Re: Visitas (Priv. Eiji)

por **Eiji Mitsuo** Dom Sep 22, 2024 9:45 pm

Eiji miro divertido a ambos, pero no hizo ningún tipo de comentario aunque sí pensó que sería por lo menos curioso presenciar algo así. ¿Que sentiría viendo a Laurence siendo follado por alguien más? ¿Su obsesión daba para algo así? No estaba seguro si sentiría celos o si se sentiría provocado por una escena como esa. ¿A Laurence le importaría? ¿Cómo se sentiría él si fuera al revés? De pronto muchas preguntas acosaron su mente, tal vez producto del licor.

-Que afortunado soy de que a mi objetivo le parezca bien mi acoso. -dijo tomando lo que quedaba en su vaso de golpe. Casi escupiendo lo que tenía en la boca por la sorpresa cuando Lurenece anunció que su hermano vendría pronto.

-Va, acepto. -Dijo de inmediato, con algo de entusiasmo, con la malicia encendida y cierta hambre en su mirada. -Dime dónde y cuando. -sabía que quizás se estaba pasando con el interés, pero no podía evitarlo, no, más bien, no tenía razón ni intención para disimularlo.

-Voy por otro de estos, ya regreso. -dijo agitando el vaso y levantándose para ir a la barra, sintiendo ahora sí un poco del aturdimiento del alcohol.

A diferencia de Laurence nadie solía acercarse a él para coquetearle en esos lugares a menos que él iniciara una conversación, quizás por los vendajes, quizás por su parche en el ojo, quién sabe y en parte lo agradecía, por eso cuando un sujeto se acercó reconociéndolo por ser vocalista, a Eiji le tomó por sorpresa, notándose un poco incomodo por los halagos, después de todo era primera vez que le pasaba. Lo malo es que tampoco podía huir pues estaba esperando su cóctel.

por **Laurence Förakt** Vie Oct 04, 2024 7:53 pm

-¿Sabes que eres un pesado, cierto? Bah, no me respondas. Te enviaré un mensaje cuando vayamos a mi taller.- Contestó Laurence ya dejándolo ir a por su trago -¿En verdad vas a hacerlo?- Le susurró la rusa, a lo que él solo se encogió de hombros pues no, aún no estaba seguro de si aquello era o no una mentira.

Entre charlas, un tiempo prudencial pasó hasta que ambos amigos comenzaron a preguntarse a dónde diablos estaba el nipón, buscándole con la mirada para encontrárselo en la misma barra ya no hablando solo con una sino un par de personas que curiosas se le habían acercado luego de escuchar que la primera le había reconocido como cantante. No entendían muy bien qué estaba pasando, sobre todo porque al menos Laurence no creía que el menor fuese alguien tan sociable, por lo que solo bastó que alguien le pidiera tomarse una foto para que todo tuviera sentido.

“Se ve que le está yendo bien” pensó el sueco riéndose ante lo incómodo que parecía Eiji o por lo menos por cómo éste intentaba disimularlo, era una oportunidad perfecta para molestarlo una vez pudo volver a la mesa, aunque de un modo u otro dejaron pasar el asunto rápidamente más allá de la ridícula emoción que demostró su amiga una vez ambos le explicaron la situación.

Algunos tragos más pasaron, tragos que por mutuo acuerdo Eiji ya tuvo prohibido ir a busca a la barra siendo ahora Anna la encargada de aquello, cosa que por supuesto Laurence aprovechó para tontear un poco con el otro durante sus ausencias, fastidiándole con roces indebidos de sus piernas por debajo de la mesa. La atención que la gente ponía al tuerto a esas alturas era prácticamente nula, pero la sola idea de comenzar a jugar sabiendo que podían atraparles al menos para el sueco se había convertido en algo verdaderamente tentador, acalorando su imaginación más allá del alcohol que ya les tenía convenientemente ebrios.

Solo un roce más, una caricia lenta que subía por el interior del tobillo del menor hasta su rodilla y un cruce de miradas fue suficiente invitación para cuando Laurence se levantó en dirección al baño, lugar donde le esperó mojándose un poco el rostro buscando espabilarse.

por **Eiji Mitsuo** Lun Oct 21, 2024 2:23 pm

Le tomó un tiempo sacarse a los curiosos de encima, por suerte no eran demasiado insistente y se conformaron con una fotografía. Eiji suspiró y volvió a la mesa con su trago en mano rodando los ojos cuando Laurence se quiso burlar de él y restándole importancia al asunto cuando la chica que los acompañaba se mostró tanto o más entusiasmada que los que lo habían interceptado en la barra.

Eiji bebió la mitad de su segundo vaso de golpe en ese momento, pero luego la noche transcurrió con relativa tranquilidad. No le sorprendió que el sueco quisiera jugar y provocarlo en aquel lugar, después de todo sus mentes eran en parte similar. Ese tipo de juegos sería algo que él también haría por lo que no protestó y respondió acorde a cada roce y mal intencionada provocación, incluso con la chica al frente. Aprovecharon una de las tantas rondas de idas a la barra por parte de la mujer y ambos se levantaron al baño sin aviso ni explicación.

El tuerto siguió a Laurence un tiempo prudente después de que este se levantara y lo encontró mojándose el rostro en el baño que estaba convenientemente a solas en aquel instante.

Eiji no dudó y sin criterio alguno tomó a Laurence y lo metió a un cubículo con él.

-Pareces de buen humor. Creí que no te había hecho mucha gracia encontrarme aquí. -murmuró acortando distancias más allá de lo prudente, utilizando su cuerpo para acorralar al mayor.

- Dame alguna buena razón para ponerme de buen humor también. -murmuró en su oído con un tono meloso que delataba el efecto del alcohol en su sangre. Luego tomó su rostro con poca delicadeza, casi rozando sus labios.- Abre la boca... -demandó como el ser caprichoso que era.

por **Laurence Förakt** Sáb Oct 26, 2024 8:46 pm

El sueco aún continuaba inclinado sobre el lavamanos para cuando vio por el espejo aparecer a la figura que estaba esperando, dibujándose en su rostro una sonrisa que se mostraba complacida la cual desapareció al ser jalado tan abruptamente hasta aquel cubículo color negro, -¡Ey!- Se quejó en el trayecto pero una vez se encontró allí atrapado contra el cuerpo del otro hizo silencio pues si era sincero, aquello era justamente lo que pretendía.

Al oírle hablar así, de una forma que se veía claramente influenciada por la bebida chistó con gracia, e Iba a responderle pero se vio cortado por aquella demanda final ante la cual no protesto, sino que abrió la boca y sacó su lengua con la mirada fija en él como si con ello dijera “devórame”.

Avanzó, fue él quien esta vez lo arrinconó contra la pared opuesta del pequeño cuarto para apoderarse de sus labios, besándole con hambre mientras reía. –Qué va, con gracia o no si vamos a terminar así aparécete donde quieras.- Murmuró sobre sus labios mientras con una mano buscaba el pestillo de la puerta con toda la intención de trabarla y con la otra tomaba al menor del cabello y lo jalaba hacia atrás. –Pero ¿ponerte de buen humor? ¿Por qué debería, hm?-

por **Eiji Mitsuo** Dom Oct 27, 2024 1:00 am

Ante la invitación provocativa del sueco Eiji quiso atrapar su lengua con sus dientes, más el mayor se le adelantó, iniciando un beso hambriento que solo fue interrumpido por los murmullos del de cabellos largos.

-Me apareceré en tu atelier, en tu cama y hasta en tus pesadillas si me lo dices así... ah... -se quejó suavemente ante el tirón de cabello. Lejos de irritarle, se sintió tan a gusto que aprisionó la fina cintura del mayor con uno de sus brazos. Al tener a Laurence tan cerca podía percibir perfectamente aquel olor a nicotina que tanto lo provocaba mezclado con el olor del alcohol y el champú del pelinegro. Era una mezcla agradable, única y viciosa.

-Urusai... Solo hazlo por diversión... -murmuró sobre sus labios, tomándolo de la barbilla sin delicadeza para unir sus labios a los suyos pese al agarre sobre su cabello. No era un gesto romántico, sino una demanda que no esperaba por permisos ni consentimiento.

- ¿No te gustó joderme con tu pierna gran parte de la noche? Va, entonces deberías consentirme un poco, no crees? -mordisqueó su boca como reproche. Si Laurence lo había provocado como para hacerlo ir hasta ahí, era su trabajo hacer de aquello algo interesante.

-¿Por qué no te esfuerzas un poco? -Una sola mirada fue suficientemente insinuante como para invitarlo a arrodillarse. Quería poner a Laurence en aprietos o tal vez solo obtener una pequeña venganza por algunas cosas de esa noche.

por **Laurence Förakt** Mar Nov 12, 2024 12:40 am

El estado de embriagues de Laurence aunque moderado era evidente, pero el mismo pareció exacerbarse ante aquella forma en que Eiji había reaccionado al fuerte agarre con el que tiraba de sus cabellos, una tan llena de placer que cuando sintió su brazo aprisionar su cintura solo pudo pegarse más a él, sonriendo de lado sin un ápice de molestia cuando demandante le mandó a callar y le tomó del mentón, No dijo nada, sabido era cuan reticente era el sueco a que otro le tratara de cualquier forma que pudiese considerarse dominante, pero no emitió queja alguna, siendo su único regaño los intensos mordiscos con los que marcó los labios ajenos una vez el otro los unió con los suyos.

Al separar sus bocas no esperó para pegar la suya al oído contrario, exhalando sobre el mismo un suspiro audible solo por el capricho de hacer notar al nipón el ritmo al que su temperatura comenzaba a elevarse. –En serio has de ser descarado como para decir que estuve “jodiéndote” ¿No crees? No parece que te hayan molestado tanto mis acciones si al final terminaste aquí tal y como yo quería.- Dijo en respuesta, riendo suavemente al hacerle notar aquel detalle y luego de recibir aquel mordisco, ignorando lo último solo sacó su lengua y lamió toda la longitud de su cuello, comenzando a jugar,

Mordiendo aquí y allá, succionando su piel, se dio derecho de recorrer tanto como quiso el cuerpo del menor con sus manos aun por sobre la ropa. Si Eiji quería que le consintiera quien debía esforzarse un poco más debía ser él, pues ahora mismo lo único que hacía era saciar su propia libido y si bien interpretó perfectamente aquella mirada que tan descaradamente le invitó a bajar, no haría aquello por complacerle sino únicamente porque esa había sido su idea desde un principio.

Pronto la ropa del muchacho comenzó a estorbarle y luego de un cruce de miradas se permitió tirar de la remera que llevaba puesta y subir la tela lo más que pudo sin llegar a quitársela, exponiendo la mal lograda piel llena de cicatrices de su pecho dispuesto a dejar las suyas propias a medida que comenzaba a rasguñarle con sus uñas, partiendo de una intensidad moderada hasta acabar por marcarle, de esa forma desmedida que el tuerto ya tanto conocía y a medida que le mordía, en efecto inició su lento descenso, solo deteniéndose una vez estuvo a la altura de su pelvis, desde donde le miró con una expresión maliciosa. –Qué va, si quieres que te la chupe deberías decirlo como corresponde. ¿Eso quieres que haga?- Dijo para entonces morder y tirar del borde de su pantalón.

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