¿Vienes conmigo? [Privado]

Continuación de "¡El gran día!"

No esperaba que mi primera asistencia a un concierto de Glass City acabaría de esta manera. Lamentaba no haber podido conseguir un autógrafo de Lotte, pero la seguridad de Senpai es primero. A penas tuve la oportunidad, la tomé de la cintura y la insté a alejarse de la caótica multitud, manteniéndola siempre a mi lado. Al retirarme, observé con disgusto al sujeto de cabello rojizo que ahora conversaba con el representante de la vocalista. Despotriqué unos cuantos insultos en su contra en mi fuero interno, aunque por otro lado debía estarle tremendamente agradecido. Si no fuera por él, yo ahora no podría caminar tan cerca de Senpai.

Cuando ya estábamos lejos del centro comercial, decidí preguntar:

– ¿Cómo te sientes? – Hice visible mi preocupación. Senpai se había estado comportando de un modo bastante extraño desde hace un rato.

Tenía la intención de tomar un taxi y acompañarla hasta su casa, pero ahora que lo pienso... No sé dónde vive. Quizás es extranjera y su familia no habita en esta ciudad, algo muy lógico si consideramos que ella se hospeda en los dormitorios de Musette. De hecho, por más que me lo he propuesto no he podido averiguar nada de sus orígenes. Me quedé viéndola un momento, sopesando en las posibilidades, pero al notar lo cerca que quedaba mi rostro del suyo al hacer esto lo desvié nerviosamente.

Sonará estúpido pero me gustaría tener una cita con ella hoy. Sé que no nos conocemos lo suficiente y que si no fuera por todo el jaleo del concierto de Navidad nosotros ni siquiera estaríamos juntos ahora, pero... Aún así quiero extender este tiempo todo lo que pueda... Ah, ahora que me acuerdo... No he movido mi brazo de su cuerpo desde que salimos del comercio. Yo simplemente estaba intentando protegerla pero... Ya no es necesario que estemos así... Y ella no ha puesto ninguna resistencia hasta ahora... ¿Por qué?

Su mente aun divagaba, así que solo siguió al chico de cabello rosado hacia donde la llevara. Al parecer olvido la vergüenza que sintió cuando sus cuerpos estuvieron cerca y como la tomo por la cintura. Ella solo caminaba al lado de él, su mirada estaba perdida...

En eso sintió que la llamo y pareció como si se hubiera despertado de un sueño - ehh?! - dijo un poco exaltada - pues claro que me encuentro bien - dijo mintiéndose a si misma mientras emitía una sonrisa - ¿y tú Maeno-kun te encuentras bien - dijo la chica preocupada mientras se acercaba el chico y lo rodeaba observando por todos lados por si había recibido algún golpe. Incluso, ella tomó sus manos mientras observaba sus dedos, sus palmas, sus muñecas...

- ooh menos mal no tienes ninguna herida - dijo aliviada, luego alzó su mirada para después poner su cara roja como un tomate - ettoooo... yo... yooo...- dijo mientras temblaba y por su cara corrían pequeñas gotas de sudor - lo hice de nuevo... - dijo ruborizada y avergonzada mientras retiraba sus manos. En eso una suave brisa pasó por la calle causando escalofríos en su cuerpo, asi que acercó sus manos un poco a su boca y comenzó a soplarlas, mientras las frotaba entre si - jejeje - rió ella - creo que mis manos deben haberte congelado - decía ella algo divertida y ruborizada.

«Mentira.» Estaba claro que mentía, pero no podía culparla por ocultarme sus pesares. No nos conocíamos, ni siquiera sé si puedo considerarme su amigo. Sólo soy un conocido para ella, un estudiante menor, un testigo de un dolor que no me compete. Me angustiaba pensar en esa realidad... Me angustiaba a un punto alarmante... ¿Algún día yo llegaría a significar algo más para ella? ¿Tendría esa oportunidad? La pregunta seguía gravitando en mi mente, sin embargo no tenía sentido verbalizarla.

Le observé con visible congoja, aunque decidí no insistir en ese tema y dejarlo estar. Pero no lo olvidaría. No podía olvidar nada que concerniera a mi querida Senpai, sobre todo si era algo que la hacía sufrir.

– Se... ¿Senpai? – Balbuceé al notar que ella tomaba mis manos entre las suyas y las examinaba, buscando alguna herida. Mis mejillas, gélidas como todo mi cuerpo, se ruborizaron notoriamente, adquiriendo un calor que sólo ella podía provocar en mí. Al darse cuenta de lo que estaba haciendo, Senpai interrumpió el contacto que manteníamos y rió muy nerviosa. – Pa... ¡Para nada! ¡Tus manos nunca podrían molestarme! – Le aseguré inmediatamente, no quería que se llevara una impresión equivocada.

Guardé silencio entonces, mientras la contemplaba. ¿Cómo podía expresarle que yo...?

– Senpai... Yo... – Empecé a decir mientras acortaba la distancia que nos separaba, sin dejar de observarle con una intensidad desmedida. Pero me detuve. No podía hacer nada indebido, no ahora. – ¿Tienes planes? – Le pregunté, dedicándole una sonrisa cálida. – ¿Qué tal si vamos a comer algo? ¿O tal vez prefieras ir a ver las vitrinas de Navidad? Haremos lo que tú quieras~ – le aseguré de un modo amigable. Eran las ocho de la noche, aún había gente en las calles y el ambiente que nos rodeaba era muy festivo. Perfecto para una cita.

Momoka se sorprendió un poco pero a la vez le alegró ver esa sonrisa y escuchar que no le desagradaba su tacto. - Qué bueno, me alegro - decía ella mientras lo observaba, en un momento hubo un silencio entre ambos.

De repente Momoka escuchó que Maeno le hablaba, así que se dirigió hacia él. A decir verdad estaba más cerca de lo normal: - si, dime - dijo ella curiosa - ...¿comer ? - repitió, ladeando el rostro - ¡pues claro que me encantaría comer algo! - exclamó emocionada - ya me estaba entrando un poco de hambre, jejejeje - agregó riéndose, - aunque ir a ver las vitrinas también suena divertido....pero mejor no - dijo rascándose la cabeza, aunque la verdad era que se estaba mintiendo a sí misma. ''Momoka, contrólate, debes hacer algo para entretener a tu kouhai. Comer puede ser algo divertido para ambos, lo mejor será que él elija... ya le hemos causado bastantes problemas a Maeno-kun, ¿qué clase de sempai eres?'' se regañó ella misma en su mente mientras pensaba: ''Así que nada de ir a ver vitrinas, ahora debes ser la sempai, comportarte como la mayor, ¡así es, Momoka! ¡LA MAYOR! ¡SEMPAI MOMOKA FIGHTOOO!''

En eso escuchó decir en los altavoces: A todos los compradores tenemos desde un 50 a un 70% de descuento en todos artículos de de anime: ''Momoka, contrólate'', historietas, ''Momoka...tú puedes...'', figuras, ''¡Momoka!'', accesorios y mangas, ''¡Mom...!'' Sólo por hoy se mantendrá la liquidación nocturna navideña de Comicket.

Momoka junto con Maeno vieron como un grupo de gente se fue corriendo en dirección hacia el norte, siete tiendas más adelante. En ese momento Momoka no aguantó más y sólo agarró la mano de Maeno, no dijo nada, pero lo miró con una expresión que decía: ''Por favor vamos para allá...'', su expresión reflejaba su profunda necesidad de satisfacer los gustos que había adquirido en el planeta tierra.

Spoiler:

Momoka sonrio al ser comprendida por su kouhai - esta bien- dijo a Maeno. '' YEY! VAMOS A IR ALLA!'' gritaba dentro de su mente mientras trataba de mantener la compostura ante sus deseos. No podía ir corriendo hacia allá y comprar todos los mangas que encontrara, tenía que ser madura y comportarse ante la situación... aunque se moría de ganas.

Momoka decidió avanzar con Maeno mientras aun le sostenía de la mano. Llegaron a la tienda y vio un tumulto de gente arrinconada en un sector. Parecia que estaban en la sección de figuras.

Momoka mostro una sonrisa de alivio ya que no se encontraban en la sección de mangas, que es lo que ella mas quería, aunque también pensó que podía ir otro día a ver las figuras. En ese momento tenía que guardar la compostura sea como sea, aunque cualquiera que la viera diría que sus intenciones estaban claras.

- hmm... - hizo mientras colocaba una mano en su boca - ya que estamos aqui podríamos ver que es lo que tiene esta tienda - dijo tratando de disimular que no sabía lo que esa tienda ofrecía, pero se notaba bien que ella sabía lo que había -podriamos ver esos estantes... los cuales tienen libros con imágenes - trató de disimular nuevamente.- Solo si quieres, también podemos ver otras cosas si lo deseas - le ofreció ella.

Tenía perfectamente claro que las producciones de mi país son muy populares a lo largo del mundo. Por lo mismo, no era de extrañarse la gran cantidad de merchandise existente de cada serie, manga o videojuego conocido. Eso lo entendía. Pero yo nunca antes había asistido a uno de esos eventos orientados a los amantes del animé y, la verdad, estaba bastante desconcertado con todo lo que veía en Comiket.

La gente corría como loca por todas partes y hablaban en una jerga que yo francamente no entendía. ¿Acaso Senpai sabría de qué estaban hablando? Quise preguntarle esto pero ella estaba demasiado distraída viendo las tiendas y sus respectivas liquidaciones... Y yo no dejaba de pensar en el contacto de su mano contra la mía. Algunas personas a nuestro alrededor cargaban grandes bolsas llenas de mercancía que incluía figuritas, mangas y doujinshis. Otras estaban derechamente disfrazadas de los personajes que tanto adoraban.

En su mayoría los fanáticos se aglomeraban en la tienda de figuras, por lo que Senpai me propuso ir a ver la revistería.

— Sí, conozco los mangas. Son muy populares en mi país. Leí algunos títulos cuando era niño — le comenté al entrar a la tienda. Mientras más temas en común tuviéramos, mejor. — Senpai, a ti te gustan estas cosas, ¿verdad? — Aventuré en decir, acompañándome de una sonrisa amigable. Estaba claro que ella tenía muchas ganas de ver este lugar. — Está bien. No tienes de qué avergonzarte... Me gustas así.

...

«¡¿Qué mierda le acabo de decir?!»

Hubo un momento de silencio cuando Momoka escucho las palabras de su kouhai:

- Ma...e...no... acaso...tú... - dijo ella como si le costara pronunciar las palabras
- también!! - dijo finalmente mientras se emocionaba y esbozaba una sonrisa
- jejeje que alegría, tenía un poco de vergüenza de decirlo... y dime ¿qué tipo de mangas te gustan? - pregunto mientras sacaba algunos de la estantería más cercana - a mi me gustan los de esta escritora, Go Ikeyamada, tiene historias de amor muy interesantes... ah, también me gusta otro tipo de manga como de misterio y horror, no solo el romance, para que no pienses que a tu sempai le gustan solo las historias de amor jejeje - agregó en seguida - pero ya que están en oferta como no aprovecharlas - dijo como excusa mientras sacaba unos tres tomos.

- y dime maeno, ¿hay alguno que te guste? - dijo mientras lo observaba a los ojos - ¿o te gusta algún personaje de las figuras que están en las vitrinas que están por allá? - dijo señalando - anda, cuéntame sobre tus gustos - se sentía un poco curiosa.

Me quedé petrificado. Esas palabras simplemente escaparon de mi boca sin que pudiera controlarlo. Debía retractarme. Sí, debía inventar alguna excusa o algo. Rápido. Era demasiado pronto para que ella supiera de mis sentimientos. Acababa de arruinar mi oportunidad. Sin embargo, cuando nuestras miradas se encontraron supe que no sería capaz de decir nada.

Senpai se quedó en silencio antes de responder. Podía ver la emoción iluminando sus ojos.

Acaso yo... ¿Qué? ¿Ella también? «¿Será posible?» Pensé esperanzado, acercando automáticamente mis manos hacia ella. Quería abrazarla. Quería besarla.

Quería. Quería. Quería.

Pero la ilusión se rompió al instante.

— ¿Eh? — Fue todo lo que pude decir al escucharla terminar la frase, notando de inmediato el malentendido. Sentí como si un balde de agua acabara de volcarse sobre mi cabeza, ¿y ahora cómo le explicaba que yo no leía mangas? — Yo... Yo... — tartamudeé cuando me preguntó acerca de mis gustos. ¿Cómo decirle que soy un tipo soso y aburrido salvo por ciertos aspectos que ella definitivamente NO debía enterarse? — No soy realmente un aficionado... Pero... Me gusta el misterio... — respondí al fin, recordando cuáles eran las novelas de ficción que solían gustarme. No era muy diferente, ¿o si? Como para ejemplificar, saqué un tomo de un manga llamado Death Note. — Y sobre las figuras... Pues... — volví la vista hacia la vitrina que ella señalaba.

No conocía a ninguno de los personajes que allí se exhibían, hasta que vi una imponente figura roja con apariencia robótica y humanoide. Yo la conocía. Había visto esa serie en numerosos escaparates de Japón.

— Cuando niño vi ese animé. Fue todo un fenómeno en mi país. Siempre soñé con pilotear uno de estos... — le conté con mayor entusiasmo, señalando el majestuoso Eva 02. — Se llama Evangelion. ¿La conoces?

Momoka observo como Maeno acercó su mano a un estante y sacaba un manga que ella había leido - si lo conozco !! - grito ella de emoción para luego taparse la boca por lo ruidosa que fue, algo ruborizada pero aun emitiendo una sonrisa - ese manga es muy bueno, la historia, la trama, los personaje y el protagonista... dios que manera de amarlo y odiarlo al mismo tiempo - dijo mientras sacaba otro tomo de ese mismo manga y se lo pasaba. Vio como él se giraba a ver una imponente figura de una chica colorina con traje rojo - si lo conozco un poco, creo que ella se llamaba asuka - dijo colocando su dedo indice en su mentón recordando el nombre de la figura que estaba al lado de la que indicaba maeno - claro que eso sería genial... pilotearlo - dijo ella para acercarse a la vitrina y abrirla sin mucha delicadeza, lo cual llamo la atención de los encargados y de algunos compradores. Camino hacia la caja, donde veía a los presentes sorprendidos por lo que ella acababa de hacer - nos llevaremos todas estas cosas por favor - dijo ella sonriente, colocando encima de mesón la figura imponente y los dos primeros tomos del manga de Death note - por favor que sea para envolver -dijo para luego escuchar el precio y pagar la figura - ok maeno ya podemos irnos - dijo ella, la verdad es que quería seguir viendo todos los artículos pero ya era un poco tarde, además estaban en época de navidad, no podía tener a su propio kohai fuera tan tarde. Acercó el paquete a maeno y se lo entrego - toma ! muchas gracias por todo lo que has hecho hoy por mi - dijo ella esbozando una sonrisa.

Ah, demonios. La cagué con haberle mostrado un manga que ella conocía. Ahora solo me queda asentir a todo lo que dice acerca de la historia y de su protagonista. Nunca he leído Death Note y mis recuerdos de Evangelion son bastante vagos, ¿por qué no puedo simplemente decirle la verdad?

«¡Es que Senpai se ve tan guapa cuando sonríe! Quiero que siga sonriendo para mí. Solo para mí.»

Ah, sí.

Es por eso.

— Así es, ella es Asuka, la piloto del Eva 02 — le confirmo con una sonrisa mientras le echo un vistazo rápido a la otra figura. Tengo que valerme del poco conocimiento que tengo en esta materia. — ¿Senpai? ¿Qué hace? — Le pregunto extrañado al notar que está sacando la figura del Eva 02 del escaparate, atrayendo la atención de las personas que nos rodean, encargados y clientes.

Sin decirme nada, lleva la enorme figura hacia la caja y la compra junto a los dos primeros tomos del manga Death Note. Cuando escucho el precio me quedo boquiabierto, ¿tan costosas son esas tonterías? Al terminar su compra, ella voltea hacia mí y me entrega el paquete.

— ¿Eh? ¿Es para mí? — Le pregunto desconcertado. ¿Acaso estoy soñando? Senpai me está dando un regalo de Navidad... es como si... nosotros... — Se-Senpai... n-no debiste... — balbuceo con las mejillas ruborizadas. No puedo dejar de mirarla. De desearla. «Oh, no. Esta sensación otra vez.» — Gracias, los atesoraré. Pero no es necesario que me agradezcas nada. Es un gusto pasar tiempo contigo — le digo al fin, haciendo un esfuerzo sobrehumano para mantener la compostura.

Es tarde. Pero no puedo dejar que se vaya. No ahora. Aún no es media noche y mi cuerpo está reaccionando. La necesito. Realmente la necesito.

— Vamos a comer algo. Yo invito — le propongo, consciente de que mi voz, mi mirada y mi sonrisa son ligeramente diferentes. Menos cálidas, más sensuales. Esperando que ella no notara la oscuridad que empieza a gobernar mis sentidos, cojo su mano y salimos juntos de la tienda. — ¿Qué te gustaría cenar?

- descuida, espero que te agrade - dijo ella observando la reacción de su kohai y escuchando sus palabras  - igualmente me agrada pasar tiempo contigo maeno-kun - dijo ella esbozando una sonrisa, saco su telefono un segundo para observar el reloj: '' demonios...ya es tan tarde... bueno, se entiende ha sido un largo día y ya me dio un poco de hambre... como es noche buena de seguro habran buenos descuentos en la tienda de 24 horas...aunque me encantaría comer sushi... oh, deliciosa comida terricola que es mas sana que las comidas rapidas que he probado... me despidire de maeno-kun y me dirigire a comer algo'' pensó

- bueno, ser...- no termino la frase cuando escucho a su kohai mencionar las palabras que calzaron perfectamente con ese momento. Su cuerpo quería ir a dirigirse a comer algo a algún puesto de comida pero que la invitaran a comer era comida gratis, en teoría. No debía abusar, debía aguantarse, pero sus instintos son mas fuertes que su razonamiento.

- me encantaría - dijo ella emocionada como una pequeña niña que espera que le den pronto su premio - ¡quiero comer sushi!- dijo ella sin pensar que tal vez podía ser caro, sin prestar atención de que habían salido de la tienda y del extraño cambio de personalidad que había manifestado hace un momento maeno-kun, ni tampoco en como la miraba en ese momento. Ella solo pensaba en dos cosas: 'comida' = 'gratis', sus ojos brillaban de emoción de solo pensarlo.

Expresión de momoka

Spoiler:

Algo va muy mal conmigo hoy. No me sobra dinero para despilfarrar en una cena para dos, pero el ferviente deseo de retener a Senpai a mi lado hasta media noche actuó antes de que pudiera detenerme a pensar. Ella seguramente no lo sabe pero en Japón la Navidad es la fecha perfecta para compartir con tu pareja, así como ocurre con San Valentín. No puedo perder esta oportunidad. ¿Qué es el dinero al lado de ver feliz a la chica que amo?

— Sushi será — declaro muy tranquilo al oírla exclamar con tanta emoción. No puedo con esa sonrisa. De verdad... no puedo.

Tomo su mano con mucha seguridad y la guio hacia la avenida de los locales de comida, la cual se encuentra a solo unas cuadras de aquí. Al llegar observo que este sector está atestado de gente disfrutando la festividad. Las decoraciones navideñas hacen que toda la ciudad luzca mucho más mágica de lo que usualmente se ve.

Así, al cabo de unos minutos llegamos a un restaurante de sushi con una excelente oferta para parejas en su escaparate principal. ¿Pareceremos novios a los ojos de quienes nos observan? ¿Tendré la apariencia de un chico normal y digno de Senpai? ¿Podré controlar las sucias ideas que no dejan de asediarme desde que dejamos la tienda de anime?

— ¿Este lugar está bien? — Pregunto finalmente, sin soltar su mano en ningún momento.

- yeey ! - exclamo de la emoción dando un pequeño salto alrededor de Maeno-kun para entonces sentir que su mano fue agarrada por él, esto la sorprendió unos segundos notándose un leve rubor en sus mejillas pero lo pasó por alto: ''Es Maeno-kun, no hay de que preocuparse'' penso en su mente sonriendo mientras lo seguía hacia donde él la llevara. Su atención se desviaba cada cierto segundo apreciando las decoraciones de navidad, desde los arboles adornados con luces y los que parecían juguetes, su asombro no disminuía hasta que llegaron a lo que parecía un restaurant de sushi. Ella tomada de la mano de Maeno se acercó a una extraña caja que había en la entrada, introdujo su mano en ella y saco lo que parecía un disfraz que podía colocarse uno en la cabeza, se colocó en su cabeza un gorro rojo con un pompon blanco.

- wooow me parezco ahora al señor de al frente que grita feliz navidad - dijo ella completamente emocionada para luego volver a introducir su mano en la caja misteriosa y sacar de él unos cuernos que parecían de algun animal, Momoka se acerco a Maeno se puso de puntillas y le coloco el extraño cintillo. Una mirada emocionada con un rubor se asomo en su rostro - que mono te ves, Maeno-kun - dijo sin poder controlarse mientras lo abrazaba por un segundo para luego separarse de él - lo siento... - se disculpó - cuando veo algo adorable pierdo un poco la cordura - confesó avergonzada, ''como se vería Ayato con uno de esos?'' penso ella enseguida en esa persona para luego mover su cabeza de un lado a otro ''ahora estoy pasando momentos con Maeno-kun... olvidate de ese momento triste... o si no arruinare la salida que tengo con Maeno -kun'' penso ella preocupada para decir - entremos! - empujando la puerta y sonando con ella una campanita anunciando la llegada de unos nuevos clientes.

Sin previo aviso, Senpai saca un gorro de Santa Claus de la caja de regalías del restaurante y se lo coloca. Sonrío automáticamente al verla pues se ve muy tierna con ese accesorio. Después de eso se acerca a mí con algo que parece un cintillo con los cuernos de Rodolfo el reno. Dejo que me lo coloque haciendo un esfuerzo sobrehumano por tranquilizar mis sentidos.

«Está muy cerca. Está muy cerca. Está muy cerca.»

Sonríe. Se ruboriza. Me abraza. Esto no está bien. Siento su busto chocar contra mi torso, sus brazos envolviéndome y, desde esa posición, logro observar las curvas de su cuerpo perfectamente delineadas bajo su ropa. Trago saliva. Una erección empieza a pronunciarse sobre la tela de mi pantalón justo en el momento en el que ella decide soltarme. Suspiro, aliviado de que no ha descubierto aquella desagradable reacción. Mientras más avances hago, menos control tengo sobre mí mismo.

— No te disculpes por eso. Te ves muy adorable cuando te portas así — le digo de inmediato, forzando una sonrisa poco antes de entrar al local.

Cuando llegamos a la mesa noto una extraña expresión en su rostro. Está preocupada por algo y lleva un buen rato intentando evitar el tema... soy lo suficientemente observador como para notarlo. ¿Tendrá relación con lo sucedido en el concierto de Lotte? ¿O quizá algún examen esté angustiándola más de la cuenta? Sea como sea, tengo que saber de qué se trata. Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para olvidar la creciente excitación que endurece mi entrepierna.

El mesero no tarda en llegar y entre ambos decidimos darnos un festín de sushi con algunos camarones fritos y gyōzas vegetales. También pido algunos refrescos para acompañar. No sé cómo pagaré esto sin tener problemas de financiamiento el próximo mes, pero ese será un problema para el Raito del futuro. Estamos en Navidad y tengo una cita con la chica que me gusta. Ni siquiera en mis sueños más disparatados imaginé que esto podría suceder. El dinero es lo que menos importa.

— Senpai, ¿hay algo que te preocupa? — Pregunto después de que el mesero se retirara con nuestro pedido. — Sé que ya te lo pregunté antes, pero te noto intranquila. ¿Sucedió algo en el concierto? Sabes que puedes confiar en mí... — le digo al fin, observándola directamente a los ojos con la preocupación grabada en mi semblante.