La sombra de la luna llena(Priv. Natalya)

¿Qué mejor lugar para pasar una noche agradable que estar en los luagres donde se sentía a gusto? Y en este caso eran los bares, no solo por que antes había tenido uno si no que ahí iban personas que de cierta manera eran como él y buscaban sólo una cosa, estar en un lugar donde poder olvidar la vida cotidiana, estando con personas con el mismo propósito o sumirse en el alcohol. Claro que para él lo segundo no podía ser, por más que quisiera no podía emborracharse hasta perder el conocimiento, además que se encontraba en recuperación por lo que solo iría a tomar una copa y ver que tipo de gente había en esta ciudad.

Caminaba por entre los callejones, la luna era la única que proporcionaba luz y a pesar de que era la primera vez que iba al lugar no tenía miedo ni sentía asco por los olores normales que porporcionaban los callejones llenos de basura y cosas putrefactas, tenía buena orientación así que no le costó en llegar, además el ruido del bar era como la luz llamando a las moscas. Entró y en el instante que lo hizo sintió que varias miradas se posaban en él, incluso algunas personas dejaron de hablar mientras lo miraban ¿Qué pensarían de él? A lo mejor que era alguien que buscaba pelea o los que iban a los extremos que era un asesino pero ya estab acostumbrado a eso por lo que ignoró a las personas caminando hacia la barra donde todavía había espacio para sentarse.

Se sentó en el más alejado que pudo haciendo una seña al barman para que se acercara, casi no se notaba por lo oscuro del lugar y gracias a sus ropas oscuras- Una botella de whisky- Comentó de manera cortés, cosa que le sorprendió al barman,él solo se le quedó mirando esperando a que hiciera lo que le pidió y cuando el barman se alejó comenzó a mirar de reojo por los alrededores, a ver si a esa hora de la noche había algo bueno.

Estaba a pocos pasos del bar, no había entrado a uno hace ya bastante tiempo, sabía que mientras estuviera bajo tratamiento no era para nada recomendable beber por lo más mínimo que fuera, lo sabía por experiencia propia, por lo que no solía beber cuando estaba bajo los medicamentos; sin embargo tenía la pésima costumbre de que apenas fuera "libre" lanzarse a beber como una cría que no sabe lo que hace, pero aquella era su forma de olvidar, sentirse como cualquier persona, no tener que andar restringiéndose ni nada... Sabía que no estaba bien del todo, pero digamos que ella nunca obedecía a esa voz llamada "conciencia", demasiado inmadura para poder comprenderlo.

Entró al bar, no le parecía un lugar muy nuevo aunque no recordaba haber estado allí antes, para alguien con sed un bar era un bar. Iba con sus típicos pantalones negros, una polera calipso y su infaltable chaqueta negra, nada fuera de lo común. Al entrar observó el lugar, las personas y el ambiente en general. Sonrió ligeramente y buscó algún lugar donde sentarse tranquila, algunos tipos le hacían señas para que se fuera a sentar con ellos a los cuales ella -dependiendo de quién se tratara- ignoraba o negaba con una pequeña sonrisa, en aquella ocasión prefería sentarse sola, digamos que no tenía demasiadas ganas de hablar.

Buscó con la mirada algún lugar para sentarse cerca de la barra, algún lugar discreto y vio unos cuantos puestos vacíos al fondo; tan al fondo no era su lugar preferido en la barra, pero algo era algo, se encogió levemente de hombros y se acercó a ese lugar. De pronto hubo un silencio solo interrumpido por la música de ambiente. Por unos segundos, sintió que la miraban un poco más que de lo usual, lo cual la incomodó un poco.

- Hmmp? -Alzó una ceja mirándolos a todos, se le hacía algo extraño que luego se pusieran a hablar más bajo que antes.- What's going on? -Susurró para sí misma.

Iba a sentarse tranquilamente cuando notó que al parecer no estaba sola, se sobresaltó ligeramente al ver un hombre sentado justo al lado donde pretendía sentarse. Parecía mimetizado con la oscuridad, por lo menos lo suficiente para que no lo hubiera notado a primeras, no se veía demasiado... amable, por lo que prefirió no decir mucho.- Amm... Buenas noches... -Dijo sonriendo un poco para luego sentarse a su lado, un asiento era un asiento, ¿qué carajo le importaba si le miraban mal? No sería ni la primera, ni la última vez.

Siempre atento a su alrededor, la manera en que se estaban comportando la mayoría de los hombres y por lo que escuchaba decir de los más cercanos parecía ser que una chica llamaba la atención de todos, a él no le interesaba mucho pero no le agradaba la idea de que estuvieran compitiendo por saber quien era el afortunado que tuviera a esa chica en su mesa y pudiera ligar con ella e incluso emborracharla para llevarla a otro lugar, eso lo había visto mucho en su bar y el cómo muchos quienes iban por primera vez intentaban tener algo con Scarlet….

-Scar…-Susurró al acordarse de la chica, entrecerrando sus ojos la imagen de la chica apareció en su mente pero desapareció al escuchar que una voz femenina le estaba hablando, no respondió enseguida, la miraba para analizarla, sin duda ella era la chica que los hombres estaban teniendo como objetivo, levantó el vaso que tenía- Buenas noches señorita- Dijo amable pero distante a la vez.

Con disimulo miraba a las personas vecinas, aún miraban a la chica pero ahora que estaba sentada a su lado no le harían nada y él se encargaría de que no le pasara nada, claro si es que ella no huye antes de él. Dio un largo trago dando por terminada su bebida, uno que a cualquiera le hubiera hecha hacer caras o de plano sentirse mareado pero Michael estaba como si de agua se hubiera tratado- ¿Has venido sola o acompañada? Estos lugares no son aptos para que una señorita como tú, muchos tienden a convertirse de humanos a bestias y a ti te ven su presa.

Le hizo una señal al barman para llamarlo y después señalar su vaso dando a entender que quería otra ronda como la que pidió.

- ¿Hnn? - Parpadeó rápidamente, ya había dado por hecho que su saludo había pasado completamente desapercibido, por lo que las palabras del tipo la sacaron un poco de sus pensamientos, los cuales no eran más que los tragos con los cuales partiría aquella noche. Sonrió ligeramente, si bien la idea no era ir a hacer vida social, no le parecía mal entablar alguna conversación o por lo menos intentarlo.

Whisky, al parecer el tipo estaba bebiendo el enigmático y tradicional whisky, por algún motivo sentía que le sentaba bastante bien, lucía como alguien de cierto modo misterioso con toda esa ropa de tonos oscuros, aunque no le parecía terrorífico como para que la gente anduviera cuchicheando por lo bajo.

Escuchó la pregunta del chico y rió ligeramente, sonaba como si no supiera cómo cuidar de sí misma en un bar, aunque de cierto modo lo comprendía el lugares así siempre había que ir con cautela.- Sí, he venido sola... - Dijo algo distraída haciéndole una seña al barman, quién se acercó rápidamente.- Hmmp... Algo fresco... A ver... -Piensa un poco y luego sonríe.- Un Cosmopolitan... Pero... Con ron, sí, eso... Un cosmopolitan con ron... -El barman asintió y se fue.

Natalya volvió a mirarlo, y soltó una pequeña risa.- Ni que fuera una niña pequeña para tener que depender de alguien, sé cuidarme señor... - Retomó el tema anterior, así solía ser ella, algo dispersa en sus conversaciones y en general.- Y, por lo demás.. suena como si usted fuera uno de esos "humanos bestias"... - Dijo sonriendo de medio lado y luego desviando su mirada a las personas que habían estado mirándoles hace un rato.- O por lo menos eso deben creer ellos...

Una pequeña sonrisa escapó de los labios de Michael en el momento en que escuchó como lo igualo con aquellos hombres ; no solía sonreír pero aquel comentario lo merecía pues en un pasado el había sido exactamente como ellos pero algo le pasó que lo hizo cambiar, madurar- Estoy retirado de esa etapa “salvaje”-Le comentó sin dejar de prestar atención a los que los observaban, seguro en espera de que él hiciera algún movimiento para conquistar a la chica o algo parecido, para ver si ella lo rechazaba o les daba luz verde para que ellos se acercaran a ella- Así que no te preocupes, yo no trataré de conquistarte.

Lo dijo medio en broma viendo que el barman se acercaba con las ordenes que cada quien pidió, mientras más pasaba el tiempo fácilmente podría ignorar esa sensación que alguien tiene cuando le observa pero como no tenía mucha paciencia el día de hoy sin decir nada más rodeo el hombro de Natalya acercándolo a él- Lo siento, solo estaremos así por unos minutos, así esos salvajes dejarán de mirar aquí- Le pedía perdón pro si se enfadara la invasión del espacio personal o el olor a alcohol, colonia de hombre y cigarro que desprendía, poco a poco sentía que las miradas se iban haciendo menos.

-Se ve que eres una señorita capaz de cuidarse sola pero a veces alguien necesita ayuda ¿No lo cree?- Susurra mientras que con su brazo libre toma el vaso de wisky para darle un pequeño trago.