¿De vida o muerte? [Priv. Raum, Dandelion, Drayden]

No quería obligar a Dan, nunca fue mi intención, que me odiara de nuevo no era una de mis opciones, ser rechazado no me agradaba para nada, pero si me permitía aún estar a su lado era suficiente para mi... Obligarlo en este estado no era difícil, yo era más poderoso, podía controlarlo como un muñeco, cosa que provocaba en mi un placer, como al mismo tiempo un miedo.

Extendí mi mano para poder tomar la suya, solo quedaban algunos pasos para que nuestras manos se tocaran, era tanta felicidad la que sentía, por fin nuestras pieles se tocarían, por fin tendríamos una conexión de nuevo, pero no me percate que al mismo tiempo de mi emoción, baje completamente mi guardia, los pies de Dandelion se congelaron, su andar seso, mire por encima de su hombro y todo el lugar estaba cubierto de hielo.

El maldito lagarto estaba usando sus poderes ¿contra mi? el miserable ser, estaba contraatacando, creyéndose mucho porque su raza tiene bendición del innombrable...


- "¿Vas a dejar de jodernos el día?"

HA! solo lo mire con más desprecio del anteriormente dado...que se creía este miserable ser al hablarme de esa manera, podría exterminarlo en dos segundo si así quisiera pero seria totalmente contra producente con el tema de Dan...

-Ya vuelvo, discúlpame por mostrar tan bajo espectáculo..-le dije a Dan, ahora me dirigía completamente al estorbo detrás de él.-Niño pórtate bien, muestra respeto, nadie me habla de esa forma..  
Camine en dirección al chico que ya mostraba sus verdaderos colores, pelo blanco, cuernos sobresaliendo de el, ojos  negros como el abismo con una laguna azul en medio, sin duda una apariencia tan hermosa como se les rumorea, pero a mis ojos no son más que criaturas engañosas y desagradables...

No me dejaría intimidar por alguien de tan baja calaña, hice aparecer mi bastón, tome el mango con ambas manos y por delante de mi golpee el piso, haciendo desaparecer todo el hielo a nuestro alrededor, Dan también fue liberado de este pero no de mi encantamiento.-Hasta aquí tus truquitos niño....-mi paciencia se había acabado, no dejaría que nuevamente uno de su especie arruinara todo lo que había  logrado...
me encamine en dirección del peliblanco y me coloque frente a él y sin perder mi tiempo ya lo tenia acorralado del cuello en una pared cercana, sus pies colgaban.

Spoiler:

-Mueve un misero dedo y le corto la cabeza a Dan, luego ira la tuya.-sabia que no iba a poder negarse a esa petición, me hizo caso, cosa que me dio risa, y solté un par de carcajadas, cuando empecé a apretar aún mas mi agarre, notando como se le iba el aire al chico frente a mi.

-solo desaparece...-nuevamente baje mi guardia al sentir el placer de querer acabar con la vida del chico y cuando estaba a punto de desmayarse escuche una voz.

Entendía a medias lo que estaba pasando entre Raum y Dominik, fui completamente olvidado aquí incapaz de mover mi cuerpo, cosa que no me agradaba para nada, trate de forcejear nuevamente pero fue inútil, ¿y si usaba una bomba? tenia un par en mi bolsillo, pequeñas pero a gran escala, pero era inútil, de seguro terminaríamos todos debajo de los escombros y yo aún atado con lo que sea que estaba usando en mi.

-"Mueve un misero dedo y le corto la cabeza a Dan, luego ira la tuya."

Me tense, por lo que Raum había dicho, porque sabia que no era cierto, no podría matarme, era simplemente para amenazar a Dominik y que bajara por completo su guardia, mire como pude la situación y lo que vi hizo que me hirviera la sangre, Raum tenia a Dominik, que estaba en una extraña forma, pero eso no era importante, Raum lo tenia del cuello, El chico no peleo, no se si tramaba algo o no pero algo en mi hizo que no pensara en nada más que querer salvarlo.

-Raum Más te vale soltarlo si no quieres que corte cada una de tus extremidades.-ví como me miraba unos segundos para simplemente volver a ignorarme, estaba cabreado, ¿Cómo se atrevió a ignorarme por completo?, le cortare la lengua cuando sea capaz de soltarme.

Mire la situación, ya no era favorable, ni había tiempo para pensar en una estrategia, Raum tenia al chico por los aires, de él comenzó a salir una neblina roja, no entendía nada, pero ya no más, escuche un quejido, lo más probable es que fuera de Dominik y yo no podía hacer nada...

¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué hago?¿Qué hago?¿Qué hago?¿Qué hago?

Sentí mi cuerpo arder, algo en mi me quemaba, no sabia si eran las ataduras de Raum o era yo quemándome desde dentro, el calor fue insoportable y fui perdiendo mi conciencia.

Dandelion dejo salir un grito de furia y al mismo tiempo era desgarrador, dejo salir de el un humo tan negro como el abismo al mismo tiempo que se liberaba del hechizo puesto en el como si de papel se tratase, el suelto comenzó a temblar, las paredes lo siguieron, luego el techo comenzó a caerse en pedazos y cuando se disipo un  poco la niebla se logro ver la apariencia del alto.

Spoiler:

Narrador
Estaba en silencio mirando la situación, no movió ni un musculo, tampoco dijo nada, su mirada no se apartaba del peliblanco, pero no demostraba enojo, ni mucho menos cariño, ni siquiera una pisca de compasión por el chico, pero esto no se sabía si era por no querer saber nada de él o porque a pesar de estar mostrando su apariencia no recordaba para nada quien era Raum para él o de donde lo conocía realmente...

El peliblanco quiso decir algo pero no le dio tiempo a nada, la sombra de Dandelion era la que se estaba moviendo por él, una mano gigante ya estaba por debajo del chico, salió por encima de él y lo tiro lejos, no demasiado pero salió del edificio. Por fin Dandelion movía un musculo, miro al chico que estaba siendo estrangulado anteriormente y que ahora se encontraba en el piso, pero paso de él, como si no supiera quien era, solo camino como si fuera un muñeco sin alma en dirección del hombre que lo hizo volverse así.

Cuando llego donde se encontraba el agujero que dejo en el edificio del frente se dirigió a él, sin esperarse que salieran disparado directamente a su cuello. Raum mientras agarraba su cuello con fuerza pero no con verdadera fuerza, le gritaba cosas que el mayor no escuchaba, solo era capaz de ver como abría y cerraba la boca mientras lo miraba con odio, al mismo tiempo que comenzaban a brotar lagrimas de sus ojos, pero esto no hizo que Dandelion volviera en sí o se detuviera, tomo al peliblando de los brazos y con una llave lo lanzo nuevamente lejos de él, con una fuerza sobrehumana. Ahora no solo era la cafetería la que se encontraba en ruinas, si no que varios locales a los alrededores.
Volvieron brotar del mayor las sombras que tomaban diferentes formas, como animales, monstruos, personas, manos, rostros, se movían como saliendo de Dandelion, se movieron a una velocidad inimaginable para volver a levantar al peliblanco y cuando iba  a ser lanzado este se libero cortando su agarre y se lanzo al ataque. Dan termino en el edificio del frente, pero no hubo ni una pisca de preocupación, se levanto y comenzó su caminata robótica al chico otra vez, dejando ver no solo monstruos de su sombra si no que su apariencia mitad no humana.

La calle comercial era un desastre, todo se estaba derrumbando, el suelo en ningún momento dejo de temblar, las personas corrían, gritaban del miedo, muchos se habían quedado bajo los escombros, no solo los edificios eran eran el problema, el suelo se abrió, el cielo ya no era azul, había tomado un color carmesí, a la vez que Dandelion y Raum tomaban cada  vez forma menos humana para seguir peleando como si no estuvieran en presencia de los humanos.[/i]

Me encontraba atrapado en una lucha que iba más allá de mi comprensión. Mientras Raum me sujetaba con una fuerza sobrenatural, sentía una mezcla de frustración y determinación. Sabia que debía mantenerme alerta.

Las palabras de amenazaba resonaban en mi mente, aun así me negaba a cedes ante el miedo, mi mente trabajaba a toda velocidad, buscando una oportunidad para actuar y de esa forma poner un fin a la situación a la que me encontraba.

Sin darme cuenta, Dandelion se veía bien después de todo, pudo liberarse de esa clase de hechizo el cual estaba atado, sentí un leve alivio, dejando totalmente de lado en el peligro el cual me encontraba. De pronto esta batalla tomo un giro aún más desconsolador, observe con asombro como Dan se transformó, ya no era el mismo que antes y venia con un aura totalmente diferente hacia nosotros.

Quedé totalmente apartado de esta lucha, casi como si no hubiese estado desde un principio, a mediada que la calle se convertía en un campo de batalla, me sentía atrapado en medio de fuerzas que iban totalmente fuera de mi comprensión, sin embargo, en mi interior ardía en rabia, ese fuerte sentimiento el que no era nada lejano. Mis heridas eran mínimas, obvia olvidado lo incomoda que era la auto regeneración de mi cuerpo. La lucha entre estos dos seres no se detenía en lo absoluto. ¿Qué debería de hacer? ¿Me uno a esta pelea? ¿Por qué Dan tiene una imagen tan demoniaca? Tenia más dudas que planes en estos momentos.

Mientras la calle y los edificios se iban derrumban tras la lucha, iba siguiéndoles el rastro sin cambiar mi imagen, ya que no estábamos seguros,  tenia que estar alerta ante cualquier cosa, Raum no se veía muy bien del todo, ¿Estaba llorando?
Dan no tenia nada de compasión con el peliblanco, por mi lado estaba simplemente asombrado de la fuerza ajena, era algo que nunca me hubiese imaginado. Veía como la gente apenas quedaba alrededor, un flashback pasó a mi vista, la destrucción de mi hogar, sentí un frio inmenso recorrer mi espalda, sacudí mi cabeza, tratando de que estos terrores y miedos no se apoderaran de mi. Me acerque más a Dandelion, con una distancia considerable por precaución.

- Hey Dan, ¿Qué tienes planeado? ¿Golpearlo hasta que se desvanezca?

Esperaba alguna reacción del pelinegro pero ni siquiera me notó, quedé perplejo, ¿Y si alguien más lo estaba controlando? realmente no estaba comprendiendo nada.

De todas las cosas de las cuales el lucero caído podía llegar a imaginar que ocurrirían en su día, lo que menos logró prever era tener que dejar de lado su sesión de Spa de la semana por que unos pequeños berrinchudos habían comenzado un escándalo en nada más, ni nada menos que el centro comercial de la misma ciudad en la cual había venido a entretenerse. Que fastidio resultaba tomarse unas vacaciones del limitante inframundo al cual había sido condenado, para tener que venir a ejercer orden y autoridad en donde él había planeado ser el mismísimo caos andante. ¿Podría entonces culpar a sus becerros perdidos? Claro que sí. La falta de inteligencia y pulcritud le molestaba y no se esforzaba por disimularlo. El señor de las tinieblas no era un ser de paz, ni mucho menos alguien que evitara el conflicto, pero había una diferencia entre ser el señor del caos y la perversión, a ser simplemente un atisbo de terremoto infernal sin explicación. Incidente que ahora mismo dejaba en evidencia la existencia de demonios y tanta otra criatura no humana que, al igual que él, alguna razón tenían para estar habitando Glass City.
A penas las presencias se desataron más allá de lo que él consideraba un límite prudente, hizo uso de sus poderes para dejar, sin rastro ni recuerdo, su lugar de Spa, presentándose en medio de aquella avenida casi por completo destruida, rodeado de sombra y fuego, además de una poderosa y asfixiante presencia que parecía aumentar la gravedad de todos los cuerpos en varios kilómetros a la redonda y detener los latidos de todo corazón. Era intimidante, desde luego. Después de todo era el amo de las tinieblas y del mismísimo infierno. Su molestia era ira en el sentido más puro de la palabra, y el silencio en medio del caos se volvió absoluto apenas sus pies tocaron el suelo destrozado.
- Fiuuu~ - Silbó mientras el fuego y las sombras se diluían a su alrededor, dando la ilusión de que su cuerpo había aparecido ahí de la nada, como un gran truco de magia. Vestía completamente de blanco y llevaba el cabello amarrado. Aunque aquella apariencia no era su original, sabía que no necesitaba presentación ante los que eran como él.

Spoiler:

Sacó un cigarrillo y lo encendió con inmensa tranquilidad, completamente ajeno a su molestia.

Spoiler:

Su vista se posó en las dos caras familiares mientras inhalaba en 4 tiempos el humo del cigarrillo. Luego se fijó en el tercer rostro, uno que jamás pensó volver a ver de nuevo después de cierto inevitable, incontrolado y completamente ajeno a sus deseos, suceso de exterminio.
Dejó ir el humo de sus pulmones con lentitud antes de que su voz, ronca y a la vez melodiosa, resonara con autoridad por cada escombro.
- Qué sorpresa. De todos los posibles culpables de tal escándalo, nunca pensé que me encontraría con algunos que, de hecho, consideraba inteligentes. -

Cuando el primer golpe llegó a mi mejilla, no lo sentí, solo fue como una ilusión, no, como si no fuera real... El segundo golpe me hizo caer en la realidad, fue como si algo atravesara mi alma, ni tener que sacarme mi propio corazón dolaría tanto como era estar recibiendo una paliza del mismo Dan... No quería aceptarlo, podría hacerlo si fuera por un error que mereciera, pero ¿esto? ¿Por proteger a uno de ellos? nada me hacia sentir una tristeza tan grande como aquello que estaba sucediendo, solo podía recordar la vez que escogió a uno de ellos por sobre los suyos, por sobre mi...jamás entendería porque siempre la gente indigna se atravesaba en mi camino, en nuestro camino.

Me levante del lugar donde había terminado y con fuerza me lance al cuello del pelinegro, sin contener mi fuerza, sabia que no me comparaba con él, pero podría darle pelea si fuera necesario.-Vuelve, por favor vuelve a mi, a nosotros, a tu gente, Dan, no... ¡LORD DANTALION!.-mis lagrimas no se contuvieron, sentía tantas emociones que salieron sin que me diera cuenta, pero su mirada no cambio, siguió como si de un trance se tratara y me ataco, ahora sabia que no era el en su conciencia, por el tema de perder la memoria debió tener una desconfiguración aún mayor, todo es culpa de él, por no ayudarme a hacerlo correctamente.

-Mierda...es difícil hacerle frente.-De Dan salían sombras con forma de criaturas, como si tuvieran vida, peo saque de mi alas y pude no solo esquivarlas en vuelo si no que también las cortaba, pero se volvían a formar, como las cabezas de una hidra...era imposible acabar con ello...-¿Qué? no puede ser.- sentí una punzada en mi cabeza, mis alas se desaparecieron y caí, pude lograr planear antes de caer en seco al pavimento, sin duda un poco de sus poderes de control mental estaban volviendo, a pesar de estar sellados, no era nada bueno, eso lo hacia prácticamente imparable.

Los golpes siguieron, le grite un par de veces para que volviera en sí pero fue imposible, ya no podía hacer nada, ¿Qué se supone que hiciera con uno de los lord más fuertes del inframundo contra mi...
Me defendí como pude, los edificios solo Caían, el cielo era de un carmesí, me recordaba un poco a casa, ojala solo pudiéramos volver aquellos tiempos donde esto se consideraría una tarde de practica, con sonrisas y bromas entre nosotros...una nostalgia volvió a invadirme junto con la llegada de un golpe que hizo mi cabeza zumbar, ¿quizá solo debería dejarme matar por mi señor? Pero algo en mi me hizo volver a mis sentidos, él no era él, por lo que sería una vergüenza dejarme matar en su estado y que el mundo supiera, al igual que seria un problema para mi no ser recordado jamás...

No se cuento tiempo llevábamos dando golpes, si intentaba ir en dirección a la sucia lagartija no podía avanzar ni un metro antes de que lord Dan con sus sombras lograra alcanzarme, era increíble, no estaba ni usando la mitad de su poder por culpa del sello y no podía pasarle sin usar uno que otro truco a pesar de estar mediamente transformado.  Por algo era tan importante y respetado por todos, por algo en mi puede generar aquellos deseos...

Estaba cayendo, una de mis alas fue gravemente herida y termine en el frio suelo, dejándome sin opciones, ¿tendría que sacar de mi todo el poder para terminar esto? pero ¿seria suficiente para que volviera en sí? nada estaba claro...me deje estar en ese frio lugar, cuando estaba por rendirme, se sintió una presencia, era imposible no darse cuenta a quien pertenecía, Dan se quedo quieto, al fin se veía calmado a pesar de seguir inexpresivo y se giro mirando a un lugar especifico, lo seguí con la mirada para terminar viendo al mismo lugar, rodeado de sombra y fuego, dejando muy en claro con su presencia de quien era. El lord entre los lords, la criatura más temida, no solo en la tierra o en el cielo, si no que en el mismo infierno, no todos eran capaces de estar ni siquiera en su presencia, amo de las tinieblas y del mismísimo infierno, Lord Lucifer...

Por un momento me quede pasmado, me parecía aún más irreal que él apareciera frente a nosotros, pero mi shock duro poco, luego de escucharlo, volví en mi...


"- Qué sorpresa. De todos los posibles culpables de tal escándalo, nunca pensé que me encontraría con algunos que, de hecho, consideraba inteligentes. -"

Y desde mi sitio en el suelo no pude contener mi enojo dirigido a él.

Spoiler:

-Pido disculpas por presentar tal espectáculo, pero me parece que todo esto se hubiera evitado si ud hubiera hecho el sello sobre Dan y no yo... le dije que mi poder con aquellos sellos mentales no se comparaba con el suyo....- aunque estuviera en el suelo mi mirada un poco desafiante no se aparto de él, aunque su precensia hiciera que estuviera no solo alerta, si no que altamente incomodo.

Sentía el cuerpo pesado, me dolía los brazos, pestañe, no entendía nada, lo que recordaba era que estaba atrapado en un tipo de ¿hechizo? puesto por Raum, cosa que no entendía, sabia que existían criaturas sobre humanas pero que uno de ellas fuera Raum no me lo creía, no tiene sentido que no me diera cuenta de su magnitud.

Volví a pestañar, ahora veía a mi alrededor, ya no estaba amarrado, estaba arrodillado(modo caballero) en medio de escombros, en la calle, Raum a unos metros lejos de mi, con su cabello blanco, hablándole a un hombre de cabello oscuro y de traje blanco, que obviamente no era humano, nadie normal tenia aquella presencia, me hizo poner la piel de gallina solo verlo. Un dolor punzante recorrió mi cabeza, no pude evitar llevar una mano a ella, y ¿Dónde estaba Dominik? lo ultimo que recordaba era que Raum estaba a punto de acabar con su vida ¿no era posible que lo haya logrado verdad? la duda no me dejaba en paz, llegue a sentir nauseas de solo pensarlo,  por lo que decidí tomar la iniciativa e interrumpir lo que sea que aquellos hombres lejos pero cerca de mi hablaban.

-Disculpen, perdón sí interrumpo su conversación .-Sin darme cuenta estaba hablando más formal de lo quería sonar.-pero ¿Qué es lo que sucedió? y Raum ¿Dónde esta Dominik? .-mis ojos pasaron del pelinegro al peli blanco volviendo la mirada un poco violenta.
El silencio me hizo estar un poco nervioso, prácticamente me dieron nauseas al solo pensar que quizá el ojiazul ya no se encontraba. Pasaron un par de minutos donde solo hubo silencio, el hombre de blanco y Raum intercambiaban miradas sin decir palabras, cosa que me provocaba más nerviosismo.

Mis manos temblaban, ya no sabia sí quería escuchar la respuesta a mi pregunta.

Observé a Dan con atención, notando la confusión en sus ojos al ver mi forma de semidragón de cabello blanco. Suspiré internamente, consciente de que la imagen que Dan tenía de mí no coincidía con mi verdadera naturaleza.

- Dan...

Comencé a hablar con una voz tranquila pero firme, tomando suavemente una de sus manos y ofreciéndole la mejor sonrisa que podía en medio de aquella situación.

- Sé que esto puede ser confuso para ti, pero soy yo, Dominik. Aunque mi apariencia haya cambiado, sigo siendo tu amigo. Estoy aquí para ayudar y descubrir qué está pasando. Me siento igual de confundido que tú.

Volviendo a mi imagen "normal", la que había creado para adaptarme a esta ciudad, me dirigí a el señor Lucifer con cautela, reconociendo la majestuosidad y el poder que emanaba de él como el gran señor de las tinieblas. Aunque en nuestros encuentros previos yo era simplemente un joven inexperto fuera de mi comunidad, sabía que debía mostrar respeto pero también determinación en su presencia. Sabía que mi imagen real solo era conocida por él, y esperaba que él entendiere eso para así poder vivir en paz.

Spoiler:

- Señor...

Mantuve una postura firme y le hice una leve reverencia, sin desear generar más conflictos. No era que odiara le odiase, simplemente detestaba estar cerca de este tipo de seres. No tenía nada en contra de él, pero si la raza el cual él dominaba.

- Disculpe las molestias, especialmente las generadas por mi compañero Dandelion. No era él quien estaba controlando su cuerpo. Es posible que alguien más esté interfiriendo en este conflicto. De nuevo, le pido disculpas por todo esto.

Hablaba con seguridad, manteniendo mi postura y sin bajar la mirada. Sabía que él era un rey, uno de los más importantes, pero su gran poder realmente no me afectaba. Yo no pertenecía ni al infierno ni al cielo.

El lucero no permitía reclamos, ni faltas de respeto. Si le habían desterrado a tinieblas inhabitables entonces sería el rey y señor de dichos páramos. No por nada su mayor pecado era el orgullo. Una risa que anunciaba la antesala de un desastre resonó en el aire, en los oídos, en lo más profundo de los cráneos de los presentes. Su segundo pecado, la ira, se materializó en la misma materia de sombra y fuego de antes, tomando la forma de su sombra, mutando al instante en la forma que había tomado su alma tras milenios incalculables pudriéndose en el abismo.

Spoiler:

No hubo temblores de tierra, ni demostraciones de fuerza sobrehumana, ni tampoco destrucción de cimientos, golpes o derramamiento de sangre. Todo eso fue condensado y provocado directamente al alma de Raum, mientras daba otra calada a su cigarro y avanzaba tres pasos para llegar frente a él, agachándose hasta quedar en cuclillas para apagar el cigarrillo justo en el centro de su frente. No buscando provocarle dolor, sino humillación.
- Mi querido esbirro, siempre he pensado que tú mismo te poner el pie para... ¿Cómo decirlo? Arruinar cualquier posibilidad de progreso en toda área de tu miserable vida. - el caído hizo una pausa para tomar al otro de sus cabellos blancos, jalarlo hasta casi rozar sus labios y exhalar el humo retenido en sus pulmones directamente en su cara. - Imagino que no querrás que todo tu esfuerzo sea en vano. - Hablaba de forma ambigua intencionalmente, pues para él era más divertido mantener ese suspenso, esa llave del secreto de una verdad que para el demonio ahí retenido, era más conveniente mantener oculta. - Después de todo, hacer o deshacer sellos es un juego de niños para los demonios poderosos. ¿Debería hacerte una demostración? Ah... aunque creo que con tanto escándalo hoy, sería premiar una mala conducta. - Una sonrisa burlona se dibujó sobre su rostro y su lengua bífida trazó un camino no consentido sobre los labios de Raum antes de soltar el agarre sobre su pelo. - Pero te prometo que si te comportas como un buen chico te daré un curso básico en mi tiempo libre.- Claro que el lucero mentía, disfrutando la situación, la burla, la ignorancia a la coincidencia que desafortunadamente ponía en desventaja al demonio frente a él y que, lamentablemente a él le parecía de lo más divertida.
- Dime Raum ¿Será que ayudamos a Dan con sus recuerdos? - su voz fue particularmente melodiosa al entornar esa frase.- ¿Será que el universo ha traído a tu puerta la peor coincidencia posible? - cambió a un timbre misterioso, juguetón- ¿Será que nuevamente intentas lo mejor de ti tan solo para obtener un resultado desfavorable y mediocre? -pasando luego a un tono triste, trágico y sobreactuado para finalmente acabar en un tono duro, profundo, lleno de cólera- ¿O será que por fin comienzas a pensar mejor las cosas antes de tener arrebatos estúpidos de un chivo recién nacido? - Y junto a su voz su mirada fue tal, que en silencio y sin necesidad de palabra alguna, el ángel caído le advertía de recapacitar de una vez si no quería que él mismo convirtiera a la fuente de su devoción y completa estupidez en mil trocitos que irían a parar directo a la panza de alguno de sus perros.
-Dicho eso mis estimados, la verdad es que esta ciudad me parece particularmente interesante. - Dijo girándose hacia los otros dos a quienes saludó con particular amabilidad y sin ningún atisbo de hostilidad al acercarse, dándole la espalda a Raum. - Precisamente ahora mis cachorros están en una búsqueda importante y yo estoy aprovechando mi tiempo para condenar el mayor número posible de almas humanas, por lo que, si no es demasiado pedir, preferiría que mantuvieran un perfil bajo. Tómenlo como un consejo. No es bueno atraer la atención de este modo mi querido dragón. - sus cejas se arquearon en una expresión de preocupación fingida, aludiendo casi imperceptiblemente a la gran tragedia de Dominik. - No tienes que disculparte ni preocuparte por Dan. Sé que él es más inteligente que esto cuando está en todos sus sentidos. - Se inclinó un poco para alcanzar el oído del muchacho "humano" que ahora estaba frente a él con la intención de que tan solo él pudiera oír su susurro - Tal vez sean estos dos los que te deban una disculpa, mi estimado príncipe. - el silencio fue absoluto por un momento.

Dominik me había tomado de la mano y estaba explicándome que era él en otra forma, cosa que mi mente entendía pero no esperaba para nada, al mismo tiempo sentía que no merecía tenerlo de la mano, menos de tenerlo junto a mi, algo en mi pecho apretaba tanto que sentía que iba a comprimirse hasta desaparecer.

-Dominik...de vedad que no entiendo nada...tú apariencia....-en ese momento el chico cambio a su forma original, o por lo menos a la que yo entendía como su forma original, me sentí seguro al tener su tacto, aún si mi corazón doliera como si fuera apuñalado.

Pero de igual manera no estaba entendiendo nada, pero nada de nada, Raum se encontraba inmóvil recibiendo un trato humillante por parte del hombre con traje blanco, que tenia una presencia temible, cosa que me ponía nervioso, al mismo tiempo que automáticamente mostraba respeto, quería decir algo pero Raum hablo cuando aquel hombre se estaba acercando a nosotros, ignorándolo, al momento de estar al lado de Dominik pensé que me diría algo, pero paso de solo mirarme a tocar el hombro del chico y susurrarle algo que no alcance a captar pero, la cara de Dominik cambio por un momento, sentí que hasta su aura estaba distinta.

--Disculpe.- me dirigí al hombre de blanco-no entiendo muy bien lo que esta pasando pero si terminaron de hacer sus trucos, me gustaria llevarme a Dominik de aquí.-mire en dirección a Raum.- Y de ese...

El hombre de traje me miraba intensamente, cuando pensé que diría algo, se escucho de fondo a Raum disculpándose nuevamente, pero no solo eso, invitando al hombre de traje a charlar en privado, al mismo tiempo que cambiaba de forma, ahora era una mujer, mismo colores de ojos y cabello, increíblemente hermosa.

-Ahí vamos con eso de nuevo....- me sorprendí de mi hablar, jamás había visto nada de esto, pero sentía que ya sabia sobre esto, aunque nunca lo haya visto cambiar de esa forma...

Dolor punzante en mi cabeza, no podía manejar ni mis pensamientos, de la nada pude ver un recuerdo, parecía que conversaba con alguien, cambiaba de formas para hacerme sonreír...

Volví en mi y seguíamos todos en el mismo lugar,  solo que ahora había un especie de portal al lado de Raum, y este estaba invitando al hombre misterioso a ir con el o ella o lo que sea que fueran estas creaturas a mi alrededor...

-Solo...quiero comer helado.-fue lo único que pude decir muy despacio a Dominik y su rostro paso de serio a uno que no entendía nada, como si yo fuera el raro de la situación.

Spoiler:

El regocijo en el rostro del ángel caído fue notorio, delatando un leve sonrojo en sus mejillas al ver la expresión compungida del joven dragón. Podía reconocer la confusión y la ira que sus ácidas palabras habían provocado.  Además de sembrar la duda y la desconfianza hacia los que ahora lo rodeaban, pues el de ojos azules no era tonto y las tendencias de las jugarretas del lucero eran bien sabidas por todas las criaturas, incluido el príncipe guardián de la tierra.
El divertido momento fue interrumpido por los lloriqueos del esbirro de Dan o así sonó todo aquel falso respeto con el que hablaba y sus desesperados intentos por mantener aquel "acuerdo". Qué inocente, pensó el lucero, después de todo eran demonios, ¿por qué diablos serían diligentes con sus promesas si el cielo se les ha negado?
-Entonces, mi querido Raum, procura no darme razones para pensar que sería mejor de otra manera y ya. No es tan difícil. -explicó tranquilamente mientras se volvía a girar hacia él y guardaba sus manos en los bolsillos de su pantalón con una postura bastante relajada. -¿Una audiencia en privado? - preguntó el de cabellos largos, alzando apenas una ceja. - Mmm, ya he perdido mi sesión de spa de la semana gracias a ustedes. Por lo que me queda parte del día libre. Solo procura no empeorar mi humor y estaré dispuesto a escucharte. -le advirtió de la forma más amable mientras abría un segundo portal y le guiñaba el ojo a la chica en la que se había transformado Raum, diciéndole silenciosamente que si quería hablar con él, sería él quién decidiría dónde y cómo.
-Espero encontrarlos nuevamente en mejores condiciones. -fueron las palabras de despedida del rey de las tinieblas para los otros dos antes de desvanecerse de la gran avenida destruída.

Al escuchar la solicitud de Dandelion de querer llevarme lejos de la situación, asentí levemente, compartiendo su deseo de alejarnos de la tensión que se estaba desarrollando alrededor. Pero esas últimas palabras, las cuales el gran señor me dedicó, no paraban de resonar en mi mente. Sumergiéndome en un abismo de inseguridades, miedo, rabia y muchas más emociones y pensamientos. ¿Acaso el mismísimo Lucifer quería hacer que desconfiara de Dandelion? Claramente no confiaba en Raum, entonces... ¿Esas últimas palabras eran acerca de Dan?

Mientras tanto, el señor de las tinieblas y Raum continuaban con sus interacciones, agregando más incertidumbre a la situación. Me estaba esforzando por mantener mi compostura, pero en mi interior solo me sentía abrumado por la confusión y la incertidumbre sobre todo lo que ha estado sucediendo en las últimas horas. Seguía observando con cautela la conversación entre ellos, sintiendo cómo la atmósfera se volvía cada vez más tensa con cada palabra intercambiada. La propuesta de una audiencia en privado despertó mi preocupación, aunque traté de ocultar mis dudas ante Dandelion para no aumentar así su angustia.

Mientras el Lucero se despedía con una aparente calma, no pude evitar sentir un ligero escalofrío recorrer por mi espalda. Las palabras del ángel caído dejaban tras de sí más interrogantes que respuestas, dejándome con la sensación de estar en un terreno desconocido y peligroso. Que no debía ni de confiar en mi sombra, en Raum, en Dandelion, quizás hasta volver a estar solo como antes, hasta que volví a mirar a Dan. Este se veía tan perdido... ¿Cómo iba a confiar en él? Si ni siquiera sabía de su propio poder. Él se encontraba tan solo como yo... No sabía que hacer o decir.

- ¿No crees que es mejor que nos tomemos un tiempo para pensar está situación?

Algo en mi ya quería salir corriendo, irme de aquí, alejarme de Dan, mientras que otra gritaba que me quedará, que deberíamos de ayudarnos mutuamente. Mi cabeza simplemente iba a explotar, dolía muchísimo. No quería dañar a mi amigo pero al mismo tiempo inploraba por cuidarme a mi mismo y no volver a salir herido. Todo este tiempo ni siquiera le he mirando al rostro, tenía mucha rabia y pena ante mis propias palabras.

Que era este sentimiento en mi pecho, algo dolía al mismo tiempo que sentía que podía salir de mi, tener tanto en que pensar me generaba un malestar en mis extremidades, estaban pesadas, no podía ni moverme a pesar de querer salir de allí.

aprete la mano que se encontraba unida a mi.

- "¿No crees que es mejor que nos tomemos un tiempo para pensar está situación?"

No me miraba a la cara, que mierda era todo esto, que se supone que debería pensar, mi broma del helado fue un total fiasco, no sabia ni que decir, ni que más pensar sobre lo loco que era tener un ser cambia forma viajando por portales con un señor en traje elegante.

-Yo...-me interrumpió una voz a lo lejos.

-"Tú no eres mi Dan, volveré cuando pueda verte en tu forma completa...nos vemos amica mea."

Eso fue ¿latín? lo entendía perfectamente pero era incapaz de recordar porque yo sabia Latín y peor aún porque Raum seguía insistiendo en tener algo "conmigo", lo vi irse por ese extraño portal, en el momento que se cerro decidí soltar la mano de Dominik.

-Yo creo que necesito un poco de espacio para procesar todo esto...y un helado, nos vemos en casa Dominik, si es que decides volver a ella...-y me aleje, a pequeños pasos, pero sin saber exactamente a donde mis pies me llevaban.