De hermano a Manager (Priv. Camus)

-Al notar que su hermano la soltaba repentinamente y le daba la espalda, su miedo se confirmó, lo había hecho enfadar, lo conocía, aquel silencio era peor que todos los gritos del mundo.

Y-yo... -No tenía idea cómo se había sentido, nunca había sentido algo como eso, era nuevo para ella, sensaciones nuevas, pensamientos nuevos ¿Cómo podría explicarlo si ni siquiera ella lo comprendía. Pero no alcanzó a decir nada, su hermano la cortó en seco y simplemente le dijo que lo mantuviera informado- Si, hermano -Asintió con toda la entereza que pudo.

Apenas escuchó que debía revisar los papeles de la mesa se dirigió ahí inmediatamente, se sentó y enterró su mirada en los papeles, los movía sin pensar, sin poder prestar total atención a lo que tenía en frente y al escuchar que debía escribir sintió un vacío en el estómago ¿Cómo podría concentrarse ante tales circunstancias? Ni siquiera sabía porqué, pero sentía que estaba a punto de llorar, agachó la cabeza sobre los papeles, dejando que su cabello cubriera su rostro y con todo el esfuerzo del mundo intentó enfocarse en redactar lo que su hermano le pedía, sostenía el lapiz con tanta firmeza como le era posible, pero aun así éste temblaba ligeramente.

No fue capaz de enfrentar la mirada de su hermano cuando éste se volvió tan campante hacia ella, solo asintió ya que había tomado la pluma mucho antes e intentó seguir escribiendo tan coherentemente como le fue posible, luchando contra las lágrimas, la indiferencia de su hermano, lo tenso del aire y el peso que sentía sobre si misma por lo pasado en la sala de asesoría de imágenes de Delta.

-Al sentir los dedos de su hermano cerca de rostro se asustó, sus ojos se encontraban rodeados de una fina escarcha, lo que había quedado de sus incipientes lágrimas cuando antes de verlas caer prefirió utilizar sus poderes y congelarlas. Enfrentó los ojos de su hermano con toda la entereza que pudo, sabiendo que notaría inmediatamente lo que le ocurría, pero reunió toda su fortaleza y respondió a su hermano- Está bien, hermano... -Ya era hora de irse, volvería a aquella gran casa vacía, si no fuera por Alexander... Suspiró apenas, pero al escuchar su nombre nuevamente se volteó apenas para mirar a su hermano mientras él hablaba, mientras lo escuchaba sentía como un vacío se formaba en su interior, nada cambiaría después de todo, ella se había convertido en aun más trabajo para él y eso lo mantendría aun más ocupado, estaba acostumbrada a no verlo y quizás sería mejor así, de esa manera él no tendría que verla a ella y soportar su comportamiento infantil. Cerró los ojos y respiró hondo, intentando soportar el increíble dolor de cabeza que sentía desde aquel día... Pero no podía decirle eso a su hermano así que solo continuó hablando.

-Entiendo que debas trabajar, no te molestaré para nada, así que de eso no te preocupes y sobre la casa, para mi no es gran trabajo ocuparme de los quehaceres, he sido instruida para hacer todo tipo de cosas y mantener la casa en orden no me quita dignidad como condesa, al contrario... -Murmuró con una suave sonrisa hacia su hermano, un intento de hacerle ver o creer más bien que ella se encontraba bien con todo eso, él debía estar tranquilo pues tenía mucho trabajo y lo que menos quería era entrometerse en todo eso.- Si, no te preocupes, yo misma puedo hacer mi calendario de prácticas y estaré al tanto de las entrevistas que programes para mi, por otro lado, mi trabajo como modelo... Delta decidió que las reuniones entre él y yo serían privadas, en su casa, pero él se contactará conmigo, no me dijo exactamente cuando - Al pensar en sus futuras entrevistas con su estilista un imperceptible escalofrío la recorrió y sintió como si hubiera sido hace solo unos momentos el fuerte dolor en su cabeza, pero haría su trabajo, no se dejaría doblegar... Pero si tenía algo de miedo a sus entrevistas "privadas" pues sabía lo que el otro podría hacerle. Aun así dijo todo aquello con la mayor tranquilidad posible, si a su hermano no le había interesado lo anterior, menos le importaría eso.

Mi trabajo... -Murmuró y cerró los ojos centrándose en lo que había pensado tras salir del hospital, quien quería ser- Soy de la realeza, mi trabajo es transportar a mis fans a un mundo que ellos no conocen, más allá de su entendimiento, mostrarles la grandeza, el brillo y el esplendor que nunca antes han contemplado, convertirme en la puerta de entrada a sus más profundos deseos. Mi música será directa, elegante, mis letras serán fuertes, llenas de sensación y poesía, mi vestuario lo será de igual forma, me convertiré en la condesa de los sueños de todos. He cantado para grandes nobles del mundo en las fiestas que organizaba la reina en Silk Palace, sé cómo entretener de manera que nadie olvide nunca ni mi presencia ni mi voz... -Se expresó con palabras que habían estado rondando su cabeza desde que había decidido sacar su talento afuera y demostrar lo que podía hacer... Ella podía hacer mucho y lo sabía, solo que nunca se lo había tomado en serio hasta que la realidad llegó a ella.

Debía irse, ya había robado suficiente del tiempo de su hermano y sinceramente el dolor en su cabeza la estaba matando, ya no podría seguir fingiendo por mucho más tiempo. Se puso de pie y arregló con cuidado su amplio vestido, miró a su hermano y con una pequeña sonrisa en los labios se despidió- Te esperaré siempre... -Dijo con suavidad mientras tomaba los papeles- Nos vemos, prepararé algo que te guste para la cena. -Dijo finalmente mientras se dirigía hacia la puerta y la abría- Que tengas un lindo día, hermano...- Dijo finalmente antes de salir y cerrar la puerta tras ella. Se apoyó unos momentos contra ésta tratando de mantener la escasa compostura que le quedaba. Se despidió de la secretaria con una sonrisa y partió caminando lentamente, perdida en sus pensamientos hacia el elevador y luego hacia el auto que la llevaría a su casa.

Está bien, puedes llevar servidumbre si eso te hace feliz - Dijo asintiendo, de espaldas a él mientras se preparaba para retirarse de la habitación, conteniendo un suspiro, ni siquiera podría hacerse cargo de las cosas de su hermano, pero si él siempre se las había arreglado sin ella, estaba claro que podría hacerlo y quería seguir haciéndolo de esa forma. "Ya es un hombre completamente independiente" se dijo, claramente no querría tener a su hermanita siempre a su sombra- Y si lo deseas, te cedo completo poder como mi manager, haré todo lo que agendes para mi. En cuanto a Delta, él puede ser algo... Impredecible, pero te llamaré en cuanto tenga que ir allá para hacértelo saber.

Tomó el pomo de la puerta con suavidad y lo giró mientras el conde pronunciaba aquellas últimas palabras - Claro, hermano.

Quizás el otro tendría razón y finalmente tendría todo su tiempo realmente ocupado, podría encargarse de pocas cosas- Solo una cosa... Yo me haré cargo de mis cosas, en el palacio la reina me dio esa pequeña libertad y quiero seguir manteniéndolo así. La servidumbre que consigas se puede hacer cargo de la casa... Y de ti... Nos vemos más tarde. - Dijo sin voltear mientras salía del cuarto ya definitivamente.