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(R) Primera vez. (+18)
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Music is War :: Sucesos :: Memorias
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Re: (R) Primera vez. (+18)
- lo he comprobado, glass city tiene muchos lugares interesantes... Me encanta la arquitectura del lugar pero también sus tiendas de música, son asombrosas - le contestó animada en lo que recordaba aquella cantidad de discos de cantantes de ópera que había conseguido ahí, eran muy raros en su país y por eso no dudo más de una vez en llevárselos a casa.
La parada cada vez estaba cercana y Reed había apresurado el paso para llegar, bueno, al menos ya se encontraba más dispuesto a dejarse a ayudar. Tal vez aquel chico en realidad era orgulloso pero decidió no fastidiarle con ese echo, en otra ocación lo haría sin estar ondeada de rufianes.
Otra pregunta sobre ella, esto se esta tornando interesante.
- pues recientemente fui aceptada en una compañía de ópera en mi país, ahí trabajaría y estudiaría al mismo tiempo - aunque por esa mención de su trabajo, a cara de Katherine se entristeció un poco al recordar a su novio que la había condicionado a dejar su sueño, algo imperdonable. - y por lo que vi tu también te dedicas a la música.
Al llegar a la calle transitada alzó la mano más para que se detuviera alguien aunque pasó mucho tiempo para ello hasta que un taxi se paró frente ellos y ella se sentó en la parte de atrás esperando al otro a subirse, siendo la inglesa quien diera la indicación de ir al hotel.
- primera fase de la misión ¡Terminada! - tal vez el alcohol no la dejaba actuar y hablar con caridad en todo.
La parada cada vez estaba cercana y Reed había apresurado el paso para llegar, bueno, al menos ya se encontraba más dispuesto a dejarse a ayudar. Tal vez aquel chico en realidad era orgulloso pero decidió no fastidiarle con ese echo, en otra ocación lo haría sin estar ondeada de rufianes.
Otra pregunta sobre ella, esto se esta tornando interesante.
- pues recientemente fui aceptada en una compañía de ópera en mi país, ahí trabajaría y estudiaría al mismo tiempo - aunque por esa mención de su trabajo, a cara de Katherine se entristeció un poco al recordar a su novio que la había condicionado a dejar su sueño, algo imperdonable. - y por lo que vi tu también te dedicas a la música.
Al llegar a la calle transitada alzó la mano más para que se detuviera alguien aunque pasó mucho tiempo para ello hasta que un taxi se paró frente ellos y ella se sentó en la parte de atrás esperando al otro a subirse, siendo la inglesa quien diera la indicación de ir al hotel.
- primera fase de la misión ¡Terminada! - tal vez el alcohol no la dejaba actuar y hablar con caridad en todo.
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
Mensajes : 550
Fecha de inscripción : 04/04/2013
Re: (R) Primera vez. (+18)
No le sorprendió que Katherine estuviera tan maravillada con la gran cantidad de música que las tiendas de la ciudad podían ofrecerle, después de todo esa era la gracia de Glass City, ser la capital y principal productora de música a nivel mundial.
Pensó en hacerle un par de recomendaciones de conciertos a los que asistir pues los domingos habían presentaciones en vivo de artistas amateur que decidían probar suerte en el Glass Dome. Eran eventos semanales y con entrada liberada, se les promocionaba con volantes incluso en los sectores bajos.
Pero se quedó callado, decidido a comentárselo después. No podía prestarle demasiada atención a este asunto en particular ni a la conversación en sí, su único objetivo era llegar a la parada antes de que los tipos que mostraban atisbo de querer acercarse lo hicieran. Eran muchos, si les daba por unirse estaba jodido así que solo le quedaba apurar el paso y rogar a que el bus llegara pronto.
– S-si... Bueno, algo así... Más bien, solía hacerlo... – respondió distraído ante su deducción. No quería entrar en detalles de su actual ocupación, ni ahora ni más tarde.
Ambos se encontraban ya en la parada cuando Reed decidió detenerse sobre las palabras de Kat, comprendiendo bien la razón por la que se encontraba allí. No pudo evitar sorprenderse al escuchar que cantaba ópera, pues en tal circunstancia jamás lo hubiera adivinado.
Estaba bastante sumido en su propio nerviosismo dado a los distintos personajes que de lejos les observaban, pero por suerte la inglesa se adelantó en levantar la mano al divisar un taxi. Reed la siguió y se subió al vehículo como por acto reflejo pero, una vez dentro, cayó en cuenta de cuán caro les costaría la gracia debido a la hora y la distancia a recorrer. No tardó mucho en comprender que ella quería pagarle el viaje, por lo que se volvió a observarla un tanto incómodo, sin compartir su buen humor.
– ...¿Estás segura? – Preguntó avergonzado.
Pensó en hacerle un par de recomendaciones de conciertos a los que asistir pues los domingos habían presentaciones en vivo de artistas amateur que decidían probar suerte en el Glass Dome. Eran eventos semanales y con entrada liberada, se les promocionaba con volantes incluso en los sectores bajos.
Pero se quedó callado, decidido a comentárselo después. No podía prestarle demasiada atención a este asunto en particular ni a la conversación en sí, su único objetivo era llegar a la parada antes de que los tipos que mostraban atisbo de querer acercarse lo hicieran. Eran muchos, si les daba por unirse estaba jodido así que solo le quedaba apurar el paso y rogar a que el bus llegara pronto.
– S-si... Bueno, algo así... Más bien, solía hacerlo... – respondió distraído ante su deducción. No quería entrar en detalles de su actual ocupación, ni ahora ni más tarde.
Ambos se encontraban ya en la parada cuando Reed decidió detenerse sobre las palabras de Kat, comprendiendo bien la razón por la que se encontraba allí. No pudo evitar sorprenderse al escuchar que cantaba ópera, pues en tal circunstancia jamás lo hubiera adivinado.
Estaba bastante sumido en su propio nerviosismo dado a los distintos personajes que de lejos les observaban, pero por suerte la inglesa se adelantó en levantar la mano al divisar un taxi. Reed la siguió y se subió al vehículo como por acto reflejo pero, una vez dentro, cayó en cuenta de cuán caro les costaría la gracia debido a la hora y la distancia a recorrer. No tardó mucho en comprender que ella quería pagarle el viaje, por lo que se volvió a observarla un tanto incómodo, sin compartir su buen humor.
– ...¿Estás segura? – Preguntó avergonzado.
Reino- Moderador
- Ocupación : Manager
Mensajes : 1266
Fecha de inscripción : 25/10/2012
Re: (R) Primera vez. (+18)
Las luces iban incrementando de intensidad y de un sano brillo de ciudad apenas se retiraba de los barrios bajos de Glass City y Katherine suspiró aliviada de encontrarse retirada de ese lugar y de aquellos ojos que la observaban sin desmedida. No eran las mismas miradas dedicadas en su país natal, las cuales se asombraban de la belleza, "sexyness" y encanto de Kat. Al contrario, eran unas de lujuria hambrienta, envidia y codicia.
- ¿A que te referías con que solías hacerlo? ¿Acaso ya no cantas ni tocas? - pregunto curiosa mientras seguía viendo los edificios y las calles emocionada. La voz de alegría y emoción se hizo más suelta en el taxi, pues ya de nuevo aquel recuerdo reciente de aquella llamada no estaba presente.
Algo que naturalmente le asombraba es que el chico no parecía sorprendido por semejante género al que se involucraba el cual requería saber actuar y bailar, por que lo normal sería oir que alguien intentaba ganarse nombre en los géneros del rock o el pop. Decidió no darle importancia por aquella situación, excepto cuando su voz pareció cambiarse por una mas molesta.
¿Ahora que había hecho? Estaba un poco exaltada pero no para que se pusiera así.
- Claro que si, viajaremos en taxi y llegaremos a mi hotel - se acercó más al otro mirandole con seriedad aunque más bien parecía una niña que se había encaprichado con algo - Además, los precios de los taxis aqui son un alivio comparado a los de Londres. - luego se recargó en el sin mesuras mientras tarareaba algo al azar.
El tiempo en el taxi parecía lento o eterno aunque los edificios parecían quedar atrás por los nuevos con cierta rapidez mas Katherine se encontraba calmada.
Iba a buscar su celular para avisar a sus compañeras de viaje que ya andaba en taxi hacia el hotel pero cuando tomó su bolso recordó que después de aquella llamada ella lo había tirado al suelo, probablemente estaría roto o alguien se lo habría llevado.
- Fuck... - suspiró en voz baja pues ahora tendría que conseguirse uno nuevo y poner todos los contactos que tenía. Y por culpa de su reacción se había acordado de su novio y sus paranoias. Katherine se frotó un poco los ojos para intentar contener sus lagrimas de enojo como si pareciera que en realidad tenía sueño. Luego vio a aquel chico de nuevo, el cual era atractivo y podría tener unas cuantas chicas a sus pies - Reed, nunca fuerces a una mujer a abandonar sus sueños - le recomendó mientras lo miraba con cierta tristeza en sus ojos aunque quisiera parecer seria - Eso le partiría el corazón.
"Reed es lindo" - pensó mientras acercaba su cara a la del otro - "Muy lindo" - Tal vez ya estaba desvariando un poco pues le dieron unas profundas ganas de besarlo.
Y no se negó aquel extraño deseo. Los labios de Katherine tocaron los del joven músico primero en un beso suave y luego lamió sus labios un poco, quedandose con las ganas de seguir probandolo.
- Y-yo... lo siento - la joven inglesa se tocó las mejillas al sentirlas arder de aquel sonrojo que tenía aunque sus gestos parecían ser apenados de lo que había hecho, aunque no se arrepentía de lo sucedido. De cierta manera se encontraba feliz.
- ¿A que te referías con que solías hacerlo? ¿Acaso ya no cantas ni tocas? - pregunto curiosa mientras seguía viendo los edificios y las calles emocionada. La voz de alegría y emoción se hizo más suelta en el taxi, pues ya de nuevo aquel recuerdo reciente de aquella llamada no estaba presente.
Algo que naturalmente le asombraba es que el chico no parecía sorprendido por semejante género al que se involucraba el cual requería saber actuar y bailar, por que lo normal sería oir que alguien intentaba ganarse nombre en los géneros del rock o el pop. Decidió no darle importancia por aquella situación, excepto cuando su voz pareció cambiarse por una mas molesta.
¿Ahora que había hecho? Estaba un poco exaltada pero no para que se pusiera así.
- Claro que si, viajaremos en taxi y llegaremos a mi hotel - se acercó más al otro mirandole con seriedad aunque más bien parecía una niña que se había encaprichado con algo - Además, los precios de los taxis aqui son un alivio comparado a los de Londres. - luego se recargó en el sin mesuras mientras tarareaba algo al azar.
El tiempo en el taxi parecía lento o eterno aunque los edificios parecían quedar atrás por los nuevos con cierta rapidez mas Katherine se encontraba calmada.
Iba a buscar su celular para avisar a sus compañeras de viaje que ya andaba en taxi hacia el hotel pero cuando tomó su bolso recordó que después de aquella llamada ella lo había tirado al suelo, probablemente estaría roto o alguien se lo habría llevado.
- Fuck... - suspiró en voz baja pues ahora tendría que conseguirse uno nuevo y poner todos los contactos que tenía. Y por culpa de su reacción se había acordado de su novio y sus paranoias. Katherine se frotó un poco los ojos para intentar contener sus lagrimas de enojo como si pareciera que en realidad tenía sueño. Luego vio a aquel chico de nuevo, el cual era atractivo y podría tener unas cuantas chicas a sus pies - Reed, nunca fuerces a una mujer a abandonar sus sueños - le recomendó mientras lo miraba con cierta tristeza en sus ojos aunque quisiera parecer seria - Eso le partiría el corazón.
"Reed es lindo" - pensó mientras acercaba su cara a la del otro - "Muy lindo" - Tal vez ya estaba desvariando un poco pues le dieron unas profundas ganas de besarlo.
Y no se negó aquel extraño deseo. Los labios de Katherine tocaron los del joven músico primero en un beso suave y luego lamió sus labios un poco, quedandose con las ganas de seguir probandolo.
- Y-yo... lo siento - la joven inglesa se tocó las mejillas al sentirlas arder de aquel sonrojo que tenía aunque sus gestos parecían ser apenados de lo que había hecho, aunque no se arrepentía de lo sucedido. De cierta manera se encontraba feliz.
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
Mensajes : 550
Fecha de inscripción : 04/04/2013
Re: (R) Primera vez. (+18)
Dentro del auto el ambiente se respiraba mejor, ambos estaban a salvo y más tranquilos, aún cuando el taxista dirigió una mirada reticente a Reed cuando éste se subió. Él le devolvió una expresión amenazadora por el espejo retrovisor, lo cual puso un tanto nervioso al conductor. Sin embargo, apenas Kat retomó el tema de conversación anterior él desvió su atención del asunto, algo muy pertinente, considerando que resultaba del todo innecesario ponerse a discutir con quien estaba al volante.
– Antes ganaba dinero tocando en las calles... Siempre he querido ganarme la vida haciendo música, sea de la forma que sea, considero que es algo digno – dijo con nostalgia, recordándose mentalmente que así no ganaría suficiente para proteger a su esforzada madre de la pobreza. – Pero no se puede. – Sentenció sin querer ahondar más en el tema.
Apoyó el codo en el marco de su ventana, su mentón en la mano correspondiente y volvió la vista hacia el cristal, contemplando en silencio el paisaje luminoso y distorsionado que le ofrecía la ciudad a esas altas horas de la noche.
La muchacha parecía disgustada por su actitud un tanto aguafiestas pero Reed solo se limitó a observarla con el rabillo del ojo, indiferente, sin querer explicarle que no estaba acostumbrado a que otra persona pagara tanto por él. Le daba mucho corte... Pero le daba aún más corte entrar a aclarar lo que parecía un malentendido. Solo se quedó callado, permitiéndole acomodarse a gusto sobre él.
Permanecieron un largo rato en silencio cuando, de un momento a otro, Kat le dio lo que parecía ser un consejo amoroso. Reed abandonó su postura tranquila y se volvió hacia ella, sorprendido.
– ¿Ah? – Fue lo único que soltó ante su comentario, ¿por qué estaban hablando de eso? Él ni siquiera tenía novia, además, ¿cómo podía privar a alguien de sus sueños si él mismo se había visto obligado a abandonar los suyos y conocía ese dolor? – N-no... Yo... – comenzó a balbucear, intentando formular una respuesta hasta que, de la nada, los labios de la mayor se detuvieron sobre los suyos, causándole una fuerte impresión.
Un calor inusitado se apoderó de sus mejillas y de todo su cuerpo, algo que jamás había experimentado con anterioridad. A diferencia de sus amigos, él solía ser muy tímido con las mujeres que le gustaban por lo que rehuía a ese tipo de contacto, y ésta no era la excepción. Bloqueado, solo atinó a sacudir la cabeza en son de negación cuando la muchacha se disculpó por su accionar. De hecho, quería que lo repitiera pero no sabía cómo decírselo.
De súbito, el taxista indicó de mala gana que ya habían llegado a destino.
– Esto es... ¡¿Royal Diamond?! – Exclamó Reed al echar un vistazo hacia afuera, era solo la fachada externa pero el hotel era gigante y contaba con una serie de uniformados en la entrada. – ¡Woaaa! ¡Ge-genial! – Comentó con los ojos brillantes, cuán niño de cinco años que acababa de llegar a Disney.
– Antes ganaba dinero tocando en las calles... Siempre he querido ganarme la vida haciendo música, sea de la forma que sea, considero que es algo digno – dijo con nostalgia, recordándose mentalmente que así no ganaría suficiente para proteger a su esforzada madre de la pobreza. – Pero no se puede. – Sentenció sin querer ahondar más en el tema.
Apoyó el codo en el marco de su ventana, su mentón en la mano correspondiente y volvió la vista hacia el cristal, contemplando en silencio el paisaje luminoso y distorsionado que le ofrecía la ciudad a esas altas horas de la noche.
La muchacha parecía disgustada por su actitud un tanto aguafiestas pero Reed solo se limitó a observarla con el rabillo del ojo, indiferente, sin querer explicarle que no estaba acostumbrado a que otra persona pagara tanto por él. Le daba mucho corte... Pero le daba aún más corte entrar a aclarar lo que parecía un malentendido. Solo se quedó callado, permitiéndole acomodarse a gusto sobre él.
Permanecieron un largo rato en silencio cuando, de un momento a otro, Kat le dio lo que parecía ser un consejo amoroso. Reed abandonó su postura tranquila y se volvió hacia ella, sorprendido.
– ¿Ah? – Fue lo único que soltó ante su comentario, ¿por qué estaban hablando de eso? Él ni siquiera tenía novia, además, ¿cómo podía privar a alguien de sus sueños si él mismo se había visto obligado a abandonar los suyos y conocía ese dolor? – N-no... Yo... – comenzó a balbucear, intentando formular una respuesta hasta que, de la nada, los labios de la mayor se detuvieron sobre los suyos, causándole una fuerte impresión.
Un calor inusitado se apoderó de sus mejillas y de todo su cuerpo, algo que jamás había experimentado con anterioridad. A diferencia de sus amigos, él solía ser muy tímido con las mujeres que le gustaban por lo que rehuía a ese tipo de contacto, y ésta no era la excepción. Bloqueado, solo atinó a sacudir la cabeza en son de negación cuando la muchacha se disculpó por su accionar. De hecho, quería que lo repitiera pero no sabía cómo decírselo.
De súbito, el taxista indicó de mala gana que ya habían llegado a destino.
– Esto es... ¡¿Royal Diamond?! – Exclamó Reed al echar un vistazo hacia afuera, era solo la fachada externa pero el hotel era gigante y contaba con una serie de uniformados en la entrada. – ¡Woaaa! ¡Ge-genial! – Comentó con los ojos brillantes, cuán niño de cinco años que acababa de llegar a Disney.
Reino- Moderador
- Ocupación : Manager
Mensajes : 1266
Fecha de inscripción : 25/10/2012
Re: (R) Primera vez. (+18)
Katherine suspiró con tristeza al enterarse de lo que había pasado con la ilusión que tenía de ganar dinero siendo artista. A ella sinceramente le gustó como cantaba pero ella debía tomar en cuenta a todos los públicos potenciales que podría tener.
Tenía fe en Reed, ella sabía que podría hacerlo pues a pesar de que el esfuerzo era una parte clave para entrar al mundo de la música, era a veces un pequeño factor de suerte lo que lanzaba a uno a las estrellas.
- Como yo te dije, nunca abandones los sueños... a veces son lo único dulce de la vida - comentó mientras lo abrazaba, ella había batallado y a su edad ya se encontraba a escalones de que su sueño se volviera realidad, el cantar opera. - Además, aun estas algo joven, te faltan muchos escalones por subir... solo se paciente - le sacudió sus cabellos negros alegre - solo no desistas, manten el ritmo y recuerda ¡No existen elevadores a la fama!... Cuando tengas un disco y vaya a pedir tu autógrafo, espero que te acuerdes de esta borrachita con la que lidiaste.
Se empezó a reír pues pensaba que sería un reencuentro algo incómodo pero esperaba que se fuera a reír por lo que había dicho y tuviera las fuerzas renovadas para que siguiera su camino en la música.
Luego se dio cuenta de que taxista casi los echaba así que de su cartera sacó el dinero exacto de todo el viaje y salió del vehículo mientras se paraba a lado de Reed que parecía asombrado de ver el hotel donde estaba.
- Bienvenido a mi hotel - luego se acercó a su oreja y le susurró unas palabras - Tómame de la mano y camina con firmeza... la actitud es un factor elemental - El chico debía actuar como si estuviese familiarizado con ella tanto como para pensar que era la compañía original de Katherine y así no le fastidiaran por permitirle su entrada.
La joven cantante de opera le tomó la mano al otro mientras se la abrazaba y caminaban juntos hacia la entrada. Ella esperaba las miradas de ver al chico sin una indumentaria al menos completa pero si estaba con esa mujer que parecía ser de una clase social mas arriba no habría razones para detenerles el paso.
Royal Diamond no era el hotel mas lujoso de Glass city pero quienes se registraban ahí debían tener cierta suma de dinero.
En la entrada las miradas del personal eran mas obvias pero el paso firme y de señorita de Katherine hacían ver como si no hubiera nada de extraordinaria su compañía y si el chico le había seguido el juego entonces también sería un éxito incluir a Reed en estos ambientes a los cuales ella no le interesaban aunque la discriminación era un tópico que no dejaría atrás si llegaban a tocarlo.
Katherine se apresuró hacia el elevador y dejó que él se metiera primero para ella ser la última y tocar el numero del piso donde se hospedaba.
- Segunda fase ¡Finalizada! - dio unos saltitos feliz de haber logrado meter al chico en el hotel y luego lo abrazó sin poder contener su felicidad. Por ahora la noche había ido sin mayores contratiempos.
Tenía fe en Reed, ella sabía que podría hacerlo pues a pesar de que el esfuerzo era una parte clave para entrar al mundo de la música, era a veces un pequeño factor de suerte lo que lanzaba a uno a las estrellas.
- Como yo te dije, nunca abandones los sueños... a veces son lo único dulce de la vida - comentó mientras lo abrazaba, ella había batallado y a su edad ya se encontraba a escalones de que su sueño se volviera realidad, el cantar opera. - Además, aun estas algo joven, te faltan muchos escalones por subir... solo se paciente - le sacudió sus cabellos negros alegre - solo no desistas, manten el ritmo y recuerda ¡No existen elevadores a la fama!... Cuando tengas un disco y vaya a pedir tu autógrafo, espero que te acuerdes de esta borrachita con la que lidiaste.
Se empezó a reír pues pensaba que sería un reencuentro algo incómodo pero esperaba que se fuera a reír por lo que había dicho y tuviera las fuerzas renovadas para que siguiera su camino en la música.
Luego se dio cuenta de que taxista casi los echaba así que de su cartera sacó el dinero exacto de todo el viaje y salió del vehículo mientras se paraba a lado de Reed que parecía asombrado de ver el hotel donde estaba.
- Bienvenido a mi hotel - luego se acercó a su oreja y le susurró unas palabras - Tómame de la mano y camina con firmeza... la actitud es un factor elemental - El chico debía actuar como si estuviese familiarizado con ella tanto como para pensar que era la compañía original de Katherine y así no le fastidiaran por permitirle su entrada.
La joven cantante de opera le tomó la mano al otro mientras se la abrazaba y caminaban juntos hacia la entrada. Ella esperaba las miradas de ver al chico sin una indumentaria al menos completa pero si estaba con esa mujer que parecía ser de una clase social mas arriba no habría razones para detenerles el paso.
Royal Diamond no era el hotel mas lujoso de Glass city pero quienes se registraban ahí debían tener cierta suma de dinero.
En la entrada las miradas del personal eran mas obvias pero el paso firme y de señorita de Katherine hacían ver como si no hubiera nada de extraordinaria su compañía y si el chico le había seguido el juego entonces también sería un éxito incluir a Reed en estos ambientes a los cuales ella no le interesaban aunque la discriminación era un tópico que no dejaría atrás si llegaban a tocarlo.
Katherine se apresuró hacia el elevador y dejó que él se metiera primero para ella ser la última y tocar el numero del piso donde se hospedaba.
- Segunda fase ¡Finalizada! - dio unos saltitos feliz de haber logrado meter al chico en el hotel y luego lo abrazó sin poder contener su felicidad. Por ahora la noche había ido sin mayores contratiempos.
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
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Fecha de inscripción : 04/04/2013
Re: (R) Primera vez. (+18)
Finalmente había llegado el momento tan temido, debía introducirse al hotel como un huésped más. Estaba nervioso, esperaba no meter en problemas a Kat, quien había sido excesivamente amable con él en todo sentido, pero sus ojos no podían evitar brillar ante tanta magnificencia y lujo, dando indicios claros de que no estaba acostumbrado a frecuentar esos lugares. Era un tanto intimidante y no creía haber entendido muy bien el consejo de la cantante, ¿un asunto de actitud? La única actitud que podía adquirir con facilidad era su modo defensivo, ese que tanto espantaba a los miembros de los barrios bajos...
Así que eso hizo, irguió su espalda y permitió que la joven se tomara de su brazo con algo de seguridad, tensó los músculos y mantuvo el mentón en alza, pero su semblante, más que el de un ricachón en harapos, parecía el de un perro salvaje protegiendo a su dueña.
Acapararon las miradas del público y al momento de pasar junto a uno de los suspicaces recepcionistas, Reed le dijo:
– ¿Qué? Me asaltaron... – gruñó con seguridad. Esto bastó para sorprender al sujeto, cuyo desconfiado semblante pareció cambiar de súbito, comprendiendo el por qué de su estado y su mal humor. Y de esta forma, pudieron llegar al ascensor.
Una vez dentro, Reed dejó escapar un suspiro de alivio para luego ser envuelto en los brazos de Katherine, lo que le volvió a poner en alerta... ¿Era siempre así o estos efusivos gestos de cariño eran producto de su estado alcoholizado? Quiso preguntárselo pero sabía que no era el momento. Las puertas se abrieron en el piso correspondiente y Reed avanzó después de ella, secundándola en dirección a su habitación.
– Créeme que ni en una dimensión paralela donde me vuelvo famoso me olvidaría de ti, ¡esto es jodidamente genial! – Dijo ya sin poder contener su emoción, observando el pasillo revestido de uno que otro adorno como si se tratara de un auténtico museo.
Así que eso hizo, irguió su espalda y permitió que la joven se tomara de su brazo con algo de seguridad, tensó los músculos y mantuvo el mentón en alza, pero su semblante, más que el de un ricachón en harapos, parecía el de un perro salvaje protegiendo a su dueña.
Acapararon las miradas del público y al momento de pasar junto a uno de los suspicaces recepcionistas, Reed le dijo:
– ¿Qué? Me asaltaron... – gruñó con seguridad. Esto bastó para sorprender al sujeto, cuyo desconfiado semblante pareció cambiar de súbito, comprendiendo el por qué de su estado y su mal humor. Y de esta forma, pudieron llegar al ascensor.
Una vez dentro, Reed dejó escapar un suspiro de alivio para luego ser envuelto en los brazos de Katherine, lo que le volvió a poner en alerta... ¿Era siempre así o estos efusivos gestos de cariño eran producto de su estado alcoholizado? Quiso preguntárselo pero sabía que no era el momento. Las puertas se abrieron en el piso correspondiente y Reed avanzó después de ella, secundándola en dirección a su habitación.
– Créeme que ni en una dimensión paralela donde me vuelvo famoso me olvidaría de ti, ¡esto es jodidamente genial! – Dijo ya sin poder contener su emoción, observando el pasillo revestido de uno que otro adorno como si se tratara de un auténtico museo.
Reino- Moderador
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Mensajes : 1266
Fecha de inscripción : 25/10/2012
Re: (R) Primera vez. (+18)
- Eso fue una excelente actuación Reed, hasta yo me la creería si trabajara aquí - se codeo con el chico sonriente de aquella buena excusa. - espero que si conserves esa promesa.
La subida en el elevador le pareció incómoda por su típica música de espera, en la cual no hablaron como hacia unos momentos pero no importaba pues por ahora Katherine estaba procesando lo que habían hecho para colar a aquel músico, un acto lleno de valentía y actitud sobre todo.
Ambos salieron de elevador en el piso correspondiente y lo dejo curiosear en lo que ella caminaba hacia su habitación, sus padres pagaron las vacaciones y guías pero al contrario de su compañeras ella no compartía cuarto con ellas, tenía su cuarto propio.
Sacó la tarjeta de su cuarto y abrió la puerta con el mismo la cual revelaba el gran cuarto con televisión, cama Queen size, el baño y ropero; le hizo señas a Reed para que pasara a la habitación.
- Siéntate donde quieras, ahorita sacó las cosas para ti para que te las pruebes y así sepas que hacer con lo que no te quede - el ropero de hotel tenía varias de sus cajas de compra y maletas, y algunos de las cosas ya las tenía en maleta pero tenía que sacarlas.
Tenía unos tenis que le había comprado a su ahora ex-novio pero tenía que ver de que calzaba, si las camisas le quedarían y esos discos que había comprado para él que poco a poco dejaba sobre la cama o el suelo para que las viera.
La subida en el elevador le pareció incómoda por su típica música de espera, en la cual no hablaron como hacia unos momentos pero no importaba pues por ahora Katherine estaba procesando lo que habían hecho para colar a aquel músico, un acto lleno de valentía y actitud sobre todo.
Ambos salieron de elevador en el piso correspondiente y lo dejo curiosear en lo que ella caminaba hacia su habitación, sus padres pagaron las vacaciones y guías pero al contrario de su compañeras ella no compartía cuarto con ellas, tenía su cuarto propio.
Sacó la tarjeta de su cuarto y abrió la puerta con el mismo la cual revelaba el gran cuarto con televisión, cama Queen size, el baño y ropero; le hizo señas a Reed para que pasara a la habitación.
- Siéntate donde quieras, ahorita sacó las cosas para ti para que te las pruebes y así sepas que hacer con lo que no te quede - el ropero de hotel tenía varias de sus cajas de compra y maletas, y algunos de las cosas ya las tenía en maleta pero tenía que sacarlas.
Tenía unos tenis que le había comprado a su ahora ex-novio pero tenía que ver de que calzaba, si las camisas le quedarían y esos discos que había comprado para él que poco a poco dejaba sobre la cama o el suelo para que las viera.
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
Mensajes : 550
Fecha de inscripción : 04/04/2013
Re: (R) Primera vez. (+18)
Al llegar a la habitación que les correspondía notó que la puerta no poseía un pomo, extrañado, se acercó a observar cómo Katherine deslizaba la tarjeta en el interior de una especie de ranura que suplía el lugar de la manija. De pronto, una luz verde comenzó a titilar, anunciando que era la "llave" correcta. Los ojos de Reed brillaron como los de un infante con esta sola maniobra, pero al ingresar al interior y contemplar el cuarto alucinó.
– ¡Misión completa! – Exclamó emocionado después de cerrar la puerta tras de sí, esbozando una sonrisa traviesa y levantando el pulgar hacia Kat, en señal de victoria. Ya no recordaba nada del disgusto ni la vergüenza anterior, respiró aliviado el aire perfumado de la habitación, aunque inicialmente se tomó con un poco de timidez la indicación de la mujer. – ¿E-estás segura? B-bueno... ¡Disculpa, ah! – Dicho esto, se abalanzó en dirección hacia la cama, dejándose caer de espaldas en ella. – ¡Yahoooo~! ¡Nunca había estado sobre una cama tan amplia! – Se volteó hasta quedar con el rostro hundido en una de las almohadas de la cabecera, sobre la cual se quedó un rato con los ojos cerrados. – Ah, qué buen olor~
En eso recordó un detalle bastante importante que le hizo incorporarse, colocarse de pie junto al camastro y observar a Kat un poco avergonzado por su comportamiento.
– Oye, ahora que estamos en confianza hay un montón de cosas que me gustaría preguntarte pero... ¿Me permitirías usar tu baño? – Preguntó ruborizado, volviendo la mirada hacia su propia ropa. Estaba sucia con tierra y sangre, definitivamente no quería que su anfitriona se sintiera asqueada de tenerle cerca. – D-disculpa... Creo que la cagué. – Se disculpó apenado, consciente de que no debió revolcarse en su propia cama como un perro. Incluso un pobretón como él tenía un mínimo sentido de la adecuación y la pertinencia.
– ¡Misión completa! – Exclamó emocionado después de cerrar la puerta tras de sí, esbozando una sonrisa traviesa y levantando el pulgar hacia Kat, en señal de victoria. Ya no recordaba nada del disgusto ni la vergüenza anterior, respiró aliviado el aire perfumado de la habitación, aunque inicialmente se tomó con un poco de timidez la indicación de la mujer. – ¿E-estás segura? B-bueno... ¡Disculpa, ah! – Dicho esto, se abalanzó en dirección hacia la cama, dejándose caer de espaldas en ella. – ¡Yahoooo~! ¡Nunca había estado sobre una cama tan amplia! – Se volteó hasta quedar con el rostro hundido en una de las almohadas de la cabecera, sobre la cual se quedó un rato con los ojos cerrados. – Ah, qué buen olor~
En eso recordó un detalle bastante importante que le hizo incorporarse, colocarse de pie junto al camastro y observar a Kat un poco avergonzado por su comportamiento.
– Oye, ahora que estamos en confianza hay un montón de cosas que me gustaría preguntarte pero... ¿Me permitirías usar tu baño? – Preguntó ruborizado, volviendo la mirada hacia su propia ropa. Estaba sucia con tierra y sangre, definitivamente no quería que su anfitriona se sintiera asqueada de tenerle cerca. – D-disculpa... Creo que la cagué. – Se disculpó apenado, consciente de que no debió revolcarse en su propia cama como un perro. Incluso un pobretón como él tenía un mínimo sentido de la adecuación y la pertinencia.
Reino- Moderador
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Fecha de inscripción : 25/10/2012
Re: (R) Primera vez. (+18)
Sonríe feliz puesto que le otro le había robado las palabras que quería decir cuando llegaron los dos al cuarto, simplemente era algo asombroso poder haber llegado sanos y salvos.
Katherine también alzó el pulgar con una sonrisa en lo que lo veía disfrutando la cama, de hecho le dieron unas profundas ganas de quitarse sus tacones y saltar en la cama como una niña pequeña.
- yo tampoco, mis camas las prefiero individuales, pero esta es Queen size. - alzó los hombros puesto que no había nada que hacer, se dejaba consentir por sus padres. Ladeó la cabeza algo confundida por verlo avergonzado de lo que había hecho - Yo también lo hice, tranquilo ... ¡Atrápalo! - le lanzó una camiseta azul y unos jeans con idea de que se los probara y así se cambiara de ropa. - Claro, puedes ir... Y no te preocupes por la cama, voy a llamar para que me las cambien.
Dejo la ropa encima de la mesita de noche mientras hacia la llamada del servicio de habitación para que cambiara las sábanas sucias, solo esperaba que la señora no hiciera malas caras por ello.
Ya solo era cuestión de esperar tanto a la trabajadora como a Reed.
Katherine también alzó el pulgar con una sonrisa en lo que lo veía disfrutando la cama, de hecho le dieron unas profundas ganas de quitarse sus tacones y saltar en la cama como una niña pequeña.
- yo tampoco, mis camas las prefiero individuales, pero esta es Queen size. - alzó los hombros puesto que no había nada que hacer, se dejaba consentir por sus padres. Ladeó la cabeza algo confundida por verlo avergonzado de lo que había hecho - Yo también lo hice, tranquilo ... ¡Atrápalo! - le lanzó una camiseta azul y unos jeans con idea de que se los probara y así se cambiara de ropa. - Claro, puedes ir... Y no te preocupes por la cama, voy a llamar para que me las cambien.
Dejo la ropa encima de la mesita de noche mientras hacia la llamada del servicio de habitación para que cambiara las sábanas sucias, solo esperaba que la señora no hiciera malas caras por ello.
Ya solo era cuestión de esperar tanto a la trabajadora como a Reed.
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
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Re: (R) Primera vez. (+18)
Recibió sin dificultad el cambio de ropa que Katherine le lanzaba, observando tanto la camiseta y los jeans con curiosidad. No solo notó que eran de marca sino que también eran claramente prendas de hombre, ¿por qué una mujer tan femenina como ella tendría esto? ¿Su novio no se fastidiaría si le veía vistiendo sus cosas? Fue entonces cuando recordó las lágrimas que escasamente había podido apreciar en el callejón donde se encontraron y aquél repentino beso en el taxi...
¿Podría ser...?
Reed levantó la mirada hacia ella, observándole un poco contrariado por la nueva suposición que su mente entramaba. Pero ya se había comportado de un modo bastante imprudente, así que no preguntó y solo se limitó a asentir en señal de agradecimiento.
– No tardo... – agregó mientras ingresaba al baño de la habitación.
Una vez dentro, se llevó una gran sorpresa al ver cuán elegante y limpio era. Cerró la puerta tras de sí, se quitó la camiseta antes blanca y los embarrados vaqueros de un tirón, arrastrando en ello su ropa interior y quedando completamente desnudo. Dejó su ropa en un sector apartado del baño con el fin de no manchar nada más, no sin antes sacar los objetos de valor que Kat le había obsequiado y acumularlos en una repisa con el fin de no perderlos.
Volvió su cuerpo hacia la ducha, la cual no supo cómo encender debido a que contaba con tres manijas diferentes pero al cabo de unos minutos pudo regular el agua e introducirse bajo ella. Las heridas le ardieron en un comienzo, tras haberse acostumbrado a la temperatura y al dolor sus músculos se abandonaron al relajo que le proporcionaba el agua caliente que caía sobre su espalda... Echaba de menos esa sensación.
¿Podría ser...?
Reed levantó la mirada hacia ella, observándole un poco contrariado por la nueva suposición que su mente entramaba. Pero ya se había comportado de un modo bastante imprudente, así que no preguntó y solo se limitó a asentir en señal de agradecimiento.
– No tardo... – agregó mientras ingresaba al baño de la habitación.
Una vez dentro, se llevó una gran sorpresa al ver cuán elegante y limpio era. Cerró la puerta tras de sí, se quitó la camiseta antes blanca y los embarrados vaqueros de un tirón, arrastrando en ello su ropa interior y quedando completamente desnudo. Dejó su ropa en un sector apartado del baño con el fin de no manchar nada más, no sin antes sacar los objetos de valor que Kat le había obsequiado y acumularlos en una repisa con el fin de no perderlos.
Volvió su cuerpo hacia la ducha, la cual no supo cómo encender debido a que contaba con tres manijas diferentes pero al cabo de unos minutos pudo regular el agua e introducirse bajo ella. Las heridas le ardieron en un comienzo, tras haberse acostumbrado a la temperatura y al dolor sus músculos se abandonaron al relajo que le proporcionaba el agua caliente que caía sobre su espalda... Echaba de menos esa sensación.
Reino- Moderador
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Re: (R) Primera vez. (+18)
La ropa que eran como tres cambios de hombre y unos zapatos la trasladó al escritorio mientras sacaba su laptop y se ponía a checar unas cosas con una aparente calma.
La señora de la intendencia ya andaba con su carrito y las sábanas nuevas que había pedido, haciendo su rutinaria labor de sacar sábanas sucias y poner nuevas además de dejar unos dulces para ella, Katherine solo agradeció en idioma inglés en lo que la veia retirarse.
- stupid shit - dijo la inglesa en lo que accedía. A sus archivos de fotos y eliminaba todas aquellas que tuviera que ver con aquel patán de primera. Oh no, ya sentía que se le iban a escapar las lágrimas así que para distraer su mente puso un poco de música, nada en específico, pero salió en su reproductor Guns and Roses con Paradise City - Bien, todo listo, ahora habrá que eliminar etiquetas de las redes sociales.
Ahora la cantante eliminaba todo lo que la relacionara con él, las fotos que ella subió las eliminó, en las que no eran de su perfil se desetiquetó para no relacionarse e incluso puso fin a la relación pero se ahorró el anunciarlo ni ponerlo en vergüenza ciber-pública, pues esa discusión sería privada apenas regresara a Inglaterra.
Se paró del escritorio mientras la laptop aún seguía con la música , ya no tenía nada más que hacer que tuviera que ver con aquel tipejo, ya nada.
Se comió uno de los dulces mientras esperaba a Reed que terminara de ducharse, los hombres nunca se tardaban tanto en bañarse, era una de esas súper habilidades que ellos tenían.
La señora de la intendencia ya andaba con su carrito y las sábanas nuevas que había pedido, haciendo su rutinaria labor de sacar sábanas sucias y poner nuevas además de dejar unos dulces para ella, Katherine solo agradeció en idioma inglés en lo que la veia retirarse.
- stupid shit - dijo la inglesa en lo que accedía. A sus archivos de fotos y eliminaba todas aquellas que tuviera que ver con aquel patán de primera. Oh no, ya sentía que se le iban a escapar las lágrimas así que para distraer su mente puso un poco de música, nada en específico, pero salió en su reproductor Guns and Roses con Paradise City - Bien, todo listo, ahora habrá que eliminar etiquetas de las redes sociales.
Ahora la cantante eliminaba todo lo que la relacionara con él, las fotos que ella subió las eliminó, en las que no eran de su perfil se desetiquetó para no relacionarse e incluso puso fin a la relación pero se ahorró el anunciarlo ni ponerlo en vergüenza ciber-pública, pues esa discusión sería privada apenas regresara a Inglaterra.
Se paró del escritorio mientras la laptop aún seguía con la música , ya no tenía nada más que hacer que tuviera que ver con aquel tipejo, ya nada.
Se comió uno de los dulces mientras esperaba a Reed que terminara de ducharse, los hombres nunca se tardaban tanto en bañarse, era una de esas súper habilidades que ellos tenían.
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
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Re: (R) Primera vez. (+18)
¿Cómo había acabado allí, en el Royal Diamond acompañado por una bella inglesa? Era increíble, todo el suceso aquél parecía un sueño, aún cuando el dinero y el reloj seguían allí. Ya dudaba que sus compañeros o que su propia madre le creyeran el relato que ansiaba en contarles. Se jabonó el cuerpo un tanto ansioso, aunque le hubiese gustado prolongar aquél instante un poco más no quería que Katherine le esperara por mucho tiempo. Hacía mucho que no tomaba una ducha con agua caliente, algo que en los barrios bajos era todo un lujo.
Al cabo de unos minutos de relajo y limpieza, giró la manija de la ducha con el fin de detener su flujo. Buscó a tientas alguna de las toallas que había visto colgadas, tomó una y se secó. Salió de la ducha con la toalla colgada al hombro, observando a lo lejos las prendas que Kat le había cedido sin ningún problema. ¿Estaría bien vestirlas? ¿A quién coño pertenecían?
Se vistió en silencio, devolviendo los valiosos regalos de la repisa al nuevo bolsillo, sorprendiéndose al notar que tanto la camiseta como los jeans le entraban como hechos a la medida, aunque el azul no era exactamente su color favorito.
– Esto... Sonará repentino, pero... – Reed no aguantó más las ganas de preguntar, apenas abrió la puerta del baño se dejó exhibir delante de la extranjera con el nuevo atuendo, cargando el viejo bajo el brazo. – ...¿Por qué tienes tanta ropa de hombre? – Acabó por decir con una sonrisa contrariada, feliz de encontrarse bien vestido pero sin conseguir entender del todo la situación. Era hora de resolver varias de esas "dudas" que aún repercutían en su cabeza. – Ah, si quieres no me contestes... – decidió agregar de cualquier forma, consciente de estar siendo un poco invasivo con la privacidad ajena.
Al cabo de unos minutos de relajo y limpieza, giró la manija de la ducha con el fin de detener su flujo. Buscó a tientas alguna de las toallas que había visto colgadas, tomó una y se secó. Salió de la ducha con la toalla colgada al hombro, observando a lo lejos las prendas que Kat le había cedido sin ningún problema. ¿Estaría bien vestirlas? ¿A quién coño pertenecían?
Se vistió en silencio, devolviendo los valiosos regalos de la repisa al nuevo bolsillo, sorprendiéndose al notar que tanto la camiseta como los jeans le entraban como hechos a la medida, aunque el azul no era exactamente su color favorito.
– Esto... Sonará repentino, pero... – Reed no aguantó más las ganas de preguntar, apenas abrió la puerta del baño se dejó exhibir delante de la extranjera con el nuevo atuendo, cargando el viejo bajo el brazo. – ...¿Por qué tienes tanta ropa de hombre? – Acabó por decir con una sonrisa contrariada, feliz de encontrarse bien vestido pero sin conseguir entender del todo la situación. Era hora de resolver varias de esas "dudas" que aún repercutían en su cabeza. – Ah, si quieres no me contestes... – decidió agregar de cualquier forma, consciente de estar siendo un poco invasivo con la privacidad ajena.
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Re: (R) Primera vez. (+18)
Katherine mostró una cara contrariada, lo que menos esperaba es que un "vagabundo" se pusiera preguntarle por el origen de las cosas, que solo las tomaría, se dirían adiós y se iría. Pero preguntó y lo peor es que ella no era de las personas que soltaban mentiras. Y cuanto deseaba mentir en esos momentos... Pero no podía.
Suspiró con un aire irritado, para evitar que se pusiera de nuevo emocional tendría que decirle la versión resumida y sin el corazón en la mano para que entendiera.
- Esos eran regalos para mi novio - se mordió el labio por musitar esa palabra - Al igual que ese reloj... Los aretes no, él me los regaló - tenía unas ganas de golpear se contra la pared, estaba a momentos de ser capaz hacerlo - pero ya no, no se los merece.
Lo dijo seco y cortante, tal vez cualquiera que la hubiera oído hubiera pensado de ella como una arpía corazón de hielo pero Katherine tenía sus razones más que justificadas.
- Cuando te di el reloj se me ocurrió la idea de que podía darte la ropa, no quiero que se desperdicie y tire a la basura, pensé que la podrías querer - Se paró de a cama y caminó hasta quedar frente a él mientras lo veía con una seriedad calma, conteniendo bien sus lágrimas por recordar hechos anteriores a lo que sucedió antes de conocer a Reed. - si alguna no te queda se la puedes regalar a alguien, y los aretes no creo que te los pongas... A puesto que en una tienda de empeño te darían un buen dinero por ellos, son Swarovski. - o tal vez se los daría a una chica que le gustará, sería un muy bello detalle en ese mundo de escasez. No se iba a entrometer con las decisiones de aquel chico.
Oh dios, una horrible canción se estaba poniendo una canción romántica que en eso momento no necesitaba para parecer madura. ¿Vamos? ¿Dónde quedó esa mujer de la cual no le importaban las relaciones duraderas? Era solo diversión.
Intentó parecer calma y fue a cambiar de canción a otra más de su género, ópera.
- ¿Si los quieres o no? - preguntó con una sonrisa, ocultando lo que le pesaba en la corazón.
Suspiró con un aire irritado, para evitar que se pusiera de nuevo emocional tendría que decirle la versión resumida y sin el corazón en la mano para que entendiera.
- Esos eran regalos para mi novio - se mordió el labio por musitar esa palabra - Al igual que ese reloj... Los aretes no, él me los regaló - tenía unas ganas de golpear se contra la pared, estaba a momentos de ser capaz hacerlo - pero ya no, no se los merece.
Lo dijo seco y cortante, tal vez cualquiera que la hubiera oído hubiera pensado de ella como una arpía corazón de hielo pero Katherine tenía sus razones más que justificadas.
- Cuando te di el reloj se me ocurrió la idea de que podía darte la ropa, no quiero que se desperdicie y tire a la basura, pensé que la podrías querer - Se paró de a cama y caminó hasta quedar frente a él mientras lo veía con una seriedad calma, conteniendo bien sus lágrimas por recordar hechos anteriores a lo que sucedió antes de conocer a Reed. - si alguna no te queda se la puedes regalar a alguien, y los aretes no creo que te los pongas... A puesto que en una tienda de empeño te darían un buen dinero por ellos, son Swarovski. - o tal vez se los daría a una chica que le gustará, sería un muy bello detalle en ese mundo de escasez. No se iba a entrometer con las decisiones de aquel chico.
Oh dios, una horrible canción se estaba poniendo una canción romántica que en eso momento no necesitaba para parecer madura. ¿Vamos? ¿Dónde quedó esa mujer de la cual no le importaban las relaciones duraderas? Era solo diversión.
Intentó parecer calma y fue a cambiar de canción a otra más de su género, ópera.
- ¿Si los quieres o no? - preguntó con una sonrisa, ocultando lo que le pesaba en la corazón.
Katherine Howell- Ocupación : Profesor
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Re: (R) Primera vez. (+18)
- Spoiler:
La canción de los Guns se coló a lo largo de esa tensa explicación, mientras el pordiosero dimensionaba su nivel de desacierto al escucharle. Tal vez efectivamente hubiese sido mejor quedarse callado, tomar las cosas y regresar a donde pertenecía. Kat estaba cabreada, no sabía si con él o con el tema en cuestión, quizás con ambos. Una mujer tan expresiva no podía disimular ante su mirada que, aunque adolescente e inexperta, era muy perceptiva.
Y tal como pudo haberlo sospechado desde el comentario de "Reed, nunca fuerces a una mujer a abandonar sus sueños" y su sola borrachera, la inglesa estaba pasando por un mal de amores, probablemente el único malestar que en aquella época pueril desconocía.
– C-claro que si, no soy tan idiota – Respondió un poco molesto mientras la canción terminaba y daba comienzo una de corte romántico. Katherine la cambió de inmediato, evidenciando el esfuerzo que hacía con esa sola acción, evadiendo el conflicto y el tema con la rapidez de un switch. – ¿Le dejarás? – Soltó tras un silencio, acercándose a ella con un semblante serio y sin poder contener su curiosidad por más tiempo, aunque se volvió a retractar casi al instante. – Ah, lo pillo. Me estoy entrometiendo demasiado, disculpa... Me has ayudado bastante con esto... Solo...
Se detuvo un instante junto a ella, quien fingía sonreír junto al ordenador. No le molestaba que siguiera saliendo con ese tipo, ni siquiera que hubiese sido un poco arisca con él
–comprendía cuán delicado podía ser el tema–, lo único que le fastidiaba era esa sonrisa trazada en sus labios. Una sonrisa similar a la de su madre, un gesto irreal que solo servía para tranquilizar a los demás pese al dolor sentido.
– ...Gracias – musitó segundos antes de inclinarse hacia ella y bloquear esa sonrisa con sus labios, algo que ansiaba hacer desde el taxi aún si se ganaba una bofetada.
Reino- Moderador
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Re: (R) Primera vez. (+18)
Otra pregunta. ¿Por que no se iba? Quería solo dormir se y olvidar la situación consciente de que amanecería con una cruda terrible.
- Después de que me llamó... para que abandonara mi carrera y por lo que le dije creo que ya terminamos.
Si, se estaba metiendo demasiado y esa chica solo esperaba que el otro se fuera con las cosas para no recordarle. Ocultar las cosas y afrontar el problema era su manera de lidiar con las dificultades, la gente veía que por lo que decía la inglesa de que los problemas era simplemente un desafío por lo que no se preocupaban por ella.
La situación de esa tarde noche no era el caso, el desafío era un problema y no podía evitarlo. Y menos viendo a aquel chico que tenía las ropas que tenía planeado regalarle al patán de su ex.
Para nada se parecían, su ex se veía más maduro aún a lado de Katherine a pesar de solo pasarle por un año, y Reed era un chico lindo con el que cualquier chica quisiera salir. Reed era mil veces mejor que él.
Le iba responder con un "de nada" pero de nuevo sus labios se volvieron a conocer. ¿Esa era la manera de agradecer en Glass City? Pues le encantaba esa manera.
Katherine le acarició los labios feliz con la lenguay seguía besando, intentando ser más atrevida al entrometeré en la boca de Reed. El placer de besar a un hombre, al menos con él después de varios, fue de las mejores sensaciones de su vida.
- Después de que me llamó... para que abandonara mi carrera y por lo que le dije creo que ya terminamos.
Si, se estaba metiendo demasiado y esa chica solo esperaba que el otro se fuera con las cosas para no recordarle. Ocultar las cosas y afrontar el problema era su manera de lidiar con las dificultades, la gente veía que por lo que decía la inglesa de que los problemas era simplemente un desafío por lo que no se preocupaban por ella.
La situación de esa tarde noche no era el caso, el desafío era un problema y no podía evitarlo. Y menos viendo a aquel chico que tenía las ropas que tenía planeado regalarle al patán de su ex.
Para nada se parecían, su ex se veía más maduro aún a lado de Katherine a pesar de solo pasarle por un año, y Reed era un chico lindo con el que cualquier chica quisiera salir. Reed era mil veces mejor que él.
Le iba responder con un "de nada" pero de nuevo sus labios se volvieron a conocer. ¿Esa era la manera de agradecer en Glass City? Pues le encantaba esa manera.
Katherine le acarició los labios feliz con la lenguay seguía besando, intentando ser más atrevida al entrometeré en la boca de Reed. El placer de besar a un hombre, al menos con él después de varios, fue de las mejores sensaciones de su vida.
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