Una tarde de caminata... [ Libre. ]

Luego de su audición y de beber su café anti-stress resolvió salir a la ciudad. No es que realmente disfrutase de lares tan concurridos como ese, pero especialmente a las cuatro de la tarde todos estaban en sus jornadas laborales o estudiantiles y eso daba más aire a las líneas imponentes de las aceras enmarcando calles y avenidas con grandes rascacielos; sin duda una estupenda obra de arte urbana. Buscó pues algún pasaje peatonal en donde poder sentarse a beber un jugo con el afán de descansar y revisar en su móvil las inversiones de la bolsa, y los comentarios de sus pocos fans en las redes sociales donde solía subir sus covers caseros. Sin embargo no había nada particularmente de su gusto y apoyó su espalda contra la pared externa de uno de los recintos de comida, mirando hacia los lados, cauta, previo a  sacar su smartphone, encendiendo la aplicación financiera que ella misma había mandado a hacer, enfocando su completa atención en gráficos y tendencias económicas con el afán de vender, comprar y mover su capital por las empresas más rentables.

Sin embargo había ocasiones en las que su mente volvía a la audición, y aunque aún no tenía respuesta de ello una parte en su interior se removía con cierta desazón. "Si tan sólo no hubiese estado tan nerviosa..." Cavilaba contrariada mientras sus dedos se deslizaban por la pantalla táctil, buscando noticias que le diesen pistas para especular sobre los precios de las acciones... Ya tenía práctica en ello, y cuidaba enfocarse antes de hacer cualquier transacción.

"Si soy aceptada tendré que mudarme más cerca del sello... ", "Si no soy aceptada debo buscar donde formarme y volver a intentarlo". Hostigada por el tema que no salía de su mente, resolvió dejar sus negocios por un instante y suspirar, tomar una pequeña pausa para volcar del todo su ser en ello. No podía seguir evadiendo esas preocupaciones. Su rostro no mostraba emoción alguna y desde lejos, era vista como una adolescente más en sus tiempos de ocio, un anónimo que no solía llamar tanto la atención. Lo único que a veces generaba miradas de soslayo con cierta inquietud en los transeúntes además de la exquisita y opaca confección de su atuendo, era el trazo europeo de sus ojos álgidos y naturalmente azules, aunque el resto de sus rasgos y contextura fuesen japoneses. Era una extraña combinación.

Junto a la esquina se hallaba, y había ido bajando el smarthphone lentamente sumida en sus pensamientos cuando un empujón la sacó se su centro e hizo tambalear, recobrando el equilibrio casi al instante. - Shimatta... - Susurró, siguiendo su réplica hacia quien ha cometido tal torpeza, con su usual "simpatía". - Ten más cuidado. La acera es lo suficientemente ancha como para tener un espacio propio. - Su voz aunque brillante, manaba de sus labios con una sequedad tajante, tras incorporarse volteándose hacia el desconocido para dedicarle una mirada por el rabillo del ojo.

De inmediato comenzó un análisis exhaustivo de los ropajes del contrario, los detalles en ellas, algo que le dijese de dónde provenía o al menos parte de sus preferencias. Subió luego hasta el rostro ajeno y, obviando los ojos del extraño, estudió sus facciones, su postura gestual, cualquier cosa que le diese pistas sobre su personalidad. Por último se centró en su cabellera. La algidez de la mirada de Yui cuyo azul resplandecía de manera enigmática y casi sobrenatural parecía tener el fin de acechar a una presa, de buscar sus puntos débiles antes de mediar palabras.

Finalmente bloqueó su teléfono y se dispuso a guardarlo en su bolso. Aunque no quisiera reconocerlo sabía que había cometido un error al situarse justo en el filo de una esquina, habiendo tantas sillas y mesas para sentarse. Aquello sólo había sido en honor a su capricho e insatisfacción sobre los lugares de comida de la avenida peatonal, pero como fuere, su propio orgullo era más grande y ni en mil años aquello saldría a colación. Bajó su rostro levemente, poniendo atención al abrochar su bolso, todo esto a la espera de la respuesta de Sora. Sólo esperaba a que siguiera su camino para buscar un nuevo rumbo. Su mente estaba más preocupada de la audición previa y su respuesta, que de cualquier otra cosa.