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Una tarde en el salón.
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Una tarde en el salón.
Había pasado toda la noche en vela, sin lograr conciliar el sueño debido a los nervios y la ansiedad por las clases. Cómo todas las noches de los domingos, las dudas sobre el asistir a las clases normales o seguir yendo a las recuperativas que trascurrían en la tarde llegaban a su mente, quitándole todo el sueño que cargaba en si por el cansancio acumulado durante el transcurso del día. Se estaba volviendo una tradición o un ritual para comenzar la semana aquella noche en vela por su indecisión, la que siempre acaba en lo mismo: Decidiendo el ir a las clases normales a unas pocas horas antes de que estas comenzaran para terminar quedándose dormida a los pocos minutos de hacer su elección lo que la obligaba a seguir en lo mismo... fingía molestia por ello, pero, en el fondo lo agradecía, ya que... era peor desmayarse en plena clase o sufrir un ataque nervioso a seguir con el apodo que se le había otorgado por el no hacer presencia nunca en las clases comunes, además... era un apodo lindo según su punto de vista, "La alumna fantasma" la habían comenzado a llamar... y... la verdad... era agradable ser llamada así, y también algo divertido, siempre le habían gustado las cosas de terror y ahora era asimilada cómo uno de los fantasmas que tanta curiosidad le provocaban. Llevaba semanas en la escuela, y aun así no conocía a nadie de su curso, no sabía cómo eran, ni cómo se llamaban, nada, solo conocía de rostro a unos cuantos que, al igual que ella, asistían a las clases de recuperación en la tarde, y claro, a su querida compañera de cuarto, Vittoria.
Despertó con lentitud, tomando su móvil con algo de torpeza por su aun somnoliento estado para mirar la hora... ya eran las 15:30 ¡De nuevo de había dormido! Dejó caer su rostro sobre su almohada, refunfuñando con falso enojo por aquel cliché de los lunes. Sin más que hacer, se levantó y alistó para las clases de la tarde, ¿qué más podía hacer? de seguro las clases normales ya habían terminado, otro día podría tratar de ser una alumna "común".
Caminaba por los pasillos de la escuela hacia el salón de segundo, haciendo sonar suavemente el tacón de sus botas a cada paso mientras tomaba su cabello en las usuales coletas bajas que traía siempre. Tenía un poco de curiosidad sobre quienes asistirían a aquella clase esta vez, y más importante aún... ¿serian agradables? No es que realmente le importe mucho la manera de ser o actuar de los demás de su salón, solo... quería hacer amigos... no había salido de la soledad de su cuarto para seguir sola... o... al menos, eso es lo que creía.
Entró al salón en el cual ya habían unos pocos estudiantes presentes, todos sumidos en su mundo — B-... b-buenas tardes... — Comentó sin muchas esperanzas ni deseos de ser oída y se sentó cerca las ventanas, asegurándose el estar lo más lejos posible de los ya presentes... el profesor aun no llegaba, ¿quizá alguien nuevo comenzaría a hacerse cargo de las recuperativas? "... q-que no sea un profesor muy aterrador, por favor..." Pensó mientras sus piernas comenzaban a temblar por culpa de su alocada imaginación y los posibles profesores de pesadilla que podrían aparecer, y... por alguna razón desconocida, todos tenían bigote, quizá estaba viendo muchas series con villanos de ese tipo...
Despertó con lentitud, tomando su móvil con algo de torpeza por su aun somnoliento estado para mirar la hora... ya eran las 15:30 ¡De nuevo de había dormido! Dejó caer su rostro sobre su almohada, refunfuñando con falso enojo por aquel cliché de los lunes. Sin más que hacer, se levantó y alistó para las clases de la tarde, ¿qué más podía hacer? de seguro las clases normales ya habían terminado, otro día podría tratar de ser una alumna "común".
Caminaba por los pasillos de la escuela hacia el salón de segundo, haciendo sonar suavemente el tacón de sus botas a cada paso mientras tomaba su cabello en las usuales coletas bajas que traía siempre. Tenía un poco de curiosidad sobre quienes asistirían a aquella clase esta vez, y más importante aún... ¿serian agradables? No es que realmente le importe mucho la manera de ser o actuar de los demás de su salón, solo... quería hacer amigos... no había salido de la soledad de su cuarto para seguir sola... o... al menos, eso es lo que creía.
Entró al salón en el cual ya habían unos pocos estudiantes presentes, todos sumidos en su mundo — B-... b-buenas tardes... — Comentó sin muchas esperanzas ni deseos de ser oída y se sentó cerca las ventanas, asegurándose el estar lo más lejos posible de los ya presentes... el profesor aun no llegaba, ¿quizá alguien nuevo comenzaría a hacerse cargo de las recuperativas? "... q-que no sea un profesor muy aterrador, por favor..." Pensó mientras sus piernas comenzaban a temblar por culpa de su alocada imaginación y los posibles profesores de pesadilla que podrían aparecer, y... por alguna razón desconocida, todos tenían bigote, quizá estaba viendo muchas series con villanos de ese tipo...
Invitado- Invitado
Re: Una tarde en el salón.
Si hay una desventaja de ser recién llegada, es que es probable que estés desfasado de tu plan de estudios. Cosa que le ocurrió a la recién llegada de Yuki. Por lo que ella tendría que estar en algunas clases de regularización, por suerte la dirección de la escuela le dijo que no será por mucho tiempo, pero tiene la obligación de cumplirlo por completo.
Curiosamente, Yuki se sentía más preocupada por esta clase que por las que tuvo anteriormente. A pesar de que ella era una chica aplicada en la escuela y de buenas notas, por lo menos en la mayoría de clases, ella se sentía un poco "tonta" por estar ahí. Incluso aunque supiera que está ahí por el cambio de escuela.
Después de dar un largo suspiro antes de entrar al salón, caminó tranquilamente hasta un pupitre en seguida de una chica que al parecer también sentía nervios. Yuki se sentó -¡Buenas tardes- saludó cortésmente a sus "vecinos" mientras tomaba asiento.
Mientras preparaba sus artículos escolares; cuaderno, lápiz, borrador, entre otros, pudo perceibir de reojo el nerviosismo de la chica que tenía a lado
Curiosamente, Yuki se sentía más preocupada por esta clase que por las que tuvo anteriormente. A pesar de que ella era una chica aplicada en la escuela y de buenas notas, por lo menos en la mayoría de clases, ella se sentía un poco "tonta" por estar ahí. Incluso aunque supiera que está ahí por el cambio de escuela.
Después de dar un largo suspiro antes de entrar al salón, caminó tranquilamente hasta un pupitre en seguida de una chica que al parecer también sentía nervios. Yuki se sentó -¡Buenas tardes- saludó cortésmente a sus "vecinos" mientras tomaba asiento.
Mientras preparaba sus artículos escolares; cuaderno, lápiz, borrador, entre otros, pudo perceibir de reojo el nerviosismo de la chica que tenía a lado
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 688
Fecha de inscripción : 17/07/2014
Edad : 32
Re: Una tarde en el salón.
¿Quién lo diría? ¡La solicitud de estar a cargo temporalmente de otro curso había dado frutos! Sí, lo sé por estas cosas no tengo novia...pero ¡ya qué! Me habían otorgado un curso de clases recuperativas, es decir para los chicos que faltaban demasiado a las normales y debían tomar estas si no quería repetir el año, pues porque claramente Musette no estaba dispuesto a inflar calificaciones ni hacer pasar al alumnado que no tenía las capacidades necesarias para ello, finalmente no le servían, solo mancharía el gran prestigio con el que contaba la academia de formar grandes ídolos de la música (sin referirme expresamente a músicos y cantantes, sino a todo el conglomerado que hacía posible aquel mundo).
Dada estas condiciones ingresé al salón, sin antes arreglar mi cabello, fruncir el ceño abruptamente, meter mis carpetas bajo el brazo para permitirme alzar levemente los brazos, como un tiranosaurio, y mostrar mis dientes, cuan feroz amenaza para los pocos jóvenes presentes en el salón.
-¡GRRRRR! Buenas...¡TARDES!-alcé la voz al ingresar, como un profesor muy molesto y amargado...está bien, tal vez no. Deposité mis documentos sobre la mesa sin despejar mi frente de la arruga formada por mis cejas apretadas...espero que esto no deje marca en mi juvenil rostro...Aunque tal vez sea la respuesta a todos mis problemas al ingresar a bares o comprar alcohol...¡Pero ese es otro tema!
-Mi nombre es Hikigaya Haru, profesor de instrumentos de viento. Pero como ven, también seré el tutor a cargo de sus clases recuperativas...A las cuales espero ¡No falten!-dije con un tono algo brusco y amenazante, solo por jugar y mostrarles un profesor completamente diferente a lo que en realidad soy; un docente capacitado a afrontar cualquier situacion [...] Oh vamos, denme mérito, soy bueno!
El silencio se mantuvo reinante por algunos minutos antes de que mi voz volviera a ser la vivaz, alegre y cercana que me caracterizaba, al igual que mi expresión. Ahora reinaba una sonrisa amable y hasta juguetona, desordené un poco mi peinado cabello que parecía lamido por una vaca.
-...Espero poder empatizar con ustedes, que sean capaces de confiar en mi al punto de contarme sus falencias en las disiplinas impartidas para no quedarse atrás. Sólo tengo 25 años por lo que espero, podamos crear un lazo un poco más rápido...Pueden llamarme Hikki, si les acomoda más...Eh..Bueno ¡Presentaciones! Quisiera oirlos a ustedes, después de todo seré el que más hable durante las clases...Tehehé~-comenté invitándolos a soltarse un poco...parecían demasiado dispersos. ¡Cómo yo!
Dada estas condiciones ingresé al salón, sin antes arreglar mi cabello, fruncir el ceño abruptamente, meter mis carpetas bajo el brazo para permitirme alzar levemente los brazos, como un tiranosaurio, y mostrar mis dientes, cuan feroz amenaza para los pocos jóvenes presentes en el salón.
-¡GRRRRR! Buenas...¡TARDES!-alcé la voz al ingresar, como un profesor muy molesto y amargado...está bien, tal vez no. Deposité mis documentos sobre la mesa sin despejar mi frente de la arruga formada por mis cejas apretadas...espero que esto no deje marca en mi juvenil rostro...Aunque tal vez sea la respuesta a todos mis problemas al ingresar a bares o comprar alcohol...¡Pero ese es otro tema!
-Mi nombre es Hikigaya Haru, profesor de instrumentos de viento. Pero como ven, también seré el tutor a cargo de sus clases recuperativas...A las cuales espero ¡No falten!-dije con un tono algo brusco y amenazante, solo por jugar y mostrarles un profesor completamente diferente a lo que en realidad soy; un docente capacitado a afrontar cualquier situacion [...] Oh vamos, denme mérito, soy bueno!
El silencio se mantuvo reinante por algunos minutos antes de que mi voz volviera a ser la vivaz, alegre y cercana que me caracterizaba, al igual que mi expresión. Ahora reinaba una sonrisa amable y hasta juguetona, desordené un poco mi peinado cabello que parecía lamido por una vaca.
-...Espero poder empatizar con ustedes, que sean capaces de confiar en mi al punto de contarme sus falencias en las disiplinas impartidas para no quedarse atrás. Sólo tengo 25 años por lo que espero, podamos crear un lazo un poco más rápido...Pueden llamarme Hikki, si les acomoda más...Eh..Bueno ¡Presentaciones! Quisiera oirlos a ustedes, después de todo seré el que más hable durante las clases...Tehehé~-comenté invitándolos a soltarse un poco...parecían demasiado dispersos. ¡Cómo yo!
Invitado- Invitado
Re: Una tarde en el salón.
Su imaginación estaba comenzando a sobrepasarse, los terrible profesores que su mente creaba habían hecho que pasara de adolescente con problemas para socializar y agorafobia a un conejo aterrado, llegaba a ser cómico cómo un simple señor gruñón le hacía temblar y veía películas de terror cómo si se tratasen de caricaturas para niños... tenía que ordenar sus prioridades en lo que la aterraba...
Soltó un suave chillido cuando escuchó el sonido de la silla a su lado deslizarse, volteando a mirar quien era para soltar un suspiro aliviado al ver que solo era una chica alegre... aunque... ¿¡Por qué tenía que sentarse al lado suyo!? ¡La sala estaba llena de puestos libres! Para la próxima vez quizá debería esperar fuera del salón a que las clases comenzarán y allí poder elegir un puesto alejado de todos, aunque... se sentía un tanto mala por pensar aquello, no es que le desagradara que estuvieran cerca suyo... pero... prefería mil veces estar sola y no ser notada en el salón, aunque... debía entender de una vez que si quería hacer amigos, esa no era la manera.
Nuevamente chilló al oír como el profesor entraba, pensando seriamente en huir antes de que recordar su rostro, pero... el miedo de un momento a otro se esfumo a ver cómo era aquel docente frente a los pocos alumnos del aula...
Por unos segundos quedo confundida al ver lo joven que era y la actitud que ponía... ¿acaso ese profesor tendría la formula de la juventud eterna en su poder? eso explicaría su apariencia... más, fue solo un pensamiento corto, su actuación de profesor malas pulgas era fácil de notar. Soltó una suave risita divertida por su peculiar entrada.
— ... Hikki... s-suena divertido... — Susurro para sí misma, la amable sonrisa del profesor y su alegría había logrado calmarle, bueno... por un momento, pues al solo oír la palabra "Presentaciones" su rostro enrojeció y sus ojos se pusieron llorosos... ¿acaso era una nueva forma de tortura?
Uno a uno los pocos alumnos que habían en el salón empezaron a presentarse, iniciando por la fila cerca de la ventana de adelante hacía atrás... una fila... en la que... lamentablemente ella se encontraba...
La hora le había llegado, "todo estará bien, todo estará bien... no es como si... t-todos te mirasen... y... se pudieran reír si te equivocas... n-no... cómo crees". Temerosamente se levanto de su silla al igual que sus compañeros anteriores, inevitablemente sonrojada y temblando — Y-... ... e-... e-esto... m... m-me lla... llamo.... N-Nina Brauss... y... s-soy... ¡D-digo! y a... a-aspiro... a... s-ser compositora... e-es... u... un... gusto... c-creo...— Comentó con debilidad, jugueteando con las mangas de su chaqueta para distraer su mente.
Desmayarse sería una buena manera de evitar ese momento...
Soltó un suave chillido cuando escuchó el sonido de la silla a su lado deslizarse, volteando a mirar quien era para soltar un suspiro aliviado al ver que solo era una chica alegre... aunque... ¿¡Por qué tenía que sentarse al lado suyo!? ¡La sala estaba llena de puestos libres! Para la próxima vez quizá debería esperar fuera del salón a que las clases comenzarán y allí poder elegir un puesto alejado de todos, aunque... se sentía un tanto mala por pensar aquello, no es que le desagradara que estuvieran cerca suyo... pero... prefería mil veces estar sola y no ser notada en el salón, aunque... debía entender de una vez que si quería hacer amigos, esa no era la manera.
Nuevamente chilló al oír como el profesor entraba, pensando seriamente en huir antes de que recordar su rostro, pero... el miedo de un momento a otro se esfumo a ver cómo era aquel docente frente a los pocos alumnos del aula...
Por unos segundos quedo confundida al ver lo joven que era y la actitud que ponía... ¿acaso ese profesor tendría la formula de la juventud eterna en su poder? eso explicaría su apariencia... más, fue solo un pensamiento corto, su actuación de profesor malas pulgas era fácil de notar. Soltó una suave risita divertida por su peculiar entrada.
— ... Hikki... s-suena divertido... — Susurro para sí misma, la amable sonrisa del profesor y su alegría había logrado calmarle, bueno... por un momento, pues al solo oír la palabra "Presentaciones" su rostro enrojeció y sus ojos se pusieron llorosos... ¿acaso era una nueva forma de tortura?
Uno a uno los pocos alumnos que habían en el salón empezaron a presentarse, iniciando por la fila cerca de la ventana de adelante hacía atrás... una fila... en la que... lamentablemente ella se encontraba...
La hora le había llegado, "todo estará bien, todo estará bien... no es como si... t-todos te mirasen... y... se pudieran reír si te equivocas... n-no... cómo crees". Temerosamente se levanto de su silla al igual que sus compañeros anteriores, inevitablemente sonrojada y temblando — Y-... ... e-... e-esto... m... m-me lla... llamo.... N-Nina Brauss... y... s-soy... ¡D-digo! y a... a-aspiro... a... s-ser compositora... e-es... u... un... gusto... c-creo...— Comentó con debilidad, jugueteando con las mangas de su chaqueta para distraer su mente.
Desmayarse sería una buena manera de evitar ese momento...
Invitado- Invitado
Re: Una tarde en el salón.
Repentinamente el profesor había entrado... y parecía estricto. -¡Bravo! Lo que me faltaba en mi primer día- Se decía en su interior maldiciendo su suerte. Pero al parecer eso sólo fue una fachada. Ahora parecía una persona agradable, pero eso no significaba que la clase sería fácil. Así que habría que poner atención en todo momento. ¡Esta era su oportunidad para probarse!
Al parecer lo primero en la clase era algo tan simple: presentarse. Todo empezaba en orden; sus futuros compañeros decían sus nombres y al parecer otro dato de interés. Las cosas seguían en orden hasta que la compañera de al lado parecía estar demasiado nerviosa para continuar. Yuki no sabía si era prudente intervenir o esperar que ella comentara algo más.
Como si se tratara de alguien que ya le llegaba su turno, que al parecer ella era la siguiente en presentarse, se levantó y con aire tranquilo se presentó. -¡Buenas tardes! Soy Nakayama Yuki. ¡Encantada de conocerlos!- También trató de no decir mucho, si alguien le parecería una persona interesante hablaría con ella.
Prosiguió a sentarse exhalando.
Al parecer lo primero en la clase era algo tan simple: presentarse. Todo empezaba en orden; sus futuros compañeros decían sus nombres y al parecer otro dato de interés. Las cosas seguían en orden hasta que la compañera de al lado parecía estar demasiado nerviosa para continuar. Yuki no sabía si era prudente intervenir o esperar que ella comentara algo más.
Como si se tratara de alguien que ya le llegaba su turno, que al parecer ella era la siguiente en presentarse, se levantó y con aire tranquilo se presentó. -¡Buenas tardes! Soy Nakayama Yuki. ¡Encantada de conocerlos!- También trató de no decir mucho, si alguien le parecería una persona interesante hablaría con ella.
Prosiguió a sentarse exhalando.
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 688
Fecha de inscripción : 17/07/2014
Edad : 32
Re: Una tarde en el salón.
Afortunadamente en el salón no eran demasiados alumnos, y de ser expresivos...pues no necesariamente con las palabras, sus respuestas fueron precisas y concisas, por lo que no tardamos mucho tiempo. Chicos normales, no es que lo hubiese dudado o algo…Solo esperaba más sorpresas de parte de este grupo “especial”. No era complejo llegar a verlos a todos desde mi posición de maestro, por lo que el pequeño tomate de cabello albino no dudó en destacar a mis ojos, además era la siguiente. Parecía...¿asustada? ¿Era culpa mía? ¿Era normal en ella pasar por miles de colores al hablar y tartamudear de tal forma que quisiera ayudarle? O esque acaso...¿se había enamorado de este hombre, su servidor? ¡Ha ha! Está bien, esas cosas solo suceden en mi mente, lo sé, dejénme soñar que es legal.
-Mh...Nina...Nina Brauss...-repetí cerrando los ojos un momento, frunciendo levemente el ceño y haciendo una mueca con la boca. Claro, era hora de ¡Los apodos ridículos con Hikki-sensei! Pero bueno, lo admito, este estaba en especial difícil, después de todo era demasiado corto y consiso...Volví la vista hacia ella; ojos grandes, como de perrito a punto de llorar, con esa ternura a flor de piel que te hace soltar más de un "Awwwwn", y entonces ¡vi la luz!
-...Rori-chan...-Mis ojos se llenaron de ternura y una sonrisa casi infantil se apoderó de mis labios. ¿De su nombre? No, nada. Simplemente me recordó a esos pequeños monitos adorables, tímidos, que amo con todo mi corazón de profesor, los Loris. ¿Entienden? Lolis, loris, ella es una loli, una loli de ojos tristes, entonces era una loris. ¡Boom! Perfecto.
-Compositora...¿eh? Eso es genial, algún día me gustaría leer o escuchar alguna de tus letras y partituras, Rori-chan~-Le sonreí de forma confiada, algo que jamás había podido lograr era crear mis propias composiciones, por lo que admiraba profundamente a estos maestros de las notas.
Enseguida prosiguió la muchacha a su lado, de pocas palabras también, dejándome sabiendo sólo lo básico. Protesté con un sutil puchero en los labios mientras pensaba en como deformaría el nombre de la siguiente víctima. Y ¡Puff! Era realmente bueno en esto.
-Por favor, Kiki-chan, cuéntanos un poco más...por ejemplo...¿Cuál es tu aspiración al salir de Musette?-pregunté, avanzando unos pasos hasta situarme frente a la mesa principal. Allí apoyé mis manos, recargando el peso de mi cuerpo sobre las mismas.
-Mh...Nina...Nina Brauss...-repetí cerrando los ojos un momento, frunciendo levemente el ceño y haciendo una mueca con la boca. Claro, era hora de ¡Los apodos ridículos con Hikki-sensei! Pero bueno, lo admito, este estaba en especial difícil, después de todo era demasiado corto y consiso...Volví la vista hacia ella; ojos grandes, como de perrito a punto de llorar, con esa ternura a flor de piel que te hace soltar más de un "Awwwwn", y entonces ¡vi la luz!
-...Rori-chan...-Mis ojos se llenaron de ternura y una sonrisa casi infantil se apoderó de mis labios. ¿De su nombre? No, nada. Simplemente me recordó a esos pequeños monitos adorables, tímidos, que amo con todo mi corazón de profesor, los Loris. ¿Entienden? Lolis, loris, ella es una loli, una loli de ojos tristes, entonces era una loris. ¡Boom! Perfecto.
-Compositora...¿eh? Eso es genial, algún día me gustaría leer o escuchar alguna de tus letras y partituras, Rori-chan~-Le sonreí de forma confiada, algo que jamás había podido lograr era crear mis propias composiciones, por lo que admiraba profundamente a estos maestros de las notas.
Enseguida prosiguió la muchacha a su lado, de pocas palabras también, dejándome sabiendo sólo lo básico. Protesté con un sutil puchero en los labios mientras pensaba en como deformaría el nombre de la siguiente víctima. Y ¡Puff! Era realmente bueno en esto.
-Por favor, Kiki-chan, cuéntanos un poco más...por ejemplo...¿Cuál es tu aspiración al salir de Musette?-pregunté, avanzando unos pasos hasta situarme frente a la mesa principal. Allí apoyé mis manos, recargando el peso de mi cuerpo sobre las mismas.
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Re: Una tarde en el salón.
— ¿E-eh?... — Ladeo su rostro al oír como repitió su nombre, un tanto más asustada ¿la iba a regañar? ¿había dicho algo mal al presentarse? ¿o quizá la iba a echar del salón? Sentía que iba a caer al suelo en cualquier momento cómo un peluche con mal equilibrio, o como una pluma, o lo que sea la verdad, solo sentía que iba a terminar en el piso en un estado similar al de una ameba. ¡Pero! No fue nada de eso, en su lugar... solo fue un nombre algo... ¿raro? — ¿R-... Rori-chan?... — Ladeo el rostro, ¿Rori? ¿por qué Rori? Si por apodos se trataba... hubiera jurado que le llamaría Nini o Nii cómo lo hacía su hermano, pero, ¿de dónde sacó el Rori? Bueno... luego descubriría la razón, aunque no era algo tan vital, era un apodo lindo después de todo.
— P-pues... e-ehm... y-yo... s-son c-cosas simples... n-no creo que... s-sea necesario... p-pero gracias — Rasco su nuca y sonrió con suavidad y nervios, para luego de esto, optar por al fin tomar asiento y alejarse de la mirada de todos. Sentía su corazón más agitado de lo normal por lo nervios y de seguro un poco de los síntomas de su enfermedad, pero ya todo estaba mejor, pues ahora la mirada de sus compañeros y la propia se había fijado en la chica que se sentó a su lado.
Yuki... al parecer la mayoría en esta escuela era de Japón, le daba un poco de envidia eso, aunque bueno... sabía que Japón no era tal y cómo lo ponían en los animes y esas cosas, pero... ¡aun así! habían tantas cosas adorables allá y tan fáciles de encontrar~
Luego volteó su mirada hacía el profesor, Hikki-sensei... sí que se veía y era un profesor fuera de lo común, agradecía eso, de seguro con la alegría que tenía haría que el martirio nervioso que le resultaban las clases fuera mucho más ameno y dejará de temer por su vida al entrar al salón... o bueno... hiciera que temiera un poquito menos, no se podía evitar, su agorafobia había estado durante años en ella, y de un día a otro no iba a desaparecer, pero bueno... aún quedaba mucho tiempo para atender esta, y ahora, de seguro sería hasta divertido ello.
— P-pues... e-ehm... y-yo... s-son c-cosas simples... n-no creo que... s-sea necesario... p-pero gracias — Rasco su nuca y sonrió con suavidad y nervios, para luego de esto, optar por al fin tomar asiento y alejarse de la mirada de todos. Sentía su corazón más agitado de lo normal por lo nervios y de seguro un poco de los síntomas de su enfermedad, pero ya todo estaba mejor, pues ahora la mirada de sus compañeros y la propia se había fijado en la chica que se sentó a su lado.
Yuki... al parecer la mayoría en esta escuela era de Japón, le daba un poco de envidia eso, aunque bueno... sabía que Japón no era tal y cómo lo ponían en los animes y esas cosas, pero... ¡aun así! habían tantas cosas adorables allá y tan fáciles de encontrar~
Luego volteó su mirada hacía el profesor, Hikki-sensei... sí que se veía y era un profesor fuera de lo común, agradecía eso, de seguro con la alegría que tenía haría que el martirio nervioso que le resultaban las clases fuera mucho más ameno y dejará de temer por su vida al entrar al salón... o bueno... hiciera que temiera un poquito menos, no se podía evitar, su agorafobia había estado durante años en ella, y de un día a otro no iba a desaparecer, pero bueno... aún quedaba mucho tiempo para atender esta, y ahora, de seguro sería hasta divertido ello.
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Re: Una tarde en el salón.
-¡Eh...! ¿Kikki-chan?- Al parecer Yuki se había ganado su apodo con el profesor, pero eso no era lo que la avergonzaba. Ahora tenía que contarle su "sueño de vida" a todo el salón. Ahora tendría que contar algo más, si es que su voz la dejaba...
-Bueno...yo...- Volteando a todos lados de reojo pidiendo "¡trágame, tierra!". Pasaron dos o tres segundos balbuceando hasta que se dignó a mencionar su "sueño imposible". -Pues...Soy de Kyoto, y mi sueño es convertirme en músico y...formar mi propia banda- Soltó unas risas nerviosas mientras se alcanzaban a escuchar unos murmullos y unas risas en el salón. Yuki sólo se dignó a esperar a que el profesor le indicara sentarse.
-Bueno...yo...- Volteando a todos lados de reojo pidiendo "¡trágame, tierra!". Pasaron dos o tres segundos balbuceando hasta que se dignó a mencionar su "sueño imposible". -Pues...Soy de Kyoto, y mi sueño es convertirme en músico y...formar mi propia banda- Soltó unas risas nerviosas mientras se alcanzaban a escuchar unos murmullos y unas risas en el salón. Yuki sólo se dignó a esperar a que el profesor le indicara sentarse.
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
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Fecha de inscripción : 17/07/2014
Edad : 32
Re: Una tarde en el salón.
-¿Cosas simples? De eso nada, Rori-chan...¡Debes apreciar más tu propio trabajo! ¡Cómo si fuera un hijo! Debes cuidarlo...amarlo...y estar orgulloso de éste...Sólo así el resto gustará de tus composiciones-comenté un tanto emocionado por mis propias palabras, gestualizando cada una de ellas, cosas como acariciar la nada, o refregarle mi rostro al vacío que quedaba entre mis manos. Esta chica de ojitos tristes debía aprender a amar sus partituras si deseaba vivir de ello...después de todo en esto del ámbito artístico hay que tener un poco el ego inflado si uno pretende triunfar, ¿no?
-¿De Kyoto? Vaya, somos compatriotas Kiki-chan. Yo soy de Hokkaido, bastante al norte de tu ciudad natal la verdad...Has recorrido un largo viaje hasta aquí...Y vaya con que una banda...-Me apoyé sobre la mesa frente a mi, no habían demasiados alumnos más por lo que antes de proseguir me quedé pensando un momento, si bien la chica de cabello negro azabache no era demasiado diferente a Rori-chan (en nervios claramente) si era más atrevida cuando se trataba de sus sueños en la música, tal vez...ambas podrían lograr algún avance juntas...
-Mhhh....mhhh....¡Mhhh!-Me crucé de brazos cerrándo los ojos antes de hablar, fruncí el ceño notoriamente hasta que ¡Shazam! Una idea maravillosa vino a mi. Abrí los ojos justo en dirección a las dos chicas, con una enorme sonrisa en el rostro.
-¡Les tengo una pequeña tarea! Para una banda se necesitan canciones, por lo que es necesario un compositor...Y un compositor necesita de un músico que interprete sus partituras. Así que Kiki-chan, Rori-chan, ¡ustedes dos trabajaran juntas en una canción!-concluí entregándoles una pequeña tarea. No para el día siguiente, o un mes más...sino cuando la música saliera por si misma, aunque claro, dentro de ese mismo año, después de todo debía evaluarlas de alguna manera.
-¿De Kyoto? Vaya, somos compatriotas Kiki-chan. Yo soy de Hokkaido, bastante al norte de tu ciudad natal la verdad...Has recorrido un largo viaje hasta aquí...Y vaya con que una banda...-Me apoyé sobre la mesa frente a mi, no habían demasiados alumnos más por lo que antes de proseguir me quedé pensando un momento, si bien la chica de cabello negro azabache no era demasiado diferente a Rori-chan (en nervios claramente) si era más atrevida cuando se trataba de sus sueños en la música, tal vez...ambas podrían lograr algún avance juntas...
-Mhhh....mhhh....¡Mhhh!-Me crucé de brazos cerrándo los ojos antes de hablar, fruncí el ceño notoriamente hasta que ¡Shazam! Una idea maravillosa vino a mi. Abrí los ojos justo en dirección a las dos chicas, con una enorme sonrisa en el rostro.
-¡Les tengo una pequeña tarea! Para una banda se necesitan canciones, por lo que es necesario un compositor...Y un compositor necesita de un músico que interprete sus partituras. Así que Kiki-chan, Rori-chan, ¡ustedes dos trabajaran juntas en una canción!-concluí entregándoles una pequeña tarea. No para el día siguiente, o un mes más...sino cuando la música saliera por si misma, aunque claro, dentro de ese mismo año, después de todo debía evaluarlas de alguna manera.
Invitado- Invitado
Re: Una tarde en el salón.
Se sorprendió un poco por la respuesta que dio el profesor a su comentario, aunque fue una sorpresa grata, el que un profesor reaccionara de tal manera por las composiciones de una simple alumna era algo nuevo para ella. Apenas el profesor termino de hablar una amplia sonrisa de dibujo en sus labios, soltando una suave risilla la que trato de disimular cubriendo su boca con el dorso de su mano. ¡Por supuesto que ella quería sus composiciones! Eran sus sentimientos, en ellas estaba su sueño, su mayor anhelo, no quererlas sería imposible, pero… seguían siendo simples, ¿por algo estaba allí, no? Aun le quedaba mucho que recorrer para ser una compositora digna del sello y capaz de cumplir su sueño.
Ladeo el rostro al ver la infinita vergüenza que cubrió a la azabache ante la petición de decir a que aspiraba, lo encontraba algo extraño… ¿por qué sentía tanta vergüenza? Era un sueño bastante común y alcanzable para alguien ya estaba en Musette, pero bueno… tampoco tenía mucho que decir, ella casi se desmayaba con presentarse. Pero bueno, era un sueño bastante normal y lindo… al menos no era algo tan extraño y ¿complicado? Como el suyo, querer hacer sonreír a todos con su música… ¡Sí que se hubiese muerto de pena con decirlo!
— ¿Eh?... … ¡¿E-eh?! — Se sobresaltó ante la improvisada tarea dada, ¿componer algo con su compañera de asiento? ¿Así de la nada? Era algo que jamás se habría esperado, y… la verdad le disgustaba un poco la idea, nunca antes había compuesto algo lado a lado con otra persona… pero bueno, debía dejar los miedo atrás y hacer lo pedido, ¿Qué podría salir mal?... no es como si Yuki fuese una yandere que le fuese a comer la cabeza si componía algo que no le gustaba… … ¿verdad?
Y así, es como se puso algo pálida de miedo por su loca idea, sin comentar nada más, ya había comenzado mal...
Ladeo el rostro al ver la infinita vergüenza que cubrió a la azabache ante la petición de decir a que aspiraba, lo encontraba algo extraño… ¿por qué sentía tanta vergüenza? Era un sueño bastante común y alcanzable para alguien ya estaba en Musette, pero bueno… tampoco tenía mucho que decir, ella casi se desmayaba con presentarse. Pero bueno, era un sueño bastante normal y lindo… al menos no era algo tan extraño y ¿complicado? Como el suyo, querer hacer sonreír a todos con su música… ¡Sí que se hubiese muerto de pena con decirlo!
— ¿Eh?... … ¡¿E-eh?! — Se sobresaltó ante la improvisada tarea dada, ¿componer algo con su compañera de asiento? ¿Así de la nada? Era algo que jamás se habría esperado, y… la verdad le disgustaba un poco la idea, nunca antes había compuesto algo lado a lado con otra persona… pero bueno, debía dejar los miedo atrás y hacer lo pedido, ¿Qué podría salir mal?... no es como si Yuki fuese una yandere que le fuese a comer la cabeza si componía algo que no le gustaba… … ¿verdad?
Y así, es como se puso algo pálida de miedo por su loca idea, sin comentar nada más, ya había comenzado mal...
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Re: Una tarde en el salón.
Sonrió al ver que su profesor era también de su tierra natal, muy lejos de la ciudad que la vio nacer y de la ciudad donde creció, pero de todos modos suficiente cerca para tener un origen en común. Asintió con la misma sonrisa a los comentarios de su profesor.
-¡Eh...!- Al igual que su compañero de lado se sobresaltó. -¡Una canción!...- ¿Cómo era posible que en su primer día ya tenía que andar componiendo algo. -¡Profesor!...- Mencionaba negando con las manos. -Aún no creo poder...No puedo todavía terminar una canción- Ya había escrito y hecho algunas, pero todas incompletas. -Es muy pronto para mí y mi compañera- Sentía que podía haber tensiones entre ambas ya que era probable que sean de estilos muy diferentes, aunque Yuki no estaba consiente de todo su potencial en la música.
-¡Eh...!- Al igual que su compañero de lado se sobresaltó. -¡Una canción!...- ¿Cómo era posible que en su primer día ya tenía que andar componiendo algo. -¡Profesor!...- Mencionaba negando con las manos. -Aún no creo poder...No puedo todavía terminar una canción- Ya había escrito y hecho algunas, pero todas incompletas. -Es muy pronto para mí y mi compañera- Sentía que podía haber tensiones entre ambas ya que era probable que sean de estilos muy diferentes, aunque Yuki no estaba consiente de todo su potencial en la música.
Yuki Nakayama- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 688
Fecha de inscripción : 17/07/2014
Edad : 32
Re: Una tarde en el salón.
Y....¡Bingo! Exactamente esa, ESA era la expresión que quería en sus rostros, de completo desconcierto y sin saber que hacer. Hay Hikki si eres un sádico con tus alumnos, pero sabes ocultarlo tan bien, besos para mi. Aun así pienso que la mejor forma de encontrar las habilidades únicas de cada uno es bajo el estrés y la presión, cuando la desesperación te hace actuar como nunca lo habrías hecho puedes llegar a descubrir cosas que jamás hubieras imaginado en tu metro cuadrado de confort. Con enseñarles teoría y tips no generaría músicas, ¡Debían vivir y desvivir por la música ahora ya! No había otro modo...Lo siento mis pequeñas, pero de aquí en adelante les esperaba un largo camino, con risas, llanto, frustraciones, desesperación...descubran sus nuevos "yo" con ello.
-¿Pronto? Pero que cosas dicen, Beethoven tuvo su primer concierto a los siete años. Eso si que es pronto...Pero ustedes deben comenzar a arriesgarse, o no terminaran por conseguir nada a cambio.-declaré levantandome de la mesa del profesor, aproximándome hacia las muchachas con cara de pánico. Una sonrisa de medio lado apareció en mi rostro automáticamente, estaba emocionado.
-No tiene que ser para unos pocos días más, tienen hasta el final del semestre...pero deben comenzar a moverse, en esta escuela es solo hasta tercer año que los chicos comienzan a arrancar las raíces, ustedes necesitan hacerlo antes...pues una compositora necesita mucha experiencia y una banda toma bastante tiempo... Sin contar que con sus carácteres dificilmente podrán alzar la voz si no comienzan a practicar ahora mismo...
-¡Vamos que no será tan malo! Les guiaré cuando quieran-Les dije sonriéndo ampliamente, una sonrisa segura y llena de convicción. Seguramente estaban muertas de miedo, pero el miedo se espanta y las experiencias se quedan. Niñas, comiencen a ser valientes como su profesor <3
-¿Pronto? Pero que cosas dicen, Beethoven tuvo su primer concierto a los siete años. Eso si que es pronto...Pero ustedes deben comenzar a arriesgarse, o no terminaran por conseguir nada a cambio.-declaré levantandome de la mesa del profesor, aproximándome hacia las muchachas con cara de pánico. Una sonrisa de medio lado apareció en mi rostro automáticamente, estaba emocionado.
-No tiene que ser para unos pocos días más, tienen hasta el final del semestre...pero deben comenzar a moverse, en esta escuela es solo hasta tercer año que los chicos comienzan a arrancar las raíces, ustedes necesitan hacerlo antes...pues una compositora necesita mucha experiencia y una banda toma bastante tiempo... Sin contar que con sus carácteres dificilmente podrán alzar la voz si no comienzan a practicar ahora mismo...
-¡Vamos que no será tan malo! Les guiaré cuando quieran-Les dije sonriéndo ampliamente, una sonrisa segura y llena de convicción. Seguramente estaban muertas de miedo, pero el miedo se espanta y las experiencias se quedan. Niñas, comiencen a ser valientes como su profesor <3
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Re: Una tarde en el salón.
El trataba de recordar el por que tenia que asistir a estas clases recuperativas, mientras se encontraba afuera de esa sala -al menos no es todo el año- dijo mientras suspiraba. El se trataba de dar valor para poder entrar,ya que el pensaba que el profesor lo regañaría por llegar tarde y ademas sabia de que no iba a ser capas de hablar por que habría más estudiantes. Empezó a calmarse diciendo- todo estará bien no hay de que preocuparse-, con este pensamiento se dispuso a entrar.
El finalmente se atrevió a entrar a la sala y con una voz muy confiada - perdón por llegar tar....- ,se detuvo y toda la confianza desapareció mientras veía que observaba mas gente en la sala. Con voz temblorosa dijo - s-soy V-Ventus Bordet y v-vine para las clases de r-recuperación-, en ese momento el quería salir de ese lugar, pero en su lugar de forma apresurada fue al asiento más cercano, al sentarse vio que todos lo estaban mirando, el rápidamente empezó observar fijamente la mesa sin voltear ni un segundo esperando que el profesor no lo regañara por la tardansa,
El finalmente se atrevió a entrar a la sala y con una voz muy confiada - perdón por llegar tar....- ,se detuvo y toda la confianza desapareció mientras veía que observaba mas gente en la sala. Con voz temblorosa dijo - s-soy V-Ventus Bordet y v-vine para las clases de r-recuperación-, en ese momento el quería salir de ese lugar, pero en su lugar de forma apresurada fue al asiento más cercano, al sentarse vio que todos lo estaban mirando, el rápidamente empezó observar fijamente la mesa sin voltear ni un segundo esperando que el profesor no lo regañara por la tardansa,
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