Reunión 9 AM (Katherine y Reino)

Era pleno verano y lejos de pensar en vacaciones, el director del sello y la escuela se encontraba completamente ocupado en medio de los conciertos de verano. Aunque su ánimo realmente no estuviera como siempre debido al incidente de año nuevo, aquel hombre era ante todo un profesional que no descuidaba sus deberes por mucho que su mente tal vez necesitara aquellas vacaciones.

Para todos quienes trabajaban con él, Regan estaba igual que siempre. Después de todo las gafas ayudaban a cubrir las ojeras que habían aparecido bajo sus ojos y la mirada cansina, incluso de vez en cuando apagada, que últimamente solía tener. Solo quien le conociera bien sabría que aquella manía de llegar temprano a su trabajo para realizar todo el papeleo correspondiente y procurar que todo estuviera en orden de una forma que fácilmente podía catalogarse como trabajólica, para luego sentarse por largo rato con su guitarra a tocar alguna de sus melodías favoritas o improvisar algo nuevo en la soledad de su oficina, era un signo de que su cabeza estaba realmente sumergida en algún conflicto inusual y es que en aquel último mes no había podido lograr concretar una charla ni con Reino, ni con Zinnia, situación que sí, podía llegar a quitarle el sueño, sin exagerar.

Suspiró mientras sus dedos se deslizaban por las cuerdas dando una tonada nostálgica, luego desvió la mirada hacia el reloj que adornaba su pared, faltaban 10 minutos para la reunión con la señorita Howell, quien había sufrido un accidente y había logrado recuperarse hace no mucho. Había tenido algunas charlas breves con ella por teléfono, pero la mayor información recibida había sido a través de otro de los empleados del sello a quien se le había solicitado el cuidado de Katherine. Por lo general era Reino el que se encargaba de temas delicados como ese, pero ahora mismo era evidente que aquello no era posible, mucho menos siendo justamente ellos dos.

Esperaba verla bien pese a todo lo que sabía que le había ocurrido, pero ni el mismo Regan estaba seguro de cómo Katherine iba a actuar con él después de la fiesta, o qué es lo que iba a ocurrir con ella en el área profesional, las secuelas del accidente y todo aquello... cuanto más lo pensaba, más sumergido terminaba en las cuerdas de su instrumento.

De pronto su secretaria tocó a su puerta para anunciarle la llegada de la mujer.

"Que pase por favor." Y solo entonces se paró de su asiento, dejando la guitarra de lado en su correspondiente pedestal que estaba en una de las esquinas de la oficina, dispuesto a darle la más cordial bienvenida a Kateherine.

Regan la esperó de pie y esbozó una suave sonrisa al verla entrar con impetu propio de una mujer como ella. Entendía perfectamente lo que era el gesto de dejar las muletas de lado y él esperó a que estuviera frente a él. La escuchó con expresión serena y solo cuando ella terminó de hablar, él soltó un suave suspiro.

"Katherine... Toma asiento por favor." Indicó antes de cualquier otra cosa, acompañando sus palabras con un gesto cortés hacia la silla que estaba frente a su escritorio. Acto seguido él mismo tomó asiento en su silla y se tomó una pausa antes de volver a retomar las palabras.

"Está bien, acepto tus disculpas, sin embargo quiero que dejemos un poco las formalidades de lado. Solo un poco. Antes que cualquier cosa quiero saber bien, por tu boca, qué es lo que ocurrió y por qué. Necesito ante todo tu completa honestidad si realmente dices estar agradecida. Especialmente porque soy yo quien debe lidiar con la prensa dentro de poco y para ello necesito saber la verdad." Su expresión se había vuelto más seria, pero su voz seguía sonando igual de tranquila que siempre.

"No está demás decir que realmente me alegra ver que te estás recuperando." Agregó reclinándose levemente sobre su silla a la espera de una explicación. No era la primera vez que tenía que lidiar con esa clase de situaciones, quería saber qué había ocurrido, si realmente era un intento de suicidio y si realmente esto estaba relacionado al trabajo o no.

En algún lugar de la mente de Regan los rumores y las ácidas palabras de Sadie le inquietaban. Después de todo no podía negar que el nivel de exigencia para sus empleados era alto, pero no mayor que el que se exigía a si mismo.

Después de todo lo que dije, Regan me ordenó a que tomara asiento y así lo hice. Me mantuve serena mientras él iba directo al punto y me pidió un favor demasiado grande, el serle honesta. Yo no era honesta con nadie, mi vida privada era tal vez uno de mis mayores tesoros, todo lo que alguien podía encontrar de mi era el trabajo y exclusivamente el trabajo, y así me presentaba a todos.
Él quiere que sea honesta, pero ¿debo serlo como él? Saqué unos lentes de sol y me los puse, pero estos tenían el vidrio como espejo, así que si él me veía a los ojos, solo se encontraría a si mismo.

- Tenía intenciones de pedirle permiso para yo organizar una rueda de prensa. Yo fui la que permitió que sucediera el escándalo... Y yo debo ser la que de fin a esto. - Respondí mirándole directamente a los lentes.  - Lo que sabe es lo que le informaron - intenté adoptar una pose mas relajada, intentando desplazar la importancia de ese evento de mi vida - Yo estaba en la playa, tome mi carro y manejé. Tuve un accidente y los policías se dieron a la búsqueda de causas en los 3 días que estuve en coma, y en mi departamento encontraron un documento que era la declaración de mis bienes a heredar. - Yo quería pensar que de alguna manera esta última información de ninguna manera lo hubiera ya averiguado la prensa.

Bajo ese manejo de palabras, dejaba muy ambiguo la situación, se podía entender como una macabra coincidencia o realmente apuntar a un intento de suicidio.

- Regan, Yo no tengo ninguna razón para serle honesta a la prensa... para eso son las declaraciones "oficiales" ¿no es así?, Usted tampoco tiene por que serlo -  Le sonreí de la misma manera encantadora que lo hacía hacia mis alumnos - La declaración oficial es que tuve un accidente, y yo soy una ciudadana con éxito que es responsable a nivel legal de mis propiedades y bienes ¿Acaso no puedo yo disponer de mis cosas y declararlos cuando yo quiera? El testamento no es solo para la gente vieja.

Me levanté ligeramente de mi asiento para apoyar mis brazos en el escritorio que nos separaba. Sonreí de nuevo con mi encanto natural antes de volver a hablar, mi voz era igual de tranquila que la de él a pesar de lo que iba a decirle.

- Detrás de lo oficial, yo dejé un testamento por que quería morir. Y yo misma provoqué el accidente.... Pero son problemas personales, no laborales. No hay razón para decirlo ¿No lo cree señor Regan?

Regan escuchó atento la explicación. Recordó la forma en que había acabado la fiesta de año nuevo sin quererlo, pues la misma actitud autosuficiente habian tomado tanto Zinnia como Katherine esa noche. No era que no las creyera capaces de enfrentar sus propios problemas, sino que aparentemente se les olvidaba que la cara visible de todo ello, personal o no, seguía siendo él y el proyecto que era Merveilles Records, teniendo siempre como enemigo certero la prensa o más bien a Sadie Brauss.

El hombre agradeció en silencio la última declaración de Katherine y solo entonces retomó la palabra.

"No necesito saber detalles sobre tu vida privada Katherine, pero si necesitaba saber la verdad. No puedo moverme de la forma correcta en esta industria sin la verdad. Esa ha sido y será siempre la base que me mueve a mí como persona. No quiere decir que sea lo que vamos a entregarle a los medios, claro está." Esclareció pues aparentemente la mujer trataba ambas cosas con la misma frialdad.

"Comprendo que quieras mantenerte... "profesional" y no necesito saber detalles de cada cosa que hacen mis empleados, mucho menos de sus vidas privadas, siempre y cuando no se generen este tipo de problemas." Dicho eso sacó de uno de los cajones el periódico de hace tan solo un par de días donde Sadie se había encargado de armar ya un escándalo respecto a aquel intento de suicidio.

"¿Entiendes lo difícil que es poner la balanza de nuestro lado? Y digo nuestro porque por más capaz que te creas de enfrentar a los medios, esta sigue siendo una empresa y esta empresa tiene una cabeza que no pretende dejarte lidiar sola con esto. No puede." Hizo una pausa, dejándole el diario a disposición, luego se quitó las gafas pues había entendido a la perfección la implícita rebeldía de la mujer, masajeó su tabique un momento antes de que las orbes azules se dejaran ver y junto a ellas los signos de evidente cansancio.

"Katherine... Se que tienes una gran experiencia en el mundo del espectáculo, se que tu vida personal nunca ha estado envuelta con tu carrera y es por cómo has decidido manejarla. No te pido la verdad a la prensa, pero si en solo estas cuatro paredes, sin nadie más que nosotros dos. Agradezco que me hayas dicho esa verdad porque en realidad este es un tema muy sensible para mí." Bajó la mirada un momento antes de retomar la palabra.

"¿Recuerdas el caso de Kotarou Onizuka? Fue un sucidio del año pasado, vinculado directamente a nosotros. El caso se logró esclarecer sin embargo..." Tragó saliva un momento, como si hubiese querido evitar que su voz se quebrara. "Me temo que la historia se repite y no solo lo digo por tu incidente."

"Katherine, creo que hay algunas cosas que estás malinterpretando." Dijo con la misma calma que había mantenido hasta entonces y es que si fuera tan sencillo sacarle de sus casillas evidentemente ya muchos lo hubiesen hecho antes.

Regan no era igual a otros empresarios, de hecho él mismo no se consideraba uno pese a su prestigio y a ser quien era. Era un tipo excéntrico que por algo había logrado marcar la diferencia en la industria, de lo contrario cualquier otro ya estaría ocupando su lugar. A diferencia de lo que muchos pensaban el prestigio y el dinero no eran su finalidad, sino algo mucho más grande, un sueño ingenuo y casi infantil pero que era la fuerza de todo cuanto había logrado construír. Quizás el único que sabía esa verdad suya era Reino.

"Merveilles es mi hogar. Las personas aquí, además de trabajadores, son personas... somos personas. Con conflictos, con emociones, con secretos. No somos una oficina de gente en traje que debe cumplir horarios tras un escritorio, no somos máquinas, somos artistas." Dijo resumiendo bastante su forma de ver las cosas, dirigiendo sus orbes azules directamente a los ojos de la mujer.

"La forma que tengo de "abrirme" es a través de la música, a través de esto que logré construír y que no estoy dispuesto a perder por caprichos, por ego o por aires de autosuficiencia. Si deseas seguir trabajando con nosotros o no es lo primero que necesito saber, de ser un sí, entonces es necesario que esclarezcamos la situación sin dejar vacíos, puesto como verás..." Señaló el periódico, refiriéndose a las demás noticias. "Este no es el único problema con el que debo lidiar." Volvió a suspirar, sus ojos esta vez se veían algo severos, pero él en ningún momento se había alterado o cambiado el tono de su voz. "Pronto habrá más. Hay otro caso de suicidio de un trabajador del sello. Estoy seguro que Sadie ya está al tanto y no va a tardar en usarlo en mi contra. Es por esto que debo esclarecer este incidente primero." Declaró y dejo entrever algo de tristeza.

"Por favor no hables como si estuvieras en posición de decirme eso, claramente aquí los dos tenemos ese afán por dejar nuestra vida privada de lado, fuera del trabajo, y claramente a ninguno de los dos nos resultó esta vez. ¿Qué es lo que viniste a hablar realmente aquí Katherine? Necesito respuestas, no juegos de astucia."

Al parecer el jefe tenía su lado sensible con respecto a lo que construyó, no era una simple ambición de éxito y poder. Era el amor al arte.... ¿Cómo logro sobrevivir esa pasión por tanto tiempo? Yo la había abandonado hace años.

- Si somos personas y no solo trabajadores, entonces esos ojos ¿es el trabajo o es otra cosa? - No me intimidé ante él cuando me miró a los ojos, al contrario, mis ojos chocolate seguían fijos a los de él. - Todos tenemos nuestras tormentas, pero tu mejor que nadie sabes que el show debe de continuar.

Admito que la música es terapia, pero debe servir como complemento, no como solución final. Aunque tampoco era necesario brincar a conclusiones sobre mi persona. Yo desde el día en que salí de mi coma sabía lo que tenía que seguir haciendo. Trabajar. Coger. Trabajar y volver a cogerse a un desconocido. Repetir esto por siglos.
¿Por que no soy mortal? Podría quedar fuera de este asunto, fuera del trabajo, fuera de Zinnia... fuera de todo.

- Desde que volví a estar consciente yo ya quería volver a reportarme a mis deberes Regan, seguiré trabajando como maestra.... pero me veo con la pena de informarle que creo que no debo de continuar supervisando el entrenamiento de los chicos en la obra. No quiero entrar en detalles, pero es necesario informarle de este asunto, así como cuando tenía previsto informar que tuve que rechazar al Romeo de la obra, pero eso es algo aparte que debo hablar con su amigo.

Pero la manera en que hablaba de los casos era muy personal, ¿le molestaba la paparazzi o era en si el envolvimiento emocional de Regan con respecto a la gente? Debía de entender que no puede preocuparse por todos por el bien de su psique.

- Entiendo su preocupación, pero no es sano que usted, la guitarra no lo salvará lo suficiente - contesté con pena de mi jefe, no envidiaba para nada su situación como cabeza de esta corporación.

Pero Regan se atrevió a ir al grano e incluso se atrevió a compararse conmigo. Pero lo divertido de esto era que yo al menos si sabía algo de él y el no sabía nada de mi. Apostaba a que el conflicto de Año Nuevo no se ha resuelto, y yo estaba segura que me estaba mintiendo.

- Estoy en posición, usted realmente no puede separar la vida privada del trabajo, como he podido atestiguar y deducir en otras ocaciones. Yo si pude... y mire lo que me hice. - Sonreí con sadismo, realmente quería infundirle miedo de lo que me pasó para que abriera sus ojos y supiera que él no estaba solo. Adopté de nuevo un aire inocente pero dispuesta a hablar - Yo vine aquí para informarle de mi disposición laboral y de pregunté de que me permitiera dar esa rueda de presa, ambas cosas ya fueron declaradas... E igualmente, vengo aquí por que quiero conocer al hombre que robó el corazón de mi hermosa Zinnia. Creo que puedo ver por que, es un hombre sensible y dedicado, cualidad poco encontrada en los hombres.

Apoyé mis brazos de nuevo en el escritorio y apoyé mi rostro en mis palmas para poder observar mas cerca a Regan. Quería escuchar muy bien todo lo que se atreviera a contarme.

"Es la vida Katherine, y el show es la vida misma." Fue su respuesta que se volvía una ironía si se ponía desde el lado de Katherine quien intentó acabar el show por si misma, pero Regan no lo dijo con tal intención.

Iba siguiendo las palabras de la mujer hasta que la obra escolar salió a la luz. Entendía que no quisiera o no pudiera cargar con la responsabilidad de la obra en su situación actual, pero ¿sacar a un alumno de su papel? ¿sin ninguna discusión? Y es que estaba seguro que de haber sido algo consensuado Reino se lo hubiese informado.

"Si vas a abandonar la obra entonces esas decisiones las deberá tomar el staff a cargo, no puedes sacar a un alumno cuando tu misma estás abandonando tu labor ahí." Le advirtió y es que sabía perfectamente cuales eran los alumnos involucrados en romeo y julieta, después de todo era un elenco reducido.

"Si mi guitarra no me salva lo suficiente ¿pretendes salvarme tú? De otra forma no entiendo a dónde pretendes llegar con todo esto. Tampoco veo dónde exactamente pudiste separar tu vida personal de la profesional ya que de ser así creo que esta reunión no estaría sucediendo en este preciso momento." Regan se volvió a reclinar en su respaldo, esbozando una sonrisa un poco amarga al escuchar el nombre de Zinnia Millaray.

"Gracias por el halago, pero creo que este no es el momento y mucho menos la forma de "conocerme". Tu presión es evidente y de esa forma no obtendras de mí lo que deseas Katherine. Tu no me das nada a cambio por lo que yo deba tener tal consideración. Ser sociable o carismático, un poco ingenuo o muy soñador no me hace más fácil de engañar. Sé qué estoy dejando entrever sin mis lentes, porque a diferencia de lo que muchos piensan ellos no son una pantalla para esconderme. Respecto a lo que quieres saber creo que era mucho más fácil y práctico para ti preguntarle a la misma señorita Millaray acerca de eso." Era evidente que Katherine había elegido mal la forma de acercarse a Revo, al menos por el lado personal.

El castaño tomó un bolígrafo y su agenda, le gustaba el formato tradicional cuando de organización se trataba.

"Bien. ¿Para cuando quieres fijar la rueda de prensa?"

- La decisión la tome mucho antes del incidente, y se supone que mande a comunicar mi decisión a Reino, él sabía muy bien bajo que condiciones iba a aceptar a los alumnos - La cadena de eventos debía de estar bien aclarada antes de que Regan se atreviera a cuestionar mis desiciones. - Claro, a menos que quiera forzar a un alumno a hacer algo que no quiere. - Mencioné ese detalle muy privado de mi conversación con Skyle - Tal vez sea muy severa en mis clases, pero no soy insensible a las problemáticas de mis alumnos.

Alcé una de mis cejas extrañada de aquella pregunta ¿Salvarle a él? Claro que no, mi único objetivo aquí era mis asuntos  laborales y Zinnia, y si iba a permitir que ellos siguieran interactuando a futuro.

- Cada quien tiene sus placebos de la vida Regan, solo le advierto. Yo también los tengo y no me funcionaron. - El sexo y la fiesta mantenían mi mente ocupada hasta cierto punto. - bueno, hasta ahora yo no he tenido escándalos o información de mi vida privada revelada al público o mezclada con mi trabajo ¿que hay de usted? - Hablaba exactamente del artículo que publicaron de la fiesta de Año Nuevo. Además de lo que yo sabia por mi cuenta atando cabos entre lo que me comentaba Zinnia y lo que llegué a atestiguar. - ¿prueba mi punto no es así? Pero eso no es mi asunto - usé mi sonrisa encantadora.

Exactamente ese no era mi asunto, pero Zinnia estaba entre el pasado y el futuro, dejándole un presente intranquila. Pero la dama al menos se había ganado mi afecto como para al menos interesarme en la vida privada de mi jefe.

- Usted me acaba de dar la suficiente información señor Vosuet - me referí a él en un modo más formal pero mi tono de voz  se volvió más severo- Ya escuchó mis recomendaciones, y yo ya he visto y oído lo necesario de usted. Solo le daré una advertencia, deje de comportarse como un protagonista de una novela romántica barata con mi Zinnia - Exprese un poco más tajante y cruel - Están cometiendo el cliché de mal entendidos y falta de comunicación. Y no permitiré que esto siga... Más vale que sea más decidido y abierto con sus intensiones.

Esta visita no solo era para esclarecer mi trabajo y el incidente, llevaba tiempo queriendo conocer a mi jefe y al que hizo palpitar el corazón de mi amiga.

Pasando el tema, puse atención a la conferencia de prensa a ser concertada.

- Cuando usted quiera y pueda, solo que no interrumpa mi horario laboral, usted debe tener muy bien mis horarios de clase.  - Volví a mi usual ser encantador y relajado, la Kath que era conocida en la prensa.

La confusión seguía presente en el rostro de Regan, y es que sentía que la conversación en sí no llevaba ningún orden, asunto que consideraba muy poco productivo, pero que además no parecía esclarecer ninguna cosa más que el ego de aquella mujer.

"Creo que ha habido un malentendido pues Reino no me ha mencionado nada hasta la fecha. La obra escolar no es algo menor y ninguna decisión al respecto puede ser tomada solamente por una persona. Independientemente de lo que me pueda decir ahora, necesito comprender bien y con detalles lo que está pasando y el por qué. Hasta que eso no ocurra, no hay ningún cambio en el elenco, pues te recuerdo Katherine, que el director de la escuela y ante todo, tu jefe, soy yo." Su mirada esta vez fue severa, en sus orbes azules se percibía  la molestia por la forma irrevetente de hablar de Katherine.

"Si por vida privada solo entiende asuntos de relaciones o parejas, creo que está equivocada. Al sentido común, al de la prensa y al mio, ni su noticia ni la mia son diferentes en eso, por más que usted se intente convencer de lo contrario. Los dos sabemos la verdad de cada historia y los dos sabemos que esa verdad no es la que obtendrá la prensa en ninguno de los dos casos ¿Entonces por qué se crees con el derecho de venir a cuestionar a su jefe de esta manera? Más aún, dar recomendaciones cuando no recuerdo haberlas solicitado e incluso teniendo el descaro de hacerme una advertencia, señorita Howell? No creo que sea necesario recordarle su posición." No toleraba aquella burda manera de interactuar si se suponía que ambos eran adultos y que ambos debiesen apuntar en la misma dirección. Una solución. EStaba acostumbrado a los grandes egos de la industria, pero aquello le parecía demasido. No había manera de que incluso con su gran paciencia o carisma fuese a tolerar todas aquellas faltas de respeto sin más.

"Señorita Howell, por más sincera que sea su amistad con la señorita Millaray, le recuerdo que por ningún motivo ese tema le compete a alguien más que no sea precisamente a Zinnia, Reino o a mí. Dudo que haya sido Zinnia quien le solicitara venir y hacer esto. Su mero capricho por indagar en una situación completamente ajena a usted, por que la amistad no es un pretexto para inmiscuirse en los asuntos privados de los demás, me parece una completa falta de respeto para todos. Usted sabe poco y nada de nosotros. Lamento decirle que tampoco sabe demasiado de  su amiga. Dígame ¿Qué sabe de lo que vivimos o de lo que sentimos? ¿Sin saber nada pretende tomar esta actitud como si con sus advertencias pudiese solucionar nuestros problemas? ¿Está segura que no se ha equivocado de profesión o quizás se está confundiendo con alguno de sus papeles?" Alzó una ceja, era un cuestionamiento serio. Luego relajó su postura y dio un suave suspiro.

"Señorita Howell, quiero que tenga en cuenta que esto se considera un ataque personal hacia mí de su parte, lo cual no me parece en absoluto correcto. ¿Intenta sacarme de mis cabales a través de lo emocional? ¿No cree que es un intento de manipulación bastante básico? " Se inclinó solo un poco hacia adelante.

"Usted no es el caballero blanco de Zinnia, y yo no soy ningún príncipe azul." Fue un susurro acompañado por su cálida sonrisa de siempre, sin gafas, sin máscaras. Aquella era una declaración de la que estaba seguro.

"Procuraremos resolver nuestros problemas de la forma que nos parezca más conveniente. Agradezco su preocupación. Le avisaré cuando programaremos la conferencia de prensa, primero debo reunirme con Reino y solucionar el tema de la obra. Si gusta estar presente podemos contactarlo de inmediato."  De lo contrario daría fin a la reunión que más que soluciones le había traído otros dolores de cabeza y la realización de que aquella mujer no era tan centrada como creía, pero tal vez era culpa de su estado emocional actual luego de su intento de suicidio, si era así  entonces no podía culparla.

- En eso estamos de acuerdo, eres el director y jefe - Aunque sacar esa carta de que él es autoridad para acallarme no me gustó para nada. Era un atajo barato en mi opinión - pero yo no tengo poder con respecto a como se transmitió mi decisión. Estuve consiente de esa decisión Regan, se lo mucho que afectaría la obra, he estado en situaciones similares y sabía el riesgo que implica la salida de Skyle, pero yo como maestra lo consideré lo mejor para él y la obra.

Él tenía la razón, ¿pero entonces por que me responsabiliza si al final mis decisiones no importaban? No decidí expresar mi molestia por que ese tema yo le hablaba como su trabajadora.
¿Realmente sabía la verdad de MI historia? Ni siquiera Zinnia sabía por que quería morir. Este hombre me estaba provocando, yo siempre se de que hablo.

- Sobre ese tema yo no me refiero a usted como jefe y yo no me refiero como su empleada, esa conversación la hago como una persona que casualmente es amiga de nuestro común denominador... Por favor no confunda, esta "falta de respeto" no es a su autoridad - Declaré abiertamente mi posición, en este asunto yo no era la maestra y él no es el director.  - Si me meto en este asunto es por que nos tenemos confianza ella y yo ¿acaso sabe de alguien a quien ella puede recurrir además de mi? Todo lo que le he dicho es por que quiero que ella este bien. - respondí ante ese obvio intento de alejarme a mi de este problema tan personal.

Sabía lo suficiente, había visto lo suficiente, y podía imaginar que drama mental tenía Zinnia, y si al menos podía calmar una de las tormentas de su corazón, lo haría aunque eso significara crear una enemistad con mi jefe.

- Mi profesión es justamente interpretar personajes y situaciones, no me he equivocado - me crucé de brazos molesta, no apartando mi vista del director. Esas palabras me recordaron tanto a mi ex y lo que espetó antes de que entrara a estudiar opera - Se que mis palabras son solo eso, palabras... Pero la falta o sobra de ellas logra hacer un gran impacto en las personas. Y yo lo puedo ver.... Reitero que mi intención no era provocarlo - Pero si el se ponía así es por que estaba dando en el clavo

Al momento en que él se inclinó, escuché su comentario impasible, y yo también me incliné hacia él para que me escuchara.

- No va a serlo si sigue detrás de su guitarra... - respondí con mi sonrisa cruel. Él no tenia las armas para atacarme y que sus comentarios para empujarme a la indiferencia eran inútiles.

Asentí ante la propuesta de traer a Reino a este espacio, otro factor entre nosotros tres tal vez me pondría en desventaja, pero también lo quería ver por otros asuntos. Pero ahora lo importante era la obra.

"Si según usted no está hablando de temas personales con la consideración de nuestros lugares, entonces no veo razón alguna para hablar de ese tema aquí en mi oficina." Dijo dando por cerrado aquel tema y es que no tenía obligación o interés en dar más o menos explicaciones o dilatar una pelea que no iba a ningún sitio. Según ella no había intento alguno de provocación, a los ojos de Regan el intento era obvio, pero sabía que ella no lo iba a admitir. ¿Para qué desgastar la poca energía que tenía últimamente en algo así? Era cómo intentar razonar con Sadie Brauss.

"Bien, entonces dame un momento." Sacó su móvil y se puso de pie marcando el número del manager que era su mejor amigo, incluso después del incidente ese hecho no había cambiado y dificilmente cambiaría. No importaba si todavía no lograban conversar las cosas, no era que no quisieran hacerlos, sino que el trabajo realmente no les daba la oportunidad y Regan sabía perfectamente que su carácter estaba cargado hacia el polo negativo producto del cansancio acumulado. No quería terminar perdiendo los cabales con la única persona que efectivamente podría hacerlo. Reed.

" Reino ¿Estás ocupado? Necesito que vengas a mi oficina lo antes posible. Estoy con la señorita Howell y aparentemente hubo un problema del que no estoy al tanto respecto a la obra de la escuela. Necesito que conversemos los detalles aquí. De acuerdo, te esperamos." Mientras hablaba con Reino le había dado la espalda a Katherine para mirar por el gran ventanal de su oficina hacia la ciudad.

"Vendrá enseguida. ¿Desea una taza de té o café?" Preguntó volviendo a tomar asiento en su silla, levantando el teléfono para solicitarle a su secretaria, al menos para él, un expresso. Quedando atento a la respuesta de Katherine.

- Me parece razonable, esto es el ejemplo clásico de cuando una fuerza imparable choca con un objeto inamovible.

Lo malo de esta conversación es que metí mis manos al fuego, y como bien reclamó Regan, en algo que no era mi asunto. ¿Pero debía quedarme sentada sin hacer nada mientras 3 personas se complicaban la vida sin razón? Al menos una persona me importaba de alguna manera y la otra al menos era relevante.
Al menos solo era una persona la que sabía realmente lo que yo podía pensar y ser capaz de hacer, y por como actuaba, dudo que sea capaz de comentar sobre lo que pasó en la oficina.

- Creo que voy a querer algo de té, solo con azúcar.

Me paré de la silla con cuidado para tomar mis muletas, pero cada paso que daba, la tensión de mis ligamentos no me abandonaba. La pierna izquierda me dolía con cada esfuerzo que hacia con ella. Al llegar a la pared tuve que tomarme un respiro antes de usar las muletas para regresar de nuevo a mi silla y estirar la pierna para relajar los músculos. Yo nunca pedí mi habilidad regenerativa ¿pero por que no podía usarla cuando más la necesito?.
Si Revo me estaba viendo, yo esquivaba su mirada. Si tenía una mirada compasiva, no quería verla.

"Bien" Respondió con una sonrisa para luego pedirle tanto el expresso como el té a su secretaria, la que además le informó de algunas llamadas recibidas en el lapsus en el que se llevaba a acabo su reunión. Regan le dio indicaciones para agendar algunas cosas mientras revisaba su itinerario, por lo que realmente no le prestó mucha atención a Katherine, era libre de desplazarse por la oficina o incluso optar por sentarse en el sofá que se encontraba en medio de la sala junto a una mesa de centro.

Aquellas semanas no le daban respiro alguno. Lo bueno era que justamente era época de vacaciones para Musette, lo que le brindaría el tiempo necesario para solucionar aquel percance antes de que los chicos continuaran los ensayos, pero eso no era simple, sabía que un cambio en el elenco a quién más le generaría problemas sería al compositor, incluso si....

No, no sacaba nada con comenzar a pensar demasiado aquello pues aún no comprendía en absoluto la situación. Debía esperar a Reino.

En poco la secretaria trajo el café y el té de cada uno y se retiró. Revo esperó que Katherine se sirviera su té antes de llevarse el expresso a la boca. No era tan apegado a la cafeína, pero ahora mismo parecía lo único que podía ayudarlo a mantener el ritmo del día.

No pasó mucho tiempo más antes de que la secretaria volviera a la oficina, anunciando la llegada del mánager.