Ñom Ñom [Aria]

Dormirse en clases, no poder concentrarse, falta de hambre para que luego se retuerza en su asiento protestando por comida. Al parecer sólo era el inicio, pero de vez en vez su cuerpo tenía clemencia hacia ella, como ratos de paz.

-Si tan solo no se me hubiera olvidado desayunar...- protestaba al son de sus gruñidos estomacales. Puede que hubiera estado distraída otras veces pero esta se llevó todos los premios, ya que jamás de los jamases se le había pasado por alto la sagrada hora del desayuno. Se supone que como para vivir , no vivir para comer...

Para colmo y como fresa a su pastel, el cual no le vendría mal en estos momentos, al indagar en su mochila por dinero se percató que al parecer se le habría caído el monedero-billetera en el trayecto a la sala. Aún incrédula insistió en su odisea pensando que quizá fuera una broma o algo por el estilo, tal vez no había visto bien y se lo estaba pasando por alto pero, nada..

Desanimada por su descubrimiento se la pasó los descansos sentada mirando al techo, al piso o cualquier cosa inanimada que estubiese delante de ella, como sea tenía que matar tiempo evitando pensar literalmente en su interior.

Deacuerdo, quizá pudo soportar exitosamente el día entero en el aula, la hora del almuerzo baboseando por un pan pero su convicción era más fuerte y la superó pensando que sería la más grande prueba hasta que inesperadamente a la hora de salida separandose de su asiento encontro su dichoso tesoro bajo el mismo.. Puesto que en todo el día no se había movido del sitio, era algo de esperarse que se sentase en éste sin darse cuenta.

Inmediatamente el primero en reaccionar fueron sus adentros. Ya a la hora de salida trató de aparentar tranquilidad con cara inexpresiva, lo cual la mayoría del tiempo, tenía que admitir le funcionaba. Sin saber como no se desmayaba aún, siguió su trayecto hacia la tienda de alimentos más cercana; no era ni pequeña ni muy grande siendo que le era fácil extraviarse en lugares amplios agradeció sus extensiones.

Las secciones de confites eran sus favoritas por su preferencia siempre a lo dulce, dada su hambruna sin dudarlo escogió un paquete de tamaño familiar de bolitas de chocolate que más bien parecía un saco transparente con pelotitas en su interior. Pagó, se devolvió a la escuela y trató de pensar en que lugar se le podría molestar menos, fugazmente se le pasó la imagen de un espacio abierto en la cima de la estructura que bien podría estar como no estar, no había indagado mucho el lugar asique siguiendo su instinto subió las primeras escaleras que pasaron frente a ella.

No siendo muy largo el trayecto nisiquiera se le había ocurrido contar cuantos pisos fueron los que subió antes de abrir una puerta hacia el lugar elejido. La calma se hacía presente sólo interrumpida por su respiración agitada que trataba con esfuerzo de normalizar. Avanzó lo suficiente como para encontrar una esquina agachándose con cuidado y dejándose caer de espalda al piso lentamente con el saco en mano aún empuñado a pesar que estaba sellado con un nudo.

Su pecho subía y bajaba cada vez más ritmicamente y sólo en ese momento se dio cuenta cuánto se había agitado. Como si corriera de alguien invisible a sus ojos. Los cerró casi quedándose dormida y entonces reanudó su objetivo de ir a ese lugar. Se fue sentando hasta encontrar un punto en la pared cómodo, desanudó el saco y empezó a comer de a pequeños puñados. Ahora sólo se escuchaban sus crujidos de delicioso chocolate crujiente.

Entro esa bonita chica al lugar en que ella estaba, si bien era bien parecida lo que mas le atrajo era su pelo. Largo y claro. Para Vitto dejarselo asi era un reto, ya que no se acostumbraba al roce con su espalda, le provocaba mucha picazon en la zona entre los omoplatos que no podia alcanzar ya que sus brazos no tenian buena elongacion

Se volteo levemente para que la notara. Al parecer no funcionaba. Seguia consumiendo su almuerzo/colacion del dia, no entendia porque no podia saludarla, su boca se abria pero solo para comer. Quiza pronto se iria sin siquiera notarla y seguiria normalmente con su vida. Si, de seguro eso pasaria.

¿Interrumpir algo? ¡Si la habia notado! Casi se atraganta ante el comentario, sintio que por sus mejillas se extendia un calor leve. Arrepentida de no haber saludado en cuanto la vio se disponia a hacerlo, pero antes nesecitaba recuperar el aire.

- L-lo siento.. Disculpa!! No interrumpes nada en absoluto- Queria esconderse tras sus piernas o algun objeto o pared cercana pero seria muy obvio. Por lo que dejando la carga de lado tomo impulso para quedar a la altura de la chica y saludar como correspondia.

Se limpio las manos en la falda y suavemente la alzo como para estrecharla -Me llamo Vittoria Raccovich.. Soy estudiante de Segundo y .. Ehh tu pelo es muy bonito- se sorprendio ella misma con lo casi fluido que habia salido ese saludo, y mas sorprendida aun cuando dijo lo ultimo. Por alguna razon sentia cierta confianza hacia ella.

A decir verdad, por alguna razón esperaba que no le estrechara la mano, pero se dio cuenta que hubiera quedado en ridiculo con la mano en alto. Por lo que trato de no estrecharla muy fuerte. - Igualmente señorita Aria-mostró una sonrisa amable a la vez que entrecerraba los ojos y paso a mirar asombrada a la chica. - E-encerio?.. Pero si es muy bonito!.. De hecho ..Disculpe la pregunta pero ¿Es real?- Dijo mostrando sumo interés en la respuesta. No daba crédito a sus ojos por mostrarle una cabellera tan larga y blanca. Asique, ¿Porque no preguntar? Si la chica le decía que sí, le creería. Y si lo negaba, igualmente le creería.

Ahora se sentia mucho mejor con respecto a Aria Parece una persona agradable y sincera, me alegra enormemente haberme topado con ella. -¿Eh?- alzó la vista al cielo- a decir verdad vine hasta acá guiada por mis pies.- volviendo la vista le dijo -Nada importante a decir verdad, solo comía mi almuerzo-desayuno. Siempre soy un poco muy torpe y tuve una pequeña aventura en la mañana con esto .. ¿Quiere un poco? Ahora me di cuenta que quizá es mucho para mi- hizo un gesto apuntando a su estómago mientras mantenía la sonrisa en su rostro-

Por supuesto que era torpe, tropezándose hasta con el aire no sería raro que en momentos como ese al atragantarse hubiera caído en la enfermería. Pero con los años se ponía más resistente y solo era un leve percance.

-De acuerdo.. Si es de su gusto Aria será- Dijo al tiempo que su cara mostraba un semblante pensativo, como reprochándose por el nombre para nunca olvidarlo. Aunque le costara tendría que irse acostumbrando a dirigirse a sus iguales por sus nombres, cosa que cuando nunca se ha hecho anteriormente es díficil cambiar.

Estaba contenta que los chocolates fueran de su gusto, considerando por un lado que los había comprado en un lugar no exclusivamente para ellos, estaban buenos hasta para ella. Lo peor habría sido que la peli-albina hubiese sido alérgica, pero de haberlo sido no podría comerlos. ¡Idea rechazada!

Siguió la dirección a la que apuntaba el dedo y notó una saliente que no había notado al llegar. -Oh! Claro!.. ¡Derrepente aparecen cosas donde no las había!- Cambiaba el semblante serio semicerrando los ojos con una sonrisa juguetona para luego ir a sentarse con su nueva amiga.

-Aria, ¿Vienes seguido acá arriba?.. Para mí es la primera vez y ha sido agradable por el momento, pero supongo que con compañía es mejor- Decía mientras cruzaba las piernas "a lo indio" asegurándose de no mostrar su ropa interior. -¿Hay muchas personas en tu curso? ¿Me podrías contar de ellos?- Se detuvo un poco y agregó -Perdón si me pongo a hacer muchas preguntas, pero no me había animado a hablar con muchas personas hasta el momento.- Dijo algo apenada mientras bajaba la cabeza lentamente.

Hay cosas que no siempre son necesarias decirlas, pero a veces salen sin pensarlas. -¿Fué díficil para tí cuando llegaste a la escuela?- Empezó a enlazar sus dedos, jugando con ellos. Dejando en claro que no llevaba mucho tiempo como estudiante de ese lugar.

Era cierto, como acababa de llegar al sitio no había tenido tiempo de explorar. De hecho, si miraba con atención las cosas podía ver más detalles que no estaban allí al inicio. Que bueno era estar con alguien que le hiciera ver esas cosas. Y más aún cuando esa persona tenía una sonrisa tranquilizadora como la de Aria.

-¡Ciertoo! El toque de queda..- Dijo golpeándose levemente la cabeza como si acabara de acordarse de ello- Es extraño no poder salir de las piezas después de ciertas horas. Supongo que aún no me acostumbro.- Añadió pensativa. -Pero no lo encuentro algo taan malo..- Se alegró sinceramente que la encontrara agradable y le ofreció gustosa un poco más de su chocolate. -¡Por supuesto! Aquí tiene, digo tienes- Hizo un gesto de morderse la lengua para eliminar casi literalmente esa muletilla de tratar a los demás de usted.

Escucho atentamente como eran algunos de los chicos de otras clases. Por la mueca que Aria dejó entrever se sorprendió un poco de pensar que en ese lugar hubiese gente que no fuese amable. Hasta ahora todos lo habían sido. Pero por supuesto, no todo lugar era perfecto.

-¿Mi clase?.. Puees, hasta ahora he visto solamente a niñas. Ningún chico.. Y parecen agradables pero, creo que hay algunas que no se agradan desde antes. Y quizá en un tiempo pueda hablar más con ellas, ya que somos compañeras.. Creo que sería lo normal, o no?- Se sintió más aliviada al recordar que si uno no pregunta las cosas nunca se enterará de nada. -Jajaja. Es cierto, se supone que así se entablan.- Rió de buena gana uniéndose a la risa de Aria.

Se sintió un poco incómoda de haber hecho tal pregunta. Su curiosidad hablaba por sí misma y quizá se estaba metiendo en donde no debía. Comió un poco más de su chocolate como para aligerar las cosas, mientras reflexionaba sobre la respuesta. Entonces no era tan raro que las cosas parecieran difíciles cuando se es nuevo haciendo algo. Decidió aferrarse a ese descubrimiento guiado por Aria. Cualquier cosa que le ayudara a sentirse mejor valía la pena.

Ese rebote de la pregunta hecha, la pilló desprevenida. ~Esto te pasa por preguntar lo que no debías~... -Bueno..- Trató de desviar un poco la mirada a la vez que se acomodaba -No te podría decir que ha sido fácil pero..- Vaciló después de decir lo último en voz más baja de lo que había pensado -Por el momento.. Aquí es bonito y.. Pienso mejor.. Quizá es porque hay más aire o algo así, ¿Cierto?- Dijo mirándola fijamente.

-Aunque, a decir verdad, es raro para mi.. He estado toda mi vida en un mismo lugar y, cuando te quitan el suelo te sientes mareado. -Dirigió su mirada hacia las nubes -..Es como andar en una nube pero, creo que en un tiempo más se me pasará la sensación.- Al ver tal espectáculo de la tarde se le ocurrió compartir el momento con Aria. -Hey!- Dijo esperanzada de que a ella le agrada la idea- ¿Y si vemos las nubes un rato? En un rato más, cuando atardece, son de muchos colores y formas! ¿Qué dices?.. Oh! Me acordé que en mi bolso tengo una manta para tirarnos en ella. Últimamente tengo algo de frío aunque solamente esté fresco. Ves?- Le dijo al ir a buscar su bolso que no estaba muy lejos de ahí mientras se acercaba a la chica.- ¿Siii?