San Valentín (Priv.. Katherine)

- Oh, no, no te entendí mal, es que imaginaba que no tendrías donde descansar y por eso dije eso. Me gustaría dejarte dormir en mi departamento, pero no es conveniente - intentó aclarar la situación.

No pudo evitar reírse de ver las buenas intenciones del chico. Esta noche era un Deja vu, pero aun así dudaba si quería que terminara de la misma manera. No era que no le pareciera atractivo el muchacho, es solo que se veía muy incómodo y además no gustaba de tener sexo con borrachos.

- ¡estas loco si crees que te dejaría dormir al aire libre! no me importa que seas una criatura de la noche - le respondió indignada. - No encontraras nada si vas a moteles u hoteles baratos... U need 5 stars boy~ - le guió traviesamente mientras le tomaba la mano para buscar ahora una tienda abierta para ellos.

Y vaya que la había, nunca faltaban las de 24 hrs para adolescentes que buscan alcohol rápido y sin complicaciones. Entró y tomó dos cartones de cerveza, no sabía cuanto necesitaría pero iba a querer algunos de ellos para seguir saboreando el alcohol.

- ¿olores? creo que te refieres a las hormonas... Me halaga saber aun tengo mis encantos - Kath negó que le pagaran de vuelta lo que había gastado. A ella no le interesaba el dinero, pues ¿para que quiere el dinero guardado sin poder ayudar a nadie? - Olvidalo, me sentiré feliz si solo me dejas ayudarte.

Pagó las cervezas y solo vio lo vacíos que estaban los anaqueles de condones, lo que le provocó una risa.

- Vamos a buscar el hotel, ¿de acuerdo?

Esta vez el contacto no le molesto, cuando le tomó la mano él no intentó apartarla, tal vez por que ya estaba cansado de decir que no quería el contacto o por que ya se acostumbró a que aquella mujer tuviera ese tipo de contacto con él. La siguió mirando hacia el suelo haciendo que su cabello cubriera la mitad de su rostro pero él ya estaba acostumbrado a tener así el cabello por lo que no no tenía problemas con la vista, claro que de vez en cuando miraba hacia enfrente para no chocar con algún objeto, sonrió al escuchar lo del hotel cinco estrellas- El único hotel 5 estrellas que he estado era donde nos corrieron, me agradan esos hoteles, tienen el cuarto amplio…- Y eso le tranquilizaba pues no se sentía tan encerrado.

Entrando a la tienda él se quedó quieto en la entrada, llevando sus manos a los bolsillos del pantalón esperándola y estanto atento a cualquier movimiento de ella, pensando y sintiendose extraño pues después de que ella supiera qué es lo que era lo seguía tratando de manera amable. Años atrás cuando él decía o se decubría qué era las personas huían o trataban de eliminarlo por considerarlo como un mosntruo salvaje, tal vez los humanos estaban comenzando a ser más tolerables.

La voz de ella hizo que volviera a la realidad, haciendo una pequeña mueca pues eso de que no le pagara no le agradaba, era como si él quedara en deuda con ella y quería pagarlo para no tener esa deuda “de por vida” incluso volvió a hacer ese sonido como si de un gruñido se tratara pues era su manera de quejarse. De todos modos asintió y se acercó a ella para tomar los dos cartones de cerveza y empezar a caminar de nuevo hacia la zona de hoteles- Ya que no te voy a pagar con dinero cuando te sientas en problemas o quieras darle una lección a alguien rompiéndole algunos huesos entonces llámame…Bueno no tengo eso que llaman teléfono, o teléfono celular pero me puedes encontrar en callejones o lugares donde venden ingredientes para comida- Dijo sonrojándose un poco pues es la primera vez que le ofrece su ayuda a alguien y no es muy bueno siendo amable. Le apenaba el decir esas cosas, incluso desviaba los ojos para no verle aunque esto no se notaba por el cabello.

-Hay algo que me extraña- Dijo con una voz más seria, igual sus facciones se volvieron más frías- ¿Por que no has intentado huir cuando descubriste que soy un hombre lobo? Fácilmente puedo hacerte daño…¿No te da miedo eso? Soy inestable y le hago más caso a mis instintos

Esos comentarios hacían que quisiera adoptarlo, hacía y decía cosas que la hacían imaginarse a Ash como un perrito callejero desvalido y sin protección del cruel exterior... a pesar de que la realidad es que lejos de ser cachorro, era un lobo listo para morder.
Fue breve el tiempo que estuvo en la tienda de conveniencia. Salió con los dos six-pack y un paquete de analgésicos por que si era verdad que tomaba mucho, a este paso tendría una borrachera que lo haría odiar hasta la luz.

- Lo tomaré en cuenta, aunque intentaré no meterme en problemas - El chico era honesto, aunque tímido, pero no tenía problemas con ello. Escuchó atentamente las dudas que tenía el joven y respondió con honestidad - No huí por que antes de saber que eran reales, demostraste ser de buen corazón y me defendiste, unas orejas no me harán pensar diferente de ti... Además, todos nos pueden hacer daño, ser inestables e instintivos, un poco mas que otro en las personas.

¿A cuantas personas no dañó cuando solo buscaba tener sexo? Gente que se ilusionó con ella, que tenía otra idea de como actuaba. Los malentendidos podían dañar.
Sacó su celular y empezó a revisar en internet donde habría hoteles 5 estrellas con cuartos libres, sorprendentemente los había. Le hizo una indicación para que el chico lo siguiera para buscar un taxi.

- A estas alturas, me he dado cuenta que no se tu nombre - no pudo contener unas risas en lo que reconocía su error de no preguntar - ¡Y tu ni el mío! ¿donde están mis modales? Llamame Kath ¿cómo te llamas tu?

En lo que iba a saludarlo vio un taxi y extendió su mano para que se detuviera, y así lo hizo frente ellos. Kath abrió la puerta y ella entró para que luego le siguiera su acompañante.

Sus ojos se abrieron levemente, en signo de sorpresa de que efectivamente no sabía como se llamaba aquella mujer y ella no sabía su nombre aunque eso no lo creía de suma importancia por eso en un principio no se tomó la molestia de hacer las debidas presentaciones, sabía que después de esa noche difícilmente podrían volverse a encontrar pues él solo salia en las mañanas y tardes cuando iba a comprar comida pero ahora que ella comenzó con las presentaciones se encogió de hombros abrió la boca y hasta ahí quedó su acción pues un taxi se paró. Epseró que ella entrara para hacerlo él dejando en el asiento los dos six. Miró al chofer de reojo, con el ojo visible entrecerrado dando a entender que él no era un chico amable y que si quisiera hacer algo que a él le molestara podría pagar las consecuencias. Sólo fue un contacto visual muy corto pero con ello él iba a darse a entender.

Decidió mejor prestar atención a la mujer- Ash…- Dijo de repente bajando las orejas de manera inconciente, volteando a mirarla notando que ya no se sentía tan mareado, quería tomar una cerveza ahí mismo pero sabía que debía de esperar hasta llegar a un hotel, el que Kath había encontrado y Ash no tenía idea de a donde iban a ir, solo se dejaba llevar- Sólo Ash, no es difícil ¿Cierto?- No habló en ningún momento con el chofer, las indicaciones las dejó en manos de la mujer.

Por un momeno cerró los ojos para descansar un poco. No tuvo idea de si se quedó dormido o en verdad solo los cerró por unos momentos, aún era temprano para que la noche se acabara, eso era lo que sentía. Parpadeó un par de veces ¿Ya estaban por llegar? –Cuando lleguemos ¿Te quedarías un momento? Claro solo para compartir las cervezas contigo y eso…Claro no hay problema si quieres irte enseguida que me dejes en el hotel.

Se sonrojó al escuchar que le parecía lindo el nombre, como no quería que ella viera eso observó al otro lado chasqueando la lengua, como si estuviera enojado, era la única reacción que se le ocurría para que ella no se diera cuenta de la reacción “tierna” que le provocó. No duró mucho en esta posición por el comentario de Katherine- ¿Cámara?- Preguntó dirigiéndose a ella . Su rostro expresaba su clara confusión de que no entendía qué es lo que era esa palabra pero la palabra sexo despertó su interés, esto demostrandolo alzando las orejas.Y es que era un hombre después de todo (o adolescente), más bruto de lo normal, con las hormonas más alborotadas y es que hace unos días que él y Yuli…Y la mujer a su lado era un tanto especial. Ash no sabía cómo explicarlo pero emanaba mucha “Energía sexual”,más de lo normal que una humana y o quería atacarla u otra cosa para satisfacerse, incluso el tener ese tipo de pensamientos con ella le hacía sentir incómodo pues ella estaba siendo amable con él. Necesitaba una cerveza para distraerse.

Tomó una lata abriéndola no de la forma normal, quería sentir el liquid lo mas pronto en su garganta por lo que la abrió cn sus colmillos. Una vez que estuvo abierta dio un gran trago. Al sentir el sabor su rostro hizo una mueca extraña volviendo a ver a los ojos a su compañera. Su único ojo visible estaba muy dilatado, el sonrojo no desapareció pero él ya no le tomaba importancia.

Poco a poco su ojos comenzó a avanzar, quedandose más tiempo en la zona del pecho de Katherine, pasó por su vientre y sus piernas bien torneadas.Tragó saliva. Seguro ella notaba que la estaba observando, no quería que se incomodara o enojara por lo que volvió a desviar la mirada de manera muy brusca. Estaba viendo a que punto mirar pasando por el retrovisor percatándose de una cosa... El chofer estaba más atento a ellos y a sus acciones que en el camino, esperando a que algo pasara entre ellos tal vez. Cuando sus miradas se cruzaron los ojos de Ash cambiaron, teniendo un aspecto más agresivo, mucho más animal-¿Cuánto más vamos a tardar en llegar?-Le preguntó al chofer con un tono agresivo, volviendo  darle un trago a la cerveza.