Has to start somewhere [Privado Tsubasa]

—Disculpe, quisiera un cuarto para una persona…—

Estaba en ese karaoke de nuevo, para él era normal que, apenas terminaran las clases, fuera directo al karaoke a practicar su canto. Después de todo, para él no era tan sencillo cantar frente a varias personas… y no es como que tuviera amigos con los que hacerlo…

Camino calmadamente hacia el cuarto de Karaoke.


Desde que se despertó ese día, volvió a sentir esa necesidad de cantar, pues tuvo de nuevo ese sueño donde estaba en ese concierto. Solo que estaba el problema de que no se sentía muy cómodo aun cantando con su clase…

Recuerdos llegaron a su mente, recuerdos que rápidamente volvió a empujar a lo más profundo de su memoria.

Antes de llegar a esa escuela, cuando aún estaba en su ciudad natal, no había nadie que quisiera o pudiera seguirle el paso cuando cantaba… ahora, en una escuela dedicada a la música, pensó que podría cambiar, pero…

Cerró la puerta del cuarto, y en la consola empezó a buscar una canción. Quería mejorar en cantar esta que había empezado a practicar. Tal vez ¡Hoy sería el día…!

¿Cómo podía pasar su tiempo libre sin verse como un holgazan? Esa es la cuestión.

Había sido un día relativamente tranquilo, la escuela no había sido cosa de preocupación, siendo el primer día, todo fue más un juego de introducciones y cosas para romper el hielo, lo usual en las escuelas, aunque de seguro en la mitad del año escolar todos estarían cansados, estresados y odiando a la gran mayoría.

Un suspiro salió de sus labios al pensar en eso, una realidad que él ya había vivido.

Tsubasa sacudió la cabeza, era una tontería preocuparse por el futuro, lo dejaría.

Cuando salió del terreno escolar, una idea le vino a la cabeza, ¡El karaoke sería su mejor opción para pasar un buen rato! Podría divertirse, prácticar un poco sus habilidades, también disfrutar de un rico plato de fideos y una fría soda de melón.

Ya con su perfecto plan, caminó al karaoke que se encontraba más cercano para no perderse y no tener que recurrir a alguna aplicación para encontrar su camino.

Al entrar al local, pidió una sala solo para él, siendo asignado rápidamente a una vacía, se acomodó en el amplio espacio, empezando a hacer la selección de canciones, sin poder evitar escuchar una emotiva y hermosa voz justo al otro lado.

Sin pensarlo mucho, dejó la habitación solo para invadir la del contrario, su mirada fija en él, dejando que terminara su canción solo para tomarle las manos. —¡Tu voz es impresionante!— lo elogió, esa había sido su primera acción impulsiva del día.

Aún no había procesado que alguien entró al cuarto de karaoke donde se encontraba, mucho menos que esa persona estuviera sosteniendo sus manos. Parpadeo una vez. Dos veces. Tres veces.

—... ¿Eh?—

Sobresaltado, lo primero que hizo fue dar unos pasos hacia atrás, soltando las manos del otro en el proceso, claramente ya registrando lo que estaba sucediendo. Yuri no estaba acostumbrado al contacto físico de nadie que no fuera su familia. Ni siquiera estaba acostumbrado a que alguien fuera de esta le estuviera dirigiendo la palabra. Esto era demasiado para él. Aunque al notar lo que hizo, se inclina un poco, avergonzado.

—¡D-disculpa!—

Da un respiro para tranquilizarse un poco, notando el uniforme que el chico lleva puesto. Era el mismo que Yuri tiene puesto, el uniforme de la Escuela Musette. Él aún no conoce bien al resto de sus compañeros, siendo nuevo y siendo alguien que… que en realidad no llama la atención.

—Um…— Empieza a decir, con su clásica voz suave, mientras baja un poco la mirada. —Disculpa… Ahm, aun me falta mucho por mejorar, realmente no creo que cantara tan bien… Pero, gracias…—

Le da una sonrisa, le alegraba que alguien pensara que tenía buena voz, pero aun estaba muy detrás de todo, muy lejos de eso que está buscando…

—Em… Pero ¿Quién eres…? Y… ¿Por qué… Por qué estás en este cuarto…?—

Parcialmente, porque no entiende el porque alguien hablaría con él para iniciar, en otra parte curiosidad… Y en otra parte porque está a nada de entrar en modo de huida.

Tsubasa al ver como el contrario se echaba para atrás de una manera tan rápida, se dió cuenta de la magnitud de su impulsividad, iba a inclinarse para disculparse apropiadamente, pero, el de cabello azulado lo haya hecho primero, ¿Por qué?

A pesar de haber convivido de cierta forma con humanos, no podía entenderlos.

Negó con la cabeza ante la disculpa del otro, no, al él no le correspondía ese acto, ¡Era algo que encontraba sin sentido! Sus ojos se fijaron en aquel compañero, como si quisiera descifrarlo de esa manera, no sabía exactamente como proseguir en ese momento. —¿Ah?— fue lo único que pudo decir antes de que la realización lo golpeara de lleno, ¡Era de esos humanos tímidos! Una suave risita salió de él, al parecer había tenido un acercamiento bastante directo con él.

Sabía que no era la manera apropiada de proseguir eso, pero, era algo inevitable.

Cuando logró calmarse por su propia falla, se inclino ligeramente con solemnidad, un gesto que claramente le correspondía, ahora no solamente por haberse colado en aquella habitación de karaoke, sino que por reírse de si mismo, de la situación que había creado y por el malentendido que pudiera generar su propia reacción.

—Lamento haber llegado de la nada sin tener consideración alguna, solo me llamó mucho la atención tu voz.— se disculpo junto aquella pequeña reverencia, después de unos segundos, se enderezó y le dedicó una sonrisa, estaban a mano.

Y justamente se dio una palmada en la frente, recordando que algo se le había escapado de todo lo que había pasado en tan solo un par de minutos; su nombre.

Normalmente se hubiera presentado antes, pero las circunstancias no lo dejaron.

—Mochizuki Tsubasa, el ex-...— se detuvo a si mismo de completar aquella frase, se supone que ahora era un simple alumno de academia, se aclaró la garganta, para poder pasar página. —... ¡El excelente compañero de clases...!— se rectificó.

Quedó más que confundido ante la risa del otro. ¡¿Acaso dijo algo mal?! No solo quedó envuelto en una situación incómoda, ¡Si no que la hizo peor! Estaba a nada de solo salir y buscar donde ocultarse cuando vio al otro disculparse. ¿En… En verdad entro a una habitación rentada ajena solo por su voz? Aunque quería agradecer, una parte de él sentía que eso no podía ser posible…

—A-aun me falta mucho por mejorar, en verdad… No estoy ni un poco cercas de cantar como debería…— Además de que el simple hecho de que alguien lo escuchara cantar en general le sigue pareciendo aterrador.

Pero en eso es sacado de sus pensamientos por el abrupto movimiento del chico. ¿Por qué se dio una palmada en su frente? ¡¿Algo está mal?! Aunque no pudo sumergirse de nuevo en el huracán de pensamientos que era su mente en estos momentos, pues el otro volvió a hablar, esta vez para ¿Presentarse…?

Ah, verdad, le había preguntado al de cabello morado quien era hace un segundo. Aunque su presentación…

—¿Excelente…?— Era realmente bizarro para él que alguien se presentara de esa forma. Aunque se nota que es un muchacho muy animado… Era demasiado animado, demasiado para alguien como Yuri. —Ho-Hoshikawa… Hoshikawa Yuri…— Dice con un tono de voz bajo, mientras mira hacia el suelo.