Volver a la realidad (Priv. Camus)

¿Acaso podía tener un aspecto más decrepito?

No tenía espejo, pero se sentía así y creía que también así se veía. Encontrarse postrada en la cama de un hospital con collarín, vendajes y enyesada le quitaba cualquier aspecto al que tenía en las revistas y en las obras; llena de orgullo y porte.
La reina de la ópera tenía un brillo opaco en sus ojos y un gesto en la cara que reflejaba lo desgastada que se encontraba debido al choque y a su estado anímico.

Aun cuando sus problemas de vida parecían resueltos de la nada, debido a la explicación de Lilith, su estado anímico no se curaría de la noche a la mañana. Tal vez debido a que no envejecería le aliviaba su estilo de vida, pero no quitaba su sentimiento de abandono de parte de la realidad.
Eso explicaba por que su cuerpo, ahora que se encontraba despierta, parecía tener una recuperación aun mas lenta que cuando se encontraba en coma y por 3 días. No deseaba recuperarse, volver a enfrentarse a la realidad y a las preguntas de la poca gente conocía pero que valoraba sentimental o laboralmente.

Prefería abandonarse al sueño para no tener que enfrentarse a las cosas. Llevaba un día despierta y fue cuando fue invadida por los policías sobre el accidente de carro. En busca de algo que guiara alguna pista, mientras revisaban su cuarto, debieron haber encontrado aquel documento que casi fungía como testamento, todo el trabajo posible que tenía parecía haberse terminado y no dejo tarea para esa semana y el haber llamado a sus padres pocos minutos antes solo revelaba que su "accidente" fue definitivamente acciones en busca de la muerte. Luego le fue asignada un psicólogo para que la revisará pero ella se negó totalmente.

-solo quiero agua - le indicó a la enfermera con una mueca llena de hastío. Su segundo día despierta y aun no cambiaba de su humor apático.

Se había acabado de enterar que alguien había arreglado de su estancia médica en el hospital, las condiciones de su carro, la comunicación con sus padres y el hospital y las actividades escolares hasta que regresara. Probablemente esa persona habrá hablado con los policías y habría indicado, además de dar permiso, de que registraran su dormitorio en Musette en busca de pistas.

No podía creer que estaba empezando a odiar a una persona que ni conocía. ¿Cuánto habría sabido de su vida privada aquel desconocido?
Katherine ya asumía la inetavilidad de que la visitaría. Y por eso después de tomar agua aparento quedar dormida, esperando que en realidad eso le pasara, para evitar enfrentarse a quien sea; doctores, enfermeras, al psicólogo, los policías o a aquel desconocido si es que pasaba por aquella puerta.

Le deberían una grande, una muy grande y por lo mismo el conde no dijo en ningún momento que no a la petición sobre la nueva misión que se le encomendaba.

Siempre había sido un hombre que pudiese encargarse del más mínimo detalle. Con maestría sabía como, cuando y dónde actuar por la educación que se le había dado en el Silk Palace y por la vida que tenía desde muy joven ayudando a su reina. En este caso, y seguramente a los ojos del sello(en realidad a Regan, director y gobernador de todo glass city, por así decirlo), Camus era el hombre indicado para tal labor.

Camille, su hermana, no estaba de acuerdo, claro que no, bien la había escuchado; "Qué se encargue ella de sus problemas!¿por qué debes ir tú a arreglar tal engorroso asunto?!"

Deberás aceptarlo, es un asunto bastante serio,si han confiado en mi para esto debo sentirme agradecido y halagado, además,nuestra reina nunca permitiría que dejase a alguien en tales condiciones, de seguro ella estaría muy en deuda si en alguna ocasión, cuando yo me encontraba solo en Japón y me hubiese ocurrido algo me ayudasen, por eso, aun cuando es totalmente ajeno a mi persona debo hacerme cargo, lo quieras o no; La nobleza debe hacer cosas como estas...

Se dirigió al departamento de la mujer con la ayuda de un chofer hace algunos días atrás para hacerse cargo de todo.La susodicha parecía bastante elegante en cierta forma por lo que notaba en el lugar, se había dado el lujo de investigarla a fondo, lo que habría supuestamente sido un poco más fácil considerando que su información estaba en el sello; en el pasado había grabando con Merveilles Records, tal y como era el caso de Mine Sagan, pero en la situación de Katherine,sus antecedentes estaban totalmente limpios y hablaban sólo de su carrera,nada de la vida personal por lo que no sabía con exactitud la clase de mujer que era. De una cosa estaba seguro, era cauta y eso ya a los ojos del conde era algo que le dejaba una buena impresión por lo que no negaría que eso le ayudaba a encargarse de su accidente y de sus asuntos laborales.

La situación con la policía no fue problema teniendo los poderes pertinentes, había sido informado de todo lo demás al ser el único representante de la mujer y le sorprendía de cierta forma por como se daba a conocer que una persona con tanto porte y carisma quisiera cometer suicidio, pero claro, no podría suponer nada, no conocía su vida, no conocía nada de Katherine más que lo que sus territorios le ayudaban a reflejar.

Arreglado de forma cómoda, fue a conocer a la mujer luego de que le dieran el comunicado de que había despertado, no sin antes hacer una parada primero, el hogar de Kath

ropas:

Debía saber con quién estaría tratando y por lo mismo como debía tratarla. En la antigua "visita" a tal lugar y en los archivos como fotos o entrevistas la mujer lucía como alguien muy preocupada de su belleza por lo mismo cuando por fin llegó a la casa de la maestra y ya reconociendo el lugar, tomó ropa de cambio para Katherine, unas cuantas cosas más y luego de eso se dirigió al hospital.

Buenas tardes, la habitación de la señorita Howell, por favor, mi nombre es Camus- Camus había venido antes al edificio para hacer el papeleo correspondiente por lo cual el doctor a cargo del caso de Katherine ya había avisado con anterioridad que vendría en alguna ocasión.

Buenas tardes señor, si, ingrese su nombre aquí para dejar registro y sus demás datos por protocolo de seguridad, por suerte la señorita Howell está despierta hace un par de minutos.

No hay problema-hizo lo que se le pidió,una de las peticiones que había dado era que se respetara la privacidad de la mujer, sabía de la prensa amarillista de GlassCity, había leído de algunos artista he incluso había un conocido suyo metido entre esos anuncios por lo que era mejor prevenir.

Ahora era cuando debía tomar el puesto de "cercano" de la mujer, aún cuando no lo fuese y en realidad, sabía que sería totalmente complicado considerando que a nadie le gustaría que te metieras en su vida siendo un completo extraño. Más que cercano...era la única persona en quién podría confiarle ciertos transmites en este momento.

Las pisadas del conde se escucharon por el pasillo, tocó primero la puerta para no molestarle- Buenas tardes,señorita Howell...voy a pasar-esperó un momento sin recibir respuesta y entró tratando de no generar mucho ruido-

...-dormida,o al menos eso parecía. Suspiró, si no estaba dormida era una manera de no tratarle o quizás no tratar a nadie.

Permiso-Se quitó el saco y lo dejó sobre la silla de visita que estaba dispuesta en la habitación,a su vez dejó el bolso con las cosas en la misma silla, se dirigió a la mesa al lado de la cama de la mujer y volvió a llenar el vaso con agua,le miró un momento percatándose de su estado.

"Usted realmente quería morir" pasó por su cabeza.
Luego de unos momentos,Camus dirigió su mirada y su caminar ala ventana,esperando con paciencia que la mujer allí recostada abriese los ojos, podrían dar minutos,quizás horas,pero el ya había planificado que este día sería el que debía ser utilizado para conocerle.

Oyo los pasos y con más disimulo intentó parecer dormida. Escuchó su voz, bastante formal y diferente a los que se habían presentado ante ella hasta ahora. No eran las voces toscas y de apariencia amable de los policías, ni las condescendientes del personal médico.
Y entro, aquel desconocido tal vez le había visto dormida pero aun así entró a su habitación. ¿Pues quien sería? ¿El psicólogo que se negó a conocer mientras estuviera ahi?.
Oh no, con más razón le ignoraría... No quería hablar de sus asuntos con él. Las circunstancias le eran complicadas para ella.

Escuchó el agua que caia a borbotones, creia que era su vaso el que estaba siendo rellenando. Le daba sed de solo imaginar el agua, desde que despertó se sentía tan seca.

Nunca oyó en los minutos que aparentó estar dormida, que se volviera a abrir y cerrar la puerta. Ahi seguía, quieto.
¿Cuanto esperaría por ella?

"De acuerdo Kath, actua como un adulto y enfréntate a la realidad" - En vez de evitar a cualquiera que estuviera, decidió aparentar que había despertado. Entre mas rápido lidiara con todos, menos tiempo tendría que convivir con alguien.
Que extraño de parte de ella; una mujer que tanto le encantaba estar en la multitud y charlar, ahora evadía a la gente.

El hombre en si poseía clase, lo aparentaba con su vestimenta. Demasiado bien vestido para ser solo un psicólogo de hospital, privado o publico. ¿quién era?

- Buenas.... ¿tardes? ¿o días? - miró el reloj de la pared, sin en realidad estar apreciando el momento del día en que se encontraba - ¿Sabes? Es mis dos días despierta he estado muy aburrida... ¿Quién eres?.


Su único brazo no totalmente enyesado, lo usó para acercar el vaso de agua a sus secos labios.
Su mente maquinaba quien era ese sujeto ¿Sería un paparazzi? ¿O realmente era un psicólogo que simplemente tenía mucho estilo?.

- Estoy muy aburrida, pero eso ni significa que hablaré con cualquier desconocido que tenga enfrente para pasar el rato ¿se puede identificar?... Si resulta ser alguien que no deseo ver, me veré forzada a llamar al enfermero.

Muy, pero muy a la defensiva. Pero siempre muy "sutil" con sus amenazas.

Luego de un par de minutos la mujer por fin "despertó". Camus se giró tranquilamente dejando que hablase.

Tardes, ya son las 14:30...-sus ojos miraron directo a Katherine mientras ella alcanzaba el vaso de agua que hace un momento había llenado.

No hay necesidad de eso, no soy alguien que venga a generarle ningún problema,el doctor ya sabe de mi visita y hemos tomado la precaución de que nadie que no esté enlistado pueda pasar a su habitación.-colocó su mano sobre su pecho he hizo una pequeña inclinación al presentarse para volver a erguirse- Mi nombre es Camus R. Cryzard, soy la persona que se ha encargado todo este tiempo de todos los asuntos pertinentes a lo de su accidente, lamento si por aquello me he debido entrometer en su vida pero estoy aquí para ayudarle con lo que necesite he informarle todo lo que está sucediendo ...

No sabía como actuaría por lo que prefirió tomar una actitud más servicial que su usual y acostumbrada personalidad más dura. Tranquilo y con gestos suaves se dirigía a la mujer que obviamente estaba tratando de amenazarlo. Camus sonrió levemente-He traído ropa de cambio para usted, algunos objetos de aseo y otras cuantas cosas que consideré necesarias. Si desea preguntarme algo,no dude en hacerlo.

Ya era tarde... se sentía mal de no haber hecho nada productivo. La vida de la mujer era ocupada y regida por un horario que seguía a rajatabla y aprovechando todas las horas de luz de un día. Había perdido tiempo... y no se encontraba molesta.
¿Qué podría hacer? Apenas podía levantar un vaso y dudaba que aún la pudieran mover a una silla de ruedas para trasladarla a los espacios al aire libre del hospital.

- Lo cual no evita que entre gente que no quiera ver - no refiriéndose a él en específico, si no a los policías si es que querían inquirir más a en sus asuntos o si aquel psicólogo se atrevía entrar al cuarto.

La mujer se sonrojó un poco ante esa leve reverencia, era como un caballero presentandose a la princesa, o más bien en su caso, a la damisela en desgracia. ¿acaso provenía del pasado o que como para actuar de esa manera?
Se sintió culpable de que alguien hubiese tenido que ocuparse de sus problemas, si hubiera muerto probablemente no hubiera tenido que hacer eso o al menos el trabajo sería menor.

- ... Muchas gracias, y lo siento - agachó la mirada avergonzada de la situación. Se sentía molesta ¿pero que podía hacer? De haber estado en su lugar hubiera hecho lo mismo. - Bueno... solo me queda esperar que no halla averiguado más de lo que debía.

Quería pensar en la imposibilidad de que hubiera averiguado de su actividades sexuales. Esperaba que así no fuera, pues Kath era sumamente precavida en como se contactaba con otros hombres y mujeres para tener relaciones. Todo se arreglaba en foros y en navegación privada para que no se guardaran los datos, su celular guardaba en clave los números de sus amantes, además de siempre borrar los mensajes que recibía.

- ¿Ropa? Lo agradesco mucho... pero creo que no me pondré ropa normal por un tiempo - suspiró con pesadez, ya empezando a extrañar el verse tan a la moda. ¿Tan mal se vería? Apostaba que su aspecto actual era lo opuesto a cuando participó en revistas de moda, música o para caballeros - Gracias... si está mi lap o mi tablet no me aburriré; los hospitales son aburridos - empezó a reírse levemente pero tuvo que detenerse por el dolor que le provocaba su cara toraxica. - Lo que sea.... bueno, ¿que tanto se sabe de la situación, mi accidente? y.... ¿qué tanto sabe sobre mi?

No estaba segura de que tanto le diría la verdad sobre lo último, si se callaría algo para evitar incomodarle o hablaría para serle honesto.

Por favor, no se disculpe, entiendo lo que es tener que preocuparse en soledad de los asuntos propios, si bien no es algo incomodo, en casos como este...dependemos de alguien más para salir adelante-cerró los ojos un momento- es...inclusive frustrante, si me permite decirlo- volvió a mirarle y le sonrió sutilmente- No se preocupe, no iba a indagar más de lo preciso, usted es una mujer que guarda muy bien su privacidad y lo respeto, no podría tratar de inmiscuirme, lo noté al momento de investigar para saber con quién estaría tratando.

Fue sincero, después de todo no era información que debiese esconder.

No diga eso, señorita, si es necesario puedo ayudarle a mantenerse lo más bella posible- Camus se acercó al mueble continuo de Kath, donde descansaba el vaso y sirvió agua de nuevo- Se que para una mujer como usted que siempre se procura ser tan elegante y glamorosa debe ser incomoda esta situación...si me permite ayudarle puedo hacerlo-volvió al bolso con paso tranquilo y sacó la tablet, considerando que la movilidad de la mujer era más precaria el aparato en si era mucho más facil de usar-he traído por el momento esto, con su respectivo cargador, me tomé la libertad de cargarlo- Camus como siempre en estas circunstancia donde el trabajo era primordial usaba un tono de voz suave y agradable, con palabras muy formales, el porte de clase del conde se veía en cada uno de sus movimientos, desde como cerraba el bolso donde traía las cosas de la maestra a como había servido el agua en aquel vaso.

Al menos la antigua cantante de opera sonrió ante él, eso era una buena señal, su rostro mantenía su sonrisa pero cuando notó el dolor de la mujer sus labios hicieron una mueca leve de comprensión-Estoy completamente de acuerdo, si bien son lugares muy tranquilos, para personas activas son prácticamente cárceles...-dejó la tablet cerca de Kath- Tendré que venir de vez en cuando, espero al menos que mis visitas le generen un poco de entretención a sus días en este lugar, señorita.

Con la ultima pregunta Camus dejó de sonreír aunque mantenía su serenidad y rostro amable, tomó una de las sillas para los visitantes y la acomodó cerca de la ventana mirando a Kath, se sentó en ella de forma erguida y entrelazo sus dedos apoyando ligeramente sus brazos en sus muslos- Procuré que los medios sólo se enterasen de lo que debían, comprendo que la privacidad en esta ciudad llena de entretenimiento es un bien escaso y muy preciado, por lo mismo se le informó a la policía que informara a la prensa que su accidente fue por horas de sueño acumuladas que produjeron por unos cuantos segundos se quedase dormida-sus dedos se acomodaron entre si y tomó un poco de aire-fue imposible para las personas que se estaban haciendo cargo del caso no informarme sobre la posible causa de su accidente, aun más porque como sabrá se me encargó hablar con sus familiares, los policías no tienen tanta empatía para comunicar este tipo de cosas ya que en su momento se acostumbran a decirlas y verlas, preferí dejar las cosas más en calma, sus padres por el momento se encuentran aliviados de que no le sucediera nada, me solicitaron que si usted se encontraba de ánimos les emitiera una llamada y de no ser el caso si podía mantenerlos informados de sus mejoras- el manager sacó de su bolsillo una pequeña libreta y un lápiz- Lo que sé de usted es lo que en el sello se me dispuso de información, suposiciones de lo que le agradaba con sólo ver lo que en su hogar había, una mirada superficial, su carrera, su dirección, su trabajo, más allá de eso no sé absolutamente nada...quizás lo más cercano a su vida privada fue la carta que escribió-sus ojos que ya estaban sobre ella se negaban a dejar de ver los suyos, de esa forma, Camus trataba de que la mujer creyera sus palabras- No es necesario si no lo desea contarme de su vida privada, pero me gustaría poder conocerle un poco más, así en futuros encuentros puedo evadir conductas que le llegasen a molestar o hacer de su estancia aquí más agradable, a su vez también le agradecería que me indicase que desea hacer con todo el asunto de su accidente, la escuela y otros quehaceres...pero eso podemos verlo con tiempo, no quiero sobresaltarle.


Desea que conteste alguna otra pregunta, señorita?

- No me diga - dijo en sarcasmo mientras intentaba reírse sin que le doliera mucho - La burocracia es terrible - escuchó interesada sobre como aquel hombre intentó conocerla mediante lo que había dejado atrás, bueno, eso le alegraba el día por que simplemente tenía una imagen que proteger... como todo mundo. Pero en cambio se quedó con la imagen de la gente que la conocía... una mujer que se había adaptado al medio artístico con facilidad, profesional y madura. - Creo que sería lo mejor dejarlo así... no tiene sentido intentar peinarme o maquillarme si voy a estar con una bata de hospital.

Iba a quitar todo el glamour que podía tener si lo intentaba, además de que dudaba mucho el poner al menos trenzar sus cabellos.

Como no tenía mucho que hacer para moverse, era muy observadora. Analizaba mucho el lenguaje corporal de aquel hombre llamado Camus, tanto por referencias como por que le interesaba. Era un tipo cuidadoso y con unos modales tan refinados que jamás había visto en un hombre.

- Gracias - tomo de aquel vaso de agua con cuidado mientras aun oía lo que tenía que decir - Con esto el tiempo pasará más rápido, haré unos maratones en Netflix - aceptó aquel dispositivo emocionada y ya pensando que serie sería buena empezar - Tiene la boca llena de razón, al menos si no me hubiera roto tantos huesos al menos podría caminar y pasearme por el hospital... creo que incluso usar una silla de ruedas será difícil. - suspiró molesta de la situación en la que se encontraba, solo una mano podía moverla con relativa libertar pero no le era suficiente.

La explicación de Camus le pareció buena, expresando el como manejó la situación con una profesionalidad y sentido común adecuados para como se encontraba todo de cabeza. Pensar en sus padres le hizo que naciera una jaqueca, no quería preocuparles ni entrar a detalles de los motivos de su suicidio... en especial su papá que era muy especial con ella al ser hija única, su princesa. Pero su madre... Oh, tenía tantas preguntas y declaraciones que hacerle debido a que le había ocultado su naturaleza y todo el asunto de Lilith.
De nuevo salía el tema de la privacidad, el hombre parecía solo conocerla en el ámbito profesional del desarrollo de su carrera y su trabajo actual en la escuela.

- No se preocupe, por favor no meta más las manos al fuego por mi... Si ya ha cumplido con su tarea, detestaría que tuviera que meter en su agenda todas estas complicaciones... usted tiene una vida que seguir, no necesita gastarla conmigo - decía condescendiente, no quería absorber el valioso tiempo de aquel hombre si no era necesario. - Pues usted ha manejado bien los aspectos que no me gustan, ya sabe que inquirir en mi vida privada sera fútil, solo le queda conocer de mi solo por mi boca; solo le pido que si fuma, por favor no lo haga antes de venir, tengo un olfato muy bueno y me dará un antojo terrible... No hay nada más que hacer con respecto a aquí, tengo un cuarto propio y las enfermeras me visitan seguido, dudo tener visitas pues todos los que consideraría "amigos" o conocidos cercanos están en el extranjero... Se lidiar bien con la soledad - esa última frase era una total mentira, probablemente se daría cuenta debido a la pausa que hizo. - Con respecto a la escuela, me tomará un tiempo antes de que vuelva al menos en una silla de ruedas... Si los chicos creen que no tendrán tarea solo por que ando aquí están muy, pero muy, equivocados.

En su rostro se formó una sonrisa casi sádica, no sabrían cuantas lecturas y reportes les tocaría a los de Historia de la Música o cuantas grabaciones y fotos tendrían que hacer en puesta en escena.

- Bueno, ya que está aquí tengo una duda... ¿Le gusta el café o el alcohol? o bueno ¿que tipo de comida le gusta? Me gustaría invitarlo a algún lugar cuando salga, para pagar lo que ha hecho por mi.

Cómo desee, pero si cambia de opinión sólo dígamelo - Camus esbozó una sonrisa mientras posaba su mano sobre su pecho asintiendo, luego una mirada algo más penetrante fue la que comunicaron sus ojos- bata o no, eso no debería quitarle la posibilidad de al menos demostrar lo bello de su cabello oscuro.
Los agradecimientos para Camus eran una especial forma de saber si la persona en si era educada, por lo visto, la señorita lo era y no había nada más que pudiese en este momento importarle más, odiaría tener que lidiar con una mujer irrespetuosa y falta de modales básicos, una persona plebeya, como solía decir el en situaciones más cotidianas.
Era considerada con su tiempo, debía admitirlo, la mujer en este minuto podía ser totalmente aceptable de ser tratada a los ojos de Camus, no sería una molestia y sería facil de mantener una buena convivencia. Viendo esto, el conde sonrió con cierta gratitud bien disfrazada de caballerosidad- Señorita, mi deber en estos momentos es ser su servidor para ser un conector hacia el exterior, mi agenda está programada de forma totalmente organizada para poder usar de mi tiempo en su persona y, si me permite decirlo...-la sonrisa de Camus se volvió más galante y encantadora- no lo estaría gastando para nada, me he sentido totalmente dichoso de poderle ayudar, cuente conmigo si así lo necesita, ya sea enviando información a sus alumnos o incluso dándole un poco de compañía. Cuando una persona comunica su gratitud por la ayuda brindada, uno como servidor se siente igual de agradecido.

La mujer parecía estar complacida de su trabajo, al menos de eso no debía preocuparse- No consumo cigarrillos, en ese sentido no deberíamos tener problema alguno...-los ojos del conde se posaron sobre los gestos del rostro de Katherine y sus oídos notaron el leve decline en la última frase, el cerró los ojos sin decir absolutamente nada-...Si usted considera que sabe hacerlo, no soy quién para juzgarla-muy sutilmente peinó su suave cabello detrás de su oreja, sin dejar de mirarle con sus celestes ojos- aun así...la soledad suele ser aburrida si uno no está en condiciones de poder divertirse consigo mismo-los labios del manager volvieron a sonreír pero en esta ocasión de forma más escueta.
No pudo evitar reírse por lo bajo ante las palabras relacionadas con lo de sus estudiantes- lo comprendo totalmente, tuve a alguien como mi estudiante y hacía exactamente lo mismo con el cuándo se quería dar de vago-por primera vez en todo este tiempo que había pasado en aquella habitación la sonrisa de Camus se mostró más verdadera y algo más arrogante, y es que no podía ocultar que gustaba de poner tareas difíciles y que Cecil, su antiguo aprendiz, tuviese que hacerlos.

Junto con las preguntas de la mujer el ex idol volvió a sentirse un poco más en su pasado, usualmente ese tipo de preguntas se las hacían en entrevistas…
Me agrada el té y el café, con leche si es mejor. El alcohol es para ocasiones especiales, pero las tres opciones son aceptables si es que son dulces, verá, en mi tierra natal, Permafrost, el azúcar es un bien muy escaso, un manjar que muy pocos pueden tener, y si bien soy de una posición que me permite tal lujo, aún así trato de disfrutarlo con la mayor dicha posible, en ese sentido, los postres también me agradan-añadió con una sonrisa complacida en sus labios. No estaba mintiendo para nada, la comida no era una información que debiese ocultar en lo más mínimo.
Volvió a sonreírle con tranquilidad- para mí sería una total dicha ser acompañado por usted en una cena o quizás tomando el té de la tarde, señorita. ¿Y usted? ¿De qué gusta? También me agradaría saber más de usted si así me lo permite.

Aquellos ojos eran muy diferentes a los de Reino, el de aquel punk eran como los del un cielo claro que escondía la tormenta... pero los de él le daban frío, como las estalactitas que se formaban en aquellos viejos edificios de su natal Liverpool. Los ojos realmente escondían tantas cosas.

- Solo espera un poco más y mi pelo va querer retomar sus raices africanas, se esponjará como no tienes idea - rió a lo bajo, hacía tiempo que no dejaba así de libre su cabello.

Camus era el caballero que sus amigos interpretaban en tantas obras de ópera, pero a diferencia de ellos que solo trataban de imitar los manerismos y lo exaltaban, en el otro era casi naturales o mejor dicho, como los de un perro entrenado en que la actitud se vuelve natural. Los movimientos, el lenguaje se amoldaron como si debieran estar en él desde el principio.

- Camus, ¿de que castillo salió usted? - dijo medio en broma después de que declarara como consideró todo su tiempo para tener espacio para ella, con aquel actuar tan meticuloso, elegante y encantador. - Tiene razón, mi cuerpo no puede ocuparse - para el sentido laborar o sexual - me terminaré aburriendo, espero que sepa jugar con las cartas o algún juego de mesa - esa invitación sonaba mucho a reto, la naturaleza orgullosa a veces se volvía competitiva en ella por lo que se sentiría bien ganándole a alguien. - Piensan que no tenemos ojos detrás de la nuca, pero los alumnos subestiman mucho al profesor.

Su cara marcó una larga sonrisa y se volvió atenta a los gustos de aquel hombre, que eran muy parecidos a los suyos así que no habría problema para lo que quisieran compartir, desde un buen té a un vaso de alcohol.

- Sir, vengo de Inglaterra, nosostros los ingleses no solo nos gusta el te, lo adoramos - dijo con gran orgullo - aunque el trabajar en Italia me hizo adorar el café... y bueno, el alcohol es algo que consumo con gran placer... será de mucho gusto compartir algo con usted - su cara expresó su desconocimiento ante aquel país que mencionó, sonaba a un lugar frío y se entendería por que era raro el azucar ahí - Me gustan lo dulce, aunque procuro consumirlo en moderación, este cuerpo tal vez no sea como los de las modelos de ropa pero debo cuidarlo para las revistas de caballeros... ¿Acaso las vio cuando investigó de mi?

Su sonrisa era traviesa y de las típicas preguntas que no tenían respuesta correcta, pero quiso divertirse y ver que tal reaccionaba aquel caballero.

Mostró su sonrisa amable ante la broma, cerrando sus ojos al momento del gesto era irónico que dijera aquello, porque claramente el venía de un castillo. Sonrió dejando salir una pequeña risa amena- claro que sé jugar, me manejo muy bien también en el ajedrez, si tiene alguno en mente en particular lo traeré para usted, a su vez traeré algunos por mi cuenta. Una partida o dos siempre es interesante~ Una persona muy cercana a mi adoraba esos juegos.

Me alegra escuchar aquello, en ese caso, traeré diversos tés para hacer más ameno el momento, me gustaría compartirlo con usted, y cuando esté en su plenitud me dejaré guiar por sus conocimientos para degustar lo que a su juicio está en un buen nivel.
Sabía que era inglesa y a su vez de su ascendencia, no era muy dificil de encontrar dicha información, como mucha otra, aunque claramente prefería saber todo desde la boca ajena.

No-contestó con tranquilidad- pero no he de dudar que si cuida de su aspecto a debido de ser muy bien evaluada,  entiendo aquello del arte del cuerpo en la industria, muchas veces en mis años de idol posé para revistas de modelaje de diversas índoles, ¿usted disfrutó de su trabajo en ese aspecto?Dependía mucho de la reacción de Katherine, no había sido invasivo y además se había puesto en la misma situación no dejando entrever ningún tipo de comentario malintencionado ni enjuicioso.

- El ajedrez es divertido, pero no soy muy buena... pero eso si tengame cuidado con la baraja - le sacó la lengua divertida. Recordaba como pasó aquellas noches divertida con sus compañeros de obras musicales jugando al póquer, black jack y demás juegos. Cuando eran retos de prenda, los hombre salían decepcionados de que la inglesa hubiese ganado, por que la querían ver como Eva. - ¿En serio? que lindo, solo espero que no halla perdido la técnica.

Sus ojos brillaron de emoción. Té, té y más té. ¿como no iba a adorarlo? Los de vainilla, hierbabuena, rojo, con leche, con limón, acaramelados... las posibilidades eran infinitas con respecto a su bebida con cafeína favorita.

- me encantaría pedir con galletas pero dudo que me dejen permiso... creo que con los tés debería hablar con el personal médico para ver cuales puedo consumir debido a mi condición

Odiaba la comida de hospital, y el suero simplemente no le adnimaba del todo. ¿donde estaba el sazón? ¿el sabor? Daría lo que fuera por un poco de condimento o azúcar en sus alimentos.

- ¿en serio? bueno, es indudable que al menos le hallan llamado para ello - meta del día, buscar sus fotos en el internet, no dudaba que existieran. - Si, aunque nunca lo busqué, simplemente se dio por una que otra cosa... verá, en el negocio de la opera y a veces de los musicales es muy frecuente que gente vaya a a esos eventos, les gustan a algunos, otros van solo para presumir que son "high class" sin que sean de sus gustos - lo admitía y era cierto, pero no era que le ofendiera si al menos le gustara o interesara a la persona - Poco a poco gente de dinero o grandes empresas me empezó a reconocer, primero modelaba ropa de haute couture o joyas, nada muy fuera de lo común, pero al frecuentar esos círculos se conoce a mucho tipo de gente, y pues de modelaje a modelaj  me topé con los de caballeros y me hicieron la oferta, lo acepté, pues no es que tenga pena de mi cuerpo. - alzó lo poco que pudo sus hombros, con una total indiferencia - no soy estrictamente una modelo ni por mi altura o mis proporciones, hay que ser demasiado delgada y yo tengo demasiadas curvas, pero digamos que es vanidad... a todos nos gusta que nos halaguen... ¿no cree que es parte de la naturaleza humana? ¿Ser reconocidos por nuestra apariencia o talentos? El ego le encanta

Podemos matar el tiempo enseñándonos estrategias, usted a mi en la baraja y yo a usted en el ajedrez- Daría instancias de acercamiento y de ver como trabajaba la mente de la morena, algo que a Camus le interesaba saber, después de todo el hecho de que pudiese mantener su vida privada tan en las sombras era muestra de una buena jugadora, muy pocas personas podían tener el ingenio y cuidado en este mundo del espectáculo, sería interesante.

Procuraré informarme sobre su dieta para que pueda comer lo más sabroso posible. Me sentiría muy mal si no pudiese darle el placer a su paladar de alimentarse con buena comida. a la primera mejora de su menú traeré algo para usted.- Y de seguro sería algo delicioso, sobre todo si era algo de repostería o pastelería. Camus no se conformaba con cualquier cosa y si iba a estar al cuidado de Katherine, la trataría en ese sentido como si fuese si mismo...después de todo, generaría confianza y de paso no tendría remordimientos en comer delante suyo. Pasar la tarde sin algún dulce no era muy de sus planes.-Por el momento pediré que sus alimentos sean dignos.


Sonrió educadamente ante el primer comentario de Kath, para él también era indudable la belleza exotica de la mujer. Después de todo, en Permafrost las mujeres tendían a tener el cabello rubio, tez blanca como la porcelana y ojos de color frío. Aunque los suyos eran particularmente más glaciares que los de cualquier otro habitante de Permafrost.

Entendía a la perfección aquello, sobre todo el tema de la "high class". Educado en el Silk Palace debía lidiar con todo tipo de gente, mucho de ellos se vanagloriaban de conocer al conde(aunque realmente no fuesen de su cercanía). Luego cuando comenzó con su trabajo de idol el requerimiento de trabajos para el en torno a su imagen aumentaban pero eso ya era parte de su historia y no era necesario que se lo contase, se entendía con el simple hecho de haber sido un idol. 

Los canones de belleza son bastante duros, en especial en el modelaje. Noté especialmente en Japón y países Europeos que tienden a ser reiterativos. Personalmente creo que la belleza radica en la misma diversidad, en lo tan brillante que puedas llegar a ser y verte, en que tan bueno seas en lo que haces ¿No lo cree así? -sonrió ladino aunque algo más serio ante estas palabras. El profesionalismo era importante y eso para él significaba belleza.

Creo que la propia confianza es un ingrediente esencial de esta industria. Si no confianzas en tus propias capacidades, ya sean físicas o propiamente en torno a lo artistico (que es este caso), no saldrás de las palabras de felicitación de tu madre en casa, por muy cruel que suene esto.- por una vez en toda la conversación, Camus mostró ligeramente su rostro más duro y pedante- Y allí como usted dice tiene que ver un poco con...la vanidad. Un ser totalmente humilde se pierde entre tanto talento y belleza, por mucho que pueda destacar por que no conoce su propia valía, caen en lo ignorante de sus propias capacidades y no sabe aprovecharse a si mismo.

- Los secretos de estrategia ¿eh?... te enseñaré un truco o dos, pero te los tendrás que ganar - le guiñó picaronamente. Imaginaba que el chico era inteligente, se notaba. Cada cosa que decía que le preocupaba, él ya respondía con alguna precaución según a sus intereses. Camus era efectivo y atento, ya veía por que lo encargaron de su situación. - Puedo abusar de usted y pedir un favor, fuera del tema... ¿Puede indicar al personal del hospital que no quiero ningún psicólogo para mi? Han estado insistentes y no quiero ese tipo de atenciones

Casi sentía como las lágrimas de felicidad se le escurrían al ver como el rubio iba a mejorar su estancia en el hospital, sería algo hermoso el poder comer de manera más decente, no le importaba pagar más. Aunque creo que eso lo imaginaría, tenía el dinero para disponerse de sus caprichos.

- ¡Yo mismo lo creo! De que sirve esta diversidad si solo aceptamos ver poco de ello, es como querer una obra de arte y negarte a observar parte de ella solo por que un elemento no te guste - estaba muy de acuerdo con lo que decía Camus - Solo serás revolucionario si rompes los canones establecidos.

Asintió con respecto al tema de la confianza. Si no fuera por su amor propio tal vez ni siquiera hubiera terminado sus estudios en el Covent Garden, ni aceptado papeles o incluso el modelaje. El entorno puede ser difícil, pero nada cambiará si uno no está dispuesto a hacer el cambio.
Recordó a su alumno y a aquellas palabras que él dijo. Sentía que no conocía su valía y si no llegaba a saberla, no lograría interpretar su papel como Romeo. Ese chico necesitaba amor propio, todos a su alrededor confiaban en él, pero debía empezar a confiar en si mismo.

- No lo niego, el amor propio es muy importante para que uno floresca... Es duro ver a alumnos, que aunque quieras darles tu energía, tus enseñanzas, y que no puedan hacer algo - Kath apretó fuerte su mano en las sábanas, impotente de no poder ayudar a alguien.

Asintió con la cabeza levemente dando a entender que comprendía- Claro, señorita-

Mmmm- colocó una mano en su mentón- Si, se me informó sobre aquello. Debido a el contexto de la situación es algo protocolar...De igual manera intentaré que no la hostiguen con aquello- Eso sería particularmente dificil, la policía había informado al hospital de la situación o al menos al doctor de rigor que estaba a cargo de Katherine.- Pero, si me lo permite...aceptar la asistencia es la mejor solución, piénselo de esta forma.

Si desea que puedan darle de alta lo antes posible es necesario que se informe a traves del psicologo que usted está estable. Realmente tratar con  alguno de ellos no es dificil, después de todo en las sesiones será usted quien hablará. No es nada del otro mundo y de esa forma la dejaran tranquila muy pronto. Pero...comprenderé que no quiera seguir mi consejo.

"Me preocupa la prensa en especial...más que la insistencia del psicologo en sí, hay un particular apego al amarillismo que ante cualquier detalle que se filtre será adornado con ánimos de polémica. Deberé hablar con Regan o Reino para mantenerme más informado. Además...está el factor de que es profesora...no puede crearse noticia por esto."

Los gestos de Kath cambiaron delicadamente. Al referirse a sus alumnos parecía bastante afectada. Bajó su vista a sus manos, aquellas sujetaban firmemente las sábanas.

Quien quiere salir de su miseria, saldrá-Se dirigió a la silla de al lado de la cama, con la expresión más seria y la voz un poco más grave. Procedió a sentarse, erguido y elegante, entrecruzando su piernas y dejando que sus brazos descansaran en la silla- Si el alumno no recibe las energías del maestro, ni sus enseñanzas ni nada en particular, es simple- cerró los ojos- No sirve, no va a lograrlo...Pueden todos empujarte, pero si no usas tus propios pies para caminar no avanzaras.-

Él lo sabía, claro que si.

¿Tiene de ese tipo de alumnos que no soportan la presión o son casos especiales de falta de autoestima? La diversidad en Musette debe ser increíble.

- ¿y adivine por que yo tengo que ser la que tengo que hablar?... - si pudiera cruzarse de brazos, lo haría - el psicólogo sabe por donde tiene que inclinar la conversación para obtener información para saber los orígenes de mis pesares, lo más que podría hacer será mentir lo suficientemente bien en el hospital para después abandonar las charlas cuando me de de alta.

Ella extendió de nuevo su único brazo para beber agua y tener que plantear como enfrentarse a aquella dificultad. La razón de por que se quería suicidar en los términos más simples era por el miedo a quedarse sola, aunque claro, con su juventud cuasi-eterna le daba cierto margen de ventaja para poder seguir socializando sin preocuparse por la edad.
No era la solución adecuada pero era su vida.

- Bueno, hay de todo en la escuela, se lo aseguro... todos tenemos problemas - ella siendo un gran ejemplo de como los sentimientos pueden consumir a uno - Pero el caso especial es el protagonista de la obra de Romeo y Julieta. Según sus palabras entró para verse, probarse... pero terminó con el rol principal y de tratar con él, consideré que si se quedaba en la obra no sería bueno para como se sentía y por como se desempeñaba. - luego suspiró con pesadez al recordar lo último que le dijo - le terminé diciendo en nuestra última conversación que considerara cambiarse a una vocación del espectáculo que no requiriera ser tan observado.

¿Fue algo tonto? ¿estúpido tal vez? Se lo había dicho pensando en futuras situaciones donde él tuviera que enfrentarse a estos problemas y solo pensó que eso sería lo mejor. Un lugar sin tanta presión visual de otros y donde la privacidad se le fuera otorgada.
Había entrenado a nuevos miembros en compañías y obras y había sido de gran apoyo pero el ser maestra era muy diferente a lo que estaba acostumbrada. Hizo todo lo que pudo para ser una profesora de excelente calidad en el profesorado que presumía Musette.