Blanco & Negro [Privado: Ayato]

Una agradable tarde en la plaza. Era relajante y hasta reconfortante para ella el salir de la escuela y pasarse directamente a aquel lugar, que quedaba camino a su departamento, sentarse a tararear, dibujar o simplemente disfrutar de los últimos cálidos rayos del sol en lo que quedaba de otoño. En ese caso, acababa de salir de una clase de arte, por lo que andaba con su croquera, su libreta de dibujos bajo el brazo.

- Bueno... ya que ando en eso... ¿por qué no? -se dijo al buscar algún lugar cómodo donde "trabajar". Normalmente no gustaba de usar las banquetas que estaban dispersas por toda la plaza, así que se acercó a una especie de terraza-plataforma en la cual había un grande y frondoso árbol, lo suficiente para dar sombra, pero no demasiado como para evitar el paso de los rayos de sol, lo justo. Ese era el lugar ideal, por lo que se sentó en el borde de la terraza, que estaba delimitada por una especie de pared de piedra.

Una vez acomodada, cogió su libreta y buscó una hoja libre para ponerse a dibujar mientras tarareaba una melodía que traía atascada en su mente, y lo más curioso de todo es que no pertenecía a ninguna canción ya existente, de seguro se le había ocurrido de la nada en algún momento... ojalá pudiera transformarla en alguna canción que ella pudiera cantar, pero no era buena con las palabras...

Con el rato había llegado el momento en que se había cansado de dibujar, pero la melodía aún permanecía en su mente, era fastidiante; tener una canción atascada en tu cabeza y no poder hacer nada más que tararearla incesantemente hasta el tedio. ¡Me cansé...! -masculló para si al dar vuelta la hoja de su croquis de forma algo brusca, volteándola hasta llegar a la última hoja y mordiendo la parte trasera de su lápiz, como si así pudiera arrancar algo de su imaginación... o de la goma de borrar en la punta del portaminas que estaba masticando sin darse cuenta.


-¡No, no es suficiente así! -exclamó al arrugar la hoja donde escribía tras arrancarla, lanzándola lejos. En aquel momento poco le importaba la contaminación ambiental... No, definitivamente la composición no era lo suyo. Quizás sería lo mejor intentar olvidar aquella melodía y dedicarse a cantar o a encontrar a alguien que sí pudiera ayudarla en ello. Cuando de la nada escuchó una voz frente a ella, muy cerca suyo. Levantó rápidamente su mirada para encontrarse con un par de orbes de un color verdoso que la miraban con curiosidad, a una distancia tan corta que ya no podía llamarse "invasión del espacio personal", por lo que, en un acto reflejo, se echó un poco hacia atrás, tanto como para recobrar ese espacio, como para así también poder mirarle mejor y no tenerle tan encima suyo.

-¿Disculpa? -miró a todos lados, algo confusa- ¿Me escuchaste? -estaba segura que cuando había llegado el lugar estaba casi vacío, al menos a sus alrededores, pero puede que no se haya fijado en alguien. Sacudió la cabeza antes de volver a dirigirse al joven- Oh, ¿eso? No, no es nada, sólo una melodía que no me puedo sacar de la cabeza. Se me ocurrió de repente -comentó con un tono apático, como quitándole importancia al asunto- Pero la verdad es que da igual, si no tengo una letra decente, dudo que me sea de mucho uso... -aún así, ¿había escuchado bien?- ¿En serio dijiste que no suena mal? ¿Te gusta? -preguntó entre ilusionada y poco convencida.

Seguía mirando con curiosidad al chico que estaba frente a ella, ¿acaso había dicho que le había escuchado claramente? Aquello sólo le cuadraba en la mente si hubiera estado cerca suyo cuando se puso a tararear, y, una vez más, que ella recordara estaba sola en aquel lugar... O pudo haberse equivocado.

¡Espera, no leas eso!... -quiso detenerle, pero ya era demasiado tarde, el papel ya se encontraba en manos del otro- En verdad es una porquería... no sirvo para esas cosas... -masculló cabreada. El comentario del otro le vino casi como anillo al dedo, complementado con lo que acababa de decir ella misma, por lo cual ni siquiera protestó del todo, simplemente posando su codo en su rodilla y su rostro en la palma de su mano, casi con desgano, sin sorprenderse en absoluto por su extrema carcajada, aunque sí sintió una punzada de molestia de sentirse tan inútil- Y si has leído cosas peores, realmente me apiado de ti -comentó con una sonrisa de lado, incluso riendo un poco. Qué mas daba, había que reírse de la desgracia propia...- Realmente la melodía tiene un algo que me gusta... pero no consigo hacer una letra sin ser.... sentimental....

Ahora fue su momento para reír divertida, no a carcajadas, pero sí de forma algo sonora- ¡Se ve que no me conoces...! -sonrió ampliamente, sentándose mejor en la terraza donde estaba- Ríete cuanto quieras, tampoco digamos que estoy contenta con eso... para hacer letras soy un asco.... y no creas que siempre pienso en eso... pero debo admitir que sí me gustan las flores, cúlpame por ser femenina -agregó, riéndose de su propio comentario, sonriendo ampliamente- Y déjame desquitarme con el parque por una vez, ¿sí? -le espetó a modo de burla, planeando quitarle la bola de papel de las manos, justo en el instante en que lo recibía de lleno en la cara- ¡Hey!... ¡vale, ya, me lo merecía! -bufó sobándose la nariz- ¿Al menos puedo saber quién eres tú, defensor de la ecología pública?

Arqueó una ceja, sin realmente creer que alguien se autodenominaría "sama" así tan de buenas a primeras. Sí que debía tener problemas de ego, o quizás todo lo contrario. ¿Así que Ayato-sama, eh? Creo que de momento me conformaré con Ayato -dijo cruzando despreocupadamente sus brazos a la altura de su nuca, mirándole como si nada- ¿Quieres que me quede con eso? ¿En serio? -preguntó, una vez más incrédula. Primero critica las cursilerías de la letra y ahora dice que puede serle útil... le sorprendía lo mucho que podía contradecirse alguien en tan poco rato...- Creo que para lo único que haré eso es para tirarla en el basurero al pasar -agregó al agacharse y recoger la bola de papel, prensándola más en sus manos y comenzando a jugar con ella, pasándosela entre las manos como un malabar- Aunque creo que eso no es asunto de confianza o no, más bien opino que es estar consciente de las habilidades que se tienen y ya... y yo simplemente no la tengo. Ya comienzo a pensar que no es cosa de práctica, o se nace con la destreza o no -opinó sin dejar de jugar con la pelota en sus manos, mirándole de reojo al hablar.

-¡Hey! -exclamó al alcanzar a hacerse a un lado para que el joven no le cayera encima al dejarse caer en la terraza junto a ella- Es verdad que eso es lo que vende hoy en día -colocó la pelotita a su lado, reclinándose hacia atrás, con sus manos a ambos lados de su cuerpo- Pero a veces yo digo, ¿por qué las canciones de hoy en día no son como las de antes? ¡Antes habían metáforas y significado! Ahora todo son cursilerías, letras vacías... Supongo que es porque es más fácil escribir así, ¿no? No tienes que pensar demasiado. Lo que es yo, al menos intentaba hacerlo más poéticamente... -dijo ya un poco más tranquila, aún así no dándole paso de aprovecharse de esa pose tan altanera suya, mirándole con el mentón un tanto alzado, igual que él- Mi objetivo es "vender", quizás ese no sea el término, pero si lo hago quiero que sea de forma justa, no falsamente al escribir lo que la gente quiere escuchar, esa es la salida fácil después de todo, ¿no lo crees?

Y después de un rato, agregó- Por cierto, soy Aria-sama para ti -dijo con un tono altanero, casi burlándose de la actitud de Ayato, aún así con una sonrisa ladina para dar a entender que no buscaba hacerlo de forma ofensiva.

- Mira, no sabría decirte si lo de ahora es igual a lo de antes como dices, yo creo que discrepo en eso, quizás pareciera que no, de ser el caso, pero... siempre hay sutilezas que muchos no notan -respondió ante lo dicho por el chico pelirrojo que a veces parecía... algo desdeñoso en su hablar- Pero sí, "de gustos, colores y tal..." -agregó imitando al otro, o más bien repitiendo lo dicho para marcar un énfasis en su coincidencia con las opiniones del otro. No se veía una mala persona, hasta podría aventurar que esa superioridad y altanería que mostraba, al parecer, con medio mundo, era sólo una máscara de inseguridad y falta de confianza... Eso, o simplemente era un patán sabelotodo, se dijo en sus pensamientos con una risa.

Hasta que todo cambió cuando agarró con brusquedad su boca, claro, ignorando cualquier cosa que tratara respecto del espacio personal o cualquier otro límite socialmente establecido- ¿¡Y tú qué te has creído!? -exclamó entre dientes por la presión que Ayato estaba haciendo en su mandíbula y que le impedía hablar tranquilamente- Venir a decirme altanera a mí con semejante cara, descarado... -masculló mientras se frotaba la mandíbula y la movía con su mano de lado a lado para alivianar el dolor, ni intentando golpearle por más que quisiera. Se veía que era rápido y poca oportunidad tendría de asestarle un golpe, siquiera rozarle con un dedo a menos que él así lo quisiera- Te estaría bien empleado un espejo o una grabadora para que te escuches, Ayato-sama -comentó con sorna, aún así bufando un tanto divertida por su forma tan impulsiva pero directa de actuar y decir las cosas.

Le miró sorprendida. De entre todas las cosas que pudiera intentar para poder mejorar, clases, cursos, todo lo demás, jamás se le había ocurrido consultar a ningún especialista. En aquel momento no quería pensar si se le había pasado de largo por mero olvido o por vergüenza: ¿Realmente valdría la pena mostrarle algo así a alguien que analiza hits a diario? Sí, era posible que aquella fuera una de las razones- La verdad es que... no lo había pensado... No conozco directamente a especialistas, de hecho aún no hemos hecho visitas oficiales al sello este año, o al menos en lo que llevo en la academia. Y eso en caso que alguien quisiera componer "cursilerías de chicas" como dices tú

- ¿Y tú trabajas en Merveilles o algo por el estilo? Ya que hablas con tanta propiedad del asunto

Allá iba de nuevo con el ego... era como una lucha imposible de ganar, al menos en ese aspecto... Eso, o simplemente podía seguirle la corriente- No, no es tan simple como eso, ni tampoco vas a creerte de más con sólo verme... -eso simplemente tenía que decirlo, no iba a dejárselo guardado para ella, ese ego... ¿ser superior a ella basado en deducciones detectivescas o simples primeras impresiones? Eso no iba a tolerarlo, pero como ya había dicho, era una batalla donde llevaba las de perder. Comportamiento justificado, sí como no... dijo Hitler.

Se encogió de hombros ante su shock por la falta de idas al sello en aquellos años- Por supuesto que la academia no es lo mismo que el sello, lo sé de sobra... además yo dije en lo que llevo de la academia, yo llegué este año, así que digamos que mi horario va a tener que ajustarse al currículum y requisitos académicos... -sí, era verdad que era una recién llegada y que debería realizar en aquel año lo que debería hacer en tres, pero de todos modos aquello aún no se había concertado. Se preguntó si los tutores estarían algo ocupados o si simplemente la habían dejado a su suerte como una alumna más de tercero y que para el resto se las arreglara como le fuera posible... Aquella era una posibilidad.

- Quizás yo no tenga la experiencia de otros alumnos, pero al menos no me es desconocida la música -dijo ante el comentario de Ayato. Nunca había visitado el sello más que por fuera, pero tampoco era como si viviera en una burbuja y no comprendiera el ámbito en que todo se desarrollaba, ya algo sabía por su infancia- Yo diría que jungla es apropiado y a la vez no... diría que es hasta peor que una si no sabes cómo afrontarlo -luego rió suavemente, casi de forma irónica- Aunque burbuja o no, creo que sabes que el dinero se encarga de muchos problemas, ¿no es verdad? -preguntó casi retóricamente, con una sonrisa ladina en su rostro- Si con eso significa que usas otra forma para decirme que tengo carácter, ¿debería sentirme halagada, señor? -replicó de inmediato de forma aún más irónica, ampliando aún más su sonrisa hasta enseñar un tanto los dientes sin llegar a parecer vulgar.

Sentía que a todo momento el joven meditaba sus respuestas y al mismo tiempo preveía las suyas, la analizaba o hasta la estudiaba, pero no lograba saber si de curiosidad o buscando una forma de encontrar su punto débil para explotarlo y usarlo en su contra como burla, o incluso como un animal acecha a su presa.... o bien podían ser ambas opciones. Levantó el mentón de forma altiva, aunque un tanto curiosa- ¿Sonidista? -no lo decía porque no le creyera, no del todo, sin embargo había algo... ¿acaso sería una treta? Realmente le costaba creer que le dijera su ocupación tan así como así. Y además no se lo esperaba, sinceramente- Pensaba que serías algo distinto, no me preguntes qué. Simplemente fue algo inesperado -comentó, estirándose un poco- ¿Y trabajas seguido? ¿Estás libre en el sello o te asignaron a alguien?

Spoiler:

Arqueó una ceja y rió un poco por la forma de plantearle las cosas que tenía Ayato- No creo que cerebrito sea la palabra que estás buscando, yo no tengo estudios formales de música salvo clases de piano y dudo que eso cuente que digamos -decidió evitar un poco el tema, realmente no le gustaba sonar presumida. Sí, había crecido en el seno de una familia bastante rica y había gozado de buena educación, sin embargo no se consideraba a sí misma como nada cercano a un cerebrito- Sólo digamos que fue influencia familiar, nada más... -sentía que mientras hablaba, Ayato se iba acercando más a ella, lo cual no le molestaba del todo. Sí, era un extraño, pero transmitía un algo, un algo que le hacía confiar en él, pero un extraño era un extraño, por lo que se recordaba a todo momento no bajar la guardia por nada del mundo, pero no se puso en absoluto tensa por su cercanía, pensó que de seguro quería escuchar mejor, o claro... no faltaban otras intenciones.

Entrecerró los ojos, mirándole con suspicacia ante esa expresión que ponía, una sonrisa tan brillante y amigable que no podía ser nada bueno viniendo de alguien como el pelirrojo. Aún así, agradecida por el cambio de tema, prefirió contestar con un encogimiento de hombros- Pues entonces me lo tomaré como un halago, dado que me das la libertad de hacerlo... ¿Y? Bien podría ser una princesa -se mantuvo callada unos segundos, como manteniendo suspenso hasta no aguantar más la risa, dejándola salir suavemente y negando con la cabeza ante lo que había dicho. Bueno, si Ayato supiera más de su procedencia, no dudaba que reforzaría ese apodo... o lo empeoraría, en verdad no podía saberse.

Se rió suavemente, asintiendo con la cabeza- Mira, no sé si manager explotador, pero en serio si me dices que sí, voy a creerlo... y no, cantante pop por ningún motivo, no tienes pinta de serlo... al menos no de pop.... y si cantas, dudo que seas vocalista de Merveilles, no tienes la vibra... no, no es eso. La verdad no lo sé... -se acomodó un poco mejor en la terraza y se estiró, el clima seguía agradable por suerte, lo mismo el sol, agradable pero sin llegar a quemar, después de todo ya se acercaba el invierno- Ya veo, fuera de todo y la carga de trabajo que deben darte, suena... divertido -dijo, no muy convencida del todo con la elección de palabras que había hecho para darse a entender, pero supuso que comprendería el punto- Uff, no te culpo, de esos bebés hay por todas partes, hasta en la escuela... -le miró de reojo al sentir su mano en su espalda, con una expresión que sólo podía decir "¿Qué haces?"- ¿Sí? ¿Pasa algo? -se limitó a preguntar ante su repentino acercamiento.

Su actitud defensiva disminuyó un poco al escucharle, sorprendida por su petición- ¿Cantar? ¿Algo como qué...? Hmm... -arrugó la nariz, pensando en alguna canción que conociera- Supongo que tengo una canción, a ver si la letra no te parece tan "cursi" como las otras que has escuchado, veamos si al menos esta te gusta... -dijo, algo desafiante, apartándole para poder sentarse mejor. No lo hacía de arisca (bueno, en parte), pero en verdad se le dificultaba cantar mientras estaba tan cerca o en contacto con otra persona, tenía que sentirse lo más "libre" posible. Se golpeó sus rodillas para ir haciendo el ritmo y cerró los ojos para concentrarse en la letra de la canción.

Sonrió de lado, sintiéndose victoriosa de que algo pudiera ser de su agrado- Pues ya era hora que le interesara algo al señor de tan fino oído -remarcó con sorna, sin borrar la sonrisa burlona de su rostro- ¿Ah? No, yo no fui, simplemente es una canción que oí por ahí, disculpe si la creatividad del momento no le satisface, Ayato-sama -volvió a decir con mofa el honorífico con el que se autodenominaba el pelirrojo a su lado- A mí me gusta bastante, la historia que cuenta... y el ritmo es bastante pegajoso si quieres verlo de esa manera -comentó mirando hacia el cielo, riendo realmente divertida- Pero no, no soy mitómana... ¿o sí? ¡Quién sabe! -exclamó con una amplia sonrisa, casi imitando aquella "amigable" sonrisa que hubiera mostrado Ayato en su expresión hace unos momentos- Y dime, ¿cómo podrías saber si contesto con franqueza, hmm? No tienes cara de ser un polígrafo andante... ¿o es que tienes olfato de perro? -preguntó a modo de burla, sin realmente decirlo en serio.

Se relajó un poco más, volviendo a mirar hacia las nubes que ya se formaban en el cielo, incluso parecía que pronto llovería. El clima se había puesto bastante inestable últimamente: podía haber un poco de sol y a los momentos después el cielo se oscurecía con nubes cargadas de agua... y aquel día parecía no ser una excepción a esa regla- Va a llover... -murmuró de la nada, reaccionando por el comentario de Ayato- Pues claro, debería serlo... o al menos aparentar serlo... -contestó como si su respuesta fuera la más obvia del mundo- Vamos, que eso es cosa de práctica, no digamos que canto cosas así de veloces todos los días... -se encogió de hombros- [color=indianred]Y sólo acepto tus consejos porque se ve que sabes de estas cosas, no para subirte aún más ese ego que traes ya por las nubes, mirándole con algo de suspicacia por esa sonrisa que parecía extrañamente amigable, manteniéndole la mirada con atención- Aunque comienzo a dudar que seas buena persona sólo porque sí... ¿acaso esperas alguna ganancia después de esto? -inquirió con sus ojos entrecerrados, sin alejar ni acortar la distancia entre ambos.