Crazy Ideas Don't Go Alone (Priv. Dante)

Esa idea loca la traía desde hace años, pero nunca había tenido esta determinación para hacerlo. No sabía ni donde ni que quería pero ver a su nuevo amante tan atrevido y con tantos adornos en su piel le había dado valor.
Un tatuaje... Oh si, eso era lo que ella quería. Investigó tantos diseños, las posibilidades de estilo y color e incluso los artistas disponibles en Glass City. El precio obviamente no, tenia el dinero para cualquier capricho que quisiera y sobre todo el tiempo libre.

Se mensajeó en la mañana con Dante con cierto aire de misterio, recordándole que tenían una promesa pendiente. Claro que ella no olvidaba ese tipo de cosas importantes y más por que una casi la había sentenciado; le prometió que le dejaría hacer lo que sea con ella una vez que volvía a sus pastillas. Y así lo hizo.
Pero ella primero dijo que quería que la acompañara con algo que sería de su expertise y que pasaría por él donde el estuviese.

Manejó hasta el destino que le indicó él en su Audi RS7 blanco, se estacionó correctamente y salió de su carro para que pudiera verla. Estaba en una parte a las orillas de los barrios bajos. Recordaba esa área vagamente, y lo poco era de una manera poco placentera excepto por una cosa.
Por eso iba precavida y estaba consciente del valor de su carro o al menos de su cuerpo y como precaución de su bolsa sacó lo que parecía ser un celular blanco, pero que en realidad era un taser. Quien quiera que se acercara sin su permiso sería electrificado de inmediato.
Katherine había tenido experiencias feas de contacto no requerido y por eso iba más precavida que nada desde siempre. Su bolso escondía cosas que harían a cualquiera retroceder unos pasos.

"fool me once, shame on you; fool me twice, shame on me" - Pensó aquel famoso dicho el cual tomaba muy enserio.

Su vestimenta le era comoda y a la larga iba a ser comoda, para cuando iba a hacerse el tatuaje, para festejar con Dante en algún lugar divertido y después hacer algo tras bambalinas.
Tenía suerte de que este día no era particularmente frío, si no se las vería muy feo solo con el chaleco.

Desde la mañana que mantenía una conversación esporádica con la única mujer con la que había follado en el último tiempo y la conversación me mantenía entretenido en ese aire de misterio y sensualidad que ya asumía natural entre ella y yo. Well, me ofreció ir por mi y me sentí algo mal al respecto, no por el asunto ese de ser caballero, porque creo que ya lo he dicho antes, pero en definitiva, no lo soy, sino porque mis tierras no eran un lugar donde alguien debiera meterse así como hobby, mucho menos una mujer como Kath.

Al final acordamos encontrarnos en las afueras de los barrios bajos y dicho y hecho, para cuando me digné a aparecer vistiendo unos pitillos negros, una polera holgada gris y un chaleco negro junto a unos cuantos collares, mi aro de siempre y mi cabello solo un poco más ordenado fue que noté a Katherine en un modo evidentemente a la defensiva.

Ropa:

"Hey dear!~" Saludé alzando una mano, manteniendo la otra en el bolsillo. De una manera u otra, al acercarme a saludar con mi sonrisa maliciosa de siempre, noté que seguía siendo inevitable que se notara la diferencia de edad entre nosotros, o mas bien, hasta la diferencia de clase, oh well, no es como si realmente eso me acomplejara, so, si para Kath estaba bien, para mi estaría estupendo.

"So, where are we going today?" Pregunté curioso por los planes que tenía, ya que a fin de cuentas, poco y nada me había aclarado por telefono.

Oir la voz de Dante le cambió la cara de una manera drástica, ahora se encontraba sonriente y más tranquila, y guardó aquella pequeña arma de defensa propia y fue a saludarlo.

- Ha pasado tiempo Dante - una sonrisa maliciosa se marco mientras miraba de arriba a abajo, devorandolo con la mirada. Utilizó luego un tono de voz que reflejaba el hambre que tenía por él - No sabes cuanto te extrañé - tuvo que dejar las insinuaciones para ir al grano - Pues, me iré a hacer un tatuaje ¡déjame te explico todo en el carro, sube!

Dijo con emoción mientras ella subía a su lado del conductor en lo que preparaba para arrancar y esperó a que su amante subiera.

- El verte tus tatuajes me dio valor para atreverme, siempre he querido tener uno... Ya tengo una cita y ya le envié un diseño al tatuador - su actitud era como de una total adolescente que había ahorrado dinero a escondidas para hacer algo indebido. - Pero no estoy segura de que vaya a estar tranquila si me llega doler... Por eso quiero que me acompañes ¿si?. - Peor luego algo pensó que casi la hizo golpearse la cabeza - Perdón por querer invitarte a mis planes, pero eres el único que conozco con tatuajes aquí en Glass City, la verdad me gustaría algo de compañía, espero que no te aburras... Pero podría compensarte mejor me haces compañía.

Intentó ir smooth con él, haciendo que sus dedos caminaran en su ropa mientras ponía unos ojos de cachorrito, la verdad apreciaba mucho su compañía. Pero en realidad no importaba si era por compensación o no, ella realmente deseaba tener cualquier oportunidad para intimar de nuevo y hacerle de todo.

Ah, como siempre verla y escucharla era un completo placer, como ese placer egocéntrico de realmente tener a alguien esperándo por ti, a alguien que realmente quería verte o a alguien que simplemente de verdad quiere algo más y no tiene problemas en hacerlo notar de una manera que no resultaba repelente, por el contrario, podria decir que el sentimiento era mutuo, y yo también era un descarado al respecto, particularmente por las miradas de complicidad que entre nosotros se daban.

But....¿Que quería WHAT?

Ok, sí, sin dudas eso me tomó por sorpresa, pero de esa sorpresa buena, de la que luego te ries nervioso pero que igual te agrada, después de todo y aunque Kath parecía una mujer bastante atrevida, entretenida, interesante y poco común, no dejaba de sorprenderme que de la nada saliera con la propuesta del tatuaje. No, no solo eso, sino que de por sí ya tuviera todo friamente calculado.

"Okey~ Pero de seguro dear, de que va a doler, va a doler." Asegué y es que hasta el más inofensivo de mis tatuajes había sido siempre, en una mayor o menor escala, doloroso al fin y al cabo. Sin más me subí al auto y quién sabe a donde iriamos a parar en verdad, y no podría importarme menos.

"Hey, don't worry, it's fine~ Me agrada bastante la idea de acompañarte a algo así, asi que no tienes que compensarme por nada, feliz te acompaño. Además no me gustan las compensaciones..." Aseguré aunque en verdad no estaba muy seguro de ello. "Prefiero las cosas espontaneas y de corazón~ If you know what I mean~" Le guiñé el ojo en respuesta, atrapando su mano para dejar una suave mordida sobre esos dedos caminantes de recién y finalmente girar el rostro hacia la calle que nos esperaba.

"So, Let's go~!"

- Vale la pena, me llevo metalizando el dolor desde mis 22 - cerró su puño llena de orgullo, iría por todo dolor con tal y de plasmar una imagen en su piel - Humm... Me alegra tu respuesta, de muchas maneras.

Sin previo aviso, se acercó a él y le plantó un beso lleno de pasión y lujuria, justamente como recetó el doctor. Primero mordiendo traviesamente los labios de Dante, pasó a un juego de lenguas y después paseando su lengua por ellos para aliviar su acción.

- ¿Que te parece esto? Espontáneo y de "corazón" - le susurró al cortar el beso, con aquella voz erótica - Oh God, Dante... No siento que pueda esperar más, if you know what i mean. - copió las mismas palabras del otro entre risas en lo que se ponía el cinturón de seguridad.

Kath arrancó sin más preámbulos. Estaba ansiosa y llena de alegría de por fin cumplir uno de sus sueños más anhelados en la vida.
Era una adulta que podía tomar decisiones responsables, esta era una de ellas. No importaría incluso si alguien se lo llegaba a ver, de hecho lo presumiría. Solo que si tendría que volver a la opera, se lo tendría que cubrir con ropa o un muy buen maquilla.

Pero era hora de vivir el momento y lo haría al máximo.

- Te gustará la zona, es un lugar bastante bohemio, casi peca de hipster... pero ahí está el tatuador - sus ojos brillaron de emoción como una niña pequeña, hacía tiempo que no tenía esa expresión casi infantil.

El beso sin previo aviso no fue sino el mejor ataque sorpresivo que podría considerar en el último tiempo y es que vamos, tenía que admitir que ultimamente, por alguna razón de la que no era totalmente conciente, mi hambre sexual estaba limitandose a ciertas personas y ya no andaba repartiendo tanto el culo como antes, más que nada porque me daba cuenta, aunque no quería admitirlo, de que no estaba siendo capaz de controlarme debidamente.

Respondí su beso de igual manera, salvaje, hambriento, sin un suspiro de caballero y es que me di el permiso para morder y succionar sus labios como pago a lo que ella hacia con los mios, sin compasión ni remordimiento. Solo al momento en que ella se separó, me vine a acomodar de nuevo en el asiento de copiloto, poniéndome también el cinturón y soltando una risa traviesa. ¡Ah pero qué gusto era salir así!

"Me encanta~" Admití limpiandome la comisura del labio con el pulgar porque hasta un hilito de saliva se me había escapado en la lujuria de nuestro beso.

Finalmente nos pusimos en marcha y bien, la verdad no tenía prejuicios ni esperanzas en el lugar que Kath había elegido, solo esperaba que no fuera todo fachada y supieran trabajar bien, eso era lo que realmente importaba.

A todo esto, ahora que recordaba, yo debía retocarme algunos de mis tatuajes, al menos elúltimo que me hice, el de la pelvis, ah, pero solo pensarlo me causaba algo de.... rechazo? Y no, que no es ser gallina pues no era el dolor que me intimidaba, sino la jodida precausión e incomodidad, y la restricción explicita a tener sexo. Bleh. No necesito periodos de frustración justo ahora, así que supongo que dejaría pasar algo de tiempo.

"Good~ Estoy curioso, quiero ver donde me llevas de aquí al final del día~" Alcé mis brazos y los coloqué detrás de mi cabeza como soporte mientras me entretenia con la vista de la ciudad.

Kath se lamió los labios, satisfecha de haber sido correspondida con este tipo de besos. La hacía querer más, manejar hasta algún estacionamiento en su esquina más escondida para poder continuar.
Ese beso solo provocó más hambre, pero debía contenerse.

- Excelente... consideremos esto como un preludio de una buena noche de sexo - le contesto sonriente y con las mejillas rojas. - Mas bien, ¿donde me llevarás tu? No olvides mi promesa.

Había jurado que se dejaría hacer varias cosas con él cuando volviera con sus pastillas anticonceptivas. Técnicamente hablando, el plan lo debía armar Dante, no ella.

- Solo te advierto de una cosa, la verdad no pensaba que nos veríamos  otra vez, por eso no te expliqué algo - se puso un poco más seria, ya estaban en una parte casi central de la ciudad y empezó a buscar un estacionamiento. - Con todos mis amantes tengo una palabra clave que ambos podemos usar, esa es la que nos advierte en caso de que alguno de nosotros hacemos algo que incomoda, no es simplemente "oh, detente", "espera, eso duele". Eso se pude decir incluso cuando uno siente bien o le gusta.

El carro dio la vuelta, entrando a un edificio. Tomó el ticket del estacionamiento y empezó a buscar un lugar para el carro.
Fue en el primer piso al final de cuentas pero estaba bien aún así.

- La palabra que uso es "sonata", si llego a tener la boca imposibilitada, este es mi signo - levantó una de sus manos en un puño, colocó el dedo pulgar entre el indice y medio, y sacó su dedo indice. - ¿Me prometes respetar esto, Dante? También puedes usarla en caso de que yo pueda hacer algo que no toleres. ¿de acuerdo?

Esta era la segunda vez que se veían, a pesar de que él se veía como un buen chico, aún así tomaba sus precauciones. Pero si el chico se negaba, o si aceptaba y no hacía caso a lo acababa de decir, entonces sería la última vez que se verían para tener sexo.

Oh, su pregunta me puso en aprietos y es que por alguna razón había asumido que ella se encargaría de los planes, ya saben, lo he dicho mil veces, pero soy pésimo cuando se trata de cumplir con el papel de caballero. ¿donde se supone que la llevaría? No estaba seguro de querer terminar de nuevo en un motel, por otro lado el auto me parecía bastante cómodo pero, well, no, también era muy limitante, no era una opción real y tampoco tendría mucho con qué jugar so....

¿Ella no podría negarse a ir a mi casa, no?

Aunque está pesimamente hubicada, es mi espacio, es donde mejor podría desenvolverme y bueno, tengo más cosas ahí... Bien, eso lo meditaría luego!

Llegamos al estacionamiento y yo procuraba poner atención a lo que me decía porque vamos, si ella no planeaba verme de nuevo por alguna razón fue que al final sí lo hizo, eso era precisamente un halago, no?

"Sonata" Repetí en un susurro saboreando la palabra, luego puse atención al gesto de la mano y asentí.

"A decir verdad no estoy muy familiarizado con la palabra, pero creo que es algo que puedo tener en cuenta, después de todo y aunque quizás no lo parezca, no soy del tipo de chico que se excita cuando su pareja no está disfrutando el asunto. De hecho, me estresa. Es por eso que son pocas las mujeres con las que suelo follar. La mayoría son bastante quisquillosas." Expliqué con total sinceridad mientras probaba hacer el gesto con la mano yo también.

"Pero ok, I swear, I'll stop if you say or do that, I promise." Aseguré sonriéndole. esperando que ella pudiera confiar en la palabra de un muchachito hambriento como yo.

Katherine se salió del carro, pero aún prestándole atención.Lo repitió, bueno, al menos había entendido como eran sus condiciones; solo esperaba que las acatara en el momento de la
acción en caso de que algo sucediese.

- Es un termino de música, por eso la escogí, no es algo que se diga en pleno sexo - respondió mientras seguía hablando el otro. Ya le había dicho anteriormente como era su Modus Operandi. No mujeres, por delicadas - No soy exactamente una princesa, solo soy precavida - se cruzó de brazos pues esa imagen no quería dar - Es solo que... a pesar de que no he hecho muchas cosas alocadas en el sexo, algunas son algo... de tener cuidado - la mujer se sonrojó de recordarlo, pues es que le gustaba el sexo duro. Y aunque no lo admitiera, recibirlo como hacerlo.

La morena se acercó a él y le tomó de un brazo, se paró de puntillas para alcanzarle y susurrarle algo, con una voz de una hembra con hambre.

- I want to devour you, honey - sus senos se apoyaron provocativamente en el contrario, con toda la intención del mundo - You can bite back~ - Juraba que quería hacerle algo, pero debía contenerse y guardar sus energías para después.

Se separó de él como si no fuera nada especial lo que dijo, caminó hasta la salida y caminaron por un rato en las calles, hasta que se detuvo en un establecimiento con vidrios que anunciaban que se hacían tatuajes y perforaciones ahi, teniendo en el muestrario

- ¿Samuel? Vine como prometí - alzó la voz mientras entraba en el establecimiento. Salió un chico más joven que ella, pero aún así mayor a Dante. Era de esos muchachos delgados pero con unos músculos simpáticos que se escondían en camisas flojas. Como lo llamarían los gays, twunks. Pero se notaba que era tatuador por lo cubierto que estaba de sus brazos.
- ¡Katherine! - el chico la abrazó como si hace siglos no se vieran - Te extrañé - le dijo con un tono de voz particular, cargado de lujuria - ¿Con él es con quien te vas cuando estoy ocupado el fin de semana? Qué envidia~... ¿Lo compartes?
- Yo voy con quien quiera que esté disponible Samuel, tu eres el que se escapa de mi - se acerca al otro y les presenta - Él es Dante, y pregúntale a él - alzó sus hombros, desatendiendode del permiso, pues él no era suyo.

La mujer sacó su celular y empezó a buscar unas imágenes y cuando por fin dio con ella, se la mostró a Dante.

- Este es el tatuaje que me voy a hacer, cuando me dijo que el tatuaba estilo acuarela y con tintes que brillan en la oscuridad fue como amor a primera vista, es totalmente hermoso...
- Se ve que es de tu estilo, te dejaré como me lo pediste. Por favor pasen.

Katheirne casi dio saltos mientras entraba a la parte de atrás de un establecimiento. Había una chica en la recepción que cuidaría el frente en lo que Samuel trabajaba.

"Suena a una palabra refinada" Comente y es que de alguna manera que no sé bien como explicar la palabra por si sola se me hacia muy grande. Como alguien que no maneja idioma intentando pronunciar un apellido en alemán, y en verdad con suerte pudiera decir "Kuchen" de una forma decente.

"Oh no te preocupes dear, se que no eres una princesa y es justamente eso lo que me agrada de tí." Comenté al bajar también del auto, caminando hasta encontrarme con ella, donde me tomó por sorpresa su cercanía que me robó un suspirito frustrado por no poder tomarla y acorralarla ahí mismo contra el carro. El suave pero firme tacto de sus senos me abría un poco más el apetito.

"I will. I'll for sure, Queen Katherine~" Respondí dejando que mi mano acariciara fugazmente su cintura antes de comenzar a caminar al exterior, siguiendo los pasos de ella. Me parecía mucho más apropiado hablar de "Queen" que "Princess" para una mujer como ella. Y en ese escenario, yo vendría siendo algo así como el juglar del pueblo, de su reino, queriendo comerla.

"Nass~" Saludé finalmente al sujeto llamado Samuel. Interesting~ Su apariencia y su forma de hablar tan descarada y sin tapujos lo convertía de alguna manera en un tipo confiable para mí. A decir verdad nunca me ha complicado mucho el tema de los celos o similar, por lo que sus palabras sonaron más bien como algo simpático para mí. Ah, claro que ese detalle cambiaba cuando se trataba de gente realmente cercana, pero por el momento Kath no era sino una lovely sexfriend, y bueno, si Samuel quería unirse a la categoría a mi no me molestaba ni un pelo.

"Haha, cuando quieras dear, eso de compartir a mi me suena a buena idea, especialmente cuando son 3." Dije juguetón, descarado y sincero, como siempre, usmeando por sobre el hombro de Katherine el diseño que ésta quería hacerse.

Well yeah, era muy de su estilo, particularmente no me van los tatuajes a colores, pero en una chica creo que algo como eso se vería bastante atractivo.

"Nass~" Pasé detrás de los otros dos, después de todo yo era el mero invitado, saludé a la chica de la recepción, me recordaba un poco a la chica con la que trabajaba en el bar, pero bueno, eso solo es un detalle. Seguí a Katherine mientras mis ojos se posaban en cada cosa que le pareciera interesante de aquel sitio.

"So, dónde dijiste que lo querías tatuar?" Pregunté curioso antes de que todo comenzara.

"Oh por favor.. tócame más" - suspiró mientras sentía como las manos de Dante abandonaban su cuerpo - "I wanna be your queen... and your bitch"

Se relamió los labios de imaginar ciertas situaciones a futuro con uno de sus amantes favoritos.
La mujer se sonrojó un poco con la idea dos amantes para ella en una sola cama. Jamás lo había hecho pero debía admitir que le llamaba la atención. ¿Se atrevería a sugerirlo de manera formal y oficial? Samual también era una pareja sexual y tenía entendido que era bisexual, pero quien sabe si era tan liberal como lo que proponía Dante.

- Wow, este chico si es de las ligas fuertes... me gusta - se mordió el labio, al parecer imaginando la situación - Me gusta como suena tu plan... ¿Dante? ¿Te puedo tutear?... Me encantaría jugar contigo cuando quieras, y con Kath también... esta mujer me vuelve loco.
- Vamos chicos no enfrente a ella - se tapó la cara pues la chica de recepción seguía ahí, aunque actuaba indiferente. - En la espalda, por el hombro derecho.
- Y según tengo entendido, ¿será en acuarela y con tinta fosforescente, verdad?.
- Si, imaginate en los bares y clubs, sería asombroso.

En los cuartos de atrás había varios espacios también donde estaban otros tatuadores diseñando cosas o trabajando, Samuel los dirigió a uno de los del fondo, pues él era el único que se manejaba con tinta fosforescente y necesitaba la oscuridad para utilizar la luz ultravioleta y ver si la estaba inyectando bien.

- Serás la reina de la fiesta, imperdible.
- Y una buena manera de llamar más la atención... No me quitarían un ojo de encima
- ¡además es publicidad gratis! - alzó los brazos de la emoción en lo que empezaba preparar sus cosas para trabajar - Por cierto, Dante ¿tienes más tatuajes? No es muy fácil de ver gente que se tatue la cara y generalmente los que lo hacen ya se hicieron otros tatuajes... Kathy, te puedes recostar boca abajo ¿por favor? y quítate la ropa que no me dejará verte la espalda, aunque Dante, puedes tomar asiento con ella.

La mujer se quitó su chaqueta de cuero y su camiseta. Y aunque pudiera sorprender a alguien, Kath también se retiró sus brassier, aunque no de manera erótica y sin pena alguna, pues ambos individuos ya la habían visto desnuda antes.
La inglesa se recostó en el mueble y esperó a que prosiguiera la situación... aunque ahora su cara se mostraba nerviosa de lo que iba a suceder y sentir.

- ¿Dante, que tanto te dolieron tus tatuajes?

"Claro que sí hombre, si soy solo un cachorrito~ Seguro y eres mayor que yo, asi que tratame como quieras, pero tratame con amor~" Dije en modo de broma, guiñando el ojo mientras pasabamos a la sala del fondo, obedeciendo a Kath el asunto de dejar el tema solo para nosotros tres. "Ya que dicen que les gustaría, procuraré cobrarles la palabra en algún momento eh~" Les susurré mientras entrabamos a la habitación donde Samuel trabajaba. Escuché la respuesta de Kath y asentí a lo que decian, la verdad es que sí, sería llamativo y bastante acorde a la mujer. Y por supuesto, tremenda estrategia de marketing.

"Ok~!" Dije tomando asiento en una silla al lado izquierdo de kath, más cerca de su cabeza para no entorpecer el trabajo del artista, entonces salió a tema el asunto de mis tatuajes....

"Ehh... well...la gente no me suele creer cuando digo que este tatuaje lo tengo desde que puedo recordar... " Me rasqué la cara de forma inconciente. "Luego me hice el resto. Tengo eh..." Me distraje solo un instante por la hermosa vista de los pechos de Katherine y luego retomé mi respuesta. "3 más... Tobillo, torso e ingle."

Me crucé de brazos pensando un momento la pregunta de Katherine y es que a decir verdad, el del tobillo me había dado mucha cosquilla en el momento que me lo hicieron, pero no use calzado como en un mes después de ello....

"El de la ingle.... me dolió horrores. Pero sabes? Fue un dolor bien rico~ Lo malo es la restricción de sexo que te ponen después! De hecho debería retocar la tinta de ese, pero no me animo a jugar a la santa castidad por un par de semanas..." Comenté de forma sincera.

- Pfftt... - la inglesa intentó aguantarse la risa ante aquella inocente petición de Dante - Ten cuidado con lo deseas...
- Raw~, Kath, no lo espantes - se mordió el labio por lo que sea que concibiera en su mente y del que Dante probablemente era protagonista - Pero en parte tiene razón... Yo soy quien le enseño a Kath a jugar el juego de Dom/Sub, ella es muy buena aprendiendo, pero cada que se equivoca, tengo que "castigarla"
- Si crees que fui cruel contigo Dante, deberías ver lo que me hace a mi.
- Pamplinas, es algo muy suave

El tatuador se colocó los guantes después de lavarse las manos. Se dedicó a colocar la bandeja móvil cerca de la mujer, aun preparando el área de trabajo y pasando la calca de la hoja a la piel.

- Me gusta jugar "rudo" pero no lo suficiente para saber de BSDM, pero mi amigo aquí si... Samuel me está enseñando a ser una buena mistress.
- But if you don't learn well, i become the master. - limpió y esterilizó la piel de la mujer, que se notaba muy tensa - Kath, necesito que te relajes - dijo más serio el chico.
- ¿como me relajo si Dante acaba de decir que le dolió? - se notaba que la mujer estaba nerviosa, pies inquietos, mirada perdida a otros puntos de la habitación.

Era una mujer decidida, pero eso no impedía que sintiera pánico. Podía enfrentarse a un público exigente, echarse un maratón de bebidas alcohólicas e incluso desvelarse calificando exámenes y ensayos... pero esto era otra historia.

- ¿Tobillo? uugh, justo cerca de los huesos, ahi duele una mierda - como tenía pescadores, le fue fácil mostrarle su tatuaje tribal - ¿Y en la ingle? Dante, haces honor a tu nombre, que infierno tuviste que pasar por lo del sexo - Samuel le hizo un saludo militar con todos los honores. - Pues, si quieres darles unos toques mas alocados como a Kath, consultarme - le guiñó. Debía ser listo y ganarse la confianza de los clientes - ¿Ya estas mas tranquila?
- Pues... podría estar peor, ya hazlo antes de que me quiera parar de aquí.

Kath cerró los ojos y pudo oír a la perfección como se encendía aquella aguja. Dante podría ver como primero empezaba con el negro para delinear la figura de aquel micrófono en su espalda.

- Argh! Bloody hell !!! - ¿Molesta? ¿iracunda? ¿un manojo de nervios? En ese momento Katherine era un manojo de todo eso y lo más probable es que siguiera diciendo más maldiciones.

"Oh c'mon, no será tanto." respondí bastante divertido por toda la charla y es que bien, entre el nerviosismo de kath, la simpatía de samuel y la charla entre ambos la verdad era que me sentía como en casa.

"Suena interesante, aunque me gusta lo rudo no se si realmente me interesa el sado. Siento que igual hay que tener paciencia y una conexión con tu compañero y well, no sé si estoy hecho para eso" Confesé antes de que Samuel comenzara su labor en la piel morena de Kath. Creo que era la primera vez que sentía curiosidad de ver el proceso como un mero espectador.

"Relájate dear, ya verás que en un rato te comienza a gustar" Susurré inclinándome para lamer sus labios, por supuesto, sin obligarla a hacer ningún movimiento que pudiera entorpecer el trabajo del tatuador. Era más bien yo medio contorcionado, con el cuerpo inclinado hacia ella, buscando simplemente juguetear y distraerla, ayudarla a que se olvidara de su ansiedad. La idea era disfrutar la experiencia. ¿no?

"Mh~ Well, no se si le haría algo más a mi tatuaje, pero de que debo retocarlo, pues debo. Si te animas a hacer el trabajo simple, no tengo probemas con dejar mi intimidad en tus manos~" Le guiñé el ojo al chico mientras inconcientemente tomaba una de las manos de Kath y junto a la mia la acercaba a sus labios. "Puedes morderme si quieres dear~" Esta vez el guiño fue para ella.

No creía en verdad que mi percepción al dolor fuera igual que para ella, dunno, siempre he tenido la sensación de que el dolor es algo muy relativo. Pero eso no me volvía apático, quizás ahora mismo estaba haciendo mi mejor esfuerzo por darle algo de apoyo moral a mi simple manera.

- Tienes razón en lo que dices, también se debe tener mucha confianza o al menos respeto en los acuerdos que uno acepta al tener sexo, en mi opinión así debe ser en todo tipo de sexo pero se hace mucho énfasis en el SDMS
- Recuerda que los juguetes son caros~
- No negaré eso - gruñó el tatuador antes de proseguir en su trabajo.

A Kath no le importaba, tenía dinero para comprarse cosas para satisfacerse, pero nunca había comprado cosas para sesiones en pareja debido a lo mismo de que casi no conocía a nadie que le gustara el sado y pudiera introducirla a ello. Pero estaba aprendiendo, ya pronto ella podría divertirse.
Mientras se sumergía en los pensamientos que maldecían el dolor de ser tatuada, le sorprendió bastante recibir ese gesto de parde de Dante. Extrañamente quería que escalara la situación y darle un fogoso beso.

- Luego podríamos ponernos de acuerdo, me encantaría "trabajar" contigo. - lo dijo en ambos sentidos divertido sin dejar de poner atención al proceso de tatuado, por hoy solo haría el margen negro de la pieza, ya en otros días añadiría los demás efectos acuarela y el fosforescente.
- Soy más ruda de lo que parezco, y muerdo fuerte - Samuel asintió y casi tuvo un escalofrío de recordar cuando le permitió morderle - Pero Dante, eres un pecado en si, no me antojes a cometer algo ahora contigo.
- Ya estas mas relajada, me gusta... ¿puedes seguir así Dante? realmente si le gusta tener con quien platicar y así distraerse.