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Ojos que no ven... (Privado John Harrison)
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Ojos que no ven... (Privado John Harrison)
Cocinar nunca fue lo suyo, nadie le enseñó a hacerlo y la verdad, era un completo negado, necesitaba siempre de un libro de recetas si quería comer algo decente. Eos podía alimentarse de cualquier cosa, no era necesario cocinar los alimentos que terminarían en su estómago, su cuerpo era capaz de asimilarlos igual hubieran o no bacterias, virus o lo que fuera dañino, estuviera vivo o muerto, no sería la primera vez que a falta de comida saliera a la calle a comer insectos o incluso ratas, cualquier animal que se cruzara en su camino o lo que fuera comestible, todo es fuente de energía a fin de cuentas. Sabía muy bien que ciertas cosas no eran aceptables, aun si hacía un favor exterminando plagas con su hambre, sus vecinos le habían repetido una y otra vez que aquello no era normal, era insano, incluso por un tiempo le evitaron por creer que estaba loco; supuso que debía corregir ese comportamiento. Al llegar a Glass City supo que debía seguir la misma “norma” de comportamiento, igualmente asociaba aquellas criaturillas como alimento, menudo desperdicio…
En el supermercado las cosas se ponían interesantes, su sección favorita era la de pescadería, ver aquellos pescados de cuerpos brillantes, plateados, con esos ojos de mirada perdida hacia el vacío… le entraban ganas enormes de aplastarlos con el dedo, o sacarlos y juguetear con ellos, pero sabía que no debía, era mercancía y si algo aprendió desde el principio de su existencia, es que los productos defectuosos, con desperfectos, eran devaluados e incluso descartados, basura. En su día aquello fue un ser vivo, sería triste que su muerte hubiera sido en vano, ¿no?
- ¿Piensas comprar pescado o no? -dijo la señora de la pescadería, Eos ni siquiera se había dado cuenta del rato que había pasado admirando aquellas criaturitas brillantes y resbaladizas.
- ……..Uhm…. -alzó la mirada hacia la desconocida- ¿no? -inclinó la cabeza ¿a él qué le estaba contando? sólo vino a ver lo más interesante de la zona, ni siquiera escuchó las palabras que aquella señora contestó, automáticamente su atención volvió a centrarse en esos cuerpecitos, en sus ojitos redondos, la tentación era muy grande, demasiado… pero no estaba bien, debía aguantar. Miró con el rabillo del ojo cómo la mujer reemprendía su trabajo atendiendo a otros clientes, era su oportunidad. Esperó unos momentos, con la vista subiendo y bajando, de la señora a su objetivo y viceversa, y en cuanto vio que le daba la espalda…. ¡Zas! Su dedo se hundió en el ojo de uno de aquellos pececillos, y no contento con ello, dejó el dedo metido en la cuenca, removiendo lo que quedara ahí, casi haciendo una sopa grumosa con ello.
En el supermercado las cosas se ponían interesantes, su sección favorita era la de pescadería, ver aquellos pescados de cuerpos brillantes, plateados, con esos ojos de mirada perdida hacia el vacío… le entraban ganas enormes de aplastarlos con el dedo, o sacarlos y juguetear con ellos, pero sabía que no debía, era mercancía y si algo aprendió desde el principio de su existencia, es que los productos defectuosos, con desperfectos, eran devaluados e incluso descartados, basura. En su día aquello fue un ser vivo, sería triste que su muerte hubiera sido en vano, ¿no?
- ¿Piensas comprar pescado o no? -dijo la señora de la pescadería, Eos ni siquiera se había dado cuenta del rato que había pasado admirando aquellas criaturitas brillantes y resbaladizas.
- ……..Uhm…. -alzó la mirada hacia la desconocida- ¿no? -inclinó la cabeza ¿a él qué le estaba contando? sólo vino a ver lo más interesante de la zona, ni siquiera escuchó las palabras que aquella señora contestó, automáticamente su atención volvió a centrarse en esos cuerpecitos, en sus ojitos redondos, la tentación era muy grande, demasiado… pero no estaba bien, debía aguantar. Miró con el rabillo del ojo cómo la mujer reemprendía su trabajo atendiendo a otros clientes, era su oportunidad. Esperó unos momentos, con la vista subiendo y bajando, de la señora a su objetivo y viceversa, y en cuanto vio que le daba la espalda…. ¡Zas! Su dedo se hundió en el ojo de uno de aquellos pececillos, y no contento con ello, dejó el dedo metido en la cuenca, removiendo lo que quedara ahí, casi haciendo una sopa grumosa con ello.
Eos Inkblot- Ocupación : Sonidista
Mensajes : 76
Fecha de inscripción : 13/11/2017
Re: Ojos que no ven... (Privado John Harrison)
¿De que le servía al joven John ir a un supermercado?, ¿tenía que comprarlo todo cocinado?, no era un cocinero experto ni nada por el estilo, pero sabía defenderse y de vez en cuando experimentar locuras en la cocina. Pero por culpa de las "queridas" normas John no podía cocinar, bueno, tampoco lo había preguntado, pero siempre estaba todo hecho y siempre comía en el comedor de la academia. No tenía un sitio donde poder cocinar, y como no tenía amigos con casas, bueno, no tenía amigos, pues no tenía sitio donde poder cocinar.
John se levantó un poco mas pronto que de lo costumbre en un fin de semana, a eso de las dos de la tarde, -Que asco de madrugar- El joven miró la hora y se dio cuenta de que el comedor ya estaría cerrado, solo le quedaba malgastar su dinero en alguna maquina expendedora y llenarse el estomago de snacks y chucherías. O también tenía la otra opción que era ir algún sitio a comprarse la comida. Lo primero que pensó fue en algún sitio de comida rápida o algo que sirva comida para llevar, pero no tenía ganas de hacer un pedido o si quiera de hablar con nadie, así que terminó yendo a un supermercado.
El joven vestía un chándal gris y unas deportivas negras, tenía unas ojeras que le hacían parecer un zombie, Ah, y como de costumbre iba con sus auriculares el cual llevaba siempre a todas partes. "¿Por que tengo que malgastar el tiempo comiendo cuando podría dormir mas?." Cuando entró se quedó parado mirando a toda la multitud, cada vez se le quitaban mas las ganas de hacer algo, lo que fuese. Cogió una cesta y fue hacía la sección de verduras, "¿como diablos voy a cocinar esto?" pensaba el joven mientras miraba intimidante a unas mazorcas de maíz. ¡No podía ni cocinar unas mazorcas!, con lo que a el le gustaban...
Después de maldecir a sus amigas las verduras fue a echar un vistazo a los platos preparados, "no tengo ni un puto microondas para calentar esto". Entre las verduras y los platos preparados la idea de la maquina expendedora empezaba a sonar mejor. El estomago le empezó a rugir y cuando se quiso dar cuenta solo llevaba unas botellas de agua en la cesta. Al final decidió hacer una mini-compra y comprar algunos productos que ya no le quedaban en el dormitorio.
John se levantó un poco mas pronto que de lo costumbre en un fin de semana, a eso de las dos de la tarde, -Que asco de madrugar- El joven miró la hora y se dio cuenta de que el comedor ya estaría cerrado, solo le quedaba malgastar su dinero en alguna maquina expendedora y llenarse el estomago de snacks y chucherías. O también tenía la otra opción que era ir algún sitio a comprarse la comida. Lo primero que pensó fue en algún sitio de comida rápida o algo que sirva comida para llevar, pero no tenía ganas de hacer un pedido o si quiera de hablar con nadie, así que terminó yendo a un supermercado.
El joven vestía un chándal gris y unas deportivas negras, tenía unas ojeras que le hacían parecer un zombie, Ah, y como de costumbre iba con sus auriculares el cual llevaba siempre a todas partes. "¿Por que tengo que malgastar el tiempo comiendo cuando podría dormir mas?." Cuando entró se quedó parado mirando a toda la multitud, cada vez se le quitaban mas las ganas de hacer algo, lo que fuese. Cogió una cesta y fue hacía la sección de verduras, "¿como diablos voy a cocinar esto?" pensaba el joven mientras miraba intimidante a unas mazorcas de maíz. ¡No podía ni cocinar unas mazorcas!, con lo que a el le gustaban...
Después de maldecir a sus amigas las verduras fue a echar un vistazo a los platos preparados, "no tengo ni un puto microondas para calentar esto". Entre las verduras y los platos preparados la idea de la maquina expendedora empezaba a sonar mejor. El estomago le empezó a rugir y cuando se quiso dar cuenta solo llevaba unas botellas de agua en la cesta. Al final decidió hacer una mini-compra y comprar algunos productos que ya no le quedaban en el dormitorio.
John Harrison- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 20/09/2017
Edad : 24
Re: Ojos que no ven... (Privado John Harrison)
Aquella sensación tan húmeda se le hacía apetitosa, incluso podía escuchar el sonido gelatinoso de la sustancia, estaba sintiendo diversión y al mismo tiempo, por unos instantes, se le pasó por la cabeza que sería genial si el animal estuviera vivo y pudiera sentir su… ¡NO! Esa clase de pensamientos no eran suyos, ¿verdad? De ningún modo podría disfrutar de percibir esa clase de sufrimiento, eso debía ser cosa de Virus, ¡maldito cabrón! Mejor que se quede quietecito ahí donde quiera que esté en sus adentros y no le toque mucho el sentido común.
- ¿¡Pero tu te crees que ésto es normal!? -exclamó la señora de la pescadería, llamando la atención de Eos quien dejó quieto el dedo alzando la vista a la mujer- ¡Si vas a malograr la mercancía, al menos págala primero! ¿Es que no te han enseñado nada en…? -las palabras de la señora seguían y seguían, y para Eos era como escuchar llover, sabía que tenía que haberse quedado quietecillo pero no, tenía que meter el dedo en el ojo. Rodó lentamente los ojos con la señora como banda sonora de fondo, oteó a sus lados buscando algo más entretenido y ahí estaba, un muchacho con pintas de acabar de salir de la cama que miraba fatal a una zanahoria, ¿las odiaría por alguna razón? ¿se atragantó con una alguna vez? Quizá en realidad era alguien que hablaba con las verduras, eso sería interesante- ¡Que te estoy hablando! -exclamó la mujer cuando Eos empezó a andar hacia ese chico, tranquilo e ignorándola por completo; siguió a ese chico por unos momentos, por curiosidad, descubriendo su faceta de acosador, ¿qué clase de música escucharía aquella persona? Se sentía hasta el cosquilleo de emoción; miraba curioso lo que compraba, lo malo es que cada vez su hambre aumentaba más, necesitaba energía, pero aquello le tenía entretenido, quizá podría saludarle, tenía una cara graciosa.
Se decidió a hacerlo, se acercó por detrás y apartó uno de los auriculares, pero antes de que de sus labios pudiera salir ningún tipo de sonido su estómago decidió rugir, sonaba como una bestia dantesca encerrada en su estómago, incluso la señora que pasaba por al lado dió un respingo del susto, y no sólo ella, Eos también dió un mini salto de la impresión con los ojos algo abiertos, era su propio estómago pero nunca se acostumbraba a ello. Bajó la vista a su barriga con los labios entreabiertos, la acarició con la mano y subió lentamente la mirada al chico con los ojos aún abiertos, empezaba a verle como si fuera comida, si le metía con una manzana en la boca y en el horno estaría delicoso, con hiervas finas, quizá podría usar una de esas recetas que había encontrado por internet…. ¡No, no, no!Zarandeó la cabeza intentando echar esas ideas, pero era imposible, apenas se daba cuenta que sus ojos le miraban como un depredador planeando comer un conejito.
- Menudo puto susto, ¿eh? -tragó saliva, notaba que se le estaba acumulando en la boca- juro que no te comeré, sólo quería saludar -pensó que quizá podría hacer el esfuerzo de sonreír, ¡Eso! Siempre le habían dicho que una sonrisa lo arreglaba todo, lo intentó, ¡No podía ser tan difícil! Logró mover al menos una de las comisuras, le temblaba un poco hasta que consiguió estirarla poco a poco mientras entreabría sus labios, entrecerró los ojos y…. en vez de parecer alguien amigable, daba una impresión maquiavélica e insidiosa, como si no tuviera reparos en mostrar el goce de planear millones de maneras de descuartizarlo- Un puto gusto… -intentaba mantener su mejor sonrisa, por lo que incluso la voz surgió un tanto sospechosa al hablar entre dientes.
- ¿¡Pero tu te crees que ésto es normal!? -exclamó la señora de la pescadería, llamando la atención de Eos quien dejó quieto el dedo alzando la vista a la mujer- ¡Si vas a malograr la mercancía, al menos págala primero! ¿Es que no te han enseñado nada en…? -las palabras de la señora seguían y seguían, y para Eos era como escuchar llover, sabía que tenía que haberse quedado quietecillo pero no, tenía que meter el dedo en el ojo. Rodó lentamente los ojos con la señora como banda sonora de fondo, oteó a sus lados buscando algo más entretenido y ahí estaba, un muchacho con pintas de acabar de salir de la cama que miraba fatal a una zanahoria, ¿las odiaría por alguna razón? ¿se atragantó con una alguna vez? Quizá en realidad era alguien que hablaba con las verduras, eso sería interesante- ¡Que te estoy hablando! -exclamó la mujer cuando Eos empezó a andar hacia ese chico, tranquilo e ignorándola por completo; siguió a ese chico por unos momentos, por curiosidad, descubriendo su faceta de acosador, ¿qué clase de música escucharía aquella persona? Se sentía hasta el cosquilleo de emoción; miraba curioso lo que compraba, lo malo es que cada vez su hambre aumentaba más, necesitaba energía, pero aquello le tenía entretenido, quizá podría saludarle, tenía una cara graciosa.
Se decidió a hacerlo, se acercó por detrás y apartó uno de los auriculares, pero antes de que de sus labios pudiera salir ningún tipo de sonido su estómago decidió rugir, sonaba como una bestia dantesca encerrada en su estómago, incluso la señora que pasaba por al lado dió un respingo del susto, y no sólo ella, Eos también dió un mini salto de la impresión con los ojos algo abiertos, era su propio estómago pero nunca se acostumbraba a ello. Bajó la vista a su barriga con los labios entreabiertos, la acarició con la mano y subió lentamente la mirada al chico con los ojos aún abiertos, empezaba a verle como si fuera comida, si le metía con una manzana en la boca y en el horno estaría delicoso, con hiervas finas, quizá podría usar una de esas recetas que había encontrado por internet…. ¡No, no, no!Zarandeó la cabeza intentando echar esas ideas, pero era imposible, apenas se daba cuenta que sus ojos le miraban como un depredador planeando comer un conejito.
- Menudo puto susto, ¿eh? -tragó saliva, notaba que se le estaba acumulando en la boca- juro que no te comeré, sólo quería saludar -pensó que quizá podría hacer el esfuerzo de sonreír, ¡Eso! Siempre le habían dicho que una sonrisa lo arreglaba todo, lo intentó, ¡No podía ser tan difícil! Logró mover al menos una de las comisuras, le temblaba un poco hasta que consiguió estirarla poco a poco mientras entreabría sus labios, entrecerró los ojos y…. en vez de parecer alguien amigable, daba una impresión maquiavélica e insidiosa, como si no tuviera reparos en mostrar el goce de planear millones de maneras de descuartizarlo- Un puto gusto… -intentaba mantener su mejor sonrisa, por lo que incluso la voz surgió un tanto sospechosa al hablar entre dientes.
Eos Inkblot- Ocupación : Sonidista
Mensajes : 76
Fecha de inscripción : 13/11/2017
Re: Ojos que no ven... (Privado John Harrison)
El joven se quedó en el supermercado para hacer unas compras, en la cesta llevaba unas botellas de agua, desodorante, gel de ducha y algún que otra bolsa de snacks. El tener que alimentarse hasta la hora de cenar a base de "porquerías" le molestaba un poco, seguía parándose cada dos por tres a pensar en algo que hacer, aunque al final acababa rindiéndose y seguía "paseando" por el supermercado en busca de algo a lo que poder hincar el diente.
El joven estaba algo distraído con la música, no prestaba atención a su alrededor, estaba como el diría "ahogándose en su música", todo iba bien (si no contamos lo de la comida) nadie le molestaba, no conocía a nadie, era un completo desconocido y así quería seguir estando. Pero de repente justo lo que no quería que pasase pasó. El joven notó como uno de sus auriculares era quitado de su oído izquierdo. Este se dio la vuelta para ver que diablos querían ahora de el. No dijo nada, solo se quedó en silencio tras oír el rugido de aquel muchacho, incluso con un auricular puesto el rugido se escuchó mucho mas alto que la música de John, el muchacho captó la atención del joven.
John arqueó con la ceja como desconcierto, ¿le pasaba algo?, miró la barriga del muchacho cuando empezó a tocársela con la mano y luego se quedó en silencio viendo como lo miraba. "¿Pero que cojones?", era lo primero que se le pasó por la cabeza, mira que se había encontrado sujetos extraños en su vida, pero el que tenía delante parecía ser el ganador. -¿Eh?- Aun no se creía lo que estaba pasando ante sus ojos, ¿que no iba a comérselo?, ¿acaso era carnívoro?¿que clase de saludo era ese?. A John normalmente no le cambiaba mucho la expresión ya que de costumbre estaba serio y calmado, o enfadado y con ojeras, incluso ahora que parecía que estaba serio, no era del todo verdad, ¿impresionado? tal vez, aunque yo usaría algo como "insólito", osea que no estaba acostumbrado a encontrarse a sujetos así.
Lo de "saludarlo" era algo que John no entendía del todo, ¿para que iba querer saludar a alguien completamente desconocido en un supermercado?, el joven suspiró y zarandeo levemente la cabeza de lado a lado como diciendo "¿que he echo para merecerme esto?", -¿que quieres?- Le dijo con un tono muy borde y con una mirada como si no le importase nada. Normalmente hubiese pasado y lo hubiese ignorado, pero John no estaba llevando un buen día la verdad, y la paciencia se le iba agotando por el momento.
El joven estaba algo distraído con la música, no prestaba atención a su alrededor, estaba como el diría "ahogándose en su música", todo iba bien (si no contamos lo de la comida) nadie le molestaba, no conocía a nadie, era un completo desconocido y así quería seguir estando. Pero de repente justo lo que no quería que pasase pasó. El joven notó como uno de sus auriculares era quitado de su oído izquierdo. Este se dio la vuelta para ver que diablos querían ahora de el. No dijo nada, solo se quedó en silencio tras oír el rugido de aquel muchacho, incluso con un auricular puesto el rugido se escuchó mucho mas alto que la música de John, el muchacho captó la atención del joven.
John arqueó con la ceja como desconcierto, ¿le pasaba algo?, miró la barriga del muchacho cuando empezó a tocársela con la mano y luego se quedó en silencio viendo como lo miraba. "¿Pero que cojones?", era lo primero que se le pasó por la cabeza, mira que se había encontrado sujetos extraños en su vida, pero el que tenía delante parecía ser el ganador. -¿Eh?- Aun no se creía lo que estaba pasando ante sus ojos, ¿que no iba a comérselo?, ¿acaso era carnívoro?¿que clase de saludo era ese?. A John normalmente no le cambiaba mucho la expresión ya que de costumbre estaba serio y calmado, o enfadado y con ojeras, incluso ahora que parecía que estaba serio, no era del todo verdad, ¿impresionado? tal vez, aunque yo usaría algo como "insólito", osea que no estaba acostumbrado a encontrarse a sujetos así.
Lo de "saludarlo" era algo que John no entendía del todo, ¿para que iba querer saludar a alguien completamente desconocido en un supermercado?, el joven suspiró y zarandeo levemente la cabeza de lado a lado como diciendo "¿que he echo para merecerme esto?", -¿que quieres?- Le dijo con un tono muy borde y con una mirada como si no le importase nada. Normalmente hubiese pasado y lo hubiese ignorado, pero John no estaba llevando un buen día la verdad, y la paciencia se le iba agotando por el momento.
John Harrison- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 20/09/2017
Edad : 24
Re: Ojos que no ven... (Privado John Harrison)
No le culpaba, hasta él se había sorprendido e incluso era capaz de entender que aquel “saludo” estomaquil no era el mejor del mundo, por lo menos ya le había podido hablar aunque haya sido de aquella manera. Le hizo mucha gracia el modo en que seguía así de serio, ¿le pasaba como a él y no era capaz de controlar bien los músculos de su cara? ¿también tenía un defecto? Seguro podrían entenderse. Ignoró por completo el tono borde del ajeno, podría ser que ese también era su modo de expresión adicional.
- Sentía jodida curiosidad, te vi mirando mal a una puta zanahoria, ¿por qué? ¿hay alguna razón por la que la odies? ¿Algún familiar tuyo murió por una jodida zanahoria y ahora les guardas rencor? -paseó su mano por la cara, notó la molestia en sus músculos por aguantar aquella expresión, ¿cómo podía la gente feliz aguantar aquella cara? Ahora mismo tenían todo su respeto. Intentó por todos los medios desviar el hambre pensando en cualquier otra cosa, pero todas ellas eran comestibles, hasta pensar en gatitos hacía que se le hiciera la boca agua, mejor encontrar algo con lo que distraerse- ¿qué mierda escuchas? -si, eso está mucho mejor, nada de pensar en comerse al prójimo; dejó caer el auricular que había apartado de la oreja del muchacho, crispó la mano y por unos segundos se dirigía hacia él, pero en un movimiento rápido la golpeó con la otra “¡Quieto, joder!” cerrando el puño y acercándolo a su estómago para mantenerlo quietecito.
- Eos, ¿tu? -haciendo un gesto con la cabeza como si le señalara. Se le quedó mirando completamente fijo por unos momentos, en silencio, como si se hubiera quedado sin neuronas por unos instantes, pero no, estaba pensando- comamos juntos -de forma repentina- ¿no tienes hambre? -todo muy normal y casual, como si aquella situación fuera el pan de cada día, pero tampoco es que Eos sintiera la necesidad de buscar una excusa para invitar a nadie, así lo sentía y así lo hacía, no hacía daño a nadie con ello.
- Sentía jodida curiosidad, te vi mirando mal a una puta zanahoria, ¿por qué? ¿hay alguna razón por la que la odies? ¿Algún familiar tuyo murió por una jodida zanahoria y ahora les guardas rencor? -paseó su mano por la cara, notó la molestia en sus músculos por aguantar aquella expresión, ¿cómo podía la gente feliz aguantar aquella cara? Ahora mismo tenían todo su respeto. Intentó por todos los medios desviar el hambre pensando en cualquier otra cosa, pero todas ellas eran comestibles, hasta pensar en gatitos hacía que se le hiciera la boca agua, mejor encontrar algo con lo que distraerse- ¿qué mierda escuchas? -si, eso está mucho mejor, nada de pensar en comerse al prójimo; dejó caer el auricular que había apartado de la oreja del muchacho, crispó la mano y por unos segundos se dirigía hacia él, pero en un movimiento rápido la golpeó con la otra “¡Quieto, joder!” cerrando el puño y acercándolo a su estómago para mantenerlo quietecito.
- Eos, ¿tu? -haciendo un gesto con la cabeza como si le señalara. Se le quedó mirando completamente fijo por unos momentos, en silencio, como si se hubiera quedado sin neuronas por unos instantes, pero no, estaba pensando- comamos juntos -de forma repentina- ¿no tienes hambre? -todo muy normal y casual, como si aquella situación fuera el pan de cada día, pero tampoco es que Eos sintiera la necesidad de buscar una excusa para invitar a nadie, así lo sentía y así lo hacía, no hacía daño a nadie con ello.
Eos Inkblot- Ocupación : Sonidista
Mensajes : 76
Fecha de inscripción : 13/11/2017
Re: Ojos que no ven... (Privado John Harrison)
El joven no estaba muy cómodo con la situación, su día de fin de semana se estaba yendo al garete, ¿hubiese sido mejor quedarse en casa durmiendo?, si hubiera sabido que le iba a pasar esto no hubiese dudado en quedarse. ¿Que es lo que quería de John?, ¿dinero?, ¿comida?. John lo observaba serio esperando respuesta del joven, y aun cuando este empezó a hablar y a soltar insultos por cada frase que decía John se mantenía callado y serio, no le importaba su manera de hablar, el tampoco hablaba muy bien la verdad.
John volvió a suspirar acompañado de una sonrisa sarcástica, ¿había estado espiándolo?, ¿ lo había estado siguiendo?, ¿desde cuando?, ¿cuanto tiempo llevaba mirándolo?. - La curiosidad mató al gato chaval- Otra vez volvía ser un borde, de verdad que no lo había pillado de buen humor, bueno espera, ¿algún día estaba de buen humor?. De pronto el chico ¿intentó acercarse?, John no le dijo nada sobre la música que estaba escuchando, no tenía ganas de que alguien criticase su música, para el era muy importante, y pues sabía que para gustos colores, así que no le apetecía discutir o algo por el estilo, luego, se quedó mirándolo hasta que volvió a hablar.
"¿Eos?, eso debe de ser su nombre", hmmm.... que poco le gustaban las presentaciones al joven, se ponía nervioso, tartamudeaba y apartaba la mirada de quien le estaba hablando, - Harrison- Dijo bastante seco y sin decir nada mas. Optó por usar el apellido ya que todo esto le parecía muy extraño, seguía sin creer lo que estaba sucediendo, le parecía un encuentro muy pero que muy extraño. - ¿hambre?...-, John se calló por un momento y empezó a fruncir el ceño, ¿que si tenía hambre? ¿lo decía en broma?, ese comentario fue la mecha que encendió y quemó su paciencia. - ¡NO TENDRÍA HAMBRE SI PUDIERA COCINAR UNA PUTA ZANAHORIA!- Estalló. Unas señoras que estaban en el mismo pasillo se alejaron y se fueron mientras miraban de lejos, nadie se acercaba, estaba dando el espectáculo -¿Y usted que mira vieja?- , la señora se sobresaltó cuando miró a John y salió huyendo.
El joven respiró y volvió dirigirse por ultima vez a Eos - ¿contesta eso a tu pregunta de antes?- Dijo refiriéndose a lo de mirar mal a las verduras. Luego esté cogió su cesta, miró a Eos a la cara seriamente y se giró para irse y seguir haciendo la compra.
John volvió a suspirar acompañado de una sonrisa sarcástica, ¿había estado espiándolo?, ¿ lo había estado siguiendo?, ¿desde cuando?, ¿cuanto tiempo llevaba mirándolo?. - La curiosidad mató al gato chaval- Otra vez volvía ser un borde, de verdad que no lo había pillado de buen humor, bueno espera, ¿algún día estaba de buen humor?. De pronto el chico ¿intentó acercarse?, John no le dijo nada sobre la música que estaba escuchando, no tenía ganas de que alguien criticase su música, para el era muy importante, y pues sabía que para gustos colores, así que no le apetecía discutir o algo por el estilo, luego, se quedó mirándolo hasta que volvió a hablar.
- Música que esta escuchando:
"¿Eos?, eso debe de ser su nombre", hmmm.... que poco le gustaban las presentaciones al joven, se ponía nervioso, tartamudeaba y apartaba la mirada de quien le estaba hablando, - Harrison- Dijo bastante seco y sin decir nada mas. Optó por usar el apellido ya que todo esto le parecía muy extraño, seguía sin creer lo que estaba sucediendo, le parecía un encuentro muy pero que muy extraño. - ¿hambre?...-, John se calló por un momento y empezó a fruncir el ceño, ¿que si tenía hambre? ¿lo decía en broma?, ese comentario fue la mecha que encendió y quemó su paciencia. - ¡NO TENDRÍA HAMBRE SI PUDIERA COCINAR UNA PUTA ZANAHORIA!- Estalló. Unas señoras que estaban en el mismo pasillo se alejaron y se fueron mientras miraban de lejos, nadie se acercaba, estaba dando el espectáculo -¿Y usted que mira vieja?- , la señora se sobresaltó cuando miró a John y salió huyendo.
El joven respiró y volvió dirigirse por ultima vez a Eos - ¿contesta eso a tu pregunta de antes?- Dijo refiriéndose a lo de mirar mal a las verduras. Luego esté cogió su cesta, miró a Eos a la cara seriamente y se giró para irse y seguir haciendo la compra.
John Harrison- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 38
Fecha de inscripción : 20/09/2017
Edad : 24
Re: Ojos que no ven... (Privado John Harrison)
- Me han dicho eso tantas putas veces que aún estoy esperando que mate al puto gato -para luego comérselo, pero entendía perfectamente que eso era una frase hecha sin más. Apreciaba que el chico no estaba de buen humor pero no le molestaba en absoluto, si de verdad fuera así ni siquiera le habría dirigido la palabra, ni seguirle, se hubiera ido a hacer sus cosas como cualquier otra persona. Intentó captar aquello que el muchacho estaba escuchando, le miró muy fijamente pero porque estaba disfrutando, a Eos le gustaban gran variedad de estilos musicales, esa era su suerte siendo un sonidista además- la voz del puto cantante es la hostia -pero lo que llamaba la atención además era la letra, había podido aprender a lo largo de su vida que hay quienes se sienten identificados, ¿era ese el caso de aquel joven? Estaba concentrado en esos pensamientos cuando escuchó de fondo su nombre- ¡Así que Har…! ¡¡¡ME CAGO EN TI!!! -llevando los dedos a sus orejas de golpe al escuchar aquel grito repentino, abriendo ligeramente los ojos en una leve, muy leve expresión de sorpresa, eso sí que no lo esperaba pero en vez de acojonarse le parecía divertido, si pudiera reír como cualquier otra persona lo haría pero sólo le quedaba hacerlo casi que internamente, sus comisuras apenas vacilaban una sonrisa imperceptible. Tardó en reaccionar, ese chico le parecía muy interesante, ¿cómo no iría a hacerlo?
- Oye -le cogió de la manga- yo tampoco sé cocinar una puta zanahoria sin tener que ver un jodido tutorial -dio una pequeña pausa- y soy un puto negado en montones de cosas, pero me gusta la jodida música que escuchas, y es gracioso que mires así a las malditas zanahorias por no saber cocinarlas, y es divertido que me rompas los putos tímpanos de un grito -dio una breve pausa, no estaba seguro de si así era cómo se hacían las cosas, pero era demasiado sincero y decía las cosas de un modo directo como para elegir bien sus palabras- sé mi puto amigo, eso no es malo, ¿no?.... ¿o si? -frunció ligeramente el ceño dudando por unos momentos, pero no tardó en negar con la cabeza- Harrison, ¿eh? Como el puto George Harrison, el guitarrista de los jodidos Beatles
- Oye -le cogió de la manga- yo tampoco sé cocinar una puta zanahoria sin tener que ver un jodido tutorial -dio una pequeña pausa- y soy un puto negado en montones de cosas, pero me gusta la jodida música que escuchas, y es gracioso que mires así a las malditas zanahorias por no saber cocinarlas, y es divertido que me rompas los putos tímpanos de un grito -dio una breve pausa, no estaba seguro de si así era cómo se hacían las cosas, pero era demasiado sincero y decía las cosas de un modo directo como para elegir bien sus palabras- sé mi puto amigo, eso no es malo, ¿no?.... ¿o si? -frunció ligeramente el ceño dudando por unos momentos, pero no tardó en negar con la cabeza- Harrison, ¿eh? Como el puto George Harrison, el guitarrista de los jodidos Beatles
Última edición por Eos Inkblot el Vie Dic 08, 2017 2:50 am, editado 1 vez
Eos Inkblot- Ocupación : Sonidista
Mensajes : 76
Fecha de inscripción : 13/11/2017
Re: Ojos que no ven... (Privado John Harrison)
Ya había acabado, John ya le había gritado la maldita razón de porque miraba mal las zanahorias, si era eso lo que buscaba ya se podía ir por donde había venido. Pero incluso John sabía que no era tan fácil, y en efecto así fue, cuando fue a darse la vuelta para marcharse el joven le cogió de la manga y empezó a hablar de nuevo. Este se quedó mirándole a la cara otra vez algo extrañado, "¿pero que coño estaba diciendo?". Había que admitir que Eos tenía agallas, no cualquiera se acercaba a hablar a un desconocido en un supermercado, es mas, nunca nadie se acercaba a John en la academia, ni los de su propia clase, bueno, si que lo habían intentado, otra cosa es que el les hiciera caso alguno.
En cuanto oyó la palabra "amigo" a este le cambió la cara por completo, poniéndose incluso mas serio de lo que ya estaba, ¿Amigo?, esa palabra no tenía valor para el joven, ya no estaba en su vida, borró la existencia de la misma años atrás. ¿Entonces porque le dolía tanto cuando la escuchaban? era como si estuvieran apuñalando su espalda una y otra vez. John estaba ya muy acostumbrado a estar solo, no quería volver a ser herido... por eso mismo dejó de relacionarse y empezar a pasar desapercibido para la sociedad, ya no quería volver a tener amigos, ¿no?. - ¿malo?..yo...- John no podía contestar, le apartó la mirada rápidamente, esto era muy repentino para John.
Al menos cuando Eos habló sobre los Beatles consiguió captar la atención de John otra vez, -S-s-si, el mismo apellido- Le sorprendió bastante, no era algo normal que alguien supiese el nombre del guitarrista principal o la batería, normalmente la gente solo oía dos nombres "Paul Mccartney" y "John Lennon", y era normal, destacaban bastante, por eso fue algo que no se espero que dijera. - ¿Te gustan los Beatles?, ¿los has odio alguna vez?- "¿Porque diablos le estaba siguiendo la conversación?", sin darse cuenta quizá el joven Eos había sacado un tema de conversación que John le atraía bastante, aunque el de las zanahorias no estaba nada mal.
En cuanto oyó la palabra "amigo" a este le cambió la cara por completo, poniéndose incluso mas serio de lo que ya estaba, ¿Amigo?, esa palabra no tenía valor para el joven, ya no estaba en su vida, borró la existencia de la misma años atrás. ¿Entonces porque le dolía tanto cuando la escuchaban? era como si estuvieran apuñalando su espalda una y otra vez. John estaba ya muy acostumbrado a estar solo, no quería volver a ser herido... por eso mismo dejó de relacionarse y empezar a pasar desapercibido para la sociedad, ya no quería volver a tener amigos, ¿no?. - ¿malo?..yo...- John no podía contestar, le apartó la mirada rápidamente, esto era muy repentino para John.
Al menos cuando Eos habló sobre los Beatles consiguió captar la atención de John otra vez, -S-s-si, el mismo apellido- Le sorprendió bastante, no era algo normal que alguien supiese el nombre del guitarrista principal o la batería, normalmente la gente solo oía dos nombres "Paul Mccartney" y "John Lennon", y era normal, destacaban bastante, por eso fue algo que no se espero que dijera. - ¿Te gustan los Beatles?, ¿los has odio alguna vez?- "¿Porque diablos le estaba siguiendo la conversación?", sin darse cuenta quizá el joven Eos había sacado un tema de conversación que John le atraía bastante, aunque el de las zanahorias no estaba nada mal.
John Harrison- Ocupación : Estudiante de 2°
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Edad : 24
Re: Ojos que no ven... (Privado John Harrison)
Notó el cambio de expresión del menor, ¿acaso había dicho algo extraño? Podía notar la energía de sus sentimientos sintiéndose más confundido. Llamó su atención que no pudiera decir si era algo malo, pero el hecho de conseguir llamar su atención hizo que se relajara al respecto.
- Joder, ¡Claro que me gustan! Conocí a alguien que solía escucharlos, al final me uní a él -estaba contento, aunque eso fuera algo tan simple- ¿cuál es tu favorita? La mía es Eleanor Rigby, cada vez que escuchaba esa puta canción me podía imaginar una de esas películas extrañas y ligeramente oscuras, algo surrealistas pero al mismo tiempo con un puto significado -quizá era el único a quien eso le pasaba, la música le fascinaba por ser capaz de mover los sentimientos y la imaginación de la gente, desprendía un tipo de energía especial, aquellas que más adoraba eran las que cargaban con más sentimiento- ¿cuándo los escuchaste por primera vez? En mi caso fue hace un huevo de tiempo, me sorprende, eres jodidamente joven -y él también lo parecía, desde luego, aún si realmente tuviera más de lo que aparentaba- lo que estabas escuchando antes -señalando con un gesto de cabeza y con la mirada los auriculares- es geni…. -su estómago amenazó de nuevo con aquel rugido, consiguiendo callar a Eos y asustar de nuevo a alguna persona que pasaba por ahí, ¿cómo podía rugirle tanto? Lo suyo no era ni medio normal- ……………. -apretó los labios volviendo a mirar hacia su barriga, la acarició de nuevo y alzó la vista a John- ¿qué te parece si te invito a una puta hamburguesa? Como ésto siga rugiendo me como a alguien, ahí, sin jodidas patatas ni guarnición -y parecería una broma, pero lo estaba diciendo medio en serio.
- Joder, ¡Claro que me gustan! Conocí a alguien que solía escucharlos, al final me uní a él -estaba contento, aunque eso fuera algo tan simple- ¿cuál es tu favorita? La mía es Eleanor Rigby, cada vez que escuchaba esa puta canción me podía imaginar una de esas películas extrañas y ligeramente oscuras, algo surrealistas pero al mismo tiempo con un puto significado -quizá era el único a quien eso le pasaba, la música le fascinaba por ser capaz de mover los sentimientos y la imaginación de la gente, desprendía un tipo de energía especial, aquellas que más adoraba eran las que cargaban con más sentimiento- ¿cuándo los escuchaste por primera vez? En mi caso fue hace un huevo de tiempo, me sorprende, eres jodidamente joven -y él también lo parecía, desde luego, aún si realmente tuviera más de lo que aparentaba- lo que estabas escuchando antes -señalando con un gesto de cabeza y con la mirada los auriculares- es geni…. -su estómago amenazó de nuevo con aquel rugido, consiguiendo callar a Eos y asustar de nuevo a alguna persona que pasaba por ahí, ¿cómo podía rugirle tanto? Lo suyo no era ni medio normal- ……………. -apretó los labios volviendo a mirar hacia su barriga, la acarició de nuevo y alzó la vista a John- ¿qué te parece si te invito a una puta hamburguesa? Como ésto siga rugiendo me como a alguien, ahí, sin jodidas patatas ni guarnición -y parecería una broma, pero lo estaba diciendo medio en serio.
Última edición por Eos Inkblot el Vie Dic 08, 2017 2:50 am, editado 1 vez
Eos Inkblot- Ocupación : Sonidista
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Re: Ojos que no ven... (Privado John Harrison)
El tema de los Beatles había echo que cambiase de pensamiento, era un grupo de música que le encantaba, y era cierto que no era fácil hablar con John, pero habían temas que podían con el, no podía limitarse y callarse, tenía que hablar, era para lo único que vivía, la música, ya no le queda nada ni nadie, le había dado la espalda a todo lo demás, sin darse cuenta, con el paso de los años. Entendía todo lo que decía Eos, afirmó ligeramente con la cabeza mientras le escuchaba, - Yesterday, While My Guitar Gently Weeps y Here comes the Sun, me gusta mucho la música de los Beatles, y esas tres canciones me dan una sensación de paz y tranquilidad...- Luego se calló algo avergonzado, ¿porque coño estaba contándole sus mierdas a alguien que acaba de conocer en un supermercado?. - Pues mi padr..- De repente John se calló, recordó cuando fue la primera vez que había escuchado los Beatles, pero no quería ni mencionarlo, no quería ni llamarlo "padre", así que se rectificó, - Tenía un tocadiscos de pequeño, de hecho lo sigo teniendo, con unos cuantos vinilos claro-. Era cierto, tenía un tocadiscos, de su padre claro, ese gran hijo de puta, lo odiaba mucho, solo de pensarlo se le hinchaba una vena. - Esta bien, vayamos a comer..supongo.., aunque no hace falta que me invites a nada- Dijo seriamente mientras le miraba la barriga a Eos, - Deja que vaya a pagar esto y nos vamos-
John Harrison- Ocupación : Estudiante de 2°
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Re: Ojos que no ven... (Privado John Harrison)
- A mi me parecen geniales -dijo mientras asentía un poco con la cabeza. Inclinó la cabeza al notar cierta emoción del menor, más además parecía serle difícil abrirse a los demás… aunque bueno, Eos también podía ser muy tozudo cuando se lo proponía, y a veces le costaba captar que las personas no siempre quieren comunicarse, mucho menos con un desconocido- tu padre… -repitió, algo debía pasar con él, por su cabeza podían aparecer montones de hipótesis pero seguro que no acertaba con ninguna de ellas- ¿Qué mierda? ¿tienes aún un puto tocadiscos? -abrió un poco los ojos, las máquinas antiguas le encantaban, de hecho si alguien le llevaba algún museo de máquinas antiguas o aparatos, cachivaches… le haría un hombre feliz- eso es jodidamente difícil de encontrar ahora, ¿no? -y además con vinilos, si además el sonido de esos aparatos era bastante bueno, hay quienes decían que incluso mejor que los CDs- Joder, pues claro que sí, tu dale
Esperó a que terminara de hacer su compra, y ya fuera del supermercado le guió hasta la hamburguesería más cercana, ahí insistió en invitarle y que eligiera lo que quisiera, a fin de cuentas no solía comer con alguien todos los días.
- A todo eso, ¿cuántos jodidos años tienes? -ya sentados en la mesa- ¿a qué te dedicas?
Esperó a que terminara de hacer su compra, y ya fuera del supermercado le guió hasta la hamburguesería más cercana, ahí insistió en invitarle y que eligiera lo que quisiera, a fin de cuentas no solía comer con alguien todos los días.
- A todo eso, ¿cuántos jodidos años tienes? -ya sentados en la mesa- ¿a qué te dedicas?
Última edición por Eos Inkblot el Vie Dic 08, 2017 2:50 am, editado 1 vez
Eos Inkblot- Ocupación : Sonidista
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Re: Ojos que no ven... (Privado John Harrison)
Después de pagar lo que John se había comprado aceptó a regañadientes la invitación de ir a comer, eso lo podía aceptar, pero que le pagasen la comida era otra cosa, no quería tener que deber nada a nadie, tenía dinero suficiente, por lo que no iba a dejar que un desconocido le pagase la comida. Esa es otra, John miró la bandeja con la hamburguesa y patatas que se había pedido, para luego volver la mirada a Eos en la mesa. "¿Como coño ha pasado esto?", entienda el encontronazo de un desconocido en un supermercado, pero ¿irse a comer con el?, Wow, estaba empezando a ser un día algo extraño, mucho mas de lo normal. -hmm, tengo diecisiete años, y estoy en una academia de música, se podría decir que soy ¿estudiante?- Si, le parecía raro, ¿estudiar?¿eso que es?¿se come?, eso de estudiar y hacer los "deberes" no era lo suyo, no iba con el, y por esa misma razón en las asignaturas teóricas le iba un poco mal. -¿y tu que?, ¿sueles seguir a mucha gente por los supermercados?- Lo dijo en broma, claramente, pero lo decía con un tono tan en serio que parecía que se lo había preguntado de verdad. El joven le agobiaba toda la multitud que había por el lugar, mientras se comía la hamburguesa y hablaba con Eos miraba de vez en cuando de lado a lado, pues el no solía ser de espacios cerrados con tanta multitud y algún que otro crío chillando por el sitio, pufff, eso lo incordiaba aun mas.
John Harrison- Ocupación : Estudiante de 2°
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Fecha de inscripción : 20/09/2017
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Re: Ojos que no ven... (Privado John Harrison)
- Pues sí, soy un puto stalker -realmente no, estaba bromeando pero igualmente no se le notaba- en realidad sólo aquellos que llaman mi jodida atención -lo gracioso era que aunque él se permitía acosar a gente, de ocurrir lo contrario no le haría ninguna gracia y sospecharía bastante de aquella persona. Procuraba ignorar a quienes tenía alrededor, había demasiada energía acumulada pero al menos no era mala. En su cabeza aún pensaba sobre la edad de aquel menor, sin duda no podía fiarse de lo que veían sus ojos, creía que aquel chico era mayor de lo que decía.
- Así que estás en la puta escuela Musette… he escuchado mucho sobre ella, ¿cómo coño es estar ahí? ¿Es un palo eso de estudiar? -él por su parte nunca tuvo ningún tipo de obligación al respecto, todo lo que sabía lo aprendió por su cuenta o por parte de gente que no tuvo problema en enseñarle cosas- yo soy un jodido sonidista, quizá si un día llegas a ser un músico podamos trabajar juntos, eso sería la hostia. Dicen que de ahí sale gente muy bien preparada, ¿en qué puta rama te gustaría especializarte? -desmontaba la hamburguesa, comiéndola por partes en vez de hacerlo de una pieza, como si así la hiciera durara más- seguro debes de tener un cojón de amigos ahí
- Así que estás en la puta escuela Musette… he escuchado mucho sobre ella, ¿cómo coño es estar ahí? ¿Es un palo eso de estudiar? -él por su parte nunca tuvo ningún tipo de obligación al respecto, todo lo que sabía lo aprendió por su cuenta o por parte de gente que no tuvo problema en enseñarle cosas- yo soy un jodido sonidista, quizá si un día llegas a ser un músico podamos trabajar juntos, eso sería la hostia. Dicen que de ahí sale gente muy bien preparada, ¿en qué puta rama te gustaría especializarte? -desmontaba la hamburguesa, comiéndola por partes en vez de hacerlo de una pieza, como si así la hiciera durara más- seguro debes de tener un cojón de amigos ahí
Eos Inkblot- Ocupación : Sonidista
Mensajes : 76
Fecha de inscripción : 13/11/2017
Re: Ojos que no ven... (Privado John Harrison)
John seguía sin entender al joven, ¿que había echo el para llamar la atención?, era imposible, en todo caso sería al revés, el iba camuflado entre toda la multitud, por no querer ser visto, por no querer hablar, era justo lo que no quería lo que le había pasado. -Es horrible, no me gusta nada, encima tengo que soportar esas putas reglas... me cabrea solo de pensarlo te lo juro- Era hablar de normas y reglas y el joven perdía la paciencia, no le gustaba que le dijeran como hacer las cosas, de hecho el pensaba que si le dejaran mas libertad podría controlarse, por ejemplo... ¡el tener animales!, el podía cuidar perfectamente de alguna mascota, pero las putas reglas prohibían tener en su habitación cualquier animal. - ¿Algún dia llegase a ser músico?- Eso ultimo molestó un poco al joven, ¿a que se refería con lo de ser músico?,- ¿te refieres a músico profesional no?, ¿de profesión?, porque cualquier persona que haga una canción o una melodía ya es un músico- de hecho el se consideraba un músico, claramente que no era su profesión, y aun le quedaba mucho que aprender, pero el ya había compuesto alguna que otra canción, solo con guitarra y voz, pero el lo consideraba música. - En la rama de instrumentos de cuerda, guitarra la principal, y puede que en un futuro a voz, aun no lo tengo decidido- No sabía porque le estaba contando sus cosas, como si le fuera a importar o algo. -¿Amigos?, yo no tengo de eso- Dijo mientras se terminaba la hamburguesa, no tiene ni cree en los amigos, no quería, ¿para que?, ¿para reabrir la herida?, no quería cargar mas cuchillos a su espalda, ya era suficiente. - ¿Que suele hacer un sonidista?, es el que comprueba que todos los instrumentos, altavoces, amplificadores y demás funcionen?-
John Harrison- Ocupación : Estudiante de 2°
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