Buscando información (+18)

Ayato hizo caso omiso a las quejas de Shizuka y se concentró en el placer que sentía. Estaba tan a gusto en esa posición que ignoró completamente al otro chico que acaba de venirse y se dejó caer en el suelo, a una distancia prudente de ellos. En cambio, el estudiante más tímido parecía estar haciendo un buen trabajo con la rubia, a pesar de su apariencia de virgen.

- I-increíble... - murmuró con un hilo de voz, - me está envolviendo...y a-apretando...s-se siente ge-genial...

Tanto él como Ayato follaron a Shizuka desde sus respectivos lados, cada vez más fuerte y duro.

La sensación de su boca y sus senos cubriendo su miembro era fenomenal, por lo que al cabo de un juego previo Ayato sujetó los pezones de la chica y los empezó a pellizcar al vaivén de sus movimientos, sin dejar de embestir su falo entre medio de ellos. El vaivén fue cada vez más fuerte, hasta que en un momento supo que estaba por venirse. Metió y sacó su miembro repetidas veces de las cavidad de Shizuka, sintiendo cómo su lengua lo envolvía deliciosamente y sus labios lo succionaban.

Lo estaba haciendo muy bien, tan bien que al cabo de unas cuantas espasmos y gemidos Ayato se vino con fuerza en su boca.

- ¡¡¡NGGGGH~!!! - segundos después de él, el muchacho sostuvo a la rubia de las caderas y la folló con mayor fuerza.
- Ah...ah...ah~ ¡¡¡¡AAAAAAH!!! - gimió momentos antes retirar su miembro de Shizuka y venirse sobre su trasero.

Ambos estaban exhaustos y jadeantes, pero reaccionaron de inmediato al oír una voz desde abajo:

- ¿Están bien allá arriba? Escuché un grito... - preguntó la dependienta desde las escaleras, para luego ascender haciendo sonar sus tacones.

Ayato fue el primero en incorporarse y subir su cremallera. No tuvo tiempo de asistir a la chica. Con un gesto, ordenó a los otros que escondieran sus genitales y distrajeran a la dependienta mientras tomaba a Shizuka en brazos y la dejaba en el último pasillo, el más oculto de todos.

- Anda, vístete ya - le ordenó de mala gana mientras le entregaba su ropa. - No pueden corrernos ahora...tienes que mostrarme ese libro secreto...

La sensaciones que iba sintiendo en cada segundo que pasaba era increible, tanto mi boca como mi femenidad recibían una estimulacion que ni en peleas habia experimentado, era como si cada celula de mi cuerpo ardiera en un forma esquisita y agradable.

-¡¡¡¡Hmmmmmmg!!!!-

Exclame cuando Ayato aumentaba la velocidad en mi boca mientras mi lengua intentaba masajear al igual que mis senos su miembro que se frotaba sin detenerse, las manos de Ayato se fueron a mis pezones donde los pellizcaba sin producir tanto dolor pero si haciendo que mas mojara con cada caricia que el daba.

Fue cuando comence a sentir ciertos temblores de parte de ambas virilidades masculina, dando el mensaje que algo iba a suceder en algun segundo, y estaba en lo cierto, cuando ambos lanzaron un alarido de placer por completo donde mi boca sintio como algo lo mojaba era tibio espeso sintiendo un sabor raro pero no malo. Sintiendo tambien mis nalgas que fueron manchadas mientras intentaba de beber aquello con cuidado.
El sonido de que alguien nos habia escuchado provoco que Ayato me tomara en brazos diera sus ordenes de jefe a ambos chicos, para nosotros escondernos.

La orden de Ayato de vestirme mientras me relamía los labios me hizo solo suspirar para hacer un chasquido de dedos y deshacer esa ropa en agua envolviéndome en agua para ponerme la misma ropa que tenia como si nada hubiera sucedido.

-¡Listo! Ahora si estoy lista, donde tengo el libro debes seguirme porque lo escondí resguardado con un hechizo para que nadie tuviera acceso-
Dije mientras daba pequeños pasos con cuidado girándome para verlo.

-Debes imitar lo que hago, sino el hechizo va a esconderlo por resguardo-

Le dije de forma un poco seria porque como es un libro muy importante mi deber es que nadie lo pueda leer pero como Ayato es un amigo es la excepción a la regla

- Vaya, qué útil... - comentó Ayato cuando vio que Shizuka se vistió en un parpadeo gracias a sus poderes, - es una lástima que nos hayan interrumpido...ese chaval debió controlar su voz. Espero que al menos haga bien su trabajo y distraiga a la mujer.

Al decir esto Ayato echó un vistazo hacia el pasillo: notó que los estudiantes se encontraban hablando con la dependienta, quien parecía deseosa de querer registrar el lugar.

- ¡Listo! Ahora si estoy lista, donde tengo el libro debes seguirme porque lo escondí resguardado con un hechizo para que nadie tuviera acceso. Debes imitar lo que hago, sino el hechizo va a esconderlo por resguardo.
- Como digas, pero será mejor que nos inventemos alguna distracción... - propuso volviéndose hacia Shizuka. Necesitaba que ella usara sus poderes para alejar a la dependienta y a los estudiantes del segundo piso, de otro modo no podrían acercarse a la sección de bebés, donde el ángel había dicho momentos atrás que se encontraba el libro. - Hace un rato dijiste que el libro está oculto en la parte de abajo de uno de los estantes donde hay un hueco donde solo tú puedes entrar y salir. ¿El hechizo también me ayudará con eso o solo tú puedes ir por él?

Sabía que dependía completamente de la rubia para obtener esa información, por lo que tenía que comprender cuánto tiempo necesitaban y qué medidas debían tomar.

El apremio tenía a su mente funcionando a mil por hora, por un momento olvidó que habían estado follando hace poco.

Mientras pensaba qué podía hacer para provocar una distracción, Shizuka se le acercó y tocó su trasero, pillándolo completamente desprevenido.

- ¡¿...?! - Ayato contuvo una exclamación y varios insultos pues no quería que la dependienta fuera hacia donde ellos se encontraban, pero varias venas se marcaron en su frente, dándole un aspecto furioso.

Antes de poder protestar escucharon cómo el bidón del primer piso explotaba con fuerza, atrayendo la atención de todos los usuarios de la biblioteca. Con ese alboroto, la dependienta bajó a toda velocidad, olvidando a los estudiantes que cruzaban miradas llenas de confusión. En ese momento Shizuka arrastró a Ayato hasta la sección de nacimiento, ocultándolo de la vista de los demás por medio de sus poderes.

Esperaron unos segundos hasta que la rubia se disculpó con él y empezó a dar brincos.

- Bien, debes hacer esos diez saltos con cuidado nada de equivocarte porque sino lo harás de nuevo para poder pasar por el lugar - advirtió la chica mientras Ayato notaba cómo su apariencia cambiaba.

No era primera vez que la veía convertida en ángel, pero aún así resultaba sorprendente.

- Lo que digas, angelito - dijo de mala gana mientras la imitaba y daba los diez brincos, en el último acabó en la misma baranda que ella. - ¿Así está bien?

Al verlo hacer correctamente los saltos y quedando junto a mi le sonreí, sin embargo, algo me estaba inquietando principalmente esa enorme vena que se aparecía, estaba molesto, carraspee mi garganta para seguir con el segundo paso.

-Si...esta muy bien, bueno ahora lo segundo -

Dije llenando de agua  el local pero estando suspendida toda esa masa de agua mientras me relajaba ya que, siempre me emocionaba entrar de esta forma con mi hechizo pero primero debía explicar el sentimiento que iba a experimentar.

-Creo que con este se pasara un poco el enojo, por eso que hice... no encontré otra forma de lograr descontrolarme así que te vuelvo a pedir perdón de nuevo pero ahora... Tenemos que saltar y tu cuerpo experimentara lo mismo cuando te subes una montaña rusa con una caída en pendiente para poder atravesar la puerta donde esta el libro-

Le explique mientras lo miraba sonriendo le porque era una de mis sensaciones favoritas sentir eso cuando la cruzo tomando el camino largo porque perfectamente me puedo introducir por ese lugar.

-Listo para experimentar un poco de emoción-
Dije sonriendo con picarda mientras esperaba que el fuera primero si es el que quería o que yo saltara.

Ayato se sobresaltó al ver que el piso del local se llenaba de agua.

- ¿La gente del primer piso estará bien? Si se percatan de esto... - no le interesaban mucho las vidas de algunos humanos insignificantes pero no quería ser involucrado en una polémica ni aparecer en los encabezados de la ciudad por culpa de Shizuka quien convirtió la biblioteca en una pecera. Valoraba mucho la discreción.

Cuando la rubia le explicó la razón de su actuar Ayato solo dejó escapar un gruñido.

- Lo dejaré pasar porque me estás haciendo un gran favor - dijo para entonces ver los sellos en el sector bajo de la estantería. Al parecer ahí estaba puesto el hechizo.

Escuchó la explicación de Shizuka sin mucho interés y, según entendió, tenía que saltar hacia el agua.

- Vale, vale, entonces solo tengo que lanzarme, ¿no? - no estaba asustado pero sí tenía sus sospechas acerca del procedimiento: siendo humano como era tal vez su cuerpo no tendría suficiente resistencia para soportarlo - muéstrame como se hace y te sigo.

- ¡Hey! No me has dicho qué sucederá con la gente del primer pis- - Ayato no pudo completar la frase pues Shizuka dio un brinco sobre esa masa extraña, la cual atravesó y le llevó hacia el interior.

El muchacho no podía dejar de mirar que todo a su alrededor era agua, ¿qué estaría sucediendo con todos los demás usuarios de la librería? ¿Y cómo podrían salir de ella sin ser descubiertos? Tal y parecía que sus planes para pasar desapercibido fueron en vano.

- Ahora te toca a ti, si te da vértigo es mejor que cierres los ojos sentirás un par de segundos la caída pero después se pasara, imagina que es una montaña rusa para que se te haga mas divertido.
- ¡No me da vértigo, idiota! ¡¿Con quién crees que estás hablando?! ¡Solo estoy siendo precavido! - gritó furioso momentos antes de saltar hacia la masa.

Al principio sintió cómo esta lo absorbía como una gelatina y luego comprobó la sensación en caída libre. Ayato no cerró los ojos pero sí notó cómo cada célula de su piel se activaba al pasar por eso. No estaba mal. Al final, se dejó caer junto a Shizuka con una sonrisa de emoción que no pudo contener.

- ¡Fue genial! ¡No sabía que los humanos sentían tanto con algo tan sencillo! - exclamó emocionado mientras veía sus manos y su cuerpo. Al parecer todo estaba en orden.

¡No me da vértigo, idiota! ¡¿Con quién crees que estás hablando?! ¡Solo estoy siendo precavido!

Pues lo se con quien hablo con.... Ayato mientras lo miraba como saltaba ante eso me quede esperando cual iba a ser su reacción después de experimentar aquella sensación seria muy divertido si dijera "tuve miedo" jejejeje se ve gracioso pero mejor no sigo pensando en aquello porque pueda saber lo que estoy pensando, cuando descendió una sonrisa se dibujo en mis labios.

¡Fue genial! ¡No sabía que los humanos sentían tanto con algo tan sencillo!


-¿Ah?¿¡Como que sencillo!? Eso es una experiencia igual a cuando montas una mañana rusa.....Aaaaah que malvado eres y yo que esmere a que la sensacion fuera igual a eso...- 


Comente agachada haciendo un pequeño circulito en el suelo con mi dedo mientras tenia una aura deprimente, para luego ponerme de pie ya que, no podía deprimirme aunque si sentia que mi pobre sentimiento de adrenalina era echado abajo.

-Bueno... a lo que venimos Ayato- 

Dije mientras hacia unos movimientos con mis manos haciendo aparecer el libro que estaba envuelto en cadenas de aguas. Un par de chasquidos de dedos hice para ir liberando los seguros hasta que quedo por completo sin ningún tipo de hechizo descendiendo a mi mano, para apoyarme en un estante y abrirlo haciendo señas con mi mano palmeando a que sentara a mi lado.

-Ven aquí que debo traducirte las letras porque no creo que las puedas entender están en un idioma muy antiguo que usan los de la torre babilonia y que fueron castigados por nuestro señor por haber hecho la torre queriendo alcanzar el cielo porque lo que cada uno hablaba en un idioma que no se podía comunicar en comunicación sin embargo en escritura es el mismo.- 


Le dije mientras lo esperaba para comenzar a leerlo.

- Pues dejarse caer es algo sencillo, ¿no crees? - le respondió Ayato, defendiendo su punto sin hacer mucho caso a la rubia, - las montañas rusas son geniales y esta caída libre también lo fue. Pero cuando eres humano las sensaciones son mucho más fuertes. Quién lo diría.

El muchacho sonreía invadido por la adrenalina del momento. Sentía mucha curiosidad acerca de eso. Era primera vez que se sentía realmente contento de encontrarse en un cuerpo humano pues cuando era dhampiro esas emociones extremas no llegaban a movilizarlo del mismo modo ya que eran movimientos básicos para él. Las criaturas sobrenaturales como Shizuka o como él solían realizar maniobras que para los seres humanos resultaban imposibles, por lo que esa sensación de caída se sintió más genial de lo acostumbrado.

En ese momento, Shizuka hizo aparecer en el espacio un libro envuelto en cadenas de agua, las cuales no tardó en liberar. No alcanzó a comprender su explicación pero prefirió simplemente hacerle caso y sentarse a su lado.

- Lo que me interesa saber es cómo es posible modificar un núcleo - le recordó. -  El mío se encuentra sellado, por lo que mi lado no-muerto está en suspensión en mi interior y así no puedo manifestar mi verdadero poder.

Shizuka sabía todo eso, después de todo, fue ella quien comprobó el estado del núcleo de Ayato cuando tuvieron su encuentro el día de San Valentín. Lo que Ayato quería obtener era el conocimiento para revertir esa situación.

Shizuka buscó en el libro sagrado la información que Ayato tanto quería conocer. Él se encontraba a su lado, ansioso de descubrir alguna fórmula alternativa de revertir lo que Elliot hizo. Si Marceline no cumplía con su promesa las únicas pistas que tenía para volver a la normalidad eran Shizuka y la información que manejaba...o Demian, y dudaba que este último tuviera ganas de ayudarle después de lo que le hizo a su querida Odette.

El ángel cerró el libro de manera repentina, desconcertando a Ayato. Ella se acercó y cuando quedaron frente a frente le dio sus advertencias. Ayato no apartó la vista de sus ojos, la miró de frente y con decisión le dijo:

- Entendido, no diré nada - estaba siendo honesto. "No sería justo que fueras castigada por mi culpa, seré prudente con la ayuda que me entregas..." pensó.

Shizuka le explicó lo que sucedía con aquellos que rompían las leyes que regían a los suyos. Ayato esbozó una sonrisa ladina al escucharla.

- Vaya, vaya...al parecer ese tal Elliot era de lo peor...ahora entiendo por qué se denominaba a sí mismo como un "caído"... - comentó, recordando al sujeto que lo metió en todo ese follón. Llegó al punto de transgredir las leyes de su propia existencia con el fin de echarle una maldición... - se ve que no he tenido suerte... - Ayato colocó una mano en el mentón de Shizuka y la observó con calidez - anda, angelito, déjame leer el contenido del libro. Si no confías en mí puedes matarme. Creo que prefiero eso antes de seguir siendo un maldito humano.

Al escucharlo hablar tan fácil que si no confiara en el que acabara con el, tan desesperado estaba a lo que lo seguía mirando atenta, tan desesperado estaba que su condición le obligaba hablar con tan facilidad de eso. 


No debe repetirse lo mismo... Kanade..

Pense al borde las lagrimas recordando ese dolor o cruz que no pude salvarlo en esos momentos mientras me secaba una de mis lagrimas para volver al libro mientras pasaba mis dedos por la cubierta sintiendo las joyas en mi piel acariciar.

-Veré que podemos hacer...pero no me vuelvas a decir sobre  que quieres acabar tu vida ¡Jamas! - Levantando mi voz, ya que, eso me había desagrado bastante.

-Primero busquemos el nombre de ese sujeto se llama Eliot ¿verdad?- Pregunto abriendo la paginas para deslizar mi dedo en una de las paginas y este abrirse de forma violentamente girando las paginas una por una hasta que comenzaron a escribirse letras que solo yo podía leer.

- ¡Aquí esta!....¡pues es un sujeto con harto poder pero traiciono al cielo siendo desterrado sin embargo,  no dice que merezca un castigo por haber hecho esta en los usuarios vigente capaces de manipular los núcleos...así que...Por el momento el no estarna en peligro y tu tampoco pero eso no quita que otros seres intente acabar con tu existencia.-

Le dije seria para volver buscar lo que debíamos encontrar, hasta que volvió abrirse para abrirse el contenido lo leí por un largo rato notando que el aire se ponía un poco tenso a lo que me gire y apoye mi frente para que me viera.

- Tranquilo...ya te lo voy explicar solo que es un poco difícil explicar tantos termino en un lenguaje amigable ya que esta escrito en runas con el lengua del alma de Toran y mezcla un millón de idiomas, los que existen ahora como los que hubieron en otro momento.-

Explique mientras volvía a releer por ultima vez, para luego cerrar mis ojos y poder formar un pequeña esfera de agua.

-Primero vamos con la explicación sencilla para que vayas comprendiendo lo mas difícil, primero tenemos tu núcleo que fue modificado de forma abrupta modificando la naturaleza de vampiro medio que aquí se dice aquí los términos antiguos...- 
Dije antes de que el me pudiera corregir.

- Teniendo un 50 porciento de naturaleza humana y la otra, este individuo bloqueo tus poderes cambiando todo volviendo a una esencia, pero esta tus cadenas de tu otra esencia. Lo primero debes buscar a alguien que ayude abrir tu candado que sea el mismo poder oscuro, esto da que vuelvas a ser un mitad o ser alguien puro en los extraños casos. - 

Dije para luego tomar una pequeña pausa, mientras volvía hacer el mismo núcleo pero otro distinto de agua mucho mas clara que parecía crista por lo trasparente.

-Pero si no encuentras a esa persona y te vas por alguien que tiene magia contraria se producira una dependencia, es decir puedes sentir como los humanos siente cuando toman algo que les produce una dependencia la sangre que bebas de un ser común se te volverá algo monotomo y placebo en cambio los de seres puro no oscuro sera como manjar que te produzca ....deseos carnales- 

Dije sin entender esa palabra para mirarlo y armarme de valor.

- Ayato...lo que estábamos haciendo hace un rato eran deseos carnales?-
Pregunte sintiendo como algo me decía que había hecho una pregunta muy tonta.

- Veré que podemos hacer...pero no me vuelvas a decir sobre que quieres acabar tu vida ¡Jamas!
- ¿Has atendido algo de lo que te he dicho? - le replicó Ayato, molesto - lo que quise decir es que si esto te mete en problemas o no confías en mí, puedes acabar conmigo. Es muy distinto a suicidarse, idiota.

No era tan débil como para plantearse semejante estupidez. Además, ¿qué sería del mundo sin su grandiosa presencia?

Esperó impaciente a que Shizuka tradujera el libro y le explicara lo que él quería saber. Vio con algo de indiferencia la fotografía de Elliot.

- Ya me has explicado eso... - masculló, refiriéndose a toda la explicación del núcleo. En San Valentin habían tenido una conversación similar. - Poder oscuro, ¿eh? - eso era nuevo. Si Marceline no cumplía con su promesa, ¿quién más le quedaba? ¿Demian? "Prefiero esperar a que Marceline se aparezca...no creo que ese sujeto quiera brindarme ayuda alguna..." pensando esto, la imagen de Dante se cruzó por su mente. - ¿Es necesario que sea un vampiro? - preguntó sin pensárselo demasiado.

"Toma ya, ¿realmente estoy considerando en pedirle ayuda a ese imbécil después de la mierda que ocurrió en su apartamento?"

Shizuka continuó su explicación, dándole una segunda alternativa.

- Con que poder oscuro y poder de luz, ¿eh? - comentó, pensativo. - Preferiría no ser dependiente de nadie...en ningún sentido.
- Ayato...lo que estábamos haciendo hace un rato ¿eran deseos carnales?
- Mmmh...prefiero llamarle 'sexo', pero si quieres una definición...sí, se trataba de eso - le explicó muy tranquilo, para luego tomar a Shizuka del mentón - pero es una putada satisfacerte únicamente con una persona. No es mi estilo.

Soltó su rostro y con una sonrisa ladina volvió a observar el libro sagrado.

- Gracias por la ayuda. Si no hay algo más que pueda interesarme, puedes guardarlo. No quiero que te metas en problemas por mi culpa.