Otro tipo de delicias (Priv. Dante) [+18]

- Este... ¿Si? Efectivamente, tuve un orgasmo - Kat enarcó la ceja aun esperando por una aclaración del joven que tenía un dilema en la boca - Mira, si hubiera sabido que tendría sexo hoy me habría mantenido con las píldoras y créeme, me encanta como se siente que se corran dentro de mi.

Cuando el agua dejó de caer sobre ellos a la maestra le dio un escalofrío por que su piel estaba caliente en comparación del ambiente. Extrañaba la tibia agua que tenía mientras tenían sexo.

- Iba a avisarte pero me besaste... sentí que el alma me salió por la boca de lo delicioso que me penetrabas - Ella no tenía miedo de decir las cosas como eran, había disfrutado como le había dado en ese primer round de sexo - ¿Debería sentirme alabada de que te pusieras nervioso conmigo? - estaba acostumbrada a que los hombres o saltaran sobre ella o se pusieran nerviosos cuando aceptaba o les invitaba a intimar.

Kat tomó la toalla primero secándose el pelo y después su cuerpo para aun cubrirse con ella y tomó los condones que dejó por ahi, la ropa no sería necesaria en estos momentos. Apenas salieron del cuarto de baño y sintió un poco de frío, por suerte el cambio de temperatura no fue muy drástico, ya se acostumbraría o de nuevo Dante la calentaría.

- Entonces... ¿ahora que otra cosa me harás experimentar? - le miró seductivamente mientras cruzaba sus piernas esperando que su curiosidad fuera satisfecha.

"Mhhh.. tal vez?" Respondí y es que si quería ser honesto, no era muy común verme nervioso mientras tenía sexo, pero por algún motivo esta vez me salí de mi propia naturaleza y bueno, ya ven lo que pasó. Aún el solo hecho de pensarlo me causaba un poco de gracia.

Puse la toalla en mi cadera y luego de sacar la humedad de mi piel y en parte mi cabello me senté sobre la cama, dando un suspiro relajado. Luego me dejé caer hacia atrás y me voltié hacia un lado, hacia ella, usando mi brazo como soporte para mi cabeza, sonriendole con lascividad.

"Ah~ Eso depende de lo que quieras hacer tú~ Yo ya propuse lo primero, es tu turno de mostrarme un poco de ti. ¿No crees?" La señalé acusadoramente y luego alcé la vista hacia el telefono de la habitación, quizás luego de otro round pediría algo para beber, y es que con tanto ejercicio uno necesita hidratarse~

"Anda, juguemos un poco, tampoco es la idea follar simplemente como conejos toda la noche, o si~?"

Empezó a sonrirle divertida de imaginar la situación, hubiera sido genial pero bueno, uno se cansa y necesita otros ritmos para divertirse. Pero eso de dejarle todo a ella le hacía tener muchas ideas.

- Ohh, pero ¿No se dormirá si jugamos? - se paseó la toalla por su cabello apenas quitándole el agua que aun le escurría por su cuerpo - Me daría mucha tristeza ver que ni siquiera está listo para el segundo round después de nuestro juego.

Katherine si puso frente a él mientras contemplaba el cuerpo desnudo del otro, los tatuajes y los piercings lo hacían ver de cierta manera... Delicioso. No iba a olvidar esta noche para nada del mundo.

- Me da hambre de solo verte - comentó mientras ponía su pie izquierdo sobre el pene de Dante aunque abrió sus ojos algo sorprendida, esperaría ver una expresión de él de su cuerpo caliente siendo congelado por su pie frío pero el resultado fue al revés, su pie se estaba calentando por el miembro del otro. Intentó cambiar su expresión a una mas confidente para suavizar su reacción - Se siente rico así...

La mujer tomó el poste con una mano mientras el pie acariciaba de arriba a abajo, con aquella piel suave, lentamente mientras aun observaba a Dante con unos ojos diferentes.

- ¿Estas seguro de que quieres que juegue contigo? - la cantante aplicó un poco de presión con su pie, no para que le doliera sonó para que sintiera esa "dominancia" de parte de ella pues no era su intención asustarle.

"Segurisimo my lady~"

Respondí con una mirada un tanto desafiante mientras separaba los labios para dejar salir un suspiro tras el tacto de sus pies sobre mi falo y esa presión ejercida que lejos de asustarme me daba una buena idea de como Katherine podría responder a mi invitación.

De seguro ella sabía como mantener el encanto, y de mi amigo, pues no había que preocuparse.

"¿Que tal si me vuelves lo suficientemente loco como para no ser capaz de retenerme para follarte?"

Con algo de descaro separé las piernas, en parte para darle mas espacio a ella para accionar, pero así mismo, para poder acercarme a acariciar sus firmes piernas, inclinando un poco el cuerpo hasta alcanzar a lamer parte de su piel.

"Después de todo, por esta noche, soy todo tuyo."

Sus uñas se clavaron en la piel ajena, sujetandola con el límite justo de lo bruto y la delicadeza para darse el permiso de comenzar a mover un poco las caderas, generando un roce exquisito entre la piel del pie ajeno y su miembro.

- ¿Que tal que si por tu locura necesito controlarte?.

Solo para complacerlo un poco ella se quedó en esa posición, dejando que le hiciera lo que quisiera con su pierna por unos momentos. Vamos, incluso se estaba frotando como un perro por un poco de placer.
Al final, ella lo retiró de su pene e imaginó el reproche que le haría por lo proporcionarle lo que necesitaba.

- Shhh~... - se agachó para darle un beso en los labios para callarle. - Quieto Dante, necesito retenerte.

Se encontraba sentada en el dorso de Dante y se estiró para alcanzar el cajón y sacar unos pañuelos negros. Primero usó uno para cubrir los ojos para que no viera y después para amarrar las muñecas en la cabecera.

- Necesito controlarte... Debo poseerte - le susurró con una voz erótica e insaciable.

Y como si estuviera degustandolo empezó a besar, lamer y morder su cuerpo en el primer lugar que se le viniera a la mente. Su cuello fue su primer platillo, tal ve lo gozó demasiado pues un pequeño chupetón apareció en el lado izquierdo; tomó uno de sus pies luego y los acarició y besó con goce; luego atacó los pezones de Dante mordiendolos y pelliscandolos con "cariño", traviesamente jaló las perforaciones sin ser una bruta en el tacto, solo para que estuviera más consiente de su vulnerabilidad.

- You are my bitch now... Be aware of it - le dijo en lo que sus manos recorrian el cuerpo de Dante, lo tocaba como si estuviera conociéndolo y consumiendolo en la lujuria por el tacto, pues el agarre se volvía más consistente como cuando pasaba su mano por su pecho, por su trasero o caderas. Parecía como si Katherine lo estuviera tratando como una mujer.

No iba a dejar de tocar y acariciar mientras su boca se concentraba en los labios del chico, mordiendolos a juego mientras su cuerpo se encendía por tener bajo su dominancia a Dante.
Y claro, para estimularlo a él también pero jamas se atrevió a tocar o rozar su miembro, quería oír sus plegarias pidiendo por que lo masturbara o le hiciera una mamada.

Solté una risa traviesa ante sus palabras y es que sabía perfectamente la impresión que estaba teniendo de mi, y creanme, que poco me importaba quedar como un perro con falta de sexo, pues de galán no llegué a invitarla. De eso, taba seguro, ambos eramos concientes.

"Ok~ "

Mis labios se curvaron como la sonrisa de un niño que encontró lo más interesante de la vida justo frente a sí. Me dejé vendar y amarrar, dandome unos segundos para olvidar la necesidad humana de ver y concentrarme así en mis otros sentidos. Era curioso, el aroma de Kat inundaba la habitación y podía escuchar nuestras respiraciones con suma claridad.

"Vaya... Creo que nunca en mi puta vida una mujer me había hecho temblar de la exitación..."

Jadeé en su oído con un tono un poco mas grave, íntimo, luego de que sus manos y su boca me hubiesen comenzado a recorrer, dejando sus huellas en mi piel.

"Nh...Y-yeah..."

Mi respiración se hizo poco a poco más notoria, pero me controlaba aún, menteniendo esa sonrisa aproblemada pero a la vez muy complacida con respecto a la situación. Me excitaba ese juego, al punto de que cada roce parecía lograr poner mi miembro más y más duro, más y más húmedo.

De todo aquello, debo reconocer, que lo que más me tomó por sorpresa fue que jugueteara con mis pies. Nadie solía hacer eso y por lo mismo, la sensación húmeda sobre mi piel me hizo dar un brinco, al igual que cuando se atrevió a jalar mis piercings.

"Supongo que no tengo permiso para correrme por mi cuenta, ¿verdad, M'dam?"

Kath se deleitaba con el juego que tenía, no pudo evitar actuar así. Incluso llegó a besarlo innumerables veces pero jamas en la boca; inició con una de sus manos amarradas y descendió de a poco siendo más traviesa propinando besos más pasionales con cada uno que daba hasta que llegó a la pelvis y fue cuando solo soltó una risita para dejarle con las ganas de que su boca iría a ese lugar.

- Oh, mi pequeño Dante, solo hay una manera en que accedas al placer y es por mi cuenta... pero para eso me debes convencer. - besó su mentón y luego lamió sus labios, devorandolo a su manera.

Si, no iba a dar ni una pista o consejo sobre como ayudarla a ayudarle, pues necesitaba oír las palabras mágicas, oír su voz suplicando y jadeos de hombre para que así ella accediera a ser bueno con él. Uno de sus principales estímulos es por vía auditiva, y no se iba a ir de esa cama si al menos no le oía suplicar por su cuerpo de mujer.

La mujer no tuvo dudas en recostarse sobre él cuando se sintió cansada de tocarlo, ahora le tocaba a ella consentirse como lo requería.
Intencionalmente su boca estaba cerca de su oreja así que se tocó a ella misma, acariciaba sus senos y una de sus manos acariciaba su clítoris soltando unos pequeños gemidos, cuando paseaba sus dedos medio y anular pudo verificar lo húmeda que se encontraba.
Bueno, la carne s débil y ella no lo podía evitar de excitarse de poseer al menos de alguna manera a un hombre.

Risillas traviesas se escapaban de nuestros labios, concientes del juego que estabamos llevando. Los expertos labios de la mujer, lo admito, me hacian temblar, en especial cuando llegó a un costado de mi pelvis, cerca del tatuaje que la adornaba, y me hacía ilusiones de más.

"Ah~ No creas que voy a suplicarte de un momento a otro~ Primero tienes que desesperarme."

Respondí a su desafío y es que claro, tampoco sería divertido simplemente comenzar a rogar como una perra por una mamada, que así se mataba el ambiente y se ahogaban las pasiones.

*Glup*

Tragué con dificultad cuando después de un rato, logré percatarme de lo que katherine hacía tendida sobre mi. El hecho de tener los ojos vendados me hacía volar en mi imaginación, y pensar sobre qué cara estaría haciendo ella mientras se masturbaba frente a mí me hizo tener el impulso de volver a follarla.

"H-hey... esto no es justo... Más que querer suplicar por atención.. tengo ganas de ayudarte con eso dear..."

Y como estaba amarrado, lo único que podía hacer para aludir, era mover mi pierna y posicionarla entre las suyas, invitándola a sentarse en mi muslo, de alguna forma, buscando sentir su humedad mientras me hacía el valiente e ignoraba por unos segundos más mi dolorosa erección.

- Valla, ahora resulta que eres un hueso duro de roer... tienes que conocer tu lugar este momento Dante - le respondió llena de confianza pero esa era su idea, tendría que desesperarlo lo suficiente.

Pero ver el cambio en su tono de voz cuando se empezó a masturbar fue la pista que necesitaba para proseguir con aquel juego que tramaba.
Tomó uno de los condones en la mesita de noche en lo que se daba vuelta quedando su cara frente al ansioso miembro del otro que quería desesperadamente dentro de ella pero su orgullo le dictaba que debía mostrarse fuerte frente él.

- Ayúdame y te ayudaré Dante... tu sabes que quiero oír. - le recordó en lo que su lengua humedecía la palma de su mano para humectar el pene ansioso de penetrarla. Así se mantuvo por un largo rato solo acariciando muy lentamente para oír sus reacciones. Luego poco a poco colocó el condón aunque era solo un simple engaño para hacerle pensar que estaba listo. - Eres demasiado fácil de engatusar.. pobrecito de ti.

Posó ambas manos en su miembro y lo empezó a masturbar aun con lentitud y cuando él se movía más rápido ella quitaba sus manos. Aunque eso la aburrió muy fácil.

- Las preliminares son divertidas, ¿No crees? - se acostó a su lado en lo que mordía un poco su cuello divertida y ansiosa de oírle pedir siquiera por que le masturbara y chupara su miembro.

Joder, no voy a mentir y es que a cada segundo que pasaba mi cuerpo reaccionaba con más hambre por ella. Me comenzaba a doler mi erección y las ganas de hacer que montara mi falo era casi irreprimible.

Mi respiración se hizo más insistente, corta, recurrente y mis ojos no podían mirar otra cosa que no fueran sus manos.

"Oh vamos Kath... Estás siendo cruel..."

Lo siguiente que escapó de mis labios fue un gruñido molesto, al verla recostarse a mi lado. Mis cejas se arquearon con cierta angustia y los dedos de mis pies se retorcieron contra las sábanas. Ok, a la mierda el orgullo.

"Vamos... Por favor..."

Jadeé con un tono meloso, jugando a ser un niño dócil, pero a la vez, un putito que sabía como ocupar los tonos de su voz para hacerse en derretido y a al vez, buscar encender algo en ella.

"Grr... Please dear... Let me fuck you..."

Mi lengua se paseó por mis gruesos colmillos y el tono de mi mirada se hizo intenso, mi mejilla comenzaría a reaccionar, lo sabía, y una parte de mi quería evitarlo, la otra, quería dejar salir todo eso en el mismo instante que Katherine me abriera sus dulces piernas.

"It hurts~ Ah...~ but I want to be hurt by you. C'mon... Let me feel your hands... your mouth... your body..."

JAdeé contra su oído, adoptando una postura que buscaba más roce.

"Por favor... Vuelveme loco Kath... No quiero controlarme más..."

- A'ww... The lil' bitch is claiming for more~ - no podía evitarlo, se había conmovido hasta cierto punto de o irle esa exquisita voz pidiendo que le hiciera algo - Don't worry honey... i will fuck you.

Se recostó encima de el mientras sus cabellos caían de manera elegante, todos rebeldes y aun algo mojados por la ducha. Se quedó ahi unos momentos mirando el cuerpo de Dante, el como buscaba entrar en contacto, aquellos ojos anhelantes y su hermosa voz que solo la emocionaba.

- Aunque te vaya a hacer este favor, recuerda que seguimos con mis reglas - antes de atreverse a hacer algo decidió darle un beso de lo más tierno y dulce pero fogoso para no perder la emoción del momento - De ti depende si quieres que me deje follar ¿Ok?

En ese momento se arrodilló sobre él y dejó que el joven disfrutara la vista de su cuerpo moreno que mostraba sus curvas elegantes y provocativas y sus ojos los deseos igual de intensos de follar como loca.

- Let's fuck - se relamió los labios divertida.

Apoyó sus manos en las caderas de dante para evitar que este se moviera, ella llevaría el ritmo y no toleraría la insubordinación.
Kath prosiguió alzando un poco su trasero con cuidado intentó alinear su entrada con el pene de Dante que estaba al parecer muy emocionado de estar inmerso de jugos sexuales y carne. Sin postergar más el momento empezó a bajar poco a poco hasta que entró con lentitud su miembro en ella.

- Uff.... - se mordió el labio al tenerlo a él por primera vez dentro en lo que con cuidado empezaba a sentarse para tener su falo en su interior por completo - S-se siente delicioso... Dammit, como me gustaría que folláramos sin condón. - pero no, había interrumpido sus pastillas anticonceptivas y no se iba a arriesgar con la píldora del día después. - Espero que estés listo corazón.

Si Dante creia que por eso ella ya estaría montando sin control, estaba loco. Katherine aun quería jugar con él y seguir viendo sus expresiones y su adorable voz pidiendo por más.
Para ello, la inglesa empezó a alzar y bajar su trasero de manera pausada mientras contenía sus gemidos pues el miembro estaba tocando partes que la alteraban mucho pero no olvidaba poner peso en sus manos para evitar el descontrol del chico.

Aun tenía un largo rato para divertirse de esa manera.

"Ok dear, seré obediente~"

Respondí con un dejo a la duda, y es que palabras como esas no sonaban del todo creíble en mi boca, pero el tono con el que las decía me daban algo de credibilidad.

Mordí mis labios en el preciso momento en el que entendí su idea, ella llevaría el ritmo y a mi solo me quedaba jadear como un perro desde mi posición. ¡JODER y encima se daba el lujo de ir despacio!

"Entonces sácalo por la mierda."

Pensé en silencio respecto al tema del condón, aunque mi cara de seguro pudo darle una idea al respecto, pero claro, el otro lado de mi cabeza, el lado más inteligente, me decía que ni de coña iba a arriesgarse a preñar a ninguna hembra. NUNCA.

"Oh... C'mon..."

Jadeé apretando los ojos y otros músculos de mi cuerpo. Si iba a ser así de tranquila mis testiculos terminarían doliendo por las ansias de correrme.

"Ah... Please Kath..."

Intenté mover las caderas, pero era poco efectivo. Solo lograba que ella presionara más la zona cercana a mi pelvis lo que potenciaba la puta puntada que venía desde mi interior.

"Es como si tuvieras a un conejo follando como una tortug..- Ngh.. !"

Bastaba cualquier movimiento en el que kath contrajera su interior para que se me cortara la respiración. Mordí mi labio y la miré anhelante.

"Q-que putas quieres que haga dear..? I will do whatever you want... pero hazlo correctamente...!"

Esa cara, fue de lo más hermosa que había visto en su vida. A veces se le olvidaba que estaba con un jovencito que tenía necesidades a cumplir; de ciertas maneras claro.
Le encantaba sentir su necesidad, verla en su rostro; le daban ansias de devorarlo todo y hacer caso a sus súplicas aunque a veces le daba risa aquellas expresiones que salían de su boca.

- Parece que si lo deseas mucho - se acomodó el cabello detrás de ella mientras pensaba que hacer con él, o al menos actuaba como que se lo tomaba mucho a consciencia - Eso era lo que quería, que me suplicaras ¿Ves, tan difícil era decirlo? - Y tanto que se hacía el macho y presumía de resistir sus encantos lo suficiente - Good boy~.

Se recostó encima de él mientras acariciaba sus cabellos como si fuera un perro.
Mordió su cuello como él hizo con ella mientras empezaba a mover sus caderas un poco más rápido, sabiendo que ahora que ella no impedía que el cuerpo de Dante se detuviera, empezaría a descontrolarse.

- My lil' bunny... - le llamó como su comparación mientras se separaba de él con unas risas coquetas - i will fuck you harder now.

Aun arrodillada ella apoyaba las manos en los costados de Dante y empezó a subir y bajar su trasero más rápido, imaginaba que su miembro estaría en gloria y ella también lo estaba; Sus paredes se contraían y la humedad en ellas hacía que se empezara a hacer aquel sonido en particular con ritmo a las penetraciones. Sus senos saltaban de una manera tan suave y los gemidos de la mujer por fin se dejaban mostrar. Dentro de poco empezaría a sudar y sus gemidos se descontrolarían.

- D-dante, tu pene... se siente maravilloso - era la primera vez que lo sentía en ella de esa manera. La vez en la ducha fue de otro mundo pero de la manera tradicional... No tenía palabras, de verdad, tal vez así se sentía después de un buen tiempo de abstinencia. Probar a Dante de esa manera era delicioso. - Juro q-que cuando vuelva a t-tomar mis pastillas... te d-dejaré que me cojas como quieras, s-sin condón... lo p-prometo.

Tal vez sonaría desesperada, pero de imaginarlo ya se sentía en el paraíso, podrían sentirse más y le dejaría que le llenara de él.
Esa promesa sonaba demasiado tentadora, incluso para ella misma. Pero no importaba, por ahora solo quería que esta sesión fuera fantástica.

Como lo disfrutaba esa mujer! Lo sabía y lo veía, de verdad estaba disfrutando tener el control de un crio, pero no lo niego, era justamente ese pequeño detalle el que me tenía duro como palo. Este tipo de relaciones no eran de las que me ganaba todos los días y lo inusual de verme sometido de esa manera, entre lo cruel y lo delicado, que me tenía amarrado de la psiquis, revolcandome en mi propio deseo.

"Y-yeah..."

Fue lo que se escapó en medio de un suspiro de mis labios cuando me recriminó que suplicar no era tan dificil y bueno, no, no lo era. Cosas como el orgullo de hombre o esas cosas no era exactamente lo que pasaba por mi cabeza. Sino la necesidad de satisfacer mi deseo y el de ella. Consumirnos hasta que no pudieramos más. Ese sentimiento era el principal mechero de mi líbido.

Jadié con la mordida y no dude en mover la cara a un lado para darle más espacio, indicandole con la mirada que podía seguir con ello si quería.

Mi sonrisa se hizo grande cuando anunció que iría más fuerte y la vista que obtuve fue un incentivo más. Quizás esta era una de las pocas veces que podía decir que una mujer me parecía hermosa. No voy a mentir, a mi vista ella era tan salvaje como yo, solo que en su caso era más bien una clase de animal exótico, elegante y peligroso. Sus movimientos expertos y refinados, precisos, eran merecedores de halago. Por mi parte era conciente de que yo era todo lo contrario. Era el deseo en bruto, un macho inexperto en esto del arte de la seducción, oh, pero no por ello en el sexo.

Mordí mis labios. Que alabara mi falo me sacaba una sonrisita orgullosa y un pulso hambriento de mi amiguito en su interior. Extraño era sentir que aún podía ponerme más duro, pero fue exactamente ese el resultado de sus últimas palabras, que me erizaron hasta la piel. Ese fue el detonante.

Como pude tomé sus muslos, mis dedos presionaban su piel en la medida justa como para no dejar un moretón. Mis rodillas se alzaron y mis pies se apoyaron firmes contra la cama. Ahora tenía el ángulo y el espacio para mover las caderas mientras ella se mantenía firme en su postura. Lo de "lil' bunny" no iba a ser por nada y creo que se lo dejé en claro. A penas tuve la opción, aumenté el ritmo exponencialmente, en un lapsus pequeño de tiempo. Era como una descarga de energía inconciente que me sacó gemidos roncos. Seguro y con ello pensó que me correría, sin embargo, luego de no más de un minuto de velocidad, volví a un ritmo más armónico y natural.

Ahora estaba menos frustrado, pero igual de excitado.

"A-ah.. Kath... no sabes como espero... ese puto día..."

Lamí mis labios ansioso por la propuesta mientras me las ingeniaba para abrazarme a su cintura, la follaría con gusto sin globos ni preocupaciones la próxima vez.

¿Por que se había tomado tiempo para ir así de rápido con él? Tener su miembro accediendo de manera perfecta a su cuerpo era excitante y alzaba su lujuria. Pero aquel juego de poder tampoco lo podía ignorar, era casi una necesidad imponerse y tener a sus parejas sexuales besando sus pies rogando por sexo. Pero haber logrado su objetivo con aquel chiquillo la hizo sonreír por su súplica que decidió desamarrarlo, pues deseaba que él poseyera y gozara su cuerpo

- OH GOD!!... Aahh~ Dante! - Katherine tal no se había dado cuenta de las consecuencias de haber liberado a pequeña "bestia"  hasta en el momento en que se aferró a sus caderas y tomó el control de las embestidas, compensando todo el tiempo en que lo tuvo rogando en unos segundos de fiereza en los cuales su miembro la excitaba por completo - Má-más despacio, ¡por favor~!

Pero no era por que no le gustara, si no por que sentía como perdía el control de su lívido. Sus senos saltaron con cada estocada y sus gemidos fueron más extendidos que antes.
Pero al volver a un ritmo más tranquilo, los suspiros de agotamiento se hicieron notar. Dante casi la tenía en sus garras, casi a punto de venirse pero por suerte eso no sucedió... Aún.

- Oh Dante, no pienses en el futuro, solo en esta noche -  se abrazó al joven mientras le plantaba un erótico beso sobre los labios - Para que pase ese día primero tienes que convencerme ¿no crees? - si, a pesar de haberse mostrado vulnerable, Kath aun quería dar algo de pelea en la cama.

En un intento de revancha, ella empezó a mover sus caderas de arriba hacia abajo con una sorprendente intensidad que aunque por el cansancio previo no podía ser tan rápida como él.