Una colección familiar (Katherine)

Saben, a pesar de ser un ángel que en su vida de humano tuvo un entrentamiento pesado y rudo para poder ser de la élite de guerreros no te salva que la vida de un manager y profesor también pueda ser cansada. Estar ocupado con el concierto de Charlotte y preparar la clases no era tarea fácil, sumándole las veces que me pongo a tratar de recordar algo de mi pasado y las desveladas por todas esa actividades que previamente mencioné, no eran tarea fácil.

Sí, necesitaba salir un poco de la rutina que estaba teniendo, y por suerte una de las secretarias me mencionó de algo que habría en el museo.

-¿Una nueva colección?

-Sí, al parecer es de donde vive usted. Vi el mismo símbolo del cuadro que usted tiene en su oficina: la flor de cerezo, asumí que le interesaría echarle un vistazo.

La verdad, no pude ocultar una gran sonrisa. ¡Así que el museo Artemisa tendrá una sección temporal sobre algunas cosas de Taygrarus! -¡Gracias! Creo que será bueno ir a verlo...- Y ese sería mi plan para el viernes en la tarde.

También me di cuenta que una colección, que esta sí es permanente, formaría parte del museo, de Inglaterra. Tal vez y sería bueno ir acompañado. Una de mis camaradas de Musette parece ser de allá, creo que le agradaría ir. Así incluso no iría solo. Al día siguiente le dejé el boleto en su escritorio, por desgracia no estaba así que esperé el mero día a ver si aceptaba o no.

Como pude justifiqué mi salida temprano de la academia dándoles una tarea a mis alumnos para la próxima tarde, y luego me dirigí al museo.

Llegando justo a tiempo para la inauguración esperé a que todo el protocolo se cumpliera. Vaya, o Kath no parece seguir la puntualidad inglesa, o al parecer será una tarde en la que la pasaré conmigo mismo. ¡Ni modo! Entré siguiendo a un grupo de gente ya mayor que al parecer eran estudiosos de arte, antropología y esas cosas. Sí, la exposición estaba llena principalmente de artículos antiguos de mi época, principalmente armas, vestuarios, algunas artesanías, pintura, y otras cosas.

Una de las primeras cosas que me fijé fue una pequeña colección de collares. La señorita encargada del tour decía lo que ya sabía. -Estos collares pertenecían a la Élite del Ejército Imperial de Taygrarus; los paladines. Consistían en collares de oro hechos a mano con la forma de una flor de cerezo y en el centro tenían incrustados una piedra preciosa dependiendo de la responsabilidad del paladín... Ahí estaba en un error, la piedra era elegida voluntariamente por nosotros. Sin dudar levanté la mano y cortésmente le dije aquella observación, a lo que la mujer sólo hizo un ademán con la cabeza, "agradeció" y continuó. Sí, ya sabía que algo así ocurriría.

Lo que le siguió fue el precio. Esas cosas estaban cotizadas en cien miles de dólares. ¡Sí que era mucho dinero! Yo poseía el mío, fácilmente cualquiera lo vendería por ese precio, pero el significado que tenía para mí era más alto que cualquier cantidad monetaria.

Me acerqué a la vitrina cuando la señorita guío a los curiosos a otras piezas que había. Yo me acerqué para ver los collares. Asumo que la de varios de mis colegas estarán ahí, ya sea donadas por sus descendientes, o por los que al no tener descendencia el imperio los conservó. -¿Eh? ¡Qué raro!...- Había sólo 3, esperaba tan si quiera un cuarto. -Creí que estaría el de él...Bueno, tal vez siempre no quisieron donarlo- Al parecer estaba equivocado.

Era un día aburrido para Kath en la escuela, pero al menos no tan aburrido como cuando estaba en el hospital recuperándose, el único descanso que tenía era era en esa hora antes de la siguiente clase de historia, no le quedó de otra mas que preparar el material para esa clase. Pero en lo que llegó a su oficina notó algo diferente en su impoluto escritorio, un ticket y al parecer era de un boleto del Museo de la ciudad. Ninguna nota, no nada.

Dejo sus cosas y habló con la secretaria y ahi es cuando averiguó que cierto compañero suyo iba a ir a una exposición y por aquel ticket, al parecer ella también estaba invitada... Pero era hoy. Miro su reloj, miró el ticket, miro el reloj otra vez.
Iba tarde.

- Bloody hell!?!? - ahora tenía que cambiar su horario, inventarse excusas y sobretodo crear un mapa mental para manejar y llegar lo mas pronto posible al museo.

Ordenó sus cosas, le dijo a la secretaria que por favor avisara a sus estudiantes de que no estaría y que les dejaba de tarea para la sig. clase analizar una obra de Broadway.
No hubo tiempo para cambiarse, tuvo que irse en su falda y saco rojos con su blusa negra y correr al estacionamiento en tacones. En su nuevo carro solo procuró maquillarse decentemente y luego aceleró como loca por toda la ciudad, solo cuando no había policías era cuando parecía manejar decentemente, pero todo el camino fue de de romper las normas vehiculares.
Cuando encontró estacionamiento fue cuando se detuvo y corrió por su vida y entró al museo con su ticket que lo autorizaba.

- I will... bloody... kill him - tomó grandes bocanadas de aire ya dentro un poco mas tranquila, pero ahora debía encontrar a su compañero de trabajo en este inmenso museo. Solo había entrado una vez a él y aun le faltó mucho que recorrer.

Apreció las pinturas, esculturas, armaduras y piezas con emoción, había tanta hermosura y variedad de estilos artísticos además de ser de diferentes lugares del mundo, lo que le daba un toque exótico.
Cuando encontró al exposición temporal que le mencionó la secretaria, supo que ahi estaban sus esperanzas así que le buscó por encima de las personas, con suerte tenía tacones o si no la gente no le dejaría ver.

- Shavatog - a lo lejos vio a aquel rubio apreciando unos collares en la vitrina - Julius Shavatog, vaya que me hiciste correr - se acercó a él con una sonrisa - Perdona por llegar tarde, pero aun estaba trabajando y hasta hace poco vi el ticket... ¿cómo ha estado? - a pesar de su atuendo simple, aun radiaba elegancia, aunque no era nada provocativo debido a que era ropa de trabajo.

Me acerqué a las vitrinas con los collares tratando de ver si no me había equivocado, estoy seguro que ese debería estar ahí. -Adalwin, Cervantes, Solrac...- Por más que observaba no iba a estar el otro. De no ser porque al parecer sentí que alguien decía mi nombre a lo lejos, me hubiera quedado otro rato aferrándome.

-¡Oh, Katherine!- Con una sonrisa me dirigí a ella viendo como venía hacia donde estaba. -¡Qué bueno que pudo venir!...y veo que usted no pierde el glamour ni un segundo- Cualquiera diría que estaba arreglada para la ocasión, pero ya había visto ese atuendo formal en Musette.

-No hay ningún problema. Las responsabilidades nos atoran, y estoy consciente que fui muy espontáneo...Me encuentro muy bien, gracias. Demasiado ocupado con los asuntos escolares y con mi representada- Suspiré algo pesado al sólo recordar los pendientes que aún tengo. -¿Y cómo ha estado usted? Puedo ver que ya se recuperó totalmente de su accidente- Cabe destacar que sólo supe que había tenido un choque y que estuvo grave buen rato, pero no sé por cuánto tiempo.

-Por suerte todavía no se perdió de mucho. Apenas lo primero que contemplé fueron estos hermosos collares que pertenecían a guerreros de élite a finales del Siglo IX...- Creo que era mejor si me mantenía con mi compañera. Así no incomodaba a la señorita guía en caso de algún error histórico y tampoco hablaba de más.

- Bueno, una chica no puede permitirse perderlo - le guiñó pícaramente - Se lo pasaré por esta vez, pero debería ser mas atento en como deja las invitaciones... si no fuera por mi descanso jamás me habría dado cuenta. - le señaló su error de la manera mas educada que pudo encontrar, pero suavizando con la labor del "destino" en haberla ayudado a encontrar la carta.

Escuchó atenta el como también su colega se ocupaba con sus dos trabajos. Ella apenas puede con dar dos clases, aunque sea para todas las generaciones, no se imaginaba teniendo ademas que representar a  alguien más.

- Oh si, vaya que la medicina de hoy es fantástica, quien hubiera dicho que pudiera recuperarme en 5 semanas - Gran mentira, nadie en su situación hubiera siquiera sobrevivido, si no fuera por el fruto de Lilith corriendo por sus venas ella al menos le hubiera tomado meses su recuperación. - fue difícil estar dos semanas en el hospital, pero al menos pude ir a la escuela en silla de ruedas. - dijo entre risas.

Miró aquellos collares tan hermosos. Ella era fan de la historia, pero no podía saber todo, además de que su fuerte era la música. Leyó con atención la etiqueta de la descripción, intentando memorizarse y hacer memoria de lo que leía.

- Taygrarus... incluso yo tendría miedo con ese nombre del ejercito élite - aquellas gemas, le llamaban mucho la atención. Era una mujer, no podía evitarlo - A mi me gusta mucho el ámbar en la joyería y me hubiera encantado ponerle una a alguna de esos collares, no se si a usted comparta mis aficiones, ¿pero tiene alguna que le llame la atención al menos?

Me agradaba esa actitud que mostraba: segura, extrovertida, educada...Creo que pasaré una buena tarde noche con ella.

-Sí, acepto que pude ser más atento a la hora de avisarle. Pero, al parecer el destino no quiso que se perdiera de esto.

Miré sorprendido cuando me contó lo de su recuperación. ¡5 semanas! -¡Asombroso! ¡Vaya que la medicina moderna sí es una maravilla! Yo recuerdo que tardé 2 meses en recuperarme de una fractura en mi brazo- En realidad habían sido 3 días, pero eso sólo es creíble para los estándares de un ángel. -Nada peor que estar encerrado y acostado en una cama de hospital: sin salir, sólo un televisor y visitas para pasar el rato...Que te consientan cuando estás grave es lindo, pero aun así debe ser estresante- En mi situación eso era más aburrido.

Asentí con la cabeza ante uno de sus comentarios. -Miedo y tal vez respeto. Leí que para alcanzar ese rango eran demasiados años de entrenamiento que debían de empezar desde la niñez...creo que entre los 8 y 10 años. Porque no sólo debían ser fuertes físicamente, también se tenía que ser hábil, astuto e incluso tener conocimientos útiles para hacer política...- Claro que conociendo un poco a mis ex-camaradas uno se preguntaría por qué uno que uno que otro alcanzó tal rango, pero justificaban muy bien la reputación del ejército. -Esos collares de alguna manera representaba mucho para el portador.

¿Compartir sus aficiones? En cierta forma sí. -Bueno, tal vez no sea tan fanático de las joyas, pero sí me hubiera gustado poseer uno de estos collares. Si tuviera tal honor elegiría una piedra preciosa de color negro, pero supongo que en aquella época lo más cercano debió ser una perla negra y no una piedra...Es una pena que se hayan hecho varios de estos y sólo la historia haya podido recuperar 3...Pero bueno, algunos debieron perderse, otros enterrados con sus dueños, algunos por desgracia debieron caer en el mercado negro, y otros con los descendientes de estos...Aunque a estos últimos no los culparía, deshacerse de un objeto con mucho significado no es fácil.

Miré a Katherine y sonreí un poco abochornado -Disculpe si me emociono. Soy un aficionado en la historia y estas cosas llaman mucho mi atención, aunque también vestuarios, armas, y claro el arte. Una de mis dudas fue si elegir entre historia y música, pero la pasión por el arte me hizo inclinarme por lo último...¿Qué gusta ver ahora?- Por suerte había de todo por ver, y supongo que a mi acompañante le gustaría algo más de su agrado.

- Urgh, lo se.... a pesar de que te vengan a visitar, si eres del tipo de personas que no puede estar quieto, un hospital es un infierno - el recordar su estadía le hacía que le salieran canas, juraba ser muy cuidadosa ahora en adelante con tal y de evitar poner un pie de nuevo  en el hospital.

Ella oyó asombrada los requerimientos para ser parte de esa orden, no creía todo el acondicionamiento físico y mental que tuviera que pasar un infante hasta el resto de su vida.
Asintió ante sus comentarios, aceptó todo lo que decía por que sinceramente a pesar de que le gustaba la historia, la bélica o militar no era su fuerte.

- Están el ónix o la obsidiana, lo único que preocuparía sería tener acceso a ese tipo de gemas por el comercio - añadió su comentario a la explicación. Las gemas oscuras no le favorecían debido a su piel. Necesitaba algo que contrastara - La historia hace que se pierdan muchas cosas... Idiomas, culturas, tesoros... Solo queda que la casualidad nos permita encontrarlas de nuevo - alzó sus hombros rendida ante la incertidumbre.

Le dio ternura oír excusándose a su colega. Todos tienen aficiones, así que no había problema en escucharle.

- No se preocupe, a mi también me gusta la historia, aunque le dediqué mis esfuerzos a la música... Considero que hay que conocer a tus predecesores - por eso se ponía estricta en esta materia con sus estudiantes, si tan solo la vieran como ella - ¿que tal si vemos pinturas o retratos?... Me encanta verlos para referencias de vestuarios - admitió con cierto aire de emoción en su voz. Agarró un folleto y revisó con detalle lo que había en la exposición.

-Bueno, creo que el comercio de esas piedras debió ser muy complicado por varios siglos. Son pocos los países que son ricos en esas piedras- Taygrarus en mi época lo más lejos que tuvo contacto fue con China, y porque descubrimos que la pólvora tenía otros usos además del entretenimiento. -Y pensar que esos nombres en el anonimato también contribuyeron a nuestra historia- Agregué a su comentario con un poco de nostalgia, porque incluso varios de esos camaradas míos quedaron en el olvido.

Entrando a un tema igual de profundo pero menos "triste", sí, la historia siempre tiene un punto importante...En mi caso obviamente para recordar mi pasado. -Por lo menos saber de dónde venimos para ver a dónde vamos a parar...¡Me parece buena idea! Creo que hay varias pinturas por ese lado- Indiqué con mi índice a las obras que recién habían sido apreciadas por el grupo al que me uní anteriormente. -Si le gustan los vestuarios, le gustará ver lo interesante que era la ropa en aquella época...

La dirigí a la zona y di una pequeña introducción como si fuera un guía de turista personal. -Bueno, Taygrarus es un gran ejemplo de cómo se unen varias culturas para crear una propia. Como recién empezaron a llegar inmigrantes de Japón, la arquitectura, vestimenta y arte se empezó a mezclar con la ya existente. En esta pintura podemos observar una pintura de un día cotidiano, las casas aquí tienen un toque asiático...- Luego la dirigí a una pintura de una mujer en un vestido de gala. -Luego, en este retrato podemos ver un vestido de dos piezas: la falda que tiene un toque europeo, y la parte de arriba que asemeja un poco al kimono japonés, con todo y la cinta que cubría de la cintura a casi llegar al pecho- Sólo una vez en mi vida pude ver uno como humano, y creo que fue en la coronación de mi emperador. Ahora cambiamos a la de un soldado ¡Vaya sorpresa que me llevaría!...

-Ahora aquí tenemos un retrato de un solado, lo más probable es que sea de uno de los paladines que le conté. El flor de cerezo que lleva a lo largo de todo el pecho y estómago era el símbolo de la nación y luego...- Esa armadura se me veía muy parecida a la mía...yo diría idéntica. Decidí ver el rostro y para mi sorpresa, se trataba de mí. Me le quedé mirando unos segundos ¿Cuándo había sucedido eso? En eso parte de mis memorias volvieron. ¡Se trataba de mí a los 18 años! Justo después de que fui ascendido a Paladín. Por suerte la tablilla de metal no decía mi nombre ya que sólo estaban las iniciales en el idioma correspondiente. Tratando de calmarme y lucir natural, bromee al respecto. -Bueno, podemos ver que el sujeto es bien parecido...¿Sabes? Mejor no la aburro con esto ¿Qué tal si vemos la exposición inglesa?- La tomé de la mano luciendo lo más natural y tranquilo posible, nos dirigimos a la exposición de inglesa.

- Eso depende, un producto es valioso si es difícil de elaborar u obtener, además de los costos de traslado... Pero si controlas el acceso, adquiere valor; eso sucede con los diamantes - los diamantes no son escasos ni difíciles, lo sabia, pero no podía evitar aún así comprarlos. Eran una gema preciosa en su opinión. - Tal vez por eso muchos buscan la gloria, el nombre perdura más que la vida... puede ser por el arte o por la guerra, en algo bueno o malo.

Se emocionó de saber que si había cosas de su interés en el museo así que siguió sonriente a Julius, contemplando las demás obras que había en el museo.
Prestó atención a la explicación se su acompañante que contaba historias de aquella fuerte nación y sus curiosas relaciones con Asia, aún más antiguas y fuertes que lo que logró Europa en el siglo XIX.

- El japonismo fue muy popular en Europa por mucho tiempo, pero aún así asombra los lazos de Taygrarus y la fuerte influencia, no fue que europeos vieran Asia y quisieran copiar, realmente tenían inmigrantes y ¡quien mejor que ellos que saben de su cultura! - observó la pintura de la mujer, muy interesante en combinación aunque se rió al oír que simplemente eran dos piezas. Había actuado en Madama Butterfly y varias obras de temática medieval y los vestuaristas fieles replicaban vestuarios que eran una pesadilla de ponerse - Eso es lo que usted cree, ya quiero verlo ponerse un corsé.

Le bromeó para luego prestar atención a aquel retrato de un caballero con un asombroso detalle y simbolismo en la obra. Aunque al verle la cara se emocionó bastante.

- ¿Sabe cuan popular es en internet el encontrar a tu gemelo en un museo ¡Esto tengo que recordarlo siempre! - emocionada dio varios pasos atrás y tomó una foto de Julius con aquel caballero - Esto fue la cereza del pastel, me gustó esta exposición... yo te sigo en la siguiente.

Aceleró el paso y se emocionó de ver tantas cosas de su nación, en ese momento le dio algo de nostalgia de querer volver a su país a pesar de tener una lluvia horrible casi todo el año.

Se podría decir que Taygrarus pasó también por una especie de japonismo cuando los inmigrantes del Sol Naciente empezaban a llegar a esas tierras. - ¡Así es! Inlcuso todo el oeste de la nación parecía ser un nuevo Japón, incluso la segunda ciudad más poderosa, durante el inicio y mediados del siglo IX, tuvo el nombre de Shinkyoto, que quería decir "Nuevo Kyoto"- Claro que por reconquista de nuevos territorios pasó a ser la tercera y luego la cuarta.

Sí, tampoco era tan experto en vestidos y sabía que podía ser algo incómodos en especial el "corsé". Así que riendo le di la razón -Sí, creo que tiene razón- Aunque tampoco era muy cómodo usar la cota de malla, muy caliente o muy fría en ciertos climas, podía ser muy apretada. ¡Y pobre de ti donde se te olvidara ponerte algo abajo de él! Tuve un par de quemaduras de frío por eso. Ahí el detalle por qué mi entrenamiento tenía que aprender a controlar mi temperatura corporal.

Creo que una foto enseguida de mi retrato no sería muy bueno, si eso llegaba a ojos incorrectos podía traer consecuencias negativas a las personas que me rodean y a mí. ¿Pero qué le diría? "¿Oye, importa si no le muestras esa foto a nadie? Es que me incomoda que gente vea un parecido con un soldado de hace siglos"...Creo que cualquier excusa no sería válida. Tendré que agarrarla descuidada y borrar esa foto disimuladamente ¿Cuándo? Ya se me ocurrirá algo.

Después de dirigirla a la sección inglesa nos detuvimos a ver algunos objetos de la época victoriana: artículos de uso diario, ropa, y pinturas. De alguna manera me traía a viejos recuerdos, de los pocos que tenía, ya que perdí mi memoria como a eso de los 1800's y viví en Inglaterra desde entonces. -¡Siglo XIX! ¡Qué gran época para el Imperio Británico! ¿No lo cree así?

Ignoraba bastante de Taygrarus, pero le emocionaba siempre aprender algo nuevo y ahora que su curiosidad estaba encendida, no dudaba que más tarde buscaría en internet más sobre ese país y sobre todo su música, ese sincretismo debió generar música interesante de la cual podría aprender y enseñar a sus alumnos.

Avanzó a esa sección junto con Julius, admirando las cosas de su nación que hacían que creciera de nuevo su patriotismo, de estar tanto tiempo en otros países hacía que luego se sintiera ciudadana del mundo.

- Y bastante, parece que solo cuando una mujer reina un país es cuando la historia se pone interesante - dijo divertida mientras señala a la pintura de la Reina Victoria - Me pregunto si se imaginaba la marca que dejaría en la historia cuando tomó el trono.

Le gustaba imaginarse la vida de la gente, entender sus sentimientos, sus condiciones; pensaba que a veces la gente olvidaba que los personajes históricos son justamente personas.

- No fue un periodo perfecto, pero sucedieron muchas cosas bajo su mandato... La revolución industrial sucedió allí y cambio el mundo tal y como se conocía - miró con tristeza una fotografía de las personas trabajando en una fábrica textil, horas de trabajo insanas, explotación infantil, tasa de mortandad a la alza - Y el opio, vaya que fue una medicina y también un problema por la adicción que generaba.


Miró una pipa de marfil bien decorada con piedras y pintura, incluso los ricos británicos podían tener adicciones y presumirían como la consumían. Reino Unido, tierra de la doble moral en el siglo XIX. ¿Pero que país no lo fue o sigue siendo? Sería hipócrita de su parte negarlo.

- También época de conquistas - vio las fotografías e ilustraciones antropológicas de los exploradores con los "salvajes", ósea, cualquiera que no viviera como ellos. Y también seguían las ilustraciones, fotos y pinturas que mostraban la diferencia de clases sociales - La gente pobre hacía lo que hacen hoy en día, lo que sea con tal y de sobrevivir - Luego algo diferente había en otra sala que señalaba que solo los mayores de edad podían entrar. - Quiere entrar o... ¿tiene pena?

Ella entró sin penas y vio series de fotografías eróticas de varias mujeres de diferentes razas pero en pocas ropas o sin ninguna, solo posaban pero aún así no podían ser mostradas abiertamente al público que visitaba el museo.

- Probablemente eran clandestinas, Londres tuvo muchas normas puritanas pero aun así el mercado existía... Había muchos estudios que se abrían y cerraban donde se realizaba la fotografía erótica. - Se quedó pasmada mirando una fotografía en particular. Mostraba a una mujer al parecer negra sobre un mueble y mirando a la cámara... pero era demasiado familiar. Esa cara parecía a una que había visto de su abuela cuando era más joven, pero con ropa.

"¿Es ella? No puede ser ¿o si?" - se había olvidado que venía de una dinastía de mujeres que podían regenerarse y mantenerse jóvenes. - "Vamos, es difícil que sea ella" -Pensaba e intentaba negar a la verdad, pero hasta parecía que compartía algo de su físico y algunos rasgos faciales, aunque aun así no podía decirse que era dos gotas de agua debido a que su juego genético fue modificado al ser hija de un blanco y una negra.

Bueno, creo que podía darme un pequeño respiro y no levantarle sospechas a Katherine. Tal vez sólo es paranoia mía y ni si quiera sospecharía que su acompañante es un ángel de 12 siglos con una pérdida de memoria, pero después del ataque de hace unos días mejor me pongo alerta.

-Cleopatra, Nefertiti, Isabel, Victoria, Isabel I de Castilla, entre otras. Sí, concuerdo que cuando una mujer tiene a las manos un país suceden cosas interesantes- Incluso de dónde yo venía había varias así. -Es probable, un monarca siempre se educó para hacer grandes cosas.

Como siempre, cada cambio tenía consigo lados buenos y malos, y era lógico que en un periodo como el de la Reina Victoria haya sucedido lo mismo. -Por desgracia la vida se distingue de matices, nada es absolutamente bueno ni malo- Por desgracia siglos de vida me hicieron ver eso.

-Hoy en día el ser humano sigue en una lucha por vivir, tanto vivir de lujos, vivir en plenitud, o como sobrevivir, sigue siendo una lucha constante de tener que pasar esta vida hasta que la muerte toque a tu puerta- Y si tienes la suerte una segunda vida, pero incluso yo tengo mis dudas de por qué tuve esta oportunidad.

La curiosidad de Katherine nos llevó a una zona para mayores de edad. Era una exposición de arte y la verdad sí tenía ese interés, después de todo aún conservaba intereses terrenales. -No le negaré que como hombre no le digo que no a observar la belleza del cuerpo femenino. A su momento, claro está- Así que entramos.

Hablando de que no todo era blanco o negro, en este caso era lo mismo. Todos los países tenían sus "secretitos" e Inglaterra no era el único. -A veces lo prohibido hace más "placentero" el asunto. Un momento de libertad a la mujer, un poco de arte y...por qué no, un momento de placer para todos los involucrados- Empezaba a recordar a uno de mis camaradas y su peculiar "harem" personal.

Vi a Katherine distraerse con algo; una fotografía de una mujer con rasgos muy similares a los de ella. Observé el cuadro y luego a ella que estaba muy interesada en él. -Hermosa ¿no cree? Veo que le llamó mucho la atención.

Tenía razón, la reina tenía que hacer casi las mismas cosas de su marido puesto que ella tenía que cuidar la corona y la nación en la capital. Me hubiera gustado saber cómo era mi emperatriz cuando su esposo tuvo que salir a defender Taygrarus varias veces.

Me llamó la atención su interés en esa mujer en particular. ¿Será por lo que dice? -Debieron ser momentos duros por usted. Comprendo que la discriminen por lo que su nacimiento dictó- En mi caso no crean que la tuve fácil, prácticamente yo nací en una nación que rompió relación con Taygrarus algunos años después. El orgullo era muy fuerte en aquella época. -Muy polémico para la época. Los esclavos no eran considerados gente del mismo nivel que los europeos blancos. La verdad algo de admirarse en una mujer como ella- Aquí es cuando me pregunto ¿la habré conocido? Por mi condición en aquella época no me di el tiempo para socializar por esos lugares, pero de repente mis investigaciones me llevaban a esos lugares, y obviamente no podía recordar a cada persona que conocía.

-Se escucharé raro, pero esta persona me da aires a usted. No sé, algunas facciones se parecen a usted y por su porte me hace pensar en ti, Kath...Pero bueno, tal vez también encontramos a su clon del pasado- Estas coincidencias a veces daban miedo.

- Si, incluso para el nacimiento... mis abuelos paternos no me quisieron ver, mi padre es blanco - alzó los hombros, viendo como desde su concepción ella fue rechazada. - Incluso en tiempos actuales es difícil, pero hay progreso y no me quejo de ello

Volvió a ver a la mujer, aguantando hacer expresión alguna del retrato de su abuela. Si, no había duda que era ella, esa cara era la misma que la del album familiar aunque ella vio la de mejor calidad. Había una similitud peligrosa por ser familiares.
Se preguntaba si su abuela seguiría viva, según le dijo su madre ella había muerto e incluso fueron al funeral de sus restos cremados pero en estos momentos dudaba de ello. Probablemente halla una mujer negra de 20 años por ahi en el mundo.

¿Qué edad tendría? Solo imaginaba números arriba de 100.

- Humm... algo me hace pensar que vio las revistas de caballeros donde salgo para que ella le haga pensar en mi - si, iba a hacer que las propias palabras del hombre fueran el tiro por la culata, así evitarían el tema.  - ¿Quiere que le refresque la memoria? - sacó su celular y con una sonrisa "malvada" parecía demostrar que había descubierto aquel lado de Julius, que probablemente no tuviera. Pero la vergüenza funcionaría.

Ser rechazada por tu familia, algo que tuve la suerte de no vivir del todo. Por desgracia recuerdo que mi padrastro fue un auténtico desgraciado.

Seguí mirando el rostro de Kath disimuladamente. Sí, una simple coincidencia, pero por alguna razón sentía algo oculto en todo esto, y pensándolo bien, siento que esa mujer de la foto pudo comportarse como Katherine, moverse como ella. ¡¿Pero qué estoy pensando?! ¿Qué parentesco puede tener esta mujer con ella? ¡Ya estoy empezando a imaginar cosas! Ahora entiendo por qué me tienen en esta especie de suspención.

Ahora, por estar hablando de más, Katherine está sacando conclusiones de mí, que para los estándares de esta época son malos, pero la verdad estoy quedando muy mal enfrente de ella. Lo más calmado posible iba a negar la acusación de las revistas y de lo que siento que me va a demostrar, pero...¡Esta es mi oportunidad de borrar esa foto mía con mi retrato! Puedo seguirle el juego y tomar su telefonito para eliminar la imagen. Sería "quemarme" más enfrente de ella, pero ya lo estaba en esta situación. -Bueno...tal vez en mis épocas de la universidad pude hojear algunas...Tal vez sí necesite recordar- Con cara maliciosa acepté el reto que me había impuesto, sólo era cuestión de esperar el momento adecuado...Ahora recuerdo que no tengo idea de cómo funcionan al 100% esas aparatos, ni modo, no me queda de otra.