Dando un simple Paséo [Aria]

Todo le daba vueltas, en el fondo sabía que algo andaba mal, que debería estar haciendo algo importante, pero apenas ese pensamiento llegaba a su mente, parecía atravesar un velo y desaparecer, como si no tuviera la mayor importancia. Después de todo nada malo estaba pasando, ¿no es verdad? Todo estaba bien, aunque sentía algo pesado su cuerpo, pero de todos modos no importaba del todo, no tenía ganas de moverse en absoluto, se sentía bastante bien y en calma.

Oía claramente las palabras de Demian, hasta parecía que las oyera directamente en su cabeza, pero su cerebro no le permitía procesarlas aunque sí las comprendía y las asimilaba de forma inconsciente, inclusive sentía una mano suave, hasta con un toque delicado pero firme a la vez, la mano de Demian tocaba su cuello y de sus labios escapaban un par de suspiros al ser acariciados por sus dedos. Suspiró de una forma más audible sin poder mover su cuello, dejando que Demian hiciera lo que quisiera con su cuerpo, después de todo él sabía lo que hacía.

Repentinamente una extraña sensación invadió su cuerpo, como si estuviera en llamas y llena de cosquilleos, pero de una forma sumamente agradable y placentera, y aunque lo sentía, no le dio importancia al cansancio que ahora comenzaba a apoderarse de ella, siendo notorio por la forma en que su mirada se tornaba nublada y vidriosa mientras de sus labios entreabiertos escapaba un quejido placentero. Tras eso su mente dejó de funcionar del todo y perdió todo contacto consigo misma.

Al día siguiente se despertó con total confusión de cómo había llegado allí, sumado a una molesta jaqueca que volvía cada vez que intentaba recordar un sueño que sabía que había tenido. Mierda, siempre me pasa lo mismo... –musitó para sí, perdida entre las sábanas de su cama, aquel sueño enterrado en su memoria.