[+18] Caminata por un lugar conocido. [Libre]

Aomine no tenía mucho tiempo de haber llegado a Glass City y aun se encontraba averiguando todo lo necesario para poder hacer una excelente presentación, aquella mañana se levantó con la mente en blanco. Realmente no tenía mucha noción de que es lo que tenía que hacer a continuación, fue hasta el closet para tomar unos pantalones color caqui y una camiseta de color negro junto con una sudadera. Bajo hasta el garaje del edificio para subir a su auto deportivo a comenzar a conducir sin rumbo fijo, la ciudad comenzaba a ponerse en movimiento y ya se veía a más de uno o dos por las calles de Glass City.

-Tsk..Sera mejor ir a la afueras, no estoy de humor para estar entre la gente.-

Apariencia:

Piso el acelerador de su deportivo y el motor del autor rugió con fuerza mientras la velocidad del vehículo aumentaba considerablemente, giro en la primera indicación y que pudo visualizar con dirección a las afueras de la ciudad. El aire se sentirá refrescante en el rostro, había bajado el capote del convertible apropósito para disfrutar del paisaje. Cuando se dio cuenta ya había dejado los grandes edificios detrás de él y un paisaje con varias tonalidades de verde se le ponía de frente, la calidad del aire había cambiado favorablemente y ahora podía respirar con más facilidad.

Ambientación:

Mientras continuaba su recorrido por aquel verde paisaje se percató de una señalización que decía “Entrada al Bosque de Glass City 200mts adelante” no había pensado en hacer una caminata pero tal vez le sentaría bien para aclarar sus pensamientos, disminuyo la velocidad para poder girar en la entrada del bosque y busco un lugar techado para estacionar su auto. Bajo del el para después colocar la alarma y guardarse las llaves en el bolsillo del pantalón para después comenzar a realizar su asenso por un pequeño sendero, cuando estaba a punto de caminar por él se percató de que había alguien más.
Una chica de cabellos rubios y unas tez clara que al parecer se dirigía por un camino que no era el cotidiano, la curiosidad atrapo al joden de cabello azul oscuro y no pudo evitar acercarse hasta ella para preguntarle.

-Hola, ¿te puedo acompañar?-

La actitud de Aomine no era la más cordial y educada del mundo, pero aquellas palabras habían salido de sus labios sin la menor intensión de molestarla o llegar a importunarla. Simplemente la curiosidad quería saber quién era ella y por qué caminos se dirigiría.

Ambientación:

Aomine había quedado aún más sorprendido al ver las acciones que realizaba la rubia, tenía una agilidad que poco se veía en la ciudad. Aquello sin duda era muy interesante ya que el chico de orbes azules no había esperado encontrar algo así en el bosque, tenía mucho que no se ejercitaba al aire libre. Su día a día era para la mañana en el gimnasio realizando las rutinas que necesarias para sus distintos grupos musculares utilizando los aparatos necesario para ello y para ser sincero ya se había aburrido un poco de ello.

El chico de cabellos azul oscuro marco una desafiante sonrisa en sus labios a forma de aceptación para la propuesta de la chica, dio un salto para salir del sendero eh ir en dirección hacia donde se encontraba ella. La sensación de la humedad que le dejaba el pasto mojado cuando rosaba con sus pantalones era meramente revitalizadora, algunos rayos de luz se filtraban entre las copas de los arboles creando un espectáculo un tanto fascinante de luces.

-Es difícil conocer a una chica que le guste la naturaleza sin temor a ensuciarse un poco.-

Aomine pudo percatarse del estado de la chica para poder deducir que en verdad le gustaba internase en el bosque, dio un salto con las piernas juntas para colocarse frente a ella sobre la roca. La distancia entre ellos era considerable por los menos cuarenta centímetros de diferencia entre su altura y la de ella, así que para mirarla  a los ojos tuvo que bajar la mirada.

-Aomine-

Dijo con un tono de voz muy serio mientras la pasaba por un lado de ella para ver el paraje de bosque que se extendía frente a sus ojos, la vista sin duda era impresionante. Era verdad que el auto tardo un rato en rodear parte del Bosque de Glass City, pero nunca llego  a pensar que pudiera ser tan grande. Aquello representaba todo un reto para Aomine así como una aventura, volteo a ver a la chica de nuevo para después dedicarle unas palabras.

-Vamos entonces.-

Sin duda las palabras de Natsuko no estaban para nada erradas ni mucho menos fuera de lugar, era verdad que incomodaría a mas de una chica que la escuchara. Pero para ser sincero tenia mucha razón, no a todas les gustaba ensuciarse y a causa de ellos se perdían este tipo de aventuras. Sin duda la chica de cabellos rubios sabia muchas cosas, por lo menos Aomine concordaba con ella en que nada renueva el espíritu como una perdida improvisada por el bosque.

-Eres alguien interesante.-

Le dijo el joven de cabellos azulados con media sonrisa en los labios de una manera un tanto desafiante, le gustaban los retos y esa chica parecía que los conocía muy bien. Le dio un poco de espacio para que ella pudiera subir a voluntad y ya que tuvo un poco de distancia se impulso fuertemente de un gran salto  para comenzar a subir como si de una pantera se tratara, apoyo las manos con gran fuerza de las salientes y con sus pies se impulsaba dando algunos saltos. Subió por un lado para no interrumpir el asenso de Natsuko pero aun así, ella le había ganado. Cuando el llego a la cima ella ya se encontraba hay.

-Sin duda estas llena de sorpresas, no pensé que subirías mas rápido que yo.  Es muy interesante conocer gente como tu Natsuko.-

La miro directamente a esas orbes color verde que ahora que las veía con mas detenimiento eran igual a hermosas esmeraldas, Aomine había visto ojos verdes con anterioridad pero los de ella radiaban con un brillo muy especial.

-Supongo que esto es apenas el inicio, no dudes en contenerte y sigue el camino que prefieras yo te seguiré por el.-

La chica de cabellos dorados mostraba gran agilidad a la hora de escalar, el peli azul no se pensaba quedar atrás por lo que apuro la marcha para no perderle el ritmo ni un solo segundo. El sol se sentía pegando fuerte detrás de ellos algunas gotas de lo que parecía ser un poco de sudor corporal comenzaban a mostrarse en el rostros del chico, pero eso solo hacía que se emocionara más y quisiera seguir recorriendo aquel inmenso bosque junto a Natsuko.

-Ahora entiendo.-

Asintió Aomine ligeramente con la cabeza después de escuchar la explicación de la chica, sabía que algo no era normal en ella. Era muy raro que alguien de ciudad disfrutara de la aventura al aire libre, al parecer había tenido la suerte de conocer a alguien muy interesante. Un olor de húmedas comenzó a inundar poco a poco el olfato del joven de orbes azul oscuro conforme continuaban el ascenso, le sorprendió encontrar ese ojo de agua.

-Oh interesante.-

Dijo para sí mismo mientras terminaba de llegar hasta aquel lugar, paso su antebrazo derecho para limpiar aquel sudor que tenía en la frente. Se percató de que Natsuko se disponía a entrar sin miramientos a aquel pequeño lago, la briza que provenía de la cascada hacía sentir que el agua estaba totalmente fría y refrescante. Por lo que después de que la chica saltara dentro Aomine se sacó la playera por encima de los fuertes brazos y la lanzo dejándola caer sobre una gran roca que tenía a su lado izquierdo, junto ambos brazos y de un clavado se lanzó al centro.

El agua de aquel lugar no tenía mucha profundidad por lo que tuvo que esquivar algunos obstáculos a la hora de zambullirse, el agua se sentía refrescante en cada uno de sus musculo y la vista tenía un azul demasiado hermoso. Cuando saco la cabeza del agua se percató de que Natsuko ya había cruzado el pequeño lago, Aomine no tenía mucha prisa por salir por lo que la miro y le dedico aquella risa traviesa de lado para después ponerse a flotar en el centro mientras contemplaba el hermoso cielo.

Cerró los ojos por unos momentos para dejar que sus sentidos disfrutaran de la fresca brisa de aire que corría a esa altura, así como de lo refrescante del agua de aquel lago. Estaba muy concentrado en aquello cuando de repente sintió como fue jalado ligeramente hacia abajo, aquello lo tomo totalmente por sorpresa y para cuando quiso abrir los ojos ya se encontraba algunos centímetros bajo el agua. Por fortuna no sufrió aquella terrible sensación que se ocasiona cuando respiramos agua por medio de la nariz, ya que aún le quedaba un poco de aire y no tuvo la necesidad de hacerlo cuando se encontró bajo el agua.

Abrió los brazos y comenzó a nadar usando las manos ya que era poca la profundidad saco la cabeza rápidamente, volteando a mirar en dirección de dónde provenía aquella risa. Sin duda aquello había sido causa de ninguna otro persona más que de su guía en aquella aventura en el bosque, se hecho el pelo hacia atrás usando su mano derecha para después. Acercarse sigilosamente hasta ella aprovechando que se encontraba riendo a todo pulmón, el tomo de aquella pequeña cintura usando sus grandes manos y la lanzo al centro del lago.

-No salgas tan deprisa del agua, está muy refrescante.-

No la lanzo demasiado alto para evitar que ella sufriera algún daño, realmente solo era la acción de lanzarla de nuevo al agua. Una cantidad medianamente de agua salió volando en dirección hacia Aomine cuando la chica de cabellos rubio y mojados se hundió en el agua, el joven de cabellos azul oscuro no tuvo tiempo de cubrirse por lo que solo entrecerró un poco los ojos y no pudo evitar reír un poco por el hundimiento de la chica.

Realmente no recordaba cuando había sido la última vez desde su llegada a Glass City en que se había divertido de aquella forma, su vida había estado rondando entre ensayos y composiciones. No era que aquello le molestara del todo pero era muy cierto que con el avanzar de los días comenzaba a sentirlo más y más como una rutina, lo cual no era del total agrado del joven de orbes azules. Tal vez debía de repetir este tipo de situaciones más a menudo para tomar un respiro de su vida cotidiana, aunque claro no era fácil conseguir con quien tener este tipo de aventuras ya que la mayoría hace lo mismo que el dentro de Glass City y el tiempo apenas les alcanza.

-Vamos a divertirnos.-

Una sonrisa tanto desafiante como picara se dibujó en los labios del peli azul, la chica de anteojos ahora lo invitaba a lo que parecía un divertido desafío. Aomine dio un salto lo más alto que pudo y se sumergió dentro de agua usando sus fuertes brazos para abrirse paso atreves del revitalizante liquido transparente, comenzó a nadar rápidamente haciendo uso también de sus piernas para obtener mayor velocidad y como si se tratase de un tiburón paso justo por en medio de las piernas de ella para hacerla perder el balance.

Continuo nadando en círculos alrededor de ella tomando una distancia ciertamente prudente para volver a intentar hacerla cae de nuevo, el agua hacia que tanto su piel como la de ella se sintieran sumamente resbalosas por lo que podía pasar con facilidad. Aquello le estaba comenzando a divertir, el agua deleitaba de sobre manera sus sentidos y la compañía de alguien tan divertida como la de Natsuko completaba muy bien aquel momento.

Nado cerca de una de las orillas para salir y tomar un poco de aire así como sentir aquel roce cálido de los rallos del sol sobre su piel, en ese momento Aomine se dio cuenta de que en realidad se estaba divirtiendo con aquella chica de cabellos rubios. Alzo los brazos por encima de su cabeza para estirarlos un poco y giro su cabeza un poco para ver que se encontraba haciendo su compañera de aventura.

-¿Natsuko?-

Spoiler:

La chica de cabellos rubios tomo a oji azul totalmente por sorpresa, para cuando este quiso reaccionar ya la tenía sobre él. Perdió el balance por cuestión de segundos los cuales por poco y se convertían en una caída, pero tuvo un poco de destreza para echar uno de sus pies hacia atrás y así conseguir más apoyo para no caer.

-Vaya, sí que me has tomado por sorpresa.-

Volteo a mirarla de re ojo para después sostenerla de los muslos con sus grandes manos para que no se fuera a caer y comenzó a correr por la pequeña laguna, la resistencia al agua que representaban sus cuerpos entorpecía un poco el avance. Pero Aomine realizaba grandes zancadas para tratar de avanzar lo más rápido posible, salpicando grandes cantidades de agua y teniendo a Natsuko bien agarrada para que no se fuera a caer.

Conforme siguieron avanzando comenzó a dar saltos, lo más alto que podía para tratar de que Natsuko perdiera el agarre. Claro estaba que él, la seguía sosteniendo de los muslos para que no se fuera a pegar si ella llegaba a caer en algún momento., el agua se levantaba con fuerza en grandes chorros de agua. Eh inclusive algunas zonas cercanas al lago ya se encontraban con algunos charcos a causa del agua que estaban salpicando.

-¿Crees poder aguantas otra vuelta más?-