Una Interesante Reunion

*Habían pasado muchas cosas estos últimos meses Demian tenía demasiado en que pensar y no tenía realmente nada con que distraerse, después de varios días estaba tranquilamente sentado en su sillón/trono de aspecto gótico victoriano en su habitación del hotel fumaba tranquilamente hasta que en unos momentos tocaron a la puerta, el rostro de Demian se mostró sorprendido las únicas que tenían llave del elevador eran Odette y Scarlet, pero no sentía la presencia de ninguna de ellas y cualquier otra visita le avisaban de la recepción antes, se paro a abrir la puerta pero antes apago el cigarro de clavo que estaba fumando*

Muy buenas noches señor Vitae, vino un mensajero de El Sello Merveilles Records a traerle esta carta, dijo que era importante por eso se le trajo enseguida disculpe si le moleste, que pase buena noche

*Tras decir eso y entregarle la carta a Demian el empleado del hotel se retiro, el vampiro agradeció y cerro la puerta al ver que se retiraba ;Demian vio el sobre curioso, era raro que el Sello enviara cartas  pero no solo el mensajero que menciono el empleado del hotel si no el sello de cera que contenía la carta demostraba su autenticidad. El vampiro abrió la carta y leyó el contenido....*

La carta:

Música:

*El vampiro sonrió ante aquella carta por un segundo pensó que podría ser algo como un regaño pero no, todo lo contrario era una invitación para distraerse del mundo y compartir con sus colegas en el Sello, hace mucho que no se juntaba con gente del mismo medio artístico, no desde que estaba con Beatrice y cuando fue a firmar su contrato en el sello como Manager, sería interesante esa reunión, la esperaría con gran interés.


Finalmente el día de la reunión había llegado y gracias a los abismos era en la tarde casi noche, no sabía si era un evento elegante pero a fin de cuentas Demian siempre mantenía el estilo llego al el sello con un traje elegante de color negro de tres piezas giorgio armani una camisa negra igual y una corbata roja, le gustaba la pretensión así que llevaba su capa y un bastón todo completamente italiano el cabello lo traía agarrado en una cola de caballo con un listón del mismo rojo que la corbata y esta descansaba sobre su hombro. Demian entro al sello y busco la sala de conferencias Numero 3 como indicaba la carta* bien aquí vamos...* al entrar pudo ver que dicha sala de conferencias había sido arreglada como un salón de eventos con una pequeña barra de bebidas y una con botanas un podio para hablar y unas cuantas mesas para sentarse, al parecer había sido buena idea el ir bien arreglado.

Todo estaba empezando apenas el había sido de los primeros justo en la entrada un mesero le pregunto por su capa y bastón para llevarlos al armario junto a los abrigos y ese tipo de cosas, el acepto y entrego las cosas para ir después a la pequeña barra, el cantinero le sonrío y le pregunto que que deseaba beber* una copa de vino tinto cabernet si tiene de preferencia...  *le entregaron su copa con una sonrisa y el agradeció con la cabeza luego se giro miro a todos lados y se sentó en una mesa para esperar a que llegara mas gente antes de empezar a socializar

Ya era muy noche cuando llegó a aquel departamento. Después de trabajar había decidido ir a algún bar, solo, como siempre lo hacía cada vez que era fin de semana. Caminaba como si nada por el pasillo, a pesar de haber bebido no le había hecho mucho efecto y en el bar comenzaban a hacer riñas por lo que decidió dejarlo por ese día, no quería estar cuando pusieran orden o llegara la policía, se iba a ver incolucrado queriendo o no sobe todo por su apariencia. Después de salir del bar fue derecho a su departamento, con la única finalidad de poder descansar un rato.

Llegando a la puerta del departamento buscó entre su ropa la llave para abrirla. Una vez dentro del departamento fue directo a la sala, encendiendo la luz, se sentó en el sofa mientras miraba la carta que había recogido, era un sobre con el sello de Merveilles Records, lo observó un poco curioso pues era raro que enviaran ese tipo de cosas, sin remitente o asunto alguno en el sobre y según la casera, le había llegado esa carte poco después de que se fuera. Decidió abrirlo y terminar de revisar el asunto lo más pronto posible, aunque lo más probable es que en la mañana volviera a leerlo. Abrió el sobre lo más cuidadoso que pudo y entonces empezó a leer la invitación. Terminando de leerla aventó la carta a la mesita de noche que estaba enfrente, se recargó en el sillón comenzando a pensar.

No era nada referente al trabajo, solo era una conviviencia entre sus compañeros, a los cuales les dedicaba a lo mucho un saludo o un consejo, nunca se atrevió a tratar de socializar mucho con ellos y es que desde un tiempo para acá había tenido interés de entablar una amistad o algo similar pero ahora se le hacía una invitación. Bien pudo encogerse de hombros, decidiendo no ir e irse a descansar pero ¿Que tan malo iba a ser el estar en un lugar con muchas, muchas personas? Ya debería de comenzar a ser más sociable, al menos en su campo profesional. Iba a ser un esfuerzo el presentarse además tendría que ir de manera formal ¿Cierto? Pues aunque no lo dijera la invitación era lo correcto para ese tipo de eventos. Lanzó un largo suspiro, tal vez asitiría…

El día del evento había llegado, a la mañana siguiente siguió pensando en si asistir o no y al final decidió hacerlo pero claro sin ninguna prenda formal, solo su vestimenta normal y es que nunca se había vestido con traje, no era para nada su estilo y le haría sentir más incómodo. Llegó a la hora indicada, entrando pudo notar que había sido uno de los primeros en llegar. Entró con el rostro serio, mirando de reojo a su alrededor viendo que habían arreglado de una manera muy formal. Él de cierta manera desentonaba un poco. Decidió ir a la barra, donde ya se encontraba alguien más, alguien a quien nunca había visto pero solo le dedicó un buenas noches mientras volteaba a ver al cantinero, el cual le preguntaba qué es lo que deseaba beber- Un Wisky en las rocas- Pidió. Solo tomaría ese vaso hasta que en la sala llegaran los demás invitados. Una vez que le dieron la bebida él decidió estar en la barra, podría decirse que era su “zona de confort”

Mi trabajo en Merveilles Recordes había aumentado. Aparte de mi trabajo en la esceula, ahora que tenía a dos representadas, y una de ellas con dos conciertos en proceso, me ocupaba casi todo el tiempo, debo agradecer que no duermo tanto así que aprovecho todas las horas posibles. ¡Necesitaba un descanso! Eso era seguro.

Terminé mi jornada laboral del día y me dirigí a mi apartamento, para mi sorpresa alguien había dejado una carta ahí. -¿De quién será?- Al observar el interior pude notar que era del Sello. ¡Un evento en la sala de conferencias! Al parecer mis deseos por algo de socialización y descanso habían sido escuchados. -¡Vaya! Al parecer al Sello le interesa la convivencia entre sus managers. No los culpo, es mejor si estamos unidos- Estaba decidido, iba a ir.

El día de la "fiesta" llegó pronto, y yo estaba preparado. Me vestí formal para el evento y me dirigí para allá a la hora indicada. Sé que muchos no llegan a la hora que dice, pero no era mi estilo llegar tarde.

Busqué la sala indicada, y al entrar vi todo el decorado para el evento. ¡Sí, era formal! Lo que pude notar es que había caras poco conocidas, sí había una que otra persona que he saludado y visto en Merveilles, pero de eso no pasaban, de conocidos.

-¡Vino tinto por favor!- Dije al joven que atendía la barra. Era hora de empezar a convivir

traje:

Era un día tranquilo, demasiado para mi buen gusto, estaba esperando algo interesante para hacer, no había tenido noticias de mi representado, seguro debía estar preparándose para su siguiente audición, de lo contrario iría a azotarlo como a un perro desobediente, si... seguro haría eso. Me encontraba en mi cuarto de hotel, para matar el tiempo me había puesto a tocar el piano, no era de hacerlo muy seguido, pero ya teniendo conocimientos y nada que hacer, era buen momento para volver a hacerlos. 

No llevaba mas que unos 15 minutos en ello hasta que el timbre del cuarto sonó, no recordaba esperar visitas, a menos que sea el kelpie que se le dio por aparecer, cerrando la tapa del piano y poniéndome de pie, me encamine a la puerta, al abrirla pude observar un empleado del hotel con una carta sobre una bandeja, interesante... esperaba que no fuera de la cárcel donde encerré a mi hermano esperando una nueva testificacion, pero no tenia ningún sello de eso... al contrario, tenia un sello un poco peculiar. Luego de darle una propina al empleado y cerrar la puerta, me dedique a leer la carta.

-interesante.... con que una reunión de managers eh?

que alago que se molestaran en hacer algo asi, espero que no sea algo como una convención barata, porque me enojaría bastante.

-bueno, no tengo nada que perder... 

Y con eso fue a arreglarme un poco, nada que uno de mis tantos trajes de ejecutivos, como siempre dejando a la imaginación por la falda y el escote, aunque esta vez abotone mi camisa para dar una imagen un poco mas respetuosa. Tome mi bolso y salí del hotel, tome uno de lo taxis que siempre están en la puerta y me dirigí a la dirección pactada en la carta. Al llegar, tenia la pinta de un lugar de eventos, mi pánico que sea una convención barata estaba atacando nuevamente, pero si era del sello... debería darle una oportunidad.
Busque el salón donde estaba pactado el encuentro y al entrar me sorprendió la ambientación, mis esperanzas se habían renovado en cuanto a la seriedad y elegancia del asunto.

-parece que llegue temprano~ 

comente para mi misma al solo notar a 3 personas en la barra, bueno, siempre es bueno ser puntal, me acerque a dicha barra y haciendo un gesto de saludo con la cabeza pedí algo para beber:

-campari orange por favor

al menos para empezar con algo liviano, se ve que esto daría para rato muchas vueltas, solo esperaba que no fue un desperdicio de tiempo

Como aún no disponía de residencia fija en Glass City, había sido la propia administración del Sello la que se había puesto en contacto conmigo. El día antes al evento recibí una llamada de una secretaria con voz nasal que me avisó del percal. Le dí las gracias por el aviso y colgué. Hacía solo un par de semanas que acababa de llegar a la ciudad y por ende, al sello, así que no conocía absolutamente a ninguno de mis compañeros de profesión. Sonreí para mis adentros, alabando mi suerte. Aquel evento sería la oportunidad perfecta para presentarme a mis compañeros.

Al día siguiente me puse mi vestido blanco de Chanel con mis tacones Loboutin y mi diadema blanca de seda despejándome la cara. Sencilla pero glamurosa.

vestido:

Una vez en la sede del Sello no me costó demasiado encontrar la Sala de Conferencias. Al entrar vi a cuatro individuos pululando cerca de la barra y una mesa con aperitivos en una sala lo suficientemente grande como para que estacionase dentro un camión de bomberos. Impresionante. También había algunas sillas enfiladas en un extremo de la sala, pero ni rastro de un DJ o similar. Bufé por lo bajo y con paso airado caminé hacia la barra; mis tacones resonando con prepotencia.

-Un Shirley Temple, y no abuse de la granadina, por favor- ordené al camarero, dando golpecitos con las manos sobre la barra, echando un vistazo al grupo de personas a mi lado- Bueeeeeeno- intenté romper el hielo- ¿qué tal les va?- una manera muy pobre de hacerlo, pero estaba en blanco- Mi nombre es Nygvi Egna, vengo de Egipto. Llegué hace unas semanas al Sello, ¿algo que deba saber?- esbocé una fingida sonrisa entre amigable y nerviosa, encogiéndome de hombros.

Los días pasaban tranquilamente, o al menos eso era lo que debería estar pensando Camus debido al poco movimiento.

Si bien había comenzado a tomar algunas audiciones en el sello y a conversar sobre la futura carrera de su hermana, en realidad el trabajo más duro era el de dirigir ciertos negocios que quedaban por cerrar en Japón desde aquí, Glass City.
Meditando a las primeras horas de la mañana respecto a eso se encontraba sentado sobre uno de sus finos sillones, su hermana, por su parte yacía dormida aún en su gran cama. Alexander, su fiel can estaba acostado a los pies de Camus cuando de repente se levantó y fue directo a la puerta.

Qué sucede?-preguntó al perro-Ah...ya veo- la mascota del hombre traía en su hocico casi sin tocar el papel una carta de fina procedencia- el sello...-tomó un cuchillo de un cajón cercano y abrió la carta.

Formalidades son formalidades, si se dieron el tiempo de hacer este evento supongo que es necesario ir a socializar...-alzó una ceja mirando a Alexander-no quiero verme en la obligación de decirles como deben organizar un evento de tal calibre, aunque debo decir que si es manejado por merveilles no debería de ser el caso.-acarició a su perro y durante el día preparó todo para tal noche.

Un conjunto tradicional, un bastón y sus gafas, se las pondría cuando fuese necesario hacerlo.

conjunto:

Iba hacía el lugar cuando notó que más adelante una mujer de cabello largo se dirigió al mismo lugar que él, dejó aquello pasar y unos segundos más tarde entró a las instalaciones. Bello lugar sin duda, no tan grande y espacioso como el Silk Palace pero no podría comparar un palacio con una sala de conferencias, eso era seguro.
Dejó el sombrero y el saco al respectivo hombre que se encargaba de ello.
Al parecer todos estaban "juntos" en la barra, agradecía que fuesen puntuales, eso no lo negaría.

La primera en hablar fue la mujer, dirigiéndose a todos los presentes. Camus no se sentó y respondió enseguida a su pregunta para luego mirar a todos con una serena y cordial sonrisa, muy buen puesta en su cara de ex-idol.

Mi nombre es Camus, por mi parte debo decir que también vengo  de lejanas tierras, Permafrost...es un placer,anhelo que nuestra velada sea fructifera-hizo su usual reverencia de caballero y miró a los demás esperando sus reacciones para saber sus nombres.

*Se encontraba sentado cuando de uno en uno fueron llegando mas managers el primero de ellos era un joven de cabellos negros a diferencia de el y uno que otro en el salón este portaba una ropa bastante normal su mirada mostraba incomodidad con respecto al lugar y se sentó en la barra seguro pensaba que desentonaba y eso le molestaba, había algo interesante en el su aroma...era algo ligeramente familiar y agradable, escondido entre capas de olor a cigarro se encontraba ese aroma a vainilla delicado de Scarlet, eso hacía obvio el que la conociera pero ¿cual era su relación con ella? ¿sería acaso su manager ?

Sus pensamientos se vieron interrumpidos al sentir ahora una presencia diferente una energía extraña que no lograba reconocer, pero aquel caballero que acababa de entrar seguro era alguien interesante y aparte bien vestido, lo vio igual acercarse a la barra y pedir una copa de vino, al parecer también tenía buen gusto...¿pero quien era?

*Demian se acerco a la barra y a los dos caballeros con una sonrisa y la copa de vino en la mano* al parecer nos reunieron para conocernos, así que me presento Demian Vitae y aunque no lo crean soy un manager aquí en el sello *dijo bromeando a la ves que levantaba su copa y se recargaba en la barra con una sonrisa calmada que entonaba con su rostro. A los pocos momentos entro una pelirroja también bien vestida, su aura era inconfundible era una Demonio, bueno no le parecía algo complicado eso, el era un vampiro y la idea de que una demonio te ofrezca el estrellato a cambio de tu alma es algo bastante lógico, le sonrío y saludo levantando su copa sin alejarse de la barra, luego entro una joven de cabello negro
con una diadema blanca con una mirada poderosa, algo que no faltaba en todos los managers,  al parecer había bastantes y todos tenían ese mismo poder en la mirada.*


"Nygvi Egna, vengo de Egipto" se presento la joven de cabello negro y luego de eso llego un caballero y verdaderamente decir caballero pues portaba un bastón y sombrero como todo un caballero, se presentó e hizo una reverencia, que por educación Demian tuvo que repetir*
como les explicaba a los otros caballeros yo soy Demian Vitae, vengo de la bella italia *hizo una reverencia como hizo Camus* al parecer nos reunieron aquí para conocernos y pasar un buen rato platicar sobre nosotros y ese tipo de cosas, así que sin mas es un gusto conocerles.

música de ambiente:

*Su acento estaba siempre presente y no era algo que le molestara todo lo contrario le hacía sentir orgulloso el demostrar de donde venía, al final entro un ultimo caballero disculpándose por la tardanza y aunque mostraba una sonrisa tenía la misma mirada afilada que todos ellos era claro que era un manager y por el brillo en su mirada seguro era alguien importante* no te preocupes y bienvenido, bien...¿quien de nosotros empezara a contar primero de sus "protegidos" o de su atareada vida laboral ?

off:

Sabía que o que había pedido era muy fuerte, más si apenas estaba comenzando la reunion pero de esa forma lograba sentirse un poco más relajado, su expresión, decidió mantenerla neutral hasta que estuvieran todos (O la mayoría) reunidos y saber cómo eran los demás compañeros de su area laboral.

Poco a poco empezaron a llegar, notando que todos estaban vestidos de una manera formal, muy propia para el evento, también notó que todos se estaban dirigiendo a la barra, cosa que Michael no quería que sucediera, al menos en un principio. La primera persona que fue comenzó a hacer plática, él no respondió a la broma que había hecho la otra persona, no por que quería ser grosero, solo que su sentido del humor no estaba en esos momentos pero trataría de convivir lo más formal que pudiera. Antes de contestar le dio un trago a su whisky- Michael Russo, un gusto señor Vitae- Esa conversación se quedó en el aire pues conforme llegaban los demás se presentaban. Las mujeres que llegaron se veían con un caracter fuerte, y estaban vestidas con elegantes vestidos, los escuchaba a cada uno pero hasta ahí llegaba la interacción. Él no se percató pero cada vez que entraba uno, le daba un trago su vaso.

Llegó a la conclusión de que ninguno de los presentes se conocía, lo cual sinceramente le sorprendió. Pensó que al menos un pequeño grupo se conocerían ¿Acaso la profesión de manager era en si solitaria? Algunas caras si eran un tanto familiares pero sólo por que los saludaba cuando llegaba y hasta ahí. Pensó que ya estaban presentes todos cuando unos minutos después se escuchó la puerta abrirse, sentía curiosidad por saber quien era el impuntual y por primera vez en todo ese tiempo su rostro cambio de expresión frunciendo el entrecejo levemente. La persona que había entrado era igual que él, desentonaba por sus vestimentas y también su apariencia no era propiamente el de un manager. Claro la apariencia de la persona que llegó cambió radicalmente en esos años que no se habían visto, al igual que la apariencia de él y es que por ciertas circunstancias los que llegaron a ser amigos inseparables ahora eran solo desconocidos. Michael no dejaba de observarlo, con una mirada penetrante.

De repente se levantó del banco- Creo que es momento que de una presentación general- Dijo sin apartar la mirada de Reino, su voz sonaba tranquila, no había ningún signo de agresion pero su mirada se volvió un poco más fría- Soy Michael Russo, estoy en Merveilles Records de manager hace algunos meses pero no he logrado tener a alguien a quien representar de forma definitiva, aún no encuentro a alguien que tenga esa “chispa” y vaya a mi ritmo- Cerró los ojos por unos momentos, al abrirlos miró de reojo a cada uno de los presentes- Yo nací y crecí en Glass City…Un gusto en conocerlos- Sin entrar a más detalles se volvió a sentar para pedir una segunda ronda.

Esto parecía convertirse en una reunión de adolescentes de preparatoria que no tenía ni idea de qué hablar con los demás; y generalmente mi estilo no era presentarme primero, quería observar primero la forma de actuar de mis ahora "camaradas". Mientras estaba en la barra un tipo que parecía tener un aura extraña, de nombre Demian Vitae, se presentó a nosotros, y luego se dirigió al resto del mundo.

El silencio venidero a Demian fue roto cuando una de las mujeres presentes decidió continuar con las presentaciones: Nygvi Egna, de Egipto ¡Al parecer tendré que mencionar mi ficticia nacionalidad. De ahí, siguieron otras personalidades: Un rubio que dice venir de "Permafrost", el cual el nombre me resultaba familiar ¡La misma nación que la Señorita Camille! El siguiente fue un caballero llamado Michael Russo, quien al parecer lo había visto sólo de rostro por los pasillos del Sello, pero de ahí no mucho.

Viendo como otro manager entraba a la sala -que tenía una apariencia muy extravagante- decidí que ya era hora de presentarme ante los demás-¡Muy bien! Creo que ahora es mi turno- Acomodé mi copa en la barra y me acomodé la corbata para presentarme mejor con un ademán de reverencia. -¡Buenas noches a todos! Soy Julius Shavantog, de Liverpool, Inglaterra...- Por suerte estos dos siglos viviendo allá la mayor parte de mi tiempo ayudaron a adaptar mi acento.- mi apellido viene de mis abuelos que eran inmigrantes. También soy nuevo en Glass City, y tengo la suerte de tener a dos representadas: la más reciente, Natsuko Shinomiya, y la singular idol franco-japonesa Charlotte Nakashima...¡Un gusto conocerlos a todos!- Puntualicé con una sonrisa y volví a la barra y volver a tomar la copa del vino que pedí.

Spoiler:

Uno por uno comenzaban a presentarse, formalidades que prefería seguir al pie de la letra. Cualquiera de los allí presentes podía ser un buen contacto para alianzas futuras así que Camus guardaba en su memoria rostros, nombres y la información que daban.

Reino le resultaba familiar, le había visto en el sello en alguna ocasión y es que investigar de la susodicha glass city correspondía darle cabida a los que rodeaban a Regan Vouset. Además, no era facil olvidar a un tipo tan emblemático como Reino.

Una de las chicas presentes de pronto comenzó a sentirse mareada y se veía pálida, se tambaleó un poco- Está usted bien?- comentó Camus "preocupado" por ella- Creo que me he descompensado...-la pelinegra miró a la otra mujer- ¿Podrías acompañarme al servicio, por favor? No quiero causar problemas yendo sola.

La peliroja suspiró e hizo un gesto con la mano al conde para que lo dejara pasar- Yo me la llevaré, ustedes sigan con esto~de igual manera no pueden entrar al baño con ella, tengo que ir yo- la tomó a su cuidado y salieron de la habitación.

Esperemos que todo salga sin ningún mayor problema...-al ya las mujeres perderse de vista, Camus prosiguió con la charla- En mi caso si bien vengo de Permafrost mis últimos años los viví en Japón, ejercí como idol junto con la agrupación Quartet Night en la disquera de Shining Saotome-En el mundo del pop y los idols el nombre de Shining Saotome era bien conocido, a su vez también STARISH y Quartet Night.  Miró a Julius y le sonrió con cortesía- El mundo se a empeñado en traer a artistas japoneses a esta gran ciudad, también conozco a la señorita Shinomiya, es hermana pequeña de Shinomiya Natsuki, he podido compartir en varias ocasiones con él. Al ser ella la familiar de un estimado compañero de trabajo por favor, cuide de ella- hizo un ademán japones después de la típica frase y a continuación pidió una copa de vino- Un Rosé, la mejor reserva que tenga de ser posible, por favor.

volvió a mirar a los demás con elegancia y tranquilidad- Por el momento no estoy representando a nadie, he estado habituándome a la vida del sello y conociendo exponentes en las audiciones, como seguramente muchos de ustedes. Tengo un representado a futuro seguro y es  Camille, mi hermana. Posee un futuro prometedor. 

La música no tardó en sonar y los tragos corrieron de mano en mano. Reino pidió una copa de vino para no desentonar y solo entonces el elegante caballero de cabellera negra y ojos color esmeralda tomó la palabra. Le escuchó curioso, notando el origen de su acento antes de que mencionara su nacionalidad.

Apenas acabó, Reino se unió al círculo de managers con copa en mano y se permitió estudiar sus rostros: todos eran muy diferentes entre sí y destacaban por distintas cualidades, pero hubo un personaje que acaparó por completo su atención una vez posó su mirada en él. Por fortuna, fue el siguiente en presentarse después de Demian.

"¿Michael?" No estaba seguro si aquél pensamiento se mantuvo en su mente o si se escapó de sus labios, mas la sorpresa en su rostro fue evidente salvo por las gafas oscuras que siempre protegían sus ojos. Sabía que Michael amaba la música más que cualquier otra cosa pero nunca esperó verlo convertido en manager, y encima, en un lugar consagrado como resultaba ser Merveilles Records, el nicho de artistas más importante del mundo. Esa ciudad era más pequeña de lo que él mismo había pensado alguna vez. Resultaba curioso que Michael vistiera un estilo tan parecido al suyo, desentonando por completo con quienes les rodeaban. Anunciaban ser dos ex pandilleros alojados en esa élite.

Reino guardó silencio cuando los otros managers se presentaron, incluso ignoró por completo a las mujeres que acababan de retirarse a los lavabos.

Su mente se quedó en blanco cuando llegó su turno. Se limitó a devolverle la mirada a Michael, quien le observaba fijamente. ¿Le había reconocido? Llevaban más de diez años sin verse y él sobre todo había cambiado bastante. Ya no era el delincuente rebelde y menor de edad que traficaba drogas en los suburbios de Glass City.

"Bueno, aun si no me ha reconocido hasta ahora le daré un empujón. No tiene sentido esconderme de mi viejo amigo."

— Yo soy Reed Obeh, mejor conocido bajo el seudónimo de Reino. Fui líder y vocalista de The Owners, en aquellos años en que Merveilles no existía. Actualmente represento a Reira Serizawa, una cantante de gran trayectoria en Japón. Quizá Camus la conozca. Se asentó en Glass City hace unos meses y estamos formando una banda. Y eso no es todo: también estoy representando a Siegfried Kindelan, un vocalista rebelde pero prometedor. — Dijo con orgullo. Hizo una pausa mientras paseaba su mirada por los presentes. — Se supone que soy el manager más antiguo del sello, por lo que me sienta un poco mal no haber interactuado antes con alguno de ustedes, ¡y yo que creía ser popular! — Río un poco ante su propia broma. — Como sea, sé que todos saben hacer su trabajo pero no duden en recurrir a mí si lo necesitan. Estoy para servir.

Spoiler:

Había pasado unos días desde la reunión que había tenido con Revo, James tenia la dirección del lugar al que tenia que llegar y las instrucciones de como llegar, pero aun así al no conocer la ciudad de Glass City se perdió, cuando por fin logro encontrar el sello, estaciono su auto en un espacio para invitados ya que todavía estaba llevando a cabo todo lo que tenia que ver con su papel de manager para el sello, estaba algo nervioso por tener que relacionarse con otros tan pronto, pero tenia que hacerlo, tenia que seguir adelante.

Después de tener que pedirle indicaciones a una de las personas del sello, James por fin logro llegar a la oficina Nº 3, tomo el pomo de la puerta con algo de duda, pero en un arrebato de valentía decidió entrar, cuando entro vio a todos los que ya estaban presentes ahí, al parecer había llegado tarde.

- Lo siento, como recién llegue a Glass City hace unos 4 días, me perdí camino hacia aquí, después de todo es mi primera vez viniendo a las oficinas, mi nombre es James Müller -

Spoiler:

James entro en la oficina después de dar esta introducción, y se acomodo intentando no molestar a ninguno de los presentes, esperando a ver de que estaban conversando para ponerse al día, fue ahí cuando recordó que Revo le dijo que le informaría a alguien de que el iba a ir, quería saber a quien le había dicho .

Spoiler: