Noche de chicas (Privado)

El barman recogió las bebidas de las damas, e iba a preguntar si querían seguir bebiendo o no para servirles las bebidas con las cuales habían empezada pero Kath hizo una intromisión verbal con aquel hombre que la reconocía tantas veces e incluso animaba las noches.

- ¿Podrías servirnos un Danish Gin Fizz?, pero nos gustaría verte haciendo nuestras bebidas - aquel hombre maduro aceptó con una sonrisa mientras traía botellas e ingredientes para su preparación - Esto de hacer bebidas es mágico y hay gentes que lo hacen con audacia ¡Cómo si estuvieran en un circo! pero aun así les quedan deliciosos.
- Les encantará su Fizz aunque no sea malabarista - intervino el barman con una media sonrisa.
- Nunca he dicho lo contrario sweetheart - Ahora que lo pensaba, ese hombre le simpatizaba ¿cómo es que aun no lo había invitado a una velada y lo que había después? Se hizo un recordatorio mental.

Le dio ternura de como se apenó por no haberla visto pero ella intervino diciendo que no le molestaba ese hecho, las probabilidades de esa coincidencia eran mínimas, pero le prometió que si volvía a actuar en la opera la invitaría y con un asiento privilegiado.

- Mira, va añadir un poco de todo pero con medida justa en el shaker... un poco de ginebra, otro tanto de brandy y licor de cereza, limón, pizcas adorables de azúcar y....
- Dejar un acabado mezclado, no agitado - añadió esa frase de James Bond mientras manipulaba el shaker con una mano y la otra colocaba los hielos en los vasos para las señoritas.
- Me dejas sin palabras - añadió con una risa divertida - Los hielos, mira, además de servir como cuña para cuando viertes la bebida también hace que dure más y no sea solo alcohol - lo dijo convencida de sus palabras y de lo maravilloso que era el proceso.

El bartender dejó las bebidas frente a ellas y fue a servir a otros clientes y además de cederles algo de privacidad a las damas para que pudieran seguir platicando de lo que quisieran.
La inglesa oyó las preguntas de Zinnia y no pensó dos veces su respuesta.

- Las primeras veces fueron meses, fue una temporada de opera en la que fui invitada en el Palacio Garnier y cuando trabajaba de cantante en teatros, y las otras veces fueron de pocos días pues estaba de gira con cantadas mías, era en lugares más reducidos que un teatro pero la gente siempre me ha recibido bien - sabía que su género no era del más común para un recibimiento pero siempre estaba alegre cuando cantaba para la gente - Bueno, digamos que quería descansar un poco y tener ritmos de la gente normal... Cuando perteneces al mundo del espectáculo tus tiempos libres no están sincronizados con los fines de semana y quería estar en un solo lugar; y mi mánager logró comunicarse con el Señor Vouset para que trabajara como maestra, simplemente no me gustaba la idea de no tener que hacer durante el día.

Miraba con sumo interés todo el procedimiento que estaba haciendo el señor para preparar las bebidas, sabía que eran una buena forma de socializar pero el ver su modo de prepararla simplemente me quedé estupefacta, era como si viera un espectáculo asombroso, no tenía idea de que tuviera tanta destreza el señor, miraba cada uno de sus movimientos, hasta el final cuando nos dio las bebidas, mi asombro no desaparecía incluso llegando a pensar en que no debía de tomarmelo si lo han preparado con tanto esmero, solo tomé el vaso agradeciendo al barman, comenzando a escuchar a la señorita Hollew sus razones por las que decidió dedicarse a la vida docente.

Una pequeña sonrisa apareció en mis labios al escuchar el nombre de Regan, era tonto, lo admito, que con solo escuchar su nombre pudiera causar tal reacción en mi, pero me fue inevitable no hacerlo, aunque la sonrisa se desvaneció enseguida, sintiendome algo culpable, por lo que había ocurrido hace tiempo con su amigo, el señor Reino, con quien no he tendio comunicación con él en mucho tiempo. Me encogí de hombros, debía de pensar en otras cosas- Muchas veces necesitamos un cambio en nuestra vida y si, debe de ser muy cansado el tener una vida dentro del espectáculo, yo aún ando empezando con aquello- Comenté de manera sincera mientras llevaba el vaso a mis labios y daba un pequeño sorbo, el sabor era exquisito, mis ojos se abrieron un poco más.

-Señorita Hollew esta bebida tiene un sabor maravilloso- Le dije un poco más animada, el pequeño episodio que tuve de tristeza había desaparecido, estar con otra persona, ayudaba muchísimo a quedarse en el presente y no divagar mucho, además la señorita era muy sabia por no decir que tenia un aire muy elegante- Espero y pueda tener el privilegio de oirla cantar en alguna ocasión- No dudaba de lo talentosa que podría ser, pero quería saber cuanto talento tenía.

- Gozalo mientras, el show business tiene sus ventajas y desventajas pero si estamos en él fue por que estamos concientes de las mismas... así que no es que nos podamos quejar mucho - alzó los hombros rendida.

Pero Katherine lo tenía fácil, ella pertenecía a un genero no muy popular, incluso cuando hizo cover sus popularidad aumentó poco, pero de alguna manera eso le daba algo de privacidad y espacio para sus cotidianidades de la vida y sin tener que lidiar con los paparazzis.

Ver a Zinnia feliz por su bebida era algo que le alegraba el corazón, la chica era como una muñeca a cuidad y mimar, las bebidas dulces si eran lo suyo y no creía que fuera desarrollar algo fuerte como fuera el vodka o el whisky que dejaban sensaciones fuertes en el paladar.

- Definitivamente te van las bebidas de chicas - asintió decidida de su veredicto de experta en alcohol. Aunque oir las palabras de la otra le halagaron y Katherine no poseía sentido de la vergüenza alguno para cantar en público - Te puedo cantar algo, quisiera saber tu opinión.

Katherine enderezó su espalda y se acomodó su cabello, incluso pidió un vaso de agua para aligerar su paladar el sabor a alcohol para cantar, al menos su garganta estaba caliente. Sabía que no daría el mejor concierto de todos pero esperaba no decepcionarla con algo.

Spoiler:

- Dawn’s promising skies, Petals on a pool drifting... Imagine these in one pair of eyes - una pieza romántica aunque no de su autoría sobre un amado, aunque ella jamas halla sentido su corazón latir así, tuvo que imaginarse ese grado de pasión y amor a otra persona en ese sentido de pareja al cual se le dedica algo con ilusión - And this is my beloved~

Sus ojos miraban con intensidad a la chica, con una ilusión y voz como si en realidad le estuviera hablando del hombre más maravilloso del mundo, intentando convencerla de que su ilusión no era en vano.

letra:

- ¿Qué te parece?... Me la he pasado en la opera y haciendo covers de canciones, casi no tengo nada mío, pero espero que te gustara.

Mientras la señorita Hollew se estaba preparando para interpretarme una canción estaba levemente ansiosa y es que eso me pasaba cada vez que me encontraba en una obrea de teatro o en una opera e incluso en mi trabajo. Deje a un lado la bebida, me la termianría despues y entonces ella comenzó a cantar.

El lugar se inundó de su voz, de aquella canción que interpretaba con tanta potencia y tanto sentimiento que enseguida de atrapó, la letra de la canción y la forma en que cantaba entraron a mi corazón haciendo que todo mi cuerpo se estremeciera. La miraba maravillada, escucharla tan de cerca era una experiencia única, me transportaba a un lugar tranquilo, con flores. Como me encantan las flores pero como el tema se trataba de un amado quería recordar a esa persona amada por mi, caminando entre las flores pero…solo se veía la silueta ¿Era Revo? Y mas aún ¿Por que dudaba que fuera él? La figura comenzaba a acercarse más y lo único que notaba eran sus ojos, solo eso, azules pero ¿Que clase de azul?

La canción seguía, al igual que mis pensamientos tan confusos y no sabía cuando empezaron a caer lagrimas de mis ojos, sin dejar de mirarla y tener en mente esa escena, no trataba de limpiarlas o algo parecido. Estaba tan hipnotizada.

Cuando terminó la canción las personas que estaban a nuestro alrededor empezaron a aplaudirle y a darle halagos, la miraba confundida y preocupada, tuve que desviar la mirada por un momento limpiando y alas lágrimas, no quería que me viera de esta forma-Ha sido fabuloso su canto s-señorita Hollew-Dije volviendo a verla, mas tranquila- Su voz es muy potente, es como si una musa cantara-Dije con sinceridad.

Tomé con tranquilidad mi coctel, dandole un trago pero en esta ocasión era uno mas largo que los anteriores-¿Por que a elegido esa cancion? ¿Acaso usted está enamorada o tiene un amor?

No podía creer lo que había causado en Zinnia, esperaba las reacciones de la gente a su alrededor pero no que llegara conmoverla de tal manera como para hacerla llorar.

- ¡oh, lo siento tanto! - tomó su boleó y sacó de ella un pañuelo y lo pasó por la cara de la jovencita, era lo menos que podía hacer por ella. - No quería que esto pasara, no fue mi intensión - se disculpó un par de veces más apenada de lo sucedido pero en parte se sentía halagada de que pudiera provocar tal efecto en una jovencita. ¿Tan bien había interpretado esa canción? - Aunque me haces sentir muy feliz de saber que te ha gustado mi interpretación, me hace falta práctica y calentamiento pero me emociona saber que fue de tu agrado.

Sin disimular mucho bebió de su danish gin frizz deleitada por el sabor dulce y no tan fuerte del alcohol.
Aunque oír esas preguntas de parte de Zinnia la hizo toser por que estaba a punto de carcajearse por aquella simple idea. ¿Katherine enamorada? ¡JA! Ella solo amaba al amor, a la idea tan hermosa como sentimiento que residía en los corazones o los que veía en dramas operísticos, películas o cuando leía una buena novela.
Pero no, ella nunca se había enamorado de alguien, las pocas veces que tuvo pareja fue para experimentar o entretenerse, nada más. Por algo ella se sentía identificada con Carmen, aquella gitana rompe corazones.

- Corff... vaya, eso fue una sorpresa - agitó las manos en su cara para que le diera la brisa y así se calmara aunque no podía evitar dar unas pequeñas risas. - Bueno, estoy enamorada del amor pero la razón por que la canté es por que me encanta mucho lo suave y meloso de la canción y más por que esa le dedicó mi madre a mi padre, aun parecen unos tórtolos en estos años - suspiró de solo recordar a su familia. Era hermosa y dulce a pesar de los años. - Pero cuéntame ¿Esas lagrimas fueron por mi interpretación o por que tu corazón recordó a un amor? - Ahora era turno de que ella hablara, y ella estaba totalmente dispuesta a oír historias de amor sin importar el final.

Me sonroje levemente al ver que mi reaccion provocó en la señorita Hollew una preocupacion, solo le sonreí llevando el vaso a mis labios para darle un ligero trago. De esta manera iba a desaparecer mi angustia, aparte de escuchar la respuesta de si tenía un amor. Ella era muy Hermosa, todos los hobres de seguro lo notaban, incluso yo notaba el atractivo que emanaba siendo una mujer.

Su respuesta me sorprendió, era tan poética y la razón de la existencia de la canción me parecía romantica, como una novela; si que ese tipo de lectura habían hecho estragos en mi, suspirando por las acciones dignas de un libro de esta categoría. Pero no se me permitió fantasear con el romanticism por mucho tiempo ya que la señorita Hollew devolvió la pregunta, haciendome esta vez a mi toser; primero de forma ruidosa pero  logre moderarme con el sonido. Volvió a mi el sonrojo por el esfuerzo que me dio el toser. Desvié la mirada encogiendome de hombros- Yo…No lo sé ¿Un poco de ambos?- Fue la respuesta más sincera que pude dar, estando consternada por mi reacción.

Reí suavemente mientras destensaba mis hombros volviéndole a ver- Pero no importa realmente quien está en mi cabeza, no por ahora- Volví a darle un pequeó trago a la bebida- Señorita Hollew desde mi adolescencia se me informó que fui comprometida a una persona, quien estaría ,más que calificado para llevar la compañía Millaray y mis padres no desean que contraiga matrimonio con cualquier persona…-

No sabía la razón por la cual le estaba contando  todo aquello a una persona que llevaba apenas algunos minutos conociéndola, pero desde el comienzo sentía que podia confiar en ella y creo que contándole mi problema me sentía un poco mejor aunque fuera la segunda persona a la que se lo contaba. Era fácil la respuesta a mi problemática del matrimonio arreglado pero el miedo de su respuesta es lo que me impedía dar el paso decisivo, podrían obligarme a casarme en esemismo día, volver a enviarme a otro país para que recapacitara o incluso desheredarme. Todas las situaciones que había estado analizando cada una provocaba escalofríos.


-Podría ser que también me gusta estar enamorada del amor y soñar que estoy en la persona correcta para mi.

Se mantuvo seria con aquella respuesta, oyendo lo que la señorita sintiera y recordara a causa de aquella canción que había cantado.

- Vamos ¿como no importaría? pero bueno, no insistiré, aunque debe ser un hombre maravilloso que haga que el corazón de una dama palpite de emoción - pero su sonrisa ilusionada se desvaneció al oír el destino de aquella señorita. Un matrimonio arreglado en siglo XXI en una sociedad occidental... y sobre todo para liderar un emporio de SU familia. - Yo... lo siento, no era mi intención

Ella estaba enamorada del amor, pero tal vez por que era el único permitido para ella. Su cara se puso triste y si no lloró o urgió por abrazarla fue por que eran prácticamente desconocidas.

- Se que no debería meterme en esto, ni siquiera emitir mi juicio pero... quiero que sepas lo que pienso, y de ahi me puedes mandar a mis palabras y a mi a un balde - acomodó un poco sus pensamientos mientras organizaba las palabras que iba a decir, no quería ser muy directa -  ¿Por que quieren casarte? ¿Por que tus padres, si es en tu caso lo que quieres, no te dejan la compañía a ti?... Apuesto a que te proveyeron de la mejor educación para que estuvieras preparada ante este estilo de vida, no tiene sentido esta "inversión" si al final apostaran con otra persona... ¿Acaso eres solo una pintura? Realizada solo para mostrar que pudieron financiarte y que el resultado fue el esperado.

Dejó esa pregunta al aire para dejarla pensar, no era que los despreciara por lo que hacían y tampoco no iba caerles bien solo por que eran los padres de la chica que tenía en frente y que tanto le agradó.

- Mi madre tal vez pueda darles una charla sobre inversión y negocios, trabaja en un banco y tal vez no tenga el mejor puesto, pero así lo decidió ella por que prefirió otro tipo de inversiones como la familia... y cuando quise dedicarme a la opera confió en mi talento y mis sueños - se quedó callada por unos segundos para azotar las últimas preguntas - ¿Al menos conoces a tu prometido? ¿Te agrada?

Katherine en su opinión no podría ir a la cama con alguien que no le agradara, no imaginaba tener que aguantar a alguien el resto de su vida.

Sus palabras me dejaron impresionadas, pero no solo ello me dejó con un gran impacto de la señorita Hollew, había percibido algo en ella, tal vez sería empatía y eso fue que de cierta manera me acercar aun poco más, bueno me sentía más cerca a ella a pesar de que no tiene pocas horas de que nos conociéramos. Agradezco al destino que nos haya cruzado en el camino pero ahora estaba pensando mucho en sus palabras. Había bajado la mirada meditando aquellas palabra muy directas pero que a la vez eran muy ciertas. Subí la mirada sorprendida al escucharle la última pregunta. Sobre si lo conocía o me agradaba. No hize otra cosa que volver a tener un leve sonrojo en mis mejillas y, aunque noramlente contesto las preguntas que me hacen enseguida esta vez no pude decirle enseguida toda la verdad. En vez de eso volví a tomarle a mi bebida, pero la cantidad que ingerí había sido más de lo que estaba ingiriendo momentos antes, por lo que tosí un poco.

-Al menos en persona no lo conozco- Dije tratando de evitar su mirada, me daba pena decir que ni siquiera habíamos tenido una conversación o incluso una presentación, lo único que sabía de él era que en su campo laboral era muy talentoso y todo un caballero, pero no podia permitirme creer ciegamente ante los comentarios hechos por mi madre. Era lógico que descartaran las cosas malas que tiene, pues todos los tienen y que embellezieran todas sus virtudes- En realidad hace tiempo que no tenía ningún incoveniente con aquel asunto del matrimonio arreglado, pues no tengo interés en manejar la compañia, por no decir que no coreo tener aptitudes para hacerlo, soy como “la oveja negra de la familia”, es la metáfora más acertada que se acerca, todos son un tanto fríos y muy calculadores- Di un pequeño suspiro, a debía de evitar hacer lo que estaba haciendo, no mirarle al rostro.

Volteando a verla mis ojos brillaron un poco- No tenía motivos para negarme, incluso al aceptar dejaron que estudiera lo que era mi pasión, la danza, hasta que entré a la adolescencia; fue donde conocí a alguien especial. Movió mi mundo, todo mi modo de vida y de actitud, realmente me enamoré de ese joven y por él estaba a punto de romper aquel matrimonio arreglado pero nos separaron…-En mi rostro apareció una pequeña sonrisa triste- Eso fue hace un poco más de 10 años. No volví a verlo y di por echo que se había olvidado de mi…-Otro trago a mi bebida- Señorita Hollew, la vida da muchos giros. Hace no mucho que volvimos a encontrarnos pero claro que todo cambia con el tiempo y nosotros no fuimos la excepción. Ahora soy más Madura y el totalmente diferente de cómo nos conocidmos pero su escencia principal quedó intacta, no soy tan ingenua como antes pero siento que todavía hay algo aquí- Señale donde se ubicaba mi corazón-

-Ya no soy una adolescente, soy una mujer-Pequeño suspiro- Y siento que mi vida se vuelve complicada, no sé que debería de hacer, sé que cancelar el matrimonio sería lo correcto, no por él, si no por mí pero tengo miedo de como vayan a reaccionar.

Spoiler:

Spoiler:

Oh dios, por favor diganle a Katherine que lo que oía era una broma. Mínimo deberían conocerse, no van a tenerlo escondido hasta el día de su boda ¿o si?.
Siguió escuchando como ella se denominaba ante la familia por seguir el camino del arte que podría ser lo más sensible del ser humano.

- Humm... ¿y tu crees que sea cierto que el arte no merece ser llamado frío y calculador también? ¿O que los negocios o la ciencia no requieren creatividad?... - le preguntó a la chica, no sabría si alguien más tendría esta manera de pensar como ella - La música se compone de matemática rítmica, el lidiar con la tecnicidad de tu instrumento, los pasos que dan puedes imaginarlos pero sabes que debes dar ciertas vueltas o saltos de cierta manera o la gravedad y la física no permitirán que se ejecuten bien ¿O no?... Los negocios, alguien tiene que ocurrirsele una idea para crear un nuevo producto, la mercadotecnia se vale de crear maneras de hacer que algo sobresalga y lo necesites, ante un problema se debe visionar la solución.

Dejó que la chica hablara, entendiendo ahora que la razón por la que realizaba su pasión era por haber dado aceptado un pacto que a pesar de no ir con lo que deseaba su corazón.
El amor llegó a ella y lo complicó todo. Los viejos corazones luego se encontraron pero ya no eran los mismos a pesar de conocerse. Aunque aquel latido de afecto seguía ahi. ¿Su antiguo amor habrá intentado revivir aquel sentimiento?

- ¿Has intentado contactarlo sin que sepan tus padres? Sería bueno saber lo que él piensa, para saber como proceder en tu situación...

Ya se imaginaba un montón de escenarios. La verdad no quería plantear que haría en su situación, lo único que no quisiera que no supieran sus padres era su vida sexual. Por más que fueran de mente abierta, era un tema complicado.

- Los padres son un dolor de cabeza ¿no?...  - le dijo mientras se levantaba y pagaba las bebidas de ambas - Yo pago, no te preocupes... Creo que hay que hacer que esta noche pare, el alcohol y las penas no deben juntarse, y más si apenas vamos empezando - le dijo con dulzura. De cierta manera sentía que debía hacerse cargo de ella esta noche. Llevarla a su casa para que descansara sana y salva - Pero puedes contar conmigo en lo que necesites, puede que apenas nos conozcamos pero quiero que sepas que tienes aquí a una amiga que te apoya... I will give ya a ride

Le hizo seña de que la siguiera hasta su carro, no planteaba dejarla sola a que siguiera su camino ya bebida. Sabía que no estaba ebria pero el alcohol te hace jugadas inesperadas.

- Por cierto, esto es por curiosidad mía pero ¿Que negocio hacen tus padres?... Perdón que no me suene tu apellido - a puesto que tendrían el nombre de la compañía con sus apellidos y ella ni idea.

La señorita Howell  era una persona muy sabia. En este pequeño rato que pasamos platicando note demasiadas cualidad de su personas, era una mujer brillante, sabia y que también sabía como no hacer su vida monótona, ella sabía como divertirse. En conclusion era la mujer perfecta, la que todo hombre querría. No se si es el alcohol que está dentro de mi cuerpo o si son mis pensamientos los que hacen que llegue a esa conclusion y lo pensé mientras la escuchaba, sin apartar la mirada de ella. No es que no le prestara atención, entendía lo que me decía pero era imposible parar esos pensamientos que tenía sobre ella. Di un suspiro cuando me preguntó si había pensado en contactar con mi prometido, no di el suspiro por la pregunta si no por que ella es sencillamente una persona extraordinaria. Solo tarde unos minutos para darme cuenta que no había pensado en ello. Estaba tan cómoda con ella que tenía ligeramente curveada la espalda pero eso lo solucioné cuando me percaté volviendo a mi postura recta, llevó una mano a mis labios- Lo cierto es que no señorita Howell, no había pensado en contactarlo pues quería pasarlo por alto…No…sería tan mala idea el hacerlo- Bajé la mirada para tratar de pensar una forma de conseguir su teléfono sin que sospecharan mis intenciones.

Subí la mirada cuando vi que ella se levantaba, le di un ultimo trago a mi bebida, buscando entre mi bolso el dinero para pagar mi bebida pero ella se ofreció, solo sonreí, siendo la primera vez que alguien pagaba por mí, como si de un caballero se tratase. No puse objeción al escucharle decir que era suficiente por hoy. Caminar hacia su carro me fue algo difícil. No había tomado mucho pero creo que me levanté muy rápido pues me sentía un tanto mareada, cuando dijo lo que las amigas me sonroje y solo asentí- Puedo decirle lo mismo señorita Howell, me alegra que nos conociéramos en este ambiente- Si nos hubieramos conocido en otro ambiente, como el laboral, a lo mejor y la trataría con un poco más de formalismo. Me sentía un tanto deshinibida por lo que a la mitad del camino me acerqué un poco a ella para tomarle del brazo, un gesto muy íntimo pero me sentía en confianza con ella.

-No se preocupe por no saber cual es el negocio de mi familia- comenté restándole importancia pero si, se me hacía ciertamente curioso que no conociera los negocios, sobre todo por que el apellido Millaray escuchado con frecuencia en la ciudad- Toda mi familia está encargado en diferentes áreas, mis padres están especializados en la joyería- Hice una pequeña pausa para tratar de ubicarme un poco, así la próxima vez que fuera no me sentiría tan nerviosa como hace unas horas- Pero mi madre hizo otro negocio, de florerías para eventos como de caridad o para bodas-Mis rasgos se suavizaron un poco al recordar cuando visitaba los negocios de mi madre, ubicados en zonas muy específicas, donde iban a comprar gente con reputación en la sociedad aunque mi madre solo viera ese negocio como un hobbie, pues no le prestaba la atención necesaria, aún así iba bien y no se veía que fuera a quebrar- Ella a pesar de ser fría le encantan las flores, cuando está cerca de ellas se ve un poco más tranquila, creo que se debe a las fragancias que dan. Le gustan mucho sobre todo las de otras regiones del mundo, siempre la mansion estaba llena de flores- creo que esa parte la heredé de ella pues las flores también era una pasión para mi.

-Dice que cada flor tiene su personalidad, su modo de ser que a veces pueden ser comparadas con las personas- me le quedé observando un poco , quería saber que flor le quedaría a la señorita Hollew pero no fue difícil saber cual podría ser perfecta para ella- Creo que a usted le quedan perfectamente las rosas rojas. Emanan una fuerte fragancia, por no decir que son las que se asocian con la pasión- Y ella era apasionada, por sus ideales, por su trabajo y por el amor, tal vez la proxima vez que nos veamos me atrevería a darle un ramo de rosas, como forma de agradecimientos por la plática tan interesante que tuvimos. Mi expresión tranquila cambio otra vez, esta vez por uno un tanto más penosa- Perdón por aprovecharme de su amabilidad…¿P-podría llevarme a la escuela Musette? Verá, ahi es donde me encuentro residiendo por el momento-

- No se tu, pero procuraría hacerlo pronto... si me forzaran a casarme con alguien, al menos quisiera que fuera alguien que me cayera bien. - pero en lo que volteaba a verla, vio aquel inicio de su estado descompuesto - ¡Que bueno que decidí parar!... lo que sentiste fue poco pero así se empieza - Se dejó tomar del brazo, sabiendo que se sentiría mejor al tener un punto de apoyo.

Si alguien les viera, se preguntaba que pensarían de ellas, como amigas o como algo más. Pero ella trataba a su nueva amiga Zinnia como con la cortesía de un caballero a una dama. ¿Será por su educación inglesa?.

Escuchó con atención los negocios de su familia, haciendo que sus ojos brillaran al mencionar las joyas. ¿Cómo no le gustarían? Por algo decían que los mejores amigos de las mujeres eran los diamantes y Kath era una mujer que tenía uno que otro gusto caro.

- Espero que tus padres nunca sepan que soy fan de la competencia... El cristal Swarovsky es tan hermoso, aunque no me molestaría en ir a un local suyo ¿Me llevarías a uno? Llevo un poco de tiempo en la ciudad pero no conozco del todo a la ciudad - le pidió con el mismo tono que un niño pediría un dulce - Las flores siempre han sido el perfume de una casa, mi madre también es fan de ellas... llegar a casa con aroma a gardenia y las notas de Verdi era hermoso.

La operista se sonrojó un poco al mencionarle que su flor sería la rosa. Era muy diferente a que una bella chica se lo dijera con inocencia y ternura sobre su naturaleza apasionada a cuando un hombre le daba rosas o alguna flor parecida para lanzarle alguna indirecta sobre el encuentro sexual. Recordó que cuando un hombre le revelaba el significado de las flores que le daba, casi de inmediato se ponía a investigar en su casa.

- Va-vaya, eso es algo muy dulce de tu parte - intentó actuar con naturalizad en lo que pensaba una respuesta - Lo tuyo sería las margaritas y el jazmín, por la inocencia de tu corazón pero también por que tu porte es elegancia y gracia

Esas flores son de las que más se acordaba de significado, algunos fans le llegaron a dar jazmines pero sus amantes en broma decían que jamas le regalarían margaritas.

- ¿También vives ahí? No sabía que también eras maestra... no hay problema, yo como trabajo ahi, también tengo departamento en Musette. - al llegar a su Audi le abrió la puerta del copiloto para que accediera para después ir a sentarse frente al volante - Voy a poner música, no me gusta dejar mucho manejar sin ella. - aclaró mientras ponía la radio, de la cual emitía una hermosa canción italiana.

Le cose in comune:

Era una verdadera sorpresa el saber que la señorita Howell y yo teníamos gustos similares, para mí opinion era un punto fuerte el que le gustaran las flores, claro a toda chica les gustan pero no de esa manera un poco mas íntima. Me sentía en plena confianza con ella a pesar de que esta misma noche nos conocimos, tal vez otra vez el destino hizo que me encontrara a una persona que cambiaría mi vida. Ella era muy graciosa, al mencionar lo de las joyas no pude evitar el darle una pequeña sonrisa de complice- Descuide no se lo dire a mis padres, en un día que tenga de descanso estaré encantada de llevarla a una de las tiendas Millaray- Le aseguré en manera de promesa mientras llegábamos a su auto sintiéndome muy halagada por también darme una flor. Mis ojos brillaron un poco pues recordaba las margaritas y jazmines, ambas tenían una buena apariencia, la flor de Jazmín era la que más me agradaba- ¿Cree que en verdad me quedarían esas flores?-Susurré, dirigiendo esa pregunta no tanto para ella si no para mí, meditando si en verdad es que tenía un corazón inocente o más bien las personas confunden eso con ingenuidad, pero no duré mucho meditando pues siguiente respuesta hizo que volviera a poner los pies sobre la tierra, bueno lo más que pudiera sobre la tierra pues aún sentía ese ligero mareo.

No pude resistirme y mire con sorpresa a la señorita Howell, si ella también vivía ahí entonces desde que llegué habíamos sido tecnicamente vecinas y apenas pude saberlo, pero de este modo me ahorraría mucho el tener que llegar hasta allá en taxi, pues no quería llamar al chofer para que fuera a recogerme, no sabía la hora pero estaba segura que ya era de madrugada y despertarlo no me parecía lo correcto, después de todo también tenía vida personal y necesitaba dormir. Una vez que estuvimos dentro del carro antes que nada me puse el cinturón de seguridad, un poco más lenta de lo normal pero pudo ponerlo- No me molesta en lo absoluto la música señorita Howell- Comenté primero, después me sonrojé un poco, viendola de manera un tanto tímida- La verdad es que no tengo título de profesor o algo por el estilo, decidí ayudar al señor Regan pues me pidió ser maestra temporal, no pude decirle que no. Como no tiene mucho que acabo de llegar de Francia y el tener que volver a…casa de mis padres no me parece una idea apropiada- Sobre todo por que realmente quiero cambiar, eso fue lo que me propuse cuando me percaté que volvía a mi ciudad natal por trabajo, claro que Regan me ha ayudado mucho y eso realmente lo aprecio.

La música de la radio comenzó a envolverme, era una melodía que me agradaba, me acomodé en el asiento cerrando por un momento los ojos, manteniendome en total silencio, quería disfrutar de ese ambiente tan tranquilo y el movimiento del carro me arrullaba. Por un momento quería dormirme ahí, en esa comodidad, perderme totalmente pero no podia, tarde o temprano debíamos de llegar a nuestro destino. Poco a poco abrí mis ojos, es bozando una ligera sonrisa- Espero que en un futuro podamos tener más salidas como estas, son maravillosas- Dije mirando hacia enfrente, de vez en cuando hacia la señorita Howell- Ahora estoy ansiosa por llegar a Musette, me pregunto si hemos sido vecinas cercanas todo este tiempo y apenas nos daremos cuenta.

Un día de compras entre amigas era de lo mejor, ya lo esperaba con ansias para de nuevo reunirse.
Quería pasar una tarde linda con ella; tomar un café juntas, pasear por las calles, ver cosas lindas o turísticas, algo le decía que podrían llevarse bien casi en cualquier tópico que hablaran o en cualquier lugar que estuvieran.
Al ser la calle casi tan solitaria, fue muy fácil que Kath escuchara el susurro de Zinnia.

- Bueno, la verdad no conozco mas de 4 significados ¡y con mucha suerte conozco esos!... Además, esta es la primera vez que nos conocemos, tal vez en el futuro me puedas enseñar más sobre las flores y te conozca aun más, como los perfumes que tienen bastantes elementos que solo están presentes en diferentes tiempos. - y añadió algo más - La manera en que te conocí solo me reveló tu primera fragancia, tenemos mucho tiempo para ver de cuales más estas compuesta.

Y de cierta manera, ella descubriría sus fragancias.

- ¿El jefe? Vaya... Regan es una muy buena persona ¿no cree? - le compartió esa pregunta para añadir su propia experiencia - Yo nunca he dado clases, lo máximo que he fue apoyar al director con los novatos pero aún así me dio trabajo también - Aunque le supo algo amarga eso de no querer convivir con sus padres. Bueno, cada quien tiene sus problemas y los de ella no eran nada ligeros.

La ida en carro fue amena, y de cierta manera se sentía cómoda en el silencio que ambas estaban, solo teniendo de fondo la música. Tal vez eso revelaba cuan bien podrían convivir sin necesidad de palabras.

- Yo también lo espero - Contestó en lo que estacionaba su carro.

Amigas, todo mundo necesita una. Ella no quería que sus únicas interacciones con alguien solo fueran laborales o sexuales y por eso le caía tan bien haber conocido a la chica.

- Probablemente si... yo soy una ave madrugadora así que tal vez por eso no nos hemos visto, y cuando no estoy en clase me la paso afuera - en las mañanas se ejercitaba y después de dar clases se la pasaba paseando o haciendo cosas "indebidas", y solo se quedaba en su cuarto cuando tenía que dormir, trabajar extra o sufría de una cruda. - We arrived, my lady.

Apagó el carro y salió para abrir la puerta de la joven para que saliera, tratándola juguetonamente como una princesa. Aunque también lo hacía para evitar que se mareara como hacía varios minutos.

La plática era una de las formas más rápidas en las que una persona puede llegar a conocer a otra, y mientras mas conversaba con la señorita Katherine más sabía de ella y, a pesar de que tenemos cosas en común también hay muchas diferencias, sobre todo a nuestro modo de vida pero eso no me molestaba en lo absoluto o creo que llegara a ser algún problema en nuestra futura relación de amistad pero cuando habló sobre ser alguien madrugadora entendí un poco del por que antes no nos habíamos encontrado.

Yo era muy estricta en cuanto al horario de mis actividades diarias, tener un orden era tener el control de lo que rodeaba tu vida. En la mañana ensayaba,iba a desayunar, después daba clases, volvía a mi habitación para asearme, volver a entrenar y volver a comer, no era tan usual que yo saliera de noche, llendome a dormir temprano,  a no ser que tuviera planes como una cena con mis padres o dar algún espectáculo en el Glass Dome pero en esos casos siempre llamaba a la limusina para que fuera mi medio de transporte. Pensándolo de este modo en verdad era muy difícil que nosotras coincidiéramos….

Una vez que llegamos le sonreí a la señorita Katherine, ella fue muy rápida en bajar del vehículo pues ella ya estaba del lado de mi puerta cuando yo apenas me desabroché el cinturón. Ella abrió mi puerta, lo cual me pareció un gran gesto agradeciéndole mientras salía del vehículo, ahora que estabámos tan cerca de los dormitorios comenzaba a sentir sueño y seguro que ya era muy noche, al menos para mí. Caminé hacia el edificio estando cerca de la señorita Howell, mirando el edificio y de vez en cuando al cielo Dando un pequeño suspiro y es que siempre me encanta observar el firmamento nocturno, era tan ¿Cómo expresarlo? Muy romántico.

-Me alegra no ser la única que tenga por primera vez la experiencia de ser maestra- Voltee a mirarla de reojo- Tal vez podamos organizarnos un día de estos e ir a tomar un café o que tal si la invito a mi dormitorio una noche, después de nuestras actividade, para tener una plática como la de esta noche ¿Le gustaría?

- Los alumnos y nosotros tenemos mucho que
aprender ¿verdad? -dijo en un suspiro, admitiendo ser una rookie en esto de la enseñanza.

Casi le dieron ganas de pegar unos brincos de alegría de las tantas ideas que se le ocurrían a Zinnia para divertirse, quería hacerlas todas, al mismo tiempo y ahora.
Pero no podía asustarla, parecería una mujer desesperada por atención o algo así.

- Las charlas de café son únicas, me encantaría.... y eso sería como una pijamada, solo habría que organizar tiempos;  lo que menos queremos es que el trabajo nos lo arruine - Suspiró de acordarse de la triste realidad. En parte le encantaba su trabajo, pero a veces ella quisiera solo tener que dedicarse a ser feliz y a sus cosas. - Espero que nos veamos más.... creo que hay un lugar que te pueda gustar.

Pero eso sería un secreto que ella guardaría hasta la siguiente vez que se conocieran, aunque apostaba que sería una agradable sorpresa.
Katherine la llevó lo necesario hasta su cuarto, la noche era fresca y no quería que ella se enfermara. Al fin y al cabo eran adultas y tenían que velar por si solas por su salud..

Solas... Pero ya no lo estarían. Si se seguían conociendo, podrían hacerse amigas. ¿Aceptaría todos modos y secretos? ¿incluso ese que guardaba con recelo?.

- Apresuremos el paso, hace frio.