Travesía en el océano (Privado)

Era fin de semana y no quería pasarse todo el día encerrada, normamente iba a parques o lugares abiertos para entretenerse pero en esta ocasión queria ir a un lugar cerrado, le era extraño pero sentía curiosidad por ir al acuario, aquel lugar que muchos de sus compañeros han hablado y han ido, todos en grupo con sus amigos pero ella prefirió estar sola. Se visitó de manera sencilla, con una camisa blanca, una minifalda de color negro, le gustaban las faldas cortas pues de este modo podia moverse con mas libertad y unas orejas de gato,  las cuales nunca pasaban por alto y le encantaba llevarlas.

Una vez en el acuario se sorprendio por lo grande del edificio, era laprimera vez que iba a esos lugares y le maravillaba aquellos grandes vidrios que mostraban una parte del océano, abrió muy grandes sus ojos maravillada- Es como si se estuviera en el océano- dijo en voz alta caminando o, mas bien corriendo, por todas partes. Parecía que no tenía descanso hasta después de media hora decidió sentarse.

-Ya me he cansado y eso que no eh recorrido todo el lugar- Comenzó a peinarse con sus dedos un poco, en esos momento sintió como algo en su cabeza faltaba, eso la alarmó- o no mis orejas…-Se levantó enseguida que noto la ausencia de estas, en algún lugar debieron de carse sin que ella lo notara, aunque usualmente no nota muchas cosas. Decidió volver a los lugares que visitó pero caminando, con la esperanza de volverlas a encontrar.

Imagen de referencia de la ropa:

¿Un lugar relajante? el acuario era un buen lugar además de que pensaba en visitarlo en algún momento así que Ren se vistió bastante sencillo(pero a la moda como siempre) mas unos lentes de Sol para cubir sus celestes e intensos ojos, hoy no quería llamar la atención estaba algo cansado ya que le reconocieran por ser idol aunque eso ayudaría a atraer más fans y era una buena forma de hacer mas rápido fama a su carrera sobre todo ahora que había recibido la confirmación del sello para ser miembro oficial de el pero...no estaba de humor para ello, solo por un momento quería ir a un lugar muy tranquilo y ver a esos peces nadar libremente.

ropa:

Llego allí observando la majestuosidad de los colores en las escamas de los peces, las personas allí eran en su mayoría familias con sus hijos o alguna que otra pareja, aunque no estaba demasiado plagado de gente. No pudo evitar sonreír cuando vio a una pareja joven con una niña pequeña, estaba en eso cuando divisó a una joven con orejas de gato ver los peces.

Cosplay?veo que también aquí es común-pestañeo ligeramente "algo raro, pero parece una pequeña gata mirando una gran pecera"rió para si mismo y la dejó estar siguiendo su camino el cual no duró demasiado al ver como de la cabeza de la chica se deslizaban las orejas cayendo al suelo, la muchacha avanzaba entre la multitud sin percatarse de que había perdido su accesorio. Fue a recogerlas y la trató de seguir, fue después de unos breves momentos cuando se encontró con la mirada de la joven de cabellos largos y de un color intenso buscando las orejas, sonrió ladino de forma galante.

Al parecer la pequeña felina estaba muy concentrada en los peces-se acerco a ella delicadamente y con cuidado dejo las orejas en el lugar que anteriormente había visto- Mucho mejor, koneko-chan~

Mientras tomaba su pequeño descanso miró por todos lados, a las personas y de vez en cuando a los peces que tenían colores muy atrayentes pero algo más capto su atención, era una persona que no encajaba muy bien en la escena ya que se encontraba solo. Le dedico una sonrisa amable pensando que ahí se quedarían su interacción pero lo vio acercarse a ella un poco extrañada ladeado la cabeza. Ya cuando noto que le puso sus orejas primero las toco y esta vez su sonrisa fue un poco más amplia levantándose.

-¡Muchas gracias! Las estaba buscando pero después me cansé y decidí descansar un rato pero ya me estaba distrayendo con lo que había ami alrededor ¿Cómo pudiste encontrarlas? Este lugar es muy amplio- Comentó alzando los brazos para dar un poco más de énfasis a su comentario- Los peces de aquí son muy hermosos, con un color interesante, nunca pensé que pudieran tener esos colores y además hay muchos que no sabía que existían como por ejemplo ese que es…-Terminó su larga charla teniendo su mano señalado un cristal donde había visto el pez que le llamó mas la atención pero pareció perderse en el rostro de Ren o eso es lo que parecía ser pues de repente se acerco un poco más a él, moviendo la mano que se quedo en el aire y lo llevó al cabello del chico solo para tocarlo, un suave roce.

-Tu cabello, es muy largo-Comentó en un susurro como si de un descubrimiento maravilloso se tratase y es que rara vez encontraba a un chico con el cabello largo y le daban mucha curiosidad, además el color de su cabello le parecía muy bonito- Y es genial, se ve que lo cuidas muy bien- Dijo a modo de cumplido haciendo una expresión como de felino en su rostro, hizo con su mano un ademán de gato haciendo un sonido como de “Nya~”- Ahora si me siento mejor, por cierto soy Zephaniah Marethyu ¡Un gusto!-

Digamos que soy bueno encontrando cosas importantes-guiño un ojo y luego sonrió- es una suerte que las personas que caminaban por el lugar no las estropearan pisándolas- La chica era bastante entusiasta, quizás su energía provenía de su buen humor, le hizo reír un poco era como una niña pequeña con tales gestos.
Los peces de colores habían emprendido la huída cuando la chica de las orejas intentaba señalarlos. Ren ladeo el rostro mirando el gran cristal que separaba ese mundo acuático de ellos, se perdió un momento en el agua. La mano de la chica en su cabello le generó algo de extrañeza sacandole de su ensimismamiento pero no le alejó, devolviendo el gesto con una sonrisa amena y con algo de coquetería.

Procuro hacerlo, es parte de mi trabajo.- Zephaniah era el nombre de la muchacha y al parecer no le reconocía como idol, algo que tranquilizaba al saxofonista. El sonido felino produjo que levantara sus cejas con curiosidad. Tomó su mano y besó el dorso de esta- Jinguji Ren, es un placer koneko-chan- En el caso de esta chica el sobrenombre era digno de ella y no podía aun darle un apodo sin siquiera conocerle.

Puedes llamarme Ren.

Solo vio cómo el chico tomaba su mano y la besaba, era un gesto que no le hacían tan seguido ladeando la cabeza. Cuando se presentó la persona en su mente llegó una palabra que podría describir a Ren-…Príncipe…- Comentó cuando él terminó de presentarse. Los ojos de Zephaniah se iluminaron un poco más- Ren eres un príncipe, ahora lo entiendo todo-Miró por todos lados, para cerciorarse de que nadie estuviera a su alrededor y pudieran escucharlos acercándose un poco más a Ren para que estuvieran un poco más en privado.

-Lo entendí muy rápido- Dijo murmurando teniendo un toque de misterio en su voz, como si de un secreto revelado estuviera diciendo, muy importante- Tu forma de actuar…incluso tu cabello, todo coincide a que eres un príncipe que se ah escapado de su reino para seguir tu sueño, no te preocupes no le diré a nadie lo que descubrí- Le guiño el ojo entusiasmada por encontrarse con una persona de la realeza o al menos así su mente lo percibía ya que tendía a distorsionar la realidad, al menos inconcientemente. Después de revelarle su conclusión volvió a tomar distancia mirándolo con una sonrisa inocente la cual se cambio por un leve puchero.

-Por cierto ¿Qué es lo que significa Koneko-chan? Mi nombre es Zephaniah, pero si te es difícil pronunciarlo entonces solo puedes decirme Ze-chan- Desvió un momento los ojos, en los vidrios notando que habían vuelto los peces, quería verlos más cerca, extendió su mano hacia Ren- ¿Me acompañarías a ver los peces más cerca?

No era la primera vez que le llamaban príncipe, es mas, cuando formaba parte de STARISH era común que lo llamasen así pero al parecer la muchacha estaba segura de que sus palabras eran la misma verdad¿Debía decirle la realidad? No era un príncipe, si un heredero de un gran conglomerado pero no algo como un miembro de la realeza...inclusive lo que ella relataba se parecía más a la historia de Cecil que a la suya propia.
Rió al escucharle diciendo tal historia con tanta soltura, digna de una chiquilla llena de imaginación- Es posible que en cierta parte lo sea, y es también posible que escapé de mi reino para cumplir mi sueño.Podrías decir que soy un príncipe de lejanas tierras donde también hay muchos otros como yo que se esfuerzan en alcanzar sus sueños.-¿Había escapado de Japón para ir a Glass City y manejar sus propias inseguridades luego de lo sucedido con su anterior novia? quien sabe, no quería pensar mucho en aquello así que solo se concentro en la chica.

Gracias por guardar el secreto-ladeo la cabeza dejando a sus cabellos ceder por el movimiento, contemplando el bello gesto de infante de la muchacha-No me cuesta pronunciar tan bello nombre Ze-pha-niah~ pero cuando escuche el pequeño maullido que emitiste no pude evitar llamarte así...-sus labios parecían acariciar cada letra que salía de su boca al decir su nombre-Koneko chan es similar a decir que eres una pequeña gatita-movió suavemente una de las orejas de la gorra- Ze-chan~ mmmm  si así te gusta lo haré sin ninguna queja, aunque por mi parte me agrada como se escucha tu bello nombre dicho de esta forma...Phani~.
Los peces se acercaban cautelosos, la chica sin pudor alguno extendió su mano hacia él- No podría negarme a tan agradable compañía~-tomo su mano acercándose a ella y adoptando un personaje principesco sonrió galante- Me podría enseñar la belleza de su reino, my princess?

Se quedó muda, sin saber que hacer cuando el chico aceptó su invitación. Se quedó muda por la forma en que se dirigía a ella, tan elegante y educado, como si realmente Zephaniah fuera una chica importante, una verdadera princesa. Ella, que los halagos no tenían efecto alguno pues no sabía que es lo que eran, tuvieron efecto por primera vez en sus 16 años de vida. Mostrándose con un leve rubor en las mejillas y los ojos un poco cristalinos debido a las lágrimas que querían salir, lágrimas de felicidad, era la primera persona que la trataba de una manera única, la hacia sentir de cierta manera querida-“Él es un verdadero príncipe”- Pensó y aunque Ren dijo que de donde provenía había mas príncipes estaba segura que él era el que destacaba más.

-S-si te lo enseñare- respondió, no de la forma tan energética de momentos antes, su voz no era tan chillona y aguda, se volvió un poco más suave. Estaba siendo tímida, teniendo su mano con la de Ren comenzó a acercarse más a los peces, sin dar saltitos, ni correr, caminar tranquilamente hacia ellos- Oh de cerca se ven más hermosos y mira¡ parece ser que cuando nadan sus colores cambian- dijo asombrada al ver varios peces nadando hacia una misma dirección, se les quedó mirando hasta que s perdieron entre las piedras artificiales que les ponían. Hizo una mueca de tristeza al ver que ya se iban pero se desvaneció en el momento en que pensó que les quedaba un gran camino por recorrer en ese lugar- vayamos a ver si encontramos caballitos de mar, son muy hermosos¡ y es asombroso que los papás caballitos de mar tienen a sus bebés ¿No crees?

Poco a poco se iba soltando, sin dejar de tomarle la mano de Ren comenzó a buscar ya sin detenerse mucho en los peces- Sabes…Eres una de las pocas personas que conozco en esta ciudad que son humanos- comenzó a decir un tanto emocionada zephaniah- Encontré a una persona que sabe cómo llamar a los gatos, luego en mi escuela hay una chica que salta grandes alturas y tiene una gran fuerza pero lo que más destaca es una cola  en forma de corazón en la punta, en el parque conocí a una chica que tiene orejas de gato como yo¡ pero a diferencia de mi las de ella si son reales y luego está el otro chico que conocí en el hospital, en nuestro primer encuentro no lo vi por que puede hacerse invisible y resulto ser un vampiro¡ ¿Puedes creerlo? Estaba muy débil por lo que fuimos al baño de chicas y ahí le di un poco de mi sangre, duele un poco pero luego se va el dolor…Esta ciudad tiene a todas las criaturas que me gustaría conocer- relataba tan convencida como la historia de Ren, con la diferencia de que todos los encuentros que platicaban eran verídicos.

Los gestos en el rostro de la chica se suavizaron dándole un aspecto mucho mas delicado, el rubor en sus mejillas la hacían ver mas guapa. Ren sonrió complacido entre coqueto y sereno dándole a entender que sus reacciones le agradaban.

Los peces adornaban el escenario de formas infinitas, colores iban y venían pero sinceramente el saxofonista estaba mas al pendiente de las reacciones de la muchacha y los colores que, gracias al efecto espejo del agua se reflejaban en el cabello de la chica. La escuchaba con atención levantando las cejas algunas veces y luego sonriendo apacible sin soltar su mano.

Oh, había escuchado sobre los caballitos de mar y que los padres tenían un sentido del deber muy fuerte, protegen los huevos con su vida, son fascinantes-la siguió en el camino aunque el relato comenzó a volverse extraño.

Pestañeo repetidas veces intentando procesar la información que le estaba siendo brindada. Un hombre que llamaba gatos?una chica que saltaba grandes alturas?vampiros?-Bueno...es algo dificil de creer...-mantuvo un momento de silencio algo incrédulo pero suspiró y volvió a sonreír inclinándose ligeramente, quizás era mentira, quien sabe, pero Ren era bastante incrédulo aun así no era necesario cuestionarla si ella deseaba decirle eso...lo creería si Zephania podía mirarle a los ojos con sinceridad, él realmente creería en ella-Claro, pero la princesa debe tomárselo con calma vale?No me gustaría que de nuevo te encontraras con ese vampiro y tuvieses que darle de tu sangre-su mano libre acaricio la mejilla de Zephania como si fuese una frágil muñeca de porcelana, con cuidado, su mano cálida sintió la suavidad de la piel de la chica-Una mujer no debería soportar dolor , solo sentirse a gusto~-la miró a los ojos con sus ocelos color cielo sosteniendo su mirada y deslizando el torso de su mano delicadamente hasta su mentón- Prométeme que no te expondrás a peligro de nuevo, no podrías ayudar a nadie si algo te sucediera así que debes ser cuidadosa-se acerco a ella sutilmente-y no me gustaría que algo le pasara a la princesa que acabo de conocer, sería demasiado triste...me lo prometes Phani?

Creía que era normal que un príncipe actuara de aquella manera tan amable y atenta con una, pero era la primera vez que un chico la trataba así por lo que se sentía un tanto extraña, sobre todo por que la hacia sentir tan importante y ¿Querida?- “Ah vaya estar con un principe es algo extraño y sorprendente a la vez, te tartan de una manera muy atenta”- Pensó mientras veía como se acercaba la Ren, solo le sonrió, sonrojandose pero aquel acto era involuntario, ni siquiera se daba cuenta- ¿Realmente te sentirías trizte?- Dudaba, por supuesto, por que sus familiares en contadas ocasiones le decían la misma frase pero había algo en su voz que no les creía, también estaba la situacion que cuando pensaban que ya no se encontraba comentaban que cansado era estar a su lado.

-El vampiro es una interesante persona, además cuando lo conocí se veía herido y necesitaba sangre ¿Cómo podría dejarlosi se sentía mal? Además siempre he querido conocer a seres sobrenaturales, eh tenido mucha suerte de estar en esta ciudad- Tomó la mano que tenía Ren en su mentón y la llevo denuevo en la mejilla, volvió a hacer un sonido como de gato- Me gusta cuando tu mano está en mi mejilla, tal vez por que ahora tengo las orejas y los gatos son muy mimosos- Dejo solo por unos segundos más la mano para apartarla- Pero ahora estamos viendo los peces bonitos, hay que ver a los peces grandes- Abrió los ojos al imaginarse a los animales acuaticos más grandes como tiburones, delfines nadando en un espacio grande, además el lugar estaba muy lleno debido a las familias, cosa que no le desagradaba pero al estar con un príncipe a lo mejor el necesitaba un lugar no tan ruidoso.

Caminaba viendo las señales para ir al lugar que quería, mientras más se acercaban al lugar menos gente se veía en las secciones- Y a ti ¿Que peces te gustan? ¿por que has venido solo? Siento que este lugar es para pasarlo con otra persona, yo vine sola por que no habia quien me acompañara-

Claro que me daría tristeza, no podría seguir conociéndote si pasara algo ¿verdad?- siguió los gestos de la chica y dejo que su mano fuese apartada, no deseaba obligarla a nada. La chica le había llamado la atención.

Veo que eres bastante amable con la gente en si, eso habla bien de ti...-una mujer inocente, mas que otra cosa, claramente a él no le desagradaba la idea, es más eso le atraía pero pensó en la posibilidad de que su inocencia le podría traer consecuencias ya lo había visto muchas veces.
Hablaba de seres sobre naturales, no la culpaba, el sabía que existía eso de la magia, Camus y Cecil eran una prueba de eso aunque era algo escéptico. Salió de sus pensamientos al escuchar el pequeño maullido de la chica. suspira mientras sonreía con ternura, no había alguna razón que al parecer negara el cariño y atención que le entregaba a Zephania y lo que realmente a Ren le había interesado es que sin siquiera ser su fan le estaba aceptando.

Sus pasos acompañaron a los de la chica cuando le hablo sobre los peces grandes, susurró casi sin ser escuchado- No me importaría cuidar de una pequeña minina...sobre todo si es así de cariñosa.

Mientras avanzaban el bullicio y la cantidad de personas era menor.
Su otra mano fue hacía uno de sus bolsillos-No tengo uno en especifico que sea mi favorito, pero los Koi reales me recuerdan a un buen amigo mio-Masato tenía unos cuantos en su casa, eso le hizo recordar porque no había nadie con él en la ciudad-Pues...vivo solo, no tengo a nadie en la ciudad, a lo mas he conocido a algunas personas pero no demasiado por lo cual decir que son mis amigos.
Guardo silencio un momento, ya había pasado algo de tiempo desde que había dejado Japón ¿Cómo estarían todos?¿Haruka estaría preocupada por él?. Le sonrió calladamente a la muchacha- Me llama la atención que una señorita de tan agradable llevar no tenga compañía  sobre todo si a conocido a tantas personas-se adelantó en el caminar llevándola de la mano siguiendo las señaleticas- Pero, de cierta forma es una suerte- giró su rostro por sobre su hombro y sonrió-porque así yo puedo ser tu acompañante. Y tu pez favorita Phani¿Cuál es?

Le preocupó el qie dijera que no tuviera nadie en la ciudad pues parecia ser un chico muy sociable, como ella pero sin aquella personalida tan desesperada, Sabía que es lo que se sentía estar sola, la mano que estaba tomando la de ren apretó un poco más, al menos en estos momentos los dos de hacían compañía mutuamente y eso le hacía cierta manera feliz. Cuando le preguntó a ella por qué estaba sola hizo una leve mueca- Bueno, en estos momentos estaba pensando en que estar sola no era tan mala idea pero ya que estoy contigo cambié de opinion y ahora estaré contigo mientras vemos el acuario.

Agradeció que él fuera el que la guiara hacia la sección que querría pues a pesar de los señalamientos si ella los hubiera guiado lo más seguro es que se perderían. No tardó mucho en responder lo de su pez favorito- ¡El pez luna!- Exclamó deteniendose por un momento, sus ojos brillaban mucho- Es muuy grande y aunque no tenga colores es hermoso, algunos tienen el color de la luna. De hecho me intereso cuando escuche su nombre y cuando vi imágenes me gusto lo hermoso que es, su cuerpo, sus ojso y su boca ¿Tu no lo has visto? Tal vez tenga propiedades mágicas como la verdadera luna.-Para ella era hermosa la antomía de ese pez al ser raro, muchas personas le decían todo lo contrario pero zephaniah tenía unos gustos peculiares en cuanto a belleza se trataba.

Terminando de decirlo quizo volver a retomar su caminar, de ese modo cuando estuviera en el cuarto grande se sentiría como si estuviera dentro del oceáno, le maravillaría ver en un mismo lugar a distintas especies y compartiría ese agradable momento con otra persona- ¿Por que vives solo? ¿No es aburrido? Yo vivo en la escuela Musette, comparto habitación con otras chicas- Se sentía en plena tranquilidad al lado de ren, probablemente por que sabía que no pasaría nada extraño y así obtendría un pequeño respiro de las cosas muy problemáticas. Lo miraba con una gran sonrisa, lo miraba a él y después el camino para no tropezarse de algo que pudiera estar- y ¿Qué es lo que haces como príncipe? No se mucho sobre los principes, quisiera saber más.

El pez luna~ inusual, un pez muy grande-era casi romántica la forma en que hablaba del pez al compararlo con algo mágico, sin lugar a duda Zephania le parecía una mujer de facil llevar y divertida con su inocencia. No le soltaba la mano y se detenía cada vez que ella lo hacía para darle el tiempo que quería tomarse. Pudo ver el fervor que sus ojos tenían al nombrar cosas como la hermosura del pez y debía aceptarlo, eso era atrayente.

Vivo solo ya hace mucho tiempo, al rededor de dos años, antes como tú vivía en una escuela de música, allí me educaron para ser un buen príncipe, pero ahora ya estoy acostumbrado, el estar solo no es necesariamente algo malo...además tengo el apoyo de muchas personas que me siguen- en cierta forma era cierto, Ren no se sentía solo, sabía que lo alentaban y que tendría siempre el empuje de muchas personas. 

Seguían caminando,llegaron a un pasillo tubular de cristal rodeado de agua, al terminar de pasar por ella una enorme sala redonda donde las paredes rodeaban el lugar con cristales y colores podía verse, cientos de peces bailaban al compás de las ondas del agua sin lugar a dudas era como sentirse en el océano. Gracias a su pregunta Ren tomó la oportunidad y la llevó con cuidado hacía el centro de la habitación, no había ninguna otra persona mas que ellos.

La gente me llama príncipe, aun cuando realmente no lo sea Phani y eso es por lo que hago pero...puedo serlo siempre que esté contigo-soltó la mano de la chica y se alejo unos pasos de ella, le miró con los ojos entrecerrados sonriendo de medio lado y se inclino como un verdadero príncipe- Inclusive ahora el destino me dio la posibilidad de conocer a tan bella sirena, este principe está agradecido.-levantó la mirada -canto con fervor, como siempre lo he hecho, mi deber es dale música a cada persona que me escuche y encender una llama en su corazón-extendió la mano- and you my dear lady? sé que la escuela musette tiene muchos artistas, acaso es tu voz la que deseas resaltar?

Se preocupó cuando le escucho decir que vivía solo desde hace tiempo, ella no podría vivir sola, al menos buscaría un lugar lleno de gente pero dejando de lado lo de la compañia no podia ser independiente, no sabía lavar, cocinar, ni limpiar y los intentos por hacer aquellas actividades terminaron muy mal no cumpliendo con su misión y empeorandolo todo aunque le hizo pensar eso de que la soledad no era tan mala después de todo.

Llegando a su destino sus ojos se abrieron mucho, parecía que se habían transportado a otro mundo y el estar solos le daba un poco más de realismo. En otras condiciones se distraería al instante con el lugar por lo atrayente que lo cosntruyeron pero Ren de alguna forma logró capturar su atención. Por un momento sus ojos perdieron aquel brillo de ilusión al escucharle decir que no era un verdadero príncipe pero podría serlo cuando estuviera con ella. Sonaba tentador a sus oídos, los príncipes eran muy atentos con las chicas, ya lo demostró en estos momentos, era lo que necesitaba, quería volver a sentirse querida o recibir un trato especial.

Quería hacer algo cuado vio que se separaba de ella, sus manos se quedaron extendidas unos momentos más para después cerrarse mirándolo primero confundida de su accion y le iba a preguntar por que se separo pero al ver como la estaba “inspeccionando” alzó una ceja confundida viendo como volvía a la interpretación del principe lo cual le levantó los ánimos, más escuchando que él estaba en el mundo del canto, le fascinó mucho.

-¿La voz?- Dijo más para sí misma escuchado su pregunta encogiendose un tanto tímida sonrojándose por la pena negando sin tanta euforia como lo hacía siempre –Muchos van para ser cantantes ¿Cierto? Pero verás…- Se rascó la nuca riendo un tanto nerviosa mirando al suelo o al techo y fugazmente a los ojos de Ren, vuelve a hablar cuando deja la mirada en la figura masculina- No tengo una voz afinada, puedo cantar pero no tan bien, suelo desafinar mucho. Tampoco se tocar un instrumento de manera profesional, solo se lo básico de la guitarra y el piano, los dedos no puedo coordinarlos bien y se me olvidan las notas con facilidad, intenté con el teatro o la danza pero mis pies parece que tienen vida propia, no hacen lo que les digo y en los ensayos también se me olvidaban los pasos y suelo caerme mucho-

Dio un largo suspiro sonriendo como para darse un poco mas de ánimos- Parece ser que no tengo ningún talento en especial con la música viendolo de esta manera pero quiero estar cerca de la música así que me metí a la escuela para ser sonidista- Dijo muy decidida- Así que no creo que sea muy apto llamarme sirena pero al estar cerca de la música me siento mas cercana a mi madre, ella era una talentosa soprano- Hasta ahi dejó su explicación personal, no quería profundizar más en el asunto, era muy privado y a pesar de ser muy sociable su corazón no estaba del todo preparado para abrirse. Sus expresiones se ablandaron un poco- Me resulta sorprendente que seas cantante, de seguro eres muy talentoso.

-escuchaba atento todo lo que decía, sin perder el hilo de una palabra y sonrió con ternura al escuchar que cada uno de los intentos que hacía por mejorar en algo eran inútiles, al parecer era común para ella que todo se derrumbara por una torpeza natural.

Aunque no lo creas yo tampoco solía hacer nada por mi mismo-miró el techo lleno de peces de colores- cuando vivía en la mansión de la familia Jinguji cada sirviente hacía las cosas por mi, un gran amigo me incentivo a empezar a preparar mi propio té y desde ese entonces comencé a interesarme por hacer las cosas por mi mismo- se rió un poco- al principió no sabía nada al respecto pero mejoré con él tiempo, ahora inclusive puedo cocinar por cuenta propia y lograr sabrosos resultados-regresó la mira a la muchacha- es posible que solo necesites ayuda con ello, algunas veces no podemos lograr las cosas solos-volvió a reír- aunque yo por lo general soy demasiado orgulloso para que las demás personas me enseñen algo-caminó de nuevo hacía ella cuando escucho lo de la danza.

Eso se puede arreglar,verás-tomó la mano de la chica como si fuese a bailar con ella- En mi anterior grupo teníamos a un chico, Cechii...desde muy pequeño se le inculcó cierto tipo de danza y lo único que hacía era girar y girar- soltó unas pequeñas risas- al momento de tratar de enseñarle nuevos pasos era casi imposible, se tropezaba y era muy torpe pero...-ladeo el rostro y acarició el cabello de Zephania- con esfuerzo y ayuda pudo lograrlo-guiñó el ojo- puedo ayudarte en todo lo que desees, canto, afinación, lo que quieras, así ambos nos acompañaremos y tengo mucha paciencia.
le causó gracia decir tal cosa, en el pasado era común que no se dedicase a tanto cuidado con alguna chica en este tipo de cosas, pero Zephania tenía el encanto que le gustaba a Ren, ser un poco torpe e ingenua, junto con las mujeres decididas y aguerridas ese estereotipo era encantador.

Sintió que se le encogió el corazón cuando habló de su madre, sin querer Ren se vió un poco ensimismado y acarició la mejilla de Zephania-...tu madre, debió ser una gran artista y una hermosa mujer-sonrió dulce, una sonrisa muy distinta a las demás, casi enternecedora- es una hermosa forma de conectarte con ella. Y lo entiendo completamente.

Hablar de su madre era casi un tema complicado para Ren, pero sin querer estaba mostrando una faceta oculta, algo que solo Masato su mejor amigo y ex prometida podían ver-...Mi madre también fue una de las razones por las cuales seguí la música, ella era una gran idol, su nombre era Renge, murió muy joven...-cerró los ojos al sonreí-dicen que tenemos un gran parecido-tomó aire y miró al cielo de nuevo- por eso, quiero que cada persona en el mundo sepa que es tener la sensación de amor a través de una canción, darle calidez a cada persona que me escuche...¿no es acaso la música una de las formas mas universales y hermosas de entregar pasión?- bajó la mirada- inclusive...me gustaría poder llegar algún día al tuyo si así te ayudo a seguir adelante.-se inclinó hacía ella y con un gesto suave beso su frente por breves segundos para mirarla y sonreír tomándole ambas manos-inclusive sería un honor para mi que tu madre me escuchara, sea donde sea que esté...quizás de esa forma podría agradecerle que trajo al mundo a tan bella señorita.

La mirada de Zep se tornó un tanto oscura al escucharle decir que su madre había fallecido muy joven “igual que mi madre” fue lo que pensó notando que tenían muchas cosas en común pero la diferencia es que estaba segura que él no provocó la muerte de su madre  como ella, escucharle decir eso de alguna manera sentía que los unía, como si tuvieran una conexión. Se quedó callada, sin interrumprilo en ningún momento, solo lo veía. Las expresiones que hacía, prestaba suma atención sin separarse de la union que hizo al unir sus manos. Cerró un ojo al sentir el beso en su frente- La música tiene un propio idioma, uno el cual todos pueden entenderlo- Comentó con una voz suave apretando las manos de Ren- Sé que ella te escuchara, si piensas en ella, la próxima vez que nos veamos te mostraré una foto de ella, también era Hermosa, aunque casi no la recuerdo pero mi padre la cuidaba como si fuera una verdadera joya-

Retiró una mano señalando la parte izquierda de su pecho- Tu ya estás aquí, en mi corazón, por que en estos momentos me haces compañía y se que serás un gran amigo que me quitará lo torpe- Es lo que más deseaba en estos momentos, que se convirtiera en un amigo especial para ella, no pasaba por su cabeza que podrían tener algo más y es que no pensaba en esas cosas teniendo en mente lo de la maldición de su familia, que no podia contarle a nadie por que sabía que no le creerían pero ella estaba muy aferrada a que era cierto. Volvió a tomar las manos de Ren, miró a su alrededor para saber si aún se encontraban solos- Quiero bailar contigo, en estos momento, quiero pensar que estamos en una fiesta debajo del océano- Dijo muy risueña e ilusionada viendo que podían hacerlo pues no había nadie con quien pudiera chocar o tropezar.

-Podría ser un vals, claro que no hay música pero eso no importaría ¿Verdad? Estaría la música en nuestra cabeza- Hizo una expresion de gato en su rostro, esperando a que le dijera que sí ladeando la cabeza para que diera un poco más de ternura y así poder convencerlo con más facilidad.