Una extraña Luna Llena [Ayato]

El parque era ya de noche, soplaba un fuerte viento alrededor meciendo de manera brusca los arboles, por ahí no circulaba ningun alma, al parecer era muy tarde para que hubiera personas, excepto una chica que se acaba de instalar en una banca para poder despejar sus ideas. La mejor manera de hacerlo era colocándose en algún lugar tranquilo donde no hubiera interrupción, tenía un pequeño problema con su mente, estaba algo estancada... eso no le agradaba para nada.
- que molesto es no tener mas inspiración - dijo ella hablándole al viento que solo ayudaba en darle aire muy frío, provocando que sus manos temblaran, justo se le había ocurrido andar con shorts y una polera de cortas mangas con una chaqueta blanca pero que no la protegía para nada de la noche helada.
El viento volvió a soplar de nuevo, ahora como si estuviera soplando a sus piernas a proposito, las cuales se encontraban completamente desnudas sin ninguna tela, un pequeño escalofrió recorrió su cuerpo hasta llegar a su nuca, este ambiente no le ayudaba nada a desatrancar su mente...
-Sera mejor que toque algo, a ver si así puedo entrar en calor... de alguna manera - dijo ella mientras sacaba la guitarra que llevaba en su estuche , saco su guitarra con mucho cuidado, la coloco encima de su piernas, noto algo raro en las cuerdas, paso sus dedos suavemente por las cuerdas pero como sus manos estaban tan heladas y las cuerdas estaban algo duras por el frío le provoco un pequeño corte.
-Itai! - dijo ella notando como suavemente de su dedo indice salia una liquido de color carmesí - Tsk! - dijo ella molesta - lo que me faltaba, un corte en mi dedo, como si no me bastara con que no tengo inspiración -llevo su dedo indice a su boca como tratando de aliviar un poco la herida... probo el sabor de su sangre, sabia salada y rara, se puso a pensar en algo que había escuchado mientras exploraba este planeta.
Habian algunos que les gustaba la sangre, los tales vam...no se que...dijo ella mientras trataba de recordar el nombre de estos seres, como escucho a medias una conversación no pudo escuchar bien la palabra completa, era una charla entre chicas de su edad. Escucho como ellas se emocionaban, gritaban y se ruborizaban mientras comentaban euforicamente como les agradaba la parte donde aparecían estos seres fantásticos que mordían a la protagonista y bebían de su sangre...
que raro es este planeta... pensó ella
-como si supiera bien la sangre...- dijo ella mientras veía su dedo que aun seguía emitiendo ese liquido carmesí, volvió a introducirlo en su boca un rato más mientras veía la luna que estaba algo extraña e hizo que llamara su atención, se sentó y se puso observar la luna.

Disfrutaba de las noches heladas tanto como el sabor de una buena hamburguesa, superado únicamente por el de la sangre. Al salir del sello, y comprobar cuán agradable le resultaba el clima, Ayato decidió dar una caminata por el sector antes de volver a casa. Su trabajo no era especialmente pesado pero tendía a tener conflictos con los otros sonidistas pues su aguda audición le permitía detectar errores en las vibraciones que los demás no, lo que era fuente de una serie de discusiones que se centraban en su supuesto perfeccionismo energúmeno.

– Maldición, si yo digo que algo suena mal es porque suena mal... – refunfuñaba para sí mismo mientras desabotonaba los primeros botones de su camisa, dándole un aspecto aún más informal del que habitualmente tenía.

Fue entonces cuando detectó el dulce aroma de una ínfima cantidad de sangre proviniendo del parque central. Detuvo su andar en la entrada del lugar, olfateando con curiosidad. La dimensión del olor era insignificante, similar al de las oficinistas cuando se cortan el dedo con un papel, pero la diferencia sustancial era que en esta ocasión no había un alma en ese sector, lo que volvía al humano en cuestión una presa fácil.

Con ganas de un bocadillo antes de dormir, Ayato se desvaneció en el aire, ayudándose de su poder de invisibilidad caminó sigilosamente por el parque, guiado por su siempre confiable olfato. Al cabo de unos minutos llegó junto a una banca ocupada por una joven de apariencia humana, aunque su instinto le decía que algo extraño había en ella. Convencido de que se trataba de su imaginación, el dhampiro no tuvo reparos en sujetar la muñeca de la chica, apartando el dedo de su boca y acercándolo hacia él.

Restó invisible por unos momentos, solo para asustarla y hacerle creer de que lo que estaba reteniendo su muñeca era un fantasma, pero viendo la expresión de la chica no pudo evitar soltar una carcajada y volverse visible ante ella, sonriéndole con arrogancia.

– Vaya, vaya, vaya... ¿Qué tenemos aquí? – Preguntó con la mirada clavada en ella.

Mientras estaba sumida admirando el hermoso esplendor que mostraba esa extraña luna, su instinto deviluke sintió algo que se aproximo a ella de una forma rápida, sintiendo como el dedo que ella mantenía en su boca fue arrebatado por una fuerza externa, cualquier persona se asustaría, pero en su planeta ella conocía que había instrumentos que podían volver invisible a cualquier persona, e igual algo le daba mala espina por lo que su cola por instinto se erizo un poco.

Sabía que había algo que estaba en frente de ella pero no podía verlo, acaso sería su imaginación pensó ella mientras bajaba la guardia.
es imposible que este ese tipo de tecnología en este mundo... pensó ella.

Cuando ve que de la nada aparece un chico quien sostenía su mano y mostraba una sonrisa dibujada en su labios, ella no pudo evitar que se erizara en un momento su piel y diera un pequeño susto, para luego dar un suspiro y examinar bien el chico que habia aparecido.

Era tez de muy blanca, sus ojos eran de color esmeralda intenso, era mas alto que ella, su cabello era rojo y algo despeinado, pero algo extraño tenía poseía una gran fuerza, mas que un humano común y corriente que tuviera su físico.

-Etto - dijo ella mientas lo observaba - me puede devolver mi dedo, necesito curarlo - dijo ella mirándolo a los ojos.

Aun así su piel no podía dejar de tener los pelos de puntas o algo le decía que no era como los humanos o tal vez el frío le estaba empezando a afectar.

Ayato esperaba gritos y mucho escándalo, pero aunque su víctima se veía algo confundida por su repentina aparición no dio indicios de perder la calma. Eso era molesto, no le gustaban las presas fáciles. ¿Qué sentido había en cometer un homicidio si la víctima quería suicidarse? Era un razonamiento exagerado, pero se asemejaba al caso.

La chiquilla le pedía su dedo de vuelta, cosa que no tenía ni la más mínima intención de hacer.

– Oblígame – masculló el dhampiro mientras apoyaba un pie sobre el respaldo del banquillo y, ayudándose del impulso, jalaba con más fuerza su brazo, obligando a la víctima a levantarse y a disminuir la distancia entre ambos. Sin perder esa arrogante sonrisa, Ayato observó fijamente el dedo herido. – Veamossss... Te hiciste esto por... ¿Idiota? Jajajaja~ Típico de las humanas... – se burló, dejando escapar una que otra risotada, exagerando sus expresiones.

De pronto el dhampiro exhibió con orgullo sus filosos colmillos y los acercó a la mano de la desconocida, inhalando con fuerza el aroma de la pequeña gota de sangre que empezaba a recorrerle el dedo índice. Su aroma era extraño, estimulaba el ardor en su garganta pero no parecía ser del todo humana.

Será mi imaginación...

– Itadakimasu~ – susurró con voz ronca mientras clavaba su boca en la suave superficie de la palma de la mano, mientras que de forma paralela sus ojos pasaban de verde esmeralda a un intenso carmesí.

Ella miro atentamente al chico esperando su reacción, escucho sus palabras ''Obligame...'' que lo obligara, como iba a poder obligarlo, bueno era su dedo el que esta sosteniendo asi que ella tenía el derecho de decirle que se lo devolviera...pero aun asi no entendía su actitud, mientras estaba sumida en sus pensamientos, sintió como la jalo obligandola a levantarse, esto le sorprendió un poco por lo que no pudo evitar mostrar una cara de asombro por la reacción de este extraño chico...

De repente le dijo algo sobre su pequeña herida que tenía en su dedo, esto le encontro algo de sentido es algo idiota que alguien que toca la guitarra se corte con sus propias cuerdas? penso ella apenada mientras seguia viendolo, pero quien era él para decirle lo que tenía que hacer...

Su ceja se alzo un poco en forma de molestia por su comentario, aun ella seguía en silencio mientras le clavaba sus ojos. Luego noto como el acercaba su boca hacia su mano, esto no le olía nada bien y sobre todo por que su cola estaba completamente erizada, ese era signo de que había peligro, luego vio como el labio del chico dijo algo a unos poco centímetros de su mano ''Itadakimasu'' eso solo se usaba cuando se iba a comer algo o estaba por servirse algo pero en este lugar no hay ningun puesto de comida o bebida... penso ella.

- QUE DEM..!- estaba apunto de decir cuando de repente sintió como algo se clavaba en su piel y se adentraba en ella - Itai! - dijo ella en reacción al dolor que sintió, en este momento no le quedaba mas que usar la fuerza bruta, odiaba esa opción casi siempre terminaba lastimando seriamente a sus oponentes...pero como la situación en la que se encontraba era peligrosa no le quedo otra opción, trato con la otra mano que tenía suelta propinarle un buen golpe en el estomago, por lo menos para que pudiera en un segundo quitarle su mano de su boca, trato de ser lo mas delicada en utilizarla, por lo menos pudo separar por unos centimetros esa boca extraña.

Luego observo al chico en forma de alerta, observo su mano y vio que tenía dos pequeños agujeros...mientras sentía como la sangre se esparcía por su mano tiñendo su chaqueta blanca...
- Qué acaso todos los humanos se alimentan entre ustedes mismos? - pregunto ella un poco extrañada, acaso lo que había leído sobre la raza humana no estaba 100% actualizado?

Ayato hizo las heridas pertinentes en la mano de la niña para luego empezar a succionar la sangre con cuidado. El sabor de aquél líquido le llenó las fauces, y solo entonces su exquisito paladar pudo distinguir que aquella sangre no correspondía al de un ser humano normal, de hecho, no se parecía en lo absoluto a algo que hubiese probado antes. Poco después de gesticular una expresión de extrañeza, la muchacha le propinó un fuerte golpe en el estómago, provocando que el dhampiro la librase del agarre de sus colmillos.

– Ugh... – adolorido por el golpe, soltó a la muchacha para llevarse ambas manos al estómago, mientras la comisura de sus labios era manchada por pequeños hilos de sangre que se deslizaron por su mentón. – Eres una bruta, no tenía intención de matarte... – masculló furioso, empezando a reconsiderar si debía dejar con vida a su presa pues no podía tolerar esa insolencia hacia su persona.

Fue cuando ella le preguntó si todos los humanos se alimentaban así que Ayato se vio invadido por la cólera y con la mandíbula apretada dio un brinco por sobre la banca, para luego dirigir sus imponentes pasos hacia la insolente y tomarla del cuello de su chaqueta de forma agresiva.

– ¡¿AH?! ¡¿A quién le vienes a decir humano, escoria?! – Bramó en el momento que alzó a la desconocida por sobre el nivel del suelo, al tiempo que su mirada volvía a encenderse en un color carmesí. – Con que no eres de por aquí, ¿eh? ¿Quieres jugar un poco con Ayato-sama? Prometo que te divertirás, anda, ¿qué dices? – Preguntó mientras aproximaba el rostro de la niña hacia el suyo, empleando un tono burlesco y prepotente para dirigirse a ella.

Noto que su golpe fue efectivo pero al parecer fue con mas fuerza de la esperada , sintió algo de culpa , cuando ella estaba a punto de disculparse , escucho como le gritaba este chico que no tenía intención de matarla , ahora tenía mas culpa que antes, entonces que intención tenía , la mente de este sujeto no la podía comprender del todo ... entonces que es el... pensó ella

De un momento a otro el chico se acerco a ella y la levanto del suelo , esto le sorprendió , lo quedo observando mas interesada , mientra movia sus pies en forma inconsciente notando que si estaba en el aire , esta persona si que tenía fuerza penso en su mente , Momoka lo miro a los ojos

-Entonces que eres tú? - pregunto ella clavando sus ojos de color miel sobre esos ojos de color rojos carmesí que la miraban con rabia , escucho lo otro que le dijo - Ayato...sama -gesticulo de su boca como repitiendo lo que dijo como en forma de cuestión a la ultima palabra que se adhería a su nombre, el ''sama''. Ella había leído que eso solamente se utilizaba en la gente cuando era alguien superior o que poseía una gran fuerza económica o social , al parecer se había encontrado con alguien poderoso...

-Un juego? - pregunto ella - que clase de juego ..?? - dijo mientras una sonrisa se dibujaba en su cara, esta idea le interesaba un montón, tal vez si jugaba el juego que el quería podía averiguar que era él y porque había mordido su mano - esta bien, acepto tu juego - dijo ella con una mirada divertida - pero solo con una condición - dijo ella - si yo llego a ganar tendrás que responder todas las preguntas que tengo sobre ti y este planeta... -hubo una pausa - de acuerdo Ayato? - dijo ella - y si llego a perder, ya que esta esa probablidad -hizo una pausa momentanea mientras sus ojos reflejaban un brillo de determinación y revelando su verdadera identidad a esta persona - Yo, la Princesa Momoka Deviluke, aceptare mi derrota y haré algo por usted - dijo con una mirada determinante en sus ojos - no te parece... Ayato-sama? - dijo en tono divertido

La actitud de la niña lo estaba cabreando, no le gustaban las mujeres poco sumisas. Con los ojos encendidos y una expresión compungida, Ayato la apartó de sí, lanzándola contra el suelo de forma agresiva.

- ¿Ah? ¿En serio crees que voy a atenerme a tus reglas? ¡Jajajajaja! ¡Debes estar bromeando! - Exclamó divertido, esbozando una de esas sonrisas perversas mientras la observaba desde arriba, como si ella fuese un ser inferior.

Antes de que Momoka pudiera levantarse otra vez Ayato se le abalanzó encima, sujetando sus muñecas y forzándolas hacia el suelo para inmovilizarla.

Pose de referencia:

- Bueno princesa, no sé de dónde diantres vienes y me supondría un disgusto comerte antes de saber algo tan importante~ No tengo razones para ocultárselo a otra extranjera: soy un vampiro y no beberé sangre de baja calidad. Soy muy selectivo, ¿lo sabías? Excepto cuando tengo hambre... Jajajaja~ - le dijo con voz grave, recargando el tono burlón en la palabra princesa y comerte.

Dejó escapar una suave carcajada al final, observándole desde arriba con una manía impresionante. No iba a entrar en detalles escabrosos con el temita de su descendencia humana... Ante ella era un vampiro y ya, era lo único que tenía que entender.

- Y bien, ¿de dónde vienes? ¿Qué haces aquí? - Preguntó ansioso, enseñándole sus colmillos.

De verdad este chico tenía un serio problema de egocentrismo por todas partes, se cree superior a todos solo por su condición, lo que ella decía era un intercambio justo, si uno de los perdía debía darle al otro lo que deseaba, pero al parecer para él no existe la igualdad...solo él...dio un suspiro, estaba apunto de ponerse de pie cuando este se abalanzo encima de ella como si fuera un león atacando una gacela. No pudo evitar soltar un pequeño grito, sujeto fuertemente sus manos, ella misma debía admitir que este chico si que tenía fuerza pero aun asi no pudo evitar ruborizarse por la acción de Ayato, mientras su cara de seguridad cambiaba a una de miedo, no por que él fuera una especie de monstruo que bebiera sangre, en mas de una ocasión había tenido que batallar con monstruos pero era solo por el hecho de que era hombre...y ella había venido a este mundo a conocer a los humanos...pero no penso que un hombre iría y se abalanzaría contra su ser, trago un poco de saliva...esta situación le estaba comenzando a subir la temperatura.

Luego escucho como la llamaba princesa, como odiaba esa palabras a secas asi que trato de ocultar su enorme verguenza y lo miro a los ojos.
-Princesa??-dijo ella en tono algo molesto - Primero que todo mi nombre es Momoka...no princesa - dijo ella - segundo, no soy alimento de nadie...y menos de un vampiro - dijo ella un poco molesta y alterada - ahh me preguntas de donde provengo y que soy, de acuerdo te dire... -dijo, movio su cola que terminaba en forma de corazón que estaba escondida en su cintura, la levanto un poco y se acerco a la altura de la cara de Ayato como mostrándosela y luego volviendo a ocultarla - soy una Deviluke, un ser proveniente de otro planeta que somos reconocidos como los guerreros mas fuertes de la galaxia y lo mas temidos por supuesto - dijo haciendo enfasis en la última palabra - estamos dotados de una gran fuerza sobre natural, como te habrás dado cuenta cuando tuve que utilizar la fuerza en forma defensa, lo cual pido disculpas- dijo ella - no quise lastimarte solo fue una reacción de defensa, pero al parecer si no te retiras me vere forzada hacerlo de nuevo...me pones algo incomoda -dijo desviando la mirada hacia a otro lugar con un enorme rubor, luego volviendo a mirarlo - asi te pido por favor que salgas de encima mio, Ayato

Ayato frunció el ceño al escucharle, a pesar de su apariencia de niña dulce Momoka se estaba comportando de un modo bastante insolente, cosa que le irritó de sobremanera.

- ¡¿Ah?! Te llamaré como se me dé la puta gana, ¿entendiste? ¡Deberías sentirte halagada! ¡Solo eres una forastera poco agraciada! ¡Tsk! - Bramó molesto.

La explicación que Momoka le dio lo dejó más o menos en el mismo lugar: no tenía idea de qué era Deviluke ni de dónde quedaba, observó la cola de la muchacha con una mezcla de extrañeza y curiosidad... (Se preguntó a sí mismo si podría clavar sus colmillos en una superficie como esa). Pero no hizo ningún esfuerzo en contener sus estridentes carcajadas cuando le oyó decir que de su planeta provenían las criaturas más fuertes de la galaxia. La muchacha hablaba con tranquilidad pero incluso un tipo como él podía detectar que su discurso escondía una amenaza.

- ¡Jajajaja~! ¡¿Te estás burlando de mí?! ¿Quieres que crea esa absurda historia? ¿Me has visto cara de idiota? - Respondió con actitud desdeñosa, sonando burlesco y enfadado a la vez pues ambas emociones se le estaban cruzando. Ciertamente no podía creer de buenas primeras algo así, la niña ante él desprendía un aura muy diferente a los humanos, incluso su sangre ponía en evidencia que ella no era un ser normal... Pero ¿extraterrestre? No, era un disparate... Pero no había otra forma de explicar la procedencia de esa cola en su retaguardia.

Se mantuvo en silencio mientras la observaba, estudiando minuciosamente las posibilidades.
- Hm... Pongamos a prueba esa fuerza que tanto presumes, princesa... - acabó murmurando con voz aterciopelada a medida que recargaba su cuerpo sobre el ajeno, sin soltarle de las muñecas, deslizó cuidadosamente su lengua por el cuello de la jovencita.

no podía creer lo egocentrico que era, habia leido en libros que existia gente asi, pero tenerlo mucho se podria clasificar como una especie de problema psicológico... dio un chasquido de su lengua mientras lanzaba un suspiro
-Bueno si no quieres creerme ahi tu, pero esa es la verdad - dijo, luego escucho que este chico le estaba poniendo a prueba su fuerza, por un momento penso... ''no debería usar mi fuerza...la mayoría de las veces termino lastimando mas de lo que debo y no hay ningún peligro por ahora...solo esta encima mió, sujetándome con sus manos contra el suelo sin posibilidad de moverme, eso no es algo tan malo...'' penso ella

Un momento a otro vio como Ayato acerco su cabeza a su cuello, primero se quedo un poco perpleja por la reacción así que espero a ver que sucedía, luego sintió como algo húmedo y suave esta pasando por su cuello... su cara se puso completamente roja... mientras que su cerebro no sabía que demonios estaba haciendo. En su cuerpo se produjeron distintas sensaciones, sintió como una electricidad recorría todo su espalda hasta terminar en su cola que terminaba en forma de corazón, provocando que soltara un leve gemido, al escuchar ella misma ese sonido salir de su boca se avergonzó tanto que no pudo tolerar lo que hacía este chico... así que levanto sus manos que eran sujetas por Ayato y hizo que se cambiaran los papeles quedando ella encima de él, mientras ahora era ella la que lo estaba presionando contra al suelo con sus manos. Su cola salio de su escondite mientras de su cara salía un enorme rubor y reacción de molestia y de incertidumbre por la reacción del chico lo que estaba provocando por primera vez en su cuerpo
-QUE DEMONIOS HICISTE!!! - dijo ella completamente ruborizada y molesta - QUE FUE LO QUE PROVOCASTE, EXPLÍCAME ESO AHORA!!!!!!! - decía ella mientras presionaba con gran fuerza las manos de Ayato contra el suelo dejándolo completamente inmóvil, mientras su cola estaba completamente erizada en forma de molestia - Y... Poooorrr queeeee dem...onios salio ese extraño sonido de mi boca! - dijo ella entre balbuceos, con las palabras entrecortadas por que estaba muy nerviosa y asustada por lo que habían escuchado sus oídos. Definitivamente era una completa inexperta este tipo de cosas y primeriza en estas sensaciones.

Ayato se encontraba bastante a gusto centrando su atención en las venas que se alcanzaban a traslucir bajo el blanco cuello de la extranjera, incitado por el olor que aún desprendía la herida en su mano. La sangre que había alcanzado a probar le sabía demasiado extraña pero no podía evitar querer confirmar cuán distinta era de la sangre humana, por... simple curiosidad. Pero antes de que pudiera siquiera acercar sus colmillos a Momoka, con la guardia baja se encontró sin previo aviso volcado bajo ella.

Levantó la mirada hacia la jovencita con una expresión bastante sorprendida pues la fuerza de esa muchacha era efectivamente anormal. Producto de este impacto no alcanzó a dar rienda suelta a su indignación pues ella inmediatamente empezó a cuestionarlo, se veía histérica y muy nerviosa. Ayato se quedó observándola desde el suelo con el cabello y la camisa desordenados; parpadeó un par de veces antes de dejar escapar una estridente carcajada.

- ¡¿Qué hay con eso, princesa?! ¡¿Vas a golpearme?! Quiero ver que lo intentes, toooonta~ - la provocó, adquiriendo nuevamente ese tono burlesco. - ¿Por qué te pones así? ¡Solo estaba dándole una probadita a tu cuello! - Agregó como si no fuera la gran cosa, sin mover un músculo más que el de su rostro; no quería resistirse, esto era demasiado divertido. - No me digas... que te gustó~ - preguntó con picardía, alzando una ceja y dándole a entender que ese gemido no había pasado desapercibido para él. No la dejaría en paz tan fácilmente...

En ese momento no podía calmar la vergüenza que sentía, incluso las palabras de Ayato no la ayudaban a mantener su calma, estaba decidida a darle una buena lección
-NI SIQUIERA SE YO MISMA SI ME GUSTO O ME DESAGRADO!! ASI QUE NO DIGAS COSAS INNECESARIAS EN ESTE MOMENTO - dijo ella molesta - AHH!! PROBAR MI CUELLO!!!! QUE ACASO ESO LO VES NORMAL, DEBERÍA...-dijo ella molesta cuando se distrajo con otra cosa - tus manos están muy heladas...sera por que tienes frío? - miro algo extrañada - necesito comprobar algo que me ha estado inquietando -dijo ella mirándolo fijamente, movió su cola la paso suavemente por la frente de Ayato, la dejo ahi un rato para comprobar - estas muy helado...- paso su cola cerca de nariz de Ayato - tampoco siento que respire... que extraño - dijo ella mientras mantenía inmóvil a Ayato y seguía examinándolo pero antes de eso volvio ocultar su cola en su ropa y comenzó hablar sola como queriendo comprobar las distintas teorias que se le venían sobre los vampiros - ya veo asi que tienes colmillos, esa la única manera con la que los'' vampiros'' se alimentas de sangre o comes algo más? - pregunto ella como al aire, no esperando respuesta - también tus ojos cambiaron de color de un esmeralda a un color rojo carmesi...sera por que cuando pruebas la sangre tus ojos cambian de color? - dijo ella siguiendo observandolo - También es una característica de los vampiro ser algo gua...-cuando de repente se acordo de por que se había enojado - PERO QUE DEMONIOS HAGO PREGUNTADO COSAS SOBRE TI CUANDO DEBERÍA ESTAR DENUCIANDOTE POR ACOSO A MENORES DE EDAD!! - en eso Momoka sintió como de los arbustos provenía un ruido.

Momoka dirigio su vista hacia los arbustos pero sin soltar a Ayato, vio como de él salio un hombre de 40 años o más todo desarreglado y al parecer tenía problema para guardar el equilibrio y hablaba puras cosas incoherentes, luego presto atención a los que estaban haciendo ellos dos, Momoka ahora estaba roja como un tomate.

-ESTO... SEÑOR... ESTO NO ESSS LO QUE PARECE - dijo mirándolo y tratando de explicarle - Pues verás él - dijo tomando las dos manos de Ayato y sujetandola con una mano señalandole con el dedo de su mano libre - el primero se.... mmmme abalanzo y yoooo en defffe...ns...a pr...o...pia - dijo tartamudeando incoherentemente mientras su lengua se enredaba por la presión y la enorme vergüenza, mientras mas explicaba mas quedaba como lo que no quería.

El señor solo sonrio de forma perversa...

Momoka sintio como ahora toda su dignidad se le iba por lo cielos. Ella a los ojos del señor quedo como el lobo feroz que estaba atacando a la pobre oveja de Ayato.

-Wooow una acosadora - dijo el señor en forma lenta y de forma graciosa - No se preocupen niiiños continuen con lo que estaban haciendo - dijo en forma divertida el señor

Momoka lo unico que pudo hacer ya en ese momento de humillación total fue soltar a Ayato del agarre y echarse a un lado mientras sentía como su cara echaba humo. Lo único que pensó mientras lanzaba una pequeña risa en voz baja mientras un aura negra invadía su cuerpo en estilo chibi - jajaja me he transformada en una acosadora... mi carrera de ser cantante va a tener una enorme mancha en su historial -dijo ella mientras trataba de encontrar algún consuelo mientras miraba la luna

Le divertía mucho ver cuánto escándalo hacía Momoka por un simple comentario. No fue capaz de borrar esa maliciosa sonrisa que se dibujaba en su rostro, después de todo no lamentaba haberla venido a molestar. Pero su actitud cambió de manera radical de un momento a otro, Ayato enarcó una ceja ante toda la curiosidad que demostraba por su condición física. Parecía haber adquirido un inmediato interés por los vampiros, pero si ella supiera todas las atrocidades que alguna vez él había cometido ni siquiera estaría dirigiéndole la palabra... Llamaría a la policía directamente...

¡Claro que la mataré antes de que eso ocurra!

- Pues soy un vampiro... ¡Qué esperabas! - Respondió con gran orgullo, sin comprender por qué Momoka se encontraba tan extrañada por su apariencia y por sus características físicas. El asunto de los vampiros no dejaba de ser un cliché de los humanos, al menos él lo había visto con frecuencia en películas, incluso en esa ciudad. La televisión y esas absurdas novelas de hoy en día parecían tener muy confundidos a los jóvenes de hoy, era la única conclusión que había sacado.

De pronto entró en escena un hombre de mediana edad en un considerable estado de ebriedad, en cuanto les vio esbozó una sonrisa de lado a lado y sacó sus propias conclusiones de la situación. Momoka saltó de inmediato a intentar explicarle pero su nerviosismo le jugó bastante en contra. Gracias a esto Ayato se encontró libre de su agarre, apenas pudo incorporarse junto a Momoka en el suelo se dirigió al borracho:

- ¡Eh, viejo! No se deje engañar. Esta muchacha intentó abusar de mí, ¡es el peor tipo de persona existente! ¿Puede creerlo? Y su nombre es Momoka, no lo olvide, MO-MO-KA~ - alzó la voz hacia el sujeto y con un tono falsamente sorprendido deletreó lento el nombre de la muchacha. - Pero descuide, como soy un caballero gentilmente me dejaré, jajaja~ - agregó divertido, volviéndose a la muchacha con una sonrisa llena de intenciones.
- ¡Jajajaja! ¡Quién como tú, mocosoooo! ¡Hip! Suerte con eso, eh~ Cuídese usted también, Momoka-san, ¡hip! - Contestó el sujeto a la distancia, festejándole el logro para después marcharse cantando una de esas viejas canciones que solían oírse en los bares de mala muerte.
- Muchas gracias, viejo - dicho esto, Ayato notó que Momoka seguía contemplando la luna. - ¿Qué tanto estás murmurando, tonta~?

Momoka mientras estaba perdida en sus pensamientos pudo escuchar claramente cada una de las cosas que dijo Ayato, sintió como unas enormes sartenes le caian en su cabeza, mostrando como su humillación cai mas y más... Esta fue la gota rebalso el vaso, su cara ahora esta oculta en su chasquillla mientras ella sentía como su cara se iba poniendo muy roja, sentía que una pequeña vena salia de su frente. Su cola estaba erizada al igual como los perros se ponen en modo de atacar, se levanto del suelo y giro para mirar directamente a los ojos Ayato

-POR QUE!! Grito ella molesta mientras movía sus manos hacia un lado de forma toda alterada - PORQUE AHORA JUSTAMENTE, AHORA SE TE OCURRIO ACORDARTE DE MI NOMBRE!!- dijo ella mientras se ponía de puntillas tratando de que su cara estuviera a la misma altura de la cara Ayato - ANTES NO PARABAS DE DECIRME PRINCESA!!! Y AHORA CUANDO NO NECESITO QUE SEPAN MI NOMBRE TU SE LO HAS DICHO, A ESA PERSONA QUE ACABA DE LLEVARSE UNA IDEA MUY EQUIVOCADA DE MI - dijo ella molesta mientra enarcaba su ceja y lo miraba - Y QUE FUE ESO!! QUE TU ERAS EL QUE ERA ATACADO, POR FAVOR!! - dijo ella mientras su rabia no sabía como demonios expresarla y se puso la mano en su cabello y lo revolvia de un lado a otro - ERA AL REVES!! Y AHORA HE QUEDADO COMO UNA ACOSADORA!! Y COMO ES ESO QUE TE VAS DEJAR!! QUE DEMONIOS PIENSAS QUE SOY!!!! -

Su ira ya se estaba saliendo de control, tanto que se dio media vuelta se acerco a un árbol y lo abrazo mientras comenzaba a sacarlo - POR QUE!! POR QUE!!! - dijo ella mientras jalaba el árbol con todas tus fuerzas hasta lograr sacarlo de raíz, luego se volteo hacia donde Ayato - PORQUE TENÍAS QUE DECIRLE ESO!!! QUIEN DEMONIOS TE CREEES!!! - dijo molesta mientras levantaba el arbol sobre su cabeza, dándole un impulso y lanzandolo hacia el cielo lo mas lejos que pudo - PORQUÉ!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! - dijo en un grito mientras se volvía a girar a ver a Ayato luego que descargo toda su ira, solo se dejo caer de nuevo sobre sus rodillas mientras miraba a Ayato, su respiración era jadeante

- Moouuu dame un respiro por favor... me rindo - dijo, miro hacia uno de los faroles que estaban en el parque y vio el reflejo de algo, se vio a ella... todo destrozada, con el cabello revuelto, toda su ropa sucia por haber abrazado al árbol. Luego se giro a ver a Ayato y noto que el también estaba algo desaliñado, su cara solo pudo expresar una sonrisa, primero trato contenerla pero luego estallo en una risa mientras se lanzaba al suelo y sostenía su estomago del dolor que le producía. Por primera vez en su vida se encontraba toda desaliñada, primera vez que había explotado y habia dicho todo lo que sentía en ese momento... se sintió liberada por primera vez de ese titulo que estaba en su cabeza y esa corona...por primera vez era solo ella...Momoka...

Luego se levanto a mirar de nuevo a Ayato, mientras pasaba un dedo por sus ojos por las lágrimas que le habían sacado esas carjadas - Jajajaj Ayato eres todo un problema que me es dificil de entender y superar - dijo ella mientras emitia una sonrisa - un verdadero problema... - dijo de nuevo esta palabra y sintió como algo floreció en su mente. - Problema...Problema... Trouble... - dijo esto último. Se levanto de forma rápida mientras de sus ojos se mostraba que había encontrado la solución a como continuaba la canción en la que estaba trabada, podia escuchar la melodia y la letra, todo junto - ESO ES! - dijo ella