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Más que un deseo hecho realidad [Priv. Revo]
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Más que un deseo hecho realidad [Priv. Revo]
El alumnado tendía a acercarse a Lucien con aires de admiración, siempre obtenían una sonrisa agradable y cortés o alguna palabra de aliento que podría llevarte a esforzarte más. Más la realidad en este último mes era completamente diferente a eso.
Lucien no estaba respondiendo de mala manera pero sin siquiera notarlo o quererlo emanaba un aura de cansancio y hastío que hacia a la gente solo verlo de lejos.
Ese día quería tener un poco de Sol, pensando que quizás algo de vitamina D le ayudaría a retomar el ánimo. Se repetía a si mismo que debía hacer un buen trabajo pero cada vez que tenía algo armado su mente le jugaba la mala pasada y su sentido obsesivo de la perfección boicoteaba todo esfuerzo.
Sentado entre las areas verdes tuvo un lejano recuerdo de una figura femenina llamarle, tan blanca como la luna.
¿Dónde estará Beth?-quería sentir el vacío de sus ojos, añoraba poder descansar en ella, hace tanto tiempo se sentía tan lleno que las noches por mucho que intentara dejarlas para descansar estaban plagadas de miradas ajenas a él, aquellas que convivían dentro de si mismo.
Su compañera había desaparecido hace mucho tiempo y el pensar en depositar todas sus frustraciones en el cuerpo de Mine le sacaba de sus casillas, tampoco ayudaba el darse cuenta que había pensado en la violinista para deshacerse de su pesar. Se sintió asqueado, algo que estaba haciéndose demasiado recurrente cuando pensaba en si mismo.
¿Qué le sucede al delegado?- comentaban un grupo de chicas mirando con cierto aire apesadumbrado y nervioso.
No lo sé, pero asumo que incluso para el primero de la clase la obra escolar es demasiado, he oído que no hace más que estar en la sala de música frente al piano...
Jajaja, de seguro ahora no les parece tan guapo con esas ojeras oscuras debajo de sus ojos!! ya ven que no es la gran cosa, se ve desastroso!
Y era cierto, si bien Lucien seguía vestido pulcramente, con su cabello siempre peinado y su usual porte de chico ingles se le notaba más delgado y pálido más las visibles ojeras a causa del insomnio y el exceso de trabajo y estrés.
Lucien se levantó de allí con pesadez, lejos de ser consiente de que hablaban de él a no muchos metros de él.¿Desde hace cuanto no dormía?¿Había comido el día de hoy?
Lo ves! eres un idiota, te escuchó!!-
Tengo que componer...tengo que crear algo lo suficientemente digno si no lo hago...-susurraba casi para si mismo pasando del grupo.
Eh? realmente no te escuchó?
Sus pies lo llevaron por inercia a la sala de música, entre tanto y tanto escuchaba voces que le saludaban, Lucien solo caminaba y daba a duras penas una pequeña inclinación de cabeza. Se plantó frente al piano, sus dedos se movían continuamente, pasaron horas donde el mayor de los Luarent llevaba sus manos del instrumento a la partitura y de la partitura al instrumento- No, no, esto no está bien...-arrugó la hoja y la tiró al montón desechado en una de las esquinas- Esto no sirve...-
Se estaba encerrando/refugiando tanto en esto tratando de eliminar todo lo que sucedía con su mente dentro de estos meses. La fiesta de año nuevo, el separarse completamente de Lucia, el dejar cualquier opción de volver a vincularse con ella, Mine, las voces que cada vez se hacían más fuertes y las expectativas de todos sobre él, sus propias expectativas de no defraudar a nadie y el hecho de tener a una de sus inspiraciones musicales viéndole, escuchando lo que ÉL había hecho...poder por fin mostrarle algo que había compuesto.
Lucien no estaba respondiendo de mala manera pero sin siquiera notarlo o quererlo emanaba un aura de cansancio y hastío que hacia a la gente solo verlo de lejos.
Ese día quería tener un poco de Sol, pensando que quizás algo de vitamina D le ayudaría a retomar el ánimo. Se repetía a si mismo que debía hacer un buen trabajo pero cada vez que tenía algo armado su mente le jugaba la mala pasada y su sentido obsesivo de la perfección boicoteaba todo esfuerzo.
Sentado entre las areas verdes tuvo un lejano recuerdo de una figura femenina llamarle, tan blanca como la luna.
¿Dónde estará Beth?-quería sentir el vacío de sus ojos, añoraba poder descansar en ella, hace tanto tiempo se sentía tan lleno que las noches por mucho que intentara dejarlas para descansar estaban plagadas de miradas ajenas a él, aquellas que convivían dentro de si mismo.
Su compañera había desaparecido hace mucho tiempo y el pensar en depositar todas sus frustraciones en el cuerpo de Mine le sacaba de sus casillas, tampoco ayudaba el darse cuenta que había pensado en la violinista para deshacerse de su pesar. Se sintió asqueado, algo que estaba haciéndose demasiado recurrente cuando pensaba en si mismo.
¿Qué le sucede al delegado?- comentaban un grupo de chicas mirando con cierto aire apesadumbrado y nervioso.
No lo sé, pero asumo que incluso para el primero de la clase la obra escolar es demasiado, he oído que no hace más que estar en la sala de música frente al piano...
Jajaja, de seguro ahora no les parece tan guapo con esas ojeras oscuras debajo de sus ojos!! ya ven que no es la gran cosa, se ve desastroso!
Y era cierto, si bien Lucien seguía vestido pulcramente, con su cabello siempre peinado y su usual porte de chico ingles se le notaba más delgado y pálido más las visibles ojeras a causa del insomnio y el exceso de trabajo y estrés.
Lucien se levantó de allí con pesadez, lejos de ser consiente de que hablaban de él a no muchos metros de él.¿Desde hace cuanto no dormía?¿Había comido el día de hoy?
Lo ves! eres un idiota, te escuchó!!-
Tengo que componer...tengo que crear algo lo suficientemente digno si no lo hago...-susurraba casi para si mismo pasando del grupo.
Eh? realmente no te escuchó?
Sus pies lo llevaron por inercia a la sala de música, entre tanto y tanto escuchaba voces que le saludaban, Lucien solo caminaba y daba a duras penas una pequeña inclinación de cabeza. Se plantó frente al piano, sus dedos se movían continuamente, pasaron horas donde el mayor de los Luarent llevaba sus manos del instrumento a la partitura y de la partitura al instrumento- No, no, esto no está bien...-arrugó la hoja y la tiró al montón desechado en una de las esquinas- Esto no sirve...-
"Nada de lo que haga podrá arreglar lo que hice..."
"Nada de lo que escribo podría representarla"
"Esto es demasiado simple, demasiado cliché, todo esto está mal!"
Se estaba encerrando/refugiando tanto en esto tratando de eliminar todo lo que sucedía con su mente dentro de estos meses. La fiesta de año nuevo, el separarse completamente de Lucia, el dejar cualquier opción de volver a vincularse con ella, Mine, las voces que cada vez se hacían más fuertes y las expectativas de todos sobre él, sus propias expectativas de no defraudar a nadie y el hecho de tener a una de sus inspiraciones musicales viéndole, escuchando lo que ÉL había hecho...poder por fin mostrarle algo que había compuesto.
"No puedo hacerlo...¿en que demonios pensaba? incluso yo tengo un limite..."
Exacto...para que esforzarse, es cómodo solo estar aquí frente al piano, no necesitas nada más, ya eres alguien aquí. Ven...descansemos aquí~
-Llevo una de sus manos a su cabeza bruscamente notoriamente frustrado-No!..no, no, no...la canción, concentrate en la canción...falta poco,si haces esa canción todo marchará bien, sólo tienes que hacer la de...Julie...-se encorvó frente a las teclas presionándolas con el peso de su cuerpo y e sus brazos sobre ellas. Parecía completamente derrotado- Tengo que...- sentía que le faltaba el aire.
Lo siento...por favor canta mi canción...
Realmente no sirves para esto...eres patético!!Acaba ya con esto, no lo soporto!!
El cabello le cubrió el rostro completamente, acarició las teclas del piano y susurro- Yo...lo lamento...perdona hacer música tan detestable contigo-
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 551
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Edad : 30
Re: Más que un deseo hecho realidad [Priv. Revo]
No había muchas oportunidades en las que se pudiera ver a Regan Vosuet caminando por los pasillos de la escuela Musette y es que en general su función de director la ejercía desde su misma oficina en Merveilles Records. Tan solo para algunas actividades o situaciones puntuales era que el productor se aparecía en la academia y esta era una de esas ocasiones especiales, ya que había algo que quería hacer por sí mismo. Tal vez era un capricho, pero creía que era completamente necesario entregar de forma presencial la carta que llevaba guardada en su bolsillo.
En el momento en que propuso la idea del apadrinamiento escolar había asumido que, al igual que los demás funcionarios de Merveilles, él también tendría un ahijado del cual hacerse cargo, incluso si eso significaba apretar todavía más su agenda.
Por supuesto y como la gran mayoría de las cosas que Revo hacía, no había sido una decisión tomada al azar. Lo meditó bastante hasta al final inclinarse por la persona que en ese momento suponía con más carga sobre sus hombros: Lucien Luarent, el delegado y alumno número 1 de su clase. Fuera de pensar que se encargaría de un prodigio, Regan estaba seguro de que precisamente aquella etiqueta estuviera causando estragos en la mente del estudiante que no solo debía lidiar con la presión de su último año en la academia sino que además, por situaciones inesperadas, había quedado a cargo de la composición de la obra escolar completamente solo.
Había dado aviso al profesorado que aquel día visitaría la escuela, pero los alumnos no tenían idea por lo que no fue raro que se armara uno que otro revuelo a su paso. Le hacía gracia, pero no le gustaba del todo que los alumnos lo vieran como un ser superior, al final todos o al menos, la gran mayoría eran igual a él: Músicos. Es por eso que procuraba darse el tiempo de saludarlos o realizar preguntas casuales a algunos alumnos que se le acercaban: "¿Cómo están? ¿Qué matería les gusta más? ¿Qué clase les toca luego?" Ese tipo de cosas.
Tras consultar con algunos profesores dio con el paradero del alumno que estaba buscando. Se dirigió a la sala de música a la que entró con tanto cuidado que dudaba que el muchacho se hubiese percatado de su presencia. Cerró la puerta con llave tras de sí para no ser interrumpidos por otros alumnos y observó al muchacho.
Era evidente el aura frustrada del joven y más aún, la pesadumbrez que emanaba. Ciertamente no era lo que Regan se esperaba, no tanto así, por lo que no pudo evitar mirarlo extrañado, pero inmediatamente luego de eso cambio la expresión a una más jovial. Aparentemente su preocupación no había estado errónea y eso le hacía sentir que había tomado la decisión correcta.
"¿Sucede algo, Lucien?" Preguntó sin siquiera saludar. A veces él mismo no se daba cuenta, pero su forma de "aparecer" siempre daba la impresión de que había salido de cualquier lugar.
En el momento en que propuso la idea del apadrinamiento escolar había asumido que, al igual que los demás funcionarios de Merveilles, él también tendría un ahijado del cual hacerse cargo, incluso si eso significaba apretar todavía más su agenda.
Por supuesto y como la gran mayoría de las cosas que Revo hacía, no había sido una decisión tomada al azar. Lo meditó bastante hasta al final inclinarse por la persona que en ese momento suponía con más carga sobre sus hombros: Lucien Luarent, el delegado y alumno número 1 de su clase. Fuera de pensar que se encargaría de un prodigio, Regan estaba seguro de que precisamente aquella etiqueta estuviera causando estragos en la mente del estudiante que no solo debía lidiar con la presión de su último año en la academia sino que además, por situaciones inesperadas, había quedado a cargo de la composición de la obra escolar completamente solo.
Había dado aviso al profesorado que aquel día visitaría la escuela, pero los alumnos no tenían idea por lo que no fue raro que se armara uno que otro revuelo a su paso. Le hacía gracia, pero no le gustaba del todo que los alumnos lo vieran como un ser superior, al final todos o al menos, la gran mayoría eran igual a él: Músicos. Es por eso que procuraba darse el tiempo de saludarlos o realizar preguntas casuales a algunos alumnos que se le acercaban: "¿Cómo están? ¿Qué matería les gusta más? ¿Qué clase les toca luego?" Ese tipo de cosas.
Tras consultar con algunos profesores dio con el paradero del alumno que estaba buscando. Se dirigió a la sala de música a la que entró con tanto cuidado que dudaba que el muchacho se hubiese percatado de su presencia. Cerró la puerta con llave tras de sí para no ser interrumpidos por otros alumnos y observó al muchacho.
- Spoiler:
Era evidente el aura frustrada del joven y más aún, la pesadumbrez que emanaba. Ciertamente no era lo que Regan se esperaba, no tanto así, por lo que no pudo evitar mirarlo extrañado, pero inmediatamente luego de eso cambio la expresión a una más jovial. Aparentemente su preocupación no había estado errónea y eso le hacía sentir que había tomado la decisión correcta.
- Spoiler:
"¿Sucede algo, Lucien?" Preguntó sin siquiera saludar. A veces él mismo no se daba cuenta, pero su forma de "aparecer" siempre daba la impresión de que había salido de cualquier lugar.
Re: Más que un deseo hecho realidad [Priv. Revo]
La frustración en una persona como Lucien le hacía perder ciertas costumbres, más aún porque últimamente no veía la necesidad de estar siempre alerta. A raíz de esto claramente no se percató siquiera de la presencia del mayor en la sala y sólo cuando escuchó una voz llamándole el joven pianista reacciono...de manera muy tardía.
...eh?...
Giró su cabeza, la larga cabellera del semi angel lograba cubrir gran parte de su rostro más logró discernir que alguien estaba allí.
Eh?- volvió a decir con voz cansina y su postura comenzó a erguirse como por inercia logrando entender por fin quién era. Regan Vosuet, la persona a quién más admiraba como músico, como profesional y artista estaba parado en la entrada de la sala, preguntándole si sucedía algo.
...- tenía los labios ligeramente abiertos, llevó su mano a su rostro y con un matiz completamente poco optimista e incrédulo, susurro- Debo...creo que estoy demasiado cansado...ja...jaja...-negó como si aquella realidad no fuera posible¿Por qué el director de Musette estaría allí, frente de él con la agenda tan ocupada?
“De hecho...porque debería estar aquí frente a mi, no he logrado avanzar nada.Eso no tiene sentido”
Suspiró pesadamente y soltó una suave risa irónica-Las alucinaciones son algo nuevo...quizás si me estoy volviendo loco...
...eh?...
Giró su cabeza, la larga cabellera del semi angel lograba cubrir gran parte de su rostro más logró discernir que alguien estaba allí.
“yo conozco esa voz...”
Eh?- volvió a decir con voz cansina y su postura comenzó a erguirse como por inercia logrando entender por fin quién era. Regan Vosuet, la persona a quién más admiraba como músico, como profesional y artista estaba parado en la entrada de la sala, preguntándole si sucedía algo.
...- tenía los labios ligeramente abiertos, llevó su mano a su rostro y con un matiz completamente poco optimista e incrédulo, susurro- Debo...creo que estoy demasiado cansado...ja...jaja...-negó como si aquella realidad no fuera posible¿Por qué el director de Musette estaría allí, frente de él con la agenda tan ocupada?
“De hecho...porque debería estar aquí frente a mi, no he logrado avanzar nada.Eso no tiene sentido”
Suspiró pesadamente y soltó una suave risa irónica-Las alucinaciones son algo nuevo...quizás si me estoy volviendo loco...
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 551
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Edad : 30
Re: Más que un deseo hecho realidad [Priv. Revo]
El alumno se tardó en reaccionar, más de lo que incluso Revo había anticipado. Cuando el chico murmuró su respuesta el director alzó las cejas con sorpresa, pero no dejó esa sonrisa traviesa de lado.
"Es bueno que te des cuenta y asumas tu propio cansancio. Temía que ese pudiera ser el problema." Y no era que no hubiese notado la incredulidad del chico, sencillamente se estaba aprovechando de ese momento de confusión.
"Creo que todos los músicos lo estamos un poco." Se acercó a paso lento, con una mano bajo su mentón como si estuviera reflexionando seriamente al respecto. Algo de loco tenía él mismo, sería hipócrita de su parte negarlo y ni siquiera lo veía como algo malo. ¿Quién podría estar cuerdo en un mundo como ese después de todo?
"Tal vez solo sea mi percepción, pero te ves algo desanimado." Se paró junto al piano y deshizo la postura de sus brazos para apoyar una de sus manos sobre el instrumento, sabía que era el instrumento de preferencia de Lucien, pero le parecía algo triste que incluso siendo así el muchacho no fuera capaz de expresar sus sentimientos en él.
"¡Ya sé!" Resolvió de un momento a otro, suavizando la sonrisa para inclinarse un poco y murmurar a modo secreto. "Si no lo estás ocupando ¿Por qué no sales de ahí un momento? El piano quiere ser tocado y yo quiero mostrarte algo." Con esa franqueza característica, cálida y a la vez severa cambió lugares con el alumno y posicionó las manos.
"Es algo en lo que todavía estoy trabajando, así que tendrás que borrarlo de tu memoria más tarde." Advirtió y tras unos segundos de silencio sus dedos comenzaron a moverse al ritmo de una melodía que desbordaba una melancolía particular.
El ambiente completo del salón cambio ante cada nota producida por el golpeteo de sus dedos, incluso el aura del mismo Regan Vosuet pareció mutar. Era dramático, triste, oscuro y a la vez con un toque particular de esperanza que terminaba dándole una extraña calidez al final.
"¿Qué opinas?" Se giró en el mismo banquillo, volviendo a sonreír con picardía. "Eres el primero que lo escucha, pero es un secreto." Cruzó las piernas y entrelazó los dedos de sus manos apoyando apenas uno de sus codos en el borde del piano, cuidando no pasar a llevar ninguna tecla.
"Entonces... ¿Sucede algo Lucien?" Repitió la pregunta de manera casual.
"Es bueno que te des cuenta y asumas tu propio cansancio. Temía que ese pudiera ser el problema." Y no era que no hubiese notado la incredulidad del chico, sencillamente se estaba aprovechando de ese momento de confusión.
"Creo que todos los músicos lo estamos un poco." Se acercó a paso lento, con una mano bajo su mentón como si estuviera reflexionando seriamente al respecto. Algo de loco tenía él mismo, sería hipócrita de su parte negarlo y ni siquiera lo veía como algo malo. ¿Quién podría estar cuerdo en un mundo como ese después de todo?
"Tal vez solo sea mi percepción, pero te ves algo desanimado." Se paró junto al piano y deshizo la postura de sus brazos para apoyar una de sus manos sobre el instrumento, sabía que era el instrumento de preferencia de Lucien, pero le parecía algo triste que incluso siendo así el muchacho no fuera capaz de expresar sus sentimientos en él.
"¡Ya sé!" Resolvió de un momento a otro, suavizando la sonrisa para inclinarse un poco y murmurar a modo secreto. "Si no lo estás ocupando ¿Por qué no sales de ahí un momento? El piano quiere ser tocado y yo quiero mostrarte algo." Con esa franqueza característica, cálida y a la vez severa cambió lugares con el alumno y posicionó las manos.
"Es algo en lo que todavía estoy trabajando, así que tendrás que borrarlo de tu memoria más tarde." Advirtió y tras unos segundos de silencio sus dedos comenzaron a moverse al ritmo de una melodía que desbordaba una melancolía particular.
- Spoiler:
Desde el minuto 1.30 al 4.50
El ambiente completo del salón cambio ante cada nota producida por el golpeteo de sus dedos, incluso el aura del mismo Regan Vosuet pareció mutar. Era dramático, triste, oscuro y a la vez con un toque particular de esperanza que terminaba dándole una extraña calidez al final.
"¿Qué opinas?" Se giró en el mismo banquillo, volviendo a sonreír con picardía. "Eres el primero que lo escucha, pero es un secreto." Cruzó las piernas y entrelazó los dedos de sus manos apoyando apenas uno de sus codos en el borde del piano, cuidando no pasar a llevar ninguna tecla.
"Entonces... ¿Sucede algo Lucien?" Repitió la pregunta de manera casual.
Re: Más que un deseo hecho realidad [Priv. Revo]
Inclusive cuando tenía su mano sobre su rostro y luego negaba unas cuantas veces la voz de la supuesta alucinación no se iba. Fue entonces cuando se percató que realmente no estaba alucinando, de pronto se sintió completamente avergonzado por demostrarse cansado.
miró hacia otro lado, si bien sus modales pulcros y adultos eran ya una constante en sus reacciones era como si Lucien estuviera en un ambiente inhóspito sin ningún tipo de conocimiento y por primera vez se vio mintiendo directamente...y en este momento era pésimo en ello.
Abrió los ojos de repente dándole una inusual cara de asombro que le reflejaba incluso por fin en su edad de solo 19 años.
Ahora que lo pensaba era normal ¿no es así? Regan Vosuet era humano, debía cansarse y tener en algún momento quiebres en sus procesos creativos, todos los músicos estaban en el mismo barco. Se sintió más avergonzado por tener en su imagen a un hombre tan inquebrantable sólo por admirarle.
Se sobresaltó con la tan inesperada exclamación del mayor. Por un momento se quedó mudo mirando el semblante ajeno, luego dirigió sus ojos al piano- Si...
En otro estado de ánimo quizás se hubiera hasta sentido ofendido por la frase tan directa pero ahora se limitó a salir del lugar aunque realmente no había procesado lo que venía a continuación.
Mostrarme algo?-Pensó al principio que podría ser cualquier cosa pero cuando le vio sentarse en el banco dejo de respirar durante unos 3 segundos, de hecho sus músculos se tensaron ante el cambio repentino de aura que emanó con solamente posicionarse frente al instrumento¿Qué clase de humano podía hacer algo como eso?
Pero su sorpresa no se detuvo ahí, cuando el primer dedo presionó la primera tecla el ambiente cambió rápidamente. Era una persona completamente distinta, lejos quedaba la imagen que había visto en aquellos DVD's que su tutor le había regalado, aquellos que lo maravillaban y transportaban a historias increíblemente bien planteadas y con un carácter que limitaba entre la fantasía y la realidad. Afiló su mirada y por capricho se fijó en el aura del sujeto. Lucien no podía explicarlo...era cómo si aquella persona tuviera una silueta aún brumosa, era parte de él pero a la vez no¿ Qué era aquello? Le recordó la sensación en menor escala cuando le veía personificar a ciertos personajes de sus musicales¿Era porque precisamente(sin saberlo aun) no estaba terminado lo que escuchaba?. Incluso para él no podía ser más que la gracia de un artista bien formado, no era precisamente algo sobrenatural era la esencia misma de la formación y la pasión por lo que amas, en este caso la música.
Cuando la melodía fue aumentando en intensidad Lucien no podía si quiera tragar e incluso olvidó en un momento pestañear mientras miraba las manos del músico, sentía una mezcla entre admiración y envidia que le hacia hervir la sangre. Era esa la sensación que un piano podía realmente transmitir¿Cómo es que un simple humano podía inclusive evocar más emociones que él y su naturaleza divina? Podía incluso imaginar armonías de futuras voces acoplándose con la melodía, seguro eso le haría aun más melancólica.
"Pero esta sensación...esta sensación incluso amenazante...si, esperanzadora, esa que aterraba cada célula de mi cuerpo."
Cuando todo termino y Regan adoptó tan despreocupada postura el semiangel bajó el rostro y durante unos segundo parecía realmente molesto pero siquiera parecía amenazador, se veía inclusive más bien frustrado.
Su voz se quebró ligeramente mientras miraba sus manos, sus ojos de pronto se humedecieron y su labio inferior comenzó a temblar
¿Por que precisamente ahora mis manos parecieran no querer conectar con el piano?¿Acaso mis sentimientos no son suficientes?Quería que cuando nos conociéramos fuera distinto, quería que todo por lo que he estado luchando se viera en lo que hago. Yo realmente quería mostrarle cuanto amo la música y ahora pareciera que es mi peor momento, realmente lo siento...
Sin quererlo el sujeto de lentes había llegado de nuevo en un momento crucial en su vida.
Yo...de verdad lo lamento, de seguro usted vino a verme porque quería saber que todo estaba bien con las composiciones de la obra!-de un momento a otro Lucien parecía realmente preocupado y torpe, como si estuviera cometiendo muchos errores al mismo tiempo. Tomó apresuradamente las partituras que había dejado a medio componer sobre el piano y las intentó arrugar en su mano sin éxito. Sus manos aun temblaban por lo que se dejaron caer y es que Lucien estaba mostrando un defecto suyo de hace muchísimos años que parecía haber olvidado, aquel que tanto lo había sumido en la culpa frente a su padre cuando estaba delante del piano a causa de las expectativas.-
Arrepentido de sus acciones completamente carente de saber que hacer ante alguien que había sido demasiado bueno a sus ojos, también le había sucedido delante de su tutor, aquel que le había tratado como si fuera su verdadero padre. Regan no tenía la culpa, era algo mucho más antiguo que la admiración que Lucien sentía por él, era una fibra sensible que sin Lucia no podía manejar y ahora era la primera vez que debía hacerlo, solo que el sujeto delante de Lucien había logrado llegar con solo unas cuantas acciones dentro de una herida sin cerrar.
"Tal vez solo sea mi percepción, pero te ves algo desanimado."
"¿Desanimado?
Yo...¿de verdad luzco así?"
Yo...¿de verdad luzco así?"
- Spoiler:
Ah no, yo sólo...Es la falta de sueño.
miró hacia otro lado, si bien sus modales pulcros y adultos eran ya una constante en sus reacciones era como si Lucien estuviera en un ambiente inhóspito sin ningún tipo de conocimiento y por primera vez se vio mintiendo directamente...y en este momento era pésimo en ello.
Abrió los ojos de repente dándole una inusual cara de asombro que le reflejaba incluso por fin en su edad de solo 19 años.
Ahora que lo pensaba era normal ¿no es así? Regan Vosuet era humano, debía cansarse y tener en algún momento quiebres en sus procesos creativos, todos los músicos estaban en el mismo barco. Se sintió más avergonzado por tener en su imagen a un hombre tan inquebrantable sólo por admirarle.
"Soy un imbécil¿En qué demonios pensaba?"
Se sobresaltó con la tan inesperada exclamación del mayor. Por un momento se quedó mudo mirando el semblante ajeno, luego dirigió sus ojos al piano- Si...
"quiere ser tocado...no he hecho más que hacer que este sollozando. Estoy haciendo lo que tanto odio"
En otro estado de ánimo quizás se hubiera hasta sentido ofendido por la frase tan directa pero ahora se limitó a salir del lugar aunque realmente no había procesado lo que venía a continuación.
Mostrarme algo?-Pensó al principio que podría ser cualquier cosa pero cuando le vio sentarse en el banco dejo de respirar durante unos 3 segundos, de hecho sus músculos se tensaron ante el cambio repentino de aura que emanó con solamente posicionarse frente al instrumento¿Qué clase de humano podía hacer algo como eso?
Pero su sorpresa no se detuvo ahí, cuando el primer dedo presionó la primera tecla el ambiente cambió rápidamente. Era una persona completamente distinta, lejos quedaba la imagen que había visto en aquellos DVD's que su tutor le había regalado, aquellos que lo maravillaban y transportaban a historias increíblemente bien planteadas y con un carácter que limitaba entre la fantasía y la realidad. Afiló su mirada y por capricho se fijó en el aura del sujeto. Lucien no podía explicarlo...era cómo si aquella persona tuviera una silueta aún brumosa, era parte de él pero a la vez no¿ Qué era aquello? Le recordó la sensación en menor escala cuando le veía personificar a ciertos personajes de sus musicales¿Era porque precisamente(sin saberlo aun) no estaba terminado lo que escuchaba?. Incluso para él no podía ser más que la gracia de un artista bien formado, no era precisamente algo sobrenatural era la esencia misma de la formación y la pasión por lo que amas, en este caso la música.
Cuando la melodía fue aumentando en intensidad Lucien no podía si quiera tragar e incluso olvidó en un momento pestañear mientras miraba las manos del músico, sentía una mezcla entre admiración y envidia que le hacia hervir la sangre. Era esa la sensación que un piano podía realmente transmitir¿Cómo es que un simple humano podía inclusive evocar más emociones que él y su naturaleza divina? Podía incluso imaginar armonías de futuras voces acoplándose con la melodía, seguro eso le haría aun más melancólica.
"Pero esta sensación...esta sensación incluso amenazante...si, esperanzadora, esa que aterraba cada célula de mi cuerpo."
- Spoiler:
- "¿Qué...he estado haciendo todo estos meses?"
Cuando todo termino y Regan adoptó tan despreocupada postura el semiangel bajó el rostro y durante unos segundo parecía realmente molesto pero siquiera parecía amenazador, se veía inclusive más bien frustrado.
- Spoiler:
Durante todo este tiempo...durante todos estos meses he intentado ser lo suficientemente digno para tocar algo cómo lo que me ha mostrado porque dentro de todos los alumnos de musette fui elegido para componer y hacer relucir a todos los demás, podía tener la oportunidad de demostrar mi valía pero... nada, absolutamente nada podría compararse a la entrega que acabo de oír y ver. Yo, no he compuesto más que un sinsentido de cosas, es como si el piano ya no quisiera que lo tocase...Mis manos...hace un momento empezaron a temblar...
Su voz se quebró ligeramente mientras miraba sus manos, sus ojos de pronto se humedecieron y su labio inferior comenzó a temblar
¿Por que precisamente ahora mis manos parecieran no querer conectar con el piano?¿Acaso mis sentimientos no son suficientes?Quería que cuando nos conociéramos fuera distinto, quería que todo por lo que he estado luchando se viera en lo que hago. Yo realmente quería mostrarle cuanto amo la música y ahora pareciera que es mi peor momento, realmente lo siento...
"Si, yo estaba haciendo esto porque la amaba...en que momento me volví esto?"
Sus labios se apretaron con fuerza, sentía el pecho oprimido y una vergüenza abrumadora por darse cuenta que realmente estaba tan sofocado y que además había escupido lo que pensaba quizás hasta haciendole ver como un fan más del montón, pero para él era más que eso. La música era la única forma de demostrarle a alguien lo que él era.
Ahora se percataba de todo ¿Alguien había siquiera parado en algún momento de esperar de él lo mejor?¿Había incluso él pensado que estaba tan cansado? Sin percatarse el director de Musette había sido la primera persona en mucho tiempo(si no eran meses) en preguntarle si le sucedía algo, después de todo la careta de Lucien ante toda la academia incluso ante sus profesores era de un alumno apacible y correcto.Sin quererlo el sujeto de lentes había llegado de nuevo en un momento crucial en su vida.
Yo...de verdad lo lamento, de seguro usted vino a verme porque quería saber que todo estaba bien con las composiciones de la obra!-de un momento a otro Lucien parecía realmente preocupado y torpe, como si estuviera cometiendo muchos errores al mismo tiempo. Tomó apresuradamente las partituras que había dejado a medio componer sobre el piano y las intentó arrugar en su mano sin éxito. Sus manos aun temblaban por lo que se dejaron caer y es que Lucien estaba mostrando un defecto suyo de hace muchísimos años que parecía haber olvidado, aquel que tanto lo había sumido en la culpa frente a su padre cuando estaba delante del piano a causa de las expectativas.-
- Spoiler:
lo...lo arreglaré enseguida, sólo deme un poco de tiempo, le aseguro que todo saldrá perfecto...solo...
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 551
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Edad : 30
Re: Más que un deseo hecho realidad [Priv. Revo]
Mientras estaba tocando no se percató de los cambios en Lucien. Se había olvidado de todo por un momento y se había sumergido en el personaje en el que trabajaba, en la historia de luz y oscuridad que su mente planeaba. Es por eso que cuando volvió a enfrentar al rostro del alumno, la genuina sorpresa e incluso una alta cuota de preocupación se notó en su rostro.
¿Realmente el muchacho estaba más quebrado de lo que incluso él había anticipado?
Bastó con escuchar sus palabras para que Regan comprendiera que el rumbo que estaba tomando todo aquello era definitivamente el incorrecto. La presión sobre Lucien había hecho un caos de él, de su cabeza y de su corazón de músico. Estaba tan abrumado que ni siquiera era capaz de discernir correctamente sus intenciones, mucho menos de controlar la ansiedad que ahora mismo se manifestaba en temblores y voz quebrada que le daba, a los ojos del mayor, la apariencia de un niño indefenso y herido.
La sonrisa amistosa de Revo cambió, por supuesto, a una expresión más seria, pero no dijo nada, guardó silencio pues él era de las personas que veía las crisis, las catarsis y el caos como algo completamente necesario. Incluso enriquecedor. Dudaba que los sentimientos de Lucien no fueran suficientes para el piano, muy por el contrario, creía que era tanto lo que necesitaba expresar que quizás el piano no era suficiente para él. Probablemente aquel niño, tan cercano a la perfección y tan etiquetado bajo el ideal, no sabía cómo canalizar las emociones oscuras y toda esa consternación mediante un instrumento que siempre había sido y sonado bajo sus dedos tan perfectamente como él.
Se puso de pie con ligereza, como si en el banquillo del piano hubiese quedado el personaje denso y oscuro que había interpretado hace unos momentos con su canción. Sin decir palabra alguna y con una calidez particular llevó su mano izquierda hacia la cabeza del alumno, sin importar lo alto que era, en un gesto puntual y sencillo, pero con un aire ciertamente paternal. Era como si su mano intentara espantar al menos parte de toda esa presión y esos fantasmas que lo invadían.
"Cuando un músico tiene tanto ruido dentro e intenta hacer oídos sordos a ello, nada nace." Contestó de forma confidencial, llevando la misma mano que se había posado en su cabeza ahora al hombro derecho del alumno.
"Pienso que la oscuridad de nuestras almas, de nuestras mentes, deben ser escuchadas de vez en cuando. Negar una parte de ti, por no ser lo que los demás esperan solo paralizará tus dedos y tus ideas." Dio un par de palmadas suaves sobre su hombro y agregó " Hay una belleza especial en las grietas Lucien".
Entonces se apartó y recogió tranquilamente las partituras que habían caído al suelo, sin molestarse siquiera en mirarlas juntó cada papel y los llevó al pequeño basurero que se encontraba en una de las esquinas del salón. En su actuar no hubo desprecio o arrogancia, tampoco mala intención, desconsideración o subestimación, pero en esos papeles no había nada que Lucien quisiera realmente mostrarle.
"No vengo por la obra Lucien. No es necesario que te sientas tan presionado con ese tema. Seré honesto contigo, el resultado de la obra no es lo que más me importa, ni tampoco es la finalidad por la que se creó tal evento. Estoy seguro que con el tiempo te darás cuenta de ello." Volvió en sus pasos hasta quedar frente al alumno de nuevo y esta vez se quitó las gafas para mirarlo directamente a los ojos, acción que probablemente hasta el momento no había hecho con ningún otro alumno de musette.
"Aunque tu hubieses querido que esto fuera diferente, la verdad es que me alegra haber llegado en este momento." Y sin decir nada más desde un bolsillo interno de su chaqueta sacó una carta blanca que llevaba la insignia de la escuela en dorado por el frente y un sello rojo por atrás. Era la carta que anunciaba precisamente el apadrinamiento de Lucien Luarent por Regan Vosuet.
¿Realmente el muchacho estaba más quebrado de lo que incluso él había anticipado?
Bastó con escuchar sus palabras para que Regan comprendiera que el rumbo que estaba tomando todo aquello era definitivamente el incorrecto. La presión sobre Lucien había hecho un caos de él, de su cabeza y de su corazón de músico. Estaba tan abrumado que ni siquiera era capaz de discernir correctamente sus intenciones, mucho menos de controlar la ansiedad que ahora mismo se manifestaba en temblores y voz quebrada que le daba, a los ojos del mayor, la apariencia de un niño indefenso y herido.
La sonrisa amistosa de Revo cambió, por supuesto, a una expresión más seria, pero no dijo nada, guardó silencio pues él era de las personas que veía las crisis, las catarsis y el caos como algo completamente necesario. Incluso enriquecedor. Dudaba que los sentimientos de Lucien no fueran suficientes para el piano, muy por el contrario, creía que era tanto lo que necesitaba expresar que quizás el piano no era suficiente para él. Probablemente aquel niño, tan cercano a la perfección y tan etiquetado bajo el ideal, no sabía cómo canalizar las emociones oscuras y toda esa consternación mediante un instrumento que siempre había sido y sonado bajo sus dedos tan perfectamente como él.
Se puso de pie con ligereza, como si en el banquillo del piano hubiese quedado el personaje denso y oscuro que había interpretado hace unos momentos con su canción. Sin decir palabra alguna y con una calidez particular llevó su mano izquierda hacia la cabeza del alumno, sin importar lo alto que era, en un gesto puntual y sencillo, pero con un aire ciertamente paternal. Era como si su mano intentara espantar al menos parte de toda esa presión y esos fantasmas que lo invadían.
"Cuando un músico tiene tanto ruido dentro e intenta hacer oídos sordos a ello, nada nace." Contestó de forma confidencial, llevando la misma mano que se había posado en su cabeza ahora al hombro derecho del alumno.
"Pienso que la oscuridad de nuestras almas, de nuestras mentes, deben ser escuchadas de vez en cuando. Negar una parte de ti, por no ser lo que los demás esperan solo paralizará tus dedos y tus ideas." Dio un par de palmadas suaves sobre su hombro y agregó " Hay una belleza especial en las grietas Lucien".
Entonces se apartó y recogió tranquilamente las partituras que habían caído al suelo, sin molestarse siquiera en mirarlas juntó cada papel y los llevó al pequeño basurero que se encontraba en una de las esquinas del salón. En su actuar no hubo desprecio o arrogancia, tampoco mala intención, desconsideración o subestimación, pero en esos papeles no había nada que Lucien quisiera realmente mostrarle.
"No vengo por la obra Lucien. No es necesario que te sientas tan presionado con ese tema. Seré honesto contigo, el resultado de la obra no es lo que más me importa, ni tampoco es la finalidad por la que se creó tal evento. Estoy seguro que con el tiempo te darás cuenta de ello." Volvió en sus pasos hasta quedar frente al alumno de nuevo y esta vez se quitó las gafas para mirarlo directamente a los ojos, acción que probablemente hasta el momento no había hecho con ningún otro alumno de musette.
"Aunque tu hubieses querido que esto fuera diferente, la verdad es que me alegra haber llegado en este momento." Y sin decir nada más desde un bolsillo interno de su chaqueta sacó una carta blanca que llevaba la insignia de la escuela en dorado por el frente y un sello rojo por atrás. Era la carta que anunciaba precisamente el apadrinamiento de Lucien Luarent por Regan Vosuet.
Re: Más que un deseo hecho realidad [Priv. Revo]
"Hermano...los seres humanos son una inagotable fuente de sentimientos y acciones inexplicables, a mis ojos, son increíblemente maravillosos, tienen una capacidad de sorprender a criaturas como nosotros con actuares completamente carentes de lógica pero...creo que eso los hace merecedores de la gracia de Dios, de ser cuidados y amados por él y por nosotros. Sé que muchas veces sueles ver lo malo de ellos, que piensas que son el vivo reflejo de todo lo que no debería existir o pisar esta tierra pero...sé que en algún momento alguno podrá ver más allá del Lucien que todos ven...sé que en algún momento alguien podrá verte a los ojos y notar el gran peso que llevas."
Apretó los labios, se sintió avergonzado pero con una extraña sensación entre alegría y tristeza al recordar esas palabras y ver a Regan delante de él. Su mente y orgullo repetía muchas veces "no soy un niño...no lo soy" pero su corazón en este preciso momento anhelaba aquella caricia más que nada en el mundo y agradeciendo susurraba en latidos "estoy tan feliz de sentir algo así" Lucien por fin se daba la libertad de dejar que alguien(en este caso Regan) conectara con sus pesares aun cuando no era ese su intensión al verlo por primera vez. Realmente el pianista bajo los cuidados de personas adultas que se demostraban más sabios en algún sentido era completametne distinto, era definitivamente un chico que aun tenía que aprender de la vida.
Cerró los ojos un momento y los abrió delicadamente cuando el mayor volvió a hablar, escuchó con atención, tanta como cuando por fin podía de nuevo tener lucidez y su "padre" lo devolvía a la realidad cariñosamente luego de sus perdidas de cordura.
Sus ojos se iluminaron y aclararon súbitamente
"Belleza...en las grietas".
Por su mente pasaron las imágenes de las marcas en su piel, los ojos de la chica de cabellos blancos en aquella luna llena llegaron como un recordatorio de que era cierto, las grietas representaban todo lo que él era porque a fin de cuentas estaba completamente agrietado. Recordó las voces que usualmente le susurraban que, ahora sin más decían cosas poco entendibles, como si cuchichearan entre ellas incapaces de entender lo que sucedía.
Pero había algo más real y significativo en las palabras del hombre de gafas oscuras muy por el contrario de Lucia, Regan parecía que deseaba aclarar que lo que él era no estaba del todo mal y eso no sonaba tan...compasivo como lo decía su hermana.
Incluso...si soy un oscuro pozo lleno de imperfecciones¿eso estará bien?¿Eso me hace lo que soy?-susurro casi inaudible.
La sorpresa se apoderó de su rostro con cierto dejo de preocupación al ver que las partituras eran desechadas. Iba a disculparse pero lo que seguía a esto lo dejó mudo. Al ver el rostro ajeno entendió el actuar de Regan y cierto alivio hizo que el nudo de su garganta se disipara levemente, como si el peso se fuera al tacho de la basura junto con esas partituras.
Cuando se encontró con los ojos del mayor la sorpresa no pudo ser disimulada, porque era extraño ver a Vosuet sin ellas. Era difícil explicarlo en palabras simples pero sin siquiera analizarlo con sus poderes sobrenaturales lo entendido al verlos...el porque Regan Vosuet era el director de esta escuela.
Miró el sobre con curiosidad, se limpió las lagrimas con un pañuelo que traía sacando de su mente aquella sorpresa y lo tomó entre sus manos primero analizando casi pidiendo el permiso del mayor para abrir el sobre. Una vez lo hizo y leyó el contenido sus ojos heterocromos se abrieron como si hubiera recibido un regalo de navidad esperado por años- Un proyecto de apadrinamiento?...pero...-levantó la vista, ciertamente Lucien no era humilde pero no podía creerlo- Entre tantos alumnos con buenas calificaciones...sé que soy un buen alumno y estoy increiblemente honrado de esto pero¿por qué precisamente el director de la academia me tomaría a mi como su ahijado con tanto que hacer?¿por qué a decidido tomarse el tiempo de guiarme?
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
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Edad : 30
Re: Más que un deseo hecho realidad [Priv. Revo]
Sus ojos pestañearon sorprendidos ante las palabras murmuradas por el alumno. Quizás se esperaba otra clase de comparaciones, pero por alguna razón la metáfora le hizo sentido, al punto que consideró anotar el concepto en algún lugar de su mente. Podía incluirlo en su creación actual y quizás así también Lucien entendería más a lo que se refería.
"Con que un pozo..." Murmuró, haciéndole saber al otro que había escuchado aquel susurro. Sus ojos acompañaron la sonrisa cálida de sus labios antes de comenzar a responder.
"Estoy seguro que hasta en el pozo más imperfecto, más oscuro, hay alguna historia que necesita ser contada. Si tú eres un pozo de esos, entonces creo que necesitas mirar dentro y escuchar con atención. Estará bien cuando aceptes lo que llevas dentro y notes que incluso en lo más profundo de ese pozo, si alzas la vista al cielo, todavía podrás ver la luna." Había complicidad en su mirada. De alguna forma era como si estuviera diciendo que él también había estado ahí, que entendía perfectamente lo que era.
Después de extenderle la carta esperó en silencio a que el chico la tomara y se decidiera a abrirla. Cuando el alumno leyó el contenido y expresó su sorpresa, Regan no pudo contener la expresión de gratificación en su rostro. Era inevitable.
"¿Todavía en estas circunstancias te preguntas por qué me he tomado el tiempo de apadrinarte?" Sus ojos lo increparon con un regaño suave, todavía con ese aire paternal que de seguro mantendría con Lucien de ahora en adelante.
"Bueno, si no lo entiendes por completo entonces considéralo mi propio capricho. Eso será suficiente." Le extendió entonces la mano en su dirección y esperó. "Será un placer trabajar contigo, ahijado."
"Con que un pozo..." Murmuró, haciéndole saber al otro que había escuchado aquel susurro. Sus ojos acompañaron la sonrisa cálida de sus labios antes de comenzar a responder.
"Estoy seguro que hasta en el pozo más imperfecto, más oscuro, hay alguna historia que necesita ser contada. Si tú eres un pozo de esos, entonces creo que necesitas mirar dentro y escuchar con atención. Estará bien cuando aceptes lo que llevas dentro y notes que incluso en lo más profundo de ese pozo, si alzas la vista al cielo, todavía podrás ver la luna." Había complicidad en su mirada. De alguna forma era como si estuviera diciendo que él también había estado ahí, que entendía perfectamente lo que era.
Después de extenderle la carta esperó en silencio a que el chico la tomara y se decidiera a abrirla. Cuando el alumno leyó el contenido y expresó su sorpresa, Regan no pudo contener la expresión de gratificación en su rostro. Era inevitable.
"¿Todavía en estas circunstancias te preguntas por qué me he tomado el tiempo de apadrinarte?" Sus ojos lo increparon con un regaño suave, todavía con ese aire paternal que de seguro mantendría con Lucien de ahora en adelante.
"Bueno, si no lo entiendes por completo entonces considéralo mi propio capricho. Eso será suficiente." Le extendió entonces la mano en su dirección y esperó. "Será un placer trabajar contigo, ahijado."
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