Hanan y la magia de la amistad (Privado - John Harrison)

AAaa:

Después de su GRAN logro, Hanan había conseguido además del número de John que también accediera a salir con ella de compras, pensaba ir y pasar por algunas tiendas de instrumentos.

Le había enviado un mensaje para esto, ya que por alguna razón, quizás instinto, sentía que le podría cortar la llamada o le daba miedo llamarle mientras estaba ocupado y se alterara o no sé, de todos modos, le mandó un mensaje, logró coordinarse con él para su alivio, era sábado, hacia un buen día, típico de la primavera, algo ventoso pero apenas se colocaba bajo los rayos del sol sentía su potencia.

Caminó con parsimonia hacia su destino, habían quedado de encontrarse afuera de una tienda, específicamente una librería que ambos ubicaban, para después encaminarse hacia la tienda de instrumentos, eso era lo que tenían planeado, al sugerirle esta idea al pelicastaño mágicamente pareció interesado en salir juntos, antes pudo observar que estaba algo reacio.

Planeaba arrastrarlo en secreto a otras tiendas si podía y además invitarlo a comer algo para así poder charlar más tranquilos sin tanto ajetreo, había planeado todo, hasta el lugar al que irían a comer, todo debía ir bien, llegó al lugar acordado, se alisó la falda que se había movido un poco de su lugar por el viento, se puso los audífonos para escuchar música mientras esperaba a que llegase, era obvio que aún no estaba Hanan había llegado un poco antes, revisó la hora, faltaban quince minutos para ser las doce del día, c'est bien, estaba emocionada de volver a juntarse con él, siempre que intentaba acercarse a John, era demasiado tarde, él ya estaba bien lejos como para alcanzarle, se notaba que quería salir rápido de clases, Hanan tenía pocos amigos con los que charlar, así que a su pesar, había pasado una semana algo solitaria, suspiró ante esta idea al tiempo que colocaba un mechón intruso detrás de su oreja, le picaba graciosamente cuando se movía.

ROPA:

¿Como es posible?, ¿como diablos había conseguido que le diera su numero?. Estaba seguro que ese día no había dormido lo suficiente, bueno, nunca es suficiente para el. No habían hablado por teléfono apenas. Y aunque se le hacía raro el joven tenía ganas de desconectar un poco. Le pareció bastante bien lo de ir a la tienda de instrumentos, era algo que amaba, a parte llevaba un tiempo ahorrando para una guitarra acústica, el tenía 2 guitarras eléctricas y una clásica. Antes tenía una acústica, pero se rompió, no se podía arreglar, el mástil se partió por la mitad, no era una guitarra de buena calidad pero le sirvió durante muchos años para practicar y disfrutar.

John se solía despertar a eso de la una del mediodía los fines de semana, era lo que mas le encantaba, podía dormir cuanto quisiese, y por supuesto no tenía clases ni estúpidas reglas que cumplir. Por eso fue una pena que ese día tuvo que levantarse antes. Se puso una alarma a eso de las once de la mañana, algo que no sirvió de nada, pues se levantó tarde, una hora tarde. -¿Q-que hora es?- Dijo mientras se levantaba y se sentaba encima de la cama. -Mierda- Eran las doce menos cuarto, aun sabiendo la prisa que tenía fue bastante normal, se pegó una ducha rápida se vistió y cogió algo de la mini-nevera que tenía en su habitación.

Se puso la típica ropa que siempre llevaba a todas partes,aunque con esto de la academia ya no era típico, - Malditas normas...-. Sus pantalones vaqueros, su camiseta gris, su gabardina, sus deportivos, y por ultimo sus pendientes. Le dolían un poco, el agujero se estaba empezando a cerrar por culpa de que no los llevaba habitualmente -Malditas normas...-.

Por mucha prisa que debería tener el iba bastante tranquilo, no iba paseando, pero tampoco iba a mucha prisa. Miró su móvil para comprobar la hora - ¿Doce y cuarto?, tss...- . Empezó a correr lo mas rápido que pudo para llegar lo antes posible al encuentro delante de la biblioteca. Llegó hasta la esquina de la calle donde se habían encontrado. Se quedó congelado, miró la hora, las doce y veinticinco. "¿Esta bien esto?". Suspiró fuerte y fue andando hacía donde estaba.

Hanan se halló a sí misma muy sumida en sus pensamientos, de cuclillas fuera de la tienda y leyendo sobre un dios nórdico en Wikipedia, vio un meme en sus redes sociales, se puso a buscar el significado de algo y por alguna razón terminó leyendo sobre mitología anglosajona y luego nórdica. En lo que se entretenía leyendo, pasaron fácil sus quince minutos, los primeros minutos de espera se entretuvo escuchando música y revisando sus redes, después de alguna extraña manera, terminó en esa página.

Estaba leyendo sobre el Ragnarok cuando vislumbró a lo lejos alguien, oh, desde allí podía ver a alguien muy parecido a John acercándose, se le quedó mirando hasta que comprobó que era él, sonrió y se puso de pie, estiró sus piernas y su cuerpo, dejando que la sangre volviese a sus extremidades, luego se halló aferrada a un espacio de la pared, sí, se le había dormido una pierna.

— Ahhhhhhhnnnnn~ Ghhhhhh... — Hizo un ruido extraño producto del sufrimiento de sentir como se irrigaba su sangre por su extremidad inferior, sufrió un rato el dolor, para luego recuperar la compostura, movió de arriba a bajo su pierna izquierda hasta que logró que no le molestara más, para variar, su torpeza hacia de las suyas, esperó hasta que estuvo lo suficientemente cerca como para acercarse — Hola John, ¿qué hora es?, ¿te costó llegar? — Preguntó con inocencia, se había quedado mucho tiempo mirando cosas raras por la internet, sabía que había pasado un tiempo pero había perdido la noción de este — ¡Ah! Te traje tu pañuelo — Rebuscó en su bolso y se lo entregó, perfectamente doblado y limpio — Tuve que preguntarle a mi madre cómo sacar la sangre pero lo logré, quedó como nuevo — Sonrió de forma agradable, estaba muy satisfecha con su propio trabajo.

Se le quedó mirando ansiosa y atenta, estaba en el fondo muy feliz de verle ya que al fin podía tener tiempo para hablar con otra persona, eso la alegraba en demasía, tanto que se mostró un poco en su rostro.

Hanan captó con cierta curiosidad la actitud de John, se notaba que se sentía incómodo y tímido, bastaba con verlo, no sentirlo, por lo mismo optó por tener una actitud lo suficientemente agradable para hacerlo sentir cómodo pero no asustarlo con mucho entusiasmo, respiró hondo guardando en el fondo su felicidad de salir con un compañero de curso, no quería espantarlo o algo así.

— ¡No te preocupes, yo quise hacerlo! — Escuchó con atención las razones de la demora de John, no encontraba que se hubiese demorado tanto, así que no estaba molesta — Las clases cansan, uno normalmente duerme hasta muuuy tarde los fines de semana, así que te perdono, en parte es mi culpa por llamarte tan temprano... — Hizo un gesto con la mano para que se quedara tranquilo, con el fin de calmarle — Pero no te preocupes, yo hoy invito el almuerzo — Puso su mano en el pecho, mostrando mucha decisión y muy feliz — Pero primero vamos de compras, escuché que hay muchas tiendas por aquí y con muchos implementos para músicos~ — Dijo en un tono cantarín, entusiasmada, luego ladeó la cabeza al escuchar la pregunta de John, sobre venir arreglado — ¿Qué tiene? — Preguntó con ingenuidad — Es solo una blusa y una falda, hoy hace calor, ¿es fea? — Inquirió con curiosidad y sin sentirse ofendida en lo más mínimo.

Comenzó a caminar adelantándose a John, sacó su celular y confirmó en su celular dónde estaba la tienda, no podía vivir sin mapas, tenía pésima orientación, revisó con detención su celular, luego de pensarlo un poco se giró hacia John de sorpresa, ya que tuvo una súbita ocurrencia.

— John, mira, revisa el mapa y el lugar de la tienda, lo dejé marcado acá — Le puso el celular en la mano y le apuntó con su dedo donde salía un monigote y encima "usted está aquí", confiaba mucho en que John tenía mejor orientación que ella — Dice que allí está la tienda y quiero que confirmes que vamos bien de tanto en tanto, no sé leer bien los mapas y siempre olvido dónde está el norte y qué es qué... — Confesó a su pesar — Para que no nos perdamos, ¿sí?, ahora vamos — Lo jaló con suavidad del brazo al tiempo que lo invitaba a seguir caminando, solo un tirón suave, luego lo soltó y siguió caminando a brincos, estaba bastante entusiasmada — Oooh~ Que bonito es esoo... — Dijo al tiempo que pasaba por una vitrina que exhibía trajes de mascotas, como un disfraz de Sailor Moon para tu gato, Hanan se reía sola al tiempo que veía el ridículo disfraz — Hehe, que lindo, ¿te gustan los animales, John?, yo tengo muchos en casa, los extraño.

Muahahah:

John aun  no había acabado de tranquilizarse, estaba un poco nervioso, no se le daba bien la gente, cuando era pequeño era mucho mas amigable y simpático, pero el paso de los años y algunos sucesos hicieron que se convirtiera en una especia de marginado. A el no le desagradaba esa situación, llevaba un tiempo sin hablar tan de seguido con alguien, por eso mismo estaba nervioso, no quería cagarla, pero al mismo tiempo le costaba mucho confiar en alguien, es algo difícil de explicar.

A primera vista Hanan parecía una buena persona, no solo por lo de la cartera, si no por lo del pañuelo e incluso parecía no haberse molestado por que John había llegado tarde, eso hacía que John se volviese a preguntar por que diablos quería John que fuera su amigo. - No hace falta que me inv- El joven no puedo terminar la frase, pues Hanan se adelantó y se pusieron en camino, aun así John no podía dejar que ella le invitase, y no era por orgullo ni nada parecido, si no que ella ya había sido demasiado amable con el y no podía dejar que también le invitase al almuerzo.

El joven no sabía moverse muy bien por la ciudad, esperaba que Hanan le guiase y le llevase a lo que habían hablado, una tienda de música, el joven tenía que hacer algunas compras, por lo que le venía de lujo para que le enseñara un poco todo. Por eso cuando esta se acercó y le dijo que tenía que guiarlos el se quedó congelado, -¿Eh?, pero.. pero...¿que?- si tenían que fiarse de la orientación del muchacho las llevaban claras. John miraba bastante extrañado el celular, no sabía como se usaba, era la primera vez que veía una aplicación así, el solo usaba el móvil para escuchar música y llamar de vez en cuando.

-¿Animales?, tengo un gato en casa de mi primos- John se paró un momento delante de las vitrinas y puso una expresión bastante rara, ¿ropa para animales? ¿no son un poco feas esas ropas? pensó cuando lo vio, -¿y tu?, ¿que animales tienes?- Le siguió un poco la conversación aunque no le agradaba mucho, ¿por que?, por las malditas reglas de la academia que prohibían mascotas en las habitaciones. Las reglas le ponían histérico, eso y madrugar.

Luego de conversar un poco sobre los animales y demás John volvió a mirar el móvil. Espera, ¿por que tenía John el móvil de Hanan?, ¿tanta confianza tenía ella en dejarle su celular?¿pero que diablos?. - Esto.... creo que por ahí y luego a la...¿derecha?- señalo el final de la calle. Cada vez se ponía mas nervioso, a este paso iban a acabar en la otra punta de donde estaba la tienda.

Se quedó mirando la vitrina, al tiempo que le llegaba una fuerte sensación de ansiedad, se extrañó porque ella se sentía muy calmada y hasta animada con todo de la salida, avanzó unos pasos hasta que escuchó al otro hablándole nervioso a sus espaldas, entonces allí comprendió que quien estaba ansioso y nervioso era John, no ella, se sintió mal por eso, ¿lo estaría incomodando?, ¿qué podía hacer para relajarlo?

— Es que yo quiero mirar las vitrinas sin estar pendiente del mapa y la orientación... Te juro que si hago esas dos cosas al mismo tiempo, me caigo o algo así — Por su mente pasaron muchas formas engorrosas y vergonzosas de accidentarse, así era Hanan, una torpe — Pero si te molesta no lo hagas... — Escuchó con atención al otro — Sí, yo tengo muchos gatos, un perro también, pero es un perro que se cree gato — Rió ante esto — Es pequeño y esponjoso, se roba las camas de los gatos, me encantan mis mascotas, todos los recogí de la calle, no te imaginas como me regañaban cuando me mandaban a comprar y llegaba con un gato entre los brazos — Al recordarlo sonrió con nostalgia, extraña sus mascotas — Espero acostumbrarme luego a la ciudad, así podré vivir acá a solas y traerme mis mascotas, quiero independizarme... — Suspiró ante esto, tomó el brazo del otro con delicadeza al tiempo que se inclinaba para ver el celular — Está bien si no entiendes, solo tenlo en tus manos, déjame confirmar la ubicación... — Revisó con atención — Sí, doblemos por aquí a la derecha, eso dice, se supone que debemos caminar hasta esta tienda — Apuntó una tienda que parecía una librería o algo así — Luego hay que doblar nuevamente a la derecha y en esa calle se encuentra la tienda que buscamos... — Le dedicó una sonrisa tranquilizadora — ¡Tranquilo! Vamos bien, solo carga mi celular mientras tanto, no quiero caerme por andar con él entre las manos y tratando de mirar hacia todos lados — Soltó una risita nerviosa ante esto.

Lo instó a seguir caminando, se mantuvo a su lado esta vez para no hacerlo sentir solo, cada tanto miraba hacia las vitrinas para luego volver la vista hacia John y cerciorarse que estuviese bien, le dedicaba una cálida sonrisa y continuaba su camino, hasta que llegaron a la tienda, lo fue guiando sutilmente al tiempo que iba revisando de vez en cuando con una sola mirada el celular que mantenía el otro entre sus manos, le era más fácil de esa manera, ya se veía cruzando la calle mientras miraba el celular.

— Mira, aquí es — Le apuntó la tienda, era enorme y estaba llena de un montón de instrumentos de todo tipo, era de esperarse de Glass City — ¿Entramos? — Dijo al tiempo que trataba de figurarse si debía empujar o tirar la puerta, se quedó mirando la manilla de esta hasta que logró dar en el blanco, debía empujarla, por gente como Hanan existían ese tipo de etiquetas.

-Tranquila.. no me molesta, solo... es que no estoy acostumbrado a usar aplicaciones como esta...- Dijo aun un poco nervioso mientras miraba el mapa en el celular. John asentía con la cabeza mientras la escuchaba hablar sobre sus animales, el joven como bien había dicho antes tenía un gato, pero también le gustaba otros tipos de animales, aunque entre esos el que prefería era el gato. - ¿Tu sola podrás con tantos animales?- Dijo preguntándose de verdad si una sola persona podría encargarse de tantos animales, ¿no era demasiado?, animales, las facturas, etc. Lo de independizarse sonaba bien, claramente que John quería, aunque desde que su padre cayó en depresión y lo abandonase mas tarde, el siempre se había sentido como responsable de todo lo que hacía, aunque entendía de lo que estaba hablando Hanan.

Volviendo al tema del celular, John seguía un poco extrañado y incomodo, aunque por raro que parezca, el joven por un momento dejó la mente en blanco y parecía mas tranquilo mientras paseaban por la ciudad, hacía bastante tiempo que no hacía nada con nadie, hacía mucho que no hacía vida social, ni si quiera se hablaba con la mitad de los compañeros de clase por no decir con casi ninguno, ni un "Buenos días" ni nada.

A John le salió una pequeña carcajada sin querer al oír lo que dijo sobre que se podía caer mientras andaba, ¿cuan de torpe podía ser?. Después de caminar un rato y ver alguna que otra tienda de ropa, bares, restaurantes, tienda de videojuegos, perfumerías, etc, llegaron a la tienda de música. A John le brillaban los ojos, estaba ansioso por entrar, por un momento parecía un niño en la mañana de navidad esperando por abrir su regalo. -Gracias- Le dijo a Hanan con una sonrisa antes de entrar. No era un gracias por haberle llevado hasta la tienda, no era un gracias por haberle devuelto el pañuelo en perfectas condiciones, no era un gracias por haberle devuelto la cartera, no, era un gracias por todo, por haber malgastado uno de sus días en quedar con el, por haberse molestado en todo lo que había echo, aunque eso ella no iba a saberlo por supuesto.

Una vez dentro de la tienda podías oler la madera de las guitarras, la tienda tenía dos plantas de altura, pianos por una sección, bajos, baterías, de todo, ¿que clase de tienda era esta?, era enorme, faltaban palabras para explicar lo emocionado que estaba John. -A ver...¿Por donde empiezo?-. Miró a ambos lados buscando las guitarras acústicas, -Hanan, ¿tu querías comprar algo?- El joven se lo había estado preguntando, pero en ningún momento se lo había mencionado, el tenía claro lo que quería comprar, pero ¿y ella?.