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Perdida en el peor lugar (Libre)
Music is War :: Glass City :: Barrios Bajos :: Barrio Rojo
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Perdida en el peor lugar (Libre)
El sentido de la orientación de Margot siempre había sido horrible y encontrarse en una ciudad nueva empeoraba las cosas. Había comprado un mapa al llegar, segura de que con su ayuda lograría ubicarse y poder comenzar a conocer la zona. Probablemente había sido un error salir cerca de las seis, siendo que el otoño ya había llegado, y anochecía mucho mas temprano que durante el verano. Sus intenciones eran hacer algunas compras para llenar un poco la nevera, y según le había indicado la encargada del edificio donde rentaba su apartamento había un minimercado a unas cuantas cuadras, pero al parecer había tomado el camino incorrecto, llegando a una zona bastante desagradable de la ciudad. Lo primero que llamó la atención en la chica fue la escasa iluminación, las farolas estaban en su mayoría rotas, y las calles sólo se alumbraban gracias a las luces de algún auto que transitaba por allí ocasionalmente. Había oscurecido ya, y no había mucha gente dando vueltas por los barrios bajos. La chica no tenía mucho dinero al llegar a Glass City, y había rentado un apartamento económico, situado en una zona sencilla, cercana a la zona roja, sitio donde ahora se encontraba perdida. El ambiente la ponía nerviosa, mujeres vestidas con atrevidas prendas deambulaban por las calles sin ningún pudor, exhibiendo cuerpos desarrollados y esbeltos, intentando atraer clientes potenciales. No era difícil imaginar donde se había metido, el problema es que no encontraba la salida, y nadie decente al cual pedirle indicaciones.
Con el paso de los minutos la joven se ponía cada vez mas nerviosa, apresurando el paso, mientras mantenía aferrada su cartera bajo su brazo. Miraba constantemente a los lados y hacia atrás, intentando prever cualquier ataque sorpresivo. Sentía que el corazón le latía deprisa, y era probable que la adrenalina inundara su sangre colocándola en una postura de alerta. Sus ojos no le permitían ver mucho mas allá de las sombras que la rodeaban, cada paso, o voz que escuchaba lograba sobresaltarla y comenzar a caminar más rápido. Sentía que lejos de lograr salir cada vez se internaba mas en aquella zona peligrosa, donde nunca en su vida hubiera escogido entrar. Se mordía los labios suavemente, nerviosa, tensa, intentando ubicar cualquier indicio de salida. No tenía que hora era, ni cuanto llevaba allí perdida, pero temía que las cosas se pusieran peor más entrada la noche.
Para peor había cometido la absurda estupidez de llevar consigo su cámara fotográfica, su elemento de trabajo más preciado, regalo de cumpleaños de su hermano mayor. Siempre había creído que era mejor cargar siempre con ella, pues nunca se sabía cuando podía aparecer una buena oportunidad de tomar una fotografía y ganar una primicia, sin embargo temía perderla por ser tan ingenua. Una vez más apresuró el paso al escuchar el sonido del cristal romperse, pero al hacerlo tropezó con algo que sobresalía un poco del suelo cayendo de frente al suelo, haciendo a tiempo de apoyar sus manos contra el pavimento, pero cortándose una de las palmas con un trozo de cristal. Soltó un gemido de dolor y se sobresaltó al sentir que alguien la levantaba en un gesto poco amable, comenzó a decirle cosas obscenas que ella se esforzó por ignorar, intentando seguir su camino, aunque fue detenía pronto por el sujeto quien la tomo de la cintura. -Eso que llevas ahí es costoso-comentó tomando la cámara que Margot a su vez aferró con fuerza contra su pecho. -¡No! ¡Es mía!-chilló forcejeando con el hombre que apestaba a alcohol y hablaba demasiado cerca de su rostro.
Al parecer la respuesta de la joven periodista no agradó al delincuente que como respuesta le dio un fuerte golpe en el rostro, haciéndola tropezar y caer al suelo de lado, perdiendo su preciada cámara que había quedado en manos del sujeto. Sentía su cuerpo temblar del miedo y la ira, se sentía estúpida por meterse en líos a dos días de haber llegado a la ciudad. Y tenía miedo de lo que pudiera pasarle, sola en un sitio extraño, pasaría tiempo hasta que sus hermanos notaran su ausencia. Escucho como el tipo abrió el estuche y sus manos sucias revisaban la cámara, lo odio en ese momento, y sintió deseos de defenderse. Su mejilla le ardía por el golpe, y no lograba reunir las fuerzas para ponerse de pie y huir de allí, estaba a merced del ebrio que ahora se estaba acercando una vez más hacia ella. Podía darle el poco dinero que llevaba encima para las compras, pero no estaba segura de que el ladrón se quedara conforme.
Con el paso de los minutos la joven se ponía cada vez mas nerviosa, apresurando el paso, mientras mantenía aferrada su cartera bajo su brazo. Miraba constantemente a los lados y hacia atrás, intentando prever cualquier ataque sorpresivo. Sentía que el corazón le latía deprisa, y era probable que la adrenalina inundara su sangre colocándola en una postura de alerta. Sus ojos no le permitían ver mucho mas allá de las sombras que la rodeaban, cada paso, o voz que escuchaba lograba sobresaltarla y comenzar a caminar más rápido. Sentía que lejos de lograr salir cada vez se internaba mas en aquella zona peligrosa, donde nunca en su vida hubiera escogido entrar. Se mordía los labios suavemente, nerviosa, tensa, intentando ubicar cualquier indicio de salida. No tenía que hora era, ni cuanto llevaba allí perdida, pero temía que las cosas se pusieran peor más entrada la noche.
Para peor había cometido la absurda estupidez de llevar consigo su cámara fotográfica, su elemento de trabajo más preciado, regalo de cumpleaños de su hermano mayor. Siempre había creído que era mejor cargar siempre con ella, pues nunca se sabía cuando podía aparecer una buena oportunidad de tomar una fotografía y ganar una primicia, sin embargo temía perderla por ser tan ingenua. Una vez más apresuró el paso al escuchar el sonido del cristal romperse, pero al hacerlo tropezó con algo que sobresalía un poco del suelo cayendo de frente al suelo, haciendo a tiempo de apoyar sus manos contra el pavimento, pero cortándose una de las palmas con un trozo de cristal. Soltó un gemido de dolor y se sobresaltó al sentir que alguien la levantaba en un gesto poco amable, comenzó a decirle cosas obscenas que ella se esforzó por ignorar, intentando seguir su camino, aunque fue detenía pronto por el sujeto quien la tomo de la cintura. -Eso que llevas ahí es costoso-comentó tomando la cámara que Margot a su vez aferró con fuerza contra su pecho. -¡No! ¡Es mía!-chilló forcejeando con el hombre que apestaba a alcohol y hablaba demasiado cerca de su rostro.
Al parecer la respuesta de la joven periodista no agradó al delincuente que como respuesta le dio un fuerte golpe en el rostro, haciéndola tropezar y caer al suelo de lado, perdiendo su preciada cámara que había quedado en manos del sujeto. Sentía su cuerpo temblar del miedo y la ira, se sentía estúpida por meterse en líos a dos días de haber llegado a la ciudad. Y tenía miedo de lo que pudiera pasarle, sola en un sitio extraño, pasaría tiempo hasta que sus hermanos notaran su ausencia. Escucho como el tipo abrió el estuche y sus manos sucias revisaban la cámara, lo odio en ese momento, y sintió deseos de defenderse. Su mejilla le ardía por el golpe, y no lograba reunir las fuerzas para ponerse de pie y huir de allí, estaba a merced del ebrio que ahora se estaba acercando una vez más hacia ella. Podía darle el poco dinero que llevaba encima para las compras, pero no estaba segura de que el ladrón se quedara conforme.
- Vestuario:
Última edición por Margot Dubois el Jue Jul 31, 2014 8:05 pm, editado 1 vez
Invitado- Invitado
Re: Perdida en el peor lugar (Libre)
Este era un día aún pesado para el joven de origen kosovar: el horario diferente al de Alemania, la desvelada por haber ido al bar la noche que llegó y el patético intento de cama que tenía en su departamento que no lo dejó dormir muy bien lo tenían un poco molesto.
Resignado de no poder dormir en toda la mañana decidió salir a caminar un rato. Pensaba ir a comprar una guitarra, pero era nuevo en la ciudad y no tenía ganas de lidiar con toda la gente en las tiendas, probar cada instrumentos que se le hiciera interesante, entre otras cosas.
La noche se acercaba, y por desgracia, hora de volver a ese departamento. -¡A volver a ese agujero!- No le molestaba caminar de noche por ese tipo de barrios; haber sido criado en una familia de nivel económico medio-bajo y ser un chico problema en su adolescencia lo habian ayudado a saber sobrevivir en ese tipo de ambientes. Técnicamente era como volver a su época de secundaria y preparatoria en Alemania, sólo que ya de adulto.
Todo se escuchaba tranquilo -o lo que se escuchaba comúnmente- pero los sonidos de alguien en problema llamaron la atención de Borislav, y decidió verificar qué ocurría. Para su poca sorpresa, un ebrio al parecer trataba de pasarse de listo con alguien.
Suspiró y exhaló rendido sabiendo que en poco tiempo tendría que volver a golpear a alguien. Se podía notar por su cinta en su nariz moretonada -que obvio no convinaban con su playera café y chaleco de mezclilla- que ya había tenido un pleito con alguien más.
-¡Oye!- Le gritó al ebrio que estaba del otro lado del callejón -Ya tuve que golpear a otro gorila el día de hoy, y por tu aroma creo que estás peor que él. ¡Así que mejor lárgate si no quieres salir herido!- Amenazó al ebrio mientras lentamente se acercaba a ellos caminando tranquilamente.
Lógico, el tipo no hizo caso a su amenaza y se dirigió hacia el joven, sacando una navaja. Borislav ya se imaginaba algunos posibles escenarios. El ebrió lanzó la cámara hacia el joven castaño para distraerlo y tratar de atacarlo. Cuando Borislav agarró la cámara en el aire hizo su espalda para atrás sabiendo que sería atacado hacia el cuello, siguió moviéndose hacia atrás lo más rápido para luego poner la cámara en un lugar donde no estorbara, en eso tomó la muñeca del agresor con una mano, y la otra con la palma abierta, la usó para golpear el codo del atacante haciendo que este soltara la navaja.
Sabiendo que el agresor ya estaba sometido, sólo lo empujó haciéndolo entender que le daba oportunidad para huir. El ebrio hizo caso omisó, y en un intento desesperado, corrió hacia el joven para atacarlo. Borislav sólo le dio un golpe en la cara que bastó vara dejarlo incosciente.
Tomó la navaja, la observó, y con un gesto de aprobación -¡Es una buena hoja!- Se la guardó en su bolsillo del chaleco y luego tomó la cámara con ambas manos, para sacudirla un poco y devolvérsela a su dueña.
Con su tono tranquilo y despreocupado -¡Debes tener más cuidado! Estos no son lugares para andar solo- Era algo contradictorio lo que decía.
-¡Toma!- Le tendió su cámara para que la tomara, y a la vez para que la joven que había sido agredida se pudiera levantar.
Resignado de no poder dormir en toda la mañana decidió salir a caminar un rato. Pensaba ir a comprar una guitarra, pero era nuevo en la ciudad y no tenía ganas de lidiar con toda la gente en las tiendas, probar cada instrumentos que se le hiciera interesante, entre otras cosas.
La noche se acercaba, y por desgracia, hora de volver a ese departamento. -¡A volver a ese agujero!- No le molestaba caminar de noche por ese tipo de barrios; haber sido criado en una familia de nivel económico medio-bajo y ser un chico problema en su adolescencia lo habian ayudado a saber sobrevivir en ese tipo de ambientes. Técnicamente era como volver a su época de secundaria y preparatoria en Alemania, sólo que ya de adulto.
Todo se escuchaba tranquilo -o lo que se escuchaba comúnmente- pero los sonidos de alguien en problema llamaron la atención de Borislav, y decidió verificar qué ocurría. Para su poca sorpresa, un ebrio al parecer trataba de pasarse de listo con alguien.
Suspiró y exhaló rendido sabiendo que en poco tiempo tendría que volver a golpear a alguien. Se podía notar por su cinta en su nariz moretonada -que obvio no convinaban con su playera café y chaleco de mezclilla- que ya había tenido un pleito con alguien más.
-¡Oye!- Le gritó al ebrio que estaba del otro lado del callejón -Ya tuve que golpear a otro gorila el día de hoy, y por tu aroma creo que estás peor que él. ¡Así que mejor lárgate si no quieres salir herido!- Amenazó al ebrio mientras lentamente se acercaba a ellos caminando tranquilamente.
Lógico, el tipo no hizo caso a su amenaza y se dirigió hacia el joven, sacando una navaja. Borislav ya se imaginaba algunos posibles escenarios. El ebrió lanzó la cámara hacia el joven castaño para distraerlo y tratar de atacarlo. Cuando Borislav agarró la cámara en el aire hizo su espalda para atrás sabiendo que sería atacado hacia el cuello, siguió moviéndose hacia atrás lo más rápido para luego poner la cámara en un lugar donde no estorbara, en eso tomó la muñeca del agresor con una mano, y la otra con la palma abierta, la usó para golpear el codo del atacante haciendo que este soltara la navaja.
Sabiendo que el agresor ya estaba sometido, sólo lo empujó haciéndolo entender que le daba oportunidad para huir. El ebrio hizo caso omisó, y en un intento desesperado, corrió hacia el joven para atacarlo. Borislav sólo le dio un golpe en la cara que bastó vara dejarlo incosciente.
Tomó la navaja, la observó, y con un gesto de aprobación -¡Es una buena hoja!- Se la guardó en su bolsillo del chaleco y luego tomó la cámara con ambas manos, para sacudirla un poco y devolvérsela a su dueña.
Con su tono tranquilo y despreocupado -¡Debes tener más cuidado! Estos no son lugares para andar solo- Era algo contradictorio lo que decía.
-¡Toma!- Le tendió su cámara para que la tomara, y a la vez para que la joven que había sido agredida se pudiera levantar.
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 01/08/2014
Re: Perdida en el peor lugar (Libre)
La voz de un extraño que venía desde algún lugar de la calle la sobresaltó, intentó distinguir su figura en la oscuridad pero la escasa luz ambiental volvió imposible que sus ojos pudieran identificar más que una borrosa silueta. Sus lentes se habían caído en algún sitio, sin ellos su visión era bastante mala, ojala no se hubieran destrozado los cristales con la caída. El tipo no pareció intimidarse por las palabras del recién llegado, y continuó su avance hacia ella, que aún no atinaba a ponerse de pie. La rodilla derecha le ardía, era probable que se hubiera raspado al caer, aunque lo que más la preocupaba era la pérdida de su valiosa cámara, obsequio de su hermano. De repente el tipo se desvió, como si ella en realidad no existiera, encarando al muchacho que acababa de aparecer, lo atacó con algo brillante, probablemente un cuchillo pequeño o una navaja, intentando hacerle daño. Margot dio un grito, asustada por la contienda, temiendo por la integridad de su posible salvador. Todo ocurrió bastante deprisa, de un modo confuso la pelea llegó a su fin rápidamente dando como resultado al agresor inconsciente y la valiosa cámara en manos de su salvador. El corazón de la periodista golpeteaba en su pecho, presa del miedo y la aversión. Mientras el extraño tomaba el arma del suelo, quedándose con ella la chica aprovechó para ponerse de pie intentando acomodar su ropa, llevaba el cabello un poco revuelto, y sentía el rostro dolorido del lado donde el malviviente la había golpeado. Además su preciosa falda rosada se había manchado con la mure del suelo y se había rasgado un poco en la parte delantera. En un estúpido intento por mejorar su lamentable apariencia llevó su cabello castaño hacia atrás, intentando alisarlo apenas antes de tomar presurosa la cámara de manos del desconocido. –G-gracias-balbuceó pasando la correa por su cuello para mantenerla segura contra su pecho.
La luz allí era escasa y con la ausencia de sus gafas se le hacía imposible distinguir las facciones del hombre que tenía en frente, sin duda había sido valiente en ayudarla, pero su habilidad a la hora de la pelea cuerpo a cuerpo la hacía mantenerse a la defensiva. –Ehmm… ¿Ha visto mis gafas?-cuestionó, apenada, agachándose para buscar a tientas sus lentes de marco blanco en el sucio suelo de la callejuela. ¡Ojala no estuvieran destrozados! Sin ellos era una completa inútil, quizás debería seguir los consejos de Samuel y hacer unos lentes de contacto, al menos en caso de emergencia, aunque la idea de meterse esas cosas en los ojos no le gustaba nada. Suspiró resignada, sin suerte y se incorporó nuevamente estirando su mano para poder tomarse del brazo del desconocido. –La verdad es que me perdí… no era mi intención llegar a esta zona de la ciudad, pero llegué aquí hace muy poco, y al parecer tomé el camino equivocado. –aquel era otro de sus defectos, tenía una orientación pésima y se perdía con mucha facilidad. Tragó saliva, aún inquieta y un poco alterada por todo lo ocurrido. Si ese sujeto no hubiera llegado a tiempo quien sabe que podría haberle ocurrido. -¿Sería mucha molestia pedirle que me acompañe a la avenida…?-pensaba que desde allí podría orientarse mejor para ir de regreso a su casa, la verdad es que no se atrevía a aventurarse de nuevo sola por esas callejuelas ya entrada la noche.
La luz allí era escasa y con la ausencia de sus gafas se le hacía imposible distinguir las facciones del hombre que tenía en frente, sin duda había sido valiente en ayudarla, pero su habilidad a la hora de la pelea cuerpo a cuerpo la hacía mantenerse a la defensiva. –Ehmm… ¿Ha visto mis gafas?-cuestionó, apenada, agachándose para buscar a tientas sus lentes de marco blanco en el sucio suelo de la callejuela. ¡Ojala no estuvieran destrozados! Sin ellos era una completa inútil, quizás debería seguir los consejos de Samuel y hacer unos lentes de contacto, al menos en caso de emergencia, aunque la idea de meterse esas cosas en los ojos no le gustaba nada. Suspiró resignada, sin suerte y se incorporó nuevamente estirando su mano para poder tomarse del brazo del desconocido. –La verdad es que me perdí… no era mi intención llegar a esta zona de la ciudad, pero llegué aquí hace muy poco, y al parecer tomé el camino equivocado. –aquel era otro de sus defectos, tenía una orientación pésima y se perdía con mucha facilidad. Tragó saliva, aún inquieta y un poco alterada por todo lo ocurrido. Si ese sujeto no hubiera llegado a tiempo quien sabe que podría haberle ocurrido. -¿Sería mucha molestia pedirle que me acompañe a la avenida…?-pensaba que desde allí podría orientarse mejor para ir de regreso a su casa, la verdad es que no se atrevía a aventurarse de nuevo sola por esas callejuelas ya entrada la noche.
Invitado- Invitado
Re: Perdida en el peor lugar (Libre)
Al entregar la cámara a la legítima dueña, Borislav se acomodó un poco el chaleco y playera que llevaba, lógico que la pelea le había desacomodado su vestuario.
-Je...¡Siempre me las ingenio para pelearme con alguien!- Ironizó un poco en tono burlesco antes de que la señorita presente preguntara por sus lentes. -¿Sus gafas?...- Volteó al rededor tratando de encontrarlas. -No veo nada parecido por ningún lado ¡Espero y tenga algún repuesto!- No había mucha luz, lo que hacía más difícil poder divisarlas en algún lado.
Ayudó la la joven mujer a levantarse mientras contaba su infortunio. -Por eso no es bueno alejarse de las calles principales...es un pequeño truco que uso cuando soy nuevo en algún lugar- Aunque en el caso del joven, él no corre tanto riesgo si se pierde.
Exhaló un poco y se encogió los hombros. -Supongo que no habrá problema, no tengo prisa en llegar a mi departamento. Aparte...- Movió un poco la mano enfrente de los ojos de la chica para ver su reacción. Sí, era peligroso que anduviera sin lentes a estas horas del día. -...creo que no está en condiciones de regresar sola.
-Je...¡Siempre me las ingenio para pelearme con alguien!- Ironizó un poco en tono burlesco antes de que la señorita presente preguntara por sus lentes. -¿Sus gafas?...- Volteó al rededor tratando de encontrarlas. -No veo nada parecido por ningún lado ¡Espero y tenga algún repuesto!- No había mucha luz, lo que hacía más difícil poder divisarlas en algún lado.
Ayudó la la joven mujer a levantarse mientras contaba su infortunio. -Por eso no es bueno alejarse de las calles principales...es un pequeño truco que uso cuando soy nuevo en algún lugar- Aunque en el caso del joven, él no corre tanto riesgo si se pierde.
Exhaló un poco y se encogió los hombros. -Supongo que no habrá problema, no tengo prisa en llegar a mi departamento. Aparte...- Movió un poco la mano enfrente de los ojos de la chica para ver su reacción. Sí, era peligroso que anduviera sin lentes a estas horas del día. -...creo que no está en condiciones de regresar sola.
Borislav Rugova- Ocupación : Músico
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