De hermano a Manager (Priv. Camus)

-Recibió su carta de Merveilles records poco tiempo después de su audición, sonriendo con satisfacción al leer que había sido aceptada, como era de esperarse, en el sello y se le instaba a conseguir un manager para poder debutar, cosa que ella quería hacer tan pronto como fuera posible. Miró a Alexander y sonrió- Tendré que ir al trabajo de mi hermano, me iré a arreglar, puedes quedarte en mi habitación mientras lo hago -Le dijo con una sonrisa que solo mostraba en casa, una sincera y suave que iba con su verdadera personalidad oculta tras la orgullosa condesa.

Se trenzó el cabello a ambos lados de la cabeza dejando fluir su largo cabello bajo éstas y se puso un apropiado vestido color blanco con zapatos celestes y un fino chaleco del mismo color. Una vez lista, tomó su cartera, besó la nariz de alexander y salió para tomar el auto particular que tenían dispuesto para ella y le indicó donde debían ir.

Una vez ahí el chofer, ya instruido, le abrió la puerta y ella salió con toda gracia, caminando con mucha dignidad hacia la oficina de su hermano, le había dado vagas indicaciones de cómo llegar, pero no le tomó mucho tiempo encontrarla. Llegó hasta la puerta y se detuvo, golpeando suavemente dos veces, cosa que hacía siempre, por lo que su hermano debía suponer que se trataría de ella, no entraría sin llamar, sería una falta de respeto imperdonable-

-Cuando le abrieron la puerta y se topó con una secretaria, frunció el ceño, ya que esperaba ver a su hermano, más luego se suavizó y adoptó la actitud debida- Buenos tardes, señorita -Hizo una pequeña inclinación, necesito hablar con Camus, ¿podría comunicarle que estoy aquí? - Dijo con toda cortesía, dejando ver bastante de su encanto con una suave sonrisa en sus labios.

Al ver a su hermano salir, éste fingido gesto se volvió uno real, completamente sincero- Buenos tardes, hermano -Repitió su inclinación aunque un poco más profunda y asintió a sus palabras, siguiéndolo y sentándose donde le había indicado, cruzó una de sus piernas y sonrió con suavidad.

Claro que si, jamás interrumpiría tu trabajo si no fuera por un asunto importante y éste lo es, toma - De su bolso, extrajo la carta que le había llegado de Merveilles con su aceptación en el sello como cantante. Esperó unos momentos a que el mayor leyera y continuó.

Como puedes ver, hermano, me han aceptado en el sello y vengo a pedir tus servicios como mi manager -Dijo con suavidad, aunque aquello ya había sido conversado antes entre ambos- También quiero informarte que un estilista me ha contactado para que sea el rostro de su nueva colección, su nombre es Delta Duquesne. -Aprovechó la oportunidad para decir aquello ya que era el momento-

-Observó sorprendida a su hermano mientras éste hablaba sobre la vida del otro en los medios, a ella no le podía interesar menos todos esos chismes de farándula, pero si su hermano lo decía, debía ser por algo- Pues la verdad no me interesa mucho lo que haya pasado antes, me interese que me de la mejor imagen posible para crear mi marca y que comience a destacarme de una vez d entre las novatas -Dijo con algo de su orgullo normal en su voz mientras se acomodaba bien el vestido y se preguntaba donde estaría aquel famoso té que la secretaria debía traerles.

Gracias, ambos sabíamos que quedaría, pero no quiero restarle méritos al haber pasado una audición así que te agradezco, hermano -Sonrió un poco mientras éste comenzaba a leer, aunque lo siguiente hizo que su sonrisa dudara unos momentos, antes de volver a pegarla en su boca instantaneamente- Solo hace un par de días, él sabe que eres mi manager aunque eso todavía no esté por escrito. -Dijo con calma, para luego con toda la calma que le fue posible, para no alarmar a su hermano relató su experiencia con el estilista- Bueno... -Intentó sonreír- Fue una entrevista algo curiosa, me revisó el cabello, mi ropa y luego... Luego hizo que me la quitara porque necesitaba ver si había alguna clase de imperfección en mi cuerpo. -Dijo con todo el cuidado y la calma que pudo, esperando que su hermano tomara aquello como lo más natural del mundo-

-Siguió con la mirada a su hermano, esperando a que reaccionara a la noticia que acababa de darle, no estaba segura de si había actuado correctamente e incluso había querido llamarle por unos momentos, pero su personalidad rebelde se había liberado ante las provocaciones de Delta y simplemente había decidido seguirle la corriente sin pensar en las consecuencias que ésto podría traerle al hablar con su hermano.

Apenas escuchó aquel "¿Qué?" supo que la cosa no iría muy bien, apartó la mirada rápidamente, sonrojada y sin atreverse a ver a la cara a su hermano. En el momento en que la puerta se abrió y la secretaría entró con el té alzó la mirada, pero la volvió a bajar rápidamente al escuchar la violencia con la que su hermano le respondía a la secretaría, sabía que Camus era así, pero normalmente no lo dejaba ver en público, en ésta ocasión estaba segura de que su genio había cambiado para mal y se mordió el labio- "Sabía que debí llamarlo" -Pensó completamente asustada de lo que vendría a continuación.

Al sentir el movimiento del otro, se atrevió a alzar un poco la vista y vio que el otro preparaba el té de la manera más correcta, como de costumbre, pero el aire estaba tan tenso en aquel instante que se hubiera podido cortar con un cuchillo.

Al escuchar las palabras "Lo entiendo", un suspiro de incontenible alivio abandonó sus labios, al parecer el mayor comprendía la situación, estaba claro que Delta necesitaba conocer todo de ella para poder diseñar y hacer todo lo demás que el estilo de la marca demandaba. Tomó su taza de té con cierto nerviosismo y le agregó 5 terrones de azúcar, cosa que sentía, le hacía falta en ese instante.

Al sentir que nuevamente se alejaba alzó la vista y lo observó, escuchando atentamente a sus palabras, abriendo los ojos con enorme sorpresa al escuchar lo último- Ni siquiera pensé en algo como eso... Fui muy descuidada, perdón hermano, pero yo algo sabía de su reputación y no quise perder la oportunidad que se me presentaba, como tú apenas serás mi manager ahora, tampoco sabía si debía molestarte con algo como eso... -Murmuró preocupada mientras daba un pequeño sorbo a su té, sobresaltándose al quemarse pues éste estaba más caliente que de costumbre, llevó su mano a sus labios sin emitir un quejido y asintió rápidamente con la cabeza a las palabras de su hermano- Entendido hermano, se lo comunicaré a Delta apenas tengamos nuestro siguiente encuentro.

Bajó la mirada a su taza de té y se sonrojó mucho más al escuchar lo último- Fue muy delicado conmigo, me acarició con mucho cuidado y le agradó mi cutis, creo que yo en general fui de su agrado -Murmuró avergonzada-

-Se sobresaltó nuevamente al escuchar la frialdad y firmeza en las palabras del otro, sonrojándose aun más al oírle hablar de su belleza y todas esas palabras que claro, para su hermano eran obvias, pero para ella... Esas palabras valían mucho, aunque luego, su "sobresalto" se volvió miedo al haber sido quizás demasiado sincera con su hermano. Él no gritaba, pero no era necesario, la fiereza de su voz la azotaba como si él gritara a todo pulmón. Cerró los ojos por unos momentos, esperando a que el otro acabase de hablar ¿Qué debía hacer? Nunca le había mentido a su hermano, pensó, aunque... Quizás ella había malinterpretado el actuar de Delta y aquello no era más que un protocolo más y ella sin saber, había explicado mal a su hermano, tragó saliva y con un hilo de voz se decidió a explicarle- Y-yo... Quizás me equivoque hermano, él... Bueno, él tomó mi rostro así -Con su mano derecha tomó su propio rostro por ambas mejillas, aquel gesto había sido bastante rudo de parte de Delta y la había sobresaltado, pero luego, la mano del estilista se había deslizado por su mejilla con suma suavidad, gesto que replicó con su propia mano para mostrarle a su hermano- Eso fue lo que pasó una vez que estuve sin ropa, hermano... Quizás era necesario, no lo sé... -Intentó explicarse en voz baja, algo asustada, de hecho, bastante asustada, no sabía si algo malo había pasado y eso sumado al "otro" suceso que debía contarle a su hermano la estaban poniendo demasiado nerviosa como para seguir tranquila, sus manos temblaban ligeramente a la hora de tomar la taza de té nuevamente, tomando un suave sorbo para no quemarse-

-N-Nada más... -Contestó bajando la mirada mientras se mordía el labio pensando en la "otra parte" de su entrevista que había incluido apretones con aquella guincha de medir en lugares que jamás se hubiera esperado, se moría de vergüenza de solo pesar en esos sonidos que habían abandonado su garganta de manera inconsciente en esos momentos delante de ese hombre, no era algo de lo que quería su hermano se enterase y éste ya estaba lo suficientemente molesto como para ya no decir nada más.

Claro hermano, puedes hacerlo sin problema en cuanto seas oficialmente mi manager. Para ser sincera no nos llevamos muy bien, pero llegamos al acuerdo de que nuestros problemas serán privados y los negocios, negocios, creo que esa es la mejor manera de trabajar ¿No lo crees? Aun así, quiero que estés tranquilo, hermano, así que ve a hablar con él en cuanto estimes conveniente.

Al escuchar la palabra "invasivo", se sonrojó nuevamente, pero solo asintió a sus palabras mientras bebíe lo que quedaba de su té y dejaba la taza con cuidado sobre la mesita de centro.

No te preocupes, Camus, es obvio que te preocuparías por mi, fue algo atrevido de mi parte hacer algo así sin el permiso de mi hermano mayor, lo entiendo, solo no te enfades más ¿Si? -Preguntó mirando por primera vez en su dirección y sonriéndole suavemente.

-Lo miró solo de reojo para ver justo el asentimiento de su cabeza, se mordió el labio inferior y aguantó con entereza aquel silencio absoluto, mirando solo de reojo al mayor hasta que éste le indicó con un gesto que debía acercarse.

Tragó saliva con nerviosismo y se puso de pie, tomando su tiempo para arreglar suavemente los pliegues de su elegante falda antes de rodear el escritorio de su hermano y quedar cerca de él como éste pedía- ¿Q-qué ocurre? -Preguntó con una sonrisa dubitativa-

-Ella, como acostumbraba cuando estaba cerca de él, mantuvo la mirada gacha en señal de respeto hacia su hermano, mirándolo solo de reojo, hasta que sintió que la tomaba de la muñeca y la distancia entre ellos se acortaba- Ahh... -Contuvo el aire de golpe ante la sorpresa, sonrojándose aun más ante su cercanía y el contacto de su mano que estaba tan fría como el hielo, cosa que se le hizo bastante agradable, aunque le hizo sospechar que el enojo de su hermano lo había llevado a liberar algo de sus poderes, lo cual la hizo ponerse más nerviosa aun, se mordió el labio nuevamente y le lanzó una tímida mirada.

En el momento que la frente de su hermano se junto con la propia, pudo sentir como si su corazón fuera a salirse de su pecho de lo rápido que latía, jamás le había ocurrido algo así, sabía perfectamente lo que su hermano hacía, pues lo hacía así cuando eran pequeños por si tenía temperatura, pero había sido tanto tiempo que le fue imposible no sentir aquel cosquilleo en su vientre. Cerró los ojos por unos segundos, disfrutando de su inesperada cercanía, hasta que éste se alejó y lo escuchó.

Y-Yo... No... No eres tú hermano, nunca me harías sentir incómoda es que... - ¿Podía mentirle? ¿Podía no responder si preguntaba de aquella manera? Claro que no, su hermano era demasiado importante, le tenía demasiado respeto como para ocultarle algo- L-Lo que pasa... Es que no te dije todo sobre mi visita con Delta -Dijo bajando la mirada, sonrojándose y volviendo su voz casi un murmullo- No sé si es el procedimiento normal, pero él... Apretó mis senos con su guincha con bastante fuerza y yo... Y-yo... Sentí algo extraño dentro de mi... No lo entiendo... Y-yo... -Titubeó intentando explicarle lo que había ocurrido mientras estuvo desnuda con el estilista- Sus manos me rozaban... Era... No lo sé... -Murmuró sin atreverse a alzar la vista hacia su hermano mayor-