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Kono heya ga (Laurence) R+18
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Kono heya ga (Laurence) R+18
Ya llevaba algunos meses viviendo en los barrios bajos y aunque había conseguido un contrato en el sello e inesperadamente cierto éxito como cantante, no había ni siquiera pensado en la posibilidad de cambiar de lugar. A diferencia de cualquier otro barrio residencial, la atención que los que ahí vivian daban a su apariencia y existencia, era muy mínima. El antiguo bar ahora convertido en algo así como una pieza de soltero era bastante cómodo para el nipón, lejos de la farándula y las fans que poco a poco comenzaban a rondar su nombre.
Aquel era su día libre de la semana y por lo mismo la noche anterior había dado rienda suelta a sus fetiches y costumbres. Tenía algunos conocidos con los que de vez en cuando tenía sexo casual, bueno, en los términos que para Eiji era casual, pues era cierto que esta vez se habían dejado llevar un poco más allá de los límites comunes. Su cuerpo no solo estaba marcado con heridas cortantes, sino también mordidas, rasguños, marcas de soga, entre otros. Es por eso que tan solo fue capaz de salir de la cama a eso del mediodía. Se sentía un poco débil, su rostro demostraba cierta fatiga. Era obvio que para esa hora ya no encontrara compañía alguna en su cama, no es que el tuerto deseara que fuera de otra manera, de hecho lo agradecía, era suficientemente desagradable ya de por sí despertar con el caos de sus sábanas y tener que limpiar, curar sus heridas, como para soportar la presencia de alguien más.
Y aunque el aura del muchacho daba cierta sensación de agotamiento, también se percibía cierta satisfacción, aunque incompleta. Había algo en su mirada que daba a entender que no había sido suficiente. Quizás no particularmente en cuanto a lo físico, pero de alguna forma los encuentros con aquellas personas se volvían algo monótonos, o tal vez era que el nipón ya no tenía demasiado interés en esas personas. Aunque también sabía que todo podía ser meramente su frustración al saber que durante las semanas siguientes, próximas al concierto que había conseguido programar su manager, debía moderarse en las prácticas de su vida personal.
Un completo fastidio.
Tras limpiar todo y alistarse prefirió salir a comprar algo de comer. Vestía una polera ligera que no se preocupaba de disimular las vendas y parches repartidos por todo su cuerpo, realmente poco le importaba su apariencia al salir a la calle, simplemente no tenía ganas de cocinar. De alguna manera su humor distaba del que se supone debía tener tras una buena noche de sexo. ¿Realmente no había sido suficiente? ¿Qué tan grande podría ser el apetito sexual de un muchacho de diecinueve?
Ya habiendo vuelto de su compra, buscaba las llaves de su casa cuando divisó una silueta conocida. Cabello negro, largo, perfecto. Piel clara y un cuerpo estilizado. - Oi – Llamó pasando de largo la puerta que correspondía a su hogar, caminando hasta el taller de su vecino. – Qué coincidencia, Laurence.~ -Moduló las sílabas de su nombre con cierta malicia, con evidente mejor humor. Ahora tenía a quién joderle la existencia ese día.
Aquel era su día libre de la semana y por lo mismo la noche anterior había dado rienda suelta a sus fetiches y costumbres. Tenía algunos conocidos con los que de vez en cuando tenía sexo casual, bueno, en los términos que para Eiji era casual, pues era cierto que esta vez se habían dejado llevar un poco más allá de los límites comunes. Su cuerpo no solo estaba marcado con heridas cortantes, sino también mordidas, rasguños, marcas de soga, entre otros. Es por eso que tan solo fue capaz de salir de la cama a eso del mediodía. Se sentía un poco débil, su rostro demostraba cierta fatiga. Era obvio que para esa hora ya no encontrara compañía alguna en su cama, no es que el tuerto deseara que fuera de otra manera, de hecho lo agradecía, era suficientemente desagradable ya de por sí despertar con el caos de sus sábanas y tener que limpiar, curar sus heridas, como para soportar la presencia de alguien más.
Y aunque el aura del muchacho daba cierta sensación de agotamiento, también se percibía cierta satisfacción, aunque incompleta. Había algo en su mirada que daba a entender que no había sido suficiente. Quizás no particularmente en cuanto a lo físico, pero de alguna forma los encuentros con aquellas personas se volvían algo monótonos, o tal vez era que el nipón ya no tenía demasiado interés en esas personas. Aunque también sabía que todo podía ser meramente su frustración al saber que durante las semanas siguientes, próximas al concierto que había conseguido programar su manager, debía moderarse en las prácticas de su vida personal.
Un completo fastidio.
Tras limpiar todo y alistarse prefirió salir a comprar algo de comer. Vestía una polera ligera que no se preocupaba de disimular las vendas y parches repartidos por todo su cuerpo, realmente poco le importaba su apariencia al salir a la calle, simplemente no tenía ganas de cocinar. De alguna manera su humor distaba del que se supone debía tener tras una buena noche de sexo. ¿Realmente no había sido suficiente? ¿Qué tan grande podría ser el apetito sexual de un muchacho de diecinueve?
Ya habiendo vuelto de su compra, buscaba las llaves de su casa cuando divisó una silueta conocida. Cabello negro, largo, perfecto. Piel clara y un cuerpo estilizado. - Oi – Llamó pasando de largo la puerta que correspondía a su hogar, caminando hasta el taller de su vecino. – Qué coincidencia, Laurence.~ -Moduló las sílabas de su nombre con cierta malicia, con evidente mejor humor. Ahora tenía a quién joderle la existencia ese día.
Última edición por Eiji Mitsuo el Vie Sep 29, 2017 2:13 pm, editado 1 vez
Eiji Mitsuo- Ocupación : Ciudadano
Mensajes : 292
Fecha de inscripción : 10/10/2013
Re: Kono heya ga (Laurence) R+18
Aquel día Laurence se había levantado más temprano que de costumbre. No era alguien que tuviera horarios fijos, generalmente administraba su tiempo como le daba en gana y desde que ya no se encontraba trabajando en la escuela no tenía ni la más mínima obligación de levantarse temprano ¿Cómo desaprovechar ese privilegio? Aunque claro, siendo los barrios bajos donde se encontraba su prácticamente nuevo atelier tampoco podía darse el lujo de vagar por allí hasta tan tarde, sea con teaser o no en el bolsillo.
Pero aquel día era un poco diferente, el sueco podía decir que estaba con los ánimos bastante renovados. Para alguien como él que quiera o no admitirlo era bastante dependiente de sus afectos, mudarse solo a una ciudad extraña para emprender un proyecto que hasta estar terminado no podía decir si tendría o no éxito, podía ser un poco estresante, y por ese mismo motivo que su hermano le hubiera visitado todo el fin de semana le había dejado más que contento, con ganas de trabajar y más ahora, siendo que el día anterior los dos se habían dedicado a llevar un par de cosas para llenar el taller y que este no se viera tan abandonado, desde un pequeño sofá hasta una mini heladera para por lo menos tener bebidas en la cocina a la que por cierto habían refaccionado poniéndole una hornalla eléctrica para salvaguardar su salud mental.
Sí, estaba de buen humor e incluso si Caleb ya se había vuelto a su casa eso no le quitaba el ánimo. Así fue que habiéndose levantado a las diez ordenó su casa y luego de prepararse el desayuno para él y Kleffa partió camino.
El invierno ya estaba retirándose, por lo que a esas alturas no era extraño que comenzaran a aparecer algunos días de calor al azar (O lo que Laurence podía llamar días de “calor”), y por ese motivo el azabache optó por salir un poco más ligero de ropa, portando una playera azul de tela fina que como muy pocas prendas suyas, era de mangas cortas, siendo que el sol aun no pegaba tan fuerte por esas fechas y Laurence podía permitirse mostrar un poco más de piel.
Una vez en la puerta del taller, mientras tarareaba una canción que había venido escuchando en el camino tomó un manojo de llaves y se dedicó a abrir el candado con el que había procurado cerrar la puerta de forma provisoria, cuando escuchó una voz conocida llamarle a unos pocos metros, motivo por el cual dirigió su mirada automáticamente hasta su interlocutor. De inmediato se detuvo y de forma casi vaga se volteó para mirarle mejor, como si parte de él se riera por el descaro ajeno y a otra le diera completamente igual.- Sure… -Dejó ir con una ceja levantada y un claro dejo de ironía.- Sobre todo teniendo en cuenta que vives al lado.. –Después de todo, era lógico que ambos fueran a cruzarse más de una vez.-
Well, have a good day. –Saludó entonces con una mano antes de decidirse a entrar del todo en la casa. Va, no pretendía pararse a hablar mucho más, ¿Por qué lo haría? ¿No había sido el otro quien se había retirado de la mesa y le dejó hablando solo habiéndole tildado de “fácil” y “aburrido”? No era como si estuviera ofendido, por supuesto que no, más bien solo le estaba molestando un poco, de hecho, ni siquiera había trabado la puerta cuando entró a dejar sus cosas en la sala, pero a menos que el otro hubiera desviado su camino para pedirle una taza de azúcar no le veía mucho sentido pararse allí a charlar del clíma.
Pero aquel día era un poco diferente, el sueco podía decir que estaba con los ánimos bastante renovados. Para alguien como él que quiera o no admitirlo era bastante dependiente de sus afectos, mudarse solo a una ciudad extraña para emprender un proyecto que hasta estar terminado no podía decir si tendría o no éxito, podía ser un poco estresante, y por ese mismo motivo que su hermano le hubiera visitado todo el fin de semana le había dejado más que contento, con ganas de trabajar y más ahora, siendo que el día anterior los dos se habían dedicado a llevar un par de cosas para llenar el taller y que este no se viera tan abandonado, desde un pequeño sofá hasta una mini heladera para por lo menos tener bebidas en la cocina a la que por cierto habían refaccionado poniéndole una hornalla eléctrica para salvaguardar su salud mental.
Sí, estaba de buen humor e incluso si Caleb ya se había vuelto a su casa eso no le quitaba el ánimo. Así fue que habiéndose levantado a las diez ordenó su casa y luego de prepararse el desayuno para él y Kleffa partió camino.
El invierno ya estaba retirándose, por lo que a esas alturas no era extraño que comenzaran a aparecer algunos días de calor al azar (O lo que Laurence podía llamar días de “calor”), y por ese motivo el azabache optó por salir un poco más ligero de ropa, portando una playera azul de tela fina que como muy pocas prendas suyas, era de mangas cortas, siendo que el sol aun no pegaba tan fuerte por esas fechas y Laurence podía permitirse mostrar un poco más de piel.
- lala:
Una vez en la puerta del taller, mientras tarareaba una canción que había venido escuchando en el camino tomó un manojo de llaves y se dedicó a abrir el candado con el que había procurado cerrar la puerta de forma provisoria, cuando escuchó una voz conocida llamarle a unos pocos metros, motivo por el cual dirigió su mirada automáticamente hasta su interlocutor. De inmediato se detuvo y de forma casi vaga se volteó para mirarle mejor, como si parte de él se riera por el descaro ajeno y a otra le diera completamente igual.- Sure… -Dejó ir con una ceja levantada y un claro dejo de ironía.- Sobre todo teniendo en cuenta que vives al lado.. –Después de todo, era lógico que ambos fueran a cruzarse más de una vez.-
Well, have a good day. –Saludó entonces con una mano antes de decidirse a entrar del todo en la casa. Va, no pretendía pararse a hablar mucho más, ¿Por qué lo haría? ¿No había sido el otro quien se había retirado de la mesa y le dejó hablando solo habiéndole tildado de “fácil” y “aburrido”? No era como si estuviera ofendido, por supuesto que no, más bien solo le estaba molestando un poco, de hecho, ni siquiera había trabado la puerta cuando entró a dejar sus cosas en la sala, pero a menos que el otro hubiera desviado su camino para pedirle una taza de azúcar no le veía mucho sentido pararse allí a charlar del clíma.
Última edición por Laurence Förakt el Lun Nov 06, 2023 8:56 pm, editado 1 vez
Laurence Förakt- Ocupación : Ciudadano
Mensajes : 216
Fecha de inscripción : 28/04/2014
Edad : 24
Re: Kono heya ga (Laurence) R+18
Cuando lo vio escaparse no pudo evitar reclamar con un simple y vago sonido con la lengua, expresando su protesta porque el otro sencillamente no se había detenido. Va, para el menor era más divertido así, por muy inconforme que pareciera estar con la acción ajena, la verdad es que era justamente ello lo que le atraía con más fuerza.
- Pero qué frío~ -Murmuró cuando el de cabello largo se disponía a entrar al taller. Sería una mentira decir que Eiji no aprovechó la situación para admirar el buen conjunto de ropa que traía el otro. Mentira, la ropa era lo último que le interesaba, pero tenía que reconocer que esta le daba una buena idea de la figura ajena que de pies a cabeza podía decir, eran completamente de su gusto. El nipon lo sabía, su predilección por joderle la vida a su vecino no era simple ocio o vicio, era algo practicamente inevitable a su parecer.
Sin siquiera tomar en cuenta el intento del otro por cortar el encuentro, Eiji se adelantó dentro del taller, sonriendo para si mismo cuando se percató de que la puerta no estaba trabada con ningún seguro. Ahora el interés volvía a crecer.
-Pues no creía tener un buen día hasta que te vi, ¿sabes? - Murmuró distraídamente mientras volvía a mirar dentro del atelier, notando que ahora había mucho más que la última vez que había pisado la propiedad. - Vaya, parece que lo estás llevando bien.. -Avanzó por el pasillo hasta encontrar al mayor y mirarlo desde el marco de la puerta- Vamos, no seas así, tal como dices, somos vecinos y quieras o no, vamos a toparnos muchas veces. ¿No crees que es mejor intentar llevarnos bien? - Avanzó invasivamente hacia donde se encontraba el otro. De alguna forma le agradaba que Laurence ni siquiera se percatara del estado de su cuerpo, y el aumento de vendas sobre él. Que no hiciera mueca o comentairo alguno al respecto. Eso le daba a Eiji al menos la idea de que él no era un chico tan "normal".
- Pero qué frío~ -Murmuró cuando el de cabello largo se disponía a entrar al taller. Sería una mentira decir que Eiji no aprovechó la situación para admirar el buen conjunto de ropa que traía el otro. Mentira, la ropa era lo último que le interesaba, pero tenía que reconocer que esta le daba una buena idea de la figura ajena que de pies a cabeza podía decir, eran completamente de su gusto. El nipon lo sabía, su predilección por joderle la vida a su vecino no era simple ocio o vicio, era algo practicamente inevitable a su parecer.
Sin siquiera tomar en cuenta el intento del otro por cortar el encuentro, Eiji se adelantó dentro del taller, sonriendo para si mismo cuando se percató de que la puerta no estaba trabada con ningún seguro. Ahora el interés volvía a crecer.
-Pues no creía tener un buen día hasta que te vi, ¿sabes? - Murmuró distraídamente mientras volvía a mirar dentro del atelier, notando que ahora había mucho más que la última vez que había pisado la propiedad. - Vaya, parece que lo estás llevando bien.. -Avanzó por el pasillo hasta encontrar al mayor y mirarlo desde el marco de la puerta- Vamos, no seas así, tal como dices, somos vecinos y quieras o no, vamos a toparnos muchas veces. ¿No crees que es mejor intentar llevarnos bien? - Avanzó invasivamente hacia donde se encontraba el otro. De alguna forma le agradaba que Laurence ni siquiera se percatara del estado de su cuerpo, y el aumento de vendas sobre él. Que no hiciera mueca o comentairo alguno al respecto. Eso le daba a Eiji al menos la idea de que él no era un chico tan "normal".
Eiji Mitsuo- Ocupación : Ciudadano
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Fecha de inscripción : 10/10/2013
Re: Kono heya ga (Laurence) R+18
Dejando su morral sobre el sillón de la sala el sueco se dio la vuelta apenas escuchó al otro aparecer por la entrada de la sala, sin ser esto una sorpresa en absoluto para él. Va, ¿Por qué más había dejado la puerta sin seguro?.- Sabes, lo que dices suena un poco gracioso teniendo en cuenta la forma en la que te fuiste la última vez. –Respondió a la par que le veía con una sonrisa socarrona, apoyándose contra el apoya brazos del mueble.- No creo ser yo quien tenga un problema realmente… -Se cruzó de brazos. Sí, no iba a perder la oportunidad de exponer al otro por aquella situación, e incluso si le daba igual, quería ver que tenía que decir al respecto incluso si ello suponía una total cortada de rostro.
Dicho esto se dio el tiempo de mirarle de arriba a abajo, percatándose con mayor detalle de la cantidad excesiva de vendajes y parches que cubría el cuerpo ajeno más allá de los habituales (léase su ojo derecho) ¿Acaso había tenido un accidente? Lo dudaba, también dudaba que se hubiera metido en alguna clase de pelea, pero no se dedicó a indagar mucho más ya que la respuesta se le hacía un poco obvia, siendo lo único que expresó al respecto un pequeño silbido que escapó de sus labios. Bah, no era asunto suyo, pero sí, era un poco llamativo a su atención.-
Entonces, qué tan bien planeas llevarte conmigo? Ya que al parecer se te está haciendo costumbre invadir en mi propiedad…tomas algo? –Ofreció sin más, encendiéndose un cigarrillo y metiéndose en la cocina. Como ya había mencionado, para el de cabello largo aquel era un día caluroso, por lo que tomó hielo de su nueva heladera y se sirvió un vaso de jugo. Había mirado con algo de tentación una botella de licor que tenía allí metida también, pero ¿Beber a esas horas? Aquello era de alcohólicos...
Dicho esto se dio el tiempo de mirarle de arriba a abajo, percatándose con mayor detalle de la cantidad excesiva de vendajes y parches que cubría el cuerpo ajeno más allá de los habituales (léase su ojo derecho) ¿Acaso había tenido un accidente? Lo dudaba, también dudaba que se hubiera metido en alguna clase de pelea, pero no se dedicó a indagar mucho más ya que la respuesta se le hacía un poco obvia, siendo lo único que expresó al respecto un pequeño silbido que escapó de sus labios. Bah, no era asunto suyo, pero sí, era un poco llamativo a su atención.-
Entonces, qué tan bien planeas llevarte conmigo? Ya que al parecer se te está haciendo costumbre invadir en mi propiedad…tomas algo? –Ofreció sin más, encendiéndose un cigarrillo y metiéndose en la cocina. Como ya había mencionado, para el de cabello largo aquel era un día caluroso, por lo que tomó hielo de su nueva heladera y se sirvió un vaso de jugo. Había mirado con algo de tentación una botella de licor que tenía allí metida también, pero ¿Beber a esas horas? Aquello era de alcohólicos...
Laurence Förakt- Ocupación : Ciudadano
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Fecha de inscripción : 28/04/2014
Edad : 24
Re: Kono heya ga (Laurence) R+18
- ¿Sigues molesto por eso? -Preguntó con un poco de sorna, pero no le dio mucha cabida a su propia burla, por el contrario, pareció restarle importancia de inmediato pues en verdad para él no la tenía.- Va, admito que no fui el más agradable ese día, aunque no suelo serlo de por sí. -Se encogió de hombros como si no tuviera mucho caso darle vueltas a su desagradable forma de ser y primero siguió con la mirada como su vecino iba hasta la cocina, para luego animarse a seguirle los pasos, volviendo a acercarse a él tras haber ignorado su pregunta y ofrecimiento a algo de beber. Sus sentidos ahora mismo le ponían más atención al rostro ajeno y al detalle del cigarrillo que acababa de encender. Su fijación personal hacia el aroma del tabaco no era algo que procurara esconder y la forma en que este alimentaba su líbido, casi como una respuesta inconciente de su cuerpo, se hacia bastante obvia si se prestaba atención al brillo e intensidad en su mirada. Era un acondicionamiento.
-¿Qué te parece si comenzamos de nuevo?- Acortó de nuevo distancias para tomar su rostro suavemente del mentón, girándolo un poco para depositar un beso sobre la mejilla del otro. Un gesto a modo de saludo, aunque no exactamente el más propio de él. Eiji normalmente mantenía la mayoría de sus modales muy arraigados a la cultura nipona, pero esa era justamente la gracia del cambio en el gesto del momento.
-Eiji Mitsuo. Es un gusto.- Murmuró con un tono de voz más grave y confidencial, dando una suave pero profunda inhalación antes de soltar su rostro y dejarlo ir para ver la reacción que tendría el mayor, pues podía o no esperarse un gesto como ese. - Me gusta ese aroma. -Confesó sin aclarar a cuál se refería específicamente.
-¿Qué te parece si comenzamos de nuevo?- Acortó de nuevo distancias para tomar su rostro suavemente del mentón, girándolo un poco para depositar un beso sobre la mejilla del otro. Un gesto a modo de saludo, aunque no exactamente el más propio de él. Eiji normalmente mantenía la mayoría de sus modales muy arraigados a la cultura nipona, pero esa era justamente la gracia del cambio en el gesto del momento.
-Eiji Mitsuo. Es un gusto.- Murmuró con un tono de voz más grave y confidencial, dando una suave pero profunda inhalación antes de soltar su rostro y dejarlo ir para ver la reacción que tendría el mayor, pues podía o no esperarse un gesto como ese. - Me gusta ese aroma. -Confesó sin aclarar a cuál se refería específicamente.
Eiji Mitsuo- Ocupación : Ciudadano
Mensajes : 292
Fecha de inscripción : 10/10/2013
Re: Kono heya ga (Laurence) R+18
Ocupando la misma mano para sostener el vaso y el cigarrillo, el escandinavo se volteó al escuchar que su vecino le había seguido a la cocina, mas no respondido a nada de lo que había dicho. Efectivamente, quizás el otro tuviera como costumbre comportarse de aquella forma insoportable, más bien, mayoritariamente podría decir que parecía un crío y vaya que ya se había topado a varios como él. Pero claro, a este no podía mandarlo castigado a casa, ¿O sí?
Seguidamente, apenas Eiji se acercó, Laurence se quedó observándole unos segundos como si no entendiera muy bien el porqué de ese acercamiento tan repentino, pero por sobre todo esa mirada ¿Querría fumar él también? Bah, no es que fuera un idiota, tampoco estaba molestándose demasiado en tratar de descifrar el comportamiento ajeno al menos hasta que el muchacho habló ¿Acaso pretendía disculparse con él? Seguramente, horas más tarde el sueco se reiría por elaborar semejante pensamiento, ya que este no llegó a permanecer en su mente más de lo que el otro tardó en tomarle del mentón y besar su mejilla.
Un beso en la mejilla. Aquel era un buen punto para detenerse a pensar. Muy en el fondo existía la posibilidad de que Laurence comprendiera parte de la situación. Conocía la cultura japonesa, sabía que Eiji era un mocoso prácticamente recién llegado del archipiélago nipón y que muy posiblemente éste se atuviera a la reservada y distante forma de actuar de su gente, por lo que podía deducir que aquello era una especie de saludo occidental. Y él era occidental, pero era un sueco nacido y criado. Y los suecos no se besan entre desconocidos, no se dan la mano y si tienen suerte, lo mejor que puede pasarles es ni siquiera tener que saber de la existencia de sus vecinos. Casualmente, ambas culturas eran muy similares en ese sentido, reservadas, ermitañas, y Laurence era lo suficiente de lo uno y lo otro como para que una acción tal, sobre todo al ser inesperada le sacara totalmente de su eje.
El azabache se quedó su buen rato en blanco, mirando al más bajo con el ceño fruncido, como si acabaran de mostrarle un retrato en el que había salido horriblemente mal. Con el cuerpo crispado y cuasi boqueando cual pez fuera del agua como si quisiera soltar palabras que su mente aun no podía llegar a hilar.- Ah… -Inmediatamente y en total oposición a su voluntad, un fuerte rubor comenzó a subir por sus mejillas, no solo por la incomodidad y vergüenza que le había generado la acción contraria sino también por comenzar a ser consciente de su propia reacción.- W-what the hell with you?! –Se alejó, tomándose de la mejilla que acababa de ser “profanada” antes de dejar su vaso y prácticamente huir a zancadas hasta el cuarto de baño, esperando poder mojarse la cara y quitarse la desagradable sensación que le había quedado encima (o más bien, tratar de apagar el intenso calor acumulado en todo su rostro).
Sabes, si quieres comenzar de nuevo…Esta es una pésima forma de hacerlo. –Clamó en voz alta desde el servicio, notoriamente molesto mientras aun golpeaba sus mejillas con el agua fría.-
Seguidamente, apenas Eiji se acercó, Laurence se quedó observándole unos segundos como si no entendiera muy bien el porqué de ese acercamiento tan repentino, pero por sobre todo esa mirada ¿Querría fumar él también? Bah, no es que fuera un idiota, tampoco estaba molestándose demasiado en tratar de descifrar el comportamiento ajeno al menos hasta que el muchacho habló ¿Acaso pretendía disculparse con él? Seguramente, horas más tarde el sueco se reiría por elaborar semejante pensamiento, ya que este no llegó a permanecer en su mente más de lo que el otro tardó en tomarle del mentón y besar su mejilla.
Un beso en la mejilla. Aquel era un buen punto para detenerse a pensar. Muy en el fondo existía la posibilidad de que Laurence comprendiera parte de la situación. Conocía la cultura japonesa, sabía que Eiji era un mocoso prácticamente recién llegado del archipiélago nipón y que muy posiblemente éste se atuviera a la reservada y distante forma de actuar de su gente, por lo que podía deducir que aquello era una especie de saludo occidental. Y él era occidental, pero era un sueco nacido y criado. Y los suecos no se besan entre desconocidos, no se dan la mano y si tienen suerte, lo mejor que puede pasarles es ni siquiera tener que saber de la existencia de sus vecinos. Casualmente, ambas culturas eran muy similares en ese sentido, reservadas, ermitañas, y Laurence era lo suficiente de lo uno y lo otro como para que una acción tal, sobre todo al ser inesperada le sacara totalmente de su eje.
El azabache se quedó su buen rato en blanco, mirando al más bajo con el ceño fruncido, como si acabaran de mostrarle un retrato en el que había salido horriblemente mal. Con el cuerpo crispado y cuasi boqueando cual pez fuera del agua como si quisiera soltar palabras que su mente aun no podía llegar a hilar.- Ah… -Inmediatamente y en total oposición a su voluntad, un fuerte rubor comenzó a subir por sus mejillas, no solo por la incomodidad y vergüenza que le había generado la acción contraria sino también por comenzar a ser consciente de su propia reacción.- W-what the hell with you?! –Se alejó, tomándose de la mejilla que acababa de ser “profanada” antes de dejar su vaso y prácticamente huir a zancadas hasta el cuarto de baño, esperando poder mojarse la cara y quitarse la desagradable sensación que le había quedado encima (o más bien, tratar de apagar el intenso calor acumulado en todo su rostro).
Sabes, si quieres comenzar de nuevo…Esta es una pésima forma de hacerlo. –Clamó en voz alta desde el servicio, notoriamente molesto mientras aun golpeaba sus mejillas con el agua fría.-
Laurence Förakt- Ocupación : Ciudadano
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Fecha de inscripción : 28/04/2014
Edad : 24
Re: Kono heya ga (Laurence) R+18
Si Eiji tuviera que hacer una confesión, esta sería que jamás nunca esperó una respuesta tan buena como esa a su pequeña broma, en parte porque creía que para la mayoría de las personas un saludo así no era la gran cosa, pero le había bastado las pocas interacciones con el mayor para poder al menos intuir que algo como eso podría disturbar su paz siempre y cuando se hiciera en el momento adecuado. Pues la idea de “disturbar su paz” quedó muy pequeña al lado del evidente y exacerbado rubor sobre las mejillas níveas del sueco.
Si tan solo el momento hubiese durado más, el japonés hubiese atinado a sacar su móvil y tomar registro de ese momento, de esa expresión que sin dudas había sumado puntos al ya evidente interés que tenía por su vecino. ¿No sería genial poder ver más expresiones como esas?
Un escalofrío recorrió su espalda por la idea, como si la malicia subiera gradicamente por su cuerpo hasta traducirse en una risa burlona que escapó de sus labios como si Eiji no fuera sino un adolescente tratando de ocultar una carcajada en medio de una clase importante con la mirada del profesor, que en este caso era el lugar de Laurence, directamente sobre él.
- Shh. – Indicó con un dedo sobre sus labios y un ruido a dientes cerrados que no era necesario alzar tanto la voz. No era particularmente que le molestara la sobre reacción del pelinegro, muy por el contrario, era solo para resaltar más esta misma y si era posible, avergonzar al otro un poco más. Laurence se adelantó al baño y Eiji simplemente lo siguió con la mirada, aprovechando con descaro la vista que le entregaba.
No hizo nada más, solo se quedó de brazos cruzados, mirando en su dirección, escuchando con claridad su reclamo. –Oh, entonces ¿Cuál es la manera correcta para comenzar de nuevo? Realmente quiero que nos llevemos bien, Laurence.- Dio unos pasos más, solo para mirarlo desde el pasillo, la intensidad de su mirada solo pareció agudizarse un momento como si con ello solo rectificara la veracidad de sus palabras.
Por alguna razón jugar a desencajar al otro le había puesto de buen humor. Era interesante pensar que solo habían bastado un par de encuentros para saber que algo así podía dejarlo perplejo.
Si tan solo el momento hubiese durado más, el japonés hubiese atinado a sacar su móvil y tomar registro de ese momento, de esa expresión que sin dudas había sumado puntos al ya evidente interés que tenía por su vecino. ¿No sería genial poder ver más expresiones como esas?
Un escalofrío recorrió su espalda por la idea, como si la malicia subiera gradicamente por su cuerpo hasta traducirse en una risa burlona que escapó de sus labios como si Eiji no fuera sino un adolescente tratando de ocultar una carcajada en medio de una clase importante con la mirada del profesor, que en este caso era el lugar de Laurence, directamente sobre él.
- Shh. – Indicó con un dedo sobre sus labios y un ruido a dientes cerrados que no era necesario alzar tanto la voz. No era particularmente que le molestara la sobre reacción del pelinegro, muy por el contrario, era solo para resaltar más esta misma y si era posible, avergonzar al otro un poco más. Laurence se adelantó al baño y Eiji simplemente lo siguió con la mirada, aprovechando con descaro la vista que le entregaba.
No hizo nada más, solo se quedó de brazos cruzados, mirando en su dirección, escuchando con claridad su reclamo. –Oh, entonces ¿Cuál es la manera correcta para comenzar de nuevo? Realmente quiero que nos llevemos bien, Laurence.- Dio unos pasos más, solo para mirarlo desde el pasillo, la intensidad de su mirada solo pareció agudizarse un momento como si con ello solo rectificara la veracidad de sus palabras.
Por alguna razón jugar a desencajar al otro le había puesto de buen humor. Era interesante pensar que solo habían bastado un par de encuentros para saber que algo así podía dejarlo perplejo.
Eiji Mitsuo- Ocupación : Ciudadano
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Fecha de inscripción : 10/10/2013
Re: Kono heya ga (Laurence) R+18
La descarada sonrisa en el rostro contrario, aquel disfrute tan evidente por su inevitable respuesta a lo que Laurence terminó por considerar como un golpe bajo eran parte de lo que éste quería arrastrar con el agua que enfriaba sus mejillas, tratando de recuperar junto a su rostro pálido, algo de dignidad.- Joder… -“Bien jugado” pensaba al momento de tomar una toalla y secar su rostro para luego acomodarse el cabello al compás de un enorme suspiro. Cabía decir que más vergüenza le daba salir ahora del baño, tratando de no parecer un perro con la cola entre las patas, pero en vista de que aquello sería absurdo y aun peor al cabo de unos pocos minutos y no antes de echarse una última mirada en el espejo salió por la puerta todo lo recompuesto que se propuso estar.
… -Volviendo hasta la cocina, solo le miró en silencio con una clara expresión de reproche antes de regresar a su lugar junto a la mesada y dar unos cuantos tragos al jugo que se había servido.- Bien…vamos a fingir que esto jamás sucedió… -Le miró de reojo, pero aquello carecía de sentido.- No, mejor dicho, no vuelvas a hacerlo. –
¿Pero cómo podía superar aquello? Bah, la idea no era superarlo, sino más bien evitar que su orgullo siguiera cayendo en picada. Incluso si podía decir con seguridad que aquel día se pasaría la noche gritando por teléfono a cierto par de personas sobre lo sucedido.
De cualquier modo, tenía que admitir que los modos ajenos, hasta esa estúpida broma con la que había logrado dejarle de cabeza, no le caían mal. No era desagradable, aquel caos por el caos que en definitiva era inofensivo.- Bah…si no hubiese sido yo, supongo que estaría riéndome de esto… -Alzó una ceja, como si no quedara nada por hacer y se dio la vuelta para devolver el olvidado cigarrillo a sus dedos y dar una larga calada.- En fin…planeas seguir aquí por mucho tiempo más? Tengo que cambiarme, pintar…ya sabes, lo que vengo a hacer aquí.
Lo sabía, con eso último probablemente estuviera siendo un poco cortante, pero personalmente le era bastante difícil desarraigarse del estado arisco con el que el nipón le había dejado, como todo aquel que es víctima de una broma “pesada”.
… -Volviendo hasta la cocina, solo le miró en silencio con una clara expresión de reproche antes de regresar a su lugar junto a la mesada y dar unos cuantos tragos al jugo que se había servido.- Bien…vamos a fingir que esto jamás sucedió… -Le miró de reojo, pero aquello carecía de sentido.- No, mejor dicho, no vuelvas a hacerlo. –
¿Pero cómo podía superar aquello? Bah, la idea no era superarlo, sino más bien evitar que su orgullo siguiera cayendo en picada. Incluso si podía decir con seguridad que aquel día se pasaría la noche gritando por teléfono a cierto par de personas sobre lo sucedido.
De cualquier modo, tenía que admitir que los modos ajenos, hasta esa estúpida broma con la que había logrado dejarle de cabeza, no le caían mal. No era desagradable, aquel caos por el caos que en definitiva era inofensivo.- Bah…si no hubiese sido yo, supongo que estaría riéndome de esto… -Alzó una ceja, como si no quedara nada por hacer y se dio la vuelta para devolver el olvidado cigarrillo a sus dedos y dar una larga calada.- En fin…planeas seguir aquí por mucho tiempo más? Tengo que cambiarme, pintar…ya sabes, lo que vengo a hacer aquí.
Lo sabía, con eso último probablemente estuviera siendo un poco cortante, pero personalmente le era bastante difícil desarraigarse del estado arisco con el que el nipón le había dejado, como todo aquel que es víctima de una broma “pesada”.
Laurence Förakt- Ocupación : Ciudadano
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Fecha de inscripción : 28/04/2014
Edad : 24
Re: Kono heya ga (Laurence) R+18
-No tengo ganas de fingir- Respondió cortante a la mitad de todo mientras observaba como Laurence volvía a desenvolverse en su propio espacio, queriendo hacer como si nada. Y esa actitud particularmente no le molestaba al nipón, pero de ahí a obligarle a omitir algo que él no tenía ninguna intención de querer olvidar, era una cosa completamente diferente.
-No volveré a hacerlo si es que realmente no te agrado. -Y Eiji sabía a la perfección de que ese no era el caso. Con su forma invasiva y poco respetuosa de ser, las personas a las que no le agradaba no tardaban en insultarlo y largarse o echarlo a él, cuando había gente tolerante, sabía que habían dos opciones, o eran idiotas o también veían en él algo que les parecía interesante, y Laurence no parecía ser de los del primer tipo. -Pero si no es así no puedo prometer nada. Me ha encantado la expresión que has puesto, ¿sabes? - Ya no se trataba de la dignidad ajena. Solo estaba siendo honesto y directo con sus gustos, con ese escalofrío que le había recorrido el cuerpo, con el porqué su pulso ahora mismo se aceleraba mientras simplemente veía al mayor dar una calada a su cigarrillo y ansiaba una o dos bocadas para él.
Su cuerpo se movió lento, casi como si fuera una pantera con el objetivo muy claro. Y aunque parecía haber sido algo intencionado, el acercamiento esta vez fue casi un acto reflejo de su parte que le llevó a tomar al sueco de la muñeca y apartar el cigarrillo de sus labios para llevarlo hasta los propios y aspirar lento, con su único ojo cerrado para así, al instante siguiente, abrirlo y clavar la vista en él y dedicarle una sonrisa un poco más enigmática.
Giró el rostro y dejó ir el humo a la vez que soltaba su mano y se apartaba de él.
-Tengo curiosidad. Quiero ver lo que haces.- Confesó mientras se alejaba y caminaba de vuelta a la sala, inspeccionando de nuevo el lugar. - Pero si efectivamente soy un estorbo, entonces me marcharé hasta que hayas acabado lo que tengas que hacer, pero no dudes que volveré a molestarte. - Su tono de voz había cambiado un poco, estaba hablando más suave, como si le susurrara, como si el cigarrillo hubiese tenido un efecto más narcótico en él.
-No volveré a hacerlo si es que realmente no te agrado. -Y Eiji sabía a la perfección de que ese no era el caso. Con su forma invasiva y poco respetuosa de ser, las personas a las que no le agradaba no tardaban en insultarlo y largarse o echarlo a él, cuando había gente tolerante, sabía que habían dos opciones, o eran idiotas o también veían en él algo que les parecía interesante, y Laurence no parecía ser de los del primer tipo. -Pero si no es así no puedo prometer nada. Me ha encantado la expresión que has puesto, ¿sabes? - Ya no se trataba de la dignidad ajena. Solo estaba siendo honesto y directo con sus gustos, con ese escalofrío que le había recorrido el cuerpo, con el porqué su pulso ahora mismo se aceleraba mientras simplemente veía al mayor dar una calada a su cigarrillo y ansiaba una o dos bocadas para él.
Su cuerpo se movió lento, casi como si fuera una pantera con el objetivo muy claro. Y aunque parecía haber sido algo intencionado, el acercamiento esta vez fue casi un acto reflejo de su parte que le llevó a tomar al sueco de la muñeca y apartar el cigarrillo de sus labios para llevarlo hasta los propios y aspirar lento, con su único ojo cerrado para así, al instante siguiente, abrirlo y clavar la vista en él y dedicarle una sonrisa un poco más enigmática.
Giró el rostro y dejó ir el humo a la vez que soltaba su mano y se apartaba de él.
-Tengo curiosidad. Quiero ver lo que haces.- Confesó mientras se alejaba y caminaba de vuelta a la sala, inspeccionando de nuevo el lugar. - Pero si efectivamente soy un estorbo, entonces me marcharé hasta que hayas acabado lo que tengas que hacer, pero no dudes que volveré a molestarte. - Su tono de voz había cambiado un poco, estaba hablando más suave, como si le susurrara, como si el cigarrillo hubiese tenido un efecto más narcótico en él.
Eiji Mitsuo- Ocupación : Ciudadano
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Re: Kono heya ga (Laurence) R+18
Una sonrisa a medias se escapó de los labios del sueco ante la desvergonzada afirmación contraria respecto a su reacción. Finalmente le había hecho reírse de la situación y es que en verdad se preguntaba si algo así fuera a volver a pasar ¿Realmente había sido tan buena? Aquel cuestionamiento no duraría demasiado en su mente, al menos no por esos momentos ya que su atención pasó de inmediato a posarse en el Eiji presente, ese que nuevamente invadía su espacio personal para esta vez tomar su muñeca y robarse una calada de su cigarro.
Aun de espaldas como estaba, pasada la pequeña sorpresa inicial giró la mitad del cuerpo para observarle, sin siquiera parpadear por todos los segundos que el otro se tomó en su acción, escudriñando con detalle cada facción, cada mínimo movimiento en el rostro contrario, cada fragmento de su expresión, como si tratara de figurarse qué había más allá. Su mirada ahora estaba concentrada, sus ojos entrecerrados pero notoriamente más calmos, como si todas las emociones desagradables que el muchacho le había causado minutos atrás hubieran quedado en el pasado, puesto que ahora tenía algo mucho más interesante que copaba su atención. Y probablemente aquello pudo notarse cuando éste abrió los propios y le miró con esa sonrisa, la cual hizo al azabache preguntarse por un instante ¿Hasta dónde podría llegar todo esto?
“Who knows” Se dijo ni bien el otro se alejó de él, quedándose allí por un rato mientras volvía a dar una calada y echaba el humo hacia el techo.
Entonces volvió a mirarle desde allí a la vez que terminaba con su bebida, dándose la vuelta por completo para recargar la cadera contra el mueble.- Vaya, espero que esa curiosidad no te lleve a una decepción… -Respondió con sardónica ironía, ya que en definitiva, aquella “decepción” sería él mismo. Pero segundos después rio, esta vez sinceramente.- Pfff, “estorbo”? Qué dramático suenas… -Dijo luego de descargar la ceniza al mismo tiempo que se despegaba de la mesada, sosteniendo el codo del brazo que utilizaba para tomar el cigarrillo con su otra mano mientras se acercaba.- Dudo que “efectivamente”, haya dicho algo así alguna vez. -No podía negarlo, la forma ajena de expresarse le causaba bastante gracia, ya que no creía que en efecto fuera alguien “dramático” en absoluto, sino que más bien tenía bastante asumida su forma de ser.
Así fue rodeándole, caminando sin prisa casi hasta quedar frente a él.- Quiero decir, lo traes bastante bien con eso de joderme pero créeme que necesitarás trabajar mucho más para que piense algo como eso… -Agregó siguiendo de largo, pasando a mirar la pared que tenía planeado comenzar a pintar ese día, mientras volvía a llevarse el cigarrillo a sus labios ya consumiéndolo en su totalidad.- A menos que no sea eso lo que quieres, claro está. –Murmuró casi como un reto inconsciente, mordiéndose el borde de los labios para tratar de desfigurar la pequeña sonrisa que se había formado en ellos, porque incluso dentro de lo que había dicho anteriormente se podía buscar una cierta ambigüedad casi inintencional, pero sintiendo que allí habían tantos caminos, tantos escenarios posibles a su alcance, simplemente no podía evitarlo.
Después de todo, él también era alguien curioso, con todos los riesgos que ello implicaba.
Aun de espaldas como estaba, pasada la pequeña sorpresa inicial giró la mitad del cuerpo para observarle, sin siquiera parpadear por todos los segundos que el otro se tomó en su acción, escudriñando con detalle cada facción, cada mínimo movimiento en el rostro contrario, cada fragmento de su expresión, como si tratara de figurarse qué había más allá. Su mirada ahora estaba concentrada, sus ojos entrecerrados pero notoriamente más calmos, como si todas las emociones desagradables que el muchacho le había causado minutos atrás hubieran quedado en el pasado, puesto que ahora tenía algo mucho más interesante que copaba su atención. Y probablemente aquello pudo notarse cuando éste abrió los propios y le miró con esa sonrisa, la cual hizo al azabache preguntarse por un instante ¿Hasta dónde podría llegar todo esto?
“Who knows” Se dijo ni bien el otro se alejó de él, quedándose allí por un rato mientras volvía a dar una calada y echaba el humo hacia el techo.
Entonces volvió a mirarle desde allí a la vez que terminaba con su bebida, dándose la vuelta por completo para recargar la cadera contra el mueble.- Vaya, espero que esa curiosidad no te lleve a una decepción… -Respondió con sardónica ironía, ya que en definitiva, aquella “decepción” sería él mismo. Pero segundos después rio, esta vez sinceramente.- Pfff, “estorbo”? Qué dramático suenas… -Dijo luego de descargar la ceniza al mismo tiempo que se despegaba de la mesada, sosteniendo el codo del brazo que utilizaba para tomar el cigarrillo con su otra mano mientras se acercaba.- Dudo que “efectivamente”, haya dicho algo así alguna vez. -No podía negarlo, la forma ajena de expresarse le causaba bastante gracia, ya que no creía que en efecto fuera alguien “dramático” en absoluto, sino que más bien tenía bastante asumida su forma de ser.
Así fue rodeándole, caminando sin prisa casi hasta quedar frente a él.- Quiero decir, lo traes bastante bien con eso de joderme pero créeme que necesitarás trabajar mucho más para que piense algo como eso… -Agregó siguiendo de largo, pasando a mirar la pared que tenía planeado comenzar a pintar ese día, mientras volvía a llevarse el cigarrillo a sus labios ya consumiéndolo en su totalidad.- A menos que no sea eso lo que quieres, claro está. –Murmuró casi como un reto inconsciente, mordiéndose el borde de los labios para tratar de desfigurar la pequeña sonrisa que se había formado en ellos, porque incluso dentro de lo que había dicho anteriormente se podía buscar una cierta ambigüedad casi inintencional, pero sintiendo que allí habían tantos caminos, tantos escenarios posibles a su alcance, simplemente no podía evitarlo.
Después de todo, él también era alguien curioso, con todos los riesgos que ello implicaba.
Laurence Förakt- Ocupación : Ciudadano
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Re: Kono heya ga (Laurence) R+18
-Ah. ¿Está mal? - Preguntó de inmediato cuando el otro catalogó de dramática su expresión. El japonés por un instante pareció un poco confundido, o más bien si reflexionara al respecto y es que si bien a su juicio se había adaptado bastante bien al idioma, no podía decir que lo manejaba en su totalidad. No era de extrañar que de vez en cuando su forma de hablar sonara algo rara, pero muy poco le importaba.
Lo continuó escuchando y lo vio acercarse a él. El nipón se mantuvo en su lugar, atento y con la sonrisa traviesa todavía en el rostro. Cuando Laurence se paró frente a él Eiji sintió querer arrinconarlo y refutar su declaración. "No es mi intención que pienses algo como eso." Era lo que había pensado en el instante y oírlo segundo después de los labios ajenos provocó una carcajada espontánea en él.
-No, no es lo que quiero. Creo que tu cabeza puede notarlo. - Al contrario de la ambigüedad del mayor, el pelimorado tendía a ser mucho más directo, aunque no por ello parecía estar insistiendo de sobremanera.
-Entiendo que no te molesta que me quede.- Dijo mientras se volteaba y apoyaba la espalda contra la pared cercana a la entrada de la sala, no era que tuviera real interés en las cosas que hacia el sueco sino netamente en el sueco mismo y en como este planeaba responder. -Deberías visitar mi casa algún día. Ya sabes... para "comenzar de nuevo".-
Era evidente, las posibilidades eran muchas.
Lo continuó escuchando y lo vio acercarse a él. El nipón se mantuvo en su lugar, atento y con la sonrisa traviesa todavía en el rostro. Cuando Laurence se paró frente a él Eiji sintió querer arrinconarlo y refutar su declaración. "No es mi intención que pienses algo como eso." Era lo que había pensado en el instante y oírlo segundo después de los labios ajenos provocó una carcajada espontánea en él.
-No, no es lo que quiero. Creo que tu cabeza puede notarlo. - Al contrario de la ambigüedad del mayor, el pelimorado tendía a ser mucho más directo, aunque no por ello parecía estar insistiendo de sobremanera.
-Entiendo que no te molesta que me quede.- Dijo mientras se volteaba y apoyaba la espalda contra la pared cercana a la entrada de la sala, no era que tuviera real interés en las cosas que hacia el sueco sino netamente en el sueco mismo y en como este planeaba responder. -Deberías visitar mi casa algún día. Ya sabes... para "comenzar de nuevo".-
Era evidente, las posibilidades eran muchas.
Eiji Mitsuo- Ocupación : Ciudadano
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Re: Kono heya ga (Laurence) R+18
Riéndose muy por lo bajo Laurence miró al otro en silencio, completamente agradado por su confusión. -No es que esté mal, sino que diciendo "estorbo", suenas como si te estuvieras refiriendo prácticamente a basura y bien, creo que eso sería exagerar un poco...- Explicó previamente a seguir con lo que hacía, moviendo con los pies las latas de pintura en el suelo para dar con las que planeaba usar ese día.
Así se agachó para separarlas del resto y pasar directamente a cubrir con una lona el tramo de suelo bajo el espacio que había destinado en la pared para pintar aquel día, claro que sin dejar de prestar atención a lo que el otro decía.
-Hum...ya veo, ¿Acaso es eso una invitación?- Preguntó al incorporarse de nuevo camino a la cocina, tomando la ropa con la que iría a cambiarse. Por supuesto, una sonrisa algo maliciosa lo acompañó durante todo el trayecto, ya que, ¿Cuán inocente podía ser esa propuesta? Le era gracioso porque al otro no ser precisamente explícito con su sugerencia eso le daba el pie a molestarle un poco.
-Bien, ya que lo mencionas, no tengo comida aquí, así que tal vez puedas invitarme a almorzar.- Propuso con descaro una vez volvió a tenerle de frente, a una distancia con la que incluso podía tocarle con la ropa que llevaba entre los brazos. -Anyway, we'll see...- Dijo ya despreocupadamente mientras ya caminaba de vuelta hasta el baño.
Así se agachó para separarlas del resto y pasar directamente a cubrir con una lona el tramo de suelo bajo el espacio que había destinado en la pared para pintar aquel día, claro que sin dejar de prestar atención a lo que el otro decía.
-Hum...ya veo, ¿Acaso es eso una invitación?- Preguntó al incorporarse de nuevo camino a la cocina, tomando la ropa con la que iría a cambiarse. Por supuesto, una sonrisa algo maliciosa lo acompañó durante todo el trayecto, ya que, ¿Cuán inocente podía ser esa propuesta? Le era gracioso porque al otro no ser precisamente explícito con su sugerencia eso le daba el pie a molestarle un poco.
-Bien, ya que lo mencionas, no tengo comida aquí, así que tal vez puedas invitarme a almorzar.- Propuso con descaro una vez volvió a tenerle de frente, a una distancia con la que incluso podía tocarle con la ropa que llevaba entre los brazos. -Anyway, we'll see...- Dijo ya despreocupadamente mientras ya caminaba de vuelta hasta el baño.
Laurence Förakt- Ocupación : Ciudadano
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Re: Kono heya ga (Laurence) R+18
Para el nipón era extraño reconocerse dentro de la situación en la que él mismo se había metido. No era inusual que metiera la nariz donde no le correspondía, muchas veces solo por fastidiar, pero sí era raro que alguna persona le levantara tanto el interés como se estaba dando en este caso. Pero como siempre el menor no se cuestionaba mucho las cosas, no le daba real importancia, siempre actuaba como un niño caprichoso, aceptando sus impulsos tan natural y descaradamente que muchas veces podía resultar desconcertante o contradictorio.
-Es una invitación.- Confirmó vehementemente, ladeando la cabeza cuando el otro pasó por su lado, afilando solo por ese instante la mirada sobre él y dandole una muy sutil pero única sonrisa, como si estuviese compartiendo alguna clase de crimen con él.
-De acuerdo. Entonces será para almorzar.- Despegó la espalda de la pared cuando el otro avanzó por el pasillo hasta el baño. - ¿Hay algo que deba saber sobre tus preferencias?- Alzó un poco más la voz para que el otro pudiera escucharle. Él esperó en el pasillo mientras su subconciente se preguntaba exactamente cuando había sido la última vez que había cocinado para alguien más.
-Es una invitación.- Confirmó vehementemente, ladeando la cabeza cuando el otro pasó por su lado, afilando solo por ese instante la mirada sobre él y dandole una muy sutil pero única sonrisa, como si estuviese compartiendo alguna clase de crimen con él.
-De acuerdo. Entonces será para almorzar.- Despegó la espalda de la pared cuando el otro avanzó por el pasillo hasta el baño. - ¿Hay algo que deba saber sobre tus preferencias?- Alzó un poco más la voz para que el otro pudiera escucharle. Él esperó en el pasillo mientras su subconciente se preguntaba exactamente cuando había sido la última vez que había cocinado para alguien más.
Eiji Mitsuo- Ocupación : Ciudadano
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Re: Kono heya ga (Laurence) R+18
Ya metido dentro del baño, el sueco esbozó una sonrisa a la par que comenzaba a desvestirse, optando por contestar directamente desde el baño. -No como pollo.- Aclaró de forma determinante antes que cualquier otra cosa. -Y me desagrada todo lo que sea muy salado o amargo…Ah, también detesto lo agridulce, pero tampoco es como si no pudiera tolerar nada de eso…- Agregó ya solo por tener la potestad de hacerlo, encontrando levemente cómico el que ya tuviera a aquel crío cocinando para él…aunque no fuera del todo así. De cualquier modo, no podía mentir y decir que no le causaba mucha curiosidad toda la situación que acababa de darse, y la que se daría una vez visitara el hogar del muchacho, siendo que el solo hecho de pisar aquel sitio y poder conversar con él en un ambiente tanto más privado le resultaba tremendamente interesante.
-Va, cómo me avisarás para que vaya? O quieres poner una hora en particular…?- Preguntó una vez ya terminaba de cambiarse, saliendo pocos minutos después con una polera amplia de tela ligera gris plomo arremangada, y unos pantalones oscuros algo rotosos, ambos coloreados por un sinfín número de pinturas, ya secas.
-Va, cómo me avisarás para que vaya? O quieres poner una hora en particular…?- Preguntó una vez ya terminaba de cambiarse, saliendo pocos minutos después con una polera amplia de tela ligera gris plomo arremangada, y unos pantalones oscuros algo rotosos, ambos coloreados por un sinfín número de pinturas, ya secas.
Laurence Förakt- Ocupación : Ciudadano
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Re: Kono heya ga (Laurence) R+18
Eiji rodó los ojos al escuchar las especificaciones que el sueco daba, y es que aunque él las hubiese solicitado, no significaba que particularmente iba a tener plena consideración de ellas, pero al menos sí, respetaría la primera.
- Va. Entonces procuraré hacer algo que puedas comer. - Lo vio salir y no pudo evitar repasar nuevamente su figura con la mirada, era curioso como todo lo que se ponía el otro de alguna u otra manera le quedaba bien.
- Siempre puedo venir a buscarte. Creo que me gustó colarme sin permiso. Lo haré de nuevo. - Dijo a modo de respuesta, y eso fue todo. Hizo una ceña con la mano como despedida temporal mientras se alejaba hacia la puerta sin prisa, aunque ya estaba pensando en un posible menú. No era que el nipón tuviera por afán el cocinar, pero al menos la cocina japonesa se le daba bien y aprovecharía su buen humor para complacer a su invitado.
- Va. Entonces procuraré hacer algo que puedas comer. - Lo vio salir y no pudo evitar repasar nuevamente su figura con la mirada, era curioso como todo lo que se ponía el otro de alguna u otra manera le quedaba bien.
- Siempre puedo venir a buscarte. Creo que me gustó colarme sin permiso. Lo haré de nuevo. - Dijo a modo de respuesta, y eso fue todo. Hizo una ceña con la mano como despedida temporal mientras se alejaba hacia la puerta sin prisa, aunque ya estaba pensando en un posible menú. No era que el nipón tuviera por afán el cocinar, pero al menos la cocina japonesa se le daba bien y aprovecharía su buen humor para complacer a su invitado.
Eiji Mitsuo- Ocupación : Ciudadano
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