Otro tipo de delicias (Priv. Dante) [+18]

"Con gusto baby, cada rincón de tu cuerpo~"

Respondí sintiendome bien con el hecho tásito de verla a ella disfrutando de mis caricias. No esperé para repetir la secuencia de besos, lamidas y mordidas por su nuca y luego por su espalda, bajando por ella mientras mis manos se ocupaban de mantener el roce en el resto de su cuerpo, aunque nada directo por el momento.

Dejé un camino de marcas que ondulaban por su columna, y en determinado momento terminé con mis rodillas apoyadas en el piso de la ducha. Me la iba a devorar literalmente.

Me salté de sus caderas a sus gluteos, los que mordí con algo mas de fuerza. Mi lengua traviesa delineó el final de su trasero y continué hacia sus piernas. Cada mordida era una leve presion similar a un masaje, solo que mas bestial. Cuando llegué a sus pies lamí la planta de estos, queriendo probar a hacerle cosquillas, como una jugarreta infantil para luego detenerme a respirar un poco, lamer mis propios labios y anunciarle lo siguiente.

"Voy a devorarte por completo dear, hasta que ni tu ni yo lo aguantemos más."

Mordí su nalga derecha y luego de una mirada cargada en lujuria, me abri camino entre ellas para comenzar a lamer la zona a gusto. Mi lengua jugó con su trasero tal y como lo hubiese hecho con un hombre, ya vendría el resto~

Su espalda se arqueaba con el descenso de Dante a marcar su cuerpo lo que provocaba que suspirara o exclamara uno que otro gemido por que a pesar de encontrarse consentida por el tacto del "niño" este al mismo tiempo la mordía y la lamía.

- ¡Ay~! Dante... - movió su retaguardia en un primer instinto de alejarse de lo que la dañó pero luego empezó a gozar un poco como ahora la consentía con la lengua y sus mordidas que generaban curiosas sensaciones sobre ella, incluso debilitaba sus piernas, haciendolas templar un poco aunque le causo unas risas y que su cuerpo se pusiera inquieto cuando le hizo cosquillas en los pies. - Oh por favor, prosigue a devorarme.

Le invitó con una sonrisa complacida aunque algo compleja, simplemente se sentía algo confundida por las mordidas de las cuales luego expresaba unos quejidos con un toque de placer y curiosidad de seguir sintiendolas.
Su trasero tembló gustoso por que ahora le estaba lamiendo y eso si provocaba un placer casi similar.

- Ung.. ¡Mnhh~! - no podía creer que se encontraba cediendo tan fácil por esas sensaciones nuevas, al menos esperaba tener más oportunidad de resistirse.

Lamí a gusto toda la zona, incluso introduciendo mi lengua varias veces en su ano. Podía sentir con claridad sus temblores y eso me gustaba, me estimulaba a seguir. Mis manos rasguñaron un poco la piel de sus glúteos antes de darme por satisfecho con aquel inicio y levantarme, dejando atrás las lamidas.


“Vaya… pareces estarlo disfrutando~” La volví a rodear por la cintura, manteniéndome en su espalda, acercándome a su oído mientras relamía mis propios labios. “Dime Kath… “ Mis manos se deslizaron desde sus caderas hacia su ingle, jugando a delinear su pubis con mis dedos. “Asumo que alguna vez lo has hecho por atrás… o me equivoco…?” La curiosidad de qué tan osadas eran las mujeres en ese sentido siempre me asaltaba, aunque hasta bofetadas me he llevado por preguntar eso en otras ocasiones.

Mis manos indicaron que separara un poco las piernas, de esta forma pude comenzar a tantear con mis dedos su entrepierna, probando qué tan húmeda estaba. El agua seguía cayendo sobre nuestros cuerpos exquisitamente mientras esperaba por su respuesta, aunque procuraba que el movimiento de mis dedos en su intimidad le dificultara, aunque fuese un poco, el habla.

Por supuesto, yo también reaccionaba, mi miembro se notaba dolorosamente erecto y ya había humedad en la punta. Mi respiración se convirtió en gruñidos entre dientes, impacientes, roncos.

Le encantaba que se pusiera "cariñoso" con ella, por que simplemente se sentía delicioso como su lengua se introducía en ella y era rasguñada.
La cantante se limitó a asentir cuando Dante hizo aquella afirmación, su cuerpo revelaba su estado de excitación por si solo, palabras no eran necesarias aunque intentaba resistirse ante su tacto, pues quería que la noche durara más... era un juego al que no estaba dispuesto a perder aunque debía admitir que se encontraba por el momento en suma desventaja.

- Casi, pero no... nadie estaba dispuesto y el primero que quiso era un bruto, no tenía tacto - recordar como casi lo terminó pateando a aquel tipo cuando tuvieron sexo convencional hizo que gruñera... era una persona que solo se interesaba por el placer propio. - ¿Vas a darme primero por ahi? espero que seas mejor que ese hombre. - si, debía admitir que se encontraba algo nerviosa pero su curiosidad le ganaba, convenciendose de que disfrutaría de esta actividad alternativa.

Hizo un pequeño gesto de placer al acariciarle por ahí mientras se abría un poco más de piernas sintiendo como el agua recorría su cuerpo, si se encontraba algo mojada por los preliminares que tuvieron apenas entraron a la ducha.
Katherine recargó su pecho en la pared de la ducha y apoyó mejor sus brazos ahí mismo mientras se colocaba en lo que ella creía que sería una mejor posición para que entrara el miembro de Dante.

“Podría ser~ Hah! Pero no me compares dear~ Es de mala educación. Ya verás por ti misma si soy o no mejor que ese o cualquiera.”

Poco a poco nos acomodamos de forma inconsciente, ella alzando un poco las caderas y yo encajando mi cuerpo al de ella, consolando mi entrepierna con un suave roce contra su piel.

“Hey, no voy a llegar y follarte, o seguro y me terminas odiando. Pero este tipo de cosas… es probablemente en lo único en lo que en verdad soy bueno.”

Murmuré llevando mis dedos a mi boca, humedeciéndolos y luego a su trasero, tanteando con mi dedo medio su zona, probando la humedad que mi lengua había dejado hace apenas un rato. Ayudándome de ello fue que introduje mi dedo para comenzar a dilatarla, penetrándola varias veces hasta ir haciendo espacio en su interior. Ciertamente, parecía que la chica no mentía. A diferencia de la gente con la que comúnmente me acostaba, esta mujer se sentía exquisitamente estrecha en simplemente mi dedo.

“Hey.. Mh… Quieres ocupar condón de todos modos, verdad?”

Me asaltó la curiosidad, y claro, no estaba demás preguntar, seguro y ella no confiaba en mi. Bien, de cualquier forma, mientras esperaba su respuesta mi mano libre fue a jugar con uno de sus pechos, rozando sus pezones, hundiéndolos en su propia carne para luego masajear por completo su seno. Mis labios dejaban salir los gruñidos y algunas palabras a la altura de su cuello a tiempo que introducía otro dedo dentro suyo.

“Joder… Deja que lo haga así… no hay riesgo…”

Lo sentía ansioso, incontenible que ya anhelaba descargar toda su fogosidad en ella en aquel lugarcito suyo que nadie había tocado. Y ella quería dejarse pero no, alguien al menos en esta situación candente debería pensar un poco en frío... en parte quería creer que nada pasaba sin el condón detrás pero había leído sobre posibles enfermedades que se transmitían por esa alternativa al sexo tradicional.
Se sentía entre la pared de cordura y la espada de placer cuando le metió dos dedos y se revelaba con su constante jadeo.

- Q-quisiera hacerlo sin nada pero... pero... mmnnk! You are doing difficult to me~ - la europea apretó sus puños cuando sentía sus dedos tocar un lugar en especial. Se sentía por ahora delicioso pero no se imaginaba tener su miembro dentro de ella ahi. - Oh, fuck it!... Puedes hacerlo ahí, pero te ahorcaré si tienes algo... ¡Ahh~! - Su seno fue acariciado con aquella curiosa mano que no podía abarcar todo su atributo femenino.

Admitió en un bufido molesto de hacerse dejado llevar por hacerlo sin condón. Ella sabía que era un mundo de sensaciones totalmente excitante y superior sin el pero no se había tomado ninguna pastilla para hacerlo así.
Bueno, al menos ella creía que disfrutarían mucho en lo que durara después, aunque ahora solo quedaba ponerse nerviosa por lo que sucedería aunque sabía que lo mejor que podía hacer era ponerse floja y relajarse.

Bastó que ella diera su aprobación para que mi semblante cambiara en uno más sensual y tal vez hasta un poco salvaje, como si me dejara abducir por mis propios instintos, como si de paso, mi invitación a la lujuria la estubiera abduciendo también a ella.

Nublaría su pensamiento, nublaría sus sentidos y la haría sentir cosas que no había probado nunca. Esa sola idea elevaba mi ego al cielo.

"No te preocupes~" Solté con una risilla entre dientes, grave, maliciosa. "Si tuviera alguna enfermedad no lo hubiese propuesto de un principio. Y aunque no me creas... nunca he tenido algo como eso." Y solo ahora, que lo mencionaba, caía en cuenta de la irreal probabilidad de eso. ¿Como mierda era que en todo este tiempo mi cuerpo no se había hecho con alguna cosa? ¿Aunque fuese mínima? Y no solo en eso, las enfermedades y malestares eran ajenos a mi, excepto los resfrios por cambios de temperatura.

Bien, pero ahora no es tiempo de pensar en ello.

Mis dedos se introdujeron por completo en ella. Miré en los alrededores del baño viendo si había algún producto que pudiera servirme como lubricante. Dejé de lado su trasero y sus senos para robar una botellita de los pies de la ducha. "Aceites aromáticos para masajes". Perfecto.

Abrí el recipiente y dejé caer un poco en mi mano y en su trasero. De inmediato un aroma frutal, pero no empalagoso, llegó a mi nariz. Era tan sutil que me sentía con suerte. Volví a ingresar mis dedos en ella, esta vez con una facilidad envidiable. Solo unos minutos más me llevó ingresar un tercer dedo y más o menos conseguir un espacio decente para mi miembro.

"Bien dear~ Procura respirar profundo y relajarte~ Prometo no hacerte daño~" Jugué con el aceite, derramándo un poco del contenido sobre su cuerpo, sobre su espalda, hombros, también en mis manos antes de volver a masajear sus senos. El tacto sobre su piel se volvía suave y vizcoso, más sensible y antes de posicionarme, también dejé caer un poco del aceite sobre mi miembro, esparciendolo por todo el largo.

Un simple suspiro cargado en ansiedad se escapó de mis labios al posicionarme en su trasero. La cabeza de mi miembro presionó mientras mis manos sostenían sus nalgas. Toda mi concentración iba a ese solo momento, entrando despacio, abriendome camino en su interior. Sintiendo la viciante y exquisita sensación de las paredes internas de su cuerpo. Y ella, de seguro, sentiría el calor de mi miembro, de mi cuerpo, que era ligeramente superior a los de cualquier otro ser humano. Y no, no era un estado febril, sino mi simple naturaleza.

Aun se seguía recriminando en la conciencia el por qué había dejado que un chico que apenas había conocido le dejara hacer casi lo que fuera con su cuerpo aunque algo de razonamiento le hacía pensar que jamas traicionaría esa confianza pues justamente una enfermedad le prohibiría realizar su preciada actividad favorita, el sexo.

- Nnggh.. Aahhh~- sentía su trasero abrirse con placer y facilidad contrario a hace unos momentos. Sus dedos entraban a placer dentro de ella moldeando su interior y expandiendo aquella nueva entrada y ese dedo la hizo jadear con más fuerza y sonoridad que no fueron mitigadas con aquel masaje que la provocaba aun más pero la hacían mas dócil y manejable para Dante aunque también le convenía volverse suave para aceptar el miembro de Dante.

Con cada caricia susurraba su nombre anhelandole cada vez más, los dedos no serían suficientes para ella aún cuando fuera la primera vez que le harían algo por ese lugar.

- ¡¡Da-dante~!! - sus piernas flaquearon por unos momentos cuando sintió el miembro de aquel jovencito abrirse paso en su interior con tanta facilidad gracias a esa crema o aceite que untaron en ella pero aun con la previa preparación su trasero apretaba el miembro caliente del chico a pesar de que aun se encontraba anhelante de sentir más sensaciones nuevas - Estas... tan caliente... Please, Gimmie moar~, solo se cuidadoso.

Se sentía una jovencita por actuar de esa manera y dejandose llevar por esa experiencia sensual en vez de ser ella la que liderara el encuentro ¿Pero como podría hacerlo si era una ignorante en esa modalidad del sexo? No importaba, solo quería divertirse y seguir descubriendo nuevas sensaciones.

"Unf..."

Resoplé con fuerza en su cuello, sin responder a sus palabras, frunciendo el ceño mientras toda mi concentración estaba en la parte baja de mi cuerpo. Podía sentir perfectamente como mi virilidad se introducía en ella, como me apretaba y me frenaba. Oh, por supuesto que le daría más, pero tenía que mantener control sobre lo que hacía o al final el único que lo pasaría bien, sería yo y solo yo. Y ese, en definitiva, no es mi estilo. Me regocijé ante su observación. Ella podía sentir mi temperatura, y tras una risilla grave y traviesa le volví a hablar.

“Ah~ Pareciera que me vas a quebrar dear…~ No aprietes tan fuerte… Relájate un poco.”

No ejercería más presión sino hasta que ella se acostumbrara a la sensación de tener una invasión por ese sitio. Controlando mis suspiros y masajeando sus pechos fue que me entretuve, llenando sus hombros de una que otra mordida.

“¿Te gusta?”

Pregunté cuando se hubo relajado, volviendo a penetrarla hasta encontrarme por completo en su interior, y cuando así lo logre, hice la innecesaria observación de nuestro actual estado. “Ya estoy dentro.” Y con ello mis caderas se tentaron en marcar un ritmo, al comienzo muy lento, casi como si fuese una caricia desde dentro, luego fui agregando velocidad y fuerza, hasta lograr moverme a gusto dentro y fuera de ella.

Mis pies dieron un paso hacia adelante, modificando un poco su postura, acorralándola un tanto más contra la fría pared mientras una de mis manos la sujetaba por las caderas y la otra le recorría el cuerpo, los labios, su cuello.

“Anda, cuéntame qué sientes… cómo se siente hacerlo así por primera vez…”

Me relamía los labios, consciente de que yo no era un caballero al hablar, que tenía la curiosidad de un niño y que escuchar sus palabras me parecía toda una novedad.

Relajarse, si, era más fácil decirlo que hacerlo. Recordaba como les había dicho a tantos hombres cuando se había divertido, ahora la moneda no había caído a su favor.
Hace tiempo que no se sentía así de vulnerable pero al mismo tiempo tan complacida y excitada. Tal vez a ella le gustaba en realidad que el papel de dominante fuera el otro pero no se había dado cuenta o no lo quería aceptar.

Los trucos de Dante eran extraños pues la relajaban pero a veces luego la hacía más sensible haciendo que se tensara su cuerpo. Finalmente pareció que su cuerpo se acostumbró a tener algo nuevo en otro lugar.
Iba a responder su pregunta pero un gemido fue la respuesta suficiente para que cualquiera entendiera que le gustaba como la penetraba Dante.

- Ah... Aahh... Nnghh~... D-Dante... Dante~ - gemidos pequeños y suaves con las primeras penetraciones pero aumentaron cuando la empezó a penetrar a su gusto. - ¡Aaahh~! Hungg, Dante~

No pudo evitar un gemido sorprendida cuando se encontró contra la fría pared pues sus pezones calientes por el agua reaccionaron al cambio de temperatura pero volviendo a suavizarse con las atenciones de su mano pero fue aquel dirty talk que la hizo vulnerable desde principio que conoció a Dante que no tenía pelos en la lengua.

Pero le gustaba que le hablará así.

- Es... Es totalmente nuevo... Oh Fuck! - intentó hablar con una sonrisa - me lo estas haciendo de maravilla... Touch me, Fuck me, pervert my body... Please, necesito que sigas. - Parecía una perra en celo ansiosa de que un lobo la devorara. Y tal vez eso lo sería el resto de la noche.

"¿Y tu crees que iba a parar?"

Me burlé sin llegar a ser ofensivo, pero no necesitaba que me pidiera seguir, estaba claro que de aquí a que me corriera esto sería un non stop.

Mi mano izquierda enterro sus dedos en su cadera, marcando las estocadas profundas y lentas que me permitian retirar mi miembro casi por completo de su interior antes de volver a introducirme en ella produndamente. Mi mano derecha pasó bajo su brazo, subió entre sus pechos hasta su cuello y ahí se agarró, sin llegar a ser violento, simplemente como un gesto de dominancia sobre ella. Mi lengua succionaba el lóbulo de su oreja y sobre ella dejaba algunos jadeos roncos.

"Mgh... Oh.. nhh~"

Pasé de las estocadas lentas a penetraciones más rapidas de nuevo y mi boca mordisqueó la piel en las cercanías de su nuca. Podía sentir como poco a poco mi respiración se volvía erronea y mi falo comenzaba a humedecerse en su interior con mi precum.

"S-shit..."

Alcé su mentón, dejando de lado el agarre de su cuello, direccionando su boca a la mia. Necesitaba un beso. Introduje mi lengua en su boca y succioné el músculo como si fuera mi alimento. Los sonidos roncos de mi garganta se mezclaban con los de ella y, sumando el agua que aun caía en nuestros cuerpos, el beso se volvió necesitado, caliente y húmedo.

En un impulso queriendo ir más profundo fue que tomé una de sus piernas y la separé del piso, alzandola frente a mi. La postura la obligó a ladear un poco el cuerpo y pude buscar nuevos puntos de roce en su interior. Me sentía bien aunque mi miembro estuviera tan duro. Mis ojos se fijaron en su rostro, me interesaba ver que clase de expresiones estaba haciendo cada vez que tocaba algún buen lugar en ella.

¿Qué era lo que en realidad le gustaba de ese momento que tenía sexo? ¿Era el hecho de que no tenía control de lo que hacía? Tal vez así fuera, ella era una mujer organizada y cuidadosa, incluso en el sexo y así había sido con todos sus amantes, pero tal vez ese placer sin control era lo que la volvía loca y que la excitaba. Hacía años que no sentía esa sensación.

Dejó que su cuerpo fuera manipulado por Dante, quería que le hiciera de todo, esas mordidas erizaron su piel, sus manos que la controlaban; incluso el ritmo en que el chico la penetraba comunicaba cuanto deseaba hacer lo que quisiera en ese lugar solo para correrse de placer. Todo eso la tenía a una locura inimaginable.
Antes de que cambiara de posición pasó algo que Katherine consideraría imposible... Ella se había venido antes de tiempo, justo en ese momento en que ambos se besaron, tal vez Dante no se hubiera dado cuenta que ella había llegado al climax antes que él.

La cantante siguió ese gesto, su lengua jugueteaba a gusto en la boca de aquel chico desconocido como si eso aliviara las rudas penetraciones a ese lugar "virginal".
En esa posición puso una mano en la jabonera, temerosa de que se su pierna que ya la sentía floja no resistiera en esa posición por el orgasmo previo.

El acto lo seguía disfrutando manteniendo los ojos cerrados y gemía en voz baja en lo que intentaba contener a sus senos con su brazo que se movían al ritmo de las penetraciones.

- D-dan~... - no estaba segura si estaba volviendo a excitarse en esa ronda, se encontraba tan distraída pensando en como se sentía el pene de Dante abriendose camino a su gusto.

"Oh... S-shit...!" No pasó mucho tiempo, bastaron unas cuantas penetraciones para que me sintiera en mi límite. Con cuidado salí por completo de ella y la bajé. Sosteniendola aún por la cintura con uno de mis brazos, pues mi otra mano había ido a atender mi miembro. No quise esta vez correrme dentro, sabía que tal vez se enojaría, y por otra parte, aquello no dejaba de ser incomodo.

"Just... wait me." La aprisioné contra la pared pero dejando el espacio prudente para poder masturbarme. La besé una vez más y sin esperar su consentimiento obligué a una de sus manos ayudarme con el asunto. El tacto de las chicas siempre es más delicado, pero no por ello no se sentía bien. Mis caderas se movieron impulsivamente y al instante siguiente eyaculé sobre su piel, como siempre, en un volumen ligeramente mayor a lo que era común en los humanos.

"Hah.... Hah..." Respiré con dificultad, intentando reponerme del orgasmo y solo entonces, después de un rato, caí en cuenta de lo desconsiderado que fui.

"Joder, lo siento! N-no quería cagarlas así que preferí salir. Tsk... argh, es tu culpa sabes...? Hace siglos que no estaba con alguien... ya sabes, virgen de alguna parte." Le expliqué algo avergonzado al creerme haber sido más rápido que ella en correrse.

"Prometo recompensarte. ¿Y bien? ¿Fue muy malo por detras?" Susurré casi como un ronroneo mientras la abrazaba, sujetando sus nalgas, dando un suave apretón antes de ponernos a ambos bajo la regadera una vez más, limpiandonos un poco.

Katherine abrió los ojos un tanto confundida, oír la voz de dante en ese tono de voz la extrañaba, no comprendía del todo que había pasado en su cabeza para empezar a actuar así.
Quería reclamar de por que se había salido de ella pero Dante siguió hablando de cosas que no parecían tener sentido.

La inglesa aceptó aun sin entender del todo estar en esa posición en que la dejó contra la fría pared mientras era besada. A pesar de que le respondió el beso aun seguía confundida por las acciones de Dante que se encontraba masturbando. ¿Acaso ella no era lo suficiente para darle placer a él? Pero de nuevo eso parecía lo contrario por que este usó sus manos para que le masturbara y lo hizo como si lo hubiera hecho a cualquier otro amante, sus manos aprisionando el pene de Dante y dandole placer aunque el otro iba a su paso.
Por aquella posición en que se habían colocado y por como sostenía su miembro mucho le cayó en sus senos. Aquella leche tan viscosa y cálida, pero sobre todo abundante.

Esperó pacientemente en lo que esperaba oír sus palabras, al menos esperaba que aclarara bien que diantres había pasado hace poco. Ambos estaban disfrutando pero ¿que hizo que todo quedara tan frío?

- Espera.. What? - la cara perpleja de Kat era evidente - ¿A que te refieres que la cagaste?... Todo estaba bien pero tu te saliste, ahora te estas disculpando por que era virgen cuando te dije que quería experimentar - Dante apretó su retaguardia lo que la hizo pensar que si se encontraba extrañando su cuerpo, incluso se empezaron a limpiar aunque Katherine tomó un poco del semen que tenía en su cuerpo con los dedos y lo probó por curiosidad - Asombroso, la consistencia es diferente - se relamió los labios en lo que intentaba ordenar las ideas de su mente - Este, si, efectivamente me gustó, fue una experiencia diferente y excitante... me vine aunque no creo que tu te dieras cuenta, si hubiera sido malo te lo habría dicho al principio... ¿Qué rayos pasó Dan? Creo que no entiendo nada.

La maestra pasó un poco de jabón en su cuerpo para limpiar su cuerpo de divinidad en lo que esperaba una respuesta.

"Ah.. e-eh..!! No joder..! Quiero decir..."

De pronto la confusión me invadió y probablemente por algunos instantes parecí ser realmente el crío que era, al menos, en comparación a ella.

"No es eso..." Suspiré y cerré la ducha dando un suspiro para luego darle una lamida en el cuello.

"Por ser el primer round no quise correrme dentro. Creeme que no siempre a la gente le gusta eso y pues... no alcancé a preguntar si lo querías o no." Miré a otro lado cuando la mujer mencionó la consistencia diferente de mi semen. Pues sí, lo he notado desde como los 11-12 años, pero que alguien lo diga tan abiertamente, supongo que provoca algo diferente, no es que realmente me importe lo que el resto opine, pero ya saben, las cosas en la cama (o en este caso en el baño) son diferentes.

"Err... bueno sí.. no, espera... Qué? Enserio? de verdad te corriste? ah...haha...hahaha"

Luego de un rato no pude evitar reír de buena gana, y yo que me estaba haciendo un manojo de nervios por pensar que me había corrido primero! "Joder, en qué puto momento!? Hahaha la proxima vez tendrás que morderme o algo para que me de cuenta! Hahaha" Con mi mano izquierda llevé mi cabello mojado hacia atrás y luego me separé de ella, con una sonrisa un poco cómplice.

"Sorry dear, creo que me emocioné y me puse nervioso a la vez en el ultimo momento." La verdad es que no lo consideraba algo terrible, principalmente porque sabía que podría compensarlo, asi lo indicaba mi aun despierto amigo entre mis piernas.

"Bien, vamos a la habitación o terminaremos como pasas." Dicho eso salí de la ducha y tras ponerme una toalla en las caderas le dejé a ella la toalla más amplia, esperándola mientras sacudía mi cabeza como perro mojado.