo, también como indirecta para ver si se dignaba a encender su cigarro..

“Ya veo, entonces se podría decir que casi somos de la misma especie”

Contesté con un sutil aire de orgullo y es que yo tampoco era de batallar por gente, aunque estaba seguro que la clase de gente con la que compartía mi cama de a ratos debía distar mucho con las suyas.

Wow, no solo esta mujer era poco común sino rara, al punto de encontrar hasta lo más raro de mi de lo más “interesante”. Bueno, he oído que a veces a las mujeres le gustan los hombres con aire salvaje, pero con ese concepto siempre he tomado a los sujetos musculosos, con el cabello un poco largo, con una buena estatura y bien, soy conciente de que yo de aquí a varios años más seguiré pareciendo un adolescente rebelde.

“¿Hablando con sinceridad y sin ofenderte? Tus pechos.” Dije con una sonrisa maliciosa. “Pero creo que de a poco le vas agregando más cosas a mi curiosidad. Tienes claro que no eres una mujer común, verdad?”

Atiné a su gesto y saqué el encendedor, esperé a que pusiera el cigarrillo en sus labios, pero lejos de ocupar el pequeño aparato, simplemente me acerqué y encendí su vicio con la punta del mio, invadiendo un poco su metro cuadrado.

“Ninguna mujer como tu tiende a dejarme acercar, mucho menos les parezco interesante. Mi ego subió un poco hace unos tres minutos y ahora que tengo la oportunidad me agradaría experimentar algo que antes no he hecho y que tal vez, tu tampoco~ Aunque de antemano, no soy ningún caballero, eh.”

Se rió ante aquel comentario de ser de la misma especie. Ella habría usado alguna otra frase o analogía pero decidió no añadir mucho, dejando que el chico siguiera hablando

- ¿Homo sapiens? No lo niego - dijo en broma. Si no eran de diferentes especies, Katherine podría asegurar que si de distintas clases socio-económicas diferenciadas kilometricamente por sus tarjetas de crédito en su bolso. - I find flattering your compliment, you hot stuff~ - puso una mano en su cara ocultado lo "avergonzada" y halagada que se sentía por su cumplido tan directo. A eso siempre iban cuando estaban en la cama, no antes. Aunque siguió hablando con el sin espantarse sus actitudes de joven. - Dicen que los regalos de "Dios" hay que compartirlos con nuestros hermanos, creo que estoy haciendo un buen trabajo... ¿Esta bien que no sea standard? - preguntó curiosa.

Se puso su cigarrillo en la boca y se quedó en la posición que estaba, pues su diferencia en altura era mínima por lo que no había necesidad de pararse de puntas o agacharse.
Algo que si estuvo fuera de lo común fue la manera de encender el cigarro pero solo se rió levemente en lo que daba una calada a aquella droga excitante, la cual era tachada como calmante.

- Extrañaba esto ¿Sabías? - luego escuchó con atención lo que decía - Y gente como tu no me dejarían acercarme, pues que aburridos los que no te encuentren interesante - alzó su ceja curiosa en lo que analizaba sus palabras. - He estado con caballeros que resultan ser diferentes en diferentes situaciones, no creo que tu me puedas sorprender más... Sigue contandome sobre lo que quieres experimentar, soy toda oídos.

"Heh~"

Reí ante lo de homo sapiens... ¿De verdad alguien como yo caía dentro de esa categoría? Y no lo digo por ser un mono eh, pero...

De pronto vino a mi cabeza aquel encuentro con el chico que parecía un árbol, con su piel morena y el cabello verde, y pese a mi estado etílico esa noche, en mis recuerdos aún estaba el hecho de que tanto el como yo, teníamos una fuerza y ligeras destrezas que... a final de cuentas me hacian dudar de su mi raza en efecto, era la humanidad. Pero bueno, aquello es otro asunto.

"Pff, hasta dios se ruborizaria y bah, simplemente esta bien que tengas lo que tienes donde lo tienes y como lo tienes." Dije encogiendome de hombros, sacando las manos de mis bolsillos. No quería seguir adorando sus pechos y es que no era mi intención parecer un perro baboso por lamerle los pies o lamer algo más.

"No me digas que te privabas de algo tan rico~ Yo sin esto y sin sexo no vivo."

Di unas cuantas caladas más antes de acabar mi cigarrillo, poniendo atención en ella, mas caminando de a ratos a su alrededor, y es que no soportaba una conversación normal, necesitaba moverme, necesitaba mantener mi atención en ello.

"Oh, se de lo que hablas, hasta las más finas damas te rasguñan la espalda~"

Y me reí para mi mismo, recordando el ultimo rasguño recibido, aunque.. no fue exactamente una dama quién me lo hizo.

"Tal vez no sea contenido apto para este horario, pero jugaré el papel de host. No es que no tenga nada mejor que hacer, pero me has cautivado lo suficiente. Qué te parece? Me aceptas como compañía por hoy? Claro, si no tienes nada más que hacer."

Propuse con un claro interés, no solo por ella la verdad, algo en mi cuerpo quería experimentar algo diferente, también quería comprobar que mi vicio con Yuuchii no era tan grave como yo creía y que mi cuerpo, como siempre, podía relajarse luego de una buena noche.

"Juguemos por la ciudad como crios y en la noche como adultos. ¿Qué dice? Estoy dispuesto a seguirte, por hoy, donde quieras."

La convivencia con aquel joven hacía que su ego se levantara varias veces cada vez que hablaba, haciendole notar su punto mas fuerte que eran sus senos. Hasta cierto punto le asombraba que un "niño" le encantara una mujer "madura" como ella. Algo le hizo pensar que Freud tendría una muy buena explicación de esa actitud.

- Para mi oficio esto es muuy criticable... y por segunda razón mi salud pero la tentación es fuerte - le dio una calada profunda y gustosa al cigarro y creó una nube de humo por encima de ella - Yo sin mi trabajo no vivo, adoro la opera - confesó en lo que sus ojos se iluminaban de emoción de recordar su trabajo y espectáculos hechos siendo una gran diva. - ¿Sexo? Cierto, es algo delicioso.

Se hablaban entre sí como si fueran conocidos, llegando a tocar ese tema de pronto, aunque ninguno de los dos parecía avergonzado por la situación o la mención de aquella palabra y sus implicaciones.

- Y los hombres mas decentes llegan a decir cosas sucias - Tenía que admitir que le gustaba el dirty talk y le encantaba los hombre que le hablaban así.

Puso atención a su propuesta y llegó a sonreír por aquella idea, nada malo podría salir de aquella propuesta.

- Me encantaría tu compañía, necesitaré un guía de turistas para tomar muchas fotos y lo de la noche me gusta, pero debo decir que sin globos no hay fiesta - dijo refiriendose al condón - No creo que sea buena idea que me sigas, soy nueva y creo que terminaría en lugares de los cuales no sabría volver. - admitió sincera, pues era nueva en la ciudad así que no podía dictaminar alguna ruta..

“Pffff.... Qué importan las críticas.”

Dije con desinterés terminando mi cigarrillo y apagándolo en el piso. Tenía mas o menos claro lo que ella podía tener de trabajo, y es que en esta ciudad hay ciertos oficios populares, por lo que me he dado cuenta.

“Déjame adivinar~ Tienes algo que ver con el sello de la ciudad? O tal vez con la escuela?”

Alcé una ceja con cierta curiosidad, y es que si era asi diría que este mundillo era realmente pequeño.

“Hahahaha, eres divertida mujer!” Comenté tras una risa agradada y es que el pudor no era algo que aparentemente estorbaría entre nosotros, pues no existía.

“No creo ser un buen guía y es que poco y nada conozco de lo “lindo” de esta ciudad, pero bueno~ Podemos tomarlo como una pequeña aventura y dejaremos para el final lo que son “mis tierras”, ¿te parece bien?”

Omiti el asunto directo del sexo, podríamos discutirlo más entrada la tarde aunque claro, no tengo objeciones con el tema de los condones~ No tengo interés alguno en engendrar un crio en este mundo. Gracias~

“Entonces, no hay ningún sitio en especial que quieras visitar?”

De no ser asi mi primera idea era llevarla a algún lugar conocido, había oído hablar del acuario y del parque de diversiones, y entre ambos, preferí optar en mi mente por el primero. Aunque a mi gusto un zoológico sería más divertido~

"Oh, mierda, creo que no pregunté tu nombre... o si?" Ladeé la cabeza, inseguro de mi mismo.

- En mi oficio bastante, si no recibo buena crítica me quedo sin paga... y además sin mi voz no tendría que hacer, no se hacer otras cosas más que cantar.

Dijo un poco triste por su situación aunque era algo cierto. Cuando tu trabajo es para un público siempre se debe dejar una muy buena impresión y por eso siempre se esforzaba e intentaba dejar el cigarro aunque era difícil, aunque algo que Katherine animaba es que cada vez fumaba menos.

- Bingo! - exclamó por la buena suposición del joven desconocido al que cualquiera tacharía de vago - Si, aunque no he hecho muchos discos con el sello, recientemente tomé el trabajo de profesora. - le contó todo, ella no vio necesidad de ocultar su oficio, pues en primera algo le decía que el desconocido no era un fan del género operístico - ¿Recuerdas aquellos episodio de Bugs Bunny y Elmer Gruñón cantando? Digamos que de esas canto para vivir. - comentó entre risas por semejante ejemplo puesto.

Ella no se rió bastante cuando le dijo que era divertida por tocar ese tópico. No era que desconfiara de aquel muchacho pero pues apenas le conocía y lo que menos quería contraer era una enfermedad rara.
Aunque el tatuado dijera que no era mucho de conocer lo lindo de la ciudad ni que era un guía de turistas, decidió que iba a seguirle. Si ya había entablado conversación con él y además habían soldado aquella promesa, le convenía seguirle. Algo le decía que iba a vivir una linda aventura con el muchachillo.

- Llegué aqui apenas me ofrecieron el trabajo, no chequé lo que la ciudad me pudiera ofrecer aunque unos amigos me dijeron que el lugar era lindo y pues... heme aquí - dio una última calada al cigarro antes de apagarlo y tirarlo a la basura. En su mente se hizo la promesa de que no volvería a fumar al menos en un largo tiempo - No, perdóname a mi por no presentarme ni preguntar por tu nombre... Soy Katherine, un gusto en conocerte chico.

Tomó su mano y después besó su mejilla en son de saludo y toda amigable.

Asi que a veces mi intuición no es tan mala, eh? Tal y como se me había cruzado por la cabeza, esta mujer tenía relación, como tantos otros, a la música. ¿me pregunto ahora si nana tenía razón al decir que quizás podría convertirme en un buen guitarrista…. No, espera, no soy más que un aficionado, algo asi no es posible para mi vida mediocre…

Algo bueno había en todo eso y es que quizás aquella mujer hubicaba a la gente que hace poco había empezado a conocer, bien, de cualquier forma aún era muy pronto como para comenzar a indagar en ellos.

“Eh? Qué? No se de qué hablas.” Dije con una risa sincera que se me escapó de los labios y es que mi infancia, si es que así la podía llamar, no fue exactamente estando sentado frente a un televisor, incluso ahora de grande no era un aparato que llamara mucho mi atención. “Pero creo saber a lo que te refieres. Eres una buena cantante entonces, no? A ver si en alguna ocación me dejas escucharte, no se nada de música, pero me agrada oírla. ”

Expliqué con tranquilidad mientras esperaba que terminara su cigarrillo, no mucho tiempo después de eso pude saber al fin su nombre.

“Katherine..” Un nombre bastante fino a mi gusto, mas no comenté nada y respondí al saludo con naturalidad.

“Un gusto my lady~ Mi nombre es Dante Rivelli y como supones, no soy mucho más que una oveja negra en esta brillante ciudad~ ¿Qué dices? ¿Aceptas una cita con este pobre cordero~?”

Sonreí y le guiñé un ojo antes de voltearme y comenzar a caminar animadamente, lo había decido, el acuario sería un buen comienzo.

“Tomemos un taxi, yo pago,” Dije antes de hacer parar uno y elegir nuestro próximo destino.


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