San Valentín (Priv.. Katherine)

Pero que día tan más odioso y estresante era. Y no es que fuera amargado siempre en esta fecha o en las demás en donde todos mágicamente quitaban sus emociones negativas para que predominaran las positivas como en navidad, el día de acción de gracias o este día San Valentín. Sólo que trataba de celebrarlos, todos con Yuli y este iba a ser su primer San Valentín pero no salió como esperaba. Se había enojado con él y para variar el hombre lobo olvidó esta fecha y no le compró algo.

Se dio cuenta cuando salió de su nuevo hogar y al caminar por las calles toda la ciudad estaba cubiera de colores rosas y rojos, junto con la imagen de corazones y cosas ciertamente cursis y muy empalagosas para él. Caminaba por la calle encogido de hombros, a cada rato chocaba con parejas, lo que le ponía de mas mal humor-"Y este día tenía que enojarme con él...Tal vez se enojó conmigo por que olvidé esta fecha"- Pensó, pero el enojo aún estaba latente y si se acercaba para hablar con él y arreglarlo no iba a suceder, volverían a discutir con todo y golpes.

Pero debía de hacer algo, pasar las horas, aun no tenía batería para tocar y cocinar no podía, Yuli estaba en casa. Lo único bueno es que ese día casi terminaba, faltaban pocas horas y el sol se ocultó muy temprano. Era tan aburrido no tener que hacer. Como una señal divina detuvo la caminata enfrente del hotel donde estuvo viviendo durante algunos días. Se encogió de hombros. Era un luagr familiar y a pesar de que iba a ver gente, se sentiría mas cómodo que en cualquier otro lugar.

Entró, para ver que efectivamente, el hotel estaba muy lleno, había mucha fila en la recepción para obtener una habitación. Podía sentir un ambiente cargado de hormonas. Movió su cabeza, debía de irse a aquel lugar o empezaría a sentirse extraño. Con trabajo pudo pasar entre la gente para ir al bar del hotel. Este estaba vacío, prefirió sentarse en la barra, el barman lo conocía pero no habían tenido oportunidad de conversar, Ash era muy reservado, solo le dedicó una mirada seria, signo de que no estaba de humor, el hombre solo le sonrió por cortesía-U-una cerveza-Dijo cortante. No le gustaba esa bebida de humano, había probado muy poco pero sabía que eso podía hacerte olvidar todo y pasar un buen rato, era lo que necesitaba aunque el sabor le desagradara.

Las amigas que tenía en Inglaterra no creerían que Katherine tuviera un San Valentín sin compañía de un hombre o al menos un plan para pasarlo con amigos y así conseguirse uno pero efectivamente, una de las mujeres más bellas del mundo de la ópera no tenía nada que hacer.

Para ella no era triste ese hecho, no conocía a mucha gente ni hombres, ni siquiera se había conseguido un séquito de ejemplares masculinos dispuestos a una noche de diversión como ella solo sabía divertirse... Era predecible que no tuviera una salida.
Pero ella siempre tenía un as bajo la manga, una mujer de planes y precauciones para mantener su vida controlada y sobretodo privada.

No tomó su carro y en esa noche fue en taxi, pues no quería llamar mucho la atención con su joya, fue llevada a un punto de reunión que había oído que en ese lugar era común encontrarse con gente sin pareja, era el bar de un hotel, demasiado conveniente y bueno para una mujer con "necesidades".

- What a wonderful night~ - se dijo a si misma mientras se pintaba los labios.

Kath era una mujer que tal vez solo estaba enamorada del amor, le gustaba leerlo y verlo además de que le conmovía e inspiraba pero jamas fue lo suyo tener una relación y le gustaba su vida independiente.
Al llegar a la entrada del establecimiento ella pagó la tarifa y entró al mismo con un paso cuidadoso y seductor que con aquel vestido rojo y estampado rojo delineaba bien su figura tan dinámica e incluso erótica.
Había gente que iba con pareja pero varios hombres e incluso mujeres vieron la tentación a la lujuria hecha mujer que fue algo incómodo para algunos ante las miradas amenazadoras de sus parejas.

Pero ella solo estaría con la gente soltera y no cambiaría esa opinión de si misma y su respeto por la unión por amor era absoluto.

Tomó asiento en la barra mientras acomodaba los rulos de su cabello que caían glacialmente por su espalda descubierta.

- Podría servirme un whisky escocés pero presentado ¿por favor? Desearía que fuera en las rocas - Era muy raro que una mujer bebiera un alcohol medianamente fuerte pero su idea era que al verla tomando eso se supiera que ella sabía tomar incluso una bebida categorizada a veces para "Hombres" y que no se andaría de bromas. Un licor daría tal vez una mala idea, un coctel la verían muy "fácil" de conseguir y un vino como de una categoría mayor, inalcanzable. - Oh, gracias - agradeció al barman con una sonrisa encantadora en lo que veía como él la dejaba ver como preparaba su bebida.

Ahora solo tenía que esperar a que los hombres se acercaran pero desgraciadamente ella no aceptaría las que le invitaran si no veía como la preparaban, era una mujer precavida que no se andaría con juegos y no toleraría un ultraje ante una dama como ella.

Se había tomado algunas cervezas, no le gustaba el sabor pero mientras más tomaba más se sentía ligero, liviano entendiendo ya un poco a los humanos la razón de que tomaran cosas con alcohol, era un buen tranquilizante. A pesar de que en el ambiente podia sentir las hormonas emanados por todos su plan era estar tranquilo, tomar hasta caer inconciete y olvidarse de aquel día, para después perderse y volver con su vampiro, cuando las cosas comenzaran a enfriarse un poco y ambos no estuvieran enojados o al menos yuli no estuviera enojado para poder controlar el caracter tan especial del hombre lobo.

Hoy decidió olvidarse de todo e incluso de la existencia de yuli pidiendo otra cerveza. Se la tomó y pareciera quedarse en un punto cero, donde ya no le afectaba quedando solo en el mareo pero él quería más, agachó las orejas, cuando iba a pedir otra bebida más fuerte sintió en el ambiente como las hormonas se iban alocando más, incluso subiendo el calor corporal de, sobre todo, hombres. No sabía por que de repente a todos se le subió el calor, a lo mejor por una mujer así que movió su cabeza para tratar de encontrar a alguien que fuera de apariencia no agradable, sensual. No tuvo que buscar mucho tiempo, a su lado una chica que había pedido una bebida tenía un fuerte magnetismo, incluso él lo podia percibir. Se le quedó mirando al rostro descaradamente por unos momentos, sus orejitas se alzaron y vio de reojo que no era el único que la estaba viendo aunque los demás estaba claro que con otras intenciones.

Dio un par de olfatadas notando que ella emanaba una fuerte cantidad de feromonas, era su naturaleza, además de eso pudo detectar el olor de su bebida, era mucho mas fuerte que el alcohol de la cerveza, el quería eso pero no quería verse como un gran idiota pidiendole al camarero lo mismo que la señorita, se vería como si fuera un inexperto así que con dismulo se acercó a ella, con el ceño fruncido y es que no le agradaba la idea de acercarse a una humana- Oye…-Si era lo mejor que se le pudo ocurrir para llamar la atención de la mujer- Una pregunta ¿Como se llama lo que estas bebiendo?- le preguntó señalando el baso de la señorita- Por cierto creo que tu has provocado que el calor del lugar haya crecido- hizo una leve mueca- Los otros parecen perros en celo.

Necesitaba que alguien cayera, le urgía tener sexo hoy. Hombre, mujer, el que fuera sería necesario para satisfacer sus necesidades sexuales y las del ganador o ganadora.

Movió su cabello para que se viera su espalda descubierta, se cruzó de piernas de la manera más erótica posible, emitiendo unos ojos que invitaban la perversión.
Una sonrisa llena de emoción y alegría se marcó cuando oyó una voz masculina dirigiéndose a ella.

- ¿Si? ¿Que sucede? - pasó un mechón de su cabello detrás de su oreja mientras lo inspeccionaba. Su cabello era poco convencional y eso le interesaba, su cara era linda, aunque sus orejas era poco comunes ¿sería que se disfrazó? Ese chico en definitiva podría divertirle. - Es Whisky escocés, con hielo - nada muy elaborado pero que satisfacía su sed.

Aquel chico era lo suficientemente observador y en parte tomó como un cumplido que ella hubiera subido la temperatura y la causa de desatar este desorden de feromonas.

- Saben reconocer un buen material cuando lo ven - no fingió modestia, sabia que para su edad se estaba conservando muy bien y su cuerpo parecía mejorar como un buen vino - ¿Y que hay de ti? ¿He subido tu temperatura?.

Intentó hacer un movimiento más atrevido y acercó su pie para tocar la pierna del otro chico. Quería jugar con él para confirmar que tanto quería estar con ella. Si se encontraba cómodo con su actuar entonces platicarían un poco antes de pasar a un cuarto de hotel.

- ¿Quieres? - Meneó el vaso con alcohol, invitando de manera honesta un vaso, si él quería le daría uno - ¿O acaso prefieres algo más? - no le interesaba mucho si esta persona sabia de de alcohol o no, no le ridiculizaría.

Admitía que le sorprendió la poca modestia de la chica al decirle que ella un buen material, no se moletó, solo se sorprendió pues pocas personas tenían una alta estima, o eran egocentricos como él, pero de igual manera logró que esbozara una sonrisa la cual se esfumó en unos momentos, no era mucho de sonreír además la mujer ya le había dicho qué es lo que estaba tomando. Si justo lo que le pediría al barman. Y estaba concentrado en no olvidar el nombre.

Levantó la ceja al escuchar si a él le había subido la temperatura. Si bien ella fácilmente podría conquistar a cualquier persona y aunque a Ash le apreciera “apetecible” no podría hacer nada, él ya le era fiel a Yuli…Si...Al vampiro que en estos momentos quería olvidar. Solo por este día, no quería recordarlo por lo que en vez de decirle claramente un no a la otra persona solo se encogió de hombros un poco desinteresado-Puedo ser alguien que aparenta estar en celo todo el año pero hoy no estoy de humor para ello- Y esto claramente se podia observar en el tono de voz que tenía, y el ceño fruncido, que no se notaba tanto por todo el cabello que tenía enfrente de la cara.

Se sobresaltó al sentir como le tocaba la pierna, al ser una persona que estaba siempre alerta se puso en “posición de ataque” mirando a la pierna, su ojo brilló un poco pues estaba listo para el ataque. Ella al ser desconocida le provocaba un poco de nerviosismo pero este se disipó al momento en que le quería compartir de su bebida. Su semblante cambio totalmente, a una más relajada; incluso su cola se levantó y comenzó a moverse mientras veía el vaso y no dejaba de observarle, solo un poco al escuchar la última pregunta- Eh…Bueno en estos momentos deseo el vaso- Dijo con los ojos un poco brillosos al verlo, incluso su lengua salió un poco, se estaba comportando como si de un cachorro se tratase- Pero ese es tuyo, así que yo pediré el mío…¡Hey tú!- Volvió a decirle al barman de manera un poco agresiva, hasta que le hiciera caso y le tomara su orden- Un Whisky escosés-Dijo dándole fin a la conversación.

Volvió a mirar a la chica de arriba hacia abajo- Tu ¿Estás esperando a alguien?- Y antes de que ella pudiera responderle el barman le entregó el vaso le dio las gracias en un susurro y tomó la mitad de la bebida haciendo que temblara un poco. Era más fuerte pero no había pensado en algo tan fuerte,el sabor inundó su garganta incluso tosió un poco pero ese sabor es lo que estaba buscando.

Katherine se aguanto un puchero con aquella respuesta ¿Como es que nadie podría estar de humor para hacer perversiones en San Valentín?.
Pero la mente de aquella mujer trabajaba el doble, era muy creativa y dramática y ya se imaginaba las posibles razones por las que no quisiera hacer este tipo de cosas. Apostó por simplemente no tenía pareja y se debió haber amargado él solo.

Pero aquel brinquito que dio el otro al parecer era por incomodidad. Que no reaccionara de manera  "alegre" le decepcionó.

Suspiró con pesadez para volver a su bebida. El chico no era un partido bueno, estaba amargado y el contacto le ponía así. Ya no le hizo mucho caso cuando le ofreció una bebida y la rechazó.
Era raro por andar vestido como si fuera halloween y su actitud le repelía aun más.
Ella era una mujer que le gustaba divertirse y en este día debería garantizarle buenos resultados. Por lo que se alejaría de él.

- Estoy esperando a la mujer u hombre indicado - le respondió casi de una manera seca mientras se paraba - Espero que tu noche mejore chico. - La mujer escaneó el lugar en busca de un buen partido pero nada parecía emocionarle.
Veía a personas con su pareja, unas que obviamente no entraban en la categoría moral. También había mujeres esperando que alguien pagara por sus servicios y así no estuvieran solos. Tenía el dinero pero no pagaría por alguien que ya hacía tiempo perdió la sensibilidad al placer.

Caminó poco y se sentó en un sillón aun con su whisky, bebiéndolo con galantería. Cada movimiento era seductor, una expresa invitación a pasarlo bien, pero nada vulgar como una prostituta, pues estaba bien vestida. Ella estaba expuesta para evocar curiosidad y la imaginación, no como si fuera una mercancía.

- No he podido evitar verte sola - una voz másculina le advirtió de alguien cerca. Pero al voltear a verle, vio que era un tipo perdido en el alcohol, ropa desaliñada pero que revelaba que poseía dinero y con poco respeto a cualquier ser.
- ... humn... - no le respondió, no iba a acostarse con un borracho, era demasiado riesgo y Kath era una mujer con experiencia en este tipo de situaciones.
- ¿Que hace una mujer tan sola en San Valentin, eh? Si fuera por mi ya estarías conmigo. - le ignoró aún así, viendo con mayor interés a la bebida que a la persona a lado. - Vamos, no te pongas así, podríamos pasarlo bien. - La inglesa se paró molesta de este tipo que seguía haciendo platica, se iba a ir de ahi inmediato. En lo que abría su bolsa para sacar dinero y pagar, el hombre le tomó del hombro, sin ejercer mucha fuerza, pero de una manera que advertía que no se fuera - Anda, ¿Crees que no la podemos pasar bien?... Tal vez el dinero te haga cambiar de parecer.
- Lo siento, no tengo precio - de su bolso sacó un taser y presionó haciendo que se viera y oyera la corriente eléctrica de aquella arma legal - Me retiro, si no le importa. - una manera sutil de advertir que no estaba para juegos.
- Vaya, la perra muestra sus dientes.
- Y los idiotas hablan, pero no me quedaré a decir lo obvio  - se paró y extendió su brazo con el taser, aun sin tocarle - Ultima advertencia, suelteme o lo dejaré como unas "Fish & Chips"

El modo de vida que llevaba Katherine le había dado multiples lecciones, unas mas amables y otras más peligrosas. Por eso estaba preparada para este tipo de situaciones y hasta cierto punto era condescendiente con aquel hombre. Esta borracho y no sabe lo que hace, por eso advertía y aún no le lastimaba.

Solo asintió cuando la chica le deso que su noche mejore- Igual, suerte con la búsqueda- Mumuró sin mirarla pues en ese momento se había terminado la otra mitad de la bebida y alzaba el vaso para que le sirviera otra como esa, el barman tomó el vaso pero no pudo evitar mostrar en su rostro sorpresa, debido a que la mujer se hubiera ido. Era seguro que ese hombre le estaba reprimiendo por dentro a Ash pues una belleza así era imposible que alguien no cayera a sus encantos, el hombre lobo solo solo se limitó a chasquear la lengua mientras esperaba la segunda ronda.

No pudo evitar el agudizar su oido cuando escuchó la voz de la chica cuando estaba conversando con otro, no le tomó mucha importancia, a lo mejor y ella ya había encontrado a un hombre indicado. Cerró los ojos, pues ahora si estaba comenzando a sentir más mareado y estando más a gusto. Para él fue buena idea el ir a ese bar todos sus problemas parecían que ya carecían de importancia. Incluso iba a esbozar una sonrisa cuando escuchó la última frase del hombre, fue ahí cuando se levantó y caminó hacia ellos, el hombre que estaba con Katherine estaba a punto de irse o, de dedicarle otras palabras ofensivas, se detuvo, cualquiera que fuse su intension ya no se pudo observar pues una voz atrás suyo apareció- Ella está esperando a la persona correcta esta noche, así que discúlpate con ella y lárgate, si quieres que un perro te muestre sus dientes date la vuelta y con gusto te los muestro- Y si, él no había notado que kath había tenido la situación controlada, y aunque pudiera ver a Kath no sabría que era lo que tenía en las manos, él no conoce ese tipo de artefactos, quería defenderla pues de cierto modo ella entendió que él quería estar solo, quería pagarle el favor.

Como su voz sonó muy amenazadora, incluso grave debido a lo que estaba tomando el hombre estaba a punto de hacerlo pero al voltear a verlo comenzó a reirse, las personas ebrias si que eran muy impertinentes. Ash no estaba a tal punto de caerse de borracho, solo se le veía un poco perdido y en esta ocasión más por la risa del hombre, entonces él señalo las orejas de Ash- Y pensar que atrás de mí estaba un hombre de temer pero si solo es un tonto con disfraz ¿No te dijeron que es San Valentín y no Halloween?- Las personas que estaban cerca rieron por el comentario, percatándose ahora que era cierto, Ash aparte de tener un color de cabello extravagante tenía unas orejas y cola de perro. Ash se sonrojó, un poco por la verguenza, carraspeo un poco.

-Hey imbécil para que lo sepas son reales- Dijo moviendo un poco sus orejas lobunas- y ésta tambien es real- Diciendo esto alzó su cola lobuna moviendola un poco, las risas crecieron un poco más, en vez de defenderse hizo que que rieran más de él.

-Y hasta las mandó a hacer para que hicieran movimientos, eso es aún már raro- Volvió a decir el hombre queriendo humillarlo, esta vez el sonrojo era total en el rostro del chico, apretó los puños, sus orejas estaban totalmente caídas, eso significaba que iba a atacar . Ya no iba a esperar que se disculpara con kath, iba a golpearlo por hacer que se burlaran de él y por ofender a kath, alzó el puño y justo cuando iba a golpearlo él se sentó, así que solo golpeó al aire haciendo que se descontrolara y cayera al suelo, otra vez más burlas y él se sentía cada vez más apenado y avergonzado, como pudo se levantó sacudiendose un poco la ropa, trató de volver a golpearlo.

La situación estaba aun en su control, pero era consciente de que su comportamiento a la defensiva y de manera muy agresiva iba a traerle más problemas.
Al verle como una mujer tan autoritaria y dispuesta a exigir respeto, no se le acercaría ningún hombre o mujer; se sentirían intimidados ante ella.

Pero aquel chico había intervenido, su voz era similar a la suya, son ánimos para juegos con borrachos.
Primero se alegró de que alguien llegara e interviniera. ¿Donde estaba la seguridad de ese hotel? Alguien debería ya haber escoltado a ese borracho hacía siglos.

Pero ver esa escena le hizo sentir lástima del chico, en vez de inspirar temor, se encontraba ridiculizado por otro tipo ridículo y la gente le festejaba sus "chistes". Ló único que podía admitir era que simplemente su aspecto era diferente, pero no quería intervenir en eso pues cada quien y sus fetiches... Pero que moviera aquellas partes animales le hizo pensar dos veces.
¿si eran reales? ¿o simplemente el chico tenía algo en la cabeza?

La riña empezó sin ir a ningún lado, de hecho el chico terminó en peor estado, contra el suelo. Pero el tipo al sentarse, quedó sobre sus piernas dejándola sumamente incómoda y eso hizo que se encendiera la mecha de su rabia.
Sin dudarlo presionó el botón de ese taser con apariencia de celular y se lo colocó en el cuello, haciendo que el borracho diera un aullido de dolor y cayera al suelo.

- NO me toques - su voz se agravó en lo que guardaba el arma de nuevo en su bolsa y esta vez sacaba dinero para pagar su bebida. - ¿Quién quiere ser el siguiente en hacer una gracia? - todos callaron y fueron a sus asuntos de antes.

En eso llegaron los guardias de seguridad que sacaron al tipo borracho, un tanto preocupados por su estado. Luego platicaron con la inglesa sobre la situación y aclaró que se iría pues no quería repetir la situación, a pesar de las insistencias de ofrecerle un buen trato por un cuarto de hotel.

- Simplemente no, tuve suficiente por una noche - la mujer se dirigió al jovencito y tomó su brazo para levantarlo - ¿Que te parece si nos vamos a otro lado? - esta vez Katherine ofreció la mas dulce de las voces y la más amable de sus sonrisas.

Esa noche no podía ser peor, había sido humillado, no solo por aquel borracho si no también por él mismo al tropezarse en el momento en que quería golpear al chico y es que tenía que admitirlo él estaba también un poco ebrio. Habia estado tomando desde la tarde. Su rostro cambió y pasó de ser una enojada o una sorprendida pues la chica a la que trataba de defender dejó al borracho “fuera de combate”, incluso hizo que gritara lleno de dolor. El hombre lobo no tenía idea de como lo logró pero ahora admiraba un poco más a aquella mujer. No era la típica chica que solo se quejaba y cuando actuaba lo hacía a medias, ella cuando actuabalo hacía bien.

Cuando ella le ofreció la mano la aceptó sin siquiera fruncir el entrecejo o bufar, se levantó en silencio tambaleandose un poco- Bien…Larguémonos de aquí- Murmuro pues igual había tenido suficiente. Se alejó un poco de la chica para hablar con el barman o más bien para pagar lo que había tomado. Solo tomó un puñado de billetes que habia tomado antes de irse y se los dio al barman. Lo que le pago obviamente era mucho más de lo que había consumido pero a él el dinero no le interesaba. El barman se sintió claro muy agradecido. Regresó con la chica, sus orejas lobunas estaban agachadas, eso demostraba que no estaba de buen humor.

-¿En verdad quieres estar con un amargado?- Le preguntó a Katherine, viendole detenidamente pues quería ver si aún tenía aquella arma extraña que hizo que el chico quedara fuera de combate. Llevó una mano a su cabeza, se sentía un poco mareado. Ahora ya no se sentia tan incómodo con ella- En vez de ayudarte, creo que empeoré las cosas ¡Pero no pienses mal! Yo…Realmente se pelear lo de esta vez fue…Supongo que un tropiezo- La razón de excusarse era en gran parte por que no quería dañar su propio orgullo. El saber que no pudo con un borracho humano le lastimaba aquel orgullo tan terco que tenía.

- Bueno, el amargado fue el único que se interesó en ayudarme... vales más la pena que cualquiera persona aquí.

"Claro, claro... él sabe pelear, pero el alcohol a cualquiera lo hace torpe" - y eso le hacía pensar que ese chico no sabía como consumir ese tipo de bebidas alcohólicas, pero creía que era un niño grande y sabía como lidiar con las consecuencias.

- No pienso mal, solo quería terminar esto sin ningún herido, pensé que una amenaza sería suficiente... pero al parecer no.

Avanzó a la salida, ahora inspirando más respeto... o quizá miedo por sus acciones. Pero mejor por ella, no iba a perder tiempo con un puñado de personas con baja calidad humana como ellos.
Pero había algo que no podía sacarse de la cabeza sobre aquel chico. Ya en las calles, se recargó en una pared, cruzada de brazos, intentando ponerse más seria.

- Oye, ¿te puedo preguntar algo? - era incrédula, pero por lo que había visto la hacía dudar de su propio juicio - ¿En serio son reales? Es que, bueno, creer en hombres lobo o vampiros es muy de la edad media... ¿puedo tocar?

Su curiosidad era respetuosa, no se iba a burlar de él, pero quería revisar su cabeza para ver que tan real era eso a lo que se enfrentaba.

Nunca hubiera pensado que alguien lo dejara sin palabras y es que aunque él no tuviera razón peleaba, hablando, incoherencias, pero al fin y al cabo hablando pero ahora no tenía con que responderle cuando dijo que el amargado fue el único que se interesó en ayudarla. Solo volteó a otro lado, sonrojandose un poco. No es que quisiera ser bueno, solo que…Tuvo ganas de ayudar.

Volvió a mirarla al escuchar lo de los heridos, no pudo evitar el reír un poco- Vamos con un macho en celo no hay mucho que hacer, la mente no piensa y ahí solo hay que actuar, nada de amenazas- Lo decía más como una experiencia aunque últimamente eso no ocurría y aunque ocurriera cosas en las que era necesario actuar sobre él que amenazarlo es que era por la personalidad que ya traía, muy impulsiva y muchas veces problemática.

Saliendo a la calle se siguió derecho, solo algunos pasos al ver que la mujer se detuvo, volvió a caminar hacia ella sin ocultar su rostro de confusión poniéndose enfrente de ella. Al escuchar su pregunta sobre tocar sus orejas y su gran incredulidad volvió a reir, esta vez de manera más sonora. Hicieron un leve movimiento aquellas orejas lobunas. Antes le enojaba que dudaran si eran reales pero ella tenía razón. Sobre la creencia de criaturas sobre naturales, de su verdadera existencia estaba casi desaparecida predominando más las explicaciones “científicas”- Bueno los humanos de la edad media creían fervientemente en otras criaturas tal vez por que eran más observadores, no estaban tan enfrascados en ellos mismos…-La sonrisa desapareció, sumandose por un momento en sus pensamientos encogiendose de hombros después- Pero de ellos no te puedo decir, yo aún soy muy joven…Ni siquiera eh podido cumplir el siglo-

Dio un pequeño suspiro, viendo si pasaban otras personas pero eran muy espontáneas, a esta hora de la noche seguro muchos estarían aún en “sus cenas románticas” o en otras cosas de índole mucho más adulto, asintió, dándole la aprobación-Puedes tocarlas, pero con cuidado, son una parte muy sensible en mí, así como a los perros- Acercó un poco más la cabeza, volteando para poner enfrente de ella una de sus orejas la cual bajó manteniendola muy quieta-  Si no me crees que sea un hombre lobo no sé que más hacer pero advierto que el convertirme totalmente queda descartado- Si su situación fuera otra, si su verdadera forma fuera el de un hombre lobo normal podría mostrarselo incluso con orgullo más su situación era distinta y por lo tanto…Mostrarla causaría una gran herida en su orgullo.

- Tal vez tengas razón... soy demasiado amable - suspiró decepcionada de si misma. Pero tampoco es como que hubiera podido atacarlo a la primera, no era su estilo. Su estilo era bastante metódico y frío para las situaciones. Era de ese tipo de personas que en caso de desastre, entra en un modo frío y listo para actuar según lo necesario.

De nuevo el chico hacía ese extraño truco con las orejas. Aunque se sintió algo ofendida con el comentario que comparaba a los humanos de antes con los actuales, él tenía razón. Los humanos hacía tiempo que no estaban en contacto con la naturaleza.
Escucharle en si era toda una aventura. Ese chico le generaba mucha curiosidad por sus modos de ser.

- No te preocupes, no soy de esas que va a buscar el peligro... Te las tocaré, ¿de acuerdo?.

Tímidamente, Katherine extendió sus manos hasta el cabello del otro, acercándose de a poco hasta que llegó a las orejas en la base del cuero cabelludo. Las sentía unidas, la piel con la piel, como si fuera lo más natural del mundo.
Los ojos de la inglesa se abrieron en total asombro. Eran reales... y probablemente su cola también. No podía creerlo.

- S-son reales... ¡son reales! - estaba estupefacta con la realidad, pero tenía que creer los hechos a los que se enfrentaba - Los hombres lobo son reales... ¿hay otras cosas que también lo son?

Preguntó un tanto asustada. ¿Las leyendas de vampiros, dragones y esas cosas serían ciertas? Todo el imaginario que había caído en los cuentos de hadas y en los mitos podría ser verdadero. ¿verdad?

Ash no se movió en el momento en el que ella avisó que iba a tocar sus orejas pero si estaba atento a cualquier movimiento, seguía aquella mano y al sentir el tacto de aquellos dedos sintió un escalofrío reaccionando con un ligero movimiento en las orejas y en la cola también. Dio un pequeño gruñido cuando Katherine seguía comprobando de que eran reales pero esta vez el sonido no era de amenaza, lo hacía debido a que le agradaba aquel tacto, por eso evitaba que las personas tocaran esa parte, debido a que de cierta manera era su “punto débil”.

Solo pudo dar un suspiro de alivio cuando la chica dejó de tocarle las orejas, al momento de escucharle decir que eran reales una sonrisa de orgullo apareció en sus labios, le alegraba saber que ella ya le estaba creyendo, incluso su pose cambió. De una de estar medio encorvado se paró derecho, mostrando pecho demostrando que si, estaba feliz de que le creyera a pesar de que se sentía aún mareado. Su sonrisa no desapareció en ningún momento, incluso dio una pequeña risa al escuchar la pregunta si había otras cosas que también eran reales.

-Por supuesto que hay más cosas reales. Son reales las cosas que llaman…llaman…-Guardó silencio pues estaba tratando de encontrar la palabra que las personas utilizaban cuando esuchaban de cosas que no estaban en su realidad- ¡Fantasiosas! Si esa palabra la buscaba. Lo que ustedes dicen mitología, hay muchas cosas que son ciertas. Existen los dragones, los fantasmas, demonios, angeles y vampiros…-Decir la palabra vampiro le recordaba a cierta persona con la que había peleado este día, al momento de recordarle su sonrisa desapareció, dejo de ver a la mujer que tenía enfrente mirando a un lado.

Por un vampiro, no, más bien por SU vampiro es que él se encontraba en esa situación, con una persona desconocida, mareado por el alcohol. Pero claro ya no era momento de pensar en él. Movió su cabeza, como siempre lo hace cada vez que quiere desaparecer algo a su mente y volvió a la realidad, se encogió de hombros volviendo a mirar a la chica- Lo siento…Hablar de vampiros no me agrada mucho, los hombres lobo y los vampiros siempre han tenido conflictos, se podría decir que son “Enemigos naturales”- Era lo único que tenía que decir, esa era la excusa que tenía para explicar ese comportamiento.

-No tengo donde pasar la noche, así que como nos corrieron del hotel buscaré un lugar…-O un lugar donde conseguir más alcohol, lo que ocurriera primero- ¿Tu irás ya a tu casa? Ya es de noche…No se si quieras que te acompañe o algo asi…-Aún le costaba ser amable con los demás y ofrecer su ayuda.

Intentó contener aquel gesto de ternura que solo tenía con los animales, ese sonidito y sus movimientos solo generaban sentimientos de adoración. Quería consentirle como si realmente fuera un perro pero sabía que para el chico sería algo degradante así que tuvo que contenerse.
Dejó de acariciarle y escuchó sus palabras, aun batallando en creer todo lo que sucedía en la noche.

- Wow, pero... ¿escondidos? Me parece raro que con la tecnología y avances al menos no puedan ser detectados - las dudas no dejaban de brotarle - ¿Hasta las rivalidades son reales? Dios, ¡Wow!

Su cara de estupefacción no se le quitaba. ¿Cuantas de esas cosas podrían haber pasado frente a sus narices? ¿Cuan cerca hubieran estado de ella?
Pero tuvo que salir de sus imaginaciones y prestarle atención a lo que decía el chico-lobo. No podía dejarlo así sin un lugar donde dormir.

La historia se volvía a repetir, ella en Glass City, de noche, y se encuentra con un chico sin donde dormir. Pero ahora ella no era la que estaba alterada por el alcohol.
Su corazón suave le ordenaba que no le dejara por su cuenta a que se metiera en problemas o sin un lugar seguro donde pasar la noche.

- Tengo una casa, pero no tengo permiso de llevar invitados - lo hacía por su seguridad. ¿Cuantos paparazzis no tendrían observada la escuela con tal y de ver que chismes podrían pescar? - ¿Qué tal si te busco un hotel? Puedo paralelo y no te preocupes, no soy de la que se repara en gastos. ¡Vamos! Acompáñame a buscar uno y dime cual te gusta - Ella empezó su andar esperando que el otro siguiera sus pasos.

El no se había movido después de que ella le dijera sobre buscar un hotel,tardó en reaccionar unos minutos, no solo por que esa era su naturaleza, el alcohol lo hacía ser un poco más lento de lo normal. De un momento a otro se sonrojó un poco y negó con la cabeza- Espera un momento…-Dijo rascandose la cabeza- Lo de llevarte a tu casa, no era con la intención de que yo me metiera en ella, solo que al ser de noche pueden pasar cosas peligrosas- Desvió la mirada a otra parte que no fuera el rostro de la mujer que tenía enfrente pues le costaba mucho explicarse y el recibir ayuda, no le gustaba mucho recibir ayuda, de cualquier persona, su orgullo se lo impedía- Y lo de encontrar un hotel para dormir…Estaba pensando en pasar la noche en cualquier parque o en el cementerio. El cementerio es un buen lugar donde pasar la noche, no hay ruido, aunque todo el tiempo se siente el frío-Esta idea fue inspirada de los primeros días que había llegado a la ciudad, en los cuales pasaba las noches (o más bien los días) durmiendo en el cementerio, al principio era un poco incómodo por las piedras pero después te acotumbrabas.

Se encogió de hombros volviendo a ver al rostro de la mujer- Podemos tratar de encontrar un hotel, pero será difícil, en esta noche como es un día especial se llenan los cuartos y hay una fuerte concentración de olor de hormonas por el aire…Entre otras cosas, incluso en el bar había mucha concentración de esos olores que aumentó cuando llegaste- Dijo arrugando la nariz, haciendo un gesto gracioso pues ese tipo de olores lo desorientaban mucho y lo confundían- Si encontramos uno y me lo pagas prometo que te buscaré y te devoleré el dinero- Sus orejas se levantaron, un pensamiento atravesó por su cabeza- También hay que ir a la tienda…Quiero conseguir más alcohol- Esta noche no quería estar sobrio, quería seguir bebiendo y perderse por un tiempo. Cuando estuviera recuperado (O al menos el enojo fuera menos) regresaría a casa a disculparse pero por lo mientras, no quería pensar en nada.