Reunión 9 AM (Katherine y Reino)

En lo que intentaba relajar mi pierna, pude ver el sofá en el lugar. Regan estaba en una llamada, así que esperé a que desviara la mirada un momento a mí para señalarle que me cambiaría de lugar.
Tomé de nuevo las muletas y me desplacé al otro mueble, donde tomé la libertad de apoyar mi pierna para que el dolor se disipara.

Acepté la taza de té y tomé un poco. Miré a Regan y recordé un pedido que me había hecho Zinnia hace tiempo, en la fiesta. ¿Debía decirle esto ahora o después, cuando llegara Reino y quisiera retomar el tema?.

- Regan.... Tengo un mensaje de parte de Zinnia - dejé la taza en la mesita para voltear a verlo, ahora siendo mas honesta y seria, no sardónica y cruel como podía ser - Me pidió que te dijera esto de su parte, personalmente creo que ella debería hacerlo, pero no le negaré un favor a ella... No odies a Reino.

Después de hablar, la secretaria volvió anunciando la llegada del manager. Ahora tenía que volver a concentrarme en el trabajo por ahora.

Había planeado dejar las cosas hasta ahí respecto a los temas personales, pero ante el último comentario, o más bien recado que le dio Katherine, Regan no pudo evitar soltar una respuesta inmediata y sincera, acompañada de una sonrisa completamente honesta de su parte.

"Puede decirle a Zinnia que no tiene por qué preocuparse de eso. Nada ni nadie en este mundo, bajo ninguna circunstancia, lograría hacer que yo llegase a odiar a ese hombre. Por él estoy dispuesto a hacer más de lo que probablemente él mismo imagina, más que por cualquier otra persona." Revo tomó otro sorbo de su expresso al terminar. No esperaba que ni Zinnia, ni Katherine supieran de eso, por lo que el mensaje no le sorprendió realmente, sabía que probablemente la bailarina lo había dicho con la mejor de las intenciones, incluso si su posición no era la más adecuada como para pedir algo así.

Alcanzó a decir, haciendo esperar a la secretaria solo un momento antes de que esta hiciera pasar a Reino.

"Buenos días Reino. Adelante, por favor." Saludó cordial mientras se ponía de pie dispuesto a ir a saludarlo con total naturalidad, tal y como siempre.

— ¿Sobre la obra? — Fue lo primero que dijo al escuchar a Revo a través del auricular de su móvil. Le extrañaba que le llamara para eso: la academia se encontraba en plenas vacaciones de verano por lo que, lógicamente, no habían realizado nuevos ensayos. Las cosas estaban tal y como las dejaron antes del término de semestre. — Vale. Voy de inmediato.

En esos momentos Reino se encontraba en Merveilles atendiendo un error de documentación relacionado con el Music Fest, por lo que llegar a la oficina de Revo no le tomaría más de unos minutos.

Tenía muchas cosas en la cabeza desde la fiesta de año nuevo y aquél llamado avivaba sus preocupaciones. No sabía abordar el tema de Zinnia con su amigo, aunque deseara hacerlo más que nada ambos se encontraban demasiado ocupados. Quería esclarecer ese asunto de una vez y ahorrarse cualquier mal entendido... Pero, por otro lado, ¿no había hablado suficiente esa noche? ¿Qué podía agregar, si todo lo dicho a Zinnia era cierto?

"Sí, no debo decir nada a menos que él me pida explicaciones. No tengo derecho" se decía con resignación. Le atormentaba haber herido a Regan por tan desafortunada coincidencia.

Sin embargo, evadir el tema resultaba cada vez más difícil: hace solo dos días la prensa había metido sus narices en el percance de año nuevo, revelándolo todo sin ningún tipo de consideración. ¿Revo fijaría una rueda de prensa? ¿Qué diría en respuesta a las declaraciones de Sadie? ¿Le pediría hablar en su lugar? No podía evitar sentirse jodido por la despectiva manera en la que la reportera habló de su familia. Todo Glass City sabía el "chisme" de lo sucedido con Noire y su esposa, ¿cuál era la necesidad de herirlo otra vez con ese tema?

Por si fuera poco, en la oficina de Revo también se encontraba Katherine, quien aparentemente había atentado contra su vida (o al menos eso decían los medios, Reino no creía nada de esto, ella era una mujer demasiado fuerte como para hacer una tontería así). Con todo encima, el manager no podía evitar sentirse preocupado por el estado de la profesora tras el accidente. Tantos conflictos, tantos temas entrecruzados y él no sabía siquiera qué decir al llegar.

"Vamos. No te están llamando por eso... Solo quieren discutir alguna trivialidad sobre la obra. No tienes por qué hacer una tormenta en un vaso de agua."

Esta fue la última convicción de Reino antes de que la secretaria anunciara su llegada y él aproximara sus pasos hacia la oficina. Al hacerlo, escuchó la voz de Katherine a través de la puerta entreabierta que les separaba. Mencionó a Zinnia. "Mierda." El nerviosismo empezaba a apoderarse de él otra vez. Sus pasos perdieron fuerza y velocidad a medida que escuchaba lo que ella le decía a Revo. ¿Qué expresión estaría colocando él en ese momento? Quería verla. No, no, en verdad no quería. No quería escuchar su respuesta. ¿Y si... después de todo le odiaba?

En eso, Regan tomó la palabra.


Reino dejó escapar el aire retenido en sus pulmones y entró. Sin decir nada, apartó las gafas de sus ojos y quedó viendo a Regan como si estuviera viéndole por primera vez. A penas atravesó el umbral de la puerta la realidad se desdibujó: volvía a ser un chiquillo de dieciséis años perdido y con los cabellos castaños. El delincuente. El cantante frustrado. Reed.

¿Y el hombre sentado frente a él? El idealista de siempre. Más joven quizá. Más fracasado también. Pero nunca menos soñador.

Ciertas imágenes, ciertas palabras volvieron a aparecer en su cabeza, rodeándolos a ambos como un torbellino de memorias cruzadas. Una oleada de calor inundó su pecho de un segundo a otro. Acababa de recordar algo que suponía no debía olvidar nunca.

Cerró los ojos y volvió al presente, como si eso bastara para romper el hechizo.

— Buenos días... Regan, Katherine. — Saludó a ambos de manera pausada, dedicándole a su amigo una sonrisa sincera. No hacía falta decir nada más.

Al escuchar las palabras de Regan sentí envidia. Él tenía un confidente, yo apenas pude confesarle a Zinnia mis tribulaciones, pero lo hice por que sentía que se lo debía, no por que tuviera ese lazo tan fuerte como ellos dos.

- Tal vez necesita decírselo mas seguido - le respondí con un gesto indiferente pero triste. Yo le tenía tanta envidia.

Me levanté del sofá con cuidado cuando se le permitió la entrada a Reino. Estaba tan cambiado, no era nada con el chiquillo vagabundo de mis recuerdos. Solo escuché chismes de su vida cuando estaba en recuperación, ¿Cuánto habría cambiado por dentro? ¿Cuánto habría mantenido de Reed?.
Yo volví a tomar mi papel de la dama de Liverpool como todo mundo me conocía.

- Reino, darling~ Ha pasado tanto tiempo - el timbre de mi voz mostraba lo feliz que estaba de verlo. Me acerqué con cuidado para no provocarme mas dolor en la pierna, por que aun mi ego me impedía interactuar con estos hombre en mi faceta más débil de mi vida. - Lamento que te tuviéramos que llamar pero era necesario que hicieras acto de presencia - le di dos besos en sus mejillas, a las usanzas europeas.

Volví a tomar mi asiento con cuidado, pero en esos segundos pensé si yo debía ser la que debía aclarar el tema o Regan. Creo que mejor yo debía proceder, esta vez con una actitud más profesional ante los hombres.

- Reino, antes del accidente que tuve, entablé una conversación con el actor de Romeo, Skyle, él me pedía salir de la obra. Intenté que recapacitara y que podríamos sostener practicas pero el muchacho se mostró reacio a continuar. Se le notaba que estaba muy preocupado por él en la obra. - Expliqué la situación para ambos, para que entendieran mi perspectiva. - Sacar a alguien de la obra es el último recurso que hubiera considerado, pero ¿que podría haber hecho yo? Se que soy la maestra de Escena, pero ¿forzar a un alumno hacer algo que no quiere?... Soy una profesora estricta, pero no soy insensible cuando un alumno se abre ante mi pidiéndome ayuda. - Pero también tenía que comentar lo que había dicho Regan, acerca de mi futuro desempeño con este proyecto - ... hace poco le informé al señor Vouset que me encuentro imposibilitada de continuar mi labor en la obra, mi recuperación esta en juego.

Dentro de mi bolsa saqué una carpeta y se la otorgué a mi jefe para que la viera. Él si ponía especial atención a los detalles se daría que no era cualquier doctor o cirujano el que daba las indicaciones de reposo, era el psiquiatra que se me "forzó" a ser atendida por él. El descanso era por cuestiones de estrés de mi parte.
Abandonar la obra le dolía más a mi ego de lo que imaginaban los hombres involucrados, tenía que probarme y demostrar que era capaz de llevar mi labor a cabo.

No pensó que Reino hubiese alcanzado a escuchar aquello último dicho por eso su saludo fue, sobre todo, profesional. Sin embargo, en el momento en que su amigo apartó las gafas de sus ojos, fue cuando comprendió que efectivamente le había escuchado.

Ambas miradas azules se encontraron sin miedo ni ninguna clase de obstaculos. Regan no sabía exáctamente cuándo había sido la última vez que se miraron a los ojos de esa forma y es que las gafas oscuras tenían su real significado entre ellos dos, pero ahora que lograba ver sus mismos ojos en el rostro ajeno, el productor pensó que tal vez ese tipo de detalles era algo que debían permitirse más a menudo.

Fueron minutos breves que seguramente Katherine no notó, en cambio él pareció sumergirse en esa silenciosa intimidad con Reino, donde las palabras no eran necesarias para comprender ni comprenderse. Era probable que una parte de sí se sintiera un poco avergonzado por lo dicho, pero por otro lado estaba feliz de haber sido escuchado precisamente por él.

Le devolvió la sonrisa y un poco de emoción de vislumbró en sus ojos en el momento en que, después de Katherine, se acercó para saludarlo como siempre, con el abrazo apretado y las palmadas sutiles en su espalda.

"Me alegra verte..." Susurró antes de que se separaran y le invitó a tomar asiento con ellos en el sofá al medio de la sala. Miró a Katherine y ella misma comenzó a explicar la situación, por lo que él se mantuvo en silencio, cruzando una de sus piernas y posando sobre ella sus manos, dejando la vista fija en la mesa de centro hasta que la mujer extendió unos documentos, los cuales tomó y revisó con sumo detalle, comprendiendo que sí o sí Katherine necesitaba dejar el asunto de la obra y probablemente sería a Reino a quien le delegaría toda responsabilidad.

Solo cuando la mujer terminó de hablar él tomó la palabra.

"Esto me ha tomado un tanto por sorpresa. No estaba al tanto de la situación con respecto al alumno y me gustaría escuchar las opiniones honestas de ambos, luego les daré mi punto de vista al respecto, pero necesito que aclaremos esta situación y tomemos las decisiones pertinentes cuanto antes por el bien de todos." Le dio una mirada a cada uno, esta vez estaba hablando como el director de la escuela Musette.

Al despertar otra vez en el presente Reino sintió que el ambiente acababa de distenderse de manera significativa. Y eso, imaginaba, era un alivio para todos. Katherine se acercó dulcemente hacia él y le besó en ambas mejillas en son de saludo, gesto que él correspondió con una amplia sonrisa. Aprovechó la oportunidad para observarla con atención.

— ¿Qué demonios te pasó? — Le preguntó con un tono confianzudo que no pudo reprimir. — Te ves tan radiante como siempre, pero, ya sabes, las noticias vuelan... — Agregó ampliando las cejas en un gesto cómplice, después de todo, ambos sufrían el mismo destino como blancos de la prensa. No mentía. Ella se veía bien a pesar de todo, pero el manager sabía que estaba esforzándose más de la cuenta para no demostrar dolor o incomodidad. No conocía demasiado a la profesora pero las pocas pero significativas interacciones entre ambos le hacían saber que era una mujer orgullosa.

Por esa misma razón se negaba a creer en su supuesto intento de suicidio.

Su amigo procedió a saludarlo después de ella, abrazándolo y dándole unas palmaditas en la espalda. Reino le correspondió como era habitual: devolviéndole el abrazo y dedicándole una sonrisa. Nada había cambiado entre ambos. No existió ningún gesto especialmente efusivo o fuera de lo normal. Sin embargo, solo después de esto el manager recuperó por completo la tranquilidad. Sabía que, al menos en ese momento, sus sentimientos estaban sincronizados.

Se situó en el sofá que Revo le indicó, encontrándose en medio de la sala y ante los presentes. Del mismo modo, ellos volvieron a sus asientos correspondientes. Katherine fue la primera en hablar.

— Un momento, ¿el mismo Skyle te pidió esto? — Replicó el manager tras escucharla pues ignoraba por completo esa información. "Aunque bueno, realmente no me sorprende." Luego Revo habló, mostrándose casi tan confundido como él. — Vaya... En fin... Antes que nada, me gustaría aclarar que no es primera vez que la profesora Howell y yo sostenemos esta conversación. Ya sabes, sobre Skyle Townsend y su participación en la obra escolar. — Reconoció dirigiéndose exclusivamente hacia el director. — No te lo informé porque acordamos que ella conversaría contigo al respecto y te daría sus impresiones, y como es la encargada del departamento de actuación de la academia preferí no inmiscuirme. No pensé que este problema se prolongaría tanto... Pero, bueno, los accidentes pasan. — Hizo una pausa. — En síntesis, conversamos acerca de la inestabilidad emocional de Skyle y acordamos que si él representaba un obstáculo para la obra ella tenía la autoridad para destituirlo de su puesto. Fui yo quien le dio este poder, por lo que asumiré la responsabilidad de esta decisión. — Sabía que Revo podía molestarse por esto pero en aquella oportunidad el manager no tuvo otra opción: estaba muy atareado con Redline y los preparativos para la obra. El apoyo de Katherine era necesario.

"Pero... Veo que quería echarlo porque él mismo se lo pidió. ¿Acaso toda esa conversación que sostuvo conmigo era una excusa para justificar su retirada?" Pensaba para sus adentros bastante irritado. Podía imaginar al alumno llorando en las faldas de Katherine.

— La profesora Howell decidió esto para cerciorarse de que la obra no fuera arruinada. Puedo entender eso y lo defiendo... Desde el punto de vista profesional, quienes no pueden con la presión son reemplazados sin más... — Lo sabía, Katherine estaba en lo correcto. Teniendo eso en mente, el manager abandonó su asiento con suma seriedad. — Pero... ¡Para eso está la escuela! ¡Para cometer errores estúpidos y aprender de ellos! Si quieren mi opinión no estoy de acuerdo en destituir a Skyle de su puesto solo porque lo pidió. Si algo así sucedía, siempre pensé que sería en caso de que rompiera el reglamento escolar o algo parecido... Pero no es el caso, ¿cierto? Solamente está huyendo de sus problemas. — Lo último lo soltó sin pensar, como si estuviera hablando consigo mismo. — Me gusta Skyle. Sé que es una apreciación personal y hasta favoritista, pero si pudiera llevarlo al escenario a golpes lo haría. Tiene todo el talento que yo anhelaba a su edad, talento que solo puede desplegar como defensa... Eso está bien hasta cierto punto pero él tiene menos de un año para decidir qué es lo que quiere hacer con ese talento. Siento que le hace falta una guía de verdad. Dejemos el profesionalismo para los adultos, ¡explotemos ese potencial! Quiero ver lo que es capaz de hacer ese chico y el único espacio que nos permite cometer este magnífico error es la escuela. — Objetó enérgicamente. — Sé que esta es una petición egoísta, por lo que si algo malo llega a pasar yo me haré responsable de todo.

- yo misma debería decir lo mismo, pero tú sabes que me gusta tu nueva imagen  - le comenté recordando la primera vez que nos volvimos a encontrar - la ciudad siempre quiere tener algo de que hablar, ¿que podemos hacer? - alcé los hombros con gran indiferencia, siguiendo la corriente de que lo mío fue un simple accidente.

Escuché la indicación de nuestro jefe, y tenía la total razón, era mejor que ambas partes dijeran todo desde su punto de vista para llegar en un común acuerdo y resolver este dilema.

Asentí a la pregunta de Reino y a que ya teníamos familiaridad con el tema y el alumno en cuestión. Si, tenía que haber hablado con Regan y haberle mostrado ese video de cuando les puse su primera prueba, una cosa era cuando el manager realizó las audiciones y otra era mi evaluación para encaminar a mis alumnos a sus respectivos papeles. Tal vez debería mencionar en incidente.
Pero Reino tenía razón que la escuela era el espacio para que cometieran los errores... exacto... no la obra, la obra debería demostrar que la escuela, su programa y el personal eran los que habían hecho florecer este proyecto, donde lo mejor de lo mejor debería quedar en evidencia.
Al terminar de hablar, yo fui la que alzó su voz, manteniendo mi tono profesional pero la labia suave como la miel para convencer a los dos hombres.

- Entiendo que la escuela está para desarrollar los alumnos a su máximo potencial en el medio musical y que en Musette es el espacio ideal para entrenarlos, pero ¿De que sirve el talento que no se aprovecha? Si uno mismo no tiene la voluntad para mejorar, nadie lo hará por uno... la razón por la que nosotros estamos aquí es por profesionalismo y trabajo duro, el talento solo no soluciona nuestros problemas. - Eso podría sonar que lo decía incluso a nivel personal, ¿Cuantas batallas emprendí solo para tener un papel? ¿Cuantas horas de práctica no realicé? Podría tener la voz de los angeles pero tuve que aprender como mis alumnos ahora. - Reed, aún recuerdo cuando me prometiste que nunca forzarías a alguien a hacer algo que no quisiera ¿Acaso vas a forzar a Skyle a que forme parte de algo que está desgastando su psique?... - Esa fue una conversación muy vieja y en otras circunstancias pero aún recordaba la buena voluntad que tenía el manager, que no dudo un aún mantenga. Y por eso tuve que refrescarle su memoria - Señor Vosuet, el primer día que conocí a los actores definitivos de la obra yo los hice cantar para poder evaluar los espacios de mejora y oportunidad, y los grabe para poder platicar con Reino sobre sus elecciones, Skyle entró en pánico. Él no está listo para los escenarios ahora... y aunque Reino quiera cargar con la culpa, yo no quiero eso, los tres estamos metidos en esto y tenemos una responsabilidad inegable con respecto a los alumnos y la obra.

Regan escuchó atento y paciente a ambos, agradecía que estuvieran diciendo su pensamiento de forma clara y honesta, incluso si de a ratos se volvía algo muy personal o todo lo contrario, era necesario escuchar ambos puntos de vista para llegar realmente al punto medio del asunto.

De alguna forma empatizó mucho con la opinión de Reino, y es que aquel era el punto de vista que tenían desde jóvenes, la pasión y el entusiasmo de músicos soñadores, pero también estaba de acuerdo en parte de lo que Katherine decía y es que sin dudas la obra escolar era quizás uno de los escenarios que más expectativa generaba.

"Skyle Townsend..." Dijo el nombre del alumno y luego dio un suspiro, no porque fuera algo tedioso, sino porque realmente no sabía por donde comenzar. "Este chico es uno de los "casos especiales" de Musette. No todos los alumnos de la academia ingresan teniendo claro su camino. No todos los alumnos ingresan solo por talento o solo por esfuerzo. Diría que lo que busco y esto se puede adjudicar a la obra y a la academia en general, es algo que va mucho más allá de "formar músicos competentes". Para eso existen muchas otras academias..." Hizo una pausa para inclinar un poco el cuerpo, separando las piernas y apoyando sus codos sobre esta en una postura reflexiva.

"El conflicto interno de este alumno es mucho mayor al de la media y lejos de importarme si está o no listo para un escenario importante, pues creo que ninguno de nosotros lo estuvimos la primera vez que pisamos uno, me causa mayor curiosidad la razón por la que no quiere estar en él. En esto coincido con Reino, me parece que el muchacho está huyendo." Levanté mi vista a Reino, luego a Katherine. "¿Señorita Howell, el alumno le explicó por qué razón no quería participar? Me intriga porque, no sé si estarán de acuerdo, pero recuerdo haber visto cada una de las audiciones y la de este muchacho no me pareció que carecía de "voluntad". Recuerdo incluso haber recibido muchos comentarios de parte del cuerpo de profesores que con grata sorpresa habían visto "una nueva faceta" de Skyle. Creo que la presión de una audición es bastante superior a la de un ensayo, por lo tanto ¿no estamos pasando algo por alto?" Volvió a enderesar el cuerpo, esta vez apoyando la espalda en el respaldo del sillón, no buscaba poner en duda el razonar de ninguno de los dos presentes, sino más bien poner en discusión real aquello, no como si la escuela fuera una fábrica de estrellas, sino mirando lo que muchas veces es más difícil de ver.

No comentó nada al respecto pero le sentaba bastante mal saber que Katherine abandonaría la obra y su quehacer como organizadora. Le importaba y le preocupaba su salud, él mismo había aprendido de mala manera que era un aspecto de la vida que no podía pasarse por alto, sin embargo, también creía que ella era la persona más capacitada para ayudar a los chicos en el ámbito de la actuación. Le resultaría difícil encontrar a alguien que pudiera sustituirle.

Ya habría tiempo para preocuparse de eso. Ahora tenía que concentrarse en el problema que los tenía reunidos.

Reino escuchó atentamente a la profesora cuando ella tomó la palabra y le sorprendió bastante que recordara una conversación ocurrida hace 16 años atrás, y más aún, que hiciera referencia a algo que él dijo. De cualquier modo ella tenía razón, esa parte de sus valores no había cambiado en lo absoluto. Nunca podría obligar a alguien a hacer algo que no deseara.

— Esto es diferente. — Aseguró dirigiéndose a Katherine. — Skyle sí quiere cantar... De manera inconsciente, quizá, pero estoy seguro de que así es. Sé que es difícil que me creas porque tú misma le escuchaste decir lo contrario... Pero yo he visto de lo que es capaz. Le he escuchado cantar sin miedo y transmitiendo los sentimientos que tanto reprime. La música le permite ser él mismo y me gustaría abrirle esa oportunidad. — Al decir esto no podía dejar de pensar en el último ensayo que tuvieron antes de salir de vacaciones. — Estoy convencido de que si no le damos un empujón o dos le resultará imposible que empiece a creer en sí mismo.

Su atención se desvió hacia Revo cuando él mencionó el nombre del susodicho y comenzó su explicación. Al manager le contentó notar que percibía la situación de manera similar, lo que le despertó cierta curiosidad... ¿Acaso Revo sabría el misterio tras la "personalidad" de Skyle? No era instancia para preguntar por ello y no lo haría, pero, conociendo a su amigo, lo más probable es que estuviera al tanto de ese secreto.

No pude evitar alzar una ceja cuando Regan hablo de su escuela, en serio no sólo era para entrenar artistas. Por qué creo que entonces perdí el memo.
Pero tenía razón, nadie está listo para la primera vez que uno pisa el escenario, pero lo que nos separaba de todos es que al final, nosotros dimos el primer paso.

Ohh, ahora resulta que era diferente. Eso es cierto, cuando me conociste tenía una pareja que me iba a impedir cantar, pero el niño era su propia puerta y su propio candado, a menos que se decidiera que quería ser, no imaginaba cómo ayudarlo.

- Si mal no recuerdo, el me dijo que no se identifica con el personaje... pero me confesó que quería probarse cuando hizo la audición. ¿A que? No lo sé, no pudo decírmelo  - comenté intentando recordar aquella vieja conversación, para aclararle específicamente que al parecer conocíamos diferentes Skyles - El chico se siente muy fuera de lugar, comparando su talento y su tenacidad con otros... Yo intenté dejarle en claro que a mi nunca me importó el talento nato, yo quiero gente que se esfuerza, y le expliqué que yo solo queria que lo intentara, pero Skyle está muy bloqueado a abrirse. - expliqué a los dos hombres un poco más frustrada. - Creo que todos en este cuarto estamos de acuerdo que queremos que Skyle se realice como persona y como artista... la pregunta importante es "¿Cómo?". ¿Que necesita Skyle para poder seguir adelante?.

Estaba bien que nosotros tuviéramos buenos corazones, pero a menos que tuviéramos un buen plan, yo no estaba de acuerdo en dejar que mi alumno siguiera en la obra.

- las buenas intenciones no sirven a menos que pasemos a la acción - Comenté con cierto veneno en mis palabras, me refería a la discusión pero al mismo tiempo quería que resonará en sus propias conciencias - así que caballeros, me gustaría saber que proponen.

"Bloqueado." Repitió una vez hubo recibido ambas opiniones, entendía que todo era muy complicado y que tal vez los dos presentes entenderían mejor si sencillamente les explicara la verdad tras el alumno, pero tampoco podía disponer de aquella información tan deliberadamente, lo había prometido y si algo Regan tomaba muy enserio, era su propia palabra. No estaba dispuesto a exponer a un alumno con tal de alivianarse la carga o en sí, el problema, de la consecuente explicación. Y tal vez tampoco quería escuchar la crítica aguda y cruel ya fuera de Katherine o de Reino respecto a su decisión hacia una persona que sencillamente era diferente a sus compañeros.

"Ese es el punto. Si está bloqueado lo que menos necesita es huir." Quizás no era lo correcto, quizás el chico terminaría rendido ante la presión y existía incluso el riesgo de que quisiera abandonar la escuela, pero Regan estaba seguro de que si dejaban las cosas como estaban, el muchacho probablemente terminaría de todas formas en aquel mismo final.

"Necesita responsabilidad, si se siente fuera de lugar el hecho de ser necesitado en algo es precisamente lo que lo ayudará a integrarse. Abandonar la obra es simplemente terminar de aislarse." El director sonrió, esta vez de diferente manera, sin ocupar su sonrisa cálida de siempre sino una más aguda, decidida y sagaz.

"Mi propuesta es la siguiente..." Se cruzó de brazos y llevó una de sus manos a su mentón, en una postura pensativa. "Es una idea que me ha estado dando vueltas luego del esforzado trabajo de Sadie Brauss, pero ahora creo que puede ayudarnos también en el caso particular de Skyle, es decir, una buena carta para él y para toda la escuela." Hizo una pausa intentando ordenar un poco la idea ya que no le había dado una forma concreta realmente.

"Quiero realizar apadrinamientos. Distintos miembros de Merveilles, cantantes, djs, músicos, sonidistas, mánagers, estilistas, bailarines, compositores, bailarines y productores tomaremos un ahijado, un alumno de cualquier curso de Musette. La idea es que seamos guía y podamos generar vínculos más fuertes y lazos de confianza que nos permitan anticiparnos a varias de las situaciones que se han dado. Es una práctica habitual en muchas escuelas, sin embargo, el ciclo de Musette es muy corto como para emplearlo entre los mismos alumnos, sin embargo todos ellos están apuntando a formar parte del sello en algún momento. Creo que sería bueno comenzar a vincularse de una forma más amigable a todo el ambiente. Por supuesto es una carga extra para nuestro personal, pero yo mismo estoy dispuesto a sumarme a esta iniciativa si es que, claro, consideran que puede servirnos de algo." Regan dio un brinco sutil una vez terminó de hablar, había dejado salir todo aquello como si se tratara de una corriente de pensamientos a la que no le había puesto orden ni filtro, se había sumergido tanto en la idea que no estaba seguro si realmente se había entendido su propuesta, por lo que no pudo poner una expresión de preocupación.

"Ah, lo lamento ¿Me expliqué correctamente?" Por reflejo miró a Reino, esperando alguna reacción.

Katherine era una mujer muy perspicaz, podía saberlo con solo escucharla. El análisis que había hecho sobre Skyle era correcto: estaba bloqueado y esa condición le impedía actuar como Romeo... Por el mismo motivo, cada vez que cantaba recurría a una parte de sí mismo diferente. Momoka Rito había dicho que se trataba de una segunda personalidad pero Reino no estaba muy convencido al respecto. Lo que ella dijera podía ser perfectamente una mentira para encubrir sus propias fechorías, un muy convincente distractor. Lo sucedido esa noche en la playa presentaba evidencias que aún resultaban difusas para él.

Toda esa información no respondía nada, solo le traía más preguntas.

Reino podía imaginar perfectamente al tímido Skyle asumiendo la actitud de alguien que no quiere participar en la obra escolar, menos de un papel protagónico. Sabía que Katherine había hablado con ese Skyle. Pero ¿qué pensaba el Skyle que apareció en la playa? El que se peleó con Momoka. El que cantaba con tanta seguridad y desplante. El que le recordaba a sí mismo en sus años de juventud...

"Ese Skyle no diría que no a un desafío... Estoy seguro..."

Guardó silencio cuando Katherine preguntó qué podían hacer. Estaba tan perdido en sus pensamientos que no pudo responder. En eso Revo retomó la palabra.

— ¿Sentirse... necesitado? — Repitió después de su amigo, mas con la mirada fija en un punto vacío de la oficina. Su mente viajó años atrás, cuando el suicidio parecía ser su inevitable destino tras la muerte de su esposa y de su hija... En aquella ocasión, Regan le dijo "te necesito". Esas palabras habían sido suficientes para darle una nueva razón de ser, para reconstruirse desde los escombros. ¿Acaso quería hacer lo mismo con Skyle?

Revo siguió hablando. Su solución era crear un sistema de apadrinamientos, de manera que los estudiantes de Musette no se sintieran desamparados por toda la presión que tenían que pasar.

— Sí. Me parece una excelente idea, Boss. — Respondió a Revo, dedicándole una sonrisa amigable. — Eso no solo ayudará en situaciones de estudiantes especiales como éste sino que también a todo el alumnado que se encuentra inseguro después de lo sucedido en año nuevo. Supongo que has notado la gran deserción escolar que ha habido en este par de días... Es por el maldito lío mediático que armó Brauss. Los apoderados de la academia están entrando en pánico. Una medida preventiva como ésta podrá darle mayor seguridad a todos, además de acercar a los chicos a sus futuros colegas. Ambientarlos nunca está de más.

Sin embargo, Reino pensó inmediatamente que quien fuera el padrino de Skyle se llevaría una gran responsabilidad. Cargaría con el peso de todo el problema que estaban discutiendo en ese mismo instante.

— Revo, quiero ser el padrino de Skyle. — Declaró decidido. — Seré responsable. Estaré presente y pendiente. Y si hace alguna estupidez le patearé el culo. — Agregó, ahora volviéndose a Katherine para convencerla de que esta sería una buena forma de proteger la obra y, al mismo tiempo, velar por el bienestar del alumno. — No soy un sádico. No voy a torturar a Skyle... Bueno, tal vez llore un poco, pero me lo agradecerá. La obra es mi responsabilidad y no pienso dejar que la arruine tan fácilmente. La verdad... Prefiero tener este obstáculo en el camino antes de quedarme cómodamente en mi zona de confort y no instar a ese chico a luchar por él mismo. Si está en esta academia es por algo... Si postuló a la obra es por algo... Quizá no lo vean así, pero él ya dio el primer paso a su futuro. Tiene toda la iniciativa que necesita aunque, contradictoriamente, intente probar lo contrario. Yo no puedo darle la espalda a alguien así.

Alcé una ceja al escuchar a mi jefe, y como tomando nuestras palabras lo llevó a expresar la maravillosa idea que tenía, darles a los alumnos un confidente, un aliado, alguien que les de la confianza y la fuerza que necesitan para poder pasar al siguiente nivel, ya no sólo alumnos, sino estrellas.
Era una buena idea hasta cierto punto, sería una atención personalizada por lo que no sobrecargaría el horario de los padrinos pero otorgaría el beneficio de una "figura parental" a la cual recurrir en caso de problemas.

Pero luego volté a Reino, aún mostrando mi seriedad ante tal linda y esperanzada idea, alguien tenía que mantener aún los pies en la tierra mientras todos soñaban.

- Es cierto, él ya dio los pasos de que quiere estar aquí, por lo que esta pasando son parte de las dificultades de querer cumplir una meta... Hasta les tengo envidia a mis alumnos.

Yo tuve que pelear sola en toda mi formación profesional y estaba acostumbrada a que mi propia voluntad de hierro fuera la que me empujara hacia adelante, nunca tuve a alguien que me dijera por dónde caminar y yo llegue aquí.
Hasta cierto punto en mi interior, estaba en contra de esto, mis propias dificultades son las que me hicieron como soy. ¿Eso era bueno?. Yo nunca me sentí necesitada por las compañías de Ópera o Teatro y logre imponerme como una gran figura en el canto y la actuación.

Pero no todos son como yo...

- La idea es adecuada, tiene mi visto bueno, aunque no creo que sea requerida mi opinión - comenté con un tono ácido en mi voz. - Algo me dice que no puedo postularme como madrina ¿no es así?... No vaya a ser que le de ideas a mi ahijado sobre matarse. La prensa se volvería loca - comenté con una gran sonrisa. Solo yo podía ser cruel conmigo misma. - Espero que seas un buen padrino Reino, ten cuidado donde presionas a Skyle... el consejo va para usted también jefe.

¿Ese comentario iba con otro sentido para aquellos hombres? Tal vez no, pero era necesario recordarles. El estrés al final podía ser peligroso para jóvenes tan llenos de sueños y esperanzas.

- ¿Algo más que se necesite comentar? - pregunté indiferente.

Las palabras de Reino eran exactamente las que esperaba. Conocía suficiente a su amigo para saber que lo más probable era que él solicitara ser el padrino de Skyle y así lo hizo, a veces Regan era un poco más calculador de lo que aparentaba ser, pero en este caso era más una cuestión de confianza y es que no creía que existiera ninguna otra persona más capaz de lidiar con el muchacho que el manager que tenía en frente.

"De acuerdo. Te lo dejaré a ti entonces, Reino." Asintió a la petición y le otorgó una sonrisa un tanto cómplice, luego su atención se enfocó a Katherine quien parecía continuar sus ácidos pero no mal intencionados comentarios. En parte entendía la frustración de la mujer y el por qué de su actitud.

"Pretendo dejar al cuerpo de profesores fuera de esto y preferiría que centraras tu atención en tu recuperación. No seas tan dura contigo misma, estoy seguro que no harías nada como eso, pero tampoco creo que sea bueno para ti exponerte a más cosas. Creo que en verdad ninguno de nosotros necesita más problemas, así que tendré en cuenta tu consejo." Suavizó la mirada y solo luego de la pregunta de Katherine se puso de pie. "Creo que está todo en orden. Les agradezco su tiempo, espero que las cosas mejoren en todos los sentidos ¿Ustedes tienen algo más que agregar?" De no ser así entonces daría por terminada aquella reunión que pese a los altos y bajos, había sido un buen encuentro, ahora sí lograba ver soluciones concretas y eso calmaba un poco su corazón.

Esbozó una gran sonrisa al escuchar que Regan lo aceptaba como tutor de Skyle. No sería nada fácil, aquél apadrinamiento le costaría horas extra de trabajo y mucho estrés. Pero estaba bien, se sentía preparado para eso.

Observó a Katherine de reojo. A pesar de sus palabras, no lucía del todo conforme con la propuesta. Reino podía intuir por qué la mujer mantenía una postura tan firme al respecto... Le había escuchado en su anterior reunión y además tenía muy presente lo hablado hace dieciséis años, pues a pesar de haber sido un simple encuentro casual entre dos desconocidos fue un evento lo suficientemente anecdótico como para recordar con claridad algunos fragmentos de esas conversaciones.

Katherine era una mujer fuerte que había llegado al éxito por sus propios méritos y estaba seguro de que tuvo que enfrentar grandes dificultades en el camino. No discutía eso. Pero también ella debía entender que no todos tenían las mismas herramientas ni la misma fuerza de voluntad, que las circunstancias eran diferentes y la gente también. Quizá Skyle podría salir adelante sin la ayuda de nadie... Quizá era más fuerte de lo que pensaban y Reino quería creer que así era. Pero ¿qué tal si no? ¿Era correcto aceptar su capricho si él mismo decidió audicionar para la obra?

"Claro que no. Esta también es su responsabilidad como alumno y como futuro profesional."

— Si tu opinión no nos importara no estarías aquí. — Comentó el manager muy tranquilo al oír los comentarios de la mujer, sin embargo, la manera en la que decía una ironía tras otra le dio mala espina. ¿Por qué bromeaba con su vida así? Aunque fuera un chiste, hablar de suicidio y de instar al suicidio a otros era un tema delicado, más cuando toda la ciudad estaba hablando sobre eso. El mismo Reino seguía conteniéndose de preguntar qué había pasado exactamente y cuál era el pronóstico del daño. ¿Sería el momento de hacerlo? ¿O tal vez debía esperar a salir de la oficina? — Ah... Sí... — Fue lo único que respondió ante el consejo de la inglesa.

Las palabras de Revo le hicieron recordar que ella debía cuidar de su salud antes de pensar en volver a trabajar.

— Solo una cosa. — Respondió ante la pregunta final de su amigo, recordando un punto importante de su propio quehacer laboral. — Sin Katherine ayudándome en la organización de la obra creo que resultará algo difícil para mí estar pendiente de los ensayos diarios y de la orquesta. No me parecía bien dejar a los alumnos solos, por esto consideraba coherente que un profesor estuviera supervisando mientras yo no estuviera en la escuela. ¿Crees que algún colega pueda sustituirla? Porque aún no me puedo desdoblar... — Bromeó.