Un café (Libre)

Al salir de los breves minutos de la audición fue que su vista esta vez analizó con curiosidad los alrededores, prestando atención tanto a la estructura como a las personas del lugar. En eso fue que distinguió un salón en particular, la cafetería. Gente entraba y salía, y con ellas el olor a café llegaba hasta donde Eiji se encontraba, en efecto, un café no vendría mal para evitar esas oleadas de sueño que ahora mismo traía en sus párpados.

Sin pensarlo mucho se abrió paso tras la puerta de vidrio que daba la bienvenida al salón. Era amplio con varias mesas pequeñas puestas al azar y algunos mesones hechos, notoriamente, para grupos en particular. A medida que avanzaba, Eiji miraba cauteloso, ignorando las miradas que a él le devolvían. ¿Estarían perturbados de ver su estado?

Vamos, no es tan terrible, no hay sangre en ningún lado.

Avanzó hasta el mostrador para realizar su pedido, esperando su turno aunque solo fueron dos personas previas a él. -Un café irlandés por favor- Sacó el dinero y canceló de inmediato. Una vez su pedido le fue entregado buscó una de esas pequeñas mesas para poder sentarse lejos del murmullo de la gente.

Extrañamente, el lugar estaba sumamente lleno aquella tarde, por lo que le tomó un tiempo buscar un lugar sin mucho éxito.

Decidió finalmente, comprar un chocolate caliente y quedarse de pie, mirando alrededor en la cafetería. Sus ojos pálidos se posaban en las personas por breves segundos, sin realmente devolver la mirada. Finalmente, una mesa estaba desocupada, y cuando se dirigía a esta Eiji se sentó, dejándole a medio camino, junto a esta aún dudando si sentarse o no.

Finalmente respiró profundamente, apoyando una mano en la mesa "¿Puedo sentarme?" . Una mirada cordial, junto con una sonrisa casi dulce acompañó a su suave voz cuando se dirigió a Eiji. El rostro de Kota era el reflejo puro del cansancio, pero pese a esto, parecía amable.

"No...quedan más asientos, supongo que es un día... algo ocupado." añadió, tratando de justificarse.

Al alzar la cabeza y mirar a quién en esos momentos le dirigía la palabra tan descuidadamente fue que torció un poco el cuello y su único visible se encogió en un gesto de duda. ¿Y esa familiaridad o confianza? Seamos realistas, de todas las mesas ocupadas con una o dos personas, porqué ir a buscar al sujeto raro de las vendas y parches?

-Si de mí depende. No, no puedes sentarte. Me senté solo en ésta pequeña mesa por un motivo que estoy seguro puedes entender. Me gusta beber mi café solo y tranquilo. Seguramente alguna mesa se va a desocupar. - No tenía ninguna razón para ser amable, no le interesaba mostrar cordialidad y mucho menos abrir la posibilidad de entablar una conversación con un extraño. Eiji no era una persona que mirase primero el bienestar del resto antes que sus propios intereses.

Solo un café, un momento a solas y luego solo tendría que esperar los resultados de la audición del día para saber si aquel sitio se volvería uno más habitual para él o no.

"Entonces simplemente deberías beberlo en el pasillo." le dijo dejando de lado la apariencia tímida, mirándole con una expresión seria y ojos carente de emoción antes de sentarse.

Asumió que posiblemente el muchacho sumamente vendado frente a él no era más que un estudiante, o un integrante nuevo del lugar, puesto que Kotarou era sumamente observador y ya llevaba bastante tiempo trabajando en el lugar como para haber ignorado la presencia de alguien así.

Solía ser más amable, pero también podía simplemente hacer uso de su carácter directo, que solía reservar para cuando hacía clases.

Suspiró y bebió de su chocolate caliente una vez sentado, si bien habían varias mesas con una o dos personas, Kota se había dirigido a la misma porque la había visto vacía a la vez, siendo solo más lento comparado con Eiji.

"No te había visto en el sello." después de todo, comenzar una conversación no le molestaba en lo más mínimo al peliazul. "¿Eres nuevo o simplemente viniste a explorar?" dijo con un tono algo aburrido mirándole fijamente a los ojos, con una suave sonrisa en sus labios, siempre allí.

-Eres realmente un descarado.- Aquella clase de sujeto eran los que no le gustaban y la principal razón por la que prefería beber café solo.- Más bien hipócrita.- Y es que si le había preguntado, debería haberse bancado su respuesta y no poner esa actitud media desafiante y sentarse igual ¿para qué? ¿demostrar rebeldía o superioridad? Típico de las personas arribistas. No tenía que dudarlo, seguramente ese sujeto trabajaba ahí y en algún puesto relativamente seguro.

-Tal vez no entiendes bien el español.- Bebió de su taza e ignoró por completo las preguntas y la abertura de tema que el tipo había impuesto. ¿Qué le importaba a él lo que era o a qué venía? Así mismo, Eiji no tenía ninguna obligación de responderle a un completo desconocido.

La mirada única de su ojo vagó por las mesas, si alguna se desocupaba no tenía ningún problema en tomar sus cosas y cambiarse de lugar, a un lugar decente, y no al pasillo como había sugerido su interlocutor no deseado, con una evidente falta de lógica por su parte.

Al terminar la audición, se puso lo audifonos y busco ansiosa la cafetería tenia mucha hambre y a la hora de comer esta mujer no era nada tímida. Al llegar se percato de que el lugar estaba atestado.- odio hacer filas- dijo en vos baja mientras se acomodaba en esta

para su sorpresa la fila avanzo mas rápido de lo que esperaba.
-quiero sandwish de carne, un jugo personal y ese chocolate de ahí- apuntando a la repisa del fondo, la cual exivia una tentadora barra de dulce cacao.

lamento no haber llevado mas dinero para poder comprar otra cosas, sabia que eso no satisfaceria su hambre- que problema-

luego de pagar vio a su alrededor- necesito sentarme- volvió a mirar mas detenidamente- vio como un joven se paraba dejando un puesto vacío.-que suerte- susurro mientras caminaba.

al llegar ignorando completamente al hombre junto a ella se sentó y comenzó a disfrutar de su comida a una velocidad poco común. Al terminar se limpio la boca y miro hacia el frente.

se quedo perpleja al notar que no estaba sola y que ademas esta persona no era nada discreta, refiriéndose a su aspecto.

nerviosa bajo la mirada y se concentro en su música intentando convencer al persona frente a ella que aun no se percataba de su presencia.

Pero era difícil no querer mirarlo, las vendas que cubrían su cuerpo despertaban su curiosidad. Volvió a mirar - que le habrá pasado- se pregunto internamente.

sin verlo y aun con la cabeza gacha repasaba la imagen del joven en su cabeza. la idea de descubrir que había pasado era muy interesante. A pesar de todo ese vendaje pudo notar algo que quizás pasaba desapercibido para el resto -lindo rostro- sonó esa frase como una eco en su cabeza.

Se puso completamente roja e instintivamente se llevo las manos a la cara. Luego de unos segundo las quito y segura intento hablar con el joven junto a ella
-Buenos días-

La mirada satisfecha de Eiji vio marchar al sujeto que se había tratado de acercar, por supuesto, no era ni sería la primera vez en la que un episodio como ese se repetiría, siempre era igual. Por un momento se sorprendió al ver al chico voltear hacia él, pero al momento de mencionar la enfermería las cejas del aludido se arquearon en interrogación y una sonrisa burlona dejó escapar una suave carcajada.

¿Qué era esa consideración? ¿Un chiste? No respondió solo le dejó ir mientras él se volvía a concentrar en su café, mas al poco tiempo una nueva compañía llegó a él. Esta vez una chica que ni permiso pidió, simplemente se plantó ahí a tragar su comida como si él no existiese. ¿Realmente?

A diferencia de ella la mirada de Eiji estaba clavada en la mujer, no tenía por qué iniciar una conversación, pero le era interesante que, en un ambiente como ese, y en un lapsus menor a 5 minutos, dos personas diferentes optaran por sentarse en su misma mesa en vez de evadirlo.

¿Que les sucede?

Al momento en que la mujer abrió la boca una risa burlona se escapó de sus labios. No respondió al saludo, a cambio, apoyó su codo sobre la mesa y su rostro en su mano, como si estuviera obserbando alguna clase de bicho raro.

-Ustedes son poco comunes. Quizás no sea tan aburrido estar aquí después de todo.-

aun sin asumir que se había atrevido a saludarlo ya recibía una respuesta. A pesar de que no era lo que esperaba no parecía una negativa por lo que logro calmarse un poco.  

Muy bien te han respondido  y ahora que. Se preguntaba ante tan particular respuesta.

La verdad es que por su personalidad nunca logro encajar bien pero poco común era algo exagerado.

-En mundo rodeado de músicos es difícil encontrar gente común- respondió nerviosa evitando la mirada del joven

-De todas formas yo no trabajo aquí... soy nueva en la ciudad y vine por a dar mi primera audición-

Spoiler:

-Mhh- Su ceja descubierta se alzó como si considerara curiosa su respuesta. - ¿No es eso darle mucho crédito a los músicos, solo por ser músicos? Puedo apostar que la mayoría de la gente de este lugar son gente, común y corriente. - Mantenía la sonrisa en el rostro, divertido al haber notado que la chica parecía evitar su mirada. Solo cuando ella se atrevió a hablar de nuevo Eiji dejó que sus ojos bajaran de vuelta a su café, tomando un trago antes de mirar con indiferencia, como diciendo "¿Y quien rayos te preguntó?", mas incluso con esa actitud respondió de forma ligera.

-Yo tampoco lo hago, estoy en tus mismas condiciones. - Eso, si llegaban a buen punto, podría volverse algo interesante considerando que existía la posibilidad de que ambos quedaran seleccionados, eso, en el mejor de los escenarios.

-¿De qué has venido a audicionar?- Por supuesto, las formalidades como el nombre o incluso su saludo pendiente o una mayor atención por su parte, no eran cosas que Eiji considerara relevantes para ese momento.

La situación se volvía cada ves mas emocionante para la joven ya que por primera ves lograba entablar una conversación con alguien a quien no conocía.  

sus dedos jugaban nerviosos entre si  por de bajo de la mesa para no ser descubiertos.

-no lo se la verdad  yo no soy de este lugar y hasta ahora todo es nuevo para mi - mira hacia la pared al sentir que esta hablando demasiado

-aun que debo aceptar que la gente en la sala de audiciones si se venia bastante común- continua decidida a no dejar la conversación a medias.  

-a y vine a audicionar como vocalista- termina esta ves muy emocionada, al parecer la idea de cantar llenaba su alma de un felicidad casi infinita

Vocalista. Su mente repitió aquello un par de veces, sumido en el silencio externo a tempo con el trago que bajó su café hasta la mitad. Entonces iban a por lo mismo.

La mirada de Eiji volvió a inspeccionar a la mujer, esta vez más detalladamente como si de ella intentara encontrar algo. ¿Qué tan buena sería su voz? ¿Quedaría seleccionada? ¿Cuales eran sus ambiciones al entrar aquí? ¿Sería otro de esos aburridos soñadores?

- Coincidencia. Hace un rato terminé de audicionar para lo mismo.- Su voz le hizo sonar como si en verdad no fuera la gran cosa, pero bien entendía lo dificil que era llegar a tener una oportunidad como esa en aquella ciudad. ¿Y qué? Solo necesitaban algo de perceberancia y estaba seguro que cualquiera podría lograrlo.

Otro sorbo más y su café se dio por terminado. Al acabar inspeccionó lo que la mujer había consumido. Un momento...- ¿No crees que estás partiendo mal si comes todo eso? Seguro y te vuelves un cerdo dentro de poco si sigues así.- Tan sutil como siempre.

No fue capaz de notar por que ni como pero algo en los gestos de su compañero de mesa cambio, la persona sombría que vio cuando termino de comer que poco a poco se fue ablandando ahora volvía.

Los ojos de la joven se posaron sutilmente sobre los de Eiji por primera ves intentando hurgar en sus pensamientos - ahora que pensé había encontrado a alguien agradable- pensó en un segundo transformando su expresión.

Al oír la primera afirmación no le tomo mucho tiempo resolver que el joven no era competencia para ella, pero no por que dudara de sus habilidades, si no mas bien por que por su aspecto no parecía generar el mismo tipo de interés.

Y por lo segundo realmente no le afecto, a pesar de que solía acomplejarse por su peso la cantidad de comida que ingería jamas le había traído consecuencias visibles y era el tipo de comentario que recibía muy comúnmente.
-No la verdad, la comida es algo que disfruto mucho y como puedes notar gorda no estoy - algo latió fuerte dentro de ella al decir lo ultimo.

-Mmm...- Ladeó la cabeza solo unos cuantos grados y sonrió como si estuviera diciendo "¿De veras?", mas de sus labios no salió ningún cuestionamiento. Aunque en sus adentros aquella mujer le había sorprendido, de alguna forma su físico y tímida primera actitud le habían anticipado que tal vez un comentario como ese tenía altas probabilidades de hacerla llorar, o al menos de recibir una cachetada, pero no, al contrario solo pareció no afectarle.

-Pero nadie asegura que mañana no lo estés, aunque claro, no es un tema que realmente me concierna, de hecho, no me interesa, solo me pareció propio de mencionar.- Enderezó su cabeza antes de cambiar un poco el tema.

-¿Ya audicionaste? - Suponía que sí. Dificilmente alguien vendría a comer así para luego ir a cantar, implicando los nervios y el propio metabolismo del cuerpo humano, no era una práctica muy recomendable.

Por su parte no había comido nada desde la noche anterior, ahora solo un café le ayudaba contra los efectos inminentes de su anemia, pero su organismo estaba acostumbrado a eso, de ahí su físico y estado de salud.

Comentarios desagradables sobre su peso eran normales, y a pesar de que la idea de que todo volviese a ser como antes le recogiese  el corazón no se dejaría intimidar por la primera persona que le hiciera memoria de su pasado. Al menos eso intentaría demostrar, su actitud había cambiado casi en un 100%  pero no podría olvidar fácilmente lo que era anteriormente de todas formas nadie debía saberlo.

Hasta ahora no lograba interpretar a Eiji, el joven en primera instancia parecía dar algo de miedo, luego por un momento se volvió completamente accesible y ahora la verdad ya no sabia pensar.

A pesar de todo se sentía feliz y satisfecha de que el joven siguiese hablando con ella y no la dejase sola como pensó que seria.

-si estoy un poco nerviosa por ello aun- responde, y luego duda sintiendo que era una respuesta muy elaborada y que su receptor quizás no le interesaba saber mucho de ella.

Detiene un poco sus pensamientos para respirar con calma mientras revisa el lugar a su alrededor. -Sera hermoso trabajar aquí- dice internamente.

Temiendo que la conversación fuese llegar a su fin respira profundo tratando de ser discreta claro, no debía saber el joven que ella se sentía complicada -Por cierto ¿como te llamas?- pregunta mirando hacia otro lado intentado hacerla parecer una pregunta casual.