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Una noche de placer (Libre)
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Una noche de placer (Libre)
Noche del viernes y una vez más se encontraba sola. Al menos ya había dejado su habitación de hotel, y contaba ahora con una preciosa casa en un barrio residencial. Le gustaba el sitio en que vivía, incluso más que su apartamento diminuto en Tokio, sin embargo últimamente la soledad la abrumaba, y pasar demasiado tiempo allí, en ese inmenso sitio silencioso la llenaba de una indescriptible angustia. Las cosas estaban yendo muy lentamente, pese a ser aceptad en el sello aún no conseguía músicos para la banda, y eso la preocupaba. Deseaba poder iniciar de una buena vez con el asunto, sentía que el tiempo se le escurría como arena entre las manos, y no era algo para nada agradable. No toleraría pasar otra noche allí, sin hacer nada, entreteniéndose con la televisión o sencillamente durmiendo temprano como una niña buena. Pronto su libertad se terminaría, cuando comenzara a cantar nuevamente en público, y poco a poco su cara se volviera conocida por los ciudadanos de Glass City no podría andar distraídamente por las calles sin preocupación alguna. Había vivido en acoso de los fans en Japón, y no era nada agradable tener que vivir encerrada debido a semejante molestia. Sabía que el problema se trasladaría allí en cuanto su fama comenzara a surgir, entretanto debía aprovechar al máximo esa libertad que el anonimato le daba. Divertirse, sin preocuparse por nada más.
Con esa idea en mente se metió en la ducha para darse un baño rápido, tras secarse seleccionó de su amplia colección de vestidos uno de sus favoritos. Negro, ajustado y con algunas transparencias en la parte superior. Atrevido, justo lo que buscaba para una noche llena de acción. Se secó el rizado cabello dejándolo suelto, adorándolo con pequeñas hebillas en forma de mariposas. Se maquilló de forma sencilla, haciendo énfasis en sus ojos, remarcando sus pestañas y sombreándolos con color negro. Una vez se colocó los altos stilettos negros miró su reflejo en el espejo. Se veía elegante y seductora, aunque su bajo autoestima no le permitía sentirse orgullosa de si misma. Se repitió que debía olvidarse de sus problemas, dejarse llevar y pasar un buen rato, nada más. Tomó un abrigo a juego y salió de la casa, deteniendo un taxi que la llevó hasta el centro. Había montones de bares para elegir, pero Layla escogió uno particularmente concurrido sospechando que si la mayoría de la gente se amontonaba allí algo bueno debería tener. Y así era, las bebidas estaban a buen precio, el lugar era amplio y contaba con una barra en forma de semicírculo que dejaba abundante espacio para bailar. Al fondo, en un pequeño escenario, un grupo tocaba en vivo. No los conocía, pero no sería de extrañar que formaran parte del mismo sello al que ella había ingresado recientemente. Pero no estaba allí por asuntos de negocios, divertirse, olvidarse de todo, esa era su única motivación.
Se acercó resuelta a la barra y tras analizar sus opciones optó por un tequila sunrise, el sabor a naranja disimulaba muy bien el alcohol que en realidad no era del todo de su agrado. Pero esa noche deseaba embriagarse, beber hasta que no pudiera recordar nada de lo que la entristecía. Bebió dos, y siguió con Gin tonic cargado, para variar no había cenado, y no estaba acostumbrada a beber esa clase de cosas, por lo que los tres tragos consecutivos fueron suficientes para conseguir el efecto deseado. Mucho más relajada y dispuesta fue a la pista de baile, había muchísimas personas allí, y era prácticamente imposible no chocar con los cuerpos que se movían al ritmo de la música. Cerró los ojos y se dejó llevar por la melodía fuerte que tronaba en sus oídos, aturdiendo sus pensamientos. Con frecuencia perdía el equilibrio, aunque estaba acostumbrada a andar con zapatos de tacón, aquello era un claro efecto secundario de las bebidas. Giró sobre si misma varias veces, colocando sus manos alrededor de la cintura como si aquello le sirviera para mantenerse mas estable, pero inevitablemente trastabillo y casi cae al suelo de no ser porque la espalda de un extraño se encontró en su camino. Riendo se tomo de los hombros del desconocido para ayudarse a enderezarse, no podía creer estar haciendo el ridículo de esa manera, pero francamente no le importaba. Se disculpó, pero era probable que no la hubiera escuchado. Siquiera escuchaba su propia voz entre el ruido que retumbaba en el bar.
Con esa idea en mente se metió en la ducha para darse un baño rápido, tras secarse seleccionó de su amplia colección de vestidos uno de sus favoritos. Negro, ajustado y con algunas transparencias en la parte superior. Atrevido, justo lo que buscaba para una noche llena de acción. Se secó el rizado cabello dejándolo suelto, adorándolo con pequeñas hebillas en forma de mariposas. Se maquilló de forma sencilla, haciendo énfasis en sus ojos, remarcando sus pestañas y sombreándolos con color negro. Una vez se colocó los altos stilettos negros miró su reflejo en el espejo. Se veía elegante y seductora, aunque su bajo autoestima no le permitía sentirse orgullosa de si misma. Se repitió que debía olvidarse de sus problemas, dejarse llevar y pasar un buen rato, nada más. Tomó un abrigo a juego y salió de la casa, deteniendo un taxi que la llevó hasta el centro. Había montones de bares para elegir, pero Layla escogió uno particularmente concurrido sospechando que si la mayoría de la gente se amontonaba allí algo bueno debería tener. Y así era, las bebidas estaban a buen precio, el lugar era amplio y contaba con una barra en forma de semicírculo que dejaba abundante espacio para bailar. Al fondo, en un pequeño escenario, un grupo tocaba en vivo. No los conocía, pero no sería de extrañar que formaran parte del mismo sello al que ella había ingresado recientemente. Pero no estaba allí por asuntos de negocios, divertirse, olvidarse de todo, esa era su única motivación.
Se acercó resuelta a la barra y tras analizar sus opciones optó por un tequila sunrise, el sabor a naranja disimulaba muy bien el alcohol que en realidad no era del todo de su agrado. Pero esa noche deseaba embriagarse, beber hasta que no pudiera recordar nada de lo que la entristecía. Bebió dos, y siguió con Gin tonic cargado, para variar no había cenado, y no estaba acostumbrada a beber esa clase de cosas, por lo que los tres tragos consecutivos fueron suficientes para conseguir el efecto deseado. Mucho más relajada y dispuesta fue a la pista de baile, había muchísimas personas allí, y era prácticamente imposible no chocar con los cuerpos que se movían al ritmo de la música. Cerró los ojos y se dejó llevar por la melodía fuerte que tronaba en sus oídos, aturdiendo sus pensamientos. Con frecuencia perdía el equilibrio, aunque estaba acostumbrada a andar con zapatos de tacón, aquello era un claro efecto secundario de las bebidas. Giró sobre si misma varias veces, colocando sus manos alrededor de la cintura como si aquello le sirviera para mantenerse mas estable, pero inevitablemente trastabillo y casi cae al suelo de no ser porque la espalda de un extraño se encontró en su camino. Riendo se tomo de los hombros del desconocido para ayudarse a enderezarse, no podía creer estar haciendo el ridículo de esa manera, pero francamente no le importaba. Se disculpó, pero era probable que no la hubiera escuchado. Siquiera escuchaba su propia voz entre el ruido que retumbaba en el bar.
- Vestido:
Invitado- Invitado
Re: Una noche de placer (Libre)
Si hay algo que que Borislav odiaba era las burocracia. Así el llamaba a todo el papeleo estresante; trámites, aduanas, firmas de contratos, y demás "tonterías". Tardó una hora en el aeropuerto al bajarse del avión y sólo porque tenía que pasar por inmigración. Como el lo consideraba: "tonterías".
Acabado todo el fastidio tomó un taxi para llegar a su departamento, uno muy barato. Fastidiado por su llegada decidió que debería salir y relajarse en vez de encerrarse el resto de su día ahí. Por lo que decidió salir a divertirse a pesar de que su último manager le dejó como consejo "trata de dejar el alcohol". -Inocente!- Era lo que el joven pensó sobre su manager.
Se dio una ducha rápida y decidió ponerse unos simples vaqueros azules y una de las pocas camisas que se trajo. Esta era de un color rojo vivo. Se colocó sus zapatillas deportivas negras, no le importaba lucir un poco casual, dejó su departamente, y caminó hasta el primer bar que pensó que sería buen lugar.
Ignoró a la gente del lugar y se fue directo a la barra y ordenó un tarro de cerveza oscura. Acabando, le siguió otro tarro igual. Se sintió más tranquilo, pero sintió que faltaba un vicio más: el tabaco. Por desgracia había olvidado comprar algunos.
Caminó tratando de dirigirse afuera, pero sentía una pereza tener que salir del edificio, buscar dónde comprarlos y salir. Considerándolo caso perdido, se resignó y decidió vovler a donde estaba.
Atravesó por la pista de baile, muy concurrida, y en eso sintió que alguien topaba con él y lo usaba como apoyo para vovler a ponerse de pie.-¿Qué rayos?- pensó. -¡Cuidado!- Mencionó un tanto molesto, pero al parecer la joven no lo escuchaba. Consideró dejarla ahí, pero reconocía a una persona que no sabía manejar bien el acohol. -¿Te encuentras bien?- Colocó su mano en el hombro de ella para que pudiera mantener el equilibrio. Sólo esperaba no meterce en un gran lío por hacerce "el alma caritativa"
Acabado todo el fastidio tomó un taxi para llegar a su departamento, uno muy barato. Fastidiado por su llegada decidió que debería salir y relajarse en vez de encerrarse el resto de su día ahí. Por lo que decidió salir a divertirse a pesar de que su último manager le dejó como consejo "trata de dejar el alcohol". -Inocente!- Era lo que el joven pensó sobre su manager.
Se dio una ducha rápida y decidió ponerse unos simples vaqueros azules y una de las pocas camisas que se trajo. Esta era de un color rojo vivo. Se colocó sus zapatillas deportivas negras, no le importaba lucir un poco casual, dejó su departamente, y caminó hasta el primer bar que pensó que sería buen lugar.
Ignoró a la gente del lugar y se fue directo a la barra y ordenó un tarro de cerveza oscura. Acabando, le siguió otro tarro igual. Se sintió más tranquilo, pero sintió que faltaba un vicio más: el tabaco. Por desgracia había olvidado comprar algunos.
Caminó tratando de dirigirse afuera, pero sentía una pereza tener que salir del edificio, buscar dónde comprarlos y salir. Considerándolo caso perdido, se resignó y decidió vovler a donde estaba.
Atravesó por la pista de baile, muy concurrida, y en eso sintió que alguien topaba con él y lo usaba como apoyo para vovler a ponerse de pie.-¿Qué rayos?- pensó. -¡Cuidado!- Mencionó un tanto molesto, pero al parecer la joven no lo escuchaba. Consideró dejarla ahí, pero reconocía a una persona que no sabía manejar bien el acohol. -¿Te encuentras bien?- Colocó su mano en el hombro de ella para que pudiera mantener el equilibrio. Sólo esperaba no meterce en un gran lío por hacerce "el alma caritativa"
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 01/08/2014
Re: Una noche de placer (Libre)
Layla no bebía a menudo, sabía que no debía hacerlo pues bastaban unas pocas copas para comenzara a decir tonterías, sin embargo esa noche necesitaba desestresarse. ¿Que importaba? Aún era una desconocida para los ciudadanos de Glass City, y sabiendo que su anonimato le duraría poco tiempo debía aprovecharlo al máximo. Hacia tiempo que no salía a divertirse de esa manera, probablemente desde que era una adolescente recién llegada a Tokio. El trabajo luego la había absorbido, obligándola a volverse alguien responsable y madura. Pero la chiquilla alocada seguía allí en algún lugar, y esa noche quería salir a jugar. El alcohol la había ayudado a liberarse, mostrándose más risueño que lo habitual Bailando sin cansarse pronto, dando vueltas y vueltas inconciente de que iba a marearse por ello. Y en efecto no demoró en trastabillar, tomándose de algún sitio cualquiera para evitar caer. Wow. Era buena con los tacones altos, y sin embargo le habían jugado una mala pasada. Realmente debía estar ebria. La música electrónica retumbaba en sus oídos, haciéndola vibrar completamente, le gustaba como sonaba, y se mezclaba con el propio latir de su corazón. Notó que aquel hombre castaño se volteaba, aunque era difícil reconocer sus rasgos con la luz blanca parpadeante que ahora iluminaba la pista notó que movía los labios como si intentara decir algo. Pero ella era incapaz de escuchar nada, así que volvió a colocar la mano en su hombro para acercarse de modo de poder descubrir que quería decirle. -Lo siento, ¿que dices?-respondió gritando de modo que el hombre pudiera escuchar sus palabras. La pista de baile no era el mejor lugar para conversar, y sus pies estaban doliendo un poco, pese a todo siguió moviéndose al ritmo de la música, dejando que su cabello se zarandeara de un lado a otro.
Logró comprender otra vez la pregunta, y su respuesta fue una sincera carcajada. -¡Estoy bien!-exclamó llevándose el cabello hacia atrás, sentía muchísimo calor allí, y necesitaba un poco de aire fresco. Además quería fumar un cigarro y estaba prohibido hacerlo allí dentro. Rebuscó en su pequeña cartera negra el paquete de tabaco y se lo enseñó al desconocido por un segundo, guiñándole el ojo de forma juguetona. -¿Fumas?-hizo un gesto indicándole que, si lo deseaba, la siguiera al patio interno de aquel bar donde los fumadores se amontonaban para disfrutar de su vicio. Antes de eso hizo una pasada rápida por la barra, pidiendo una bebida más. Con el vaso en la mano se dirigió al pequeño patio, donde varios grupos conversaban, bebían y fumaban. Había algunas parejas revolcándose en los reservados del fondo, y otras tantas devorándose allí mismo. Layla ignoró todo aquello y descansó la espalda contra una de las paredes de ladrillos antes de llevarse el cilindro a la boca y encenderlo. -Ahh...-soltó un suspiro cerrando los ojos cuando sintió el sabor contra su paladar, era tan reconfortante y familiar que la hizo sonreír.
Descansó la nuca sobre la superficie fría de la pared y miró el cielo, dejando que sus ojos se perdieran en las brillantes estrellas. Tenía la cabeza revuelta, pero a pesar de todo se sentía bien. Revolvió ligeramente el contenido de su copa antes de llevárselo a los labios y sorber un poco, era muy dulce, y apenas se sentía el gusto a alcohol, perfecto para ella. Sintió su celular vibrar en la cartera, pero decidió ignorarlo. No quería que nadie ni nada la distrajera, no quería que su noche se viera estropeada por malas noticias. ¿Que aventuras viviría esa noche? Quizás conociera a alguien interesante, que fuera capaz de cambiar el rumbo de su vida, o puede que sólo conversara con interlocutores circunstanciales, que se ocuparan de llenar los espacios vacíos en su cabeza. Poco importaba, era probable que la resaca borrara la mayoría de esa noche, dejando su conciencia limpia.
Logró comprender otra vez la pregunta, y su respuesta fue una sincera carcajada. -¡Estoy bien!-exclamó llevándose el cabello hacia atrás, sentía muchísimo calor allí, y necesitaba un poco de aire fresco. Además quería fumar un cigarro y estaba prohibido hacerlo allí dentro. Rebuscó en su pequeña cartera negra el paquete de tabaco y se lo enseñó al desconocido por un segundo, guiñándole el ojo de forma juguetona. -¿Fumas?-hizo un gesto indicándole que, si lo deseaba, la siguiera al patio interno de aquel bar donde los fumadores se amontonaban para disfrutar de su vicio. Antes de eso hizo una pasada rápida por la barra, pidiendo una bebida más. Con el vaso en la mano se dirigió al pequeño patio, donde varios grupos conversaban, bebían y fumaban. Había algunas parejas revolcándose en los reservados del fondo, y otras tantas devorándose allí mismo. Layla ignoró todo aquello y descansó la espalda contra una de las paredes de ladrillos antes de llevarse el cilindro a la boca y encenderlo. -Ahh...-soltó un suspiro cerrando los ojos cuando sintió el sabor contra su paladar, era tan reconfortante y familiar que la hizo sonreír.
Descansó la nuca sobre la superficie fría de la pared y miró el cielo, dejando que sus ojos se perdieran en las brillantes estrellas. Tenía la cabeza revuelta, pero a pesar de todo se sentía bien. Revolvió ligeramente el contenido de su copa antes de llevárselo a los labios y sorber un poco, era muy dulce, y apenas se sentía el gusto a alcohol, perfecto para ella. Sintió su celular vibrar en la cartera, pero decidió ignorarlo. No quería que nadie ni nada la distrajera, no quería que su noche se viera estropeada por malas noticias. ¿Que aventuras viviría esa noche? Quizás conociera a alguien interesante, que fuera capaz de cambiar el rumbo de su vida, o puede que sólo conversara con interlocutores circunstanciales, que se ocuparan de llenar los espacios vacíos en su cabeza. Poco importaba, era probable que la resaca borrara la mayoría de esa noche, dejando su conciencia limpia.
Invitado- Invitado
Re: Una noche de placer (Libre)
Repitió una segunda vez su pregunta hacia lo joven que tenía en frente. Consideró que no surgiría problema alguno si seguía su rumbo hacia la barra, pero la dulce tentación del cigarro lo atrajo, y sin titubear, afirmó con la cabeza. Se dedicó a seguirla no sin antes pedir una bebida diferente: vodka.
Una vez en aquel lugar del bar agradeció que el ruido no era tan fuerte. La música electrónica no era lo de él -¡Al fin puedo escuchar mis pensamientos!- Mencionó irónico mientras se dirigía hacia la joven que acababa de encontrarse. -¿No sueles tomar mucho, verdad?- Preguntó en tono de broma mientras daba un sorbo a su bebida. -Lo peor es que así son esas bebidas dulces: para que olvides que tomas alcohol y puedas sentir el placer de olvidarte de tu conciencia y del exterior por varias horas. ¡Pero ten cuidado! Hay gente que se aprovecha de las mujeres que gustan de licores dulces- Terminó con una leve risa y luego señaló la cartera de cigarros
-¿Puedo? Olvidé comprar los míos antes de llegar.
Una vez en aquel lugar del bar agradeció que el ruido no era tan fuerte. La música electrónica no era lo de él -¡Al fin puedo escuchar mis pensamientos!- Mencionó irónico mientras se dirigía hacia la joven que acababa de encontrarse. -¿No sueles tomar mucho, verdad?- Preguntó en tono de broma mientras daba un sorbo a su bebida. -Lo peor es que así son esas bebidas dulces: para que olvides que tomas alcohol y puedas sentir el placer de olvidarte de tu conciencia y del exterior por varias horas. ¡Pero ten cuidado! Hay gente que se aprovecha de las mujeres que gustan de licores dulces- Terminó con una leve risa y luego señaló la cartera de cigarros
-¿Puedo? Olvidé comprar los míos antes de llegar.
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 01/08/2014
Re: Una noche de placer (Libre)
El hombre de cabello castaño la había seguido afuera, la oferta del cigarro había sido demasiado tentadora como para ser rechazada. Sin embargo le sentaba bien tener con quien intercambiar unas palabras, y por eso se sentía satisfecha. Le entregó la cajetilla abierta dejando que tomara uno para después pasarle también el encendedor. Era un alivio que las puertas dobles que daban al ambiente a cielo abierto estuvieran cerradas, disminuyendo así el sonido fuerte que sonaba dentro del bar, de ese modo no se vería forzada a gritar para poder establecer una conversación. Soltó una risita divertida ante su exclamación suponiendo que debía tener pensamientos muy importantes. Al contrario ella deseaba ahogarlos todos, antes de seguir enroscándose en sus locas ideas prefería dejarse llevar y apartar por un rato todos aquellos conflictos que enturbiaban su existencia. -No me permiten beber-respondió sin siquiera considerar mentir respecto a eso, era pésima haciéndolo, y no era bueno para su carrera. Le gustaba el alcohol, pero reconocía que perdía bastante el control cuando bebía de más, y teniendo en cuenta de que era una persona pública eso podía representar un problema. Pero no allí, su antigua vida como una vocalista popular había quedado atrás en el antiguo país al que pertenecía. Allí sólo era Reira.
Dio otra larga calada al cigarro, golpeándolo suavemente luego dejando caer las cenizas al suelo. -¿Piensas que estoy ebria no?-volvió a reír tontamente, dejándose en evidencia sin duda, aunque poco le importaba eso. -Las mujeres tenemos derecho a divertirnos también de tanto en tanto...-incluyo ella, que procuraba mantener una imagen frente a los medios necesitaba permitirse liberarse algunas veces. O se volvería loca. Sabía que su hermano desaprobaba ese comportamiento. "Una mujer no debería beber de esa manera, es desagradable" le había dicho la única vez que había bebido de más en su presencia, prometiéndole luego que no volvería hacerlo. O en realidad que no se enteraría de ello. Sintió el celular vibrar de nuevo en el bolso, pero continuó con la rutina de ignorar al aparatito. -No me preocupa...-movió su vaso entre sus dedos y volvió a llevarlo a sus labios pintados, relamiéndose después. -Esta noche estoy lista para ser completamente irresponsable.- le dedicó una sonrisa divertida y se encogió de hombros como si nada fuera capaz de preocuparla. -Soy adulta, puedo cuidarme... Y no estoy tan ebria como para no poder defenderme. -entornó los ojos viéndolo, con un repentino desafío en esa mirada. -¡Tu me invitarás otro trago! ¿O no?-volvió a reír y termino la bebida, dejando la copa vacía en el suelo. -Sorpréndeme-acotó con picardía dándole una calada más al cigarro a medio consumir.
Dio otra larga calada al cigarro, golpeándolo suavemente luego dejando caer las cenizas al suelo. -¿Piensas que estoy ebria no?-volvió a reír tontamente, dejándose en evidencia sin duda, aunque poco le importaba eso. -Las mujeres tenemos derecho a divertirnos también de tanto en tanto...-incluyo ella, que procuraba mantener una imagen frente a los medios necesitaba permitirse liberarse algunas veces. O se volvería loca. Sabía que su hermano desaprobaba ese comportamiento. "Una mujer no debería beber de esa manera, es desagradable" le había dicho la única vez que había bebido de más en su presencia, prometiéndole luego que no volvería hacerlo. O en realidad que no se enteraría de ello. Sintió el celular vibrar de nuevo en el bolso, pero continuó con la rutina de ignorar al aparatito. -No me preocupa...-movió su vaso entre sus dedos y volvió a llevarlo a sus labios pintados, relamiéndose después. -Esta noche estoy lista para ser completamente irresponsable.- le dedicó una sonrisa divertida y se encogió de hombros como si nada fuera capaz de preocuparla. -Soy adulta, puedo cuidarme... Y no estoy tan ebria como para no poder defenderme. -entornó los ojos viéndolo, con un repentino desafío en esa mirada. -¡Tu me invitarás otro trago! ¿O no?-volvió a reír y termino la bebida, dejando la copa vacía en el suelo. -Sorpréndeme-acotó con picardía dándole una calada más al cigarro a medio consumir.
Invitado- Invitado
Re: Una noche de placer (Libre)
Tomó el cigarro y el encendedor sin titubear e inmediatamente prosiguió a tomar una bocanada de tan ansiado vicio. Contuvo un momento el humo para luego soltar hacia arriba con sumo placer. No eran sus favoritos, pero cumplieron el cometido.
Volviendo a ver a la joven con una sonrisa en el rostro no evitó reír un poco. -Nunca dije que una mujer no debía tomar, es más, las mujeres que disfrutan de placeres como los licores las considero más divertidas, pero eso no quita la realidad-.
Tampoco Borislav era la persona indicada para criticar a una persona en estado de ebriedad, él era sumamente consciente de que eso le provocó problemas en el pasado. Mirando con la misma sonrisa, pero ahora con un tono desafiante accedió -Bueno, ya que ambos somos unos adultos conscientes y responsables... ¡Que empiece el juego!- Acabó su trago y decidió llamar a uno de los meseros de ahí -¡Disculpe buen hombre! La bella dama creo que le gustaría tomar una margarita, y para mí...deme otro vodka - Nunca se negaba a retos como estos.
El mesero hizo un movimiento con la cabeza y se fue de inmediato a traerles lo que pidió. El joven castaño dio otra bocanada de cigarro. -Claro que si deseas algo más fuerte, con todo gusto puedo pedirlo-
Volviendo a ver a la joven con una sonrisa en el rostro no evitó reír un poco. -Nunca dije que una mujer no debía tomar, es más, las mujeres que disfrutan de placeres como los licores las considero más divertidas, pero eso no quita la realidad-.
Tampoco Borislav era la persona indicada para criticar a una persona en estado de ebriedad, él era sumamente consciente de que eso le provocó problemas en el pasado. Mirando con la misma sonrisa, pero ahora con un tono desafiante accedió -Bueno, ya que ambos somos unos adultos conscientes y responsables... ¡Que empiece el juego!- Acabó su trago y decidió llamar a uno de los meseros de ahí -¡Disculpe buen hombre! La bella dama creo que le gustaría tomar una margarita, y para mí...deme otro vodka - Nunca se negaba a retos como estos.
El mesero hizo un movimiento con la cabeza y se fue de inmediato a traerles lo que pidió. El joven castaño dio otra bocanada de cigarro. -Claro que si deseas algo más fuerte, con todo gusto puedo pedirlo-
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 01/08/2014
Re: Una noche de placer (Libre)
No estaba segura de si beber la hacía mas divertida, seguramente un poco más tonta y atrevida, eso seguro, por eso nunca era buena idea que cometiera excesos en público, sin embargo esa noche necesitaba de la liberación que le otorgaban las copas. Además no era una niña, sabía detenerse a tiempo, y cuando considerara que era suficiente podría sencillamente detener un taxi en la puerta e irse a casa. No necesitaba que nadie la cuidara, necesitaba demostrarse que había madurado y que podía ocuparse de ella misma sin depender de otros. Por eso había decidido tomarse la noche libre de responsabilidades, simular ser cualquier persona menos ella misma, un alma libre sin preocupaciones ni conflictos. ¿Que tan costosa podía ser una noche de esas? Aunque llevaba una buena cantidad de dinero invertida en el alcohol eso no le representaba un problema, además parecía acabar de conocer a alguien dispuesto a pagar por las siguientes rondas de bebidas. -¡Será una competencia!-declaró con entusiasmo sin importarle estar en desventaja ya que el hombre parecía sobrio mientras que ella tenía ya varias copas encima. Se llevó el índice a los labios adoptando una actitud pensativa. -Pero debemos hacer una puesta, sino no sería divertido.-se rió ante esa idea y descansó la espalda en la fría pared, apagando el cigarro casi consumido en ese mismo lugar.
Era una suerte que los meseros se acercaran también al patio externo, la música la había aturdido, y prefería pasar un rato allí fuera disfrutando del aire fresco. -¡Margarita!-sonrió ante aquel pedido que se le antojó perfecto y festejó elevando los brazos como si en realidad fuera una niña que le prometen ir a Disney. Cuando el mesero se retiró los ojos de Layla volvieron a fijarse en el hombre castaño, viéndolo con aquel perfil juguetón que utilizaba cuando jugaba todas sus cartas. -Dime, ¿que apostaremos?-estaba dispuesta a aceptar una propuesta de su parte, pues aunque la idea había sido suya no tenía algo en concreto. El buen mesero regresó pronto con los pedidos, y no se fue muy lejos, sospechando que el duo le daría una buena propina si los atendía con presteza. La vocalista tomó la copa pequeña y bebió el contenido de dos tragos, relamiéndose al terminar la bebida dulzona. -¡Ah~! Es exquisita, quiero otra-solicitó haciendo un gesto al hombre para que trajera mas bebidas de inmediato. Volvió sus ojos a su compañero de tragos y sonrió mostrando una dentadura perfecta.
Era una suerte que los meseros se acercaran también al patio externo, la música la había aturdido, y prefería pasar un rato allí fuera disfrutando del aire fresco. -¡Margarita!-sonrió ante aquel pedido que se le antojó perfecto y festejó elevando los brazos como si en realidad fuera una niña que le prometen ir a Disney. Cuando el mesero se retiró los ojos de Layla volvieron a fijarse en el hombre castaño, viéndolo con aquel perfil juguetón que utilizaba cuando jugaba todas sus cartas. -Dime, ¿que apostaremos?-estaba dispuesta a aceptar una propuesta de su parte, pues aunque la idea había sido suya no tenía algo en concreto. El buen mesero regresó pronto con los pedidos, y no se fue muy lejos, sospechando que el duo le daría una buena propina si los atendía con presteza. La vocalista tomó la copa pequeña y bebió el contenido de dos tragos, relamiéndose al terminar la bebida dulzona. -¡Ah~! Es exquisita, quiero otra-solicitó haciendo un gesto al hombre para que trajera mas bebidas de inmediato. Volvió sus ojos a su compañero de tragos y sonrió mostrando una dentadura perfecta.
Invitado- Invitado
Re: Una noche de placer (Libre)
¡Una apuesta! Una noche de copas no podría estar completa sin las típicas apuestas, recordaba al joven Borislav las noches de exceso que pasaba con sus compañeros de banda e incluso con algunas fans, claro que a él le surgían mejores ideas una vez que el alcohol había surtido efecto, pero se le ocurrió algo simple.
Una vez que el mesero entregó las órdenes, Borislav se dispuso a proponer mientras terminaba el vaso de vodka que recién había recibido-Bueno, acabo de llegar aquí y mi departamento es un asco...en ambos sentidos. Si gano me permitirás pasar la noche contigo. Claro que si yo pierdo, estaré dispuesto a hacer lo que desees el resto de la noche- Sonrió. Tenía la ventaja de su "experiencia" en cuestión de beber, pero ese mismo ego podría darle una mala jugada. No sería la primera vez.
Llamó al mesero para volver a ordenar -Otra margarita y otro vodka, pero esta vez...- sacó un billete para depositarlo en el bolsillo de quien lo atendía -deja la botella y que no sea de esas basuras baratas- Se retiró el mesero agradecido por la propina que había recibido
-Entonces...- Agregó mientras terminaba el cigarro. -¿Aceptas el reto o es demasiado?-. Sonrió indicando que él estaba dispuesto a asumir las consecuencias de sus actos.
Una vez que el mesero entregó las órdenes, Borislav se dispuso a proponer mientras terminaba el vaso de vodka que recién había recibido-Bueno, acabo de llegar aquí y mi departamento es un asco...en ambos sentidos. Si gano me permitirás pasar la noche contigo. Claro que si yo pierdo, estaré dispuesto a hacer lo que desees el resto de la noche- Sonrió. Tenía la ventaja de su "experiencia" en cuestión de beber, pero ese mismo ego podría darle una mala jugada. No sería la primera vez.
Llamó al mesero para volver a ordenar -Otra margarita y otro vodka, pero esta vez...- sacó un billete para depositarlo en el bolsillo de quien lo atendía -deja la botella y que no sea de esas basuras baratas- Se retiró el mesero agradecido por la propina que había recibido
-Entonces...- Agregó mientras terminaba el cigarro. -¿Aceptas el reto o es demasiado?-. Sonrió indicando que él estaba dispuesto a asumir las consecuencias de sus actos.
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 01/08/2014
Re: Una noche de placer (Libre)
Layla se sorprendió al descubrir que su compañero de copas era un recién llegado a la ciudad, la mayoría de los viajeros se instalaban en Galss City con intenciones de iniciar una carrera musical, se preguntó entonces si aquella persona también estaría relacionada con el mundo de la música. Le miró de reojo, sin que su sonrisa pícara se esfumara de sus labios. Le agradaba tratar con colegas, siempre podrían aprenderse cosas interesantes de ellos, e incluso conseguir algunos beneficios. De todos modos no reconoció su rostro, por lo que no era probable que fuera japonés.De todos modos estaba desvariando, siquiera sabía si nombre. -¿Como te llamas?-preguntó al darse cuenta de que no conocía nada de su identidad y pese a todo estaba a punto de aceptar una apuesta ridícula. -Reira-se presentó señalándose a su misma con el índice utilizando su nombre artístico como era costumbre. -¿Vienes a probar suerte en Merveilles?-entornó su mirada, volviéndola analítica, realmente interesada por algo mas que beber unos tragos. Aún estaba en plena búsqueda de músicos para la banda que planeaba conformar, y el asunto iba muy lento. Reino estaba demasiado ocupado con sus asuntos, y sospechaba que si ella misma no ponía manos a la obra el trabajo demoraría muchísimo en conseguir iniciarse. Ya tenían un guitarrista, al menos estaba casi segura de que Andrew aceptaría, sin embargo les faltaba todo lo demás aún.
Su propuesta podría haberle sonado extraña o indecorosa, sin embargo la joven la tomó con extrema liviandad sin preocuparse por ello. Por un lado porque pensaba que sería capaz de ganar la apuesta. Por otro porque, en caso de perder, su casa tenía dormitorios de sobra como para que ese sujeto se quedara a pasar la noche, no era algo que realmente le molestara sobremanera. Su pedido fue sincero y contundente. -¿Sabes cocinar?-se llevo la copa vacía a la mejilla, disfrutando de sentir el frío del vidrio sobre la piel- Si es así, deberás hacer la cena para mi durante una semana.-aquello definitivamente sería como la gloria, era horrible cocinando, y vivía a base de comida comprada, algo que la verdad ya estaba aburriéndola. Era quisquillos con lo que se llevaba a la boca, muy difícil de conformar, así que volvería loco a ese sujeto en caso de que fuera él quien perdiera. -Acepto el reto-respondió completamente convencida, aceptando de manos del mesero su nueva margarita que bebió muy deprisa, consiguiendo un ligero mareo que amenazó con desestabilizarla. Quizás debería quitarse los zapatos, ¡pero una dama nunca pierde su encanto!
Su propuesta podría haberle sonado extraña o indecorosa, sin embargo la joven la tomó con extrema liviandad sin preocuparse por ello. Por un lado porque pensaba que sería capaz de ganar la apuesta. Por otro porque, en caso de perder, su casa tenía dormitorios de sobra como para que ese sujeto se quedara a pasar la noche, no era algo que realmente le molestara sobremanera. Su pedido fue sincero y contundente. -¿Sabes cocinar?-se llevo la copa vacía a la mejilla, disfrutando de sentir el frío del vidrio sobre la piel- Si es así, deberás hacer la cena para mi durante una semana.-aquello definitivamente sería como la gloria, era horrible cocinando, y vivía a base de comida comprada, algo que la verdad ya estaba aburriéndola. Era quisquillos con lo que se llevaba a la boca, muy difícil de conformar, así que volvería loco a ese sujeto en caso de que fuera él quien perdiera. -Acepto el reto-respondió completamente convencida, aceptando de manos del mesero su nueva margarita que bebió muy deprisa, consiguiendo un ligero mareo que amenazó con desestabilizarla. Quizás debería quitarse los zapatos, ¡pero una dama nunca pierde su encanto!
Invitado- Invitado
Re: Una noche de placer (Libre)
Ya empezaban a cocinarse los primeros estragos de la bebida en el cuerpo del joven castaño. Tal vez fue mala idea llegar con el estómago vacío. Pero él estaba convencido que no caería.
-¡Oh, qué descortés soy!- Todo este tiempo hablando con la joven Reira y ni siquiera se había presentado. -Borislav...Rugova- La pensó si era prudente mencionar su apellido, aunque probablemente la moderada fama que tuvo en Europa no era lo suficiente para que su nombre resonara en todo el planeta. Además, la separación fue hace casi un año.
-Tal vez. Quería dejar atrás tantos problemas y "trajeados" entrometidos. Claro que tendré que empezar desde cero. Encontrar miembros será muy complicado-
Decidió estirarse un poco y luego recargarse en la pared cruzado de brazos. -Artista, supongo yo- Era la única palabra que describía a su acompañante, Borislav no estaba seguro de qué tipo de artista se podría tratar.
Volviendo al reto. -¿Cocinar? Sé defenderme- Miró con desafío. Algo le decía que podría ser un reto difícil de cumplir.
Una vez llegado el mesero con el encargo, una botella sin abrir delataba lo que había pedido antes. -Como sospechaba- Susurró. A pesar de ser un bar de "alta sociedad" él había recibido licor barato hasta ahora.
-Otra margarita igual para la señorita, pero esta vez también traiga otro vaso. Es probable que ella quiera pasar a otro nivel-.
Una vez retirado el mesero. Borislav comentó -¡Que comience el juego!
-¡Oh, qué descortés soy!- Todo este tiempo hablando con la joven Reira y ni siquiera se había presentado. -Borislav...Rugova- La pensó si era prudente mencionar su apellido, aunque probablemente la moderada fama que tuvo en Europa no era lo suficiente para que su nombre resonara en todo el planeta. Además, la separación fue hace casi un año.
-Tal vez. Quería dejar atrás tantos problemas y "trajeados" entrometidos. Claro que tendré que empezar desde cero. Encontrar miembros será muy complicado-
Decidió estirarse un poco y luego recargarse en la pared cruzado de brazos. -Artista, supongo yo- Era la única palabra que describía a su acompañante, Borislav no estaba seguro de qué tipo de artista se podría tratar.
Volviendo al reto. -¿Cocinar? Sé defenderme- Miró con desafío. Algo le decía que podría ser un reto difícil de cumplir.
Una vez llegado el mesero con el encargo, una botella sin abrir delataba lo que había pedido antes. -Como sospechaba- Susurró. A pesar de ser un bar de "alta sociedad" él había recibido licor barato hasta ahora.
-Otra margarita igual para la señorita, pero esta vez también traiga otro vaso. Es probable que ella quiera pasar a otro nivel-.
Una vez retirado el mesero. Borislav comentó -¡Que comience el juego!
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 01/08/2014
Re: Una noche de placer (Libre)
Escuchó su nombre, intentando retenerlo para en el futuro poder recabar algo de información sobre él, si era artista seguro podría conseguir algo en Internet, sin embargo dudaba que fuera capaz de recordar un nombre tan extraño y complicado. ¿De que origen sería? Era la primera vez que lo escuchaba. Por como hablaba era evidente que era músico o vocalista, y al parecer buscaba un grupo. Claro que no era momento para arruinar la diversión con trabajo, sin embargo dejó una nota mental de que luego preguntaría más al respecto. Necesitaba encontrar pronto a los miembros que faltaban si quería empezar de una buena vez con su carrera en esas ciudad. ¡Estaba perdiendo de tiempo valioso! La juventud no era eterna, y la belleza tampoco, y era conciente de que más allá de su talento su aspecto era también un gran atractivo. Se había prometido que tras esa noche comenzaría a buscar con seriedad, consultaría en el sello, debían contar con alguna clase de base de datos de los músicos disponibles, y quizás pudiera conocerlos. La presión de saber que la elección acabaría cayendo sobre sus espaldas era desagradable, no confiaba del todo en su propio criterio y antes de darle un si definitivo a cualquier postulante deseaba que su manager lo conociera.
El pacto entre ellos pronto estuvo sellado, ambos habían aceptado el pedido de su contrincante, y estaban listos para dejarlo todo por conseguir el objetivo. De sólo pensar que tendría un cocinero personalizado por una semana se le hacía agua la boca. ¡Había tantos platillos deliciosos que deseaba y era incapaz de preparar! Sería un placer conseguirlo, así que se esforzaría al máximo hasta alcanzar el objetivo. Aceptó la tercera margarita sin queja, sin embargo al terminarla en un suspiro se unió al vodka de buena calidad que su acompañante había comprado. Era fuerte, y le hacía escocer la garganta cada vez que lo bebía, pero pronto se acostumbro a su sabor, y consiguió beberlo con más prisa. -¡Mas hielo!-le pidió al mozo ya que no consideraba que estuviera lo suficientemente frío. La bebida fluía entre ellos a buen ritmo, y ya habían bebido la mitad de la segunda botella cuando Layla comenzó a sentirse realmente revuelta. Abrió y cerro la boca, sintiendo las nauseas en la boca del estomago. Síntoma de que su hígado no estaba dispuesto a procesar mas alcohol. -Yo...ya....regreso-balbuceó antes de irse lo más deprisa que pudo hasta los baños mixtos del local, encerrándose en uno de los cubículos para vaciar su estómago en el retrete. -Que asco...-lloriqueó limpiándose los labios con un pañuelo que llevaba en la cartera. Tenía un gusto desagradable en la boca, y aún las nauseas no se iban del todo. ¿Podría decirse que acababa de perder la apuesta?
El pacto entre ellos pronto estuvo sellado, ambos habían aceptado el pedido de su contrincante, y estaban listos para dejarlo todo por conseguir el objetivo. De sólo pensar que tendría un cocinero personalizado por una semana se le hacía agua la boca. ¡Había tantos platillos deliciosos que deseaba y era incapaz de preparar! Sería un placer conseguirlo, así que se esforzaría al máximo hasta alcanzar el objetivo. Aceptó la tercera margarita sin queja, sin embargo al terminarla en un suspiro se unió al vodka de buena calidad que su acompañante había comprado. Era fuerte, y le hacía escocer la garganta cada vez que lo bebía, pero pronto se acostumbro a su sabor, y consiguió beberlo con más prisa. -¡Mas hielo!-le pidió al mozo ya que no consideraba que estuviera lo suficientemente frío. La bebida fluía entre ellos a buen ritmo, y ya habían bebido la mitad de la segunda botella cuando Layla comenzó a sentirse realmente revuelta. Abrió y cerro la boca, sintiendo las nauseas en la boca del estomago. Síntoma de que su hígado no estaba dispuesto a procesar mas alcohol. -Yo...ya....regreso-balbuceó antes de irse lo más deprisa que pudo hasta los baños mixtos del local, encerrándose en uno de los cubículos para vaciar su estómago en el retrete. -Que asco...-lloriqueó limpiándose los labios con un pañuelo que llevaba en la cartera. Tenía un gusto desagradable en la boca, y aún las nauseas no se iban del todo. ¿Podría decirse que acababa de perder la apuesta?
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Re: Una noche de placer (Libre)
La bebida empezaba a fluía y fluía entre esos dos, y más que el joven apreciaba más de un licor de calidad en vez de algo barato. Además había una apuesta de por medio que la hacía interesante, aunque Borislav quería más ganar el reto que la recompensa en si, pero sí anhelaba dormir en un lugar decente en mucho tiempo.
La hora de la verdad se acercaba y no sólo Reira empezaba a sentir las consecuencias, también el joven Serbio empezó a sentir en su cuerpo los mareos, síntoma que su cuerpo no tardaría en llegar a un límite. ¡Cuando alguien empieza a tomar vodka como agua es señal que algo puede salir mal! Sólo que no se daría el lujo de perder.
-¿Te sientes bien?- Preguntó al ver que su acompañante empezaba a notarse afectada por el alcohol. Un rato después ella tuvo que retirarse, parece que ella había llegado a su límite.
-¡Creo que gané!- Pensó mientras también colocaba sus manos en sus rodillas y veía al suelo respirando agitadamente. Él también estaba cerca de su límite. Después se levantó tratando de calmarse y no aparentar estar en mala condición.
-Creo que iré por ella- Se dirigió a los baños, no sin antes llevarse la botella por la que había pagado, pero ya quedaba poco.
-¿Cómo sigues?- Mencionó cuando entró. -Descuida, suele pasar- Soltó una leve risa para después terminar el último trago de la botella, que fue finalizado con un gesto y quejido de desagrado.
La hora de la verdad se acercaba y no sólo Reira empezaba a sentir las consecuencias, también el joven Serbio empezó a sentir en su cuerpo los mareos, síntoma que su cuerpo no tardaría en llegar a un límite. ¡Cuando alguien empieza a tomar vodka como agua es señal que algo puede salir mal! Sólo que no se daría el lujo de perder.
-¿Te sientes bien?- Preguntó al ver que su acompañante empezaba a notarse afectada por el alcohol. Un rato después ella tuvo que retirarse, parece que ella había llegado a su límite.
-¡Creo que gané!- Pensó mientras también colocaba sus manos en sus rodillas y veía al suelo respirando agitadamente. Él también estaba cerca de su límite. Después se levantó tratando de calmarse y no aparentar estar en mala condición.
-Creo que iré por ella- Se dirigió a los baños, no sin antes llevarse la botella por la que había pagado, pero ya quedaba poco.
-¿Cómo sigues?- Mencionó cuando entró. -Descuida, suele pasar- Soltó una leve risa para después terminar el último trago de la botella, que fue finalizado con un gesto y quejido de desagrado.
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
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Fecha de inscripción : 01/08/2014
Re: Una noche de placer (Libre)
Se demoró un poco más dentro del pequeño cubículo del baño, en busca de algo de privacidad hasta lograr componerse un poco. No le gustaba la idea de hacer el ridículo frente a miradas extrañas, al menos debía proteger un poco su integridad. Pasaron unos cuantos minutos hasta que sintió que su estomago se estabilizaba un poco y finalmente salió para poder beber algo de agua fresca del lava manos. Se enjuagó la boca y los labios, bebiendo también un poco sólo para limpiar el reflujo que sentía en la garganta. Apoyó ambas manos a los lados de la mesada de fórmica y se miró al espejo cuadrado frente a ella. Lo que vio no le gustó del todo, llevaba aquel hermoso vestido, y su maquillaje estaba intacto, sin embargo el color pálido de su piel y sus pequeñas ojeras no formaban parte del cuadro habitual. Suspiró comprendiendo que se había pasado con la bebida, y que ya era más que suficiente por esa noche. Regresar a su casa, darse una ducha rápida y echarse a dormir era todo en lo que quería pensar. Se llevo las manos húmedas a su abundante cabellera llevándola hacia atrás, para después mirar de reojo a su colega, quien parecía feliz con su victoria. -Bien, parece que ganaste...-aquello no debería sorprenderla, ella estaba poco acostumbrada a beber, y tenía una pésima tolerancia al alcohol, sin embargo la ilusión de tener un cocinero por una semana se había estropeado, y eso la entristecía. -Estoy bien-afirmó regresando un poco a su perfil rigurosamente cuidadoso cuando se encontraba con desconocidos. Manteniendo aquella fachada de mujer seria y seductora.
Llevó las manos hacia arriba, estirando sus brazos para desperezarse. El sueño había llegado de repente, y un bostezo irrumpió irrespetuoso en sus labios. -Creo que necesito dormir-comentó frotándose un ojo con cuidado de no estropear el maquillaje. -¿Nos vamos?-ya había asumido que Borislav iría con ella como parte del trato previo. Le hizo una seña para que la siguiera, y se decidió a ingresar de nuevo al bar para poder atravesar la marea de personas hasta la puerta. El sitio se había llenado mucho mas durante el tiempo que ellos habían estado en el patio, le resultó complicado escurrirse entre los pegajosos cuerpos que se movían al son de la música en la pista, sin embargo parecía que llegaría sana y salva hasta la salida cuando un hombre alto que llevaba dos cervezas cargadas en las manos chocó con ella volcando su contenido en su cabello y la parte delantera del vestido. La joven soltó un grito de sorpresa, además la bebida estaba helada, y se pegoteaba a su cuerpo de un modo asqueroso. El tipo no parecía interesado en disculparse, y al contrario mostraba un gesto enfadado por la pérdida de la bebida. -¡Idiota ve con mas cuidado!-le recriminó furiosa apretando los puños sabiendo que sería inútil pelearse con alguien como él.
Llevó las manos hacia arriba, estirando sus brazos para desperezarse. El sueño había llegado de repente, y un bostezo irrumpió irrespetuoso en sus labios. -Creo que necesito dormir-comentó frotándose un ojo con cuidado de no estropear el maquillaje. -¿Nos vamos?-ya había asumido que Borislav iría con ella como parte del trato previo. Le hizo una seña para que la siguiera, y se decidió a ingresar de nuevo al bar para poder atravesar la marea de personas hasta la puerta. El sitio se había llenado mucho mas durante el tiempo que ellos habían estado en el patio, le resultó complicado escurrirse entre los pegajosos cuerpos que se movían al son de la música en la pista, sin embargo parecía que llegaría sana y salva hasta la salida cuando un hombre alto que llevaba dos cervezas cargadas en las manos chocó con ella volcando su contenido en su cabello y la parte delantera del vestido. La joven soltó un grito de sorpresa, además la bebida estaba helada, y se pegoteaba a su cuerpo de un modo asqueroso. El tipo no parecía interesado en disculparse, y al contrario mostraba un gesto enfadado por la pérdida de la bebida. -¡Idiota ve con mas cuidado!-le recriminó furiosa apretando los puños sabiendo que sería inútil pelearse con alguien como él.
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Re: Una noche de placer (Libre)
Haciendo un gesto de victoria con las manos y sonriendo a Reira le contestó con orgullo -¡Claro!- Si bien no quería demostrar que a duras penas podía mantener una apariencia casi sobria no ocultaba su felicidad al "ganar el duelo".
Siguió a su acompañante hasta la salida, pero en el transcurso ocurrió un accidente con las bebidas de otra persona. Por desgracia el alcohol en el cuerpo del joven Borsilav decidió hablar. -¡Oye gorila! ¡Pídele una disculpa a la dama!- El hombre sólo lo miró y burlonamente le contestó -¿Pedirle perdón a una cualquiera como ella?- Miró sínicamente al joven que parecía hablar en serio a pesar de su estado, al cual bañó con la poca cerveza que le quedaba en uno de los tarros -¡Págame otra cerveza, niño!-
Borislav sólo observó con una sonrisa la cerveza que tenía impregnada en su cara. -Yo creo que no- Tiró el otro tarro desafiándolo.
El hombre alto, molesto, golpeó en la nariz a Borislav que por el impactó se hizo para atrás al recibir el golpe en la nariz. No es la primera vez que el joven Serbio se metía en pleitos así, por lo que fue un golpe al que se ha acostumbrado a recibir.
Quejándose un poco -wow...creo que esto dolerá mañana, pero...- Se acercó al "gorila" mientras contemplaba que había salido un poco de sangre de su nariz -A ti te dolerá hoy- Con rapidez golpeó con la rodilla el estómago del hombre para luego aprovechar y golpearle la quijada. Lo suficiente para noquearlo por un momento y salir del lugar.
-¡Bueno, ya podemos irnos!- Tomando de la muñeca a Reira y aprovechando la confusión salieron velozmente hasta poder perderse en la multitud
Una vez afuera, el joven castaño no puedo evitar soltarse a reír mientras se dirigía a un rincón. Se volivó a sostener de sus rodillas viendo al suelo, pero sin dejar las carcajadas -¡Vaya! No llevo más de 7 horas aquí y ya golpee a alguien. ¡Vaya que rompí mi récord!- Acto seguido no pudo evitar vomitar. A lo que bromista volteó a preguntar -¿Sigo ganando?-
Siguió a su acompañante hasta la salida, pero en el transcurso ocurrió un accidente con las bebidas de otra persona. Por desgracia el alcohol en el cuerpo del joven Borsilav decidió hablar. -¡Oye gorila! ¡Pídele una disculpa a la dama!- El hombre sólo lo miró y burlonamente le contestó -¿Pedirle perdón a una cualquiera como ella?- Miró sínicamente al joven que parecía hablar en serio a pesar de su estado, al cual bañó con la poca cerveza que le quedaba en uno de los tarros -¡Págame otra cerveza, niño!-
Borislav sólo observó con una sonrisa la cerveza que tenía impregnada en su cara. -Yo creo que no- Tiró el otro tarro desafiándolo.
El hombre alto, molesto, golpeó en la nariz a Borislav que por el impactó se hizo para atrás al recibir el golpe en la nariz. No es la primera vez que el joven Serbio se metía en pleitos así, por lo que fue un golpe al que se ha acostumbrado a recibir.
Quejándose un poco -wow...creo que esto dolerá mañana, pero...- Se acercó al "gorila" mientras contemplaba que había salido un poco de sangre de su nariz -A ti te dolerá hoy- Con rapidez golpeó con la rodilla el estómago del hombre para luego aprovechar y golpearle la quijada. Lo suficiente para noquearlo por un momento y salir del lugar.
-¡Bueno, ya podemos irnos!- Tomando de la muñeca a Reira y aprovechando la confusión salieron velozmente hasta poder perderse en la multitud
Una vez afuera, el joven castaño no puedo evitar soltarse a reír mientras se dirigía a un rincón. Se volivó a sostener de sus rodillas viendo al suelo, pero sin dejar las carcajadas -¡Vaya! No llevo más de 7 horas aquí y ya golpee a alguien. ¡Vaya que rompí mi récord!- Acto seguido no pudo evitar vomitar. A lo que bromista volteó a preguntar -¿Sigo ganando?-
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
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Fecha de inscripción : 01/08/2014
Re: Una noche de placer (Libre)
No esperaba que el hombre que la acompañara interviniera, pero así fue, y muy pronto se inició una pelea de puños entre ambos. Por fortuna todo acabó muy deprisa, y enseguida se encontraron en el exterior del bar. La brisa fresca de la noche la estremeció, no llevaba abrigo y su falda era muy corta, sin embargo la ayudaba a superar mejor las nauseas y pensar con más claridad. Comenzaba a sentir un dolor de cabeza en medio de la frente que probablemente empeorara a lo largo de la noche hasta convertirse en una resaca insoportable en la mañana. Cerró los ojos un momento y respiró hondo, intentando aliviar la variedad de malestares de su cuerpo. Ahora que a todo el asunto se había sumado cerveza pegoteada en su cabello y su cuerpo no podía esperar por llegar a casa y darse una ducha. -¿Estas bien?-preguntó viendo al joven quien respondió vomitando el contenido de su estomago en la calle, no pudo evitar sonreír con cierta malicia al descubrir que no era la única que se había excedido con ese asunto. -Sigues ganando de todos modos-respondió manteniendo su sonrisa, algo de sangre manchaba el rostro del hombre, evidentemente su nariz se estaba hinchando, pero no parecía rota.
Se acercó a la calle para poder buscar un taxi, no demoró mucho en conseguir uno vacío y subir en la parte trasera esperando que Borislav la siguiera. Le indicó al conductor su dirección y se sobó suavemente los brazos, sentía la piel helada por el clima del exterior, pero al menos en el auto había calefacción. -¿Duele?-preguntó viendo de reojo su herida para después atreverse a tocar su nariz con cuidado de no hacerle daño, revisando si tenía algún hueso roto, algo que enseguida descartó. -Te daré un poco de hielo en casa, ayudara con la inflamación-sonrió amablemente y descansó la nuca sobre el asiento, con pereza y cansancio. Se llevó ambas manos a sus sienes acariciando suavemente la zona que le dolía, la jaqueca empeoraba minuto a minuto, y estaba claro que se volvería intolerable en la mañana. -¿De donde eres? -preguntó como si nada, con intenciones de conocer un poco más del desconocido que estaba llevando a su casa, algo que de seguro su manager hubiera desaprobado. -Tu nombre es extraño... Nunca lo había oído-además sus rasgos y contextura no parecían americanos ni japoneses.
-¡Llegamos!-exclamó cuando el vehículo se detuvo frente a su puerta, buscando su billetera para pagar por el servicio y luego descender del auto mientras revolvía la cartera hasta encontrar las llaves. Ingresó en el sitio dejando la puerta abierta de modo que el otro pudiera seguirla, se sentó en la sala para quitarse los zapatos, sintiendo un gran alivio cuando las plantas de sus pies descansaron sobre el suelo liso. Se paso las manos por el rostro, sintiendo de nuevo aquel asqueroso pegote producto de la cerveza. -Iré a darme un baño-anunció esperando que el chico pudiera instalarse sin su ayuda, dejó su cartera por allí y lo miró, recordando entonces su herida. Fue hasta la cocina recogiendo una bolsa con hielo de la nevera y se la entregó. -Puedes usar el baño de la planta baja, y hay jugo fresco en la cocina. Ponte cómodo-tras mencionar esos detalles se dirigió al piso superior, deseosa de quitar toda esa suciedad de su cuerpo.
Se acercó a la calle para poder buscar un taxi, no demoró mucho en conseguir uno vacío y subir en la parte trasera esperando que Borislav la siguiera. Le indicó al conductor su dirección y se sobó suavemente los brazos, sentía la piel helada por el clima del exterior, pero al menos en el auto había calefacción. -¿Duele?-preguntó viendo de reojo su herida para después atreverse a tocar su nariz con cuidado de no hacerle daño, revisando si tenía algún hueso roto, algo que enseguida descartó. -Te daré un poco de hielo en casa, ayudara con la inflamación-sonrió amablemente y descansó la nuca sobre el asiento, con pereza y cansancio. Se llevó ambas manos a sus sienes acariciando suavemente la zona que le dolía, la jaqueca empeoraba minuto a minuto, y estaba claro que se volvería intolerable en la mañana. -¿De donde eres? -preguntó como si nada, con intenciones de conocer un poco más del desconocido que estaba llevando a su casa, algo que de seguro su manager hubiera desaprobado. -Tu nombre es extraño... Nunca lo había oído-además sus rasgos y contextura no parecían americanos ni japoneses.
-¡Llegamos!-exclamó cuando el vehículo se detuvo frente a su puerta, buscando su billetera para pagar por el servicio y luego descender del auto mientras revolvía la cartera hasta encontrar las llaves. Ingresó en el sitio dejando la puerta abierta de modo que el otro pudiera seguirla, se sentó en la sala para quitarse los zapatos, sintiendo un gran alivio cuando las plantas de sus pies descansaron sobre el suelo liso. Se paso las manos por el rostro, sintiendo de nuevo aquel asqueroso pegote producto de la cerveza. -Iré a darme un baño-anunció esperando que el chico pudiera instalarse sin su ayuda, dejó su cartera por allí y lo miró, recordando entonces su herida. Fue hasta la cocina recogiendo una bolsa con hielo de la nevera y se la entregó. -Puedes usar el baño de la planta baja, y hay jugo fresco en la cocina. Ponte cómodo-tras mencionar esos detalles se dirigió al piso superior, deseosa de quitar toda esa suciedad de su cuerpo.
- Fachada de la casa:
- Interior:
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