Alojado por una noche

El taxi se detuvo justo en la entrada del edificio, eran al menos 13 pisos en una construcción no muy convincente, pero a mi me agradaba la tensión del lugar, después de todo, era como estar "en casa".

Bajé primero del vehículo, no sin antes agradecerle al conductor y sugerirle que se fuera por otra ruta menos peligrosa. Luego ayudé a bajar a mi huesped y lo llevé dentro del edificio, hacia las escaleras de emergencia.

"Hace meses que el ascensor no funciona, si no puedes subir, te cargo, principito~"

Lo molesté a propósito con ese apodo y es que darle sobrenombres a las personas ya se me había vuelto una costumbre, una mala costumbre. Aunque admito que esta vez solo me había guiado por la prestancia que el otro transmitía y... un poco de intuición... tal vez?

Miraba con asombro el lugar, le parecía de lo mas deprimente pero no dijo nada solo sintió pena por las personas que apenas podían tener un lugar para vivir y medio comer, salio del auto sintiendo la brisa fresca y húmeda en el rostro, como invitado y con respeto seguía al joven siempre dejanlo avanzar a él primero, a su comentario sonrió -no te preocupes, dejame algo de dignidad, pero gracias- de inmediato sabia era una broma, ahora comprendia un poco sobre la forma ruda de su compañero y lo palmeo pensando seria un gesto de ser amistoso.

Subimos por las escaleras, con un poco de pesades en las piernas, las ropas finas llamaban la atención de los vecinos, Gakupo solo saluda a las personas con una sonrisa aun cuando solo recibiera gestos, se apoyo con la espalda en la pared apenas llegaron a la habitación, su compañero mientras tanto estaba sacando las llaves para abrir.

Una vez fue invitado a entrar así lo hizo -con permiso- la luz se prendió y sus ojos por inercia se cerraron un poco por la incomodidad al principio de esta luego solo se quedo parado en la estancia esperando a que fuera invitado a sentarse porque así se lo habían enseñado.

"Pffffffff~"

Me reí con descaro y es que ebrio, herido o hambriento, ¿quien mierda necesita dignidad? Bah, pero bueno, se que no todas las personas piensan lo mismo~ A todo esto la palmadita que recibí en la espalda me pareció simpática, era como ver a un gato tratando de ladrar. Pero bueno, al menos el sujeto se intentaba adaptar a la situación y eso sí, me gustaba.

Abrí la puerta de mi casa y entré para encender las luces. Detestaba las luces frías del pasillo, por eso las de mi departamento eran amarillas cálidas pese a que el departamento en sí no tenía mucha gracia. Era un departamento chico de soltero. Lo invité a pasar de largo, junto a la cocina americana (o intento de una) hacia el living que no era más que dos sillones y una mesa de centro, frente a esta un mueble simple con un pequeño televisor. La única puerta en la sala llevaba a mi pieza y dentro de esta una cama matrimonial, dos veladores y una mesa a los pies que ocupaba cuando tenía "visitas".

El baño y mi closet estaban dentro de mi habitación y eso era todo. El balcón tenía salida y entrada para mi pieza como para el living.

"Tarán~"

Dije con voz monotona presentando mi escondite sin lujo. Pero todo eso era lo que una persona como yo podía necesitar. Curiosamente esta vez el departamento estaba ordenado y sin evidencias de mis pequeños estadios de descontrol, ni de sexo desenfrenado. Ultimamente había estado saliendo mucho, abusando de hoteles y moteles y la verdad, casi no me había presentado en mi hogar excepto para ducharme o tomar una siesta fugaz antes de ir a trabajar.

"supongo que no tienes hambre... Mhhh ¿Sed? ¿Quieres algo de beber? O prefieres algo mas?"

Dije lo último con evidente picardía, solo probando las reacciones de mi invitado especial.

Spoiler:

Aquel lugar era curioso a sus ojos, la forma de las viviendas, esa manera en que muchas personas vivían en un solo lugar, para Gakupo mucho era extraño y otro tanto solo creaba mas dudas y curiosidad en su mente, olfateaba el aire, ese aroma a humedad, los sonidos de personas gritando, niños llorando, perros ladrando sin cesar, definitivamente era muy diferente a su antiguo hogar, suspiro pensando en las cosas que habia dejado atras pero bien valía la pena si podía conseguir su sueño de cantante.

Avanzo al ser invitado, mantenía la mirada fija al piso, la poca luz dilataba un poco sus ojos y tardaba en adaptarse un poco, era un defecto de familia pero tan pronto pudo miro bien y sonrió, para él era facinante una estancia solitaria, sin mucho lujo, pero en su imaginación aquello tal vez era como una aventura, se sento a mitad de la habitacion sobre sus piernas palmeando un poco en estas señal de gusto de su parte.

Al escuchar el ofrecimiento de su acompañante le miro y asintio con la cabeza -¿beber? mírame soy una burla...- luego se rasco la cabeza pensando que por lo menos ahora estaba en un lugar seguro, miraba un punto fijo en el espacio y luego volvio a ver a su anfitrion -solo aceptare beber si lo haces junto a mi; prometo tan pronto pueda te recompensare-

nah tranki]

La verdad es que mi oferta había sido para beber agua o jugo o algo que le recompusiera, pero ya que se había malentendido el mensaje, aquello me pareció una invitación mucho más atractiva que mi intento de ser amable y buen sujeto.

"Recompensa? No necesito ninguna, a menos que sea una corporal~ Esas me encantan. <3"

Solté con total relajo y descaro mientras me metía a mi cocinilla y sacaba de uno de los cajones una botella de Ron, sí, aquella noche sería a nombre de los piratas!

Serví dos vasos para dos caballeros, nada de trago de damitas en mi casa y me acerque a él para ofrecerselo con una reverencia que no era mas que una sobre exageración, luego volví a adoptar mi postura normal y choqué mi vaso con el suyo, manteniendome de pie frente a él quién estaba sentado.

"Un brindis~ Por este inesperado encuentro"

Mi mirada se fijaba en él como un leon miraría a un conejo, aunque el que tenía más pinta de leon aquí era el y conejo... pues no había, solo había un perro. Yo.

"Salud, ahora podemos emborracharnos~ Porque no me cuentas de ti, mh? no siempre me llegan chicos tan bien vestidos a casa~"

Y me senté a su lado, expectante del curso que tomaría esta invitación.

Gakupo se sonrojo y tocio, aquello había sido muy atrevido por parte del chico, luego pensó que era una broma pues este se reía mientras traía algo de beber, miro a su anfitrion con una botella rara y de contenido obscuro, y los vasos de cristal, al ser colocados para servirse, el liquido quedo hasta arriba, Gakupo reconoció el aroma, y sabia que era lo que le esperaba... una resaca marca diablo, pero mostró gratitud y sonrió ante el brindis -por tu amabilidad-

Dio un trago considerable, y bajo la bebida a la mesa, al escuchar a su anfitrión suspiro y luego por el comentario de la ropa se miro a si mismo -pues no es la gran cosa, pero gracias... mm ¿por donde comienzo?- miro unos segundos la mesa y luego dirigio la mirada directo a los ojos del joven -mi nombre es Gakupo Kamui es raro pero hasta hace poco lo sé... vivía en el campo, era muy feliz con quien yo creía era mi madre- Hizo una mueca como de recordar algo hermoso y luego pasar a algo que detestaba -al final resulto que ni era mi madre ni una buena persona... era una maldita...- se freno en lo que hiba a decir, incluso él mismo lo consideraba algo idiota e imposible asi que no habia motivo para comentar a alguien mas.

Bajo la mirada y dio un trago mas a su baso, luego sonrió señalándose a si mismo -resulta que soy el hijo perdido del emperador, y ya que me encontraron, los malditos quieren que me haga cargo.. pufff que estupides- repuso molesto y apretando el puño, luego se relajo y volvio a la forma serena en al que normalmente es -como sea, me escape, me tuvieron quince años cautivo "enseñandome" a ser el sucesor, va! yo solo quiero ser cantante, ¿que opinas?, seguro pensaras como todo el mundo y me creerás loco - sonrió para si mismo -no importa, si quieres puedes reite, es una historia muy loca y poco crehible, de hecho yo aun no termino de creerla... pero bueno ... ¿y tú que dices? ¿cual es tu historia?-

Bebí junto a él sin reparos hasta dejar el vaso a la mitad. Escuché con atención lo que me decía, y sinceramente, en lo profundo de mi mente, aquello no llegaba a sorprenderme, y es que después de conocer a un chico con orejas de perro que declaraba ser un hombre lobo... encontrarse con un príncipe fugitivo no era algo taaaaaaaaaaan raro, verdad?

"Pues, opino que allá tu lo que quieras ser o hacer~ no? La vida es una sola y hay que vivirla en libertad~ Qué importa lo que el resto quiera para ti. Si quieres ser estrella porno, allá tú, bueno, cantante en tu caso. - Reí amistosamente y luego alcé una ceja, en el momento preciso en el que preguntó por "mi historia".

"Pues soy un pobre chico con mucho tiempo libre. quizás alguien muy contrario a ti, no crees? Bueno, eso lo hace más interesante."

Crucé las piernas y apoyé la espalda en el sillón, pasando un brazo por detras de su espalda solo para ir con curiosidad a tocar las largas fibras de su cabello.

"Me gusta el color. Me agradas principito~ No seré una rosa, pero puedo jugar el papel del zorro~ Qué tal si por hoy disfrutamos del verdadero significado de la libertad?"

Llevé uno de mis dedos hasta su mandibula, delineando todo el hueso hasta llegar a su mentón, obligandole a girar la cara hacia mí.

"Qué dices?"

suspiro, al parecer su anfitrión en verdad era un chico muy rudo y experimentado, ya nada le impresionaba y se notaba en su rostro y comentarios -tienes razón, solo tenemos una vida y debemos hacer de ella lo que creamos pertinente- alzo el vaso y siguió bebiendo

Al notar que tomaba un mechón de su cabello lo siguió con la mirada y no comento nada hasta que el contrario le dijo que era un cabello bonito -gracias- Gakupo sonrio y siguio con su bebida, al escuchar las palabras del chico asintio -pues, ¿ya lo estamos haciendo, no?... solteros y sin nada que nos quite el sueño, tomando unos tragos sin que nos lo reprochen... eso es vivir y disfrutar- alzo el vaso y lo dirigió a su anfitrión

Al ser tomado de esa manera, alzo la ceja e hizo un gesto de sorpresa -pareciera me estas coqueteando- lo miro fijo a los ojos, y quito la mano de su mentón, -ya en serio... déjate de bromas, veo que los modales están de mas contigo... no soy un "principito" no me gusta me traten como si fuese una chica, o una delicada flor- lo decía de manera tranquila mientras jugaba con su bebida entre las manos. -no quiero que confundas los modales con ser afeminado-

Suspiro y dejo el vaso en la mesa de centro para poder recargarse en el sofá y estirar un poco sus pies y cuello, haciendo la cabeza hacia atrás, dejando le tronaran las articulaciones -Aun no se tu nombre, todo este tiempo he sido un maldito egocéntrico hablando solo de mi... tu ya sabes todo cuando podria contar de mi vida y me has invitado a tu hogar... es una vergüenza que no te lo halla preguntado antes disculpa... ¿como te llamas? ¿o como puedo llamarte?-

"Supongo que tienes razón" Dije con una sonrisa de medio lado, pero claro, beber y ser "libre" era la mitad del significado de vivir la vida para mi, el sexo era la otra mitad~

"Pareciera..." repetí y me reí pícaramente y es que no era un parecer, sino que tal cual como él decía, estaba coqueteando a mi burda manera con el principito que tenía al frente pero al parecer este no tenía el humor como para entender el mio y eso podía notarlo con su reacción.

"Eppa~" Me puse de pie al ver que aquello se había puesto un poco tenso. "Creo que no has entendido mi intento de metáfora. ¿Los principes no leen libros? Bah, en fin, no es que yo lo haga tampoco, pero en la tele dan la serie del principito, nunca la has visto?~" Dije muy fuera de lugar, pero así era yo, espontaneo y diciendo cada idiotez que pasara por mi cabeza.

"En fin, si quisiera un afeminado me buscaría a una chica, pero bah, ahi vamos para otro lado. Errrr.... Nah tranquilo, me gusta mas escuchar que hablar de mi mismo, asi que no hay problema." Tomé lo que quedaba de mi vaso y lo dejé luego sobre la mesa, mirandolo desde un costado de esta.

"Llámame Dante, tengo 19 y soy todosexual~" Bromié con ese término inventado. "Mi apariencia no es precisamente la de un caballero, pero perro que ladra no muerde... se supone~ errr... pues no tengo mucho que contar, trabajo de part time y aquí vivo, y me encanta usar y abusar de mi libertad~"

¿todo sexual? ¿que significa ello? Quedo un poco desconcertado y luego de analisarlo se dio cuenta de que era una broma, asi era de lento Gaku, comenzo a reir y luego contesto sonriendo... seguro que tu te le avientas a todo lo que tenga pulso ¿o no? de las palabras dichas comenzó a reír aun mas, la frase no era de su autoria, de hecho la dijo tal cual un antiguo compañero le habia dicho en alguna ocasion y ahora parecia encajar a la perfección, comenzaba a perder la compostura e incluso algo de modales por la bebida, se podria decir que estaba en un estado ebrio pero con conciencia, solo era mas franco y sin inhibiciones.

Al calmar la risa respiro hondo y se disculpo, recargo la barbilla en la mesa así como los codos y brazos haciendo una almohada improvisada. Seguro que vivir con tanta libertad no es del todo tan bello como lo mencionas, ¿o estoy equivocado? Parecía que estaba pensando o reviviendo algún recuerdo pero la mente estaba en blanco, solo tardaba en reaccionar.

"Hahhaa a todo lo que se mueva y si es de mi gusto. Bueno, y si no se mueve pero me gusta, entonces también."

Le guiñé el ojo, sintiendo que poco a poco el otro parecía comenzar a relajarse, lo mismo hice yo, volviendo a sentarme en la sala, esta vez simplemente mirandolo con curiosidad. Si soy sincero, hace un rato que no tenía una amena charla como aquella.

"Oh, vamos, porque no sería bello?"

Cuestioné enarcando una ceja y es que al menos yo no le veía nada de malo a la vida que llevo, al hecho de ser libre y hacer lo que se me de la gana.

"A tí te hace falta experimentar lo que es simplemente, dejarse llevar."

Susurré acercándome de nuevo a él, tomandole el rostro de nuevo pero para simplemente darle una sonrisa pícara.

"Anda, todos tenemos ideas retorcidas en la cabeza. De seguro hay algo que siempre has querido hacer y no has podido. ¿Se te viene algo a la mente que podamos hacer? Ah, y no solo estoy coqueteandote ahora eh, no solo me refiero a lo sexual, aunque no me quejaría si te decides por ello."

Reí y solté su rostro, sin ser brusco, después de todo se trataba de mi preciado e inusual invitado.

Al ser tomado del rostro sonrió, ahora sabia un poco mas sobre su anfitrión y su conducta, como ya estaba relajado no se cohibía ni se alteraba, de hecho comenzaba a agarrarle el ritmo, le escuchaba y parecía estaba hablando con un viejo conocido.

Suspiro -tienes razón, soy muy recto y poco amable, aunque a veces cuando tomo confianza soy demasiado... ¿molesto? no sé... me da por molestar muchísimo- agacho un poco la mirada mas luego de acomodarse un poco le miro con curiosidad

Se le soltó una carcajada y luego repitió en voz baja -ideas retorcidas... si, algunas son divertidas supongo aunque también tengo ideas que seguramente me matarían si me animara a hacerlas nwn - comenzó a pensar en algo de que podrían hacer, era tarde y estaban bebiendo seria muy arriesgado salir a esas horas así que pensó en algún tipo de juego.

-¿conoces el juego de la botella? el cuello manda y el fondo obedece, es simple... comencemos con preguntas de todo tipo y si uno no quiere responder pues entonces tendrá que hacer un reto ¿te gusta la idea?-

Mantuve la mirada en él mientras me respondía. ¿Así que incluso él tenía cosas que no debería hacer? ¿Lo matarían? ¿Quién? Bueno, no es como si realmente fuera de mi incumbencia, pero era divertido oír a un hombre compuesto confesandose.

"¿Eh?" Me sentí en alguna clase de deja vu, sintiendo como una gota de sudor frío me recorría la nuca en contra de mi voluntad. Creo que el sujeto no me había entendido muy bien.

"Oh no~ Yo paso gracias." Miré hacia otro lado, luego me puse de pie y abrí la ventana del balcón para luego encender un cigarrillo.

"No me gustan esa clase de juegos, no me gusta entrometerme en la vida de otros y menos que se metan en mi vida. Respecto a los retos... Soy de la clase de sujeto que solo hace lo que se le da la gana. Entonces no tiene mucha gracia." Di una calada al cigarrillo y dejé ir lentamente el humo desde mis pulmones.

"¿Te sientes mejor?"

-entiendo- coloco el rostro en la mesa mientras seguia con la mirada a su anfitrion, apenas sintio la brisa entrar suspiro y volvio a hacerlo cuando ahora el aire iba mezclado con tabaco quemado.

Aquel aroma le traía tan buenos recuerdos, cerro los ojos y dejo que las imágenes pasaran rápidas por su mente mientras se tocaba los labios, fue que recordó su ultimo beso, sabia de la persona que se lo habia dado y de sus facciones pero no podia imaginarse nunca el rostro de aquel tipo, solo sus delgados labios y aquel aroma tan peculiar en él; tanto que se podria decir era su perfume... olor a tabaco quemado.

Abrio los ojos y sonrio para si, se levanto y fue directo a asomarse, paso por su mente arrebatar aquel cigarro de los labios de Dante para terminar de fumarlo, mas reprimio el impulso y sonrió, cerro la mano y luego pidió un cigarrillo si es que tenia alguno extra.

-me siento mejor gracias, estoy mareado pero perfectamente lucido, solo necesito pensar bien hacia que dirección rento-

"Mhh~ ¿Hay algo en particular que quieras hacer en ésta ciudad? Digo, llegaste aquí por alguna razón ¿no? ¿Planeas quedarte un buen tiempo?"

Pregunté mientras entendía la petición ajena y de forma inmediata sacaba la cajetilla para ofrecerle un cigarrillo al sujeto, esperando a que tomara uno por el mismo. Mientras el se concentraba en eso, aproveché de volver a tomar su mentón, por alguna razón mis manos pedían repetir el tacto sobre esa piel suave y bien cuidada.

"Deberías buscarte alguna mansión en el otro lado de la ciudad o algo así. No es por nada, pero dudo que logres sobrevivir en barrios como éstos, asi que disfruta del turismo."

Con un gesto de cabeza le señale hacia la calle, ahí abajo donde seguramente había mas gente que en sus propias casas. Aparté mi mano y entonces le ofrecí fuego con el encendedor rojo que había comprado el día anterior.