Un pequeño percance. -Michael Russo-

Se detuvo en el momento en que el chico estaba, ya no riendose, más bien carcajeándose para que de ese modo ninguno de los dos tropezara y es que no entendía su la razón. Esperaría a que diera una explicación, la cual no tardo mucho.

En todo el dicurso que estaba dando el chico en muchos puntos coincidían el pelinegro. Con aquella actitud del chico muchos no lo soportarían alejandose en el mejor de los casos, si estaba con la persona equivocada entonces ganaría no que se quedara solo, si no recibir una buena paliza. Pensaba que él sería uno de esos chicos pero a lo largo de los años logró ser paciente por no decir que ambos trabajan en el mismo lugar, o eso se iba a decidir cuando le dieran el resultado a Eiji.

La reacción que pudo dar fue dar una leve risa y para él reír, aunque sea un poco, era ya mucho y es que todo lo que la persona dijo le causo gracia. El risa se detuvo enseguida y no fue tan escuchada debido a que llevo una mano a la boca, cubriendola. Volvió a mirarlo y con la misma mano que se subrio la extendió, hasta donde estaba Eiji para llevarla a la cabeza de éste y acariciarla un poco.

- Tus comentarios son banales, no se que es lo que haces aqui ¿Crees que vas a triunfar, llegar hasta la cima para luego caer en un profundo avismo? Ya pasé pore so pero tu no vas a pasar por eso, por que no vas a triunfar- Casi enseguida que llevó su mano a la cabeza de Eiji la retiró para sacar algo de su bolsa, un cigarro. Estaba prohibido fumar pero después de dejar al chico a la enfermería le caería bien uno- Ya estamos cerca de la enfermería hay que caminar cuanto antes Eiji- comentó como si nada dando una pequeña sonrisa amable, la que se veía falsa y solo era mera cordialidad.

-Hablas mucho más de lo que haces.- Respondió con desinterés ante su reprimienda. Era el típico adulto que intentaba ponerle los pies en la tierra y decirle que con su actitud tan antipática no llegaría a ninguna parte. ¿Y qué? Ah, era repulsiva esa actitud completamente contradictoria entre sus palabras y acciones, incluso con sus siguientes palabras. Irritante. Todos los adultos eran iguales.

Eiji movió la mano del sujeto con un zarpaso, pero el mayor la retiró tan pronto que pareció un esfuerzo en vano.

-Ah, puedes irte. Me irrita ver tu rostro.- Confesó Eiji deteniendo sus pasos en seco. No se movería más junto a él.- Eres un perdedor. ¿Ni siquiera me conoces y estás hablando de mi futuro? ¿Alguien te ha dicho lo patético que es reflejar tus frustraciones en alguien más?- hizo el cuestionamiento, acompañándose de sus brazos, alzandolos levemente como lo haría un bufón en la antigua venecia.

-Después de todo, ya sé donde queda la enfermería.- Sonrió burlón, dejando en claro que no tenía intenciones de terminar el tour.

-Espero dedicarte alguna canción pronto.- Ah, era justo este tipo de gente la que Eiji más disfrutaba molestar, tanto que podría regocijar su alma en cada expresión carganda en sinismo, frustración o rabia que saliera del otro.

Cuando Eiji se detuvo Michael no lo imitó caminando unos cuantos pasos más a pesar de que lo había visto. Volteo lentamente, sin cambiar su expresión a pesar de las ofensar que le estaba diciendo el menor, solo se le quedó mirando escuchándolo, jugaba un poco con el cigarillo con sus dedos. Meditaba mucho sus palabras y podia dar por terminada esa reunion como había dicho el chico pero en vez de eso le dedico una sonrisa, amplia, que incluso podia ser un tanto desafiante.

-Puede ser que yo juzgo sin conocer pero eres igual tú ¿Piensas que estoy frustrado y soy un perdedor? Ya realicé mis planes con éxito y ahora están en proceso otros planes- se recargó en la pared aun mirándole con aquella sonrisa. Tenía que admitirlo él era un chico con actitud que no se dejaba guíar por las palabrerías de otra persona.

-¿Eh sido tan importante como para que me dediques una canción?-Al momento de preguntarle aquella sonrisa se desvaneció un poco mirando hacia el techo, pensando o tratando de decifrar la idea que su mente había procesado- Quisiera hacer este trabajo mas divertido. Hagamos una apuesta- Comenzó a decirle esta vez mirándole a los ojos, sus ojos lo miraban de manera un tanto desafiante.

-Estaré buscando exhaustivamente a alguien para ser su manager y con mis métodos lo llevaré a la cima del espectáculo. Tú puedes buscarte un manager y hacer que te lleve a la cima con tus métodos, quien logre el éxito hará lo que el otro le diga sin ningún límite, claro lo único que podría hacer sería suicidarme o matar a alguien- Caminó un poco hacia él, lo suficiente como para aún guardar distancia y ya no molestar más al chico que tenía enfrente- No sera necesario que nos veamos pues los resultados sera muy notorios ¿Aceptas el trato?

Solo lo observó, con total desinterés, como si lo que viera frente a él no fuera más de lo monotono que pasaba la televisión matutina. Y luego una risa. ¿Acaso intentaba poner su ofensa en su contra? Pues había una gran diferencia entre hablar del futuro de alguien, que de su presente o su pasado, pero qué ganaría intentando explicar algo como eso a una persona que se supone capaz de analizarlo por su cuenta y sin embargo, no lo hace.

-¿Importante? No. No escribo sobre lo que me es importante. Canto sobre la mierda del mundo. Y hoy aportaste a la causa.- Se comenzó a devolver en sus pasos, ignorando sus palabras y toda su propuesta. No había ningún interés por su parte en tan obsurda "apuesta".

-¿Acaso crees que eres lo suficientemente tentador como para pensar en apostarte? No me generas ningún interés. No necesito competir con alguien como tú, tengo mis propios motivos y mis propios estímulos. Sería bueno que encontraras uno a demás de un crío para comenzar a trabajar. -Dicho eso Eiji alzó una mano y con eso terminó por despedirse. Avanzó hacia el final del pasillo y dobló en la esquina del mismo, perdiendose de su vista, seguro y algo más aguardaba en ese edificio.

Solo se quedó escucando las últimas palabras que le decía, volviendo a sonreir levemente pues al final él era solo un crío y Michael ya había pasado por esa etapa en donde importaba una mierda los demás, lo único que importaba era el cumplir lo sueños a la manera de uno. Al ver que su tarea por fin terminó se incorporó –Eres un chico de grandes contradicciones, pero un gusto Eiji, que te recuperes pronto- Dijo en voz alta, un tanto divertido, si pero su voz parecía calmada, ahora que había terminado de llevarlo a la enfermería podia ir a fuera a tomar un poco de aire fresco, o utilizar esa excusa para volver a fumar un cigarro.

Estaba seguro que el chico iba a ser caso omiso de ir a la enfermería por lo que esperó en el mismo lugar hasta que lo perdiera de vista. Una vez que lo perdió de vista comenzó a caminar, de manera tranquila pues no tenía aún y de esta manera podría organizer las actividades que haría la proxima semana, algo que no sea papeleo, a lo mejor y comenzaria a ayudar en las audiciones para volverse a encontrar con personas interesantes como Eiji.