Lawson station24/7 -Tienda de convivencias [Libre]

Como rolear en este tema:

Lawson station es una tienda de convivencia 24/7, tiene más de 11 000 tiendas en cinco países, casi todas ellas en Japón.  Es una tienda de conveniencia pequeñas que venden artículos de alimentación, comida para llevar, bebidas, droguería y prensa.

Tienda:

Vendedor estrella del mes:

MONEDA DE GLASSCITY 1 glasscoin = 1 dólar, confirmado por nuestro admin Regan Vosuet.

Otro turno que me tocaba el horario nocturno, cosa que no me molestaba, llegaban bastante personas interesantes a la tienda en este horario, entrando por la puerta mi compañero de la mañana ya listo para partir se fue y quede nuevamente solo en la no tan pequeña tienda, ya con mi uniforme listo marque mi ingreso de turno al mismo tiempo que ingresaba mi cuenta en el sistema del local, por unos segundo quede mirando a la nada, pensando en lo extraño que era trabajar como un humano común y corriente, era emocionante y divertido, sin duda vivir como una persona normal fue una excelente decisión.-Bien, es momento de reponer-aplaudí volviendo a la realidad y comencé a reponer las cosas que faltaban en el lugar, mientras bailaba y cantaba canciones que se reproducían en los parlantes del local.
Después de estar de aquí para allá fue que en un error tropecé y tire una caja de botellas de vidrio y estas se rompieron.-Maldición...bueno que más da-hable y decidí sacar mi celular y hacer una foto del suceso, subiéndolo a mis historias en redes-"Lo siento borrachos, esta noche no más alcohol" y subir~-teclee aquello y lo postee, para luego comenzar a limpiar aquel desastre que había causado, al compas de mini bailes y tarareos de la canción "What is Love?" de Twice, canción que no podía sacar de mi cabeza por alguna razón.

Foto subida a historias:

Ya estando todo limpio continúe con mi trabajo de reponer lo ultimo que faltaba, cuando de pronto la puerta mecánica se abrió y con ello sonó el timbre que indicaba la llegada de un nuevo cliente.-Irasshaimase!~~ dígame en que puedo ayudarle-con ese saludo mis ojos se volvieron como los de un humano normal, ocultando mi verdadero origen en aquel trabajo común y corriente.

Es una de esas veces en las que se le antoja un maldito tentempié nocturno. En casa no le queda ni un triste dulce con el que matar el gusanillo, así que, maldiciendo su suerte, decide arrastrarse hasta la tienda de conveniencia más cercana. Piensa en pasarse luego por el hospital y llevarle alguno a Ikuto, pero, por una vez, cree que va a ser egoísta y se lo va a zampar todo él solito. Cuando llega, tan pronto como la puerta se abre, una vocecilla animada le suelta ese dichoso “irasshaimase” que parece perseguirle en cualquier tienda que pisa. Da un paso atrás y gruñe con el labio alzado, arrugando la frente con los ojos clavados en el muchacho.

—Joder… —murmura para sí, resoplando con evidente fastidio mientras se frota la nuca y deja caer los hombros— Espero que te paguen una pasta por poner esa cara de feliz cumpleaños a estas horas.

Chasquea la lengua y sigue andando sin molestarse en escuchar respuesta. Se pasa la mano por la cara en un gesto de cansancio mientras se dirige directo a los estantes, rascándose el bajo de la espalda con un aire descuidado. Cuando se planta frente a la sección de snacks, recorre cada estante con la mirada y arruga el ceño al no encontrar su dulce favorito. Alza una mano y se rasca el mentón, paseando la lengua por uno de sus colmillos en un gesto de impaciencia.

—¡Tch! —bufa, lanzando una mirada de pocos amigos hacia donde asume que está el dependiente— ¡Oye! ¿Es que ya no venden de esos manju en forma de hoja o qué?

El manju:

Cuando la puerta de la tienda se cerro, me di vueltas para ver de quien eran los pasos que se habían detenido al entrar, para luego tomar camino al pasillo de los snacks, por lo que decidí comenzar a caminar en dirección a la caja registradora para poder hacer el cobro cuando el chico de cabellos largos decidiera ir a pagar después de conseguir lo que buscaba.

Mis agudos oídos escucharon cada palabra de maldición que salía del curioso chico que había entrado a la tienda, pero aquello a mi no me importaba, hacer un buen trabajo era lo primordial, aun si aquello me llevara a tratar con gente desagradable. Decidí optar por una sonrisa al quedarme en la caja, esperando por el cliente, pero fui interrumpido por la demanda de la persona en el pasillo.

-¿Manju? mmm...creo que me quedan algunos en la repisa-hable llevando mi mano a mi barbilla pensando en donde podría estar la caja de dulces-déjeme le busco-con entusiasmo busque la escalera del lugar para poder subir a buscar la caja de cliente cascarrabias, subí lentamente y con cuidado ya que siempre era torpe con lo de subir escaleras.-uch uch, con cuidado~-fui dándome ánimos,  pero al pisar mal un escalón caí de boca al suelo.-AAuch!!! no de nuevo-dije en un quejido....

Caída Notus:

Me incorpore de la caída y luego de limpiar mis rodillas volví a subirme, tome la caja que estaba un poco escondida y logre bajar con éxito del lugar-Aquí los encontré, una misión difícil pero no imposible-reí por mi gran logro, toma la pistola de códigos y escanee el producto- ¿Cuántos desea llevar?-ladee la cabeza en busca de respuesta.

—¿En la repisa? —masculla entre dientes, alzando la vista hacia el mueble mientras se rasca el cogote con gesto malhumorado— Joder, más alto imposible lo podían haber puesto... —Se mantiene en silencio, tamborileando con impaciencia los dedos contra su muslo mientras el dependiente va a por la escalera. Cuando regresa, observa con el ceño fruncido cómo el muchacho coloca el armatoste destartalado. Se muerde el labio, inquieto, metiendo y sacando las manos de los bolsillos. Escuchar cómo se anima a sí mismo no le inspira nada de calma— Eh, nano, cuidado que... —no termina la frase cuando el chico ya está subiendo— ¡Coño, que te vas a...!

¡PATAPÁM! El chico se desploma como un saco de patatas frente a sus narices.

—...hostiar —termina con un suspiro exasperado— ¡Me cago en la leche! ¿Estás bien, chaval? —se abalanza hacia delante con genuina preocupación. Antes de que pueda siquiera agacharse para examinarle, el muchacho ya está de pie como un resorte y dispuesto a volver a subir— Pero qué coño... —gruñe, pasándose una mano por el pelo canoso con frustración al ver que el chico ya ha bajado con la dichosa caja. Resopla como un toro, más preocupado que cabreado— Como te sigas pegando estas hostias, tu jefe va a tener que pillarte un seguro a todo riesgo—Baja la mirada hacia la caja y, sintiéndose culpable, decide— Venga, ponme cuatro... —masculla, y añade agarrando una botella de té y unas patatas con sabor a crema agria— Y estas cosas también.

Mientras el chico registra la compra, sus ojos entrenados de médico escanean discretamente las posibles contusiones. Se remueve incómodo, se rasca la nuca, y finalmente suelta a regañadientes— Oye, mira... si te duele algo... —carraspea y desvía la mirada, como si le costara mostrar preocupación— Que soy médico, ¿vale? Te puedo echar un vistazo si quieres... pero vamos, que si no quieres también me la suda.

Con un poco de dolor en mi cara pero aún con una sonrisa puse los 4 Manjus en caja, junto a lo demás que llevaba y los escanee para poder hacer el cobro.-seria un total de  $7.5 glasscoins y por los inconvenientes un dulce de regalo, son sabores sorpresas, muy ricos y emocionantes-coloque todo en una pequeña bolsa mientras el chico de cabellos blancos me preguntaba por mi caída, sentía que era muy amable, me hizo sonreír-¿Efectivo, tarjeta u app? con la app puedes acumular Lawpuntos y canjearlo por productos al cumplir la meta, es increíble~-le explique más que emocionado, no había nada mejor que ganar cosas gratis solo usando una app~~
-Y no te preocupes, no duele tanto como parece, siempre suelo ser muy torpe con la escalera jeje-me frote un poco la parte de atrás de mi cabeza, después de todo siempre terminaba en pequeños accidentes.-Eres muy amable ¿Cómo te llamas? si me sigue doliendo puede que te tome la palabra y termine por ir al hospital donde trabajas.-