Re: Kono heya ga (Laurence) R+18

por **Laurence Förakt** Mar Feb 20, 2018 6:44 am

Se divertía, oyendo sus gemidos, sintiendo como su cuerpo manifestaba sus sensaciones al temblar, todo era demasiado bueno y lo único que le molestaba en aquel momento era el no ser todavía capaz de tener una erección para masturbarse al ritmo de sus jadeos.

A medida que el orgasmo ajeno se acercaba Laurence se volvía más abocado a su tarea, absorto, y sin embargo de a ratos se obligaba a echar un vistazo hacia arriba, probando volver a morder aquí o allá buscando encontrar algún gesto nuevo, cruzar su mirada o simplemente observar, deleitándose con sus expresiones.

Sus dedos continuaban torturando el resto de su cuerpo, con apretones y arañazos maliciosos mientras él se imaginaba devorándole, recordando a aquella pareja con la que tan románticamente fantaseaba de vez en cuando, preguntándose si él sí sería capaz de arrancar su falo de una sola mordida, pudiendo compartir los dos una inolvidable última cena.

Se le hacía agua la boca, siendo así, separó sus labios unos centímetros de su dulce para al estirar su lengua, dejar caer un buen tramo de saliva sobre sus dedos, una más espesa y resbaladiza producto de la mezcla de fluidos.

Despejó el cabello de su frente y regalando al tuerto una última mirada, sin dejo de duda llevó dos de esos dígitos humedecidos hasta su entrada, masajeando la zona de arriba abajo, presionando hasta que uno de ellos entró en sincronía con sus labios que volvían a succionar con voracidad la cabeza de su miembro.

Su mano libre, sin quedarse atrás, al toparse con aquella herida suturada que el joven tenía a un costado comenzó a rasgarla, como si quisiera deshacer los puntos y abrirla de nuevo, meterse en ella, al tiempo que introducía un segundo dedo en su interior y estimulaba su próstata.

―Mgh… -Pareció quejarse, pues de ser otras las condiciones, le follaría sin siquiera pensarlo.

por **Eiji Mitsuo** Mar Feb 20, 2018 6:36 pm

Su mirada buscó irreparablemente la del otro al sentir los dedos intrusos en su parte baja. No por la sorpresa, ni tampoco por el rechazo. El japonés no tenía preferencia alguna en la cama, lo habían entrenado principalmente como alguien sumiso, pero más de alguna ocasión el espectáculo fue obligarlo a él a follar (violar) a alguien. Lo que Laurence consiguió con su acción fue robarle una nueva expresión, una sonrisa burlesca, como la de un diablillo mientras, sin real control, mordía la base de uno de sus propios dedos para contener algunos gemidos.

- Ah... ¿Vas a seguir jugando? -Su expectación se mezclaba increíblemente bien con su burla natural. - Espero que... Ngh.. no te arrepientas~.

Sin vergüenza separó un poco más las piernas y a la vez tomó la mano que jugaba con sus heridas, un tanto brusco, un tanto ansioso. Presionó los dedos del mayor contra su herida más grande, sabiendo que era muy probable que esta se abriera y comenzara a sangrar. Entonces otro gemido ronco se escapó de su garganta.

- Mete los dedos aquí también, quiero correrme... - Suplicó sin soltar su mano, llevando la cabeza hacia atrás, perdiéndose en las agudas sensaciones de su cuerpo.

por **Laurence Förakt** Jue Ago 23, 2018 4:58 pm

―Mhh…Just adding… -Balbuceó sin sacarse del todo el miembro de la boca, evidentemente frustrado por lo imposible que en efecto era para él lograr una erección tan rápidamente como para “seguir jugando” apenas el otro se corriera.

Molesto resopló por la nariz, continuando con lo que hacía, hundiendo con mayor vehemencia sus dedos en el interior ajeno y usando su pulgar para ejercer presión en el perineo, como si con solo esos tres dedos bastara para poder elevar sus caderas. Pero su sonrisa, esa sonrisa que Eiji le mostraba sin ningún pudor mientras abría las piernas le enloquecía, encendía algo en él que le hacía desear arrancársela de la cara, por lo que cuando éste presionó su mano contra aquella sutura él no dudó en estrujar la zona con sus dedos.

La sola idea de romperla le provocaba estremecerse del placer, gimiendo al compás de una mordida al momento en que trepó con sus uñas hasta un poco mas arriba de donde se encontraba su objetivo para clavarlas y bajar hasta él, desgarrándole.

Inmediatamente sintió la humedad y el calor brotar de aquella herida por la que pasó su mano, presionando y esparciendo su sangre por el resto de su abdomen, sin dejar de lado las succiones, pretendiendo arrancar del nipón hasta la última gota.

por **Eiji Mitsuo** Miér Mar 06, 2019 10:28 pm

La mezcla perfecta de sensaciones provocadas por las acciones tan bien ejecutadas por parte del mayor, fueron suficiente para que el nipón se retorciera en placer. Algo que no esperó que ocurriera tan fácilmente, si tenía que ser honesto. Y es que no muchos de sus compañeros de cama lograban complacerlo de esa manera en un primer e inesperado encuentro.

-A-aaaahh...- Dejó escapar un gemido largo y meloso que terminó en una mordida brusca de sus propios labios en el momento en que eyaculó sin reparos dentro de la boca de su vecino.

Su cuerpo completo sufrió un espasmo corto pero suficientemente grato para dejarlo con una sonrisa ladina y satisfecha.

Relajó los musculos de su cuerpo, especialmente los de su mano que se habían aferrado al cabello ajeno e incluso lo habían jalado sin mucha consideración al momento del clímax. Poco a poco su respiración se fue regulando mientras él mismo jugaba con el desastre de fluidos, mezcla de sudor, semen que había escapado de la boca de Laurence y sangre que había sobre su cuerpo.

-Qué agradable vecino me ha tocado~ -Dijo con un tono travieso y hasta un poco infantil.

por **Laurence Förakt** Lun Oct 05, 2020 9:25 pm

Sujetó la muñeca del muchacho con fuerza, bastante fuerza considerando el desmedido agarre a su cabellera, pero no emitió ningún otro tipo de contestación a aquella acción, complacido por saberse causante de ella. Más bien prefirió descargarse de manera un poco infantil con lo siguiente al separarse del miembro que poco a poco perdía su erección.

-"Qué agradable vecino me ha tocado." - Hizo un leve gesto de escarnio. -Qué obvio suenas. - Pensó un momento y chistó medio riendo. -Y qué arrogante sueno.-

Trepó hasta el rostro de su vecino arrastrando su lengua por estratégicas porciones de su malograda piel, mas para limpiarse que como un último mimo. No podía responder por el otro pero al menos para él, el semen de un desconocido no era su bebida predilecta, aunque éste le hubiese preparado el almuerzo. Lo dejó escapar en su momento y lo hacía ahora con aún más sutileza.

-Quieres agua? -Le ofreció a pesar de no estar en su propia casa, quizá más considerado luego de su orgasmo, del de ambos. -O prefieres otro cigarrillo? -Y sin esperar respuesta se recostó a su lado, boca abajo, apoyado para descansar su mentón y cruzar sus piernas en el aire.

Desde allí pocos podrían decir que su cuerpo no se veía perfecto, hermoso. Largo y estilizado, curvas sutiles pero suficientemente evidentes para un chico como para querer deslizar un dedo desde su cintura hasta sus caderas al igual que su trasero, tan suave como su piel.

Le miraba desde allí con sus ojos pálidos, alunados y el cabello alborotado aún sin acomodar, con una sonrisa que se notaba conforme pero dispuesta a más venido el caso. -Porque yo sí. -Dejó en claro y se dio la vuelta para sacar su vicio de la cigarrera metálica.

por **Eiji Mitsuo** Miér Oct 07, 2020 1:34 am

Mientras el de cabello largo repartía algunas últimas lamidas por su cuerpo, la respiración del menor intentaba volver a la normalidad, al igual que el color de sus mejillas. Sin embargo, el brillo en sus ojos y su estado mental seguía siendo el mismo. El éxtasis y la satisfacción, mezclados con algo de sorpresa y expectación. Estaba intrigado, curioso como un gato o como si hubiese encontrado algo que, más que un juguete, era una especie de reliquia que nunca antes había visto.

Deleite sin prejuicios y sincronización.

Sería dificil no obsesionarse con su pequeño descubrimiento luego del estándar marcado en ese primer encuentro.

Antes de que pudiera darse cuenta, la risa se escapó de sus labios. Al comienzo suave, luego ni siquiera se molestó en retenerla sin que ésta llegara a ser exagerada. Mas bien, el tuero parecía todavía estar en una especie de trance post orgasmo. Estaba complacido por los pequeños detalles, por las palabras, por la oferta de otro cigarrillo, por la sangre que goteaba de su herida abierta y el escozor sobre su piel. Por cada hormigueo, marca o rasguño y claro, también por la elegante y linda figura que se había recostado junto a él. Aquella piel de porcelana contrastaba con su cuerpo mutilado, lleno de cicatrices y suturas, y aún así ambos parecían coincidir en la generalidad de sus deseos básicos. Le resultaba gracioso como es que eran completamente contrarios y a la vez absurdamente parecidos.

El pequeño lapsus eufórico decantó y solo entonces el muchacho se giró sobre la cama hacia donde estaba Laurence.

-Mmh... si enciendes otro cigarrillo no creo que pueda contener las ganas... -habló con doble sentido a propósito con una sonrisa maliciosa en los labios. Al estar recostado de lado, su flequillo cayó sobre su ojo ausente, y su mirada pareció afilarse más cuando llevó la mano que anteriormente había manchado con su propia sangre y semen, hasta su boca, saboreando la mezcla mientras observaba, con igual descaro, las lineas del cuerpo ajeno, especialmente las curvas de su trasero.

-Quiero morderlo. -declaró tan honesta y abruptamente como un niño pequeño.

por **Laurence Förakt** Miér Oct 07, 2020 3:21 pm

La risa del muchacho le causaba una mezcla de placer y desconcierto, le contagiaba mas no podía saber las motivaciones detrás de ella. Su propia sensación de extrañeza por otra parte, no era otra que la de una persona a la que poco le importaban las reacciones de quien tenía al lado en su cama una vez el momento de pasión había culminado.

Todo se venía abajo luego del primer ensayo, de colgar los papeles pero tal vez allí no había tal cosa como personajes ni ese ensayo sería el final porque quizá la musa que había encontrado esta vez no era universal, sino única y para el sueco...eso era desconcertante como pocas cosas.

-Ah sí? Qué quieres morder? Diría que puedes arrepentirte pero dudo que sea así, no es cierto? -Se encendió el cigarrillo, ensuciándolo con sus propias manos manchadas de la sangre ajena, pintando sus labios sin reparar en lo que cualquier otro ciudadano normal haría.

Sin rodeos volteó el torso para su lado, estando cara a cara le sujetó la muñeca y sacando la lengua con una media sonrisa, descarada, desafiante, inmune a la sorna maliciosa que exudaba de su antojo, le lamió los dedos como si siempre buscara doblarle la apuesta a alguien que intentaba ganar con un trío de reyes sabiendo que él solo tenía un par de tres.

-Qué lástima que no me guste ser mordido. -Dijo mientras el humo escapaba de su boca luego de una larga calada, escurriéndose por entre sus rostros. -Por qué? Piensas seguir jugando?

por **Eiji Mitsuo** Jue Oct 08, 2020 1:57 pm

-¿Por qué me arrepentiría de hacer algo que quiero hacer? -nuevamente aunque el tono de su voz era meloso, todavía cargado con los matices que solo el deseo podía darle, pero la honestidad y franqueza tajante en sus palabras de alguna manera le daban un toque casi inocente, como si hubiese un rastro infantil aún dentro de él.

Incluso así, no se movió de su lugar. Con la mirada clavada en cada gesto y movimiento del otro contuvo el aliento cuando su vecino tomó su muñeca, aunque más que por sorpresa, fue una especie de reflejo insconciente para agudizar sus otros sentidos, como si respirar se hubiese vuelto una cosa poco primordial si se comparaba con el tacto de aquella lengua sobre sus dedos o... cualquier otra parte de su cuerpo.

Era dificil describir cual impulso era más fuerte, si el deseo de devorarlo o querer ser devorado por él. Para Eiji cualquiera de las dos estaría bien.

Cuando Laurence se negó a la idea de la mordida, el nipón simplemente ahogó sus ansias mordiendo sus labios mientras el humo se desvanecía frente a los dos. Seguir jugando era en efecto una opción. Estaba seguro de que apenas su cuerpo lo permitiese, si continuaban con aquel ambiente, sin dudas volvería a tener una erección.

Y aún había tanto con lo que podían jugar. Nuevamente se le escapó una risa suave y aprovechando al cercanía de su mano con el rostro ajeno, Eiji tomó su mentón y se acercó para lamer sus labios, como si quisiera recuperar lo robado de sus dedos o impregnarse del sabor amargo del tabaco.

-Hace mucho que no tenía un compañero de juego como tú, así que es un tanto dificil moderarse. Pero me está comenzando a molestar la repetición constante de la pista.

Y tal como si estuviera jugando a tirar y aflojar una soga, el nipón se levantó de la cama para apagar el equipo de música, permitiendo que su completa desnudez luciera el desastre de su cuerpo, así como el otro había lucido su hermosa figura. Las heridas frescas no eran muchas en comparación de las antiguas marcas repartidas en su piel, pero ahora lo que más resaltaba eran las pinceladas que el sueco había dejado sobre él. Probablemente el lugar más pulcro era su cara, si se omitiera el asunto de su ojo, claro.

-¿Y tu? ¿Ya estás satisfecho? -preguntó dándole la espalda, apenas girando un poco su rostro para verlo de reojo.

por **Laurence Förakt** Vie Oct 09, 2020 6:06 pm

-Ha, creí que nunca lo dirías. -Hasta ahora lo había ignorado, el ambiente que les envolvía era tan atrapante que se negaba a admitir que la música dejó de ser un problema para él hacía bastante tiempo, lo suficiente como para no poder calcularlo con exactitud ¿Luego del orgasmo ajeno? ¿Del propio? O quizás solo después de que el nipón comenzara a cantar. Como fuera, ahora que Eiji lo mencionaba, coincidía con él.

Lo que nunca omitió fue su cuerpo inundado en cicatrices, un mapa pintado sobre una piel que en algún momento debió ser considerada bella, por aquellos considerados normales. Pero sabía bien que él mismo no cabía en los parámetros de la normalidad.

Quería saber... Quería explorar por dónde le llevarían esos caminos ¿Y los nuevos que él había abierto en su pecho? ¿Llevarían a alguna parte? Le intrigaba sobre todo la gran ruta en su espalda y si tendría tiempo de recorrerle entero hasta averiguarlo o si se perdería a la mitad.

Su rostro era toda otra historia, era un enigma. No era su ojo derecho el que le intrigaba, en absoluto, allí no habían dudas ni motivos por descubrir, pero el izquierdo... Para alguien que se relacionaba tan estrechamente con el mundo de los colores la tonalidad rojiza que por momentos inundaba el iris del muchacho era algo que le hacía creer que estaba alucinando. No veía lo suficientemente bien de cerca como para comprobarlo, ni podía pedirle que se expusiera a la luz para examinarle como a una piedra preciosa en la casa de un gemólogo, pero al menos podía admirarle sin vergüenza, a su color y al misterio de su mirada tan particular.

-Eso depende. Debería ocupar el baño y ducharme? -Rodó sobre la cama y boca arriba pasó la punta de sus dedos sobre la blanca piel, un fino roce desde su ombligo hasta la palidez rozada de su pezón izquierdo. Dio una calada y cedió a la risa, no exagerada pero lo suficientemente liberadora como para ayudarle a escapar a esa pregunta por la tangente más simple. -Tú qué crees? -

Lamió sus labios y estuvo seguro de sentir un regocijo especial al saborear la sangre que comenzaba a secarse sobre ellos, provocándole un cosquilleo por el camino trazado por sus dedos anteriormente y solo un poco en su intimidad de solo imaginarse cómo el otro podía interpretar su pregunta.

Quería más, pero no diría otra palabra. Era demasiado orgulloso para ser explícito en ello pero lo suficientemente sensato como para burlarse de ello frente a alguien que parecía ver detrás de las paredes.

por **Eiji Mitsuo** Lun Oct 12, 2020 9:13 pm

Provocar y seducir, era simplemente natural para Eiji actuar de esa manera cuando tenía el interés suficiente en alguien, sin embargo, era extraño notar la misma naturalidad y talento en otra persona, aun más si era a él a quién estaban seduciendo. La fuerza de la costumbre lo solía jalar hacia un papel más sumiso y conformista, incluso algo solitario, pero este no era el caso. No era para nada el caso. Eso estaba claro. Las intenciones del sueco no necesitaban subtítulos para ser entendidas como una invitación descarada. Aún así Eiji quiso fingir demencia.

-Lo que yo crea y lo que tú quieras puede no coincidir. ¿Debería simplemente dejarme llevar por lo que yo "creo"? -jugaba a no terminar de entender, sin embargo de inmediato se acercó a la cama para imitar exactamente el mismo recorrido que las manos del otro habían trazado, deteniéndose en su pezón izquierdo, observando detalladamente cualquier reacción de su acompañante, apenas inclinandose sobre él para susurrar.

-Pero si cometo un error estoy dispuesto a recibir mi castigo. -entonces lentamente trepó sobre el otro, listo para volver a jugar con su presa. Hubo una pausa donde el muchacho se quedó mirándolo en silencio, tan intensamente que podría haber sido incómodo para el otro.- Ah, pero es un dilema. Podría querer equivocarme a propósito.

Una risa sorpresivamente dulce se escapó de él. En un corto periodo de tiempo Laurence había sido testigo de esos cambios que para un detallista no eran sutiles. A veces costaba entender que el mismo muchacho que pedía ser herido y sometido de forma tan explícita, podía reflejar un hambre de dominancia con igual intensidad y a su vez, tener expresiones que parecían haber quedado atrapadas en él desde su infancia.

-No parecemos ser del tipo de personas que dicen cosas que nos parecen innecesarias, pero decir en voz alta que quiero follarte me resulta bastante estimulante ¿sabes? -el nipón trazó el mismo camino antes recorrido por sus dedos, pero esta vez con su lengua solo por el capricho de volver a sentir el sabor de la piel ajena.- ¿Por qué no te volteas? Prometo mantener el control de mis dientes si eso es lo que de verdad quieres.

por **Laurence Förakt** Lun Sep 11, 2023 7:29 pm

―¿Equivocarte a propósito? Qué audaz, ¿Por qué no pruebas a decirme qué es lo que realmente quieres?―.

Jugó, sabiendo que estaba siendo un hipócrita…y con gusto, por qué revelaría sus propias intenciones cuando podía escudriñar las ajenas.

Se deleitaba perdiéndose en la inmensidad del rubí que atrapaba su mirada, casi tanto como por esa mano que trazaba el mismo camino que sus propios dedos recorrieron por su piel con anterioridad.

―Perdón, pero creo que estás cometiendo un error–. Rio seguro de sus pretensiones, cubriéndose los labios para esconder una sonrisa pícara y altanera, volviendo a lamer los restos de sangre que pintaban su boca,

―¿Así que quieres follarme? Vaya…―. Se arriesgó empujando al otro sobre la cama y apagando el cigarrillo a un lado de su rostro, sobre su almohada, dejando su marca en ella para siempre. ―¿Voltearme? Lo siento, pero creo que prefiero estar arriba, no me mal interpretes...―. Dijo con una última mirada mientras con gracia se metía entre sus piernas, lamiendo su abdomen por un eterno momento hasta que comenzó a treparse por él.

Laurence podía ser muchas cosas, pero no del todo predecible. Cualquiera por su figura adivinaría sus gustos pero no sus formas. Alguien de contextura tan frágil probablemente se dejaría estrechar por los brazos de un hombre pero no él. No era una damisela en peligro, si quería algo lo tomaba con sus propias manos y así lo demostraba, a menos que por medio de artificios lograra que lo que quería fuera hasta ellas pero este no era el caso, quería tomar la iniciativa, poner en jaque a aquel que fingía hacerse el inocente a pesar de sus palabras obscenas.

―El lubricante lo guardaste aquí, ¿Cierto?―. Y sin permiso abrió la gaveta de su mesa de luz para servirse de él, llenando sus dedos de aquél resbaladizo líquido para luego llevarlos a su trasero, comenzando a masturbarse a la vez que cerraba el puño sobre el pecho ajeno, mordiéndose los labios con gozo, clavando su mirada en el otro.

por **Eiji Mitsuo** Lun Sep 25, 2023 6:22 pm

Si el nipón hubiese mostrado sorpresa por el cambio de posición hubiese sido una sobreactuación. Claramente no esperaba que su vecino aceptara de buenas a primeras la idea de su declaración, por lo que fue todavía más cómica la expresión que por un momento se dibujó en su rostro cuando, después de obtener uno de los tantos lubricantes entre sus pertenencias, Laurence comenzó a dilatarse mientras clavaba sus ojos sobre él.

Eiji rio incrédulo, casi nervioso, como si por un segundo su edad coincidiera con su mentalidad y experiencia, cosa que claramente el resto del tiempo no sucedía. Fueron apenas segundos, momentos breves en los que su guardia bajó, pero de inmediato un escalofrío en su espalda lo espabiló.

-Esto es demasiado bueno...- susurró cubriendo inconscientemente sus labios, evitando otra mueca involuntaria. El tenue rubor en sus mejillas se volvió a encender y su único ojo se entrecerró, como si quisiera enfocar mejor su vista en el deleitante espectáculo que tenía sobre él.

Algo así, va...:

Dejó a Laurence realizar aquella performance sin realizar un solo comentario despectivo o con sorna, y es que ¿Quién sería tan estúpido como para burlarse de tal privilegio? Esa mañana lo que menos esperó el nipón fue terminar con su vecino masturbándose sobre sus caderas.

No hubo acción, tampoco palabras, solo un momento de completa y plena admiración.

por **Laurence Förakt** Mar Sep 26, 2023 4:33 pm

―¿Pasa algo?―. Hundió esta vez dos dedos dentro de sí e inclinó el rostro hacia un costado, observando la reacción del otro con cierta gracia ―Mh~ ―.

Sonriendo por unos breves instantes, complacido ante el mutismo y esa especie de estupor con que Eiji le miraba continuó con lo que hacía, elevando levemente sus caderas y bajándolas al tiempo en que sus dedos entraban un poco más, cerrando sus ojos cada vez que sentía que estos tocaban aquel punto sensible en él.

―Te ves bien ahora mismo, ¿sabes?―. Se relamió inclinándose para pasar su lengua por sobre el dorso de la mano con que el tuerto se cubría la boca. ―¿Por qué no me ayudas un poco?―. Después de todo, aquello que hacía no tenía realmente el objetivo de ser un show para su vecino, sino una explicita forma de comunicarle sus deseos, de cómo él mismo podía tomar lo que quería de él, una “sencilla” declaración de principios. Por supuesto, él tampoco había imaginado que terminaría así aquella mañana…o tal vez sí, pero antes, días atrás.

No era estúpido, conocía bien lo que le atraía, sus gustos y tal y como un gato leer el ambiente, haciéndose a la idea de a dónde y con quién podía meterse a jugar y si bien consideraba que Eiji estaba lejos de ser un ratón, sí le veía como a un curioso dulce que en alguna oportunidad tendría el placer de degustar. Y así fue.

Esta vez mordió allí donde pasó su lengua, tirando para descubrir los labios contrarios a la vez que utilizaba su mano libre para tomarle del mentón y abrir su boca para así acercarse y hundir su lengua en ella, mientras sus uñas se deslizaban poco a poco por su cuello hasta dejar un rasguño interesantemente intenso desde aquel hasta su pecho, acabando por dejar un mordisco en su labio inferior al momento en que un tercer dedo hacía ingreso en su intimidad ―Ah~ ―.

Spoiler:

por **Eiji Mitsuo** Miér Sep 27, 2023 5:40 pm

El comentario y la humedad de la lengua de Laurence sobre su mano lo ayudaron a salir de su estado de admiración y es que difícilmente el nipón iba a quedarse sin hacer nada luego de la petición (invitación) que el sueco había hecho.

Sentía como poco a poco su miembro comenzaba a reaccionar pese a haberse corrido hace no mucho atrás. Bendita la experiencia, su juventud y la hipersexualización a la que estuvo constantemente expuesto desde hace años si gracias a ello es que ahora podía disfrutar de placeres y oportunidades como esta.

Apartó su mano y dio paso a las acciones de su vecino, recibiendo aquel beso con hambre y descaro, tomándolo de la nuca con una mano para profundizar el contacto y con la otra agarrando firmemente una de sus nalgas, separándola y dándole mayor espacio a sus dedos para continuar con aquello a lo que pronto se uniría, pero primero saboreó tanto como quiso la boca del otro, lamiendo los labios y rozando con su lengua cada rincón alcanzable dentro de ella.

Solo cuando estuvo satisfecho se separó y extendió su brazo con un movimiento un poco errático, tal vez por la ansiedad o simplemente por mera flojera, para buscar entre las cosas de su mesa de noche un par de preservativos.

-No parecias necesitar ayuda, pero ya que insistes… - se incorporó solo un poco y dejando los preservativos a su lado, sobre la cama, llevó su mano libre a indagar en la entrada donde ya tres dedos de Laurence habían hecho un excelente trabajo. No preguntó, tampoco consideró necesaria ninguna declaración, simplemente tanteó la zona, empapando su mano con un poco de lubricante coló uno de sus dedos junto a los del otro en su interior y comenzó a penetrarlo. Más que buscar dilatarlo, deseaba indagar aquellos puntos sensibles donde luego claramente procuraría ensañarse al follarlo.

por **Laurence Förakt** Sáb Oct 07, 2023 1:24 am

Laurence se mantenía activo pero en alerta, complacido por cómo el otro reaccionaba tal y como sus expectativas marcaban, o no, quizás mejor. Cualquier otro tipo ante sus acciones pudo haber actuado de forma diferente, hasta vulgar, pero Eiji lo hacia con una naturalidad y simpleza que era digna de su aprobación. Aquel beso, sus movimientos si bien no torpes, sinceros, y sus palabras comenzaban a ser lo que verdaderamente hacían que volviera a excitarse de nuevo.

Sin embargo, rio un poco al notar los condones sobre la cama. Acto que le llevó a bajar la cabeza y buscarle nuevamente con sus labios, esta vez allí donde había abierto los puntos de una herida en su costado a la vez que contenía un gemido al sentir ese dedo intruso en su entrada.

―¿En serio crees que a estas alturas son necesarios?―. Murmuró volviendo a saborear su sangre, dejando un mordisco lento y premeditado allí, antes de relamerse los labios, fijando sus ojos en él como si con ello señalara lo evidente. ―¿Por qué mejor no te concentras en continuar tu trabajo aquí mientras yo me encargo de esto?―.

Sin esperar respuesta echó la espalda levemente hacia atrás, retirando sus propios dedos para tomar la muñeca ajena y con ello indicarle que siguiera con lo suyo, mientras él llevaba su otra mano a la semi erección que gustosamente pudo notar en el otro, comenzando a masturbarle también, apretándole con bastante más fuerza de lo que haría con cualquier otro.

Estaba siendo un poco ansioso, lo reconocía, su miembro que también comenzaba a reaccionar le delataba pero a esas alturas no le importaba o más bien, inmerso en esa situación consideraba innecesario ser el embustero de siempre. Aquello parecía demasiado bueno por lo que ¿Por qué no disfrutarlo sin inhibiciones?

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