Decisiones del destino (Privado)

Estás bien lady?-abrió los ojos un poco al ver como Zephaniah se atragantaba con la bebida, le tomó unos cuantos segundos recuperarse por lo que la miraba con cierto dejó de preocupación.

Por supuesto que no me incomodas¡-durante dos segundo le vio con los ojos abiertos algo sorprendido y luego sonrió con calma- Si duda eres muy sincera...me gusta...eso en las chicas-arregló un mechón de cabello de Zephaniah que había caído sobre la mejilla de esta por el movimiento cuando se ahogaba para mantener la sonrisa calmada- Algún día cuando lo necesites de nuevo, estaré dispuesto a cantarte.quitó su mano del mechón- mi voz puede prestarte compañía y entregar amor, yo me dedico a eso

Le dedicó una pequeña sonrisa, al escucharle y sentir como le acomodaba el cabello, agradeciendole el gesto mentalmente. Estaba un poco sonrojada por el pequeño espectáculo que le había hecho cuando se estaba ahogando. No le daba pena aquello pero en esta ocasión ya trataría de ser más cuidadosa  y que no la tomaran desprevenida- Muchas gracias por querer darme tu compañía- Sus ojos volvieron a tener aquel brillo que siempre le caracterizaba.

Ahora que terminó el litchee volvió a tomar su café, aún desconfiando un poco pero por el tiempo que ya pasó no estaría tan caliente. Le dio un ligero sorbo, notándolo caliente pero no al grado de lastimarla, dio otro sorbo un poco más prolongado, no estaba tan acostumbrada a ese sabor, preferia cosas más dulces pero no se quejaba el café también era bueno, hizo una leve mueca volteandolo a ver- Sabes tu frase esta mal- le comentó asintiendo, como reforzando su comentario.

-Tenías que decir “entregarte parte de mi amor”- Dijo como regaño pero se oía lejos de ser regaño- Por que no solo por la música puede entregarse todo el amor, también con las palabras y acciones…-Vovió a dar un leve salto- Claro que para mí está bien que me des parte de tu amor cantando, debes de darle todo tu amor a la persona que esté destinada a estar junto a ti, es lo bueno de que seas tú-

Desvió la mirada,no adentrándose mucho a lo que dijo y es que Ren no estaba maldito, por lo que podría estar junto a su alma gemela sin que nada malo les suceda y ella, bueno, sabía desde un principio que no podia amar solo a una persona, en su familia no existía eso que se llamaba “amor verdadero” y para ella estaba bien, le bastaba con que alguien la quisiera y le agradara su companía.

Abrió ligeramente sus ojos al escucharle- Mal?-pestañeo un poco

Se asombró al oír tal cosa tan directa y a la vez dulce, las palabras dichas por Zephaniah carecían de doble intensión o de coqueteo pero difícilmente Ren podría dejar pasarlo por alto.

Bajó la mirada al café para luego mirarla.Allí estaba ella, perdida en sus propios pensamientos, lejana.

"Acaso no estoy aquí para volver a ser el de antes?"


recordó la promesa que había hecho con su antigua prometida, Haruka...pero ella no estaba, no quería que ella supiera de todo esto. no quería escucharle decir de nuevo que era un caballero de oscura armadura...un caballero, siempre protegiendo a las mujeres perdidas y deseosas de amor.

Ese ultimo pensamiento lo llevó a cometer un acto egoísta. Abrió los labios, se acerco a ella sin que lo notara- Phani- y en el momento en que ella volteo el rostro al mirarle, sus labios se posaron sobre los de ella, besandole. El único sonido que ahora los rodeaba era el de las hojas y la suave brisa.

Una acción impredecible, probablemente digan del capricho de su propia personalidad.

You are right...una acción vale más que mil palabras, y ahora estoy aquí para darte compañía verdad?-se alejo de sus labios un poco y beso su frente con ternura- eres una chica muy especial, definitivamente, te agradezco por hacerme recordar quien realmente soy...

se apoyo en el respaldo del banquillo, mirando al cielo- sabes...este tipo de acciones muchas veces no tienen porque dictar que estás ligado a una persona para siempre, los humanos somos seres de compañía, por mucho que estemos solos cuando nacemos...todos necesitamos algo de amor ¿verdad?-volvió a mirarle, sus azules ojos parecían reflejar el cielo despejado, tal acción solo había reflejado la verdadera esencia de Ren, el amor-recibir algo de amor no es nada malo y no es necesario que te aferres a alguien para siempre por quererlo. Muchas veces-cerró los ojos de forma calmada- puedes amar a alguien sin siquiera tenerle...sin tener el mismo destino.

Cuando la llamó no esperó lo que Ren había hecho, juntar sus labios con los de ella en un beso. De repente todo pareció ir más lento, sus sentidos se agudizaron  y, normalmente uno cierra los ojos pero no le dio tiempo a Zephaniah de cerrarlos, solo veía el rostro de Ren y la sensación de sus labios sobre los suyos. Sus ojos abiertos mostraban mucha sorpresa, sus mejillas estaban completamente rojas y entonces, el beso terminó. Ella agachó la cabeza, escuchandole, apenada por lo que acababa de ocurrir apretando un poco el café que sostenía con sus dos manos.

Al terminar de escucharlo  llevo una mano a sus labios, acariciandolos un poco, después miró hacia enfrente- Antes…Creía que este tipo de acciones los hacían los príncipes a sus princesas, beso en los labios, eso dictan los cuentos pero la vida no es un cuento ¿verdad?- Comentó esta vez viendole y dandole una pequeña sonrisa- Pensé que había dos tipos de besos en la boca, los de los principes y a los que se les da a los esposos.

Se rió levemente, estando un poco nerviosa y rascó un poco su nuca- Ren, no es el primer beso que recibo, el beso que me diste es por que te agrada mi companía ¿cierto? Y fue muy delicado y corto ¿Te acuerdas del vampiro que te que comenté la primera vez que nos vimos? También me dio un beso pero era…mas salvaje, me besó e hizo otro tipo de cosas….-Guardó silencio volviendo a mirar hacia enfrente, hacia la fuente, no le decía más por verguenza o por que no sabia como es que ese tipo de cosas le hacían sentir sensaciones que nunca antes había vivido, dio un pequeño suspiro, esta vez viéndole preocupada.


-¿No es doloroso?- Comentó muy preocupada señalando su pecho izquierdo, en donde estaba el corazón- Aquí ¿No es doloroso? Ya encontraste a la persona destinada para ti ¿Cierto? ¿La extrañas? Si no estás con esa persona podrías hundirte en un abismo muy, muy oscuro...-Refiriéndose a su padre, tomándolo como ejemplo ya que sabía que amaba a su madre y su madre, solo amaba la música y claro a ella. se lo decía todas las noches

-volteó el rostro con una sonrisa madura-Pues hay más besos que esos, eso es seguro.

guardó el mismo silencio que ella al escucharle hablar sobre aquel "vampiro"-Oh...alguien impulsivo por lo que veo...-"podría decir que fue egoísta, de seguro el sujeto solo la buscó a la fuerza...aunque claro, no tengo derecho a decir nada con respecto a eso...."

No lo tenía, hace muchísimo tiempo había actuado de la misma forma con haruka, robandole besos y caricias que no eran necesariamente correspondidas...nunca podría olvidar aquella piel y aquellas ropas blancas, aquél sonrojo en su rostro.

-¿No es doloroso?--volvió a mirarla, su voz le sacó de sus memorias y la pregunta le hizo un pequeño nudo en la garganta-Aquí ¿No es doloroso? Ya encontraste a la persona destinada para ti ¿Cierto? ¿La extrañas? Si no estás con esa persona podrías hundirte en un abismo muy, muy oscuro...--cerró los ojos al escucharla, guardó silencio-

No podría hablar de amor en mis canciones..sin haber encontrado a la persona indicada, lady...-miró hacia el frente, luego al cielo- Te lo dije puedes amar a alguien sin siquiera tenerle...sin tener el mismo destino. Sin siquiera poseerle. 

Ahogarse en un oscuro abismo? Ren lo sabía, lo había vivido, había visto ese abismo un millar de veces solo por haber estado enamorado de Haruka-...Sería más doloroso...no poder extrañarla. No haberle conocido nunca.

Sonrió, una sonrisa que nunca antes le había mostrado a la muchacha, enternecedora y llena de amor-...amo su figura en mi mente, amo que aunque se marches sienta que es imprescindible...por que a fin de cuentas es aquella sensación la que me ha dado el poder de encantar a tantas personas...de amar la música como ahora lo hago, de poder inclusive estar frente a ti el día de hoy-tomó la otra mano de Zephania y esta vez la posó sobre su pecho, en el corazón, los latidos de Ren podían sentirse- Es el motor de esto...de estos latidos, de sentirme vivo...aun cuando es doloroso no tenerle, pero es el camino que escogí.

"No haberle conocido nunca" Esa frase se le quedó muy grabado y en ese momento sintió un poco de envidia hacia Ren por qué él ya había encontrado a la persona con la que compartía el hilo rojo del destino. Se sintió culpable él tener ese sentimiento pero se concentró más en los latidos del corazón de Ren. Él estaba vivo. Podía amar, aunque su espíritu de destino no fuera amable con él, quería hacer algo para él. Tenía una idea de como hacerle sólo esperaba que funcionara.

-Ren, dices cosas muy románticas y con sinceridad, incluso me puede hablar tu corazón latiendo- Abrió poco a poco sus ojos, sonriendo suavemente acercando su rostro, el café estaba a medio terminar pero ya no tenía tanto interés en el desayuno-Quiero agradecerte-Le susurró al oído de manera dulce y tranquila, claro con algo de nervios pues no sabía sí iba a funcionar o no- Pero necesito de tu cooperación-Terminando de decirle le dio un pequeño beso en la frente para separarse y levantarse de la banca, quedo enfrente de él tomándole el desayuno para dejarlo en la banca, después le tomó ambas manos para que se levantará.

-Necesito la ayuda de alguien más-Comenzó a explicarle mientras caminaba con él hacia el árbol que estaba momentos antes, miraba al árbol y luego a él- Eh dicho que mi familia es muy esotérica, nos basamos mucho en las cosas sobrenaturales...Ya encontraste la persona con la que estas compartiendo el hilo del destino-Levantó su dedo meñique para indicarle un poco más el por que dijo lo del hilo del destino-El destino tal vez no pueda volver a reencontrarlos o no quiera...Déjame ayudarte.

Una vez llegando al árbol Zephaniah comenzó a volver a platicar con el, acercándose más haciendo que dejara de tomarle las manos a Ren, incluso abrazó al árbol susurrándole algo para después reír y apartarse volviendo con Ren-Bien esto es lo que Zephaniah quiere hacer...Las mujeres de nuestra familia desarrollan alguna habilidad...Como ver a los fantasmas...Ser psíquicas...Muchas veces es hereditaria la habilidad, yo no se qué habilidad pueda tener, sólo la oráculo me dijo que era muy energética-Se sentó en el pasto llenándose consigo a Ren un poco apenada de lo que le estaba diciendo esperando a que no pensara que estaba loca o lo que decía no tenía sentido.Que otras personas pensaran eso de ella no le afectaba pero si era él le afectaba, un poco tal vez-Tienes a tu amor en la cabeza, en la mente,alma y corazón así que quiero que te concentres en ella y cierra los ojos-Aunque le dijo que cerrará los ojos ella los cerro con una mano,se acercó a él para abrazarlo, también cerró los ojos.

-Ren piensa en ella, recuerda el latido de su corazón, su escencia, la textura de su corazón y olor-Le susurraba al oído con suavidad. Sabía que la energía podía modificarse, quería modificar la suya para que él sintiera a la chica a su lado, con la fe y su esfuerzo a lo mejor podría lograrlo, así Ren podría estar aunque sea por un momento con ella. Como era la primera vez que intentaba hacer algo como esto le pidió al árbol energía para lograrlo,también ella necesitaba sentir esa energía y ya no ser ella, ser la otra persona.Se estaba concentrando mucho-Que...es lo que quieres decirme¿-Dijo ya en un hilo de voz, no sabiendo si la estaba escuchando o no-Has cumplido la promesa¿-Volvió a susurrar con un hilo de voz, no tenía idea del por que había dicho esto pero seguía concentrada en tratar de tener una conexión.

Ella parecía querer tratar de alcanzarle, de alguna u otra forma pero...¿él quería ser alcanzado?

Ren suspiró y sonrió al mismo tiempo, con el mismo semblante nostálgico cuando ella le dio ese afectuoso beso en la frente, luego tomándole las manos y al final caminando con ella, con algo de duda.

Ayuda de alguien más?-escuchó con atención su explicación
El destino tal vez no pueda volver a reencontrarlos o no quiera...Déjame ayudarte.

...-guardó silencio, de nuevo guardando sus emociones, solo mirándola, escuchando.

"No...ella nunca tuvo el mismo hilo del destino que yo...yo quería amarrarlo a su dedo a la fuerza"-pasó por su mente cuando ella se dedicaba a abrazar al árbol, queriendo decirlo...pero...no podía, le dolía demasiado

"Entonces...honey quería lo mismo?No, ella no querría hacer tal cosa...era sincera en sus sentimientos"Zephania estaba sentada en el césped, tranquila mirándole, llevándole con él. A su vez Ren le seguía.

"Tienes a tu amor en la cabeza, en la mente,alma y corazón así que quiero que te concentres en ella y cierra los ojos"-Poder traerla de vuelta? no..él estaba escapando de aquella persona, de ambas, de haruka y de su prometida, no quería sentirla cerca, no quería volver a querer abrazarla porque sabía que si lo hacía no la dejaría ir, aún a pesar de que ella amase a otro, aun sabiendo que Honey deseaba estar en el puesto de haruka, de su amada hermana.
Cerró los ojos casi por inercia, siguiendo a Zephania.

de pronto...entró en un estado hechizante, lo sintió en todo su cuerpo. Su corazón se encogió, sus latidos, su aroma...el calor del cuerpo de su amada, podía sentirlo- ah...-su boca se entre abrió y al escuchar la voz que le llamaba era como si la sintiera, como si ella estuviese allí.

Que...es lo que quieres decirme
No puedo decirlo...
Has cumplido la promesa
Mi voz...se perdió cuando desapareciste, tuve que dejar de lado una promesa..para seguir con la tuya...¿Eso me hace un desertor?

su mano fue directo a su cabeza ocultando su rostro, contrariado-"Dejé a Honey porque no podía mirarla a los ojos pensando en ti...no podía engañarla, porque no podía engañarme a mi mismo ni al amor que poseo desde el día en que canté para ti..."

no pudo evitarlo, una lagrima cayó por su mejilla, escondió el rostro, negándose a continuar-...No puedo hablarle...porque ella y yo no compartimos el mismo hilo...ella, siempre a tenido a alguien...por favor, detente...-apretó las ropas de su pecho, dolía, dolía tener ese aroma y no poder verle, no poder abrazarla y decirle que no se fuese, que no le dejase.
Por favor...déjala, no la traigas más a mi lado, no puedo soportarlo...
Ella debe estar a su lado, al lado del imbécil de Otoya...no quiero poder sentirla y no ver sus ojos...no poder amarle como deseaba hacerlo ese día.


Pausó su habla, abrió los ojos de un momento a otro, sintiendo una pequeña brisa en el aire, aun con la mejilla humedecida por la única lagrima que había soltado, entendiendo que ella no estaba-...

Y solo el sonido del parque se pudo escuchar, los ojos celestes del idol miraron al cielo, perdidos, de sus labios salieron palabras en japones-

Hey lady...lo escuchas...

Con los ojos cerrados todo lo que le rodeaba eran unas sombras, junto con una sensación de estar y no estar a la vez escuchando todo lo que decía Ren pero de un momento a otro pronto comenzó a sentir que algo le apretaba el corazón, doliendole cada vez más. Era fuerte el dolor pero un tanto familiar. Sentía eso mismo cada vez que recordaba a su madre, o cuando se encuentra con los demás de su familia y a manera de susurros comenzaban a decir lo de siempre: que era la que traía mala suerte, entonces ¿Acaso aquello que sentía era el dolor de Ren?

No podia soportarlo ¿Cómo es que él si? Hizo lo que Ren le pidió dejándo de esforzarse por traer en escencia al ser querido por el chico, volviendo a sentir el cuerpo pesado y cansado pero el dolor, deapareció de ella. Poco a poco abrió los ojos mirándolo,él miraba hacia el cielo, Zephaniah lo miró detenidamente, ladeando la cabeza escuchando palabras que no pudo interpretar al ser en un lenguaje que no hablaba, bajo la mirada- Lo siento Ren…No pude entenderte- Dijo de manera baja, y casi lastimera por en verdad no saber qué es lo que dijo.

Volvió a subir la mirada,comenzaba a sentirse mareada- Quería ayudarte pero creo que Zephaniah hizo todo lo contrario- Estiró sus manos para tomar el rostro de Ren sintiendo la humedad de una de sus mejillas, haciendo que él la mirara- Quería que volvieras a encontrar el amor, pero ese amor es demasiado doloroso, el amor no debe de ser así, tiene que hacerte sentirte feliz tu lo haces doloroso- Pegó su mejilla en la húmeda de Ren y ahora de ella salieron doa lágrimas pero ahí no se detuvo, ella lloraba en silencio y esta vez por él.

-No quería que esto pasara, que tan pronto te hiciera daño…-Poco a poco se separó de él, esbozó una pequeña sonrisa pero esta sonrisa se veía muy triste. Esto demostraba y reforzaba lo que le predijeron en su nacimiento, ella solo traería a las personas dolor y mala suerte. Nada en su vida salía bien- Perdona…Olvida que paso- Bajó la mirada nuevamente, no quería verlo. Se levantó. Sabía que tarde o temprano tenía que separarse de él pero no lo creyó tan pronto. Ya no hacía faltas la palabra, lo único que tenía que hacer era caminar, e irse de ahí, sin decir nada más para que no haya otras heridas abiertas.

Volvió a mirarle por unos instantes, taciturno y distante, sin quererlo Zephania había tocado en su corazón, más no tan profundo como para que Ren llorase como un niño, no podía permitírselo. Él había tomado esa decisión, sabía que dolería.

Suspiró de forma prolongada, cerró los ojos, tranquilizándose, pensando en todas las palabras que Masato le había dicho-...No es necesario que me entiendas...eran palabras para ella.

Las manos de Zephania en su rostro hicieron que abriera los ojos aún algo vidriosos por la emoción que le albergaba-Lo sé...-sintió como su pecho volvía a apretarse cuando ella se acercaba de esa manera, envolviéndole en la nostalgia de ser tocado con tanto afecto, sentir que lloraban por él-Esta bien, no es tu culpa Phani.

La vio levantarse, instintivamente se levantó con ella y le tomó la muñeca-...Zephania-el rostro de Ren parecía acongojado- Es cierto que es doloroso, mi amor por ella fue algo que como tú dijiste me hizo caer en el abismo, pero...-su celeste mirada aun cuando estaba llena de tristeza parecía estar repleta de amor- No quiero olvidar a aquella persona, quiero estar cerca de ella...es por eso que era tan doloroso sentirla tan cerca, porque aun teniéndola de esta forma nunca sería mia...-acercó a Zephania a su lado y apoyó su frente en el la de la chica, inclinándose, sintiendo su aroma, por varios segundos-...No hay nada que perdonar, Zephania, soy yo el que nunca ha podido enfrentar bien mi propio dolor, es por eso que escapé a Glass City. Escapé de ella, de mi prometida y de todo lo que Japón significaba, porque me estaba perdiendo a mi mismo...no podía dejar que ellas me viesen así, sentirían culpa, no podría vivir con sus rostros acongojados, porque prometí seguir por ambas...

De una u otra forma, esto me ayudo a percatarme que había sido cobarde...

tomó aire y volviendo a su postura normal abrazó a Zephania, como si con ese gesto buscara cobijo-...La única forma en que podrías hacerme daño, es marchándote en este momento, no es necesario que me digas nada, solo...-apretó un poco más el cuerpo esbelto de la muchacha, apretando su pecho en el rostro de ella por la altura entre ambos, una mano en su cabello y la otra en su cintura. Susurró-Please...Don't go

En un principio estaba muy decidida a irse de ese lugar, pero el acercamiento de Ren y sus palabras pronto la hicieron cambiar de parecer. Él no quería que se fuera y ella no quería volver a hacerle daño por lo que se quedó con él cuando se lo pidio, callada, hundiendo su rostro en el pecho de Ren cerrando los ojos sin dejar de llorar mojando la vestimenta de la otra persona. Alzó los brazos y también lo abrazó, sujetandose con fuerza de Ren, para que no se fuera, no quería que se fuera a aquel abismo.

El tiempo en esos momentos dejó de tener importancia, no supo cuanto tiempo estuvieron abrazados, sientiendo su calor y su olor. Estaba segura que sus ojos se encontraban muy inchados, de vez en cuando daba un sollozo y con esto un pequeño temblor invadía su cuerpo. Cuando comenzó a sentirse un poco mejor el apretón dejo de tener tanta fuerza, acariciando con sutileza la espalda de Ren.

Dio un largo suspiro poniendo fin a las lágrimas.

Se separó solo unos cuantos centímetros, sin molestarse en limpiar las lágrimas subiendo la mirada, parpadeo un par de veces para que pudiera verle mejor. No sabía si lo que veía en los ojos de Ren era su dolor o el de ella, no dejaba de acariciarlo para tranquilizarlo, o tranquilizarse, o ambas- ¿Aún estás en ese abismo?- Susurró mirándole de manera muy preocupada- ¿Por que te guardas tanto dolor? Tu corazón sufre mucho- Y ella entendía un poco la razon de que se guardara el dolor. Ella también se guardaba un dolor igual de fuerte que él.

-Quisiera que compartieras ese dolor conmigo- Al momento de decir bajo la mirada, al pecho de Ren, del lado de su corazón y entonces besó esa parte, de manera suave, volvió a hablar sin depegar su labio de aquella parte- Podré soportarlo y así no sentirás tanto peso. Además una persona tan buena como tu no merece ese sufrimiento…

Los sollozos de Zephania, así como sus lagrimas eran un canal de lo que Ren sentía, no sabía si era ella la que lo consolaba o era él quien había tomado esa postura, pero el solo se abrazo a ella, durante varios minutos, sin querer pensar en nada más, como si ese simple gesto fuese la acción más pura que hubiese hecho hace mucho.

La ultima persona que abracé de esta forma...lloraba igual que tú...debo agradecerles a ambas, me han ayudado muchisimo- cerró los ojos recordando a la guitarrista que conoció en el sello, teniendo eso en mente de pronto sintió algo más de tranquilidad, no podía seguir de esa forma si quería que la castaña estuviese bien, después de todo sus sentimientos estaban floreciendo y Zephania estaba dando también mucho por él. Por eso, por aquellas dos mujeres...debía seguir, y más aún por él y por los que dejó atrás.

-limpio las lagrimas de Zephania con delicadeza- No, es por eso que me fui de mi hogar...quería salir del abismo en el cual estaba-le tomó por sorpresa la pregunta, solo suspiró- Porque...no es solo mi dolor el que cargo, es el de Haruka y Honey, las dos mujeres más importantes que he tenido en mi vida, ambas, no saben expresar bien sus sentimientos, suelen ser muy fragiles y yo-sonrió con nostalgia- yo decidí que cargaría con ello, porque no podía dejarlas sobrellevar ese dolor solas, aún cuando sufro mucho.

Se inclino sosteniendo las mejillas de la chica, con esa sonrisa amable de Ren-Lamentablemente lady, ya he compartido suficiente dolor contigo...se que tu posees mucho más dolor quizás que yo y realmente me alegra saber que te preocupas así por mi pero¿Qué clase de hombre sería si no puedo hacer sonreír a una dama tan bella como mi querida Phani?-su pulgar acarició su mejilla- Con preocuparte por mi, dándome aquel abrazo...creeme, haz hecho mucho más que muchas personas que conozco, debería decir que tú y Ren-chan han logrado ayudarme muchísimo.

-volvió a su postura y relajó sus hombros- Además, eres del tipo de chica que es tan buena, que no podría compartir su propio dolor...solo cargas y cargas, haces lo mismo que yo Phani, la diferencia...es que yo no puedo permitir que lo hagas por mi, porque este dolor es algo que yo he elegido, y si no lo cargo no podré seguir avanzando.

La mano en su mejilla la tranquilizaba mucho, ya había dejado de llorar y ahora lo miraba a los ojos escuchando sus palabras, aún en sus ojos se podia ver la preocupación que tenía hacia él. Cuando  mencionó lo del dolor desvió por algunos segundos la mirada y es que su dolor, se debía solo a ella y por sus acciones o por lo que era, dio un leve suspiro para poner fin a los sollozos y a las lágrimas, le dedico una pequeña sonrisa- El dolor pesa, y mucho ¿Cómo podrías avanzar teniendo algo que pesa mucho?- Murmuro, bajando la mirada para pensar en aquella respuesta, ella quería sacar su propia conclusion, de las razones por las cuales el hombre que tenía en brazos decidió cargar con el dolor de dos chicas que amaba muchísimo. Volvió a subir la mirada, riendo levemente.

-Ren-chan…Es extraño encontrar a una persona con el mismo nombre que tú ¿Verdad? Eso quiere decir…Podría ser...- tomo con una mano la de Ren, la que estaba en su mejilla momentos antes, comenzó a moverla, como examinandola y después tomó el dedo meñique, alzándolo, de tal modo que no le lastimara, para ella podría ser que el destino y el hilo rojo que cada persona tiene lo habían unido con aquella chica que me mencionó. Dio un pequeño suspiro bajando la mano de Ren pero no se alejó de ella, entrelazó sus dedos. Aún se le quedaba mirando- Si has decidido cargar solo con tu dolor entonces encuentra a alguien que sea tu apoyo y que no te deje caer en los momentos que te sientas débil.

Volvio a dar un suspiro, su mirada se tornó un poco más triste, estaba muy seria o tal vez dejó por un momento sus pensamientos de fantasia para plantearse en el momento, en el aquí y ahora, donde es la realidad, donde nada es totalmente color de rosa. Odiaba eso pero no tenía otra opción, necesitaba enfrentarse por primera vez a la realidad pues ya no era una niña-…No soy buena Ren- Lo dijo muy convincente y en un leve susurro, quería desviar la mirada pero la mantenía firme, si la desviaba entonces quería decir que todavía no lo superaba- Soy muy egoista, pero intento no pedir nada ya que si lo hago cosas malas suceden…


Apretó con una ligera fuerza la mano entrelazada con la de Ren, su corazón comenzó a latir muy rápido, quería decir otra cosa más, se le notaba en la cara pero sentía un nudo en la garganta. Necesitaba hacerlo ya que podría ser la última vez que lo vería- Quiero volver a ser egoista, s-solo una vez contigo…-se notaba que estaba nerviosa, su  mano comenzaba a sudar- E-es el ultimo favor que Zephaniah te pide…¿P-podrias…podrías volver a besar a Zephaniah…a-aquí?- Con su mano libre poso un dedo sobre sus labios, también aquella mano temblaba un poco y es que era la primera vez que pedía  algo de esa índole pero evitarlo le era imposible, era la primera vez que comenzaba a atraerle un chico de esa forma.

Lo es, es muy extraño, pero me alegro de haberla encontrado, en ese salón vacío-no pudo evitar sonreír al recordar a la guitarrista, su imagen clavada en su mente sonriendo, llorando, o inclusive con cosas tan pequeñas como el sonrojo de sus mejillas le traían buenos recuerdos-Ella, ha hecho mucho por mi.

"Si has decidido cargar solo con tu dolor entonces encuentra a alguien que sea tu apoyo y que no te deje caer en los momentos que te sientas débil."

Aquellos violáceos ojos de la chica que intentaba amainar su doliente corazón se sumían en diversas emociones, temblando así como también lo hacía ahora su mano que entrelazaba con la de él, por alguna razón la chica parecía triste al decir estas palabras- Tú también me has ayudado mucho, Phani...

Ren mantuvo su mirada, paciente, nostálgico, exclamando que aquel momento era único y memorable-...my Phani-recordó a Haruka por las palabras que decía, aquella mujer con el corazón herido pero tan puro que no podía dejar de querer a nadie, que con sus canciones llegaba a incluso hacer que el mismo Ren se convirtiera en lo que era ahora, un hombre que se preocupaba de los demás, la persona que dejaba de lado su propio egoísmo con las mujeres, su faceta de "la música solo es un escape". Había oído palabras parecidas de sus labios: "no merezco que me trates de buena""Soy un monstruo por hacerlos sufrir""De verdad lamento ser tan egoísta y pedirle que esté a mi lado, Jinguji-san".

Zephania tenía un corazón puro, de eso no quedaba dudas pero...lo que ella trataba de dar a entender durante todo este tiempo que le conocía era que si seguía a su lado sufriría...no sabía a ciencia cierta si era por otro motivo muy distinto al de Haruka, pero la situación era parecida

La fuerza empleada en sus manos unidas le dio a entender que deseaba estar allí, que estaba armándose de valor para algo y así fue, aún cuando estaba realmente nerviosa pedía a Ren volver a besarla.

El idol tomó la mano que conducía aquel tembloroso dedo sobre los labios de Zephania, lo vio unos segundo alzando luego la mirada tranquila hacía los ojos de la muchacha, aquellos ojos de color tan especial, violeta, como aquel color que se deja ver en los atardeceres ciertas veces, fundiéndose con el amarillo, el naranja y el rojo, era casi ironico considerando que los cabellos de la chica eran rojos y los de él anaranjados. No pronuncio ninguna palabra, besó levemente aquel dedo que anteriormente estaba sobre los labios de la mujer, luego su muñeca. Dejó aquella mano para tomar un mechón de rojo cabello, apartarlo de la blanca mejilla de Zephania, posar sus labios sobre su piel, solo era un beso en los labios, pero con estos pequeños gestos Ren quería darle a entender que no podía solo pedir una vez, podía hacerlo más, ser egoísta-...Uno, dos, tres...cuantos desee mi adorada koneko-chan...-volvió a mirarle con semblante casi principesco, más no con ánimos de ligar, quizás la verdera escencia de Ren nacía en estas ocasiones...el siempre caballero de las mujeres-Si egoísta quieres ser, hazlo conmigo, no te detengas-rozó sus propios labios con los de ella, susurrando palabras de afecto-El egoísmo nos hace llamarnos a ambos para compartir una pizca de nuestro sufrimiento, entonces cumpliré tus deseos, aún cuando no pueda compartir mi dolor contigo, my Phani-abrió con suavidad los labios de Zephania con los suyos, dandole un beso más profundo, soltó la muñeca que sostenía y la llevó a su cintura, atrayendole, acercandola para tenerla, para sentir el latido de su pecho. La beso como si fuesen por un momento confidentes que nunca se separarían, un beso lleno de confianza y cariño hacía el otro, jugando de forma maestra con sus labios y la unión de sus lenguas. Al cabo de unos momento Ren separó la unión de forma lenta y suave, respirando en la boca de la chica- sé egoísta conmigo, nunca dejes de serlo...es la única forma en que puedo ayudarte, Zephania.

Estaba nerviosa, y mucho, lo admitía. Pensaba que Ren iba a rechazar su petición pero se sorprendió de lo que hizo después. Abrió sus ojos, su rostro estaba totalmente teñido de rojo, parpadeo sin saber qué hacer cuando comenzó a besarla en la mano y en otras partes que ella no le pidió. En cada parte que le besaba sentía un leve cosquilleo, su corazón latía a mil por hora y su piel se sentía arder. Cuando por fin la besó de nuevo todo se detuvo, sus piernas se aflojaron y creyó que no la iban a sostener. Aquel beso sabía que era especial y muy privado, esta vez tuvo la oportunidad se cerrar sus ojos para sentir más la sensación.

Ese beso representaba muchas cosas y estaba feliz de que alguien la besara con esa ternura e intensidad, seguía el ritmo que marcaba Ren moviendo sus manos para rodearle el cuello. En verdad quería que durara para siempre ese beso pero como todo tuvo un final, abrió un poco sus ojos al sentir que el beso había terminado, mirándole a los ojos, aun no recuperaba las fuerzas en sus piernas por lo que no me movió escuchándole, dio un pequeño suspiro- ¿Ser egoísta contigo?- Murmuró cambiando su rostro a uno un poco más triste. Quería hacerlo, quería pedirle más pero todo tiene sus consecuencias y si le pedía algo como eso el resultado no iba a salir nada bien, lo sabía, pero él dijo que ambos se necesitaban ¿Realmente era verdad?- Gracias Ren-Dijo dedicándole una pequeña sonrisa.

-Podría…Podría ser egoísta solo por este día- Lo comentó más para sí misma que para el chico. No le afectaría si fuera solo una vez, aunque no estaba en sus planes, de hecho nada de eso estaba planeado y su corazón no dejaba de latir por la emoción. Imaginar que era normal, que vivía sin tener en mente que una maldición rondaba en toda su familia- Pasa todo el día conmigo- Comenzó a acariciarle el cabello, fue lo que primero le gustó del chico, eso y su personalidad, cerró por un momento los ojos escondiendo su rostro en el pecho del otro- Quiero imaginar que por un día tengo novio…-Susurró, esperando que no lo oyera, le apenaría que supiera eso.

Sintió los brazos de Zephania envolverle, atrayendole y siguiendo el ritmo que el marcaba, como una suave melodía.

El rostro de la mujer estaba muy cerca, podía ver cada cambio de él, ahora se veía invadido por la tristeza, Ren solo la atrajo más hacia si mismo como una muestra de darle seguridad, dejando que luego de unas cuantas palabras ella posara su cabeza sobre su pecho.


Ren no podía ver su rostro, pero...podía sentir los dedos de ella en su cabello. Suspiró, no porque le molestase la idea si no porque...de alguna manera sentía que esto era un dejavu"Solo espero...no herir a esta hermosa mujer"-...Phani-llevó una mano hacia su cintura y levantó el rostro de la mujer sonriendo con calidez-Lo haré...-la mano que antes había levantado su rostro ahora se entrelazaba con la de ella y posaba su frente sobre la de ella- Haré que este día sea memorable, todo lo que desees será concedido-besó su mejilla y luego sus labios de forma tierna-Todo el día, hasta que lleguen inclusive las 12 de la noche si así lo deseas, seré tu príncipe. Tu propio cuento de cenicienta...