Miradas que queman (priv. Dominik)

He recorrido varios lugares de la ciudad para lograr adaptarme rápido a encontrar a mi objetivo, donde sea que se encuentre susodicha persona, seguir investigando sobre ello es fundamental para conseguir resultados impecables.
Sentí la brisa de la tarde sobre mi rostro y contemple la gran ciudad, las luces de la tarde comenzaban a prender de apoco, llenando la basta ciudad de luz, dejando a lo lejos el atardecer. Cosas que disfruto de tener  un momento para mí, sin duda es este, poder estar solo, sin pensar en nada, ni en nadie, solo tenerme a mí y mis pensamientos.
Estaba a punto de colocarme mis auriculares para poder ver de manera más especial aquel atardecer que iba desapareciendo de apoco a la distancia.
Una brisa aún más potente hizo que tierra entrara a mis ojos y al momento de voltear mi rostro para poder esquivar aquello y lograrlo con éxito, volví a abrir mis ojos con dificultad ya que el ultimo rayo de sol era más potente de lo que recordaba, estaba a punto de realizar un esfuerzo para poder abrir con éxito mis ojos, cuando algo tapa aquella luz que  me impedía abrir mis ojos, cuando pude poder ver que es lo que me ayudo a poder ser capaz de ver. Era una persona, un chico, de cabello oscuro, pero con el ultimo brillo de sol, pude notar que su cabello no era negro, era de color café, pero un café oscuro, el viento hacía que su cabello se desordenara, y trataba de arreglarlo. No podía apartar la vista de él, en el momento que lo vi, seguí cada uno de sus movimientos, a pesar de que aquel chico en ningún momento me presto atención, solo se encontraba allí, contemplando la ciudad que ahora solo brillaba gracias a las luces artificiales, el sol ya se había ido por completo y yo seguía en la misma posición, viendo como los ojos del chico destellaban por ver lo brillante de esta ciudad.

Pensé que solo habían pasado algunos segundos, pero viendo que la gente alrededor ya no era la misma y la luz natural ya había desaparecido, caí consiente que llevaba más de cinco minutos observando al chico, más de una persona debió pensar en mi como un acosador o algo, me avergoncé de eso y me rasque la parte de atrás de mi cuello.
cuando estaba dispuesto a irme del lugar por la vergüenza de mi acción, sentí una mirada, era aquel muchacho, me miró muy intensamente, pero al mismo tiempo levanto su ceja, dándome a entender que estaba preguntándose porque seguramente lo miraba tanto, no sabía que hacer, agradecí a lo que fuera que me hizo tomar la decisión de dejarme el fleco así de largo.

No sé en qué momento paso, pero ya tenía aquel chico frente a mí y con un una voz que pensé que no le quedaba para nada me hablo.-¿Te conozco? siento tu mirada desde que llegué, es molesto sabes?.-

Quede, nunca imagine que me hablaran de esa manera, no sabía que decir, me desconocí.- Lo siento, solo sentí que te conocía, intentaba recordar, pero veo que no es así, perdona lo incomodo- Que se supone que se hace en estas situaciones? no tengo idea, es extraño y al mismo tiempo interesante para mi tener un tipo de interés en alguien quien no es mi objetivo.

-¿Esto es tuyo?- dijo levantando mis audífonos, no sabía que se me habían caído- ¿qué escuchabas?-.

Solo mire para arriba, observando su rostro, no podía dejar de contemplar aquellos ojos, me llamaban.

-Solo una canción melancólica, se llama Apocalypse, no sé si es de tu gusto.- y le ofrecí un audífono.

Tras una importante decisión, la cuál sería mudarse a esta ciudad y empezar una vida nueva. Me fui paseando por esta misma, quería conocer un poco mi nuevo ambiente, se me hacía algo difícil ir recordando los lugares pero no me preocupaba ya que tenía mi celular junto a mi.
PLlegué a un mirador y me quedé de pie observando la naturaleza del lugar,i vista se centro en el atardecer, me quedé un tiempo mirando ya que no quedaba mucho para la puesta del sol. En algún punto ya no me sentía tan cómodo sentía como si alguien me estuviera observando, mire de reojo mi alrededor, no tuve que buscar demasiado para encontrar un chico con el cabello esponjoso y muy largo... Demasiado ¿Realmente ve con ese corte de cabello? Seguí en lo mío, mirando mi alrededor, pero seguía sintiendo incómodo. Fui hacia el chico, decido de que fuera lo que fuese.
Tengo que ser algo casual no tan a la defensiva...¿Que debería decir? Al momento de estar frente al chico lo primero que salió de mi boca fue

- ¿Te conozco? siento tu mirada desde que llegué, es molesto ¿Sabes?

- "Lo siento, solo sentí que te conocía, intentaba recordar, pero veo que no es así, perdona lo incomodo"

- ¿Esto es tuyo?

Es algo torpe.... ¿En serio se le cayeron los audífonos? En fin.

- ¿Qué escuchabas?

- "Solo una canción melancólica, se llama Apocalypse, no sé si es de tu gusto".-

Tomé el audífono el cual me estaba ofreciendo para ir la canción ya que por nombre simplemente no la reconocí, al oír el ritmo recordé automáticamente la canción.

- Si, si sé cual es, un poco obvio viniendo de tu parte te ves alguien muy melancólico, igualmente es muy romántica está canción...

Mire un poco con disgusto al chico simplemente para molestarle

- ¿Eres un dolido por el amor? ¿Te hicieron tanto daño?

Me comencé a reír simplemente no quería verme más débil o pequeño ante él, algo en su aura me decía que no era lo que aparentaba...

- ¿Eres un dolido por el amor? ¿Te hicieron tanto daño?

Y listo, dos segundos para que todo el misterio y el encanto que
aquella persona me había provocado hace minutos atrás se esfumara...
Su personalidad y su apariencia no coincidían para nada, se ve como un chico dulce, un poco tímido quizá, hasta temeroso, pero al momento que abre la boca toda esa ilusión del chico lindo desaparece, no digo que sea lindo, ósea, si lo es pero no es el punto en estos momentos.
-No soy para nada un dolido por amor, ni siquiera he tenido...olvídalo, no tengo porque darle explicaciones a un niño-suspire, ¿por que siempre llegan a mi personas tan extrañas?
No creo ser igual de extraño y por eso atraerlos...
-A mi si me parece que eres un dolido por el amor...-se encogió de hombros mientras lo decía, el muy....suspire nuevamente, respire y me relaje, no dejaría que un chico cualquiera colmara mi tranquilidad.

-Bueno ¿y tú que sabes del amor?-Se notaba que quería decir algo pero su expresión cambio y se encontraba con un pequeño dilema en él, se veía que no sabia que responder a mi pregunta, confirmándome que solo era un niño o por lo menos eso aparentaba.
Mientras el chico seguía pensando en la respuesta a mi pregunta comencé a analizarlo, de pies a cabeza, el chico de pelo café oscuro, ojos de un color parecido pero cuando le llegaba luz parecían azules, no azules de este tono mar, era un poco extraño, como un pequeño brillo? no estaba seguro, de contextura delgada, alto pero no tanto, bastante guapo, parecía tener más de 20 años pero menos de 25, de eso es seguro, cuando seguía observando cada uno de sus movimientos finalmente hablo.

-Pues debo conocer que es el amor, después de todo a lo que me dedico abarca más aquellos temas que hasta las mismas relaciones reales.
Me sonaba a excusa, no podía creerle cuando se demoro alrededor de 3 minutos en darme esa pequeña respuestas, ¿pero a que se dedicará? aquello que dijo volvió a despertar mi curiosidad y no entendía el porque.-Como tú digas...

me levante de mi asiento, ya no quería seguir en el banco donde me encontraba, al levantarme pude confirmar mis sospechas, no era un chico para nada bajo pero aún así le ganaba centímetros, nuestro ojos se encontraron, obviamente a esa altura era capaz de ver mis ojos, su mirada cambio un poco, pero no me sentí cómodo siendo tan observado así que pase de él y camine en dirección a un balcón extendido de aquel mirador.
-Pero ¿que? oye, te estaba hablando- aquel chico que suponía que había dejado atrás y no volvería haber me siguió como si nada buscando en mi algún tipo de explicación por la cual lo deje solo en aquel banco.
-Ya no tengo nada más que decirte experto en el amor- lo dije en tono de broma mientras posaba mi cuerpo sobre el barandal y me volteaba a dedicarle un pequeña sonrisa, su mirada nuevamente cambio cuando llego a mi lado y vio mi gesto, me sentí mal, seguramente había visto mis dientes, dientes en punta, como si fuera un tipo de tiburón, siempre le causaba pánico a la gente verme sonreír, así que lo evitaba lo más posible pero baje la guardia y no debí hacerlo.

-No soy un experto en el amor, soy experto en escribir de él, en mis composiciones...-se coloco a mi lado e imitándome dejo apoyado su cuerpo en la baranda y comenzó nuevamente a contemplar la ciudad.
-Así que eres musico eh?-me dedico una mirada de complicidad y me sonrió, extraño para alguien que hace solo unos segundos solo me molestaba.- yo soy sonidista, me puedes decir Mr.D chico experto en el amor.-

-Soy Dominik, me puedes decir dominik, un gusto chico dolido por amor.- y volvió a dedicarme un sonrisa, como si ver la mía que atemoriza a la mayoría de las personas no fuera nada, como si tener esta apariencia no resultara sospechosa, como si ya nos conociéramos de antes, era extraño, molesto y melancólico al mismo tiempo y lo único que pude decir a todo eso fue -¿Quieres ir por un café? .- y cuando reaccione y me preparaba para decirle que fue muy extraño lo que dije porque no nos conocíamos de nada, se voltea y con una expresión de sorpresa pero a la vez de entusiasmo me respondió.

-Claro me encantaría Mr.D...
Y sentí un palpitar en mi corazón, no sabia que significaba, pero no se sentía mal, así que solo lo acepte-pero lo quiero con una dona.- termino de decir mientras se ponía en marcha por delante de mi.

-Pues no hay de otra.- y poniendo mis manos en mi abrigo me encamine a seguir a aquel chico de destellos azules...

Íbamos caminando hacia la cafetería más cercana según "Mr. D". El llevaba más tiempo que yo en esta ciudad.
Mientras caminabamos a la par miraba las facciones del más alto de reojo, era evidente que no era un humano o al menos por mi parte así lo sentía, no tenía el mismo olor que ellos y definitivamente su aspecto para nada va de acordé, su "profesión " ¿Realmente será esa?
Si aspecto y aura no coincidían para nada con lo que me está haciendo creer que es, pero por alguna razón, a pesar de todas estas cosas... No puedo dejar de intrigarme, algo en el me llama... No sabría decir que es realmente, ¿Atracción? ¿Si quiera he sentido algo así anteriormente? ¿Será miedo? Eso ya lo conozco, más de lo que quisiera. Quizás simplemente es un apego, ya que no he hablado con nadie desde que dejé ese lugar, a veces solo siento que sigo un estúpido sueño de película, que no es algo que realmente se debería de hacer o si quiera algo realmente cuerdo.
Dirigí mi mirada hacia el peli negro y justo este me estaba mirando, al juntar nuestras miradas sentí rechazo y algo de disgusto el cual se reflejo en mi rostro.

- ¿Qué?

Me digne a decir, ¿Por qué eres tan defensivo? Sabes que acá no debería de haber nada que te hiciera daño... O quizá si, no importa, estoy acá para cambiar el rumbo de mi vida.

- "Vaya... Solo coincidimos, no es como que te voy hacer algo, mira, ¿Ves ese edificio blanco con detalles en madera? Ese es el café"

Mira la esquina la cual apuntaba, estaba bastante lindo el lugar... por un minuto me preocupe por si me alcanza pagar un café de esos, hasta que recordé que el dijo que pagaría por ellos, tragué saliva y aclare mi voz para hablar nuevamente.

- Espero que tengas buenos billetes , ya que la caminata me dió hambre, entonces... ¿Como se supone que te diga?
Por mi parte prefiero que me digas joven amo o rey Dominik, no sé cuál prefieras.

Solo quería molestarle, no me importaba quedar como un loco, no sería la primera vez, quería ver hasta donde llegaba esa cara sin muchas expresiones y su voz... Maldita voz de pajero, ¿A caso lo hará aproposito? ¿O también finge su voz? No es como que tenga la mejor voz, pero siento tan extrañamente familiar su voz que me molesta, me molesta sentir como si fuera alguien cercano, mi cuerpo reacciona con confianza pero mi mente sabe que siempre se tiene que tener un margen a las personas. O almenos fingir que las tienes en confianza. Por otro lado, se supone que ya no corro ningún peligro, mi abuelo dijo que ya no había peligro, pero llevo tanto años así, siento casi como si dos personas estuvieran peleando dentro de mi en quien tomar el control de cada acción y reacción, a veces siento que está teoría de mi mente no es tan descabellada...

-"Por mi parte prefiero que me digas joven amo o rey Dominik, no sé cuál prefieras."
No sé siquiera porque invite a un tipo como el a un café, es de las personas que me sacan de quicio, pero al mismo tiempo solo quería tenerlo a mi lado, por lo que no entendía para nada lo que se supone que hiciera a sus comentarios.
Lo medite un minutos y cuando lo decidí, apure mi paso y me coloque enfrente de de él, solo se detuvo de golpe, tome su mano, sentí como  su cuerpo se crispaba pero no me detuve, me agache hacia la mano que levante y la bese, un beso suave pero lo hice.- un gusto joven amo, puedes decirme Mr.D.-y levante mi cabeza para poder ver su reacción, ya que solo fue un tipo de broma que le gaste, pero no puedo negar que al momento de realizar esa acción sentí una punzada en el corazón, pero solo decidí ignorarla.
-¿Qué paso joven amo, no querías que te llamara así?-seguí molestándolo, pero decidí soltar su mano, aunque algo en mi no quería para nada-Deberíamos ir y sentarnos en la parte afuera del café  hacerlo.-comencé a mirar en la dirección de estar, ya que se encontraba en el mismo mirador, nunca había entrado a aquel café pero siempre lo veía cuando pasaba, solo que cuando lo invite solo me salió querer entrar allí con el.

Sentí algo de inseguridad ante el silencio, las acciones del chico... eran muy fuera del común, paré de golpe al tenerle frente a mi, sentí miedo por un segundo, hasta que le ví arrodillarse, mi miedo paso simplemente a desconexión, no entendí nada sobre lo que hacía mi acompañante, hasta sentir en mi mano un suave beso, mi rostro se transformó a una muy marcada confusión y algo de disgusto, por otro lado sentí un vuelco en mi pecho, ¿Que es esto? ¿Que hace? ¿Está jodiendome, cierto? ¿Por qué me siento tan extraño?
Tragué saliva al oír por lo lejos su voz, traté de volver a tierra y solo de mi boca salió un silencioso
- Oh, si...
No entendí muy bien que dijo, mi cabeza estaba aún en otro mundo al momento que el ya actuaba como si nada, solo me digne a seguirle. Llegamos a la entrada del local, hasta ese punto no me había percatado que seguía por las nubes, subí mi mirada y examiné rápidamente todo el lugar por la puerta de entrada, está estaba junta, mientras seguía mirando aquél lugar iba entrando lentamente. Dejando atrás a Mr.D. Ya sintiéndome más en mi, sonreí y busque algún lugar para sentarnos, al notar que arriba había un segundo piso, fui directamente hacia las escaleras que llevaban a una terraza semi abierta la cual tenía una gran vista de la ciudad, no sabría si por el alejado de la ciudad pero no había mucha gente, de hecho en esa terraza no había nadie, solo abajo habían dos mesas ocupadas, me senté a la más cercana a las barandas, había una buena iluminación dentro, mire algo embobado las luces del la ciudad, me gustaban mucho las luces, no importaba el color, siempre me quedaba embobado mirando los pequeños destellos cómo si no hubiera nada más alrededor mío, mientras estaba en lo mío, sentí un suave roce en mi hombro, al mirar hacía esté, me encontré nuevamente con esos ojos rojizos, sonreí de forma automática.

- Lo siento, te deje atrás, no fue mi intención, solo me dejé llevar por el lugar, me gusta mucho esta vista...
No sé que tiene este lugar, pero simplemente me hace sentir nostálgico

Quizás, me abrí más de lo que esperaba con esas palabras, no es lo que me gusta, no quiero verme débil ante este chico, pero el ambiente... Simplemente me hacía sentir así, ¿Realmente es el lugar? ¿O ahora hay algo a lo que me volví más débil? ¿Cuánto tiempo llevo fuera de mi casa...?
Otra vez... Solo deja tus pensamientos de lado y disfruta lo que queda de día... Al final, algo en mi dice que quizás deba confiar un poco más en este chico.

Luego de realizar mi acción y de su parte solo obtener un "sí " muy vago me puse en marcha al café, cuando estábamos en la entrada y estaba a puto de pedir una mesa para dos, el chico de los ojos azules o mi nuevo joven amo, prácticamente corrió al segundo piso.-Creo que será mesa para dos en la terraza-le dije a la chica que se encontraba en el mesón, ella solo sonrió y hablo.-Les llevo la carta en seguida.- le dije que gracias y me dispuse a seguir a Dominik por las escaleras que llevaban a un balcón/terraza del café.

Cuando subí no había nadie en el lugar, quizás no estaba ni disponibles para las personas pero este caballo loco que tengo de amo corrio sin preguntar nada.-Hey, me dejaste atrás.- me acerque a tocar su hombro pero era como si nadie en el mundo existiera, me embobe y quedamos ambos embobados, solo de diferentes cosas...

- "Lo siento, te deje atrás, no fue mi intención, solo me dejé llevar por el lugar, me gusta mucho esta vista..."

Yo también salí de mi trance al escuchar su voz y le solté el hombro.-Sentémonos en la mesa más cercana al barandal, así puedes seguir mirando, por cierto ya vienen con la carta.- él chico aún en trace solo asintió y se sentó, siguió mirando la ciudad por uno minutos, ´por mi parte me acomode enfrente de él para tener una vista más amplia de él, seguía si entender porque este chico de ojos azules como el mar me atraía tanto...

Saque una cajetilla de cigarros del bolsillo de mi abrigo y cuando saque uno y lo coloque en mi boca por inercia me acorde que no estaba solo.- ¿no te importa que fume verdad?.- necesitaba fumar un cigarrillo pero si a mi nuevo joven amo le molestaba obviamente no lo haría frente a él. Estaba a punto de responderme cuando llega la chica de antes a entregarnos la carta.-Aquí esta lo disponible en el café.-Saco una pequeña libreta de su negro delantal y estaba atenta a todo lo que quisiéramos decir.

-Yo quiero un Mocaccino y dos donas, una de chocolate y una de frambuesa, eso seria todo .- Termine de pedir y cerré la carta frente a mi y la extendí para que la chica la tomara, luego de esto volvió a decir.- ¿Y su novio que es lo que va a pedir?.- de nuevo quede, ¿Cómo que novio? no supe que expresión tenía, pero la mía no era nada comparada con la del chico frente a mi, por un momento sentí que se le iba a salir el alma, pero luego cambio un poco y me hizo querer gastarle una broma, sonreí...

-Sí, ¿mi vida, que es lo que quieres? sabes que te comprare él café entero si lo deseas-palideció otra vez, me contuve para no reír, la chica reía bajito, como si la escena fuera de película, cosa que me dejo satisfecho por mi buena actuación.

Solo quería ver cual seria su ingeniosa respuesta....

No podía creer lo que mis oídos escuchaban, simplemente estaba perplejo hasta que una ampolleta se alombro en mi, si este es un juego, yo también soy parte de este, mi cara estupefacta cambio a un amplia sonrisa.

- Ay amorcito, perdón estaba recapitulando que quería, entonces mi orden será: quiero dos late grande, un sándwich de miga, sin orillas, cuatro donas surtidas y un jugo de limón, por favor

La chica se notaba algo asombrada por la cantidad y yo solo miraba sonriente al pelinegro, notando su cambio tras oírme. La chica se retiro y quedamos solos nuevamente.

-Y bueno lindo, puedes pagar mi comida, o será que después de todo ya no quieres

Me acerque hacia el tomando sus manos por encima de la mesa, le acaricié suavemente, mientras buscaba su cigarro, lo tomé y me alejé.

- La verdad no me importa mucho, pero viendo la situación a la que me expusiste... Pues si, si me molesta que fumes, así que por favor, quédate dónde estás y no prendas ninguno, ¿Si, mi vida?

Miraba maliciosamente al más alto esperando alguna respuesta y reacción ante mis palabras.

Mi cuerpo solo quedo rígido cuando comenzó a seguirme el juego, no me lo esperaba para nada, pensé que saldría todo avergonzado a decirme algo pero no fue así, cuando dejo de pedir cosas la chica se fue un poco preocupada, supongo que no se esperaba que aquel delgado chico pidiera tanto, y yo tampoco.

-aaaaaah-suspire cuando me quito el cigarrillo.- bueno bueno mi vida bueno-le seguí el juego-no fumare frente a tí, pero con la condición de que debes comerte todo lo que pediste.-no iba a dejar que saliera ileso de aquello, si quiere jugar entonces juguemos.

Llegó unos segundos después la chica con mi orden y la mitad de la orden del peli negro, comencé a comer las cosas que ya tenia frente a mi, después de todo amaba las donas, lo único que no me sabia extraño sin fumar eran las donas, nunca he entendido porque, pero siempre ha sido así, me dio una punzada en la cabeza, no debería esforzarme tanto en pensar sobre esas cosas, me hace daño.

-Aquí esta el resto de la orden, que lo disfruten.-la chica acomodo todo en la mesa y luego se alejo dándonos una pequeña reverencia.
-Bueno, entonces que esperas, come.-le dije con una sonrisa en la boca, quería ver hasta donde podía llegar con todo lo que pidió.

-Disculpe, puede traer el segundo café al último, por favor y lindo pasador, le combina con sus ojos.

La chica no espera esa respuesta por mi parte, se notó el enrojecer ambas mejillas de un leve tono rojo, le sonreí y está se fue con una sonrisa del lugar.
En fin, no quiero seguir con este juego me molesta, se que es en juego pero como puede tratar a cualquiera de esta forma, ¿Invitará a cada persona que se topa en la calle? Simplemente creé que caeré ante el porqué me está comprando comida, o simplemente me ve como un perro al cual puede dar de comer. No lo entiendo, es alguien que dice muy poco... Lo que más me molesta es que a pesar de todo estos pensamientos sigo aquí...


Mis pensamientos pararan al oír su voz.

- "Bueno que esperas, come"

Le miré y fingi una sonrisa, tomé el azúcar y me servi 2 cucharadas al café, ví como empezó a comer mientras revolvía, acerque mi mano y le quite una dona a Mr.D. no esperaba reacción cualquiera, solo quería molestar, mire de reojo a este y sin pensarlo dos veces masque la dona.

- Mmm está buena, te juzgue mal, tienes buen gusto ¿Quieres?

Acerque la dona mascada a la boca del contrario, el chico se acercó y dió una gran mordida a está, dejando solo un pequeño pedazo en mi mano

- " Si, tengo buen gusto y por cierto, no comas mi comida, ya pediste la tuya, ¿No?
Recuerda nuestra condición, joven amo"

Que molesto.

- Lo sé y no esperes que no lo logré, por que si lo haré, lograré comer todo lo que pedí así que no te hagas el sorprendido cuando termine.

Molesto.
No entendí cual fue la necesidad que tuvo de "coquetearle a la chica" ni siquiera entendía porque me molestaba tanto.

-Te van a crecer esas mejillas que tienes.-le dije mientras veía como se echaba una gran cantidad de comida a la boca y dejaba todas sus mejillas infladas.-aunque viéndolo bien no te verías nada mal, serás una ardilla-Dije mientras levantaba un dedo en forma de acotación.

Solo me fulmino con la mirada, no podía decir mucho ya que estaba ocupado contante comida, de verdad parecía una pequeña ardilla enojada, cosa que me causo risa el solo pensarlo, por lo que solté una risita.-perdón.-dije mientras me tapaba la boca, no quería molestarlo solo que verlo hizo que la imagen llegara a mi cabeza en cosas de segundo.

Spoiler:

Tosi, para calmar la risa que no quería, molestarlo no era lo que quería pero se hacia natural. Decidí solo tomar de mi café y abstenerme de comerme mis donas, disfrutando cada mordida, no entendía como existía algo tan magnifico en el mundo. Algo que jamás me va a bastar es  como las deliciosas donas y los helados azules, me ayudaban con  las ganas de fumar.

-Delicioso.-hable para luego mirar el amplio cielo y la ciudad iluminada a  lo lejos, me quede observando todo, como podía ser todo tan bello y al mismo tiempo tan fácil de destruir y explotar, sin darme cuenta deje salir una de mis sonrisas más siniestras, las que salen de mi cuando solo quiero escuchar la destrucción...

Al oír sus palabras mi rostro feliz por la deliciosa comida, cambio por una seria y algo de odio en mi mirada por las palabras ajenas, justamente estaba comiendo así no podía hablar, solo le mire con recelo.
¿En serio? Ahora que le pasa a este... Simplemente creo que está loco de remate.
Seguí comiendo tranquilo, hasta que en un segundo el chico comenzo a sonreír por lo bajo

- "Perdón"

Pasó un rato y este comenzó a toser, siguió como si nada, ya la situación era muy extraña para mí, no sabía como reaccionar a esto, tampoco entendía mucho sus acciones...

Prosegui a terminar mi pan y comencé a tomar mi limonada, el chico ya se había distraído con la vista. Si que le gustan las cosas dulces...
Al observarle más detenidamente, aprecie su perfil, por un momento en mi cabeza pasó un ~Que lindo perfil tiene~. Me estremecí por mi pensamiento y agites de un lado a otro en negación, volví mi vista hacia él... ¿Estaba sonriendo? Pero no era una sonrisa normal... Era maliciosa, aún así sentí un vuelco en el estómago, ¿Que es esa sensación? No la entiendo...pero a pesar de eso, es una imagen nueva, ¿Que tiene en mente? Odio que genere tanta intriga en mi persona, odio estar tan atento a alguien... También quería su atención.

- Oye

El chico salió de su trance... O sea lo que acaba de pasarle, justo al momento que su vista se posó en mi, coloque una dona en sus labios y la presioné para que se la comiera, al hacer eso reí con los ojos.

- Es la última, se ve que te gustan mucho

El chico coloco una dona sobre mi labios, instintivamente la mordí, pero no la tomé, deje que sugiera sosteniendo la dona, mientras yo comía de su mano, aprovechando la situación obviamente, un poco en broma, pero la verdad se sentía lindo la situación, cuando ya no quedaba nada, levanté mi mirada.-muchas gracias.-dije y terminé por lamer mis labios, note un poco de nerviosismo y de sonrojo pero seguía con su compostura, decidí cambiar el tema, tampoco quería asustarlo ni nada, solo me salió...natural hacerlo, como si fuera normal(? no entendía muy bien ni mis propias acciones...

-Aún no acabas con lo que pediste? Deberías apurarte, se hace tarde.- No quería apurarlo pero viendo la hora que es, deben estar pensando en cerrar la cafetería, no se cómo pasó el tiempo tan rápido, es extraño que con él el tiempo parece pasar muy rápido...

No quería que acabará, sientobque después de este día no nos volveremos...algo en mí quiere solo irse y pero al mismo tiempo solo quería estar con él y ver como su cabello y ojos reflejaban ese tono azul cuando las luces lo iluminaban. Sigo sin entender esta extraña atracción que siento por él, es como un imán, quiero seguir así, solo así, en este momento para siempre, pero sabía que esa no era la realidad, tenía que volver al mundo, volver a mi vida, a mi trabajo, a mi objetivo y ese no era él, aunque algo dentro de mí me lo dijera, mi mente sabía que no debí sobrepasar cierto límite...

-Solo quiero entender el por qué....-susurre mientras mi vista se posaba en la gran ciudad a lo lejos(no tan lejos) podía ver el edificio de la compañía donde hacia mi trabajo claramente, con sus grandes ventanales y las luces encendidas, después de todo era trabajo de día y noche en ese lugar, lo que me recordaba la cita que tenía.

Volví a suspirar, dejándome caer en mi silla...

No esperaba está acción, miraba atento como el pelinegro comía la dona en la posición más de película romántica posible, no pude evitar avergonzarme al ver la escena en tercera persona, agradezco enormemente que somos los únicos en esta terraza... Tampoco me disgusto y creo que eso es lo que más me avergüenza de la situación
Cuando terminó, hablo como si nada...

- "Aún no acabas con lo que pediste? Deberías apurarte, se hace tarde"

-Uhm, solo me queda la mitad del pan... Y puedo pedir el café para pedir...

Hablé bajo porque la verdad el chico ya se había ido en su mente, ¿En qué pensará?
Se distrae tanto en sus pensamientos que me genera mucha intriga.

Terminé de comer, justo a ese momento, apareció la chica le pedí la cuenta y el café a pedir, mi acompañante seguía en Júpiter así que solo opte por mirarle mientras seguía en su trance, hasta que un suspiro me sacó de lugar y dirigí mi mirada hacia otro lado, mire por el rabillo del ojo como se dejó caer en la silla, no entiendo porqué actuaba así... Me hacía sentir como si yo fuera el problema, por un segundo me sentí herido por mis pensamientos y sus acciones. Quizás solo es imaginación mia.

Si un suspiro y me dirigí nuevamente la mirada hacia él.

- Pedí para llevar mi café y la chica ya trae la cuenta, por si te urge irte, entiendo.

Evite el contacto visual con él, me sentía un poco raro después de esos pensamiento, tampoco quería volver a casa... Casa, deje de tener casa hace mucho tiempo, la extraño...
Ojalá volver a sentirme en casa alguna vez en mi vida, ya no quiero pensar más, no quiero deprimirme...

No entendía porque me decía aquello, me quede en silencio tratando de procesar que es lo que había dicho o hecho para que el chico se sintiera así, seguía comiendo pero con una expresión diferente, como decaído.- perdón-dije, intentando captar su atención.- no es que este apurado o me quiera ir....es solo que no sabia como pedirte tú número de teléfono...-me frote la parte de atrás de mi cabeza, por un poco de vergüenza al decir aquellas cosas, pero tampoco quería hacerlo sentir como si fuera un fastidio, es molesto pero no lo odio ni nada, es un poco divertido hablar así con alguien.

-Entonces...te importaría darme tu numero?.- le ofrecí mi celular, aún un poco sorprendido de mi mismo por aquellas acciones que no haría por nadie, porque no me interesa tener gente a mi alrededor, me gusta mi soledad, pero algo me decía que si no le pedía su numero me arrepentiría para siempre.

-Disculpen, la hora de cerrar esta cerca, para que puedan trasladarse al primer piso para cerrar la terraza.-dijo la chica que nos atendió todo el tiempo, se notaba nerviosa al decirnos aquello.

-No te preocupes, ya nos vamos, el café que falta será para llevar si.-le hable para tranquilizarla, mi joven amo estaba dando sus ultimas mordidas mientras yo y la mesera hablábamos del pago.- abajo puedes cancelar con este papel y pedir su café.-me termino de decir, le agradecí y nos dispusimos a bajar.

-Disculpe, pago esta cuenta y pido el café que falta para llevar.-la otra chica me dijo que no había problema y al terminar de pagar la cuenta se dispuso a realizar el café.-pronto estará listo- me dirigí al peli negro, viendo como terminaba el sanwish que le quedaba, me causo un poco de felicidad verlo comer e instintivamente le acaricie el cabello, con una delicadeza que jamás creí que usaría en alguien.-me alegra que disfrutaras la comida.-termine de decir al mismo tiempo que deje de acariciarlo y la chica del masón me llamo para entregarme el café que faltaba.-gracias...¿nos vamos?.-me dirigí a mi acompañante para comenzar a caminar hacia la  salida...