Canciones y terror (Abhijat)

No es que fuera un viciao ni nada por el estilo, era sólo que mientras él no estaba, en Internet se cocían un montón de cosas, y Rory sufría por no poder estar todo el rato enterándose de todo.

Estaba sentado en un banco del patio, con su flamante ordenador portátil, en su web favorita de vídeos para ver qué terroríficos vídeos nuevos habían puesto. Pensaba que de tanto ver creepypastas, vídeos y gameplays de terror se acabaría inmunizando algún día, pero qué va. Todavía le costaba un poco dormir con la luz apagada, y le seguían asaltando recuerdos repentinos de imágenes espeluznantes cuando se iba a acostar.

¿Y por qué no dejaba entonces de ver esas cosas? A veces lo hacía, en realidad. Él también necesitaba su descanso de vez en cuando. Pero al tiempo le asaltaba la curiosidad por todas esas historias que aún no había leído y todos esos juegos que aún no había jugado, y volvía a buscarlos. Como una droga, vamos.
Porque, como él mismo decía: hay diversión en pasar miedo.

Le pareció ver una cara conocida que pasaba por allí en ese momento, e inmediatamente lo llamó a gritos.

-¡Eeehhh, Abiiiiiiiiiiiii! ¡Ven aquí, ven!

-Hoy en día Internet se pilla en todas partes- explicó Rory, como si fuera obvio. Solía olvidar los pocos lujos a los que estaba acostumbrado Abhijat-. Ven, siéntate. ¿Quieres ver vídeos creepys?

Unos cuantos clicks por aquí y por allá y ya había abierto como siete pestañas con sus vídeos favoritos.

-Dios, éste es MUY bueno, te va a encantar: el fantasma de Disneylandia- dijo, y por la expresión de su cara quedaba claro que le encantaba hablar del tema-. Es una pasada. A ver, el vídeo no da demasiado miedo… pero… pensar que puede ser real… ¡es espeluznante y apasionante al mismo tiempo! Después se te queda como mal cuerpo, ¿sabes?

No era consciente de que diciendo esto, quizá podía provocar precisamente el efecto contrario: que el chico no quisiera ver el vídeo.

-¿¿Te gustan??- preguntó Rory, sin poder contener su alegría-. ¡Pues claro, hay millones! Bueno, de Pokémon hay a porrillo… pero claro, si no sabes lo que es Pokémon (que no lo sabrás), igual no tienen tanta gracia…

Rory le estuvo enseñando a su amigo unos cuántos vídeos más, el de la figura que cerraba los ojos, el de las marionetas que se movían solas, el vídeo que supuestamente morías si lo veías…
Y aunque él ya había visto antes la mayoría de ellos, constantemente pegaba un bote en su asiento del susto, o ahogaba un grito, y alguna vez hasta escondió la cara en el hombro de Abhijat diciendo cosas como: “Dios, no puedo ver esto…”

-Si quieres también podemos ver algún gameplay…- se le ocurrió de repente-. ¡No, mejor! ¿Quieres que juguemos a algún juego creepy? ¿A Slenderman? ¡Te va a encantar, ya verás como gritas!

-Es un juego de miedo, es muy sencillo de jugar- contestó Rory-. A lo mejor no da TANTO miedo como otros, pero te aseguro que da buenos sustos.

Tecleó en su ordenador buscando el archivo y abrió el juego. La musiquilla siniestra del principio comenzó a sonar.

-Hay que poner el volumen fuerte para que acojone más- dijo Rory, riendo.

Después le pasó el ordenador a Abhijat.

-Mira, vas a jugar tú- le dijo, enseñándole los controles-. Con éstos te mueves y con éste corres. Tu objetivo es coger las 8 notas y después escapar. Y si te pilla Slenderman… estás muerto. Es bastante jodío, la verdad, pero inténtalo.

-Nop, esa es la gracia- dijo Rory con una sonrisa misteriosa-. Y si quieres un consejo: no mires atrás. Nunca mires atrás.

Se inclinó sobre el chico para ver mejor la pantalla del ordenador.

-Oye, no se te da mal, ¿eh?- comentó-. Sí, eso es una nota, cógela, rápido. Y que sepas que cuanto más notas coges, más rápido va Slenderman y más difícil se hace, así que ten cuida… ¡AAAAAARGH! ¡ESTÁ AHÍ! ¡Corre! ¡Correeeee!- gritó dando un salto y agarrándose del brazo de Abhijat.

Rory no se esperaba la reacción de Abhijat a la aparición de Slenderman en el juego. Le había visto tan estoico mientras veían los vídeos de miedo… aunque precisamente para eso lo había puesto: para que se asustara.

Pero llegar incluso al extremo de tener que cerrar el ordenador le pareció excesivo, y no pudo evitar empezar a reírse a carcajadas.

-¡Joer, no pensaba que te fueras a asustar tanto!- dijo, entre risas-. ¿Ha sido demasiado para ti? Igual teníamos que haber empezado con algo un poco más… suavecito.

Rory hizo un esfuerzo por contener la risa. Abhijat parecía picado y le daba pena, pero le costaba dejar de reírse.

-Pues claro que he gritado, ¡pero es que lo tuyo es demasiado!- dijo, y le volvió a dar la risa tonta.

Cogió el ordenador y volvió a abrirlo.

-Vale, vale, dejamos Slenderman- dijo, cuando consiguió parar de reír-. Oye… no te habrás enfadado, ¿verdad?

En cuanto escuchó las últimas palabras de su amigo, le miró con infinita curiosidad.

-¿Cosas raras?- preguntó-. ¿Qué es lo que has visto? Vas a tener que explicarme eso.

Normal, a nadie le gusta que se rían de él, pensó Rory. Pero a Abhijat parecía habérsele pasado el enfado y no había rencores, así que Rory lo dejó estar, y simplemente escuchó la historia con muchísimo interés.

-Guau…- dijo-. Qué raro, ¿no? Aunque más que un fantasma parece un expediente X… eso de una luz repentina… y que desaparecieran… cómo mola…

Estaba entusiasmado con la historia, que por supuesto se creía totalmente, sin pensar ni por un momento que su amigo se la pudiera estar inventando.

-Pero no sé, cuenta más detalles, ¿no? ¿Cómo era el perro? ¿Cómo era la luz? ¿Te acojonaste mucho?