Travesía en el océano (Privado)

Sus facciones se suavizaron al escucharle hablar sobre aquella mujer que causaba sentimientos en la chica de alguna forma sentía que Zephania había entrado en su cabeza y había abrazado con el una memoria en conjunto algo que nadie hasta el momento había logrado al llegar a Glass City y la verdad no lo tenía entre sus planes¿Acaso realmente le estaba atrayendo está muchacha al punto de no querer que esto se terminara? No lo sabía y prefería no pensarlo pero...bailaría con ella, ya dijo que estaba allí en su corazón y él le enseñaría que podía ser un hombre en el cual confiar.

Al escucharle sobre el vals sonrió sacó su celular y se lo mostró- Es posible que no sea un vals pero he estado trabajando en esta nueva canción, Phani...-
Su mano izquierda acarició la cintura de Zephania con sumo cuidado, juntando su cuerpo con el de ella en una digna posé de danza clásica tal y como se acaricia al pétalo de una delicada rosa conectando ambas miradas, volviendo la suya más intensa, más cautivante sin perder detalle de cada color de los ojos de la muchacha- Traeré música para ti-apretó el botón de play al momento en que la música comenzó a sonar Ren con maestría llevaba suavemente el cuerpo de Zephania al ritmo de las notas, tomó aire para envolver el escenario marino con su voz, paso a paso, lentamente encaminaba los pies algo torpes de la chica, de un lado a otro, cortos y precisos para hacer fácil el baile...un baile que deseaba llenará y enlazara aun más aquellos sentimientos que florecía al encontrar a una persona que sin desearlo le llamase tanto la atención, quería encender su corazón con aquella canción; he incluso gracias a aquel rostro que le observaba como si nadie más estuviese en el mundo le ayudo a terminar la letra de su canción.

Mientras, los peces bailaban a su modo, nadando en su castillo de cristal mirando ahora al falso príncipe y a su falsa princesa...

Se tensó al momento de sentir esa mano en su cintura y el cuerpo ajeno pegado a ella debido a la experiencia que tuvo con cierto vampiro en el baño del hospital que con tan solo recordarlo la ruborizaba y comenzaba a sentir un poco de calor. “Pero Ren es humano y él no haría tales cosas que me hacen sentir extraña” Con esto en mente se dejó guiar de manera más calmada. En un principio era muy torpe, llegando a pisarle en algunas ocasiones pero se estaba divirtiendo mucho, más porque no necesariamente requerían de imaginación pues la pista la puso Ren, y la voz él. Le gustaba su coz, era muy melodiosa pero la canción en sí misma y lo que decía se adentraban a sus oídos para después a su corazón identificándose mucho, tal vez demasiado moviéndole emociones muy intensas.

Siguió con el baile prestándole atención la canción y a los ojos de su maestro de baile, los suyos parecían cada vez mas asombrados pero tristes y, al igual que los peces, quedó liberada del hechizo una vez terminando la melodía. Los peces ya nadaban de manera aleatoria, esparciéndose por todo el lugar y Zep se quedó quieta-La canción…-Murmura y en un parpadeo sus ojos se pusieron cristalinos, como si quisiera romper a llorar pero no permitiría que la vieran llorar y menos él. Bajó la mirada escondiendo sus ojos con su cabello, temblaba un poco llevando las manos al pecho de Ren. Sus manos, aún temblorosas, se apoyaron haciendo una ligera presión- Lo…siento- Dijo en un susurro al mismo tiempo que lo empujaba con todas sus fuerzas para de este modo separarse girando bruscamente haciendo de nuevo que se cayeran las orejas de gato pero no le importaba, necesitaba huir. Cuando salió un grupo de chicas, masomenos de su edad entraron al lugar que momentos antes fue su pista de baile. Enseguida de que entraron se escucharon gritos diciendo emocionada el nombre del chico, viendo que era muy popular, al menos con las chicas de su edad pero irse a un lugar donde estuviera solo y pudiera desahogarse todo lo que lo quisiera.

Sus pies la llevaron a un sitio un tanto oscuro, entrando en la primera puerta que encontró, el cual tenía letras de “solo personal autorizado”, era un espacio pequeño, con productos de limpieza, dando a entender que era el cuarto donde guardaban los que se encargaban de mantener impecable el lugar. Cerró la puerta dirigiéndose a la esquina, sentándose en el suelo pegando sus piernas al pecho abrazándolos comenzando a soltar el llanto teniendo un retroceso, volviendo a la época en que a todos de su familia les comunicaban que el avión de su madre de estrelló sin tener ningún sobreviviente. Nadie la consoló, salvo los sirvientes pero no era la mismo, lo hicieron por que sentían lastima por ella y no de todo corazón. Ella lo sabía pero agradeció el gesto.

Se estaba divirtiendo tanto pero lo tuvo que arruinar, con los recuerdos que la atormentaban cuando salían de donde los encerraba- Lo siento mamá, fue mi culpa- Susurraba entre el llanto- Por mí fue que perdiste la vida en ese avión, porque estoy maldita y tú me querías mucho- No solo por el recuerdo huyó de esa manera. Se dio cuenta que cuando actuaba de manera “egoísta” y quería recibir mucho por parte de otra persona a esa persona le ocurrían cosas malas, si hubiera seguido más tiempo con Ren le hubiera pedido que la fuera a visitar a la escuela y salir a otros lugares lo que implicaría que comenzara a sucederle cosas malas y no quería que el destino le hiciera daño porque fue muy amable con ella.

Al terminar de entonar la canción pudo ver sus ojos cristalinos-Pha...-no siguió con la oración. No se esperaba que  le empujase, no le movió demasiado.

"Lo siento". Por qué se disculpaba?. Lo entendió cuando salió corriendo velozmente dejando caer el objeto que había dado pie a que se conocieran, tal como una cenicienta. 

Estaba por alcanzarle pero fue interceptado por un grupo de chicas que le habían reconocido.

Suspiró alzando la vista hacía ella "Quería llorar...ella deseaba llorar" deseaba ir a buscarle y sin pensarlo dos veces se disculpó con las muchachas, si, el era un idol pero antes de eso era un hombre.

Ladies, me llenan de felicidad el que me reconocieran y desearía enormemente quedarme a vuestro lado pero...-sonrió ladino recogiendo las orejas- Tengo que devolverle a cenicienta su zapato-guiñó uno de sus celestes ojos y rodeó a las chicas yendo en dirección hacía Zephania. Las mujeres comentaron lo sucedido algo confusas pero Ren no escuchaba, pensaba en que Zephania estaría llorando.

Trató de seguir el rastro de la muchacha de forma inútil, sin pistas ni nada comenzó a caminar, vio a un guardia y le pregunto si había visto a la chica describiéndola.

Una chica de cabello largo rojo como el fuego y ojos azules como el mar?cielos, si que eres poetico hombre...-se rió de él-creo que vi pasar muy rápido a una chica en esa dirección, aunque no creo allá solo hay un espacio para el personal y la entra...-le interrumpió dándoles las gracias y se hecho a correr-Oye!!te dije que allá no hay nada chico!!

una puerta cerrada, estaría allí?lo pensó un momento y es que ella no quería que la viesen, era posible y en que lugar más podría esconderse? el resto del acuario estaba repleto de gente y era la primera vez que lo visitaba al igual que él, pensó en que respetaría su espacio.

Apoyó su mano en la puerta- Phani, si estás allí lamento el haberte hecho llorar-cerró los ojos- realmente la música es mi vida y el hecho de que pudiese interpretar esa canción tan abiertamente me hizo muy dichoso...inclusive si este encuentro fuese solo fortuito yo...lo quiero proteger-sujetó las orejas entre sus manos- Protegeré esta memoria cuanto sea necesario tal y como dije en la canción...creyendo en la posibilidad de que la dama del destino entrecruce nuestros caminos...nuestra melodía apenas comienza.

Tomó aire y sin más entonó acapella una frase de la canción:

exhaló el aire restante de sus pulmones dejando un breve silencio-De verdad espero volver a encontrarte, Zephania...-tomó una de sus tarjetas y la dejó en la puerta- Dejaré esto aquí, no es necesario que me busques si no lo deseas pero puedes llamarme cuando gustes, solo llama al teléfono  estaré para ti cuando quieras, ya me lo dijiste-se alejó de apoco de la puerta- los dos estamos solos y nos acompañamos mutuamente, aun queda mucho de este gran castillo que no hemos visto...- anhelando que sus palabras fuesen escuchadas a pesar de que no sabía si estaba allí Ren comenzó a caminar.

Se alejó por el pasillo con aquellas orejas de gato pensando en que aquella chica de una u otra forma ya había acaparado su atención, ella se había vuelto su cenicienta...

Detuvo el llanto cuando escucho pasos que se oían cada vez más cerca. No quería que la descubrieran y ser reprendida, guardando silencio, llevando las dos manos hacia su boca. Saber que era Ren la exaltó sonrojándose pues se acordó que ella le había empujado para después alejarse sin siquiera darle explicación. No iba a responderle, pero le escuchaba sorprendiendose que no la regañaba o le decía lo horrible persona que era, sino todo lo contrario, deseando que se volvieran a encontrar.

Se levantó para dirigirse a la puerta, levantando la tarjeta para leerla después, en este lugar era imposible, ahora debía de pensar en si volverlo a ver o no pero él tocó un punto importante, la soledad. Podría dejar de estar completamente sola y tener por fin un amigo sincero con el cual empezar a tener recuerdos felices, claro hasta que su destino lo apartara pero lo que temía era cómo lo iba a apartar de ella, si sería de manera en que no se lastimen tanto o por métodos más radicales.

-Ren…-Murmuró cuando escucho que se alejaba levando la mano a la manija de la puerta pero sin moverla, lo mejor era dejarlo pasar así que se esperó unos minutos. De este modo cuando buscara la salida no se toparía con él. En esos minutos que pasaron se dedicó a limpiarse las útimas lágrimas guardando la tarjeta entre sus pechos para que de ese modo no se le perdiera. Salió en el momento que se sintió lista, volviendo a los sitios públicos de manera sigilosa. Ahora solo se limitó a buscar la salida, los peces perdieron su total interés. Su atención la acaparaba la decicion si volverlo a ver o no.