3.0 Am de un sábado por la noche

Eran las 2.55 de la madrugada y mi estado etilico ya dejaba bastante que desear, lo sabía y en verdad, era muy poco lo que me importaba, después de todo no tenía que llegar a darle cuentas a nadie, no tenía ni siquiera que regresar esa noche a casa. Me sentía un poco disconforme con mi rutina durante aquella semana, no había logrado encontrar otro trabajo de medio tiempo y eso me frustraba, tenía demasiado tiempo libre en mis manos como para saber en qué ocuparlo. Al final terminaba comenzando a beber a media tarde y para estas horas mi cuerpo no solo apestaba sino que mis sentidos estaban aturdidos y mi cuerpo se movía graciosamente (nah, en verdad me movía como una ameba, asi de idiota).

Luego de una amena charla con la pared de un callejón la que por cierto, proclamé mia luego de orinarla, decidí caminar hacia el barrio rojo, ya saben, solo por diversión. Quería ver que clase de cosas habían en ese lugar, peeeeeero, para mi mala suerte nunca alcancé a llegar.

Un inesperado encuentro me esperaba a la vuelta de la esquina. Lugar donde encontré a un curioso sujeto que se me quedó viendo (no se en verdad con qué expresion).

"Ahhhh??? Tienes algún problema conmigo??" Por supuesto estaba dispuesto a luchar por mi honor de ebrio. (Por mera diversión)

Mis disculpas Ash~ me olvidé de esto ]

“Eh?”

Bien, sí, no iba a negar la gran acotación de aquel chico moreno de cabello raro y facciones aún más raras. Sabía a la perfección que mi aroma era de lo más fermentativo y aquello no me llegaba a ofender, pero no dejaba de sorprenderme que pudiera olerme a aquella distancia, tampoco entendía el porqué de su agresividad. (Como si yo hubiese sido muy cordial)

No me gustó para nada su actitud, iba a replicar cuando aclaró que el olor no era por el alcohol en mis venas, sino por--- espera, ¿por ser yo?

“Pero que mierda te pasa?”

Me olfatié incluyendo mi axila y no, no apestaba. Puedo apestar a cigarrillo o a alcohol pero hasta donde se mi cuerpo no suele apestar. (Sí, lo admito, soy vanidoso con eso y me preocupo de mi higiene. ¿Y?) Pero una vez más mi rabia fue contenida por su pregunta.

“A qué te refieres arbolito?”

Hice una mueca de desagrado y de cero comprensión hacia sus palabras. Ah, lo de arbolito se me escapó de los labios… Después de todo el era muy moreno y su cabello verde, a la distancia, me hizo pensar en eso.

Ebrio soy más idiota de lo habitual.

“Respiro, como, tengo sexo, cago. Supongo que hago lo mismo que tú.”

Alcé una ceja mientras me acercaba para mirarlo frente a frente. Me pateaba esa actitud suya. Me parecía muy engreído.

“Oh~ no me digas!” Dije con una sonrisa burlesca de por medio y es que oír cosas obvias cuando estás ebrio siempre te sacan esa risa de enfermo mental. A su diferencia mi postura era relajada y casi despreocupada, la única tensión que en mi se produjo fue la demi estomago al reír con fuerza y descaro ante su confesión.

”¡¿Qué eres que?! AHAHAAAHAHAHA qué mierda, vas por la calle diciéndole eso a cualquiera? Es diciembre sabes? La noche de brujas ya pasó~” Me sujeté el estomago con tanta risa, pero de inmediato el karma vino a mi y las nauseas me ganaron. Tuve que correr a la orilla de la calle para vomitar a los pies de un poste de luz.

“Argh…” Me limpié la boca y lo miré con cara de pocos amigos, su palabrerío me estaba comenzando a molestar y es que bién claro tengo que un puto humano no soy. Las condiciones y necesidades de mi cuerpo son algo diferentes a ellos, pero que te lo diga un extraño, por alguna razón, te crispa los nervios.

“Peor? Mira arbolito, lamento decepcionar tu curiosa existencia pero no, no tengo puta idea de lo que soy, no se donde puta nací y no se nada sobre mi mismo. Feliz!?” Estiré los brazos a cada lado, como quién se da por vencido y luego los dejé caer con su propio peso a mis costados.

“De qué hablas idiota? Las cosas que hacen no son malas~ de hecho me gustan mucho, después de todo siempre he estado rodeado de estas cosas, y de humanos, no se de donde saliste loquito, pero si de verdad eres lo que dices, es la primera vez que conozco a alguien raro, a demás de mi. Pero… tienes como probar que eres un hombre lobo?” sonreí triunfante, estaba seguro que el imbécil solo quería burlarse de mi y alardear, si claro, como todos los idootas de los barrios bajos.

Definitivamente iba a matara a ese sujeto, o esa fue la conclusión que llego Ash al ver que se burlaba y pensaba que era parte de un broma; Ash nunca bromeaba de esa manera con desconocidos y lo dio a entender cuando su rostro no cambio, claro sin dejar de mirarlo. Chasqueo la lengua al escucharlo- Eso lo explica todo. Estar rodeado de humanos, sin saber que eres- Eso era lo que le podría ayudar al hombre lobo pues entonces el otro no podría saber cuanto era su poder.

Pero aun era más su orgullo, el cual estaba lastimado al no creer lo que era por lo que demostrárselo no implicaba ningún riesgo y suponía que no tomaba mucho. Lo mas lógico era demostrarlo con su verdadera forma pero al ser él sabía que el chico no quedaría impresionado, mas bien todo lo contrario, se burlaría mucho. Con tan solo pensar en la risa del otro se sonrojó y movió de un lado a otro la cabeza para quitar esa imagen. Demostrarlo con su verdadera forma estaba mas que descartado.

-Bien lo demostraré con la fuerza sobre humana que tengo- Comentó después de varios segundos de pensarlo. Señaló un poste- ¿Ves aquel poste de luz? Puedo tirarlo como si fuera mantequilla con mis garras- Mostró sus uñas, las que poco a poco se transformaban en las garras que menciono antes. Caminó hacia el poste y dio un zarpazo.

Al principio no sucedió nada pero con solo tocarle el poste cayó, un vez que tiró el poste se puso encima de este y comenzó a doblarlo sin ningún esfuerzo hasta dejarlo de tamaño pequeño- ¿Esto comprueba que soy un hombre lobo y no un humano?

Le miré con algo de sorpresa cuando hizo lo que hizo, pero luego solté una carcajada aún más fuerte de las que ya había dado.

"No, no, que va, eso solo demuestra que tienes una fuerza brutal!" De inmediato mi semblante cambió a uno más serio, el alcohol no parecía adormecer mi naturaleza. Mi tatuaje ardió un poco cuando respiré profundo y empuñé mi mano para golpear el contenedor de basura que estaba a nuestro lado. El cual ante el impacto se movió hasta el otro lado de la calle, con la cara que había golpeado destrozada, similar al impacto que hubiese tenido una pequeña bomba.

"Creeme que no eres el unico que puede hacer cosas de fortachon arbolito~ Ahahaha pero que tiene que ver esto con ser o no un perro eh?" Negué con la cabeza sin entender el punto, aún mareado, embriagado y con la mirada perdida.

Tomé mi cabeza e hice un gesto a que no me respondiera.

"Olvidalo, no me siento bien para estas estupideces." Y avancé, pasando a su lado, dandole una palmada en su hombro, pero entonces sentí una extraña corriente, algo que no solía sucederme con las personas normalmente... ¿o si?

Lo más prudente que hubiera hecho Ash hubiera sido dejarlo ir, así que después de ver la fuerza descomunal de Dante no se movió, podría incluso ser más fuerte de él, claro que no se lo diría, si no sabía que es lo que era entonces no podría tener ventaja él. Bajó sus orejas lobunas mientras lo miraba retirarse pero al momento de sentir la mano en su hombro su cuerpo se erizó, enseguida volteó a verlo apresando de la muñeca la mano con el que lo tocó, ejercía mucha presión en el agarre- No…vuelvas…a tocarme- Dijo a medida que sus dientes crecían haciéndose notar mucho más sus colmillos.

-Si has conocido a personas que pueden doblar fácilmente un poste de luz entonces no son humanos- Comentó soltando de manera brusca la mano de Dante para después llevar una mano a su hombro, justamente donde había posado, emanaba una energía extraña provocándole una extraña sensación de querer golpearlo, o mas bien de golpear cualquier cosa.

-Necesitas descubrir tú mismo qué es lo que eres, sino no podrás sacar tu máximo potencial- Movió un poco la cabeza, de tal manera que sus ojos se escondieran entre sus cabellos verduzcos- Y espero que no vuelvas a decirme “arbolito” si lo haces no dudaré y te golpearé hasta matarte- Sonaba muy serio, convencido pero la verdad es que no lo estaba del todo por lo débil que se sentía a comparación de otros de su misma raza.

El agarre en mi mano no solo fue fuerte, sino hasta un poco desconsiderado, aquel sujeto y sus dientes me intimidaron, mas que nada, porque no creia que hubiese realmente una razón para reaccionar así, aunque admití que la sensación de nuestros cuerpos al contacto con el otro, no fue agradable para ninguno.

"Tsk... entonces no me toques tú joder!" Dije bajando el brazo bruscamente, girando mi muñeca para poder liberarme de sus manos pero fue inutil y solo fui libre cuando el decidió soltarme.

"Lo sé! no soy tan idiota, sabes?!. Sé que ningún humano puede hacer esa clase de cosas, sé que quienes pueden no somos humanos, pero no me interesa saber que eres o qué soy yo. No me sirve de nada pensar cosas como esas. ¿A ti si?"

Mi mirada fue opaca, lúgubre, no estaba intimidandolo, simplemente sus palabras me hicieron sentir como un extra en un tablero solo para humanos. Yo no venía a interrumpir sus vidas, solo buscaba un espacio en los barrios bajos, un trabajo para matar mi exceso de energía y tiempo libre y un amante por noche para poder liberar mi libido.

"No me interesa eso del potencial" Aclaré una vez más mientras avanzaba un par de pasos antes de voltearme y sonreirle al sujeto.

"Es mi boca, yo digo lo que quiero~ Nos vemos, arbolito!" Lo dije entre risas, no era nada más que una broma, como un crio que no sabe perder. Por supuesto antes de que pudiera responderme huí, sí, como un cobarde y es que aunque no creia que el pudiera matarme, al menos quería evitar algun golpe, si ya estaba lo suficientemente mareado.

Corrí más allá de la velocidad que un humano podría alcanzar, y cuando creí haberlo perdido pensé en detener mi carrera, pero en verdad mi huida fue detenida por un poste de luz que no vi (puto alcohol y sus efectos), azotandome la nariz contra este.

"Tsk.."

Realmente me sentí mareado más por el golpe que por el alcohol y no percibí que este sujeto se acercaba a mi sino hasta verlo de cuclillas sobre mi. Mi nariz sangraba un poco y mi cara, sin duda, debía causar gracia. Como si no bastara el espécimen me dio un golpe en el rostro que me dejó aturdido varios segundos, por supuesto, la idiotez no era tanta como para intentar devolverle ni un “gracias".

“Lindo cumplido, me lo dicen siempre.”

Respondió sobándome la mejilla, sentándome en el suelo con cuidado, manchando el asfalto con unas cuantas gotas de sangre de nariz. Para detener la hemorragia simplemente eché la cabeza hacia atrás y miré de reojo a mi árbol favorito., pues seguía dirigiéndose a mí.

Luego de escucharlo, sonreí burlesco, aun sentado en el piso con pose de estar a las 12 del día tomando sol en la playa. Con el único detalle de mi hermoso rostro.

“Asi que a fin de cuentas eres un buen tipo, eh~?”

Me levanté con dificultad, limpiando mi rostro con el dorso de mi mano. Luego sacudiendo el resto de mis ropas con algunas palmadas, finalmente arreglé un poco mi cabello, con la cabeza algo más lucida gracias al morenazo frente a mi.

“Pues depende de quién sea mi abusador~” Sonreí ladino y luego le guiñé el ojo. No, yo no aprendía, pero ya, el tenía razón, lo mejor por ahora era ir a casa.

“Vale, espero volverte a ver y estár más sobrio como para recordarlo. Nass~”

Me despedí con la mano y entonces avancé, esta vez a un paso normal, rumbo a los barrios bajos a ver si el cuero me daba como para llegar a casa. Sino, bueno, algún callejón bastaría para echarme una siestita.