La charla Pactada

La seguí notando el detalle de que esta vez nos detuvieron mucho menos. De a ratos mi atención se dirigió a la gente que transitaba, al igual que nosotros, por las distintas estancias. De vez en cuando mi instinto detectaba algunos aromas tentadores en la sangre de esas personas, algunos mas de mi gusto que otros. A veces me sorprendía a mi mismo fijando la vista en sus cuellos, sin exponer ningún deseo de alimentarme, manteniendo completamente la compostura como si solo estuviera apreciando algún detalle, pero la verdad es que aunque no sintiera ningún deseo por alimentarme, mi cuerpo sí reclamaba su necesidad de sangre.

Procuré no hacer ningún gesto más allá de bajar la vista y seguir los pasos de Antoinette.

"-Vaya... Quien hubiese pensado que Antoinette sería tan multifacética.-" Dije con un tinte dulce en la voz y es que en verdad no podría subestimar a una mujer como ella, no dejaba de sorprenderme.

"-Comprendo. No creí que el asunto del nombre artístico tendría un trasfondo tan detallado. Lo creí más sencillo de elegir, pero si es como dices, es perfectamente entendible que tu abuela se tome su tiempo.-" Reí luego de sus palabras y es que decir "indocumentada" sonaba como si se tratara de algo ilegal.

Accedí a quitarme los zapatos sin problemas pues comprendía el protocolo habitual. Aunque era cómico notar que, descalzos, nuestras estaturas ni contexturas eran demasiado diferentes.

Al subir las escaleras llegamos a un salón en donde se presentaban muchísimos trajes que por si solos hablaban de su alto valor. No pude evitar emocionarme un poco. La calidad de finas telas y bellos colores, sumados a un trabajo perfecto y detallado en cada pieza era algo digno de admirar y quizás se notaba de sobra en mi mirada que recorría cada detalle como si fuera un niño en una juguetería. Todo pensamiento de instintos, sangre y demases se borraron por ese momento de mi mente.

"- Todo es precioso.-"

-ven, no te quedes parado, hay que apreciarlos detalladamente a cada uno

Con sumo cuidado tome su mano y empezamos el recorrido de aquel salón, era difícil con cual empezar pero mejor era ir de izquierda a derecha, comenzando con un hermoso kimono de corte manga larga en color negro, detallado con flores de todo tipo en hilos de seda dorados y rojos. Su obi era dorado con ondas y detalles verdes

Spoiler:

-personalmente este es uno de mis favoritos, me gustan todos sus kimonos en tonos oscuros, los siento... mas elegantes, pero no menosprecio los de tonos pastel.

Esperaba a que el viera todos los detalles de aquella hermosa prenda, por mi parte yo no me cansaba de admirar cada una, eran una pieza de arte invaluables tanto en valor monetario como sentimental, cada una contaba su historia. Habia olvidado que sostenía su mano en publico a lo que rápidamente la aleje pero manteniendo la cortesía, aveces odiaba estos protocolos de evento.

-El siguiente recuerdo que ella me contó su historia, fue de su primer "pretendiente", ella empezó siendo maiko a los 14 años, muy joven, pero cuando empezó a mostrarse en las casas de té ya había sido fichada por muchos. Un socio de la empresa de electricidad le obsequio este kimono, lo mando a hacer un experto de aquella época en la ciudad de hokkaido, mi abuelo lo recibió con gusto, pero las reglas eran reglas y ella no podía corresponder ningún tipo de sentimiento, pero si el regalo. Tristemente no podia usarlo hasta no llegar a su rango de geisha, puesto que las maiko usaban kimonos de cortes muy largo, tanto en moños de obi como mangas

Lo guié hasta dicha prenda ya armada, era color rojo intenso, su estampado era una combinación del mar junto con flores y una pequeña barca cruzando dicho mar, todo en armonía de colores de rojos a azules, cada minúsculo detalle elaborado meticulosamente; el obi era muy sencillo, pero combinaba perfectamente

Spoiler:

-Mi abuelo se pone celoso cuando la abuela presume sus kimonos, no es de esperar, peleo batallo mucho para poder quedarse con su mujer soñada que recordar los regalos de otros hombres lo pone de los nervios

sonreí al recordar los pequeños histeriqueos por parte de este, observando de reojo a mi acompañante no pude evitar pensar, ya que el tenia una apariencia un tanto femenina, tal vez con algo de maquillaje y portando una de estas piezas seria una envidia entre muchas.

No hice comentario por un largo rato mientras Antoinette era la que me explicaba y mostraba cada una de las prendas exhibidas. Estaba en verdad maravillado y honestamente sentía incluso un poco de envidia hacia la abuela de Antoinette por tener tal tipo de regalos de parte de sus pretendientes.

"- Ah... El segundo tiene una combinación de colores interesante y un trabajo bastante detallado en cuanto al paisaje, pero admito que estoy mucho más encantado con el primero. Tiene elegancia como dices, pero creo que también es un poco más misterioso a la vista. -" Compartí mi opinión alegremente."- Hasta dan ganas de probárselo -" Agregué admitiéndolo con una risa cómplice.

Escuché respecto a cómo su abuelo tomaba el asunto y me parecía admirable de cierta manera, mi personalidad celosa probablemente no me dejaría tragar de buenas a primeras algo como eso.

"- Creo que cualquiera se pondría celoso en su lugar. No sé si yo podría tolerar esa.... No, espera... En verdad soy terrible incluso con cosas menores....-" Dije recordando entonces mi actuar la vez anterior, cuando seguí a Charlotte y Antoinette a escondidas. Cubrí mi rostro con una de mis manos porque sí, me avergonzaba un poco caer en cuenta de lo terrible que era a veces mi personalidad.

-en estos momento diria algo como "hombres..." pero me reservo el comentario

reí por lo bajo antes de conducirlo al siguiente, este era un paisaje escondido, prestando atención podía visualizarse un cielo rojo con el sol siendo dispuesto del lado derecho de la pieza, desde el centro en diagonal podía ver como nacía un monte, todo siendo decorado con una hermosa lluvia de flores  bordadas en colores y bordes dorados; el obi era igual al primer kimono que habia mostrado.

Spoiler:

-Este kimono fue regalado por un actor de la época, un comediante mas bien, recuerdo que ella contó que le dio risa el obi de esta pieza fuera exactamente igual al primero que le regalaron, pero le encantaba, también esta en mi lista de favoritos~

Otra vez deje que apreciara cada detalle mientras yo me dedicaba a observar los demás de lejos, eran una cantidad justa, pero hablando de términos, ella había recibido mas kimonos que cualquier mujer en su época. Volví mi vista a Yuli y le indique que me siguiera a la siguiente; este constaba de un hermoso verde jade, decorado con grandes flores rojizas y alguna que otra amarilla, su obi también era dorado pero tenia un patrón distinto, decorado con una flor roja y un cordón negro con dorado. Tambien tenia un bordado de perlas en la parte del cuello

Spoiler:

-Otro actor también le regalo este, simple, pero muy bonito, sinceramente... no se que tenían con el dorado en los obis pero la gran mayoría usaban el mismo tono cambiado el patrón. Voviendo al tema, este también fue un pretendiente de ella, lo que había llamado mucho la atención de este kimono era la flor en el obi y el perlado, perlas reales me gustaría aclarar, así de simple es tremendamente caro. Esos dos detalles no eran usados en la época por eso es tan llamativo de paso.

Parecía un kimono moderno, muchos dudaban en verdad por esos detalles, pero mi abuela jamas mentía con estas cosas, así que nunca se discutía.

-Claro esta que los kimonos siguientes no se van a comparar con el que le regalo mi abuelo,cuando lo veas, te vas a dar cuenta , ven, vamos al siguiente

Lo bueno es que la gente no era tanta en ese salón, y era un paseo tranquilo, aunque tenia que estar atenta a la hora y no atrasarme con mi presentación. 
EL siguiente era ya distinto a la gama de los anteriores, era gris plata, con mariposas en bronces, negro y degrade de grises, todas bordadas en seda y algunas plantas para completar. Su obi era gris también con detalles en naranja.

Spoiler:

-Oh! este es muy especial, fue regalado por un diseñador de kimonos, algunos dicen que podría ser mas ostentoso, pero según el, la belleza de Nozomi convertía al kimono mas simple en algo hermoso. 

Eran curiosas las historias de cada uno, no las recordaba todas, pero si de los mas llamativos. Observe mi propio kimono, la verdad es que ninguno se comparaba a a los que ella tenia, justo el mio fue confeccionado hacia unos meses, mi abuela no estaba conforme con el material, pero debía ser hecho a medida ya que yo no tenia la medida tradicional japonesa....

Sentí mis mejillas colorearse muy levemente (producto de mi condición), y es que aunque no creía que los celos fueran solo una cosa de los hombres, no tenía ninguna forma de justificar o defender esa posesividad que a veces solía tener con las personas que apreciaba.

Seguimos avanzando hacia la siguiente prenda y de inmediato me percaté de aquel detalle.

"-Es el mismo cinto... -"Murmuré antes de que Antoinette me explicara al respecto. Cuando lo hizo, me dediqué a observar o más bien intentar entender el paisaje. - Siento que está un poco saturado... Pero la combinación de colores sigue siendo muy linda. -Comenté para luego pasar a la otra pieza.

"- Me gusta mucho el obi, pero debo decir que ciertamente es un poco extraño. -" Reí suave, sin intención de ofender, sencillamente el tema de las perlas me parecía un poco exagerado, pero era interesante a su vez ver algo diferente.

Apenas nos movimos al siguiente no pude evitar acelerar un poco el paso. Por alguna razón sentí mucha atracción por la prenda. Tal vez por el color perlado o por el detalle de las mariposas, no estaba seguro, pero me encantaba tanto como el primero.

"-¡Pero si es hermoso!-" Reclamé ante lo que me contaba Antoinette. "- Se ve muy elegante y transmite otro aire muy diferente a los anteriores, pero es muy lindo en su simpleza. Es como si tuviera otra personalidad ¿no crees?-" Si quisieran volverlo más llamativo probablemente cambiar el obi por algo con mayor contraste sería una buena opción, pero eso también cambiaría la intención de toda la pieza o al menos así lo veía el vampiro.

"- Con prendas tan lindas siento un poco de envidia al no haber nacido en japón como mujer -" Dije de forma honesta, cerrando los ojos un momento y levantando un poco el mentón, dramatizando intencionadamente un poco más el comentario. Luego abrí los ojos y relajé mi postura para dejar esacapar otra risilla.

"- ¿Crees que hubiese sido una buena Maiko?-"

-efectivamente, transmite otra imagen y energía también, mi abuela lo usaba mucho en primavera.

Su pregunta me me dejo pensando un momento, e incluso tuve que contener una leve risa de solo imaginar la situación si el hubiera sido maiko.

-pues... depende mucho de la resistencia que tengas al maltrato y la exigencia.... no solo es una cara bonita y buenos modales, tienes que pasar cosas difíciles, hoy en día es muy tranquila la enseñanza pero en la época de mi abuela.... pero respondiendo directamente... creo que hubieras sido una buena maiko, al menos en aspecto


Cubrí mi boca con la manga del kimono y tratar de controlar mi reacción antes de guiarlo hasta una muestra en particular, en lado había dos maniquís mostrando uno, un kimono rojo y el otro uno blanco. Así como alado del de kimono rojo había una cabeza con una de las tradicionales pelucas con el complicado peinado pero de forma que se mostrara el decorado de atrás. La cabeza alado de maniquí de kimono blanco tenia una adorno de tela en el centro del moño tenia un estampado de flores, mientras que la que estaba alado del de kimono rojo su adoro era completamente liso y rojo.

Spoiler:

-Te explicare algo que ya no influye en nada, pero en la época antes de la segunda guerra era.... severamente importante. Las maikos, siempre siendo menores de edad, portaban un kimono interno como blanco, se colocaba de tal forma que sobresaliera del kimono y se hiciera notar, al mismo tiempo que sus peinados tenían un adorno de tela redondo en estampados, podian ser flores o cualquier cosa, pero estampados a fin de cuentas....

le di un momento para apreciar la pieza

-En el momento de cambio de cuello, osea de kimono interno. a rojo... era cuando llegaban a la adultes  y pasaban por algo llamado "mizuhage", es un juego de palabras con "anguila" y "cueva" ejem.... para simplicar, cuando la maiko ascendia, estando ya bien aprendida, a geisha, o sin llegar a serlo pero ya llegando a la mayoria de edad, la okasa, o madre, de la okiya, o claro su "hermana mayor o maestra" lo decidia, se ponía en venta su mizuhage o.... virginidad....

estaba trantando de explicar ese tema delicado que mi abuela nos había contado a lotte y a mi, era realmente algo muy importante.

-Te dije que las geishas y maikos eran mujeres intocables, puras en todo sentido... por su talentos se pagaba caro, pero por su virginidad llegaban a pujas de sumas....que ni te cuento. Cuando la joven perdía la virginidad su kimono interno pasaba a rojo y su adorno de cabello era completamente rojo y liso.... es simbolismo de... bueno, eso, por favor no me hagas explicar de mas...

Di un pequeño suspiro y dejando nuevamente que apreciara las piezas me dispuse a continuar.

-Luego de la guerra el mizuhage estaba prohibido ya que se consideraba como acto de prostitucion y el color del cuello ya no es simbolismo de virginidad ni nada.

Comente mientras hasta la siguiente pieza que disponía de una pieza completamente blanca, con un hermosos degrade de rosa a violeta, tenia una bello estampado de flores en los mismo tonos. su obi era un tono ocre con flores y decorado en violeta.

Spoiler:

-Uhmm si no mal recuerdo, este fue entregado como regalo de cumpleaños por un hombre de nogicios, era muy callado y serio, pero tenia un buen  gusto a la hora de elegir colores

"Depende mucho de la resistencia que tengas al maltrato y la exigencia, no solo es una cara bonita y buenos modales..."

Me causó gracia que en sus palabras hubiera cierta clase de halago pero a la vez, me estuviera subestimando. Es cierto que mi apariencia es delicada y mi personalidad no da la impresión de que pueda soportar bien el maltrato, pero bien, es probable que en mi vida haya pasado por situaciones y torturas mucho mayores a las que Antoinette tenía en mente en esos momentos. "Maltrato" quedaría quizás como una palabra demasiado pequeña para esas cosas, pero claro, ella no tenía por qué saber esa clase de detalles poco agradables, así que solo me limité a sonreír con cierto misterio.

Nos movimos a la siguiente muestra donde me explicó el tema de la virginidad de las jóvenes. Quizás solo en momentos como este era cuando se notaba la edad real de Antoinette.

"- Eso era muy común en diferentes culturas. No es de extrañar.-" Dije sin poder evitar reparar en el color del cuello de su atuendo, luego desviando la mirada hacia la pieza siguiente que probablemente se había vuelto mi tercera favorita.

"un hombre de negicios, era muy callado y serio, pero tenia un buen gusto a la hora de elegir colores"

"- Tal vez el hombre no era humano.-" Comenté divertido pero a la vez, interesado pues el traje en sí era bellísimo, delicado, pero por alguna razón me recordaba precisamente aquello en lo que no quería pensar en ese momento: Sangre. El violeta y la forma del degradé me recordaba mucho a cómo se teñían las prendas blancas a contacto con la sangre. En un primer momento, resulta ser igual de hermoso.

Mordí mis labios y luego di un suspiro para dejar ir el tema de mi mente.

"- Es algo que yo hubiese elegido como regalo-" Acoté y reí porque no tenía ningún fundamento real para pensar la conjetura que acababa de decir más que precisamente eso.

Ante su comentario de que el sujeto capaz no fuese humano no me parecía tan descabellado, incluso aveces tenia algo de lógica en mi opinión.

-Bueno, luego de la guerra, tanto mi abuelo como mi abuela se fueron a un templo y mi abuelo paso a ser un monje... ambos se han encontrado con seres de todo tipo... japón es una tierra plagada de misterios reales como historias, yo misma me eh cruzado con cosas que realmente pudieron costarme la vida si no sabia como actuar...

Un pequeño recuerdo paso por mi mente cuando se me había hecho tarde y volvía de noche hacia el templo donde vivía con mis abuelos, me había cruzado con algo que jamas espere tener la desfortuna... pero eso era historia para otro dia
Observe de reojo sus movimientos y ya no podía mantenerme tranquila con algunos gestos, me tome el atrevimiento de colocar mi mano en su hombro y llamar su atencion.

-Yuli... no estas bien, y llevo rato notándolo, dime la verdad, no te has alimentado bien para nada, estoy en lo cierto?...

no era alguien que aguantara mucho ciertas situaciones, y mas si era de mi circulo intimo de personas.

-y no me lo niegues porque sabes muy bien que yo me doy cuenta...

Use un tono algo severo, casi como el que mi madre usaría para reprender a mi padre, pero ciertas ocaciones era muy necesario.

Me sorprendí al sentir la mano de Antoinette sobre mi hombro por lo que volteé un poco brusco hacia ella, pero antes de poder decirle algo ella me recriminó mi condición. Por supuesto no tenía ninguna intención de mentirle, pues sabía que era un tanto inútil el hacerlo.

"- No, no me he alimentado. No tengo mucho apetito a decir verdad.-" Respondí bajando la mirada, como si fuera un niño mal criado que no gustaba del menú que le presentaban. "-Pero no te preocupes, más allá de los sutiles cambios de mi apariencia, no es realmente un problema. Debo estar un poco pálido ¿No?-" Sonreí tomando su mano para apartarla con cuidado de mi hombro, depositando con descaro un beso sobre sus dedos. "- No tienes que preocuparte, Antoinette. Probablemente más entrada la noche el apetito vuelva a mí. -"

Solté entonces su mano y avancé unos pasos, volviendo al ritmo de nuestro recorrido. Realmente no quería hacer un lío con todo eso, pero no podía forzarme a comer tampoco. Quizás una parte de mí solo quería enterrarse y dormir por otros docientos años, pero también una parte de mí quería aferrarse al tiempo efímero de Antoinette.

Quizás estaba siendo un poco egoísta.

Quizás siempre lo he sido.

Una leve mueca se formo en mi rostro, si bien podía estar siendo sincero, no evitaba sentir un mal sabor de boca... al punto que ni me inmute ante su beso en mi mano. Simplemente lo observe avanzar, por mi parte solo me quede unos segundos en el mismo lugar, fijando mi vista a una de la paredes  donde había un reloj.

-No queda mucho tiempo...

Se marcaban las 21:20 pm, mi demostración era en 40 minutos, era mejor avanzar a la pieza mas importante. Tratando de mantener mi postura, me acerque a mi acompañante haciendole un pequeño gesto para que me siguiera.

-Dentro de poco es mi presentación, así que te llevare a la pieza mas importante de este salón...

Me sentía un poco mal de no haber podido mostrarle todas las piezas, faltaban unas 15 mas por ver, pero no haríamos a tiempo sinceramente. Yendo para el centro del piso donde había otros kimonos y fotografiás, le indique que viera, al tiempo que nos acercábamos, un Kimono perfectamente puesto en el maniquí.
Era de un color azul oscuro, tenia algunas partes en purpura y las mangas tenia un hermosa luz blanca, como un haz de luz. Toda la pieza estaba decorada con un estampado floral, desde la mangas hasta el final de la pieza inferior, el obi era una mezcla de gris plata, dorado y lineas negras, también con flores a juego. Todo el Kimono era de una seda perfecta, elegante y a leguas era la mas sofisticada.

Spoiler:

-Un famoso diseñador de Fushimi Ku fue visitado por un soldado japones, el joven venia de una apoderada familia, no estaba obligado a batallar, pero su honor y orgullo eran mas fuertes. Le pidió al diseñador que creara la pieza mas hermosa de todas, del color del océano y lleno de color, ya que quería entregarlo no solo como un presente, si no como una propuesta.

Aclare un poco mi garganta antes de continuar.

-Se presento en la Okiya donde mi abuela vivia, con el regalo en mano y mostrando una reverencia ante ella como si fuera el ser humano mas importante de todos. -observe de reojo a yuli antes de volver la vista al kimono- Con este kimono mi abuelo, no solo pidió ser el protector de Nozomi, si no que también le propuso casamiento... la guerra se avecinaba, quería llevársela lo mas lejos posible antes de que los militares arrasaran con todo.

Coloque una mano sobre el vidrio que separaba a la pieza de la gente, era realmente delicado e importante que era el único de todos los kimonos detrás de una vidriera.

-La osakan le dio el permiso a Nozomi de irse con todas sus cosas, le confió la vida de la geisha mas importante de kyoto al primogénito de la familia Nakashima, el se la llevo a a un sector alejado de fushimi ku donde estuvieron seguros de los bombardeos y ataques. Si el no la hubiera ido a buscar ese dia, ella seguro hubiera muerto en alguna fabrica, ya que, al cerrarse al distrito de geishas muchas fueron a parar a hospitales o fabricas para ganarse la vida. Se asentaron en un templo de la familia Nakashima y después de la guerra el abandono el ejercito y se dedico al templo, claro esta, mi abuela abandono su posición y su nombre para ser una esposa

La historia era un poco mas larga y mas bonita en la época cuando se conocieron, pero no tenia mucho tiempo.

-Así que como te enseñe el primer kimono que ella recibió, con este terminamos, este fue su ultimo kimono recibido como geisha antes de irse con mi abuelo.... No quisiera apurar nada pero mi demostración empieza en 20 minutos, es en el siguiente piso...

revise otro reloj de la sala y en efecto, eran 21:40, lo bueno es que solo teníamos que subir las escaleras.

-vamos

Agradecí que Antoinette no insistiera en el asunto de mi alimentación y continuáramos así nuestro recorrido hasta la última muestra, el Kimono más importante de todos y con toda razón, la historia que Antoinette me contaba rectificaba la idea de que había sido un simbolismo no solo importante, sino que probablemente una pieza fundamental en la vida de su abuela y del hecho de que esta hubiese podido sobrevivir a la guerra.

"- Parte de su belleza es precisamente su significado. Es una muestra muy interesante, en general, muchas gracias por no solo haberme invitado, sino también por dejarme conocer la historia detrás de todo esto.-" Agradecí de corazón, estaba incluso un poco conmovido por que sabía que la historia de su abuela era algo importante para ella, era parte incluso de su propia historia.

Solo cuando Antoinette mencionó su presentación me giré hacia el reloj que estaba en una de las paredes y comprobé que efectivamente el tiempo había pasado más rápido de lo que había sido capaz de percibir.

"- Vamos.-" Asentí y con un gesto de mi mano le señalé que podía adelantarse, yo la seguiría rumbo al siguiente piso. Por dentro tenía un poco de ansiedad por ver su presentación, similar a la vez que estuve en su casa por primera vez, sin embargo, no estaba seguro si me agradaba la idea de que esta vez hubiesen otros espectadores.

No, no me agradaba, pero no era algo que fuera a decir, siquiera lo llegaría a admitir incluso si alguien ahí pudiese leerme la mente.

Caminamos por una extensión pequeña de pasillo a las escaleras que daban al siguiente piso, iba un poco apresurada ya que seguro mi abuela estaría esperándome para empezar la función, aunque la imagen que había cuando llegue fue...interesante.
Mi abuela, una mujer de 1.50mt, portaba un elegante kimono negro, con un dragón en hilos dorados y plateados que se extendía desde el hombro hasta la base de los pies. Su cabello canoso estaba recogido en un elegante rodete, flequillo recto. Si bien era una mujer de avanzada edad, tenia una cierta armonía en sus arrogas que no la hacían parecer de la edad que poseía, no usaba maquillaje y se mantenía en la puerta de la sala donde seria la exposición; apenas me vio ingresar con Yuli se acerco rápidamente con una dulce sonrisa.

-al fin llegas, estábamos esperándote! tu madre esta terminando de vestirse, la señora Ayumi se encargara del shamisen asi que ve ve!

-...espera, mama? c-como que mama se esta preparando?

-oh cierto, no te conte~ es que....

-TU ABUELA ES UNA PEQUEÑA MANIPULADORA! 

Se podía oír la voz de mi madre resonar de golpe, se había aparecido ya arreglada, un perfecto 1,60mt, tenia un peinado similar al de mi abuela pero en el mismo color que el mio, aunque su kimono era de color anaranjado, tenia patrones de hojas cayendo a un hermoso arroyo hecho en hilos plateados, ya su obi era de un verde musgo con franjas blancas. su maquillaje era muy sencillo, no era como el mio

-así le hablas a tu honorable madre? oh, que eh hecho para merecer esto?
-si claro, pones los ojos de kitsune para manipular a cualquiera, que te eh dicho, Anto? Lotte heredo lo manipulador de esta mujer, por dios... no eh usado estas cosas en años! -señalando sus propios abanicos que eran blancos y con un estampado de cerezos muy sutiles-
-ay, deja de quejarte, lo harás muuuy bien, fuiste mi primera alumna, así que no chilles

Suspire de manera pesada al ver la discusión, mejor me abstenía de presentar a Yuli, aunque le susurre por lo bajo "ella es mi madre Hanako, y mi abuela", le comente que mejor era no meterse en estas discusiones. Sentí un leve jalón de la manga y al ver era mi abuela

-bueno, bueno, mucha charla, vayan las dos ahora mismo antes de que busque una rama de bambú! yo voy a escoltar a este encantador jovencito~ 

Dirigió su vista a Yuli y luego nos volvió a enviar atrás del escenario, no tuve opción y debí seguir a mi madre la cual casi echaba fuego por la boca, seria una larga sesión...

-Muy bien, un gusto joven, soy la abuela de Antoinette, Sanae Nakashima, seré tu escolta a la función, por favor, sígueme~

le hizo un eleve reverencia ante de indicarle que le siguiera

-Estoy encantada de que Anto invitara a un amigo~ me preocupaba un poco sus relaciones en esta ciudad, pero veo que equivoque~ven, la función esta por empezar

Llevo a Yuli hasta la parte delante del escenario, le indico como sentarse en uno de los cojines y se sentó a su lado.  Era una mujer encantadora, de buenos modales y desprendía un aura de tranquilidad que relajaría a cualquiera, pero bajo esa fachada, había una pequeña manipuladora y chismosa mujercita que quiere saber con quien andan sus nietas.

-iba a ser la encargada de tocar el shamisen, pero mis manos de anciana ya estan cansadas~

Seguí a Antoinette, la estaban esperando. Volví a divisar a la mujer de avanzada edad que al comienzo había visto, su abuela. Me quedé varios pasos más atrás, no quería parecer impertinente, pero procure hacer una reverencia con la cabeza tanto a la abuela como a la madre cuando salieron a nuestro encuentro.

Observé toda la escena, que era un tanto cómica, en absoluto silencio, pero con una pequeña sonrisa cómplice, más o menos entendía lo que había sucedido y entendía también que lo mejor era guardar silencio. Ya habría un momento para presentarme correctamente si es que se daba la oportunidad, pero de un momento a otro me encontré a solas con la abuela de Antoinette.

"- Soy Yuli. El gusto es mio. -" Contesté apresuradamente, devolviendo la reverencia hacia ella "- Muchas gracias. Estoy feliz de haber sido invitado.-" La seguí en silencio mientras veía como la sala comenzaba a llenarse. Tomamos asiento a la espera del inicio de la función, la abuela de Antoinette parecía ser muy amable, pero por alguna razón me sentía bajo presión.

"- Ya veo... Hoy Antoinette no ha dejado de hablar sobre usted. Se nota que la estima y admira mucho. Me alegra tener la oportunidad de conocer a alguien tan importante para ella. -" Lejos de ser un comentario forzado, era algo que había notado con mucha claridad a lo largo de esa tarde. No iba a mentir, sentía mucha curiosidad por indagar en la mente de la señora, pero me esforzaría por ser lo más prudente posible, a menos que me pareciera realmente necesario ocupar mis poderes sobrenaturales.

-aww~ Antoinette es mi mayor orgullo como alumna~y no lo digo por ser su abuela, la verdad es que ella me recuerda tanto a mi de joven, ahora me ves pequeñita, pero eh llegado a medir 1.70mt exactos, era alta para el estándar básico de mujeres, pero bueno, la vejez me encogió

Una dulce risa escapo de sus labios, cubrió su boca con su mano cubierta por la manga del kimono, aun conservaba sus costumbres, pensaba en seguir hablando pero decidió hacer un ademan e silencio en lo que las luces bajaban y las luces se enfocaban en la pequeña plataforma que seria el escenario. 
Una mujer un poco mas joven que mi abuela se sentó a un lado en seiza, vestía un kimono simple en color lavanda y peinado simple, se podía destacar el brillante instrumento que tenia en sus manos, un Shamisen perfectamente pulido; a los segundos entre junto a mi madre, por suerte era una danza que sabia y había practicado con Lotte antes, así que no tenia porque preocuparme por los pasos y el movimientos en conjunto. Ya posicionadas la presentación comenzó.

Spoiler:

Mi abuela se acerco apenas a Yuli para susurrarle algunos datos de la danza básica

-Las danzas eran muy lentas y pausadas, reflejaban elegancia, hoy en día a los jóvenes les parecen aburridas, pero la realidad son así de tranquilas y fluidas.

Guardo silencio para que pudieran apreciar la música y la demostración, lo complicado no era el movimiento de los abanicos o los giros, lo difícil, al menos para mi, era tratar de deslizarme y no pisar o jalar la base del kimono, las primeras veces me había dado contra el suelo de miles de maneras.
La danza en dúo finalizado, pero la única que se retiro había sido mi madre, quien dio antes una reverencia al publico, yo la había acompañado en el gesto antes de ponerme de pie y tomar posición.

-Le dije a Antoinette que hiciera dos danzas pequeñas, no duran mucho, porque estuvo todo el día con el kimono y los okobo puestos, pero no podía quitarme la tentación de ver a ambas danzar juntas~

Volvió a su postura y guardar silencio en lo que mi presentación individual empezaba.

Spoiler:

Mi abuela deseaba que hiciera mas movimiento de abanico, le cumplía el capricho y en una porción de mi mas intimo ser, quería impresionar a Yuli, llamar su atención de un forma particular pero sin ninguna intención de mas... o acaso me engañaba a mi misma? estaba cumpliendo el rol de una geisha, no aspiraba a un aun, pero estaba en el rol de encantar a hombre con danzas y cantos, con el fino arte de ser mujer. La primera de las dos danzas individuales termino y volví a mi posición de seiza y la frente tocando el suelo.

-Siempre le eh dicho a Hanako que si Antoinette hubiera nacido en mi época hubiera sido una digna rival miá, seria muy codiciada por todos los hombres~ es pura disciplina y elegancia. Oh! espero no aburrirte con mis halagos, es que es un poco complicado cuando se trata de ella~ 

De un momento a otro me volví a colocar de pie y una música un poco mas movida fue entonada por la mujer del shamisen, este fue mas un capricho mio por algo mas movido sin irme de la rama de la elegancia

Spoiler:

Me agradaba oír los detalles que me mencionaba la abuela de Antoinette. Concidia completamente con su opinión y es que ella sí, era un reflejo de su abuela, al menos en ese preciso momento. Aunque también dudaba si realmente ella hubiese podido tolerar ese tipo de vida, con su carácter no terminaba de imaginar a Antoinette complaciendo a cualquier hombre.

"- Aunque son pausadas da la impresión de que deben ser muy precisas en sus movimientos, no solo en cuanto a los abanicos, sino en cada paso que dan.-" Comenté en una respuesta breve mientras transcurría el primer acto. Mi mirada no se despegaba del escenario, no, de Antoinette para ser exactos. Sentía mi cuerpo tensarse ligeramente ante cada giro, a la vez, la música y el ritmo pausado hacian de la presentación algo que creo que a todo el público nos llevó al mismísimo Japón.

En la segunda presentación una sensación muy diferente me invadió, estaba encantado con su presentación, con ella por completo. Mis ojos no dejaban de seguir cada uno de sus movimientos y seguramente nuestras miradas se encontraron en más de una ocasión, aunque no estaba seguro de si ella era capaz de distinguir donde me encontraba en medio del público.

No pude evitar aplaudir maravillado, por alguna razón en ese preciso momento Antoinette me parecía una mujer más que una jovencita.

Ante el comentario de su abuela no pude evitar desviar mi mirada del escenario y clavar mis ojos en los de ella.

¿Codiciada por todos los hombres? Sí, sin dudas, pero si eso fuera así, al igual que el abuelo de Antoinette, yo sería quien apostaría todo por llevármela lejos de ahí. No dije nada en voz alta, solo fue un pensamiento casi instintivo que suprimí, autoreprochándome.

"-Disciplina, elegancia y una personalidad fuerte. Una mujer auténtica y autosuficiente. El encanto de Antoinette es precisamente la mezcla de la fuerza y la elegancia. Una delicadeza que no es fácil de encontrar.-" Comenté con mi mirada todavía fija en los ojos de su abuela, sumando una sonrisa encantadora al final. "- Por favor no se disculpe. Comparto su opinión.-" Con un gesto pausado devolví la vista al escenario.

Comenzó entonces la última danza, todas eran diferentes entre sí y sin embargo había un factor que las unía a todas y era precisamente la elegancia y la prestancia de Antoinette. Al acabar todo el público, incluyéndome, repetimos un gran aplauso, algunas personas alrededor comentaban sobre cual les había gustado más o algunos otros detalles, yo volví a ver a la mujer a mi lado e hice un último comentario.

"- Ha sido realmente fascinante ver otras facetas de Antoinette. -"