La charla Pactada

El ruido de los aplausos me había aturdido un poco, no estaba nada acostumbrada a estas cosas, mas simplemente me concentra por mi acompañante, de vez en cuando lograba visualizarlo ya que estaba casualmente al frente junto a mi abuela.
Con una reverencia me despedí del publico para irme tras el escenario y poder cambiarme, las piezas de kimono son hermosas, pero no podía estar muchas horas con ella, cansaba a un punto por el peso y la postura que debía mantener. Por otro lado, el salón empezaba a vaciarse; mi abuela se puso de pie pero no dio indicio de retirarse aun.

-Me alegro que hayas disfrutado la función, no se cuanto le pedí a Antoinette que aceptara participar....

Una leve sonrisa cargada de... nostalgia? se había plasmado en su viejo pero cuidado rostro, mi abuela era la mas confidente que tenia en este mundo, observo a Yuli detenidamente antes de volver a hablarle.

-Cuando Anto era pequeña, tenia una sonrisa maravillosa, era tímida pero una niña muy alegra, aun siento que quedo algo de esa pequeña en casa.... lastima que su otra familia....la rompió

Suspiro de manera pesada, siempre trato de hacerme sentir que ellos estaban conmigo aun cuando yo estaba en otro país, incluso me visitaban cada tanto a la escuela militar, pero las cosas eran mas complicadas de lo que parecía. Ella principalmente fue la que pidió que viviera con en el templo con ellos una vez que finalice mi tiempo en la escuela y retomar clases en japón.

-No tome a Anto bajo enseñanza para seguir un tradición, la tome para que se alejara de los problemas. Hay un dicho que dice "mas sabe el diablo por viejo que por diablo", y se aplica muy bien a esto... Anto creía que yo no sabia de sus peleas después de clases, que las manchas de sangre en su uniforme no eran visibles porque las lavaba rápido o sus moretones en los brazos; si bien ella es muy buena peleando y manejando armas, no podía permitir que mi nieta se hundiera mas en un camino violento... ya no quería que se siga rompiendo.

Coloco una mano sobre el hombro de Yuli con suma delicadeza, aun con la diferencia de alturas ella  mantuvo su postura tranquila.

-Me alegra saber que tiene amigos en esta ciudad, uno o dos, cuentan mucho, ademas de Charlotte, aunque.... es curioso que allá traído justo al que no es humano~

Sonríe con complicidad y le guiño un ojo antes de quitar la mano y como si nada seguir hablando

-Tranquilo, no diré nada, y si quieres saber como me di cuenta... pues no es muy difícil ante los ojos de una mujer que ah visto de todo en esta vida~ Justamente uno de mis kimonos fue regalado por un Youkai con aspecto humano, seguro sabrás cual. Por otra parte, cuando deje mi oficio y me establecí en el templo con mi esposo, vi y me enfrente a cosas peligrosas para quien no sabe lidiar con ellas, Japon esta lleno de mitología, y todas son ciertas~ puedes preguntarle a mis nietas, ellas han visto cosas muy locas allí~


Antes de continuar, me aparecí en el salón con una vestimenta mas ligera y fuera del pesado kimono, ademas de que al fin pude soltarme el cabello y quitarme el maquillaje de la cara, lo único que si, tenia un par de zapatos en la mano ya que los okobo estaban en el locker de la planta baja

Spoiler:

-oh! te cambiaste, y yo que esperaba sacarte una foto junto a tu amigo... 

-lo lamento, pero sabes que no acostumbro a usar esas prendas mucho tiempo, y ya me dolía el cuero cabelludo del estiramiento del peinado, espero que no les moleste...

-Bueno, sera en otra ocasión, lo hiciste de maravilla~ y tu mama también, y tanto que se quejaba diciendo "ay se me van a caer lo abanico, voy a pisar el kimono, yo que diablos se como era esa danza" bla bla bla

-Peor pudo haber pasado, mamá

y como invocando al diablo mamá se apareció vistiendo una simple camisa de manga larga blanca con una falda tuvo negra, también había soltado su cabello y ahí podías notar el parecido o mejor dicho la casi igualdad que tenia con ella, descontando que su cabello era un poco mas corto, sus ojos eran oscuros y era 10 cm mas baja que yo. Pero si prestabas atención podías ver una especie de escala de edad exacta.

- ja! verte asi y ver que tu hija es mas alta que tu es curioso~ 

-mama! yo no tengo la culpa que Antoinette hereda la altura de Laurence!

-Yo no tengo la culpa que escogiera a un hombre de metro 90 como esposo y padre de tu hija


-.... pueden dejar de discutir... mamá, el es Yuli -hice un leve gesto indicándole la presencia del vampiro- lo invite a la presentación, no te lo presente antes porque bueno, llego después de las fotos. Yuli, ella es mi madre, Hanako Nakashima

Mi madre observo a Yuli de una manera algo... como si tratara de analizar cada parte de su cuerpo y rostro. Luego, solo hizo una leve inclinación con la cabeza a modo de saludo

-Pues bueno, un gusto, como dijo Anto, soy su madre Hanako, un gusto conocerte jovencito. Mira tu que no me andas diciendo que conoces chicos tan bien parecidos como el, eh?~

-Verdad? tiene una facciones tan perfectas y estatura de toda una joven maiko~, Anto, me lo prestas para vestirle algún día?~

-... Abuela, no lo trates como un maniquí...

Mire a Yuli como pidiéndole una disculpa en un simple gesto, pero cuando la abuela se ponía de caprichosa y ademas de que mi madre se aliaba, yo perdía automáticamente, al menos agradecía que Lotte no haya estado presente, ahí si que tendría que salir corriendo, arrastrando a Yuli para salvarlo de las mujeres de la familia.

- ehehe, lo lamento, pero sabes como soy~ Miren la la hora! Hanako, tenemos que hablar con los organizadores para que vayan recogiendo los kimonos y guardarlos, no puedo descuidar ninguno! Espero verte de nuevo jovencito. Anto, nos vemos en la mañana, recuerda que volvemos a Japón en la tarde~no te atrases y descansa corazón

Se acerco a mi y me dio un abrazo como toda abuela cariñosa, le correspondí el gesto luego de dudar un poco, pero sin fingir sinceridad en ello.

-Muchas gracias, estuviste hermosa hoy, estoy orgullosa de ti

-Acompañare a tu abuela, deja los okobo en la entrada, los buscare después -imito el mismo gesto que mi abuela- mi niña crece tan rápido! y no solo en altura.... enserió, deje de crecer! es como si tu fueras la madre aquí, ajajajaja!

Ambas se voltearon a ver a Yuli, mi madre hizo una leve reverencia antes de acercarse a la puerta de la sala a esperar a la abuela; esta, por su parte, se acerco a darle unas palmadas en el hombro y con tono bajo, solo para que el escuchara, le dijo...

-Fue un gusto conocerte, y por favor... cuida de Anto... ya la han lastimado mucho, no te estoy obligando, solo es una pequeña consideración~ nos vemos

Y así como mamá, ella también se alejo, las vi perderse de vista por las escaleras del lugar. Suspire de manera, al fin podía relajarme de verdad, ya que con ellas dos, y justamente Yuli en frente... era una aura muy tensa para mi.

-Lamento la actitud de ambas, son algo... ammm como Lotte..... como sea... que... que te pareció la presentación?

Seguí el gesto de la abuela de Antoinette, poniéndome de pie luego de que ella lo hiciera.

Guardé un solemne silencio mientras ella hacía referencia al pasado de su nieta, no esperaba escuchar cosas que eran netamente asuntos personales y familiares, pero en parte agradecía esa confianza, podía hacerme al menos una mejor idea de ciertas cosas y del por qué del carácter que poseía.

Nuevamente mantenía mis ojos en los de la mujer frente a mí y cuando mencionó mi inhumana naturaleza no pude evitar hacer otra cosa más que sonreír. En otra circunstancia, con otras personas, posiblemente hubiese culpado a mi estilo de vestir, argumentando todo un tema estético para mi apariencia, pero ¿qué sentido tenía negarselo a una persona como ella? Prefería otorgarle la razón con mi silencio y una sonrisa, de esa forma también demostraría mi confianza en ella.

Cuando mencionó lo del Kimono una risilla cómplice se escapó de mis labios. Cubrí mi boca con un gesto elegante y respondí en silencio, en su pensamiento."- Sí, se exactamente cual.-" Después de todo mi percepción no había estado equivocada. Iba a comentar algo más pero entonces se apareció Antoinette y su madre, situación que volvió a ser muy similar a cuando recién llegamos al salón. Volví a reír, lo más sutilmente posible.

"- Es un gusto conocerla, señora Nakashima. -" Hice una reverencia apenas Antoinette nos presentó. Sabía perfectamente que su madre me estaba analizando y aunque no era la sensación más agradable, permití que lo hiciera, pero cuando comenzaron a hablar de mis razgos y de "vestirme" una carcajada sincera se escapó de mi boca.

"- Por mi no hay ningún problema.-" No iba a molestarme por comentarios como esos, después de todo estaba acostumbrado a ellos, aunque que viniera por parte de la madre y la abuela de Antoinette era un tanto cómico.

"- El placer ha sido mio. -" Me incliné en un reverencia un poco más marcada cuando las dos mujeres se dispusieron a retirarse, entonces la mayor de ella se acercó para dedicarme una palabras.

"por favor... cuida de Anto... ya la han lastimado mucho."

Asentí y respondí nuevamente en su mente, sin querer que precisamente la aludida en cuestión pudiera escuchar.

"- Lo haré. Incluso sin su petición creo que de por sí ya soy bastante sobreprotector con ella, más de lo que a ella le agrada. -" Le sonreí cómplice una vez más y en un gesto muy natural y suave tomé las manos de la mujer entre las mias y di una suave caricia sobre sus palmas un tanto arrugadas por los años. "- Gracias por permitirme estar cerca de su nieta.-" Solo fue una fracción de segundos, luego dejé ir sus manos con la misma suavidad y las vi marcharse.

"- No te preocupes, tanto tu madre como tu abuela son encantadoras.-" Sonreí con cierto misterio, dandole a entender que quizás algo habiamos hablado con su abuela, sin embargo, no se lo diría por nada del mundo.

"- ¿La presentación? Me pareció fascinante. Debo decir que mi favorita fue la segunda. Me sentí atrapado por cada parte de ti.-" Murmuré solo para ella y luego sonreí. "- ¿A dónde vamos ahora?-" Pregunté girándome hacia la escalera, en espera de la continuación de nuestra noche.

Ver a mi abuela con Yuli despertó algo en mi interior que no me agradaba, era un pensamiento continuo con respecto al futuro en si, yo era humana... alguien que envejecería tarde o temprano y se evaporaría de la existencia. En ese momento había caído en cuenta de algo que capaz quise negar durante un tiempo, otra vez me había sentido atraída por alguien con el que no hay ninguna esperanza, y en parte se lo había confesado, no sabia que era peor.

Tratando de mantener una postura serena y como si nada, observe como ambas mujeres se retiraban mientras yo había una reverencia, un vez solos volví mi vista a Yuli, cuando caes en cuenta de algo que inevitablemente era una cruel realidad, te rompía de una u otra forma. Asentí ante su respuesta sobre la presentación y luego me quede pensando que mas se podría hacer, sin olvidar

 -Podemos pasear de aquí a la entrada, el lugar cierra en una hora, así que aprovechamos a rodear los lagos iluminados

Le hice un ademan para que me siguiera escaleras abajo, el trayecto hasta la entrada del edificio fue en silencio, aun tenia ideas en la cabeza que quería despejar y no deseaba que mi boca me traicionara. También tenia que recordar que tenia los abanicos en el bolso pequeño que traje para los efectos personales.

-No hay que olvidar los zapatos

Con la llave abrí el locker y le acerque sus zapatos, por mi parte saque los okobo y me coloque los zapatos que tenia en mano. Antes de cruzar la puerta divise a un guardia de seguridad y le encargue el calzado que use cuando tenia el kimono, informándole que mi madre los retiraría en un rato, a lo que el asintió y los dejo a su lado. YA con todo listo, espere a que Yuli me siguiera y empezar el recorrido por el borde de los lagos iluminados con farolas; la gente estaba dando su ultimo paseo por el recinto también, pero por caminos mas concurridos a diferencia del nuestro.

-En octubre viajare un tiempo a Japón, tengo que pedir permiso en al escuela... empiezan los festivales en Kyoto y hay uno en particular llamado Zuiki Matsuri  o festival de otoño en el barrio de geishas de Kamishichiken con desfile de mikoshi y trajes tradicionales y la participación de maikos y geishas entre el público. La abuela quiere que me presente ese día... tengo al sensación de que me va a subir de categoría y seguro me dará el nombre que estuvo planeando estos meses.

Pare mi caminar y me quede observando el lago, tuve un vago recuerdo de uno de mis festivales favoritos cuando vivía en Japón.

-Tenemos festivales casi todo el año, pero hay uno muy importante, mas en nuestra familia, el Obon, se festeja en agosto un semana, según la creencia los espíritus de los fallecidos vienen a visitar el hogar, así que tenemos que prender faroles para guiarlos, ademas de ir al cementerio y preparar comida como ofrenda para que disfruten. El ultimo día de la semana se festeja el Tourou nagashi o ceremonia faroles flotantes...

Observe de reojo a Yuli y seguí explicándoles, mas allá de ser un festival algo.... emocional mas que para disfrutar, era algo muy especial en casa, así lo veíamos con Lotte cuando vivíamos juntas en el templo.

-Consta de pequeños faroles de papel con una vela y un mensaje dentro, se los hacia flotar en los ríos cercanos y se rezaba por las victimas de todas las guerras y la paz en el mundo... La abuela lo celebra por todas las amigas Geishas y maikos que perdió en la segunda guerra, y mi abuelo por todos sus ancestros que batallaron... es algo muy emotivo, lastima que Lotte y yo nos lo perdimos este años. También tenemos festivales mas lindos y en completa fiesta, estoy segura que te encantaran si logras estar en alguno, casi todos son de noche.

Apenas propuso la caminata yo asentí y en silencio la seguí hasta el primer piso, donde nos colocamos el calzado y luego comenzamos nuestro recorrido. Por alguna razón la silueta de Antoinette me pareció un tanto nostálgica, un poco diferente a cuando estábamos recorriendo la exposición de Kimonos. Tal vez era el ambiente o tal vez algo había ocurrido tras bambalinas, o tal vez tan solo era mi loca imaginación. Preferí entonces no hacer ningún comentario y continuar. escuché atento sus planes para octubre.

"- Ya veo. Eso es algo bueno ¿no? -" Sonreí con cierta complicidad ahora que entendía mucho mejor todo el tema de las maikos y geishas.

Luego comentó el otro festival. Sonaba sin dudas algo interesante e imperdible. Japón era una tierra llena de misticismo y costumbres que guardaban mucha relación con lo espiritual. Honestamente sentía un poco de curiosidad, incluso por aquellas criaturas no humanas que tanto Antoinette como su abuela me habían dicho que abundaban.

Quizás en algún momento...

"- ¿Es esa alguna clase de invitación? -" Me incliné un poco hacia adelante, intentando ver su rostro que apuntaba al lago. Estaba mezclando mi percepción, con una broma ligera y tal vez mis propias ganas de conocer esa tierra. Me incliné un poco más, con una mano sobre mi pecho, exagerando una reverencia, pero mantuve la mirada en ella, similar a como la miré durante toda la función.

"- Porque si me lo pides, no dudaré en seguirte hasta Japón o a donde desees.-" Me incorporé y di un paso más cerca de ella.

-Ahora no estoy segura.... 

Suspire de manera pesada sin quitar la vista del lago, odiaba esta sensación, la detestaba al punto de que mi cuerpo se tensaba de a ratos, debía controlar cualquier tipo de emociono, me lo repetía a cada segundo "te entrenaron para reprimir, reprime maldita sea, reprime"

Antes de darme cuenta Yuli estaba cerca, preguntando si era una invitación, lo era? a esta altura ya no estaba segura de nada, pero no podía empezar a tirar todo por la borda, si la cosas iban a ser así, si otra vez tenia que negarme a algo emocional, mejor aprovechar a una amistad lo que me quede de tiempo.

-Tal vez... si a ti no te molesta, seria bueno enseñarte de donde vienen mis raíces mas cercanas, al menos seria un buen recuerdo juntos, no te parece?

Apenas le observe de reojo y esboce una leve sonrisa, pero a a mi pesar, una  sin muchas ganas; le hice un ademas para que siguiéramos caminando, las luces decoraban los lagos de una manera majestuosa, no era un brillo intenso, era justo y necesario, daba una sensación de calma que me había sentir en el templo.

Spoiler:

Recordé los abanicos en mi bolso, y a su vez lo que Yuli me comento de devolvérmelo en un tiempo, realmente debería entregarle uno? seria un buen recuerdo y lo único que podría dejarle de mi presencia en su vida una vez que me vaya en un par de décadas.

-Si quieres venir conmigo a Japon, deberíamos ver como organizarnos, mas  con el viaje...

Sonreí con picardía y es que evidentemente Antoinette me confirmaba con sus palabras que sí, aquello era una invitación."- Deberías ser honesta y decir que lo es. No es necesario organizar el viaje. Dime que quieres que vaya y llegaré. Te lo dije hace un tiempo, solo llama mi nombre y prometo que llegaré. -" Murmuré notando que algo ocultaba, era como si de pronto tras la presentación la energía y el entusiasmo de ella se hubiese sencillamente acabado. Sabía que ambos estábamos en una situación similar, que era hipócrita exigir honestidad cuando ni yo mismo era capaz de explicar del todo lo que me ocurría y aún sabiendo eso, dejé que mis palabras salieran descaradamente de mis labios.

"- ¿Debo leer tus pensamientos o puedes explicarme en palabras que ha pasado? Tu semblante ahora mismo es diferente a cuando estábamos en el salón.-" Mis pasos se detuvieron, mi mirada se fijó en las hermosas luces del lago y guardé una de mis manos en el bolsillo de mi pantalón. No, no era capaz de mirarla a los ojos pues sabía perfectamente lo injusto que estaba siendo, pero después de todo yo no era el jovencito elegante que todos creían que era, mi carácter por si solo era mucho más egoísta, hostil y orgulloso.

Guardé silencio, sabiendo perfectamente las consecuencias que podía traer mi forma poco sutil de cuestionar. Quizás solo buscaba detonar algo más.

-que? vas a convertirte en murciélago y atravesar el océano hasta japón? o alguna especie de teletransportacion?

Me había ayudado un poco a desviar el asunto, pero nuevamente a la marcha, no quería hablar de ellos, y para empeorar las cosas había detenido su andar y.... no me gusta usar la palabra "obligar" o "amenazar" pero era algo parecido lo que estaba intentando hacer para sacar de mi algo que dudaba.

Detuve el paso a una corta distancia de la suya; alzando la vista al frente note la salida no tan lejos, podría irme sin decirle nada, o hacer lo que siempre hago, hablar de mas dándome igual la consecuencia de lo que se escape de mi boca. Siempre elegía la peor de la opciones.

-Muchos me dicen "eres igual a tu abuela de joven, o a tu mama, lo bueno es que ya va a saber como sera de mayor", al principio no me molestaba en absoluto, puesto que no es algo que realmente me importara... hasta hace un tiempo

Solté un suspiro aun dándole la espalda, observe detenidamente mis manos por un momento antes de continuar.

-No se puede cambiar el hecho de lo que te dije bajo el gran árbol cuando estábamos sentados, y te podría sorprender la capacidad que tengo para reprimir cosas que a otros los hubiera roto mas de la cuenta... pero ahora caí en cuenta de algo que me genera una sensación muy molesta en el pecho....

Con cuidado fui sacando uno de los abanico de mi bolso, con vista al frente, voltee para verle con un serenidad, pero sabiendo como es el, notaria que había demasiadas cosas pululando en mi cabeza.

-Luego de la presentación vi como mi abuela se acercaba a ti y tu tomabas sus manos... y por un momento me vi a mi misma dentro de algunas décadas... tu seguirás igual y yo solo seré un recuerdo. 

Hasta ese momento había tenido la vista fija en sus ojos, pero no duro demasiado y fije mi vista otra vez al lago. Apreté con fuerza el abanico contra mi pecho y suspire pesadamente.

-Mira, ya te lo dije, no? no puedo lidiar con emociones así, no quiero alterarme y no quiero arruinar nada... Simplemente quiero pedirte olvidar lo que dije cuando estábamos bajo el arbol, porfavor? solo.... solo quiero disfrutar nuestra amistad...

"- No puedo contarte esa clase de secretos -" Respondí a su cuestionamiento respecto a como era que procuraría llegar a japón. Esa clase de asuntos no era algo realmente dificil para nosotros, pero ahora mismo el otro tema era mucho más importante. A diferencia de toda expectativa que pude tener, Antoinette comenzó a hablar con sinceridad, sin siquiera reprochar mi amenaza.

Guardé silencio mientras ella se explicaba y a medida que lo hacía, mi mano escondida en el bolsillo de mi pantalón comenzaba a apretarse en un puño cargado en frustración.

¿No era eso contradictorio?

"- ¿Realmente eso es lo que quieres? -" Mi mirada se volvió un poco fría, quizás incluso altanera y defensiva. "- Si es lo que deseas, si realmente es lo que decidirás, lo voy a respetar, pero ¿no vas a arrepentirte?-" Cuestioné inquisidor, luego guardé silencio un momento para después soltar palabras que no fueron entonadas con tanta calma, por el contrario, mi tono de voz se alzó.

"- ¿No quieres alterarte o arruinar nada? ¿No estás sencillamente resguardándote en la costumbre de reprimir tus emociones, en tu zona de confort? Ya hemos arruinado todo, yo ya lo he hecho ¡Llevo siglos haciéndolo! pero fue así que entendí lo frágil y lo importante que son los lazos, lo fugaz que pasa la vida de los demás y lo eterna que es mi condena. Sería sencillo simplemente dejar de relacionarme contigo o con sencillamente todo ser viviente y ser un vampiro solitario, no tendría que pasar por todo esto y tendría "paz", una paz solitaria y realmente vacía como la que tú pareces querer buscar. Si hubiese hecho tal vosa, me hubiese vuelto loco décadas atrás.-" Fruncí el ceño sin darme cuenta, dando otros pasos más hacia ella para acortar la distancia, esta vez un poco más intimidante.

"-Quiero alterarte, quiero arruinarte, romper esos malditos muros donde intentas esconderte una y otra vez ¿Te da miedo envejecer? ¿Te molesta la idea de morir? ¡No tienes idea de lo que estás hablando! Eres una muchachita que recién comienza a vivir y ya te estás preocupando de tu muerte.-" No pude evitar mostrarme un tanto indignado y es que es dificil para un mortal imaginar realmente el peso y las consecuencias de una vida eterna.

"- ¿Crees que las palabras se borran de la memoria como si resetearas una máquina? Tú crees que las emociones se pueden almacenar y reprimir por que así te formaron y no te das cuenta que en verdad la única que se ha obligado a construír esos muros has sido tú y que ya desde hace un tiempo las emociones ya se han desbordado, pero si realmente deseas lo que estás diciendo, entonces así será... Sin vuelta atrás.-"

La presión en mi pecho era mas fuerte con cada palabra que salia de su boca, me sentía cada vez mas pequeña, vulnerable... y frustrada. Ya no sabia que quera cierto de como eran las cosas conmigo, pero tampoco era tan idiota para no saber el dolor que Yuli sufría con respecto a su inmortalidad, y es que siempre pensé de ello era una maldición de las peores.

La fuerza ejercida en el abanico era cada vez mayor, solo un poco mas y podría partirse, apreté mis ojos tratando de que no saliera lo que mas odiaba en todo el mundo, no quería llorar, no quería una rabieta, no quería perder el control.... años de trabajo de mi padre serian tirados a la basura.

"silencio
silencio
silencio"

No debía colapsar... no debía... pero  ya tenerlo cerca mi única reacción, al sentirme "amenazada", fue levantar mi mano derecha e ir con toda la intención de propinarle una fuerte bofetada.... pero jamas paso, mi mano se detuvo a escasos centímetros de su rostro

"controlate..."


-.... no me importa envejecer en cuando al aspecto de mi vida... jamas sera el punto.... diablos! porque tenia que sentir algo por ti?! se supone que ya no debería pasar por esto!

Llegue a un punto donde no me percate de que las lagrimas de frustración caían como cascada por mis mejillas, todo el equilibrio interno, que siempre me propuse a tener, se estaba yendo al mismísimo diablo. Baje la mano que casi lo golpea y la coloque, hecha un puño, a mi costado.

-se supone que estaba en equilibrio, mi padre se encargo de hacerme así.... pero apareciste... no lamento haberte conocido, en lo absoluto!... pero con el tiempo despertaste esa sensación que hace años me lastimo varias veces... y de la peor forma... me gusta estar contigo, eres la mejor compañero, después de Charlotte, que eh tenido en todos estos años donde me sentí completamente fuera de lugar.... y me frustra el tener un reloj biológico que me diga que mi tiempo contigo es corto... Yuli...

Ni siquiera me molestaba en secar mis lagrimas, suspire de manera pesada y retrocedí un par de pasos para mantener la distancia.

-Ah.... soy un completo desastre....

Vi su mano alzarse amenazante contra mi rostro, no la detuve ni tampoco cerré mis ojos, esperé el golpe con la misma mirada altanera, después de todo una bofetada no significaba ningún daño. No al menos físico. sin embargo el golpe nunca llegó, en cambio su voz se alzó recriminando más bien sus propios sentimientos.

"-¿Se supone que ya no deberías pasar por esto?-" Pregunté tomando su muñeca ahora hecha un puño en su costado y la dirigí a mi mejilla, ahí donde se supone que debiese haber habido un golpe. "-¿Por qué no deberías? ¿Por qué una adolescente no debiese tener este tipo de tormentas de emociones? ¿Por que te convencieron de que al menos tú no? -" Pregunté en el mismo tono severo, indignado por lo que fuera que mantenía su mente convencida de que prácticamente no debía demostrar emoción alguna.

Entonces noté sus lágrimas, noté como se desbordaban de sus ojos toda esa emoción que pretendía guardar.

"- Tu padre es un egoísta. -" Comenté ejerciendo cierta presión en la mano que tocaba mi mejilla. "- Jamás has estado en equilibrio. Tal cosa es imposible para un ser humano, no, incluso para nosotros.-" Me contuve y no sequé sus lagrimas, aunque el impulso de abrazarla era bastante fuerte.

"-¿Sensación que te lastimó? Entonces... ¿Tienes miedo que yo pueda lastimarte? Pues a mi no me importa realmente si quisieras incluso descuartizarme. No sé si soy el mejor compañero, de hecho ahora mismo dudo mucho serlo. Soy egoísta, ambicioso, orgulloso y a veces hasta hipócrita.-" Hice una pausa cuando ella intentó alejarse, pero no se lo permití. Jalé un poco su brazo y la mantuve cerca de mí. En la medida que hablaba mi semblante hacía cada vez más evidentes dos factores que al menos Antoinette ya sabía. El hecho de que no era humano y el hecho de que mi edad distaba muchísimo de la edad que aparentaba.

"- Tu tiempo no es corto. Las mariposas tienen un tiempo corto a los ojos de un perro, el perro tiene un tiempo corto a los ojos de un humano,  los seres humanos tienen un tiempo corto a nuestros ojos, pero a los de una mariposa es un tiempo envidiosamente largo ¿no? A lo que voy es que todo depende de la perspectiva en la que lo mires. No debieses menospreciar tu reloj biológico de esa forma pues todavía tienes mucho que aprender en esta vida. Aunque tu mente sea más madura que otras chicas de tu edad, tu corazón es el de una niña pequeña que apenas se ha dejado tocar. Tu cuerpo es el de una muchacha que todavía ni siquiera termina de desarrollarse, tienes un cuerpo que aún no experimenta muchas cosas del mundo humano ¿e incluso así estás pensando en una cuenta regresiva o envidiando la eternidad?-" Bien, era probable que ahora sí obtuviera la cachetada de hace un rato, pero no importaba realmente si ese era el precio a pagar, Antoinette necesitaba entender que aquello no era algo en lo que debiese estar pensando en estos momentos.

"-Me agrada cuando te vuelves un desastre. Ahora mismo soy un desgraciado por sentir incluso cierto placer el verte llorar. No me malinterpretes, no soy un sádico, pero estoy seguro que no necesitas esos muros, estoy seguro que incluso con tus emociones desbordándose seguirás siendo Antoinette. Si no quieres que nadie vea tu lado más débil y caótico está bien, pero déjame ser la excepción.-" Murmuré soltando su muñeca lentamente.

"-a nadie le importa como te sientes" 

Un fugaz recuerdo paso por mi cabeza, trate de zafarme del agarre de Yuli pero o el tenia cierta fuerza sobre humana, o mi cuerpo estaba agotado por el día en general. Por un momento recordé mi infancia, donde comenzó todo mas bien... 

-No es egoísta... el solo trato.... trato de ayudarme...

Afloje el agarre del abanico, al tiempo que los intentos por alejarme o luchar para que me soltara. Me sentía derrumbarme de a poco, débil y lo peor de todo, vulnerable ante todo; odiaba esta sensación, la despreciaba, se suponía que no debía mostrarme así ante nadie, y menos delante de Yuli... se supone que ya no tenia que verme débil ante nadie.

Trataba de comprender sus palabras, despejar mi mente y captar cada una, sin enfurecer, sin desbordar nada ni cometer una estupidez. Respire profundo y baje la cabeza, seria capaz de contarle a alguien, ademas de Lotte? El ya sabia muchas cosas sobe mi, pero no origen del problema, donde comenzó todo...

-...  Mis parientes británicos.... me odian, mi abuelo nunca pierde oportunidad de decirme la deshonra que soy, ni el engendro que lleva el apellido de su familia... solo por ser japonesa....

Trague en seco antes de continuar y ya ni molestándome en que sostuviera mi muñeca ni nada

-Desde que tengo memoria... siempre me dio a entender cuanto me odiaba, cuenta vergüenza le daba tener una nieta japonesa, todo por una estúpida guerra... no habían golpes ni gritos, era una tortura silenciosa.... "a nadie le importa lo que una bazofia como tu siente" "si le dices a tus padres lo que escuchas aquí solo harás que se peleen entre ellos, eso quieres?"... la escuela era el mismo... cualquier persona hoy en día te pregunta, porque no dijiste nada? por miedo.... siempre me calle, pensando que si no decía como me sentía nada malo iba a pasar... que no molestaba a nadie así.... hasta que....

Mi cuerpo se tenso de golpe, no creo que el se sorprendiera de saber que yo podía tener reacciones violentas contra otras personas, pero lo que ocurrió ese día... deseaba con toda mi alma que jamas se enterase.

-Luego de... cierto incidente, mi padre me envió a su internado militar, el... me enseño a reprimir... el pensó que la única forma de evitar que yo tenga algún tipo de desequilibrio en el futuro era enseñarme a encerrar todo lo que me hacia inestable dentro.... que me haría mas fuerte... "los fuertes no lloran, no quieres ser débil? entonces no muestres tus emociones a nadie... cuando lo haces, la gente se aprovecha de ellas para destruirte!". Y con eso dicho... seguí con la enseñanza... yo se que no soy estable, que cuando siento que las cosas se van de mis manos me desespero al punto de saber ni lo que hago ni lo que digo... y temo lastimar a la gente que es preciada para mi por culpa de ello...

con el puño de mi mano libre trate de limpiar mis lagrimas, trate de calmarme y aprovechando que aun no me soltaba mi puño paso a relajarse, como gesto que parecía ser una costumbre, con cuidado acaricie su mejilla y fije mi ojos en los suyos aunque una que otra lagrima se desbordaba

- No temo que me lastimes, Yuli, temo llegar a ser lo suficientemente cruel con mis palabras o acciones que hagan que te alejes de mi... ya tu eres alguien importante en estos momento.

No me sorprendió realmente oír que parte de su familia la detestaba únicamente por su sangre mestiza. No era la primera vez que escuchaba algo como eso, por el contrario, la mayoría de los humanos tienden a ser bastante discriminadores en muchos sentidos, incluso con aquellos que son su propia familia.

"-¿Cierto incidente?-" No pude evitar repetir aquellas palabras al notar como en  Antoinette intentaba ocultar quizás el detalle más importante de toda la historia. Creía poder darme una idea con el resto de la explicación, pero aún así deseaba saber por su propia boca cuál había sido aquel incidente.

"- Yo tampoco temo que me lastimes Antoinette. Ni física, ni emocionalmente. -" Aclaré de la forma más honesta que pude, dando un último paso más hacia ella antes de rodearla con mis brazos por sobre sus hombros.

"-Quiero a Antoinette, quiero conocer el peor lado de ti, pemíteme ver lo que tanto escondes y te prometo que te dejaré hacer lo mismo conmigo. No criticaré lo que hizo tu padre, entiendo que tal vez no encontró otra solución, pero tú ya no eres una niña asustada. Moléstame, hazme mal, hazme llorar y rasga mi piel, estará bien si procuras hacer lo contrario por igual o un poco más. De eso se tratan los verdaderos vínculos.-" Murmuré en su oído y apreté un poco más el abrazo, sin dejarle opciones de alejarse de mí.

-no quiero hablar de ello... realmente es peor de lo que puedes imaginar...

Cerre lo ojos a la vez que suspire de manera pesada, y pensar que solo había dicho uno y no 3 incidente, irónicamente terminando, casi, en el mismo resultado. Pero no podía contárselo, al menos no ahora, puede que no pensara nada malo, que tal vez no me juzgaría, pero no quería arriesgar nada, no eran cosas de las cuales sentirme orgullosa 

mi cuerpo volvió a tensarse cuando sentí sus brazos rodearme, incluso tuve el reflejo de querer alejarlo, pero fue en vano; solo me quedaba corresponderle con cierta duda, hasta que lo rodee por debajo de sus brazos con cuidado. Estaba segura que en esas posición podía sentir el palpitar acelerado de mi corazón, la respiración se regulaba de a poco, aunque eso no quitaba el típico "hipido" producto del llanto; por otro lado el se sentía frió, dejaba bien clara su afirmación de que no se estuvo alimentando adecuadamente... eramos dos reservados tratando de que el otro hablara y siendo hipócritas cuando no podíamos serlos 100%.

Así como el apretó su agarre, yo hice lo mismo en una medida mas leve, sus palabras me provocaban querer llorar nuevamente, pero pude controlarme, por esa noche fue suficiente para mi.

-ya no quiero lastimar a nadie.... a nadie... 

Enterré mi rostro en el espacio entre su hombro y cuello, aunque su cuerpo se sentía frió, era un abrazo reconfortante, mi pulso se había tranquilizado así como mi respiración, podría estar así un largo rato, pero el lugar iba a cerrar pronto, debíamos apresurarnos

-... el jardín cerrara en breve, deberíamos avanzar...

anuncie, pero no mostraba interés en romper el abrazo.

"-Sabes que perfectamente podría indagar en tu cabeza, pero espero que puedas decirmelo en algún momento.-" Le advertí y es que sí, una parte de mí no dudaría en buscar en sus recuerdos dichos incidentes con tal de terminar de comprender sus silencios.

Nos matuvimos abrazados por un largo rato, hasta que ella indicó que el jardín estaba por cerrar y debíamos movernos.

"-No quiero.-" Repliqué obstinadamente y entonces subí uno de mis brazos para rodear su cabeza y obligarla a esconder más la cabeza contra mi hombro, cubriendo su vista. "-Cierra los ojos-" Indiqué y utilicé mis poderes sobrehumanos para llevarnos desde el jardín japonés a mi mansión en algo que pareció no ser más que un parpadeo.


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