Una extraña Luna Llena [Ayato]

Su rostro expreso un mueca de enojo ante la reacción de Ayato por no dejar que bebiera su sangre, no escuchó lo que murmuraba para si.  ''Uy! como puede ser tan insistente... '' pero luego un pensamiento se le vino a la cabeza ''...espera! él dijo que la comida comun no lo llenaba, que era como beber un vaso de agua... eso si que suena algo aburrido, pero espera un momento, si no accedo a que él beba de mi sangre lo mas probable es que vaya a hacer esto mismo con un humano... y lo mas probable es que él no pueda defenderse como yo lo hice hace un rato...'' esta idea asusto un poco a Momoka. Si eso sucedía después le iba a dar cargo de conciencia. Odiaba su pensamiento de princesa... ella sabia que cuando el pueblo peligra hay que buscar una manera de protegerlo, y si el monarca debe sacrificarse por el bien de su pueblo lo haría. A pesar de que no fuera su hogar debía hacer algo, si estaba en sus opciones lo haría a pesar de que esto le recordara ir al doctor.

- ESPERA UN MOMENTO FETICHISTA DE LA SANGRE - grito con todos sus pulmones, lo suficientemente fuerte como para que Ayato la escuchara, colocando su mano extendida como en señal de que detuviera su andar. Luego dio un par de pasos hacia donde se había dirigido Ayato. - Acepto- dijo mientras avanzaba- podras beber de mi sangre... si eso sacia tu apetito - dijo con un rubor en su rostro ante su comentario- PERO EXIJO DOS COSAS!! - dijo mientras miraba a Ayato.

-...Un baño y una cama!! - dijo alzando su dedo- No podras beber de mi sangre si no después de que me haya dado un ducha - dijo notando que su cuerpo y su cabello estaban todos sucios. La noche estaba comenzando a refrescar y la comida desparramada sobre su cuerpo estaba comenzando a helarse, el jugo que le habia caido en la cabeza le daba frío, Momoka se abrazaba a ella misma como tratando de darse calor.

- Y segundo, después de beber mi sangre - dijo aun ruborizada pero apartando la vista de Ayato  - me dejaras dormir para poder reponer fuerzas- dijo - por suerte, a diferencia de los humanos nosotros podemos reponernos facilmente despues de haber dormido un poco - dijo con una sonrisa en su rostro - De acuerdo? - preguntó mirando la parte frondosa del parque en donde se encontraba Ayato. Debia admitir algo, se movía rápido y sabia como ocultarse en la oscuridad.

Momoka parecía haber cambiado de opinión pues Ayato no tardó en escuchar su voz llamándole desde el lugar donde hace un rato se encontraban, cerca de la banca situada ante el lago que centraba el parque. Él se hallaba entremedio de los arbustos y de la oscuridad, le sorprendía que los pulmones de la pequeña alienígena pudieran gritar tan fuerte.

Desganado, el dhampiro se volteó pero al escuchar su propuesta tomó algo de interés.

- Eh~ Hecho... de todas formas no acostumbro a dormir - respondió sonriendo con perversidad al escuchar las condiciones. No entendía qué le había hecho cambiar de parecer pero estaba encantado de salirse con la suya. Qué increíble, pensaba que al ser una extranjera sería más difícil de convencer.

Es igual de tonta que cualquier humana normal...

No le molestaba que ella usara su cama, la noche era su instancia favorita, jamás podría desperdiciarla durmiendo como lo hacían los seres humanos aunque no negaba que de cuando en cuando necesitaba recobrar sus energías, sobretodo después de una batalla, solo por eso la tenía. El asunto de la ducha estaba claro, él tampoco bebería de un cuerpo sucio, la esencia a ramen, el helado y todas esas extrañas sustancias volcadas sobre Momoka podían confundirse con el sabor de su sangre. Ayato analizó sus ropas y llegó a la conclusión de que incluso él tendría que darse un buen baño.

- Sígueme, princesa. Mi departamento está lejos de aquí - dijo segundos antes de correr en dirección a los barrios bajos, empleando una velocidad sobrehumana. Estaba seguro de que Momoka podría seguirle el paso por lo que ni siquiera se detuvo a comprobar si le seguía.

Momoka observo el cambio de actitud de Ayato ya que ella había accedido a que bebiera de su sangre, la sonrisa perversa que emitio en su rostro le dio un pequeño escalofrío a Momoka, junto con un aumento de su rubor... ''habrá sido buena idea haber aceptado?''

- Esper!- estuvo a punto de decir cuando lo vio irse por alguna dirección del parque. Empuño un poco su mano en forma de molestia ante la ida de Ayato - te vas sin esperarme... mas encima he accedido a que beba de mi sangre... por lo menos podria ir guiandome el camino - dijo mientras se echaba para atrás y tomaba impulso -Y NO DEJARME AQUI TRATANDO DE PERSEGUIRTE!! - Lanzó un enorme grito mientras daba un salto, atravesando la mitad del parque su silueta se dibujo por la luna que brillaba con todo su esplendor, su cabello bailaba con el viento, cualquiera que la viera podría decir que era como un ángel.

Dio una vuelta hacia atrás para aterrizar delicadamente en las ramas e iba dando saltos rápidos y agiles, no le costo tanto trabajo alcanzar a Ayato, lo visualizo a un par de  metros de ella, igual no era algo difícil encontrar un cabello pelirrojo como el suyo. Decidió apurar su paso cuando dio otro salto en una rama, agarro tanto impulso que salio casi disparada, paso muy cerca de Ayato y luego aterrizo unos 500 metros mas lejos.

Había llegado a la salida del parque por ese enorme impulso que tomo, si no se hubiera dado cuenta que se iba pasar lo mas probable es que se hubiera estrellado en los edificios que estaban al frente del parque, asi que antes de eso se afirmo de una rama lo mas fuerte que pudo y se dio una vuelta como lo hacen los atletas olímpicos en las barras, el roce le dejo una pequeña herida en sus manos.

- Creo que me he pasado - dijo mientras colgaba de la rama y miraba la poca distancia que le quedaba del parque y el edificio del frente. Una pequeña gotita de sudor bajo por su frente luego de eso se subio a la rama y se sento a esperar a Ayato - creo que sera mejor seguirlo por detrás... - dijo ella, luego miro las palmas de sus manos y noto que estaban todas raspadas y con una pequeñas heridas. Las sacudió un poco como esperando que el aire le ayudara aliviar el ardor que sentía en ese momento - ARDE, ARDE !!... - dijo mientras movía sus brazos de un lado a otro luego acerco sus palmas a su rostro y las soplo delicadamente - por aquí fue por donde entre - dijo alzando un poco la vista y reconociendo el lugar. Giro su cabeza hacia atrás para ver si estaba Ayato pero aun no llegaba - creo que se va a demorar un poco en llegar - decidió apoyarse en el respaldo del árbol, estaba algo cansada así que solo cerro por unos segundos sus ojos mientras esperaba que llegara.

Ayato avanzaba a gran velocidad por los árboles, brincando de rama en rama con una sonrisa llena de seguridad trazada en sus labios, dándose impulso para seguir adelante y amenizar su ansiedad con la brisa nocturna. Pero de pronto algo desvió su atención. Contempló con gran sorpresa que la alienígena había llegado junto a él, y no solo eso, no tardó en tomar ventaja por sobre su posición, le observó marchar por un instante, un poco más serio.

Debido a sus constantes ataques a transeúntes, conocía a la perfección cada rincón de los lugares donde solían frecuentar. A penas notó que Momoka le había adelantado a gran distancia, desvió su andar por un atajo que conocía, frenando con algo de dificultad sus pies sobre la superficie de un monumento que se hallaba en pleno parque.

Al cabo de un minuto se encontró en la entrada del lugar, pero al juzgar por el aroma ambiental Momoka no tardaría en llegar, podía percibirla. Acelerado, Ayato se ocultó entre las frondosas ramas de un árbol, y tal como lo predijo la niña llegó acompañándose de una frenada sumamente violenta. Cuando vio que se acomadaba para esperarle en el mismo árbol que él se encontraba, el dhampiro se presentó ante ella dejándose caer, quedando con ambos pies en la rama, observándole una expresión evidentemente molesta.

- ¡¿Qué fue eso?! ¡¿No se supone que solo debías seguirme?! - Se quejó, esperando que su repentina aparición le hubiera asustado aunque fuera un poco. - Estaba intentando ir más lento como buena persona que soy, pero ya veo que te gusta la competencia... ¡Está bien, mocosa! ¡Sigue mi espalda y esta vez no tropieces! - Dijo con malicia antes de lanzarse del árbol y correr en dirección a la salida.

Tras una breve preparación, y sin esperar a Momoka, el dhampiro se echó a correr a una velocidad sobrenatural, valiéndose de su fuerza para trepar autos, árboles y hasta edificios, evadiendo cualquier obstáculo que se le presentara al frente.

Con esta dinámica, no tardaron en llegar a los barrios bajos.